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El tránsito aduanero se define en el como el régimen aduanero bajo el cual las mercancías se
transportan de una oficina aduanera a otra oficina aduanera (sin que se les impongan
derechos aduaneros), y quedando bajo el control aduanero. Esta definición incluye las
operaciones de tránsito nacional, p. ej., el transporte entre las oficinas de llegada y de salida
dentro del mismo país o territorio, así como el tránsito aduanero internacional, p. ej., el
transporte que cruza una o más fronteras de acuerdo con un acuerdo bilateral o multilateral.
El objeto principal del tránsito aduanero internacional es facilitar al máximo el movimiento de
mercancías y proporcionar a los países por los cuales se opera el tránsito, la confianza y la
documentación aduanera que se requiere, de manera que brinden la información requerida
por el servicio aduanero y no afecten demasiado al transportista, motivo por el cual se decidió
poner el practica el principio de uniformidad de procedimientos los países a nivel
latinoamericano, bajo un sistema internacional de control, que reduce el riesgo de información
inexacta eliminando atrasos innecesarios. El transporte internacional de mercancías consiste
en el traslado de bienes de un país a otro mediante los sistemas de transito aduanero
internacional, utilizando una empresa transportista autorizada por el servicio aduanero
nacional, quien fungirá como responsable de la ejecución del transporte y custodia de las
mercancías, desde una aduana de partida, hasta una aduana de destino. Las empresas
Transportistas Autorizadas son empresas de transporte legalmente constituidas que cuentan
con autorizaciones para realizar actividades propias del régimen de transito aduanero, tal es el
caso del Permiso de prestación de servicios y Certificado de habilitación y registro de vehículos
y unidades de carga, así como con garantía exigible por el pago de gravámenes e impuestos
aplicables sobre mercancías y vehículos.
Las autoridades aduaneras de los países donde se desarrollan las operaciones relacionadas con
el transito aduanero son las responsables de efectuar el control aduanero como lo dictan los
acuerdos y convenios internacionales, sin olvidar la legislación nacional de dichos países, así
para el caso de aduanas de partida, deben verificar que en la documentación presentada
hayan sido declarados correctamente los medios de transporte, unidades de carga y
mercancías que se transportan, debiendo colocar los precintos aduaneros, para asegurar y
autorizar el inicio del tránsito aduanero por la ruta y plazo establecido.
Durante el desarrollo del régimen de transito aduanero los transportistas deben utilizar
únicamente rutas y cruces de frontera autorizados en cada país a los cuales se les denomina
TRAFICO ADUANERO, dentro de los cuales se detallan los siguientes:
1. Entre dos países miembros de una misma región, que mantienen una frontera común
2. Entre dos países miembros de una misma región con tránsito por uno o más países
miembros de la región.
3. Desde un país miembro de la región hacia un tercer país con tránsito por uno o más países
de la región.
4. Desde un tercer país a un país miembro de la región, con tránsito por uno o más países de la
región.
5. Tránsito a través de dos o más países miembros de la región, hacia terceros países.
Datos del remitente y destinatario de las mercancías objeto del transporte internacional
Lugar específico y condiciones en las que el transportista autorizado recibe las mercancías.
Los datos que debe contener el manifiesto de carga son los siguientes
Peso bruto
Descripción comercial de las mercancías, como por ejemplo marcas y precintos, ya que
contribuyen al control por parte de las autoridades aduaneras de los países entre los cuales se
efectúa la operación.
Datos de los medios de transporte (número de placa, matricula, patente) con el fin de permitir
aplicar el control aduanero a los medios de transporte y unidades de carga.
En el reverso se incluyen espacios para registrar las actuaciones de las aduanas de cruce de
frontera y la aduana de destino.
Operaciones aduaneras
Las operaciones aduaneras son aquellas actividades relacionadas con el tráfico de mercancías
sometidas a la potestad aduanera.
Las operaciones Aduaneras (importación, exportación y transito) son todas aquellas que se
realizan diariamente en Venezuela, para cumplir con el proceso de nacionalizar las mercancías
que son objeto de una operación del comercio internacional y, estas son llevadas a cabo por
entes privados que son conocidos como Agencias Aduaneras, que trabajan en conjunto con los
diferentes auxiliares de la Administración Aduanera y el SENIAT, para poder cumplir así con
todos los procedimiento establecidos en la Ley Orgánica de Aduanas , su Reglamento y demás
argumentos jurídicos.
Las operaciones aduaneras tienen como objeto modificar el régimen aduanero a que se
encuentran sometidas las mercancías sobre las que ellas versan.
Entregar al agente o apoderado aduanal que promueva el despacho de las mercancías una
manifestación por escrito, y bajo protesta de decir verdad, con los elementos que permitan
determinar el valor en aduana de las mercancías. El importador deberá conservar copia de
dicha manifestación, obtener la información, documentación y otros medios de prueba
necesarios para comprobar que el valor declarado ha sido determinado de conformidad con
las leyes mexicanas y proporcionarlos a las autoridades aduaneras cuando éstas lo requieran.
La Declaración de Mercancías
Cuando las mercancías ingresan al territorio aduanero, la Aduana debe ser informada respecto
de la persona responsable de cumplir con las obligaciones aduaneras con relación a las
mercancías.
La Confrontación De Documentos.
La Recepción de Documentos.
- Número de Registro
- Fecha de Recepción
- Verifica las operaciones matemáticas, tanto en los formularios que forman la DUA, como en
los documentos anexos y la concordancia entre ellos.
- Cuando se observe que los bultos contienen mercancías sujetas a prohibiciones o las
contempladas en la legislación sobre armas, explosivos o sustancias psicotrópicas y
estupefacientes, y en general mercancías que puedan atentar contra la seguridad y salud
pública, se debe dar aviso a la autoridad competente en cada caso. Y se retienen los bultos
preventivamente.
Liquidación de Gravámenes.
Retiro de la Mercancía.
Equivale al cede del derecho de prenda que posee la aduana sobre la mercancía y Se cumple
una vez que los funcionarios del resguardo aduanero permiten la salida de la zona primaria de
la aduana.
Culminando con este, tenemos el tránsito, va con el transporte de las mercancías desde su
aduana de partida hasta su aduana de destino, el transito puede ser nacional e internacional,
el transito nacional, es el que se efectúa dentro del territorio nacional y su aduana de partida y
de destino está en el país, el tránsito internacional, es cuando su aduana de partida y de
destino esta fuera del territorio nacional, y deben de pasar por una o más fronteras.
DEFINICIÓN DE EXPORTACIÓN
Es cualquier bien o servicio enviado a otra parte del mundo, con propósitos comerciales.Es el
tráfico de bienes y servicios propios de un país con el fin de ser usados o consumidos en otro
país. Este tráfico puede generar numerosos y variados fenómenos fiscales dado que, cualquier
producto enviado más allá de las fronteras de un país, está sometido a diversas legislaciones y
puede estar sometido a acuerdos específicos que dan lugar a condiciones concretas según el
país de destino.
IMPORTANCIA DE LA EXPORTACIÓN
Las exportaciones han ido creando una robusta industria que ha ido incrementando su
importancia en el crecimiento económico de un país. Por lo general, un volumen alto de
exportaciones es considerado bueno para el país y su economía pues se traduce en más
empleo a mayor demanda externa de productos nacionales. A mayor número de personas con
empleo, más dinero en manos del consumidor que puede llevar a un aumento de la actividad
económica lo que al fin repercute en un aumento del PIB. Además la exportación es
importante por lo siguiente:
Fuente de generación de divisas que el país necesita para financiar sus importaciones.
Pretender satisfacer la necesidad que tienen las empresas de otros países con mayores
números de habitantes y mejor poder adquisitivo.
Los jefes económicos de los grupos políticas coinciden en sus propuestas en incrementar las
exportaciones con valor agregado (exportaciones no tradicionales).
REQUISITOS DE LA EXPORTACIÓN
Una vez que las compañías cumplen con los requerimientos de carácter mercantil necesarios
para operar en el país, si desean exportar desde la República Bolivariana de Venezuela
deberán presentar los siguientes documentos:
Declaración de Aduanas
Documento de Transporte
Certificado de Origen
Certificado de Calidad
Documentos Exigidos Según El Tipo De Producto:
Registro Sanitario
Certificado Fitosanitario
Certificado Zoo-sanitario
Certificado Ictiosanitario
Registro de Exportadores
Póliza de Seguros
Clasificación Arancelaria
Liberación de gravámenes
Sobresalen en nuestra legislación ciertas exenciones aduaneras muy peculiares, como sucede
con las zonas, puertos y almacenes libres o francos, con el equipaje de pasajeros y tripulantes,
con las provisiones de a bordo y con las tiendas libres de derechos (duty free shops). Sin
embargo, en cuanto a este aspecto refiere, nuestro Reglamento sobre los Regímenes de
Liberación, Suspensión y otros Regímenes Aduaneros Especiales ostenta algunas notables
deficiencias técnicas que destacaremos de seguidas:
1. No haber incluido norma adjetiva alguna sobre las zonas, puertos y almacenes libres o
francos, no obstante constituir ellos una variante de regímenes liberatorios reconocidos como
tales por la legislación venezolana aplicable (v. gr., por el artículo 89, LOA).
2. Haber considerado al régimen de equipaje de pasajeros y tripulantes (Título III, artículos 120
y ss.) como una variante distinta a las liberaciones de gravámenes del Título I, pese a que el
artículo 103 de la Ley reglamentada indicaba lo contrario.
4. Haber calificado el régimen de tiendas libres de impuestos (duty free shops) como una
categoría de almacenes aduaneros (artículos 98 y ss.), cuando esas tiendas no involucran un
régimen suspensivo, sino uno liberatorio en el cual las mercancías se nacionalizan y pueden ser
objeto de disposición al enajenarse y entregarse inmediatamente a los compradores en la
misma zona primaria.
5. Haber acogido el concepto impropio de “Reposición con Franquicia Arancelaria”, siendo que
las franquicias son una variedad de liberaciones, mientras que la reposición configura un
régimen aduanero económico en el cual la obligación de pago es objeto de “remisión”, y nunca
de exención o exoneración.
El SENIAT piensa que sí, y para ello se apoya en el artículo 21 de la Ley que establece el IVA,
según el cual la base imponible de este impuesto será el valor en aduanas de los bienes de
importación gravados “más los tributos, recargos, derechos compensatorios, derechos
antidumping, intereses moratorios y otros gastos que se causen por la importación”. Se apoya
también el SENIAT en el artículo 46 del Reglamento de la misma Ley, donde se indica que en
las importaciones de mercancías exentas o exoneradas totalmente del pago de derechos
aduaneros, pero no del IVA, este se calculará sobre el valor en aduanas más los tributos,
recargos y similares y demás gastos que correspondan, incluyéndose los gravámenes que se
hubiesen generado de no existir dichos beneficios.
En efecto, el SENIAT estima que tanto en las exenciones como en las exoneraciones aduaneras,
por ser ellas dispensas de la obligación de pago, hay causación de los gravámenes aduaneros
generales establecidos en el Arancel, lo cual hace accionar el aludido artículo 21 en tanto se
trata de tributos causados con motivo de la importación que, como tales, deben formar parte
de la base imponible del IVA. Es así como tal criterio ha sido aplicado a tres situaciones
distintas:
- A las importaciones de productos originarios y procedentes de los países que integran la
Comunidad Andina;
Considero, sin embargo, que han debido sopesarse en este tema tan importante algunos
elementos de juicio que en forma muy sintetizada se exponen a continuación:
Primero: Respecto de los países que integran la Comunidad Andina, el SENIAT considera que el
artículo 72 del Acuerdo de Cartagena consagra una “dispensa de pago”. Pero este artículo
expresa que “El Programa de Liberación de bienes tiene por objeto eliminar los gravámenes y
las restricciones de todo orden que incidan sobre la importación de productos originarios del
territorio de cualquier País Miembro”. Ahora bien, todos sabemos que dicho Programa de
Liberación tuvo por objeto suprimir la tarifa arancelaria en un proceso anual, lineal y
automático que hace muchos años culminó y que dio pie a que mercancías que antes eran de
importación gravada pasasen finalmente a catalogarse como no gravadas (proceso por eso
llamado de “desgravación”). El mencionado artículo 72, pues, ya fue cumplido y los
gravámenes o tarifas arancelarias han quedado eliminados permanentemente para las
importaciones de cualquier producto originario y procedente de los respectivos países. Por lo
demás, esa eliminación beneficia a cualquier importador de esos productos (las liberaciones o
dispensas, por su naturaleza, han de ser excepcionales, según lo asoma el artículo 133 de la
Constitución). Resulta, en síntesis, un verdadero despropósito afirmar que en el supuesto
examinado estamos ante una dispensa. La dispensa aduanera exige, primero que todo,
actividad o régimen en condición legal de sujeción y, luego, la gravación concreta que sólo será
posible si la mercancía está sometida a una tarifa; de ahí que si esa tarifa no existe porque fue
eliminada, tampoco existirá nada a dispensar, pues ¿Cómo puede concebirse una exención o
una exoneración aduanera bajo un régimen de no sujeción o para un producto no gravado?
(Aclaramos que en materia aduanera existen actividades y operaciones no sujetas al pago de
gravámenes aduaneros y que, en cambio, siendo la importación una operación que sí está
sujeta a ese pago, dentro de ella coexisten mercancías gravadas y no gravadas; algunas veces
la no gravación atiende a la naturaleza general de la mercancía -independientemente de su
origen y procedencia- y otras a su origen y procedencia -independientemente de aquella
naturaleza; la dispensa, en cambio, puede obedecer a un destino particular que se dará a la
mercancía o a las condiciones especiales del beneficiario).
Segundo: En relación a los países con los cuales se han celebrado convenios sobre preferencias
arancelarias, es necesario analizar la naturaleza jurídica de cada convenio, pues en algunos
casos podría igualmente tratarse de reducciones o eliminaciones permanentes de la tarifa que
convertirían las mercancías en desgravadas o no gravadas y, por consiguiente, no estaríamos
propiamente ante una liberación, tal como lo hemos afirmado en el párrafo anterior. Si, en
cambio, se tratase de medidas temporales de reducción o supresión tarifaria, sujetas en tal
virtud a renovación o prórroga (que es lo que ocurre con los llamados “acuerdos de
complementación” y otras negociaciones de corte similar), es mi criterio que tampoco en esos
casos podría hablarse de dispensa, liberación, exención o exoneración, pues estaríamos
entonces en presencia de una suspensión, vale decir, de una medida que al cesar en sus
efectos por vencimiento de su término de eficacia o por acuerdo entre las partes, haría
accionar automáticamente, a falta de renovación, la tarifa total o parcialmente suspendida.
(Debemos aclarar que la figura aduanera de la suspensión tarifaria está consagrada en nuestra
legislación muy bien diferenciada de la liberación, tal como lo podemos notar en los artículos
4º, numeral 9 -en cuanto a supresión temporal de la tarifa del Arancel- 30, último párrafo, 114,
115 y 116 de la Ley Orgánica de Aduanas).
Tercero: Por último, en cuanto a las dispensas o liberaciones en sí, independientemente del
país de origen o procedencia de las mercancías, considero que el criterio sustentado por el
SENIAT con apoyo en el artículo 21 de la Ley del IVA tampoco es válido, ya que esta norma no
refiere, como equívocamente lo ha manifestado dicho Ente, a “tributos que se causen”, sino a
“TRIBUTOS… Y OTROS GASTOS QUE SE CAUSEN”. Como se ve, una premisa esencial de la
norma es que debe tratarse de gastos, vale decir, de sumas efectiva y realmente erogadas o
pagadas, lo cual, por lo demás, es de una lógica contundente si nos atenemos a la condición de
impuesto real que posee el IVA, que lo hace accionar precisamente al producirse un valor
agregado. Nos preguntamos ¿Cómo una suma que no se ha pagado -por haber quedado
exenta o exonerada- puede implicar un gasto o, a todo evento, un valor agregado? Por
supuesto que el artículo 46 del Reglamento de la Ley del IVA pretendió zanjar el punto a favor
del criterio del SENIAT (recordemos que fue el mismo SENIAT quien preparó el proyecto
respectivo), pero en forma por demás antijurídica, pues no sólo dicha norma modificó la letra,
el espíritu, el propósito y la razón del artículo 21 reglamentado, sino que invadió una materia
que, como la atinente a la base imponible de los tributos, es y era de estricta reserva legal, si
nos atenemos a la admonición que consta en el numeral 1 del artículo 3 del Código Orgánico
Tributario.