Está en la página 1de 6

El fallo del Procurador que encendió la división política en el Cauca

Por NICOLÁS BARBOSA... · 24 DE MAYO DE 2012

Tweet

51785

Del resultado de un fallo de la Procuraduría que debería conocerse en los próximos días contra el
ex alcalde de un pueblo en el Cauca, y que algunos consideran que estará sesgado por cuenta de
las aspiraciones reeleccionistas del Procurador, depende la suerte de tres ex gobernadores y dos
ex alcaldes destituídos.

Desde el viernes pasado está pendiente la notificación del fallo contra el representante liberal a la
Cámara Carlos Julio Bonilla, acusado de haber violado la ley 80 de contratación durante su período
como alcalde de Santander de Quilichao, Cauca, para favorecer a terceros. Y al parecer, el
Procurador fallará a su favor.

Un grupo de opositores caucanos que han denunciado las irregularidades y que la semana pasada
viajaron hasta Bogotá a protestar frente a la Procuraduría afirma que si Alejandro Ordoñez falla a
favor de Bonilla se estaría contradiciendo jurídicamente, pues ya antes destituyó e inhabilitó a
cinco funcionarios por suscribir contratos similares.

Creen que para evitar contrariar a la bancada liberal ad portas de su carrera a la reelección, el
Procurador no sólo fallará a favor de Bonilla sino que además postergará la notificación del fallo, la
cual estaba prevista para el viernes pasado pero aún no se ha conocido, según ellos, porque el
Procurador quiere evitar nuevas protestas. Y por eso tienen preparada una denuncia por
prevaricato contra Ordóñez.

Jaime Soto, uno de los líderes de este grupo, le contó a La Silla que el jueves pasado la
viceprocuradora Martha Isabel Castañeda le dijo que la decisión ya estaba tomada. Y según les
dijeron funcionarios de la Procuraduría la decisión favorecerá al Representante.
Por su parte, la defensa de Bonilla niega que se hubiera violado la ley de contratación y afirma que
este caso no es similar al de los otros funcionarios destituidos.

En realidad, detrás de la pelea alrededor de este fallo hay una lucha política que desde el Cauca se
trasladó a la Procuraduría, pues otra de las denunciantes es la ex congresista Gema López, quien
es la siguiente en la lista y reemplazaría a Bonilla en caso de que fuera destituido.

Las presuntas irregularidades

El ex alcalde de Santander de Quilichao, Carlos Julio Bonilla, hoy representante a la Cámara por el
Partido Liberal, está a la espera de un fallo luego de que la Procuraduría le formulara pliego de
cargos por irregularidades en la firma de un contrato con la Secab.

Tomada de santanderdequilichao-cauca.gov.co

Entre las denuncias está que la Secab no finalizó muchas de las obras acordadas dentro del
convenio, como este colegio inconcluso. La defensa de Bonilla, sin embargo, afirma que la
intervención de la Secab en 2009 fue lo que ocasionó estos retrasos, no corrupción o negligencia.

El 22 de julio de 2011 la Procuraduría General formuló pliego de cargos contra el ex alcalde Bonilla
por irregularidades en la firma de un contrato suscrito con la Secretaría Ejecutiva del Convenio
Andrés Bello (Secab). Y la Contraloría también halló irregularidades en el proceso de contratación,
en los tiempos de ejecución de las obras y en el pago que la Alcaldía le hizo a la Secab.

Ambas partes firmaron un proyecto de renovación urbana por más de 2.500 millones de pesos. La
Alcaldía le anticipó a la Secab el 100 por ciento de los recursos aprobados más un 4.5 por ciento
“por concepto de gastos administrativos y gerencia del proyecto”. Por su parte, la entidad se
comprometió a realizar un aporte de cooperación que consistía en un “entrenamiento
metodológico” en educación, en la disponibilidad de un salón de convenciones en Bogotá y en la
entrega de unos textos, todo eso valorado en casi 150 millones de pesos.
Pero al final, el municipio terminó desembolsillando 3.800 millones de pesos por cuenta de que se
aprobaron más obras y de que hubo sobrecostos.

La Procuraduría abrió una investigación por detrimento patrimonial y presunta omisión del
proceso licitatorio. Según las denuncias, Bonilla habría recurrido a la Secab para favorecer a
terceros, pues además de administrar el dinero la entidad subcontrató a los ejecutores de las
obras sin licitación.

Es cierto que algunos organismos internacionales como la Secab pueden contratar, en ciertas
circunstancias, sin abrir licitaciones. Pero en este caso la pelea ha girado alrededor de si, incluso
con la Secab a bordo, se ha debido o no abrir un proceso de licitación.

En 2004, tres años antes de que Bonilla suscribiera su convenio con la Secab y a raíz de un fallo de
la Corte Constitucional, el Gobierno reglamentó que los organismos internacionales debían regirse
bajo la ley 80 cuando firmaran convenios con entidades públicas, es decir, debían
obligatoriamente abrir licitaciones.

La Procuraduría misma ratificó este fallo, y en ese año advirtió que el incumplimiento de esta
norma se sancionaría como “falta gravísima”.

Sin embargo, la defensa de Bonilla argumenta que la ley permite que los convenios financiados en
más del 50 por ciento por organismos de cooperación internacional pueden eludir el proceso de
licitación, y además, que los convenios suscritos con organismos internacionales de derecho
público pueden someterse a las reglas de juego de la entidad y no necesariamente a lo que la ley
nacional les exige a las entidades públicas.

Ahora está en manos del Procurador decidir si esta interpretación es la correcta.

Por un lado, a Bonilla lo acusan de haber utilizado a la Secab para saltarse la licitación y poder
incidir en la escogencia de los contratistas. Y de hecho, entre los elegidos para este convenio hay
cuatro personas naturales que ya antes habían sido contratadas directamente por el ex alcalde,
entre ellas José Bernardo Fernández, con quien Bonilla ya había suscrito nueve contratos en 2005,
antes del Convenio, y Ramón Eliécer Osorio, con quien ya había firmado ocho contratos.
Pero según le dijo Bonilla a La Silla, él no incidió en el proceso de selección y ni siquiera tiene
relación con los contratistas escogidos: “muchos de ellos tuvieron contratos con alcaldías
anteriores, con la mía y con la que le siguió, pero no es gente que me conociera o que hubiera
votado por mí”.

El problema es que la Secab es un organismo de asistencia técnica, administrativa y financiera en


programas de desarrollo educativo, científico, tecnológico o cultural, y entre sus competencias no
está la de ejecutar obras civiles. Y de hecho, la Secab no cumplió con la totalidad de las obras, y
algunos centros educativos quedaron inconclusos.

El representante Bonilla le dijo a La Silla que las demoras ocurrieron no por negligencia sino a raíz
de que la Secab fue intervenida en 2009 y eso retrasó sus operaciones.

¿Curul o reelección?

La ex congresista Gema López ha sido una de las mayores denunciantes de las presuntas
irregularidades en la gestión de Bonilla, y dice que sus opositores le quieren cobrar su lucha contra
la corrupción en el Cauca.

Foto: Laura Rico

Si Carlos Julio Bonilla llegara a ser destituido por la Procuraduría, la siguiente persona en lista para
reemplazarlo es precisamente una de sus mayores opositoras, la ex congresista Gema López,
quien ha sido otra de las abanderadas de las denuncias en su contra.

Por eso los defensores de Bonilla aseguran que la pelea alrededor del fallo tiene intereses
primordialmente políticos, pues Gema se quemó en las elecciones a la Cámara con cerca de 14 mil
votos, casi 10 mil por debajo de Bonilla.

Pero la ex congresista le dijo a La Silla que aunque ella es la siguiente en la lista, no estaría
interesada en asumir la curul: “Mi lucha no es por un puesto sino contra la corrupción en mi
departamento. Con este fallo nos están cobrando nuestro triunfo sobre la oligarquía caucana, el
triunfo de Floro Tunubalá (a la Gobernación en el 2000), mi llegada al Congreso, mis críticas al
referendo de la reelección, las denuncias que hice contra el ex gobernador González por los 16 mil
millones que invirtió en una pirámide, en fin”.

Se refiere al proceso contra Guillermo Alberto González, quien invirtió ese monto en Probolsa, una
entidad que no estaba avalada por la Superfinanciera y que quebró poco tiempo después. El
departamento perdió el dinero, y aunque la Fiscalía ya anunció que le imputará cargos, la
Procuraduría no lo sancionó. Éste es uno de los antecedentes que a López le genera más
desconfianza, pues según afirma, el Procurador está pasando por alto el Cauca otra vez.

Además, López sostiene que el Procurador es quien realmente tiene intereses políticos, pues no
quiere “alborotar el avispero” entre los liberales ni entre los congresistas del Cauca ahora que está
interesado en reelegirse.

Los demás afectados por el fallo

Si este nuevo fallo es favorable a Bonilla, el procurador Ordóñez corre el riesgo de que los otros
cinco funcionarios públicos que destituyó e inhabilitó por saltarse el proceso de licitación también
en convenios con la Secab puedan contrademandar la sanción.

La Procuraduría destituyó e inhabilitó al ex gobernador de Boyacá, Eduardo de Jesús Vega; al de


Casanare, Whitman Porras; y al de Vaupés, Wilson Ladino, por cinco, 11 y 12 años
respectivamente.

El Procurador es acusado de querer postergar la notificación del fallo contra Bonilla por evitar
contrariar a la bancada liberal ad portas de su carrera por la reelección.

Foto: Juan Pablo Pino

Los tres firmaron contratos con la Secab sin seguir el proceso licitatorio y, al igual que Bonilla, le
giraron a la entidad el 100 por ciento del valor del convenio antes de la ejecución más un cinco por
ciento como pago por la administración del dinero, el cual la Procuraduría encontró innecesario. Y
dos ex alcaldes de Fusagasugá, César Augusto Jiménez y Máximo Antonio Rodríguez, también
fueron destituidos e inhabilitados por las mismas actuaciones.
La defensa de Bonilla, sin embargo, argumenta que en estos casos sí hubo dolo e incidencia por
parte de los funcionarios en la escogencia de los contratistas, razón por la cual su caso no puede
ser comparado con éstos.

Mientras tanto, la notificación del fallo parece estar embolatada sin razón aparente, y el cruce de
denuncias por corrupción e intereses políticos tiene encendida la situación en el Cauca al punto en
que algunos de los líderes, como es el caso de Jaime Soto, han denunciado amenazas en su contra.

También podría gustarte