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PRÓLOGO

El presente libro es el resultado de la desgrabación y estableci-


miento de las clases dictadas en 2004 en el marco d e la Cátedra
"Práctica Profesional y de Investigación Toxicomanía y Alcoho lismo"
de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. La
misma es una cátedra de práct ica profesional qu e funciona en diferen-
Lcscentros asistenciales. El recorrido de dichas clases int enta sistema-
Lizar en el nivel del grado una investigación que se viene realizando
por mas de quince años junto con otros colegas. Se trata de una ex-
ploración por los temas centrales que hacen a la problemática de la
Loxicomanía y el alcoholismo desde una perspectiva clínica con una
orientación lacaniana. El intento de transmitir una conceptualización
sobre la temática a alumnos de la carrera de psico logía dentro del área
clínica me ha forzado a una sistem atización y ordenamiento de lo in-
vestigado hasta el momento. Debo reconocer que realizar dicho orde-
namiento con la mayor claridad pos ible para ser comun icado a alum-
nos, ha puesto en cuestión, una vez mas, las nociones mas asentadas
y firmes con las cua les nos manejamos en la clínica . Como lo indico
ul comien zo de las clases, entie ndo que la orientación lacan iana per-
mite tanto enfrentar, así como dar respue stas efectivas y de cur ación
u los modos actuales de presentación de estas patologías. Si esta idea
central, al finalizar el tra yecto, se pu ede fundamentar en al menos al-
gunos puntos, realmente entiendo que habrá valido la pena realizarlo.
Como responsable de la cátedra y autor del libro debo agradecer a los
diferentes colaboradores que han permitido que el mismo aparezca
hoy negro sobre blanco. En primer lugar debo referirme a aquellos

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FABIÁN NAPARSTEK

que han colaborado de manera indirecta. Me refiero a mis colegas,


compañeros de ruta en el trabajo sobre esta temática por mas de
quince años y que fueron los directores del TyA del Campo Freudia-
no: Mauricio Tarrab, Ernesto Sinatra y Daniel Silliti. En el mismo
sent ido debo mencionar a Luis Salamone con quien comparto el tra-
bajo desde hace muchos años en el marco del Departamento de Es-
tudios sobre Toxicomanía y Alcoholismo del Centro de Investigación
del Instituto Clínico de Buenos Aires. También quiero destacar la im-
portancia del apoyo y el empuje de Judith Miller para llevar adelante
durante tantos años nuestra tarea.Verán el rastro de cada uno de ellos
en los diferentes planteos . En segundo lugar debo referirme a aque-
llos que han colaborado directamente con la preparación del libro . En
primera instancia un agradecimiento a Claud ia de Mugica que deci-
dió por motus propio realizar las grabaciones y nos dejó con esa bra-
sa caliente entre las mano s. Luego debo reconocer el esfuerzo y dedi - Temas centra les
cación en las desgrabaciones de Lorena Gomila y Mariana Salech y
así mismo referirme a las correcciones que han realizado en primer
instancia Yanina Mazzoni y Caro lina Zaffore. La corrección final que-
dó en manos de Nora Alvarez a quien también agradezco. No quiero
dejar fuera de la lista a cada uno de los docentes que llevan adelante
sus tar eas en los diferentes centros asistenciales donde hacemos la
práctica día a día y especialmente a aquellos que dieron sus clases en
el espacio teórico y son colaboradores en este libro; Marcelo Mazzu-
ca, Rafael Skiadaresis, José Luis González y Caro lina Zaffore. El últi-
mo agradecimiento es para cada un o de los alumnos que cuatrimes-
tre a cuatrimestre partic ipa en la cursada y con sus cuestionamientos
permite volver a rep lantear cada una de nuestras nociones.

Fabián A. Naparstek
Otoño 2005

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Clase 1

RELACIÓN HISTÓRICAENTRE
LA DROGA Y EL SUJETO

Fabián Naparstek

El objetivo o el hor izonte al cual apuntamos en estas clases es el de po-


der mostrar que la or ientación lacaniana tiene herram ientas, y en muchas
ocasiones muy poderosa s, para enfrentar estas pato logías llamadas actua-
les. En nuestro caso nos vamos a abocar al tema de las toxicomanías y el
alcoholismo, aunque entiendo que el recorrido que juntos vamos a reali-
zar podría también tener consecuencias para el modo de abordar otras pa-
tologías. Pienso que la orientación lacaniana permite tanto enfrentar, así
como dar respuestas efectivas y de curación a los modo s actuales de pre-
sentación de las patologías llamadas mentales. Si esta idea central, al fina-
lizar el trayecto, se puede fundamentar en al meno s algunos puntos, real-
mente entiendo que habrá valido la pena realizarlo.
No cabe duda que la actua lidad muestra dos modelos de tratam iento
claramente opuestos. Hay hoy una gran división entre las terapias conduc-
tistas comportamenta les y las terapias que toman en cuenta la transferen-
cia. Seguramente, habrá que hacer muchas diferencias más, pero esta es
una gran discrepancia que hay que poder establecer. Pues, estas diferen-
cias de abordaje producen consecuencias en la vida de cada persona que
acude a una ayuda y posiblemente, tamb ién, en la sociedad que estamos
armando. Pero, a su vez, dentro del campo de las terapias que uti lizan la
transferencia, no vamos a decir que el psicoanálisis de orientación lacania-
na es lo mismo que el otro montón de terapias que están dentro de ese ám-
bito. Entonces, lo que me interesa resaltar en este primer punto es si va-
mos a utilizar un abordaje terapéuti co en donde se va a tener en cuenta al
sujeto o, de lo contrario, si se lo va a dejar de lado. El punto es si se va a
tratar de adaptar a la gente bajo un estilo conductista, donde se le intenta
enseñar lo que tiene que hacer en cada ocasión, o si se va a tomar la sin-

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FAB IÁN NAPARS T EK j. I NTRO DUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOMANÍAS Y A LCOHOLISMO ..

gularidad de cada sujeto, independientemente, insisto, de si son de orien- d1·sco', 'el placer' , 'función paterna ', etcétera, para poder ponerno s de
tación lacaniana, freudiana o de otros tipos de abordaje. m ucrdo y pregun tarnos de qué estamos hab lando con esas cuestiones.
Por otro lado, no hay que dejar de señalar que además de la posición Bueno, en lo que resta de la clase de hoy vamos a hacer una introduc-
ética con la que enfrentam os el problema , resta mostrar la eficacia que se 11011que tiene que ver con la historia de las drogas, para aquellos que la
obtiene en la resolución del mismo con un modelo y con el otro. Hace po- quieran consultar, la he tomado de una tesis que hace Antonio Escohota-
co tiempo en Londres unos colegas me decían que el sistema de salud del do que está pub licada en tres tomos. Hay cuestiones que son muy discu-
estado -el único que hay en Inglaterra- había llegado a la conclusión que 11hlcs en sí - principalmente sus comentarios analíticos-, pero el autor se
esa clase de terapias comporta mentales había fracasado con este tipo de 1111 tomado un trabajo muy minucioso al hacer el raconto histórico de la
patologías. En todo caso, la idea es poder ubicar esta gran diferencia más , du ción del individuo con las drogas. Ese es el aspecto que vamos a tomar.
allá de lo que pueda aportar específicamente el psicoanálisis de orienta- 1iscncialmente, y en un principio, hay que tener en cuenta que él habla de
ción lacaniana. En ese sentido el trayecto está dividido en dos; por un la- 11nuhistoria de las drogas y no vamos a trabajar una historia de las toxico-
do, vamos a tratar de abordar la toxicomanía y el alcoholismo vista desde 11111níaso el alcoholismo. La historia de las drogas es mu cho más amplia,
los aportes de Freud. Lo digo así porque no hay en Fre ud un escrito es- 1nucho más antigua que la historia de las toxicomanías. ¿Qué estoy que-
pecífico, hay algunos aportes, algunos de sus textos que toman en cuenta , tcndo decir con esto? Que la relación de los individuos con la droga es
fundamentalmente el alcoholismo; por eso, vamos a tratar de hacer un de- milenaria, en cambio, la toxicomanía y el alcoholismo tienen muy poco
sarrollo para que ustedes tengan los elemen tos y así poder pensar, desde 11cmpo. Me refiero a la toxicomanía y el alcoholismo como una forma de
Freud, la toxicomanía y el alcoholismo. 1elación de l sujeto con determinada sustancia.
En un segundo momento vamos a abordar la cuestión desde Lacan, Vean cómo lo dice Escohotado: "Salvo comunidad es que viven en zo-
donde pasa exactamente lo mismo. En Lacan van a encontrar algunas citas, nas árticas, desprovistas por completo de vegetación, no hay grupo huma-
algunos comentarios, pero tampoco hay ningún texto específico dedicado al m>donde no se haya detectado el uso de varios psicofármacos [... ] ." 1 Es
tema. Es decir, que vamos a hacer una elaboración sobre estas cuestiones decir, salvo dond e no hay vegetación, donde no crece la sustancia, hubo
- por supuesto que hay psicoanalistas que se han dedicado al tema y que va- relación del sujeto con determinado psicofármaco, con determinadas sus-
mos a tomar también a partir de este desarrollo. Me refiero específicamen- tuncias que provocan efectos diferentes en el cuerpo en cada ocasión. En
te a un grupo, aunque no solamente a ellos, que viene investigando y traba- cumbio, la toxicomanía y el alcoholismo no tienen mucho tiempo - esta-
jando sobre la cuestión desde hace más de quince años y con quienes he po- mos hablando de miles de años antes de Cristo- y la toxicomanía como
dido compartir varios tramos de trabajo. Entre ellos se encuentran Mauri- tal, y el alcoholismo como tal no tienen más de ciento cincuenta años. Al
cio Tarrab, Ernesto Sinatra, Luis Salamone y Daniel Sillitti. menos no existía la toxicomanía nombrada de esa manera, con ese térmi-
Ahora, si el tiempo alcanza queremos abordar tres cuestiones más. Una no. Uno podría decir que h ay datos de aquella época de lo que sería un to-
tiene que ver con los distintos dispositivos que hoy funcionan para abor- xicómano o un consumidor , pu ede ser, pero nunca es nombrada como to-
dar el tema, fundamentalmente en Argentina , que son Alcohólicos Anóni- xicomanía, como una adicción o como alcoholismo.
mos, Narcó ticos Anónimos, las terapias de tipo religiosas, etcétera. Voy a dividir el recorrido en cinco puntos:
La otra cuestión tiene que ver con los aspectos médicos, para la cual La relación de las drogas con el sujeto y la religión.
vamos a invitar a un psiqu iatra quien nos va a hablar de estos aspectos, có- Las drogas en la cultura grecorromana.
mo se medica, qué consecuencias y qué efectos, en términos químicos, China y el opio.
prod uce el consumo de droga. Finalmente, y si logramos llegar, también Las drogas en el 1500.
vamos a trabajar los asuntos legales. Seguramente , en algún momento va- La época del liberalismo y el laissez fa ire.
mos a detenernos en algún tema que no sea específico de la materia , digo,
de la toxicomanía y el alcoholismo, pero que nos va a servir como herra- EsCOHOTADO, A. , H istoria general de las drogas 1, Alianza Edit ori al, Madrid , 199 8,

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mienta para seguir avanzando en el recorrido. Nociones como 'el goce', 'el
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pá g. 23 .

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOX ICOMANIAS Y ALCOHOLISMO Á

Las drogas y la religión 1n la cultura grecorromana

En todas las religiones, habría que hacer un raconto de todas ellas, pe- También en estas culturas hay una presencia muy fuerte de las drogas
ro, por lo menos en las fundamentales se encuentra una relación entre el rnn algunas cuestiones que son de sumo interés para nosotros. Una pri-
sujeto y la droga. mera cuestión es la etimología del término Pharmakon, de donde provie-
En el budismo está muy presente desde el comienzo. Escohotado rela- 11e ' fármaco', que se utilizaba en aquella época, teniendo presente que en
ta con sumo detalle cómo, por un lado, hay una relación histórica especial- MIi etimología había, al menos, un doble sentido: remedio y veneno. Hubo
mente con lo que en la antigüedad se llamaba 'cáñamo ', que hoy conoce- wc.launa discusión en la época para llegar a un acuerdo acerca de cuál era
mos como marihuana. Es la historia de Buda mismo, los siete u ocho días t•I mejor término para nombrar una sustancia que, pudiendo ser tanto un
que no come, no bebe, sin embargo, son días donde él consume cáñamo. remedio como un veneno a la vez, tenía las dos características, la tóxica y
Pero no solamente consta en los escritos de esta religión, sino que la prác- lll benéfica. Desde ese momento comienza una discusión en la cultura gre-
tica misma de la meditación fue acompañada desde mucho antes por el corromana -que efectivamente continúa hoy-, en cuanto al modo de uti-
consumo de diferentes drogas, fundamentalmente el cáñamo. No sólo es- lizar el fármaco o el pharmakon, que es a lo que hoy llamamo s el uso, o no,
tá inserta en el budismo a través de sus relatos sino que está inserta en la mdebido de drogas. Por ejemplo, cuando Sócrates está por tomar la cicu-
práctica misma del budismo. Ustedes saben que el budismo tiene una 111él pide su pharmakon , es el término que se utilizaba en ese momento. Y
práctica específica, que es la práctica de la meditación y en muchos casos pnra que vean el lugar que tenía, hay una de las tragedias llamada "Las Ba-
está acompañada por consumo, o al menos antiguamente, estaba acompa- cuntes" o "Las Báquides" -depende la traducción que se haya hecho- que
ñada por el consumo de cáñamo. plantea el prob lema del sujeto con el vino, siendo una de las tragedias más
En el antiguo testamento - lo que podemos llamar la cultura judeo- conocidas de Eurípides. En general, toda s sus tragedias son de mujeres,
cristiana- la cuestión del consumo de alcohol está mencionada de diferen- ro mo Medea, Alcestes, Las Troyanas, Electra, etc. En este caso es intere-
tes formas. Por un lado, tomando recaudos de lo que puede producir el Hnnte porque se ve muy bien en la cultura grecorromana la discusión que,
consumo de alcohol, pero, por otro lado, recomendándolo como un anal- ~-n un sentido, es actual, acerca de qué hacer con los que tomaban vino.Y
gésico. En algunas de las historias del antiguo testamento se muestra el lu- es muy interesante porque toda la tragedia de "Las Báquides" acontece
gar que tiene la sustancia en ese marco histórico. Por ejemplo, la historia , uando Dioniso -dios del vino- viene a traer la buena nueva a Tebas y los
de Lot cuando deja Sodoma y Gomorra y sus dos hijas que quedan sin placeres que implica el consumo de vino. Penteo, el rey de ese momento
hombres con quienes tener relaciones sexuales, emborrachan al padre pa- se opone fuertemente , quiere encarcelar a todas las mujeres que tomaban
ra poder tener relaciones con él. También en el Salmo 104 el vino es cele- vino y, por supuesto, capturar a Dioniso. Tiresias - personaje que ustedes
brado y "regocija el corazón del hombr e" 2 • Hay muchos má s datos. deben conocer por Edipo- Je recomienda a Penteo que no se oponga a un
En cuanto a las religiones que pertenecen a la península hindú, tam- dios, que si un dios trae vino hay que creer en él. Es un dato interesante,
bién está presente el cáñamo en los primeros escritos Vedas. Una historia ¿por que? ¿Qué es Jo que sucede cuando el vino va anud ado a la creencia
religiosa habla del modo en que brota el cáñamo de la tierra. Así también en dios? Lo vamos a ver más adelante y principalmente, el problema del
en todas las tribus de América, fund amentalmente de Centroamérica, to- vino cuando no está anudado a una creencia en dios. Pues bien, Penteo
davía el consumo está fuertemente arraigado en los aborígenes con una in- como mucho de los reyes quiere impon er lo suyo y esto acarrea graves
serción religiosa muy profunda. consecuencias.
Les recomiendo que lean la tragedia, es muy interesante; por ejemplo,
una de las discusiones es si el problema es el vino o si el problema es quien
lo consume. ¿Se entiende la cuestión? El problema es dilucidar si está del
ludo del sujeto o del lado de la sustancia. Ya en aquella época se planteaba
2
Ibídem, pág . 85. en términos subjetivos; lo iremos viendo a lo largo del recorrido. Igualmen-
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FABIAN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMAN ÍAS Y A LCOHOLISMO .6.

te les leo un párrafo para que vean cómo está planteado. Dice así: "Crees < )pio. Ustedes conocen la famosa frase "el opio de los pueblos". Proviene
que puede a las mujeres tornar impúdicas? ¡No lo hace el dios! Cada uno 1 ll· lo que sucedió en China con el opio, aunque no me voy a detener a ha-
por sí mismo va a lo vedado. Y ellas si castas son, aun en las danzas báqui- 1 l'run análisis histórico del asunto, simplemente quiero destacar una cues-
cas, jamás pierden el discreto orden." 3 Es la posición de los que defienden 1111n.El opio es una sustancia que existia en China desde mucho tiempo
la posibilidad de consumir el vino, es decir, que el problema no es el vino, 1111tcs que los ingleses comenzara a vendérsela. Cuando éstos se la empie-
sino cómo lo consume cada uno. Ya se había instalado esta discusión: el wn a vender, se prohíbe el opio en China, pasando a ser un negocio entre
problema no es la sustancia , el problema es el sujeto. Finalmente, hay una los Lraficantesy los ingleses. Esto respondió a ciertas razones económicas;
posición intermed ia planteada por Platón en un texto que se llama Las Le- los ingleses compraban muchas mercancías en China y tenían que equili-
yes - una posición intermedia entre Penteo yTiresias. Si dejan que se siga al llrttr la balanza comercial. Así es como llegan a prohibir el opio; lo cultiva-
rey, se encarcela a todo el mundo que toma vino. En cambio, Tiresias pru- hun en India, que era una colonia de los ingleses, y se lo vendían nueva-
dentemente - digo prudentemente por las consecuencias que traía en aque- mente a los chinos.
lla época-, dice que hay que creer en el dios y que no conviene oponérse- No me interesa hacer una discusión económica, histórica, ni sobre el
le. Acá se entiende que se refiere al dios Vino. Todo el asunto puede quedar rn lonialismo, no es el punto. Lo que sí me interesa es que una sustancia
traducido en términos de qué política tiene una ciudad respecto de la sus- qu e por miles de años fue usada por los chinos, cuando se prohibe, pasa a
tancia, o una política restrictiva, u otro tipo de política. Her un problema para ellos, se transforma en el opio de los pueb los. La
Entonces, Platón en Las Leyes propone: "E mp ezaremo s haciendo una cuestión parece estar en la relación entre la ley y el deseo, algo que uste-
ley que prohiba a los jóvenes probar el vino hasta la edad de dieciocho des deben conocer y que Lacan explicita fuertemente y es que cuando al-
años [... ] y hasta los treinta años nuestra ley prescribirá que el hombre KOes prohibido es, a la vez, más deseado. Sin embargo , no estoy ub icand o
pruebe el vino con mesura, aunque absten iéndose rad icalmente de em- lu cuestión en ese punto, sino que preferentemente , la voy a situar en la
briagarse bebiendo en exceso. Luego, una vez alcanzada la cuarentena, responsabilidad subjetiva. Si es el estado el que se hace cargo de cómo se
nuestra ley permitirá en los banquetes invocar a todos los dioses y, va de consume o si cada cual se hace responsable de su propio consumo. Es una
suyo, una especial invocación dirigida a Dioniso en vista de ese vino que, idea que vamos a tratar de desarrollar, estoy anticipando cuestiones.
a la vez sacramento y diversión para los hombres de edad, les ha sido otor-
gado por el dios como un remedio (pharmakon), para el rigor de la vejez,
para rejuvenecernos, haciendo que el olvido de lo que aflige al anciano Lasdrogas en el 1500
descargue su alma." 4
Pueden observar que ya está planteada la cuestión y de manera muy Esta época tiene que ver con las relaciones entre las drogas y las bru-
concreta: Se puede tomar un poco, primero nada , luego un poco entre los jerías y es donde existen las llamadas "cazas de bruja s", donde la droga no
veinte y los treinta, y después se abre más precisamente, para el banquete. era el centro de la cuestión, no se perseguía la droga misma, sino que se
Bien saben ustedes que Sócrates era asiduo a ese tipo de banquetes y que, perseguía a las brujas. Eso luego va variando, continúa en la actualidad, y
además de decir cosas inteligentes se tomaba y se comía como la gente. se empieza a perseguir a las drogas, como si fueran el mismo demonio. Pe-
ro hay una asociación entre el consumo y la bruj ería o los demoni os. Hay
un trat ado de 1580 que se llama "De la demonomanie des sorciers"pub lica-
China y el op io do por Bodino que establece una relación directa entre drogas y demo-
nios5. En esta época, según dice Escohotado: "Satán es un nombre común
Bien, el tercer punto es mu y sintético y tiene que ver con China y el para Dioniso y otras deidades de religiones naturale s, de tipo extático y or-
giástico, que la cristianización arrasó en los primeros siglos de su égida, no
3
EuRÍ PIDES, Las diecinueve tragedias, Porrúa, México, 19 89, pág. 480.
4
Idem 1, pág. 152. Ibídem, pág. 360.
14 Á 15
FAB IÁN NAPARSTEK

sólo persiguiendo a esos fieles y prohibiendo sus ritos, sino borrando el re-
I, IN I RODU CCIÓN A LA CLI N ICA CON TOX ICOMANIAS Y ALCOHOLISMO Á

1: N.: Me estoy refiriendo a la guerra civil americana de 1860-1865. Es-


cuerdo al nivel más eficaz, que es quemar bibliotecas enteras y destruir li- , 11l111111do lo plantea de la siguiente manera: " ... fue el primer experimento
bro s determinados." 6 ,1, 1"11 1pleo masivo para el fármaco, que convirtió en silenciosos recintos a
1111 p11 ulcs de campaña antes poblados por aullidos y llantos. Usada intra-
' 1111 ~11mente varias veces al día, durante meses, no tardaron en aparecer
La época del l ibera lismo y el laissez faire , '"nHque acabada la guerra recibieran el significativo nombre de army di-
.,11, •y 'dependencia artificial"' 7 . Luego se usa en la guerra franco-prusia-
La época del liberalismo y el laissezfair está muy presente en EE.UU. tlíl ( 1860-70) y empiezan a aparecer las adicciones posteriores a la guerra.
ya desde el comienzo del siglo pasado . Se encuentra presente con ciertas 1', , o el momento crucial, así está ubicado por Escohotado, es cuando se
ideologías del liberalismo y, fundamenta lmente, con ciertas ideologías pre- , li-Hrn bre el fenómeno de abstinencia. Hasta ese momento había una idea
sentes en la constitución misma de EE.UU. Estas ideologías están en re- 11111 y fuerte y muy centrada en la buena o mala fe de la persona que consu-
lación con el concep to de democrac ia de esa época, que supone que los 111111. Es decir, que depe ndía del sujeto si eso traía problemas colaterales o
derechos de cada quién perm iten relacionarse libremente, entre otras co- 1111. Cuando aparece el síndrome de abstinencia esto entra por primera vez
sas, con estas sustancias. Asimismo, las drogas empiezan a tener un lugar d,•ntro del campo méd ico como tal. Así lo dice Escohotado: "Con todo, an-
fundamental en ciertas ideologías, como el movimiento hippie, y empieza ll 'h de hacerlo conviene precisar que el 'ad icto' en sentido actual no existe
a haber cierto acercamiento y estu dios de culturas indígenas de la zona, 111111. En lugar de adicto se hablaba de amateursy 'habituados', térm inos lai-
que eran fuertes consum idores. Se desarrollan investigaciones en relación 1 11s sin el sesgo teológico - mora l de la expresión dopefiend, que textua lmen-
con el consumo indígena y finalme nte el auge de las terapias no está fue- t r significa 'drogo-demon io'." 8 Y que puede traducirse de modo coloquial
ra de todo esto; pues un a idea muy fuerte de la época se fundaba en la 1 mno -esto es lo que dice Escoho tado- 'narco-monstruo'.
creencia de que, consum iendo ciertas drogas, se podía llegar más fácil- A su vez, a princip ios de siglo XX se encuentra la primera institución
mente al inconsciente. Hay que decir que se esperaba demasiado con el que crea el Congreso americano para investigar el consumo de opiáceos y
optimismo propio de la época. Se esperaba demas iado de las investigacio- rnca ína, llamada "Comité sobre la adquisición del hábito". "Por otra par-
nes que se hicieran respecto del consumo de drogas. También es la época l e - agrega Escohotado- la inexistencia del ' adicto' no se debía sólo a que
donde surge la 'Coca Co la', que entre otras cosas, está armada sobre la ba- l"nltase el estereotipo dopefiend, sino a la inexistencia de elementos míticos
se de la coca. Luego eso varía y la cocaína se reemp laza por cafeína. No en el síndrome abstinencia!. [ ... ] Si nos preguntamos por qué durante mi-
era la única bebida de esa época ya que había varias bebidas con coca, pe- lenios los mé dicos insistieron ante todo en que 'la familiaridad quita su ve-
ro es la que conocemos y aún de algún m odo padecemos . neno a las drogas.'" 9 Es decir, que consum ir cada vez más le quita su ve-
Ahora bien, hay un m oment o central que me interesa destacar, que tie- neno a la droga, ya que el sujeto se familiariza con la misma. Comúnmen-
ne que ver con el período donde se instala la adicción o la toxicomanía o LC hoy también se dice que hay que consumir más para que la droga ten-
la drogadepen d encia -depende com o se la llame- como tal. Este momen- ga más efecto y no solam ente con los que llamamos tóxicomaníacos, sino
to está en íntima relación con la guerra de los EE.UU . que es cuando se con el consum o de medicame ntos tamb ién. "En esencia, dice Escoho tado,
empieza a usar de manera sistemática la morfina, un derivado del opio, pensaban que jamás podría hallarse la causa de un hábito farmaco lógico
fundamentalmente en los hospita les de campaña para calmar los dolores en la incomodidad mate rial prod ucida con la suspensión del uso." 1º Más
y, cuando termina la guerra comienzan a aparecer las adicciones a la mor-
fina; a esto se lo llamó "mal militar". 7 ESCOHOTADO , A., Histor ia general de las drogas 2, Alianza Editorial, Ma-
drid, 1998, pág.44.
AL UMNO: ¿A qué guerra se refiere? 8 Ibídem, pág. 174.
9 Ibídem , pág. 175.
6
Ibídem, pág. 361. to Ibídem , pág. 176 .

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• FABIÁN NAPARSTEK
• Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO A

adelante agrega que: "Fue una gran novedad en la historia de la medicina r111l'l1 que es un verdadero toxicómano.Veamos en principio cómo se las
pensar que el hábito debía considerarse una función del síndrome absti- 1111t·gla la OMS para definir la adicción, dice así: "Estado de intoxicación
nencia!, y que cualquier cosa resultaba preferible a sufrir su aparición ." 11 , 11mica y periódica originada por el consumo excesivo de una droga, na-
Entonces, históricamente es allí donde se ubica la toxicomanía, la dro- 111rn l o sintética, caracterizada por:
ga- dependencia, la adicción, depende cómo se la llame. Se ve que todo el 1 Una compulsión a continuar consumiendo por cualquier medio .
asunto era si se lograba captar la causa material del mal y recién con el sín- Una tendencia al aumento de las dosis.
drome de abstinencia eso aparece bajo la concepción cientificista de la Una dependencia psíquica y generalmente física de los efectos.
12
época. Efectivamente, los primeros registros en diferentes hospitales o Consecuencias perjudiciales para el individuo y la sociedad ."
centros asistenciales que toman nota de episodios denominados toxicoma-
nías, drogadependenc ias, o como se lo haya denominado, también son de Luego la cosa continúa y definen el tipo de droga y las cantidades, en-
la época. Por supuesto que las cosas se ponen en tensión de una manera 11u1 ccs hay drogas que son adictivas y drogas qu e no; las drogas llamadas
muy fuerte frente a esas ideologías del laissez faire y de liberalismo, ya que 1it·sadas y blandas y las cantidades menores y mayores, etc. Esto es impor-
empiezan a aparecer ideologías muy fuertemente represivas respecto de las 111nt e por que vamos a ver que para nosotros tambié n, desde el punto de
drogas. Son las políticas que EE.UU. pone en funcionamiento a partir de vista psicoanalítico, no vamos a descartar el valor de la sustancia, pero,
aquel momento, haciendo acuerdos con los diferentes países del mundo 111mpoco vamos a ubicar el acento allí. En realidad no solamente desde el
para que lleven adelante ese tipo de políticas. punto de vista psicoanalítico, es algo que está así en otros discursos, en
Del mismo modo hay que tener en cuenta que las terapias no están 1londe las cantidades y las sustancias no hacen al toxicómano. Es decir,

fuera de esas políticas represivas. Esto sucede hoy en día, por ejemplo, se que en otras culturas se ve clarament e que consumen grandes cantidades
establecen obligaciones para ciertos individuos de hacer una terapia en y ciertas drogas que para nosotros entrarían dentro de las drogas llamadas
forma represiva, si se los encuentra con ciertas cantidades de droga. Asi- ' pesadas', que harían de un individuo un toxicómano , sin embargo, no lo
mismo, dentro del cámpo de las investigaciones -c omo les decía antes- producen de esa manera. Hay gente en ciertas culturas que consume den-
hay todo un movimiento muy optimista sobre los resultados positivos que 1ro del marco de la definición de adicción y no obstante, viven muchísi-
el uso de narcóticos podría producir. También hay una serie de textos que mos años con un estado de salud impecable.
están acompañad os de estas investigaciones, supuestamente serias, donde Bien, la vez que viene vamos a trabajar con los prim eros dos capítulos
uno de los escritos más conocido es de Huxley. Es interesante porque en de "El malestar en la cultura", vamos a ver la idea de Freud del consumo
uno de sus textos -Un mundo feliz- él habla de una droga. Es una novela de vino y de narcóticos.
en la que habla de la construcción de un mundo feliz, donde existiría una
droga que no tendría ningún daño colateral. Es decir, se fabricaría una
droga alguna vez que no tendría ninguna resaca. Es interesante la idea por-
que vamos a ver cómo la cuestión~ lo~riegos han llamado pharmakon
es algo estructural de cualquier sustancia, en la relación del individuo con
esa- sustancia. Vamos aver que no es solamente con la droga, pero co.n._clla._
siempre tenemos esa doble cara: la benéfica y la otra_,_
Finalmente, quiero leerles una definición de la OMS que es de 1957,
donde distingue drogas productoras de hábitos de drogas productoras de
adicción. Esto es algo que vamos a tratar de hacer nosotros también des-
de los términos psicoanalíticos, ~ mo distinguir a un consumido~
12 ESCOHOTADO, A., Hist oria general de las drogas 3, Alianza Editorial, Ma -
11 ldem 10. drid, 1998, pág . 111.

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Clase 11

LA DROGA EN LA CULTURA
DE HOY Y DE AYER

Fabián Naparstek

Hoy vamos a tomar el texto "E l malestar en la cultura '~ vamo s a ver
1 orno Fre ud pre senta un panorama general de la época y qué lugar le otor-
1(11al uso de los narcóticos. Esta lectura nos va a servir también, para dar-
11•un marco teórico a lo qu e estuvimos trabajando en el recorrido histór i-
1 o, acerca de los distintos usos de las drogas en diferentes épocas y cultu-
, ns. Lo primero que Freud plantea en el texto es que la cultura es insepa-
1nble respec to de un male star que le es inherente . No hay cultura sin ma-

lestar. En todo caso, según Freud, el m alestar no es una s:ontingencia de


un mome nto dado o una coyunturá especial, sino que es un dato estruc-
1ural. Des de el comienzo discute con Romain Rolland sobre la po sibilidad
de existen cia de un llamado "sentimiento oceánico" 1 . Este último sería
" .. .un sentimiento de indi soluble comunión, de inseparable pert enen cia a
lu tota lidad del mundo exterio r" 2 •
A m i gusto , se pued e traducir como la ilusión de una completudo de un
todo donde no hubi ese falta alguna, e inmediatam ente, Freud no duda en
relacionar ese sentimiento oceánico con la religión . Les digo textua lmen-
te cómo lo plantea:" ... este ser-uno-con-el-tod o, [.. .] nos seduce como
una prime ra tenta tiva de conso lación religiosa" 3 . Una vez que puede situa r
el sentimiento religioso como un modo de consolación ante el sufrimi en-
to explicita el inevitable mal estar de la cultura. En ese sentido nos dice
que: "Ta l como nos ha sido impuesta , la vida no s resulta demasiado pesa-

FREUD,Sigmund, "E l male sta r en la cultura", en Obras completas, tomo III, Biblio-
teca Nueva, Madrid ,Traduc ción directa del alemán , Luis López Ballester os, 1989,
pág. 3018.
Ibídem, pág . 30 18.
Ibídem, pág .3022.

21
FABIÁN NAPARSTEK ..... ' INI IIOO UCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y A LCOHOLI SMO .....

da, nos depara excesivos sufrimientos, decepciones, empresas imposi- 11111•1(ius tienen sus pro y su contra. En realidad, lo que está afirmando
bles."4 Se ve bien lo que en su momento se llamó el pesimismo freudiano. q 11r <.:ndaestrategia trae aparejado un peligro. Es decir, que ~ada mane-
Una vez situado el malestar empieza a ubicar las diferentes formas de en- ' , , li l'nfrcntar el malestar conlleva unaforma..deJlevarlo al sujeto al ma-
frentarse con esa pesadumbre en un sentido el texto es muy lineal. Para h 1 11 rnismo, y da algunos ejemplos muy claros. En el caso del amor plan-
Freud hay un malestar inevitable y, a la vez, hay diferentes formas de in- , 1 que es una de las herramientas más eficaces, que se inscribirían den-

tentar paliar ese malestar. Gran parte-del texto está armado para mostrar 11" , h· las herramientas tendientes a producir sentimientos de sensaciones
las diferentes estrategias frente a la inexistencia de una civilización que no ,ti , 1·11teras; o sea, dentro de las de fin positivo. Sin embargo, esa estrate-
1 1
tenga pesadumbre. Si uno sigue el escrito se podría armar una lista don- 1 1 que pued e traer la mayor de las felicidades podría acarrear el mayor de
de figuran el amor , la religión, el delirio la sublimación, etc., como formas lu N Hufrimientos. En ese caso Freud dice que, ante la pérdida del objeto de

de paliar el dolor de vivir. Lo que a nosotros nos interesa es que, entre esM 11u11r, eso que en un momento era un remedio se transforma en la enfer-
estrategias, él ubica el uso de narcóticos. Es decir, que Freud le da a los 111n lnd misma. Da todo un rodeo muy interesante para mostrar que, fren-
narcó ticos un valor de remedio frente a 18" enfermedad de-la existencia hu- 1, 11esa posibilidad, el hombre ha hecho de la mujer un objeto sustituibl e
mana. Lo dice eñlos siguientes términos: " Para soportarla, no podemos q 111• puede ser equiparado con otros . Justifica esto, diciendo que es una
pasarnos sin lenitivos ('No se puede prescindir de las muletas', nos ha di- 111u11 cra de reducir el valor único que tiene el objeto de amor y, al hacerlo
cho Theodor Fontaine). Las hay quizá de tres especies: distracciones po.::.._ , , r mplazable, no se debería pasar por ese sufrimiento tan grande que im-
derosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria; satisfacciones._ pliru la pérdida del objeto amado. A esto lo llama la injusticia frente a la
sustitutivas que la reducen; narcóticos que nos tornan insensibles a ella."5 11111jcr, en el sentido que se la equipara con otros objetos. .
Quiero subrayar que a estas formas de enfrentarse al dolor Freudlas En el caso de la drogas también va a encontrar sus ventajas Y sus peh-
llama muletas, seguramente luego lo vamos a retomar. Pero en fin, para W os. Lo primero que sefiala, y ya antes lo subrayamos, es que~-
Freud cada estrategia tiene características diferentes y, por ende, resuelve 11~1icaa flos narcoñcos es ta mnf!uir sobre el quimisrrro.I:es eo cómo lo
los prob lemas desde lugares diferentes. En el caso de los narcóticos no va pluntea: "Pero los más interesantes preventivos del sufrimiento son los que
a dejar de señalar que estos influyen sobre nuestro quimismo, luego voy 1, 111a n de influir sobre nuestro propio organismo, pues en última instancia
retomar este punto porque me parece central. Pero antes quiero redondear indo sufrimiento no es más que una sensación; sólo existe en tanto lo sen-
el razonamiento que sigue Freud; pues, según él todas las estrategiM ~ 11mos."7 Inmediatamente, agrega lo siguiente: "El más crudo, pero tam-
pueden dividir en dos grandes grupos. Están aquellas que se enfrentan al lllén el más efectivo de los métodos destinados a producir tal modifica-
malestar con un negativo y las otras con un fin positivo. Las de fin ne- nó n, es el químico: la intoxicación." 8 No deja de señalar en el mismo pá-
gativo las enaenae como estrategias que tienden a evitar el malestar o el , rufo que, principalmente la manía, puede producirse al introducir una
sufrimiento, en este caso alcanza con no sufrir, aunque eso no impJigJM! Nustancia en el cuerpo, aunque también puede ser producida sin incorpo-
encontrar una gran felicidad. Por el contrario, a las de fin positivo las ración de droga alguna. Luego, en clases posteriores, nos detendremos a
enuncia como aquellas que apuntan a lograr grandes o intensas señ'sacio:- pensar la cuestión del valor que le damos a la sustancia desde el punto de
nes placenteras. Finalmente, termina aceptando que la primera de ellas es vista psicoanalítico. En todo caso se ve que la intoxicación no es un méto-
lo máximo alo que se puede aspirar dentro del campo humano. Así plan- do, para decirlo así, simbólico, sino más bien es un método que apunta a
tea que " ... el ser humano ya se estime feliz por el mero hecho de-haber lo real, una operación real. ~o~ intenta r~ akstai..desde el c~
í escapado a la a esgracia, de haber sobrevivido al sufrimiento" 6 . En todo ca- po de la palabra desde la sublimación -aunque Freud hable de la narco-
'.:.::.I ----e-- '
sis del arre, es estructuralmente diferente. Ahora bien, veamos como pre-
L so, lo que explicita con to as las letras es que cada una de las diferentes
senta el peligro de esta muleta que, para ciertas personas, es la droga.
Ibídem, pág.3024 .
ld em 4. Ibídem, pág. 3026.
Ibídem, pág. 3025. 8 Idem 7.

22 ¿ 23
FABIAN NAPARSTEK Á INTRODUCC IÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLISMO ~

Freud dice: "Se atribuye tal carácter benéfico a la acción de los estupefa- 1 111se ve claramente alterado. En su momento yo lo plantée de la siguien-
cientes en la lucha de la felicidad y en la prevención de la miseria, que tan- 1r manera: Hay un punto en todo toxicómano en que es~ta que ~
to los individuos como los pueblos les han reservado un lugar permanen- mondaba y servía para paliar el malestar se transforma en siniestra, ya que
te en su economía libidinal. No sólo...seJes-debe el placer inmediato, sino 110 la puede manejar y lo deja por fuera de~ elación con el Otro. Es algo •
también una muy anhelad~edida de independencia frente a~ 111u y asiduo, también de la prácti~ de consumo, que los diferentes -consu-
t~. Los hombres saben que con ese 'q uitapena s' siempre podrán esca- 111idoresdestaquen que lo que en un principio era un bienestar y podían
par al peso de la realidad, refugiándoseen un mundo propio que-ofrezclr 1mmejar, luego se les transforma en inso ortable e inmane 'able a la vez. Es
mejores condiciones pa ra su sensibilidad. También se sabe que es precisa- decir, que a muleta que respondía a los mandos de quien la lleva puesta
mente esta cualidad de los estupefacientes la que entrana su peffgroy su- l"mpieza a cammar sola y lleva al sujeto a un infierno dillcirae detener. Es

J'7
nocividad."9 1•1conocidolema de que-"el primero te lo regálan, el segundo te lo venden".
Loprimero que quiero destacar de este párrafo central para nosotros, l(ícctivamente, el sujeto al principio maneja su relación con la sustancia y,
es que él ubica toda la cuestión en relación con la economía libidinaLfu!_ 11 partir de un moment o, esa sustancia lo maneja a él. E~ crucial J?.Ode r si-
segundo lugar, él sitúa el beneficio del efecto químico en términos de in- 1uar esa iñstañ"cíaen a clínica, ya que nos advierte sobre el punto donde tl
depenaencia frente al mundo exterior; pero, lo- más interesante que sefia - hubo lo que, también en otra ocasión, llamé el desencadenañiientoliaciala
la es que aquello que funciona como i:inpaliativo se puede volv~r su con- toxicomanía. Y digo desencadenamiento en el sentido del planteo que fui
trario:Yloque ubica aquí como su peligro no es más que una pequeña m- anticipando: como un desenganche del Otro, del lengl!a·e,_!!c.
dicación que no se encuentra desarrollada, pero, para aquellos que veni- Demos entonces, un paso más; como es de esperar, Freud se pregunta
mos trabajando con este tipo de patologías es un dato muy propio de la , uál es la mejor respuesta frente al malestar. Tenemos en esa serie -como
clínica. Me refiero al - lo voy a llamar así- desenganche respecto del Otro, untes les decía- el delirio, la religión, la sublimación, distracciones podero-
que este tipo de pacientes presenta en los mom entos l!!_asprofund~. Por Nns, el amor, los narcóticos, etc. Freud no duda en responder que no existe
supuesto que es una interpretación personal del párrafo y que se po~ In mejor respuesta y que cada sujeto debe encontrar la suya. Como ya lo ba-
discutir que significa en Freud la realidad y a qué realidades se refiere. Sin bia anticipado, cada una tiene su beneficio y su peligro pero, de ninguna
embargo, sinos detenemos en la práctica de consumo de estos pacientes, ---; manera él propone una respuesta universal, sino más bien pone el acento
vemos claramente lo que en tér minos de Lacan sería un desenganchedel en la importancia de que cada sujeto encuentre su camíno en la búsqueda
- Otro, llamémosle el Otro social, el-Otro del lenguaje, el Otro sexo, ~ A de la solución. Freud allí es muy claro apuntando a la singularidad, les leo
mi gusto, el verdadero toxicómano muestra de una manera patéJkLq.u_e, cómo lo plantea, ya que es nítidamente taxativo. Él dice: "La felicidad con-
con su patología prescinde del Otro del lenguaje, y busca una operación siderada en el sentido limitado (se ve que toma sus precauciones y no se tra-
que no pase por a11i , ~e -pres-cinde del sexo y encuentra una respues1:a'1'i=- ta de roda la felicidad), cuya realización parece posible, es meramente un
bidinal diferente y, por supuesto, que podría aislarse totalmente del Otro problema de la economía libidinal de cada individuo. Ninguna regla vale
social. para todos; cada uno debe buscar por sí mismo la manera en que pueda ser
Ahora bien, queda claro que la respuesta ante el malestar es una solu- fcliz."1º Situadas las cosas de esta manera podemos dar el último paso de
ción que no elimina al malestar mismo y a la vez -y en esto va mucho más lo que hoy quiero plantear. Se trata de articular estas cuestiones con el ra-
allá- hasta puedegerierarla. Me gusta el térmíno "muleta" que Freud utili- conto histórico que hicimos la vez pasada y, finalmente, pensar algunas re-
za y que leí en uno de los párrafos anteriores, ya que mu estra_que se trata ferencias del momento actual. Desde ya les adelanto que lo que Freud pro--
de lo que va al lugar de una ausencia y que, en su función, intenta suQ!irla. puso respecto del lugar de la droga en su texto "El malestar en la cultura",
Por lo tanto, s1 el recurso que utiliza el sujeto lo pen samos como una mu- creo que no se pued e sostener hoy en día. Entiendo que la época de Freud \
leta debemos decir que, en algún momento, su funcionamiento de suplen- y la nuestra son diferentes y que, por ende, las coordenadas cambian. J
9 Idem 7.
1
º Ibídem, pág. 3029.

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FABIÁN NAPARSTEK • INTRODUCCIÓN A LA ClÍNI CA CON TOXICOMAN ÍAS Y ALCO HOLISMO ..._

En la época de Freud la toxicomanía es un síntoma aislado, entre otros. l ..nidea de Lacan era que a mayor globalización - él la ubica como la
Como vimos anteriormente, él plantea las cosas al estilo de un menú de po- 1111 1versalización intr oducida por la ciencia-, a mayor supresión de las di-
sibilidades, donde uno tendría soluciones a la carta. Quiero decir, que en 1, l l'ncias, a mayor hom ogeneización de los modos de goce, mayor sería la
el centro de la cuestión hay un malestar ínherente a toda cultura y luego q¿l'egación. Algo que siempre me llamó la atención es cómo Jacques La-
hay una serie de posibilidades para paliar ese malestar; el uso de los narcó- ' 111 pud o anticipar en la Europa del '67 , que se venía nuevamente laxe-
ticos es una muleta más entre otras. En la actualidad, hay una tendencia 1111 lobia. Es íncreíble pensar semejante cuestión en una época de furor de
que lleva a una respuesta única y globalizada, se trata de un goce unitario h 1.-as libertarias, y mu y cerca temporalmente aún de las cicatrices del na-
y para todos por igual, íntentando barrer con todas las diferencias. Esta ten- lNlllO. Se entiende, que él llama a los nazis los precursores de la segrega-
dencia parece diferente a !~ destacada por Freud e-;-su malestar en la cul- 1 hlll , en el sentido que tuvieron los ghews, como anticipo de las variadas
tura. Estoy tratando de situar un período acorde al texto y a la época de l,11mas actuales de aislamiento. Estas forma s de aislamiento son centra les
Freu d, en donde el consumo de narcóticos empieza a perfilarse como un ¡111rupensar nuestra temática y las diferentes políticas de salud y sociales
modo más para enfrentarse a lo real y, en todo caso, como síntoma aislado. que se han dado en los diferentes países. Me refiero específicamente, a los
Es una época donde prima n los ideales y hay cierta preponderancia del dispositivos de granjas, comuni dades, barrios de toxicómanos en Europa,
Nomb re del Padre, por eso la droga se ubica -e n el caso de ciertos alcohó- , 11• Por otro lado, Lacan habla de la forma reactiva; la lógica de eso era
licos a los cuales en su momento los llamamos románticos- , como posible que a mayor presión de la imposición de un goce único, se opondría la re-
partenaire.En ese momento, la toxicomanía parece ser una respuesta al cos- MH tencia de los mod os síngulares. Estos modos singulares no son más que
tado de otras, como algo localizado y puntual. En todo caso, lo que se de- hrn diferent es culturas que intentan mantener sus formas particulare s de
muestr a en aquella época es cómo el alcohólico se encuentra anudado al Vl'Hlir, comer, etc. Se entiende que si la cosa va en el sentido de que todos
consumo por cierto lazo ideal, de la creencia y hasta del grupo. El hombre 1411cen del consumo de la misma bebida o del mismo sandwich empaqu e-
que se junta con otros a tomar - haciendo lazo- para borrar las penas del 111do, hay una resistencia de la comida típica. Se trata de lo que hemos vis-
amor, creyendo aún en el amor; por eso los hemos llamado alcohólicos ro- 111 , en el último tiemp o, con las guerras étnicas. Finalme nte, el mundo ha
mánticos. Pero, a su vez, ten emos otro momento que respond e a la época,_ quedado dividido en aquellos que se someten al consumo úni co y masifi-
llamada por J.-A. Miller, de la ínexistencia del Otro, en donde ya se trata rndo, y un mundo que se resiste hasta la muerte via el fundament alismo.
de la "toxicomanía generalizada" 11, como un modo único y globalizado. Es Por tanto , en lo que respecta al uso de drogas, se perfilan tres momen-
el tiempo del consumo generalizado como supuesta y única rew~ 111 s históricos . Un prim er tiempo en donde el uso de las drogas no se pr e-
malestar, lo cual hace que las cosas queden divididas· en término s de...con,,_ Hl·ntaba como posible patología; es lo que ubicamos en el recorrido histó-
sumidore s y deprimidos._Es decir, que todos aquellos que no pueden gozar 1 lco que estuvimos ha ciend o, dond e pudimos observar que miles de años
como el mercado manda , se deprimen . Esto es algo que anticipaba Jacques de uso de drogas no implicaban la existencia de la toxicomanía. Sí existían
Lacan en 1967, les leo cómo lo plant ea: "Se trata del advenimiento, corre- los problemas de los diferentes usos de las dr ogas; prob lemas prácticos y
lativo a la universalización del sujeto procedente de la ciencia, del fenóme- 1•1icos, tal como lo habíam os señalado, en los diferentes momentos y cul-
no fundam ental cuya erupc ión puso en evidencia el campo de concentra- 1uras. De este modo , la pr oblemática de la toxicomanía o drogadependen-
ción. Quién no ve que el nazismo sólo tuvo aquí el valor de un reactivo pre- l iu o adicción, o como se la llamara en cada momento y lugar, llega a es-
cursor. El ascenso de un mundo organizado sobre todas las formas de se- 111
blecerse con claridad sólo en el momento de la aparición del síndr ome
gregación, a esto se mostró aún más sensible el psicoanálisis, no dejando a de abstinenc ia. A partir de allí se constituye en un problema, del cual se
nínguno de sus miembros recono cidos en los campos de exterminio."12 11cupan hasta los estados; por supuesto, con una preponder ancia de la pr e-
11
SIN ATRA, Erne sto, "La toxicomanía generali zada y el empuje al olvido ", en Más allá
Hcncia de Estados Unidos en el asunto que, desde un principio, se la pasó
de las drogas, P lura l, Bolivia, 2000 , pág. 39. buscando acuerdos internac ionales para enfrentar se con el problema .
12
LAc AN, Jacques, " Propo sición del 9 de ocrubre de 1997", en Orni car? J, Petrel, Desde ya qu e esa búsqueda estuvo signada, en cada momento , por diver-
Barcelon a, pags., 26/27.
sos intereses .
26 27
FABIÁN NAPARSTEK

Hay un segundo momento que se inicia a fines del siglo XIX y comien-
zos del XX, en donde se empieza a insta lar la droga como pudiendo pro -
curar una dependencia. Este es el periodo del ma lestar en la cultura, en Clase111
donde Freud muestra al alcohólico y al consumidor de narcóticos como
un síntoma acotado. Finalmente, tenemos la época contemporánea de la LATESISFREUDIANA SOBRELA ADICCIÓN
inexistencia del Otro -anticipada por J.Lacan y nombrada así por J.-A.
Miller-, en donde se perfila una toxicomanía generalizada. Una época Fabián Naparstek
donde prima el goce del consumo propuesto por el mercado, para todos
p~ igu3J -<:ada uno solo y en
su ~don&e l deliveryse Jo trae sin tene r
que salir-, borrando todas las dife_r_encias ~En este caso sería una solución
universa l, Jo cual Jo quita del Jugar de respuesta singular, ya que si algo ca-
racteriza a la época de Fre ud es la singularidad y su1ª_w co.n._e l Otro,_Pre-
cisamente, es esta diferencia entre la época de Freud y la actual, Jo que
me hizo pensar en el título de la conferencia que acabo de dar en Londres: La vez pasada estuvimos traba jando sobre "E l malestar en la cultura "
"La toxicomanía de hoy y de ayer". 13 y 111final vimos una distinción entre la época de Freud y la época de La-
Quedan así distinguidas tres épocas donde el contexto ha definido u sos , 11n, lo que anticipaba Lacan como segregación y lo que hoy llamamos de
diferentes de la droga. Seguramente, podremos ver esto en términos de ca- 11 l1-1unamanera globalización. Voy a dar algunas indicaciones sobre el asun -
da sujeto en par ticular, los usos diferen tes de la droga para cada uno. Si 111y después nos referiremos al tema de hoy.
algo muestra la relación de la droga con el ser humano es que se la ha des- Lo que habíamos visto es cómo Freud ubica en el centro un malestar,
tinado para múltip les usos. Hemos visto cómo podía ser un remed io, pe- y cómo, para ese malestar, había diferentes respuestas. Dentro de ellas es-
ro tambié n, un veneno. Hemos visto cómo puede no aparecer como un 111banlos narcó ticos, si bien siguiendo a Freud agregamos en la lista al
síntoma o ser un síntoma más entre otros y, finalmente, cómo se fue trans - 11mor, la religión, el delirio o la sub limació n. Lo que vimos respecto de la
forma ndo en el modo de satisfacción masivo de una época, la nuestra. purticular idad de los narcót icos - es algo en lo que no me voy a detener
uhora- es que los narcóticos prod ucían un efecto químico para el organis-
mo y habíamos subrayado que, en cada una de las respuestas, puede estar
lo que contie ne de remedio o de beneficio y, a la vez, Jo peligroso. En el
~·aso de los narcóticos el peligro estaba en re lación con romper el laz9 con
lu realidad. Es algo que después también vamos a retomar , este 'ro mper el
lazo', sustraerse de la realidad. Es decir, que eso mismo que en un princi-
pio es buscado para no estar sometido a las frustraciones de la realidad,
l!SO mismo es un peligro; aunq ue Freud no dice por qué eso sería peligro-
so, no lo enuncia. Uno podría extraer ciertas respuestas de su obra de por
qué sustraerse del lazo con la realidad sería peligroso.
En princ ipio -solamente lo indico y no está conectado en Freud , es
una conex ión que hago yo--, acuérdense de la propuesta que él hace a par-
tir de "Introducción del narc isismo", para distinguir las neurosis de las psi-
cosis; a unas las llama 'neurosis de transferencia' y a otras las llama 'neu-
13
rosis narcis istas'. Estas últimas son las que no tienen un lazo tran sferen-
NAPARSTEK, Fabián , "Toe toxicoman ia ofyesterday and today", en: Psychoanalyti-
cal noteboosks, Londres, 2002, págs . 151- 162.
cia!, las que no pueden establecer un lazo con el Otro. Lo que quiero es

28
• & 29 &
FAB IÁN NAPARSTEK

señalar y mantene r en el horizonte cuál seria uno de los problema s centra-
i,, INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOMANÍAS Y A LCOHOLISMO A

1,1111, es que todo el mun do goza con lo mism o que goza Juanito, es decir,
les en este tipo de patologías, don de, en casos extremos, h ay una ruptura i,1110 el mundo encuentra satisfacción en el 'hace pipí', todo el mundo lo
muy fuerte del lazo con el Otro. 11111l'. Entonces, cuand o se encuentra con alguien que no lo tiene supone
Una vez ubicado esto en Freud vimos que la actualidad, más que ofre- 1111¡¡oce diferente, con el agregado que además, ese goce distinto es ame-
cer un menú de posibilidades, ofrece una única respuesta por la víaciel 11 1/Ullle.
consumo :Entre otras cosas la globalización implica esto, que-nay una reS:-- 1~sto es lo que está en la base de la segregación, segregar al que goza
puesta para todo el mundo por igual, para que todos puedan goz~ ,11manera distinta, porque ese goce siempre tiene algo de amenazante res-
misma manera. Se intenta instalar la idea de que por la vía de ese consu- 111 ·1 10 del de uno. Es lo que se destaca de los diferentes grupos o colecti-
mo uno podría paliar ese malestar y, al mismo tiempo, es un consumo ma- vldudcs tan fuertemente presentes en nu estro país, como los judíos, galle-
sivo donde el mismo consumo es para todo el mundo por igual. Y Lacan """• canos, etc .. Siempre se destaca un rasgo que no es más que un rasgo
enunciaba lo que él llamaba la 'universalización generada por la ciencia', il 1• Hnlisfacción propia de cada colectividad. Se subraya ese rasgo y a par-
que es lo que nosotros llamamos 'la globalización', que ante eso adveni- 111de allí aparece la segregación con menor o mayor importa ncia.
rian fenómenos de segregación, como bolsones de resistencia a la globali-
zación. Fin almente, lo que Lacan indicó en 1967, se verificó mucho s años ALUMNO : ¿Cómo se explica esa relación entre la segregación con el se-
después con las guerras que tienen un tenor étnico. Se trata de pueblos 11 femenino y esto último que usted viene diciendo?
que resisten y se parapetan para mant ener su s modos tradicionales de go-
ce, frente a la invasión de un goce universal. Bueno es lo que explicábamos con la castración, si la nena no lo tiene
Hemos visto entonces, cómo definir la cultura de la segregación. Es al- •11poneun goce diferente; pero, además es amenazante, porque si hay al-
go que de alguna manera Freud tambi én destaca y fundamentalmente, ¡¿11icn que no lo tiene, eso pone en cuestión el prop io goce. Es decir, la po-
respecto de lo femenino. Él sostiene que el primer ser segregado de nues- •tdón del varón a partir de encontrarse con uno que goza diferente y que
tra cultura es la mujer; la mujer en tanto y en cuanto es, para el niño, "la 110 lo tiene, ¿cuál es? Miedo a la castración, es el temor a perder su prop io
que no lo tiene", y esto supone que es una especie de representante de la 1toce.Y esta es la estructura que hay cuando uno se encuentra con un go-
castración. Pero, acuérdense que para Freud no alcanza con la amenaza de rl' diferente, que eso pueda amenazar al propio, porque lo pone en cues-
castración, sino que hace falta encontrarse con al menos uno que no lo 1ión. Vean si no todos los fenómeno s de segregación, no solament e hay que
tenga. Hacen falta entonces dos condiciones para Freud: ver alguien que 1r a parar a la xenofobia, cuando Lacan habla del gueto y dice que los na-
no lo tiene y la amenaza de castración; cuando se juntan ambas cuestiones 1.is fueron precur sores. Tenemos mu chísimos ejemplos, desde los barrios
es cuando, en términos de Freud , la castración se establece como tal. Es l'Crrados, los countries,las granjas. En el country, por ejemp lo, se supone
decir, que ver a alguien que no lo tiene es amenazante. Definitivamente, que más o menos se goza de la misma manera por un status social, todo
es alguien que no goza de la misma manera y, como lo diría Juanito: por- d mundo goza de hacer algún deporte o de alguna otra cuestión. Es de-
que no tiene el "hace pipí" como si lo tuvieran todas las cosas. Digo 'to- cir, que se junta la gente que supone que obtiene la misma satisfacción; es
das las cosas y todo el mundo ', porque para Juanito -s i lo recuerdan- to- siempre una sup osición, pero funciona . Una vez que alguien entra cree
do, la mesa, la silla, todo tenía 'la cosita de hacer pipí'. En todo caso, uno que goza igual que los que están adentro y, a la vez, los que ya estaban en
podría preguntarse por qué la castración instala una teoría de la falta. La el country creen que gozan de la misma manera. Es una creencia y no ne-
respuesta de Freud es porqu e se parte de la idea de que 'todo el mundo cesariamente eso sucede como se cree que sucede. A su vez, teniendo en
tiene', que es la premisa universal del pene, una premisa al complejo de cuenta que se trata del goce del consumo, y el goce del consumo puede ser
castración. Es porque partimos de la idea de que 'todos tienen', que cuan- el consumo mismo o puede ser la abstinencia, están los que se juntan por-
do uno se encuentra con uno que no, se instala la falta. Pero, es porque se que no quieren gozar de lo que gozan los del country.Pero el fenómeno de
parte de esa premisa y si no se partiera de ella no tendríamos esta teoría segregación es crucial dentro de la toxicomanía, porque desde que tene-
de la falta. La premisa del pene finalment e es eso, con Juanito se ve muy mos toxicomanía es constante el tratar de internarlos, de mandarlos a una

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FABIÁN NAPARSTEK Í; INTRO DUCCIÓN A LA CLiN ICA CON TOXICOMAN ÍAS Y ALCOHOLISMO •

granja, aislarlos, etcétera . Asimismo, es importante destacar el fenómeno , 11NnHI icne como consecuencia la segregación, la dificultad de convivir con
de auto segregación, es decir, que en esos barrios que se arman para toxi- li I diferente, de soportar la diferencia. En cambio, lo que se intenta insta-
cómanos no necesariamente se los manda por obligación, los toxicómanos hu l'N la unificación para todo el mundo y contra eso hay bolsones, insisto
también van solos hacia allí. Y allí se los deja gozar tranquilos, tranquilos 11111esto, de resistenc ia a esa unificación. Esa unificación cobra diferentes
con ciertas reglas; es decir, se los abastece de jeringas, de drogas, etcétera. 1111,dos: consumo masivo pero, también, una cultura unisex, etcétera.
Hay un intento de que, por ejemplo, cada uno use su jeringa, que esa je-
ringa una vez que fue usada se tire y tenga una nueva para la próxima vez. 'lcs is de Freud :
Hay toda una problemática que es colateral al tema de la toxicomanía, Bien, pasemos a lo que tenía pensado como tema para esta clase. La
que es la problemática de la criminalidad, del contagio de enfermedades, ldl'll para hoy -quizá para la vez que viene también- es plantear cuál es la
etc .. La llamada 'política de reducción de daños' está justamente dirigida \1'1Hión freudiana de la relación del individuo con la droga y cuál es la ver-
a enfrentarse con esos problemas . Pero hay que tener muy claro que la 'po- -l ún lacaniana. En términos eminentemente clínicos, vamos a dar un pa-
lítica de reducción de daños' no ataca a la toxicomanía, la toxicomanía n más. Cuando digo 'la versión freudiana y la lacaniana' no es que hayan
queda intacta, lo cual no le quita importancia a esta política; aunque su 1li•tlicado un curso, un escrito o un seminario a la toxicomanía especial-
implementación ha demostrado que la toxicomanía es bien diferente del 1m·nte, no van a encontrar eso, no existe, por lo menos no lo he encontra-
conflicto social de los daños colaterales. do en ningún lado. Lo que existen son referencias y sobre esas referencias
Doy una indicación más y con esto concluimos el tema de la vez pasa- 11 1mamos una versión, versión freudiana y lacaniana. Yo especialmente, to-
da. Es importante poder diferenciar lo que es la segregación de la discri- 1110una posición respecto de eso y no soy el único, por supuesto, hay mu-
minación . En general los usamos como sinónimos, pero no son exacta- 1 hos psicoanalistas que trabajan en el asunto. Van a ver que ambas versio-
mente lo mismo. Discriminar tiene una connotación que es 'distinguir las 11cs tienen una íntima relación, una íntima conexión entre sí, nada más
diferencias'. 'Distinguir' tiene varios sentidos, entre ellos 'distinguir' es que seguramente en la versión lacaniana vamos a dar un paso más respec-
también 'darle brillo a algo'. Cuando uno 'd istingue' a alguien muestra la to de la freudiana.
diferencia; ser distinguido es algo muy valioso. Es decir, en el término 'dis- U stedes saben que hay muchas referencias en Freud al_consumo de
criminación' se da la posibilidad de soportar las diferencias y de convivir 1111rcó ticos, nosotros hasta ahora estuvimos viendo algunas en "El males-
con ellas. Es un poco lo que sucedía en el Antiguo Régimen, o lo que so- 111ren la cultura" . Lo que quiero comentar ahora es de la "Carta 79", que
lía suceder en la India con las castas. En el mundo feudal podían convivir, dice lo siguiente: "Se me ha abierto la inte lección de que la masturbación
en el mismo castillo, el señor feudal y el esclavo. Había diferencias pero po- l'S el único gran hábito que cabe designar "ad icción primordial", y las otras

dían convivir en el mismo lugar 1. ndicciones sólo cobran vida como sustitutos y relevos de aquélla." 2 Pone
Otra cosa es la necesidad de que cada uno se tenga que ir a su barrio, entre paréntesis el alcoholismo, el morfinismo, el tabaquismo , etcétera. To-
cada uno a su lugar. La segregación implica -además de marcar la diferen- da una tesis, yo la voy a escribir de esta manera:
cia- separar al diferente. Y la propuesta es pensar -después lo vamos a re-
tomar-, cómo en un régimen donde hay una noción del padre muy fuer- Adicciones
te, del amo, se puede convivir con las diferencias. Y la caída de los ideales,
la caída de la función paterna -lo que ustedes deben haber escuchado por-
que sale en cualquier revista, no hace falta ni ser psicoanalista, ni leer de- Pues bien, define la masturbación como adicción prirg_ordial, y dice
masiado, es algo que está instalado para todo el mundo, esta idea de que que todas las otras adicciones serian aaiccion ~s segundas respecto de esta_
estamos en la época donde los ideales ya perdieron su valor-, entre otras primera, son sustitutas de la masturbación. Es decir: 'adicciones' (en plu-
ral). Es decir-que hay una sustitución de la masturbación por esas adiccio-
Nota: De esta manera fue trabajado por Colette Soler en su momento en el artícu - nes. Esa es, a mi gusto, la tesis más fuerte en Freud sobre este tema.
lo "Sob re la segr egación ", en Pharmakon 3, TyA, Bs.As., junio de 1995. En Lac~ -lo voy a señalar y vamos a ver si hoy llegamos, sino la vez

32 33
FABIÁN NAPARSTEK INTRODUCCI ÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO .Á.

que viene lo vamos a retomar- hay una indicación que no es sobre las adic- , 1t111 no es sino con ambas partes. Él dice que en algún momento esto se
ciones, sino que es sobre la droga y que, a mi gusto, es la tesis fuerte de .t1v1diaen dos partes, está puesto en condicional, en un pasado remoto. Es
Lacan que retoma esta tesis freudiana . Por supuesto que yo lo leo así, La- ,111ir que él supone que estas dos partes que encuentra en cualquier acto
can en ningún momento dice que está retomando la tesis freudiana. Él la 1111rnturbad or, en su momento, estaban divididas. Estas dos cosas que él
enuncia de la siguiente manera: "La droga es lo que permite romper el ca- ll11 111uuna composicióno fusión, en un tiempo estaban divididas. Por lo tan-
samiento del cuerpo con el pequeño pipí" 3 • 'Pequen o pipí' es una referen- 111 , lo que encontrá bamos en algún tiempo eran sólo los movimientos ac-
cia a Juanito, una referencia tardía de Lacan de los años '70 en la clausu- 1lvoHmecánicos, a lo cual él llama puro autoerotismo; en un segundo mo-
ra de una jornada de carteles, donde Lacan toma la palabra y dice esto. 111l'ntO a eso se le fusiona o se le agrega la fantasía. Esto es algo de la vida
Entonces les voy a indicar el recorrido que vamos a hacer. Vamos a tra- 1111ldiana, quiero decir que comúnmente no hay masturbación sin fanta-
tar de abordar estas dos tesis y desarrollarlas, primero la de Freud , luego hlll. Pero él distingue en cualquier acto onanista, lo que es de la fantasía de
la de Lacan . Voy a tratar de demostrar por qué digo que Lacan retoma es- h1que son los movimientos mecánicos. Entonces, dice que en un momen-
ta tesis y ver cuáles son los fundamentos , y finalmente, mi idea es ver có- 111NÓ lo teníamos esto: el puro autoerotismo. La fantasía aparece en un se-
mo esto opera en la clínica con algunos casos clínicos concretos. ¡¡1111 do momento. No tenemos manera de corroborar cuándo aparece por
El primer paso que vamos s dsr es trstsr de ubicar a qué se refiere ¡i1linera vez la fantasía, cuándo se produc e esa composición o esa fusión.
Freud con esta 'masturbación como adicción primordial ' . Lo primero que 1!Nun momento - no lo dice Freud- que a mi gusto hay que ubicarlo co-
indica ~ d es que esa adicción, esa masturbación, está en íntima _rela- 1, 10 mítico; es un momento que podemos llamar 'cero', respecto de un mo-
ción con el autoerotismo.~ces, voy a tomar unos párrafos de "Fanta- 111 cnto 'un o'. Es un momento que se deduce a partir de la fusión, lo escri-
~sías hístéricas y su relación con la bisexualidad", que hacen referencia di- 1111de la siguiente manera:
recta a la relación entre la masturbación y el autoerotismo. Ese texto tiene
dos partes; una parte que desarrolla esta cuestión que vamos trabajar no- Tiempo O Tiempo 1 ~ r{>.

sotros, y una segunda parte que da - no recuerdo la cantidad- nueve o diez l---- -- ----+--------- - - --1 (,,,1,P. >'
definiciones de lo que es el síntoma histérico. La primera parte del texto Puro autoerotismo Onanismo como soldadura _,..i

donde figuran estos párrafos que vamos a abordar es muy cortita y dice
así: "El acto masturbador [... ] se dividía por entonces en dos partes: la Es muy importante pescar esto, porque se ve muy bien en este ejem-
evocación de la fantasía, y, llegada ésta a su punto culminante, los mane- plo freudiano lo que está destacado en Lacan, cuando él dice que 'e~
jos activos conducentes a la satisfacción sexual. Esta composición es más 11ilica nte toca al cuerpo'. Se ve muy bien cómo con sólo pensar puede el
bien, como ya sabemos, una soldadura. En un principio, la acción presen- órgano excitarse. En el caso masculino pÓdría lograr una erección sin to-
taba un carácter puramente autoerótico [... ]. Más tarde, esta acción se fu- l'lltse, con sólo evocar la fantasía, se ve cómo eso hace mover al cuerpo.
sionó con una representación optativa." 4 Con 'sólo pensar' , me estoy refiriendo a los significantes. Es lo que co-
Bien, qué plant ea Freud aquí: dice que el acto masturbador se dividía 111únmente se dice "hacerse el bocho", hacer se el bocho es lograr la exci-

en dos partes, una cosa es la evocación de la fantasía, otra cosa son los mo- 111ció n por la vía del pensamiento, a través del significante. Por ejemplo,
vimientos mecánicos; es decir, los tocamientos concretos para producirse dc rtas poluciones nocturnas muy comunes en adolescentes y en algunos
la excitación. La idea de Freud es que el acceso al estudio de la masturba- que no son adolescentes tamb ién, que tienen que ver con el soñar, con el
pensamiento, con la fantasía. Es el significante que excita al cuerpo.
FREUD,Sigmund, "Carta 79", en Obras Completas, Vol. 1, Amorrortu, Bs.As ., 1988, Sin embargo, Freud se ve en la necesidad de ubicar un momento pre-
pág. 314. vio a eso, como si hubiese un momento previo a que el significante mue-
LAcAN,Jacques, "Clausura de las jornadas de carteles de la EF.P.", In édito, 1975 .
va el órgano, como si hubiese un momento previo que él llama 'puro au-
FREUD, Sigmund, "Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad", en:
Obras Completas, Tomo II, Nu eva Biblioteca, , traducción directa del alemán, por Loerotismo', que sería un tocamiento sin ninguna connotación significan-
Luis López Ballesteros, Madrid, pág. 1350. Lc.Ya que él habla de la evocaciónde unafamasía, pero tambi én lo nombra

34 35
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRO DU CCIÓ N A LA CLÍNICA CON TOX ICOMA NÍAS Y ALCOHOLI SMO .Á

como una representaciónoptativa. En este sentido, uno puede decir que el Para este punt o quiero resaltar estas cuestiones, con el fin de mo strar
cuerpo se podría mover por la fantasía y por tocarse , y Freud plantea que qrn· ese paso que destaca Freud, respecto del onanismo, imp lica un mo-
en el onanismo están las dos cosas, digamos, funcionan las dos cosas jun- 111l 'lltO central para avanzar en lo que llamé la tesis lacaniana. Pero, en to-
tas, están los tocamientos y está la evocación de la fantasía, y esto también il11caso, la tesis de Freud la entiendo como pudiendo ubicar a la adicción
está en el acto sexual. En el acto sexual está todo lo que tiene que ver con 111el lugar de sustitución deun puro autoerofisrños m sentioo alguno, sin
los movimientos mecánicos para llevar adelante el acto sexual, pero tam- qm· esté aún articu lado a la fantasía o a la palabra. Lo que al comienzo :J
bién está la evocación de la fantasía y todo lo que tiene que ver con las fan- 1·, li1mos en términos de masturbaci óñpr imordial o adicción-pr. if/:lQtdial
:-:_
P~
tasías. Hay todo un mercado para engrosar la fantasía, para fomentarla. Lo 11110 lado, no parece seguir el camino del síntoma -entendido en el senti-
que está diciendo es que, en algún momento, ese onanismo no estaba anu- il11freudiano del síntoma que habla- , ya que hemos destacado que, para
dado a una fantasía, y a ese momento lo llama puro autoerotismo. 1•11:ud, síntoma y masturbación son respuesta s estructuralmente diferen- _
Composición,fusión, soldadura,son los términos que utiliza Freud para re- 11N. En tre ambos media lo que vimos como las condiciones necesarias que
lacionar una cosa y la otra, efectivamente, no vienen juntas. Asimismo, él 1111pl ican una operación sobre la masturbación misma. Más bien, Freud
aclara que era en un principio,aunque no dice ni cómo ni cuándo. Así: "En p11rcceplant ear una ecuación directa entre adicción y autoerotismo. Si en
un principio, la acción presentaba un carácter puramente autoerótico." 5 O hcud lo relacionamos con el síntoma , podríamos enlazarlo al síntoma de
sea que, primero es puramente autoerótico, luego se le adosa la representa- 111 neurosis actual, ~n donde él no duda de hablar de la "génesis tóxica" º
ción optativa o la fantasía -que en este punto parecen equivalentes. Ahora que estos tienen. A mi gusto -s e extrae del razonamiento de Freud -, el sín-
bien, si avanzamos un poco más en el texto, el planteo de Freud es que pa- 111111a freudiano que es pasible de interpre tación ya implica una tramita-
ra que haya sintoma hacen falta tres condiciones necesaria-, no me voy a , 1ónde la toxicidad propia del autoerotismo. En cambio, el síntoma actual
detener en esto y simplemente lo voy a ub icar. Primero hay que dejar de , 1111 serva su relación directa con una satisfacción autoerótica sin tramita- _
masturbarse. Para Freud es una ley: no hay masturbación y sintoma a la vez. , 1ónsignificante . En este sentido, la adicción como sustitutivo directo del
Sigue la lógica de la teoría energética; es decir, que si se descarga por ía vía 1111toero tismo muestra claramente y sin velos su efecto tóxico. Mauricio Ta-
de la ma sturbación, no se descarga por la vía del sintoma. Lo va demo ~ ' , ub en un artículo terminaba planteando que el goce en el ser humano es
do en los casos clinicos, por ejemplo en Dora cuando dejó la masturbación wxico7 • En tiendo que, de alguna man era, sigue esta propue sta freudiana.
y apareció la disnea. Entonces, primero hay que dejar la masturbación, pe- llicn, la próxima clase voy a retomar estas cuestiones, pero ya para avan-
ro, en segundo luga;-, Freud plantea que una vez que es dejada hace falta tur en el marco de lo que llamé la tesis lacaniana.
que esa energía no sea derivada de otra manera o sustituida por otra__co..sa; ,
da a entender allí que habla de la sublimación. En otros términos, que no
haya una satisfacción sustitutiva. Finalmente, él dice que hace falta que la_
fantasía pase a ser inconsciente . Si se dan estas tres condiciones tenemos la
posibilidad de que esto se descargue por la vía del sintoma, lo cual ya es to-""
da otra cuestión. Vamos a ver si más adelante trabajamos la cuestión del sin-
toma en toxicomanías y si lo podemos considerar un síntoma.
Agregamos al cuadrito el tiempo 2:

Tiempo O Tiempo 1 Tiempo 2


Puro autoerotis mo Onanismo como soldadura Síntoma " FREUD, Sigmund, "Contrib uciones para un debate sobre el onani sm o", en Obras
Completas, Vol. 12, Amorrortu , Bs.A s., 1986, pág. 257.
TARRAB,Mauricio, "La substancia, el cuerpo y el goce toxicoma níaco", en: Más
Ibídem, pág. 1350. allá de las drogas, Plural Editores, La Paz, 2000, pág. 88.

36 37
ClaseIV

LATESISLACANIANA SOBRELA DROGA


Fabián Naparstek

La vez anterior ubicamos lo que llamé la tesis freudiana y habíamo s si-


11111<lo la tesis lacaniana en base a su formula ción sobre la droga, como
11111cllo que permitiría romper el matrimonio del cuerpo con el 'hace pi-
pf', Con el fin de avanzar en lo que llamé la tesis lacaniana voy a volver a
111que hablamos la vez pasada y fundamentalmente me interesa situar ese
111oment o de la soldadura que - lo voy a llamar así- es un moment o dond e
1 KtSteuna lilSCrip _Ctonaef falo. ¿Qué significa esto?,v amOS a tratar de ubi-
1 nr qué entendemos por falo y en esto vamos a seguir - ahora sí- directa-

11,cnte a Lacan.
Lacan va a decir en el Sem inario 23, que: "Cuando uno se cree macho
porque se tiene un pequeno ca bo de cola - pequeño cabo de cola es una
l11J icación, es la etimología del término 'pene '- naturalmente perdónen-
111c estas palabras pero hace falta más ." Es decir, que para creerse macho

110alcanza con tener ese pequeño cabo de cola entr e las piernas , y agrega:
"El falo es la con¡uncion de ese par ásito, eipe queño cabo de cola en cues-
dón, con la función de la palabra." '.
A mi gusto está diciendo algo similar a lo que plantea Freud y desarro-
llnmos la otra vez. Se trata de que el pene responda al significante -c uando
111excitación se puede lograr con el pen samiento decíamos la vez pasada - /\L.()
1·soes lo que comúnmente llamamos falo.x_ara_que el falo esté inscripto no
nlcanza con que alguien tenga pene, hace falta además que ese órgano res-
ponda en cierta man eraa la palabra. Entonc es, la inscripción del falo coin-
cideJ de alguna manera, con esa relación entre un órg~ la palabra, _gue J
es lo que Lacan después llamó "hacer de un órgano un instrument o" 2 .

LACAN,Jacqu es, Seminario 23, El Símhoma, clase del 18/ 11/1975, inédit o.
Lac an, Jacques, Seminario 19, O Peor., clase del 8- 12-1971 , inédito.

39
FABIÁN NAPARSTEK Á IN TRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO .&
Ha cer de un órgano un instrwnen to responde a estas características a 11~ en relación a ese error común y las consecuencias que puede acarrear,
qu,e el órgano pue~a ~er utilizado como una herramienta, en este caso ~o- que entiendo vale la pena tratar de cernir claramente las diferencias entr e
dría ser para relac1onars~ el otro sexo. Hay que ver toda la sintomato- 11111ano e instrume nto , entre pene y falo. Mientras tanto, lo escribirnos de
logía masc ulina respec to del órgano, cuando eso no funci ona de acuerdo «~rn forma dentro del cuadro que iniciamos la vez pasada.
a lo que ese hombre pretende del órgano, es decir, cuando no se excita en
el momento en que, según el portador, debería excitarse o cuando deja de T iempo O Ti empo 1 Tiempo
excitarse y espera que se excite, etcétera. Toda la sintomatol ogía está pues-
ta - siempre y cuando se trate de una neurosis; luego vamos a ver lo que Puro aut oerotismo Onanismo
pasa en la psicosis-, en términos de que no responde a la palabra . Hay to- como soldadura Síntoma
da una cultura ma sculina de la relación qu e m ant iene cada hombre con su
instrwnento. Hay veces que está dicho en términos de "justo en el mo- Pene. Órgano. Inscripción del falo.
mento qu e lo necesitaba". La vida cotidiana mue stra que los hombres tie- Instrumento
nen una relación de amigos con su falo. Había un programa qu e se llama-
ba "Los machos" hace 5 o 6 años atrás, ahí lo llamaban "el amigazo". Se Es decir, que el falo tenga la imagen prepond erante del pene es un he-
podía ver con claridad si "el amigazo" lo acompañaba o no en el momen - , ho que, por supu esto lo destaca Freud, pero no es el primero en hacerlo,
rN un hecho que está hístóricamente inserto en la cultura . En la Grecia an-
to que hay que acompañar; algo que se ve muy bien en la clinica masculi-
na. Esto es lo que antes les propu se llamar inscripción del falo, es decir que 11 11ua cuand o se veneraba al falo se lo represe ntab a como un pene y fun-
el órgano empiece a responder a la palabra . Por otra parte , Lacan plantea d11me ntalmente , un pene erecto. Es decir que no es algo que inventa Freud
que para acceder al otro sexo es necesario pagar el precio de la pequeña NlllO que lo encuentra ya en la antigua Grecia, si bien hay muchísimos
cfiferenci~ y dice: " ...que pasa engañ osam ent e a lo real por el interm edia- ,uros lugares donde esto se pued e encontrar. En todo caso, uno podría ha-
no. d e1'organo " 3 . Y ma' s a deIante agrega que un " ...órgano no es ins!IJJ=__ 11·r la pregunt a por la razón de esa ligazón entre el pene y el falo. Del por-
mento sino por intermedio de esto en lo que todo instrum ento se fund~ qué de la pregnanc ia de esa imagen del pene erecto sobre el falo. Es decir,
es que es un significante" 4, que cuando se adoraba al dios de la fertilidad , se lo adoraba con esa ima-
"J ;i. Habría así una diferencia entre lo queJlalllfil!lOS un órgano y un ins- ~cn. O sea, la posibilidad de que se trate de un órgano que tiene la capa-
;f ,..:"J. trwnento, en tanto el órgano deviene instrwnento en su conexión con el , idad de erección es crucial para que el pen e se ligue al falo. Es la idea que
.J. significante. En este punto es que Lacan avanza y propone que el transe - l'HLámuy presente en Freud y es lo que le hace pensar qu e el clítoris tam-
,.. A,; -xualista es, en tanto significante, que no quiere más de esto (lo que le to- bién pued e hacer las veces de falo. Él lo liga direct ament e con esta posibi-
,,.. 11 có en suerte) y no en tanto órgano. Cometiendo el error -dice Lacan- lidad de la detumescencia y la tumescencia, es decir, con la alternancia
"error común" 5, de no querer ser "significado falo por el discurso se- que implica un órgano que tenga la capacidad de erección. Vean cómo lo
xual"6. El error es entonces, querer forzar el discurso sexual, en tanto sim- dice Freu d: "Esta parte del cuerpo que se excita con facilidad - parte cam-
bólico, en un pasaje a lo real, es decir, forzarlo por la vía de la cirugía. biante y tan rica en sensaciones- ocupa en alto grado el interés del niño." 7
Hay un errorcomún, dice Lacan, en confundir lo real del órgano con su A su vez, Lacan en el Seminar io 4 dice qu e el " ... el falo, no es el apa-
articu lación al significante en tant o instrumento , que se ve patéticamente ' IILOmasculino en su conjunto, es el aparato genital masculino exceptua n-
en el ejemplo de los transexua listas, Con las consecuencias fune stas que a, do su complem ento, el escroto por ejemplo [... ] la imagen erecta del falo.
nivel subjetivo, traen en mu chos casos las operaciones de los transexuales. Esto es lo fundam enta l, solo hay una " 8 . Vean cómo lo plantea con todas
lns letras. Ent onces, la pregunta ahora seria la siguiente: ¿Por qu é la erec-
3 Ibídem .
4 Ibídem. FREUD, Sigmund , "La organización gen ital infanti l", en: Obras Completas, Vol. 19,
5 Ibídem. Amorror tu , Bs.As., 1986, pág. 146.
6 Ibídem. LAcAN, Jacques , El S emina,'Ío, Libro 4, La relación de objeto, Paidó s, Bs.A s., pá g. 52 .
... 40 Á 41
FAB IÁN NAPARSTEK .A INTRODUCC IÓN A LA CLINICA CON TOX ICOMANIAS Y A LCOHOLISMO .A

ción es un rasgo que permite identificar al falo? Es crucial para enten der y u partir del Edipo, esa alternancia del órgano es leída como falo-no falo,
muchísimas cosas de la enseñanza de Lacan y de la obra de Freud. u como presencia-ausencia.
Laca n señala que el falo es más importante por su ausencia que por su Bien, ahora vamos a poner estas cuestiones en relación con Juanito y
presencia, que es un poco lo que decíamos antes. ¿Cuándo alguien entra l on un caso clínico y ver finalmente , si podemos dar una vuelta más sobre
en el complejo de castración? Cuando se topa con la ausencia de falo. In- In tesis lacaniana sobre la toxicomanía. En realidad, nos vamos a referir a
vierto la cuestión, si estamos en la premisa universal del pene, allí no hay Juanito, porque es de allí de donde surge la tesis lacaniana de romper la
ninguna castración, porque la premisa dice: todos tienen. Es decir, que allí 1elación entre el cuerpo y el pequeño pipí. Vamos a apuntar a uno de los

aún no está instalada la castración, es la premisa básica de la que uno par - nspectos en los que se centra Lacan, respecto de la cuestión en Juanito.
te para que después se instale la castración. Por esto Lacan dice que es más Por un lado, Lacan plantea que el falo era el centro del mundo de Jua-
importante por su ausencia que por su presencia. De modo, que es a par - 11ito y en un momento algo camb ia y dice que el pene de Juanito empieza
tir de su ausencia que se instala la castración en tanto tal. Por consiguien- 11convertirse en algo real, " ...su pene empieza a moversey el niño empieza a
te, Lacan ubica con mucha claridad que lo fundamenta l del falo es la al- masturbarse [...] Este es el dato bruto de la observación . Entonces, pode-
ternancia entre presencia y ausencia, sino no tendría el valor que tiene en mos pregun tarnos si no hay una relación entre este hecho - irrupc ión de
la estructura. Sin embargo, uno podría seguir preguntándose , por qué el pene real- y lo que surge en ese momento, es decir la angustia" 11. Hay que
pene tiene pregnancia imaginaria sobre el falo - así lo plantea en el Semi- destacar aquí la independencia del pene - marcada por Lacan- en la expre-
nario 3. Lacan termina respond iendo varios seminarios después , con el ar- Hión: el pene empieza a moverse.Tenemos hasta aquí una relación entre el
gumento de que la característica esencial del falo, en términos simbólicos, pene, la angustia y lo real, pero Lacan avanza y dice lo siguiente: "No ven
es la de indicar la ausencia, y aquí afirma que: " ...el falo es más significa- róm o se introduce aquí,c uando aparece en Juanito, bajo la forma de una
tivo por su caída que por su presencia " 9; cuestión que ya habíamos remar - p11lsión en el sentido más elementaldel término, algo que se menea, el pene
cado. 1cal, y el niño empieza a ver como una trampa lo que durante tanto tiem-
Por lo tanto, el avance siguiente, ya no tan explícito, es articular la pre- po para él había sido el paraíso, la felicidad? [...] Pero en cuanto a la pul-
sencia y ausencia simbólica del falo a la alternancia real de la tumescencia Hión, su pene real, se evidencia ese despegue del que hablaba hace un mo-
y detumescencia del pene. Es decir, que lo simbólico del falo, en tanto au- mento." 12
sencia y presencia, se art icula a lo real del pene en tanto tumescente y de- N uevamente pone el énfasis en un pene que cobra independencia, que
ºtumescente. Así ent1eñcto cuando La can enuncia que : " ...la detu.rñ'escen- 1cmenea, que se agita, que se mueve. Freud hablaba de esa parte cambian-
cia, en el macho, ha engendrad o esta convocatoria de tipo especial que es /e y tan rica en sensaciones,pero ind icando en el párrafo que se trata de una
º.
el lenguaje articulado" 1 Lo resumo de la siguiente manera articulando p11lsión en el sentidomás elemental,y nosotros ya lo habíamos marcado cuan-
ahora los tres registros. Si en lo real hay un órgano que tenga la altern an- do dijimos que el falo se inscribe en un organismo. Cuando antes decía-
cia real de la detumesce ncia y la tumesce ncia, eso en caja muy bien imagi- mos que elfa lo transforma al órgano en un instrumento , decíamos, en los
nariamente con la alternancia simbólica de la presencia y ausencia. Vuel- 1érminos que introdujimos ahora, que el pene real, o la pu lsión más ele-
vo e intento explicarlo por otro camino. Es un hecho real que ese órgano mental. puede empezar a ser mane¡acla-no áelt odo por supuesto- ~ par-
-s ucede en los animales- tenga la posibilidad de la detumesce ncia y la tu- tir de insuumentarlocomo falo.
mescencia y esta es una alterna ncia que, a partir de que estamos en el len- Por un lado hay una equipa ración entre pene real y la pulsión . Por el
guaje y, especialmente, para la neurosis, es leído como ausencia y presen- otro, se muestra que el falo cumple la función de intentar atrapar esa pul-
cia de falo. Es decir, que es esta capacidad de que sea un órgano eréctil lo Hión más elemental. Es decir, que en Juanito aquell_Q_gue tendría que estar
que produce esa pregnanc ia imaginaria sobre el falo. Consecuentemente, unudado al falo irrumpe como real, por supuesto, con su cara pulsional, y

9 LACAN,Jacques , Seminario JO, La angusiia, clase del 6-03-1963, inédito. II ldem 8, pág. 227. El subrayado no pertenece al autor,
11 ldem 8, pág. 228. El subrayado no pertenece al autor.
!O LACAN,Jacque s, Seminario 19, O Peor... , clase del 19-01- 1972, inédito.

42 43
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCO HOLISMO •

pr oduce anguMrn, Es en ese momento , qu e lo qu e llamé la inscripción del ¡¿n, sabe que durante el estancamie nto algo lo hace sentir bien y sólo cuan-
falo no alcanza a darle una envoltura al pene como real) no logra hacer fir- 1In se empieza a poner ansioso, "se acelera" y las cosas le salen mal. El ace-
m emente la fusión, el anudamiento, como lo decía Freud. lrrc lo lleva al "c hoqu e", choq ues efectivos con diferentes m edios de loco-
Llegado a este punto, voy a comentarles un pequeño caso clinico que, 11H>c ión que po nen en peligro su in tegr id ad fisica y la posibilidad de tra -
entiendo, se puede ver que no se ha ro to el matrimonio con la cosita de ha- hnjar. Del choqu e -dice- vu elve a "estancars e" , aña de así el siguiente co-
cer pipí, que la droga no ha servido para romper con ese matrimonio. Es 111 cntario: "Po r momentos me empiezo a "e ngancha r" con un a min a, con
un caso, donde creo qu e se mue str a cómo la dr oga ayuda a mantener ese 1•1análisis, pero no m e quiero dejar llevar." Dic e: "miedo a engan charme ",
matrimon io. Un sujeto dice que desde los 12 o 13 años está quedado y no "me que d o enganchado en estar solo, masturba ción , la droga, engancha-
sabe cómo abordar a las chicas . Añade que cierta s cosas, en diferentes ám- do con el pito " y completa, "debe haber algo del exterior que me saqu e de
bitos, le son "in manejables", llegando a la conclusión de que hay algo que ull i" .
con las mujeres le resulta" inmanejable " . Una enunciación que marca es- H asta aquí el caso. Lo primero que uno pu ede evocar es aque l per so-
te tiempo , dice así: "soy la debilidad de mi viejo". Debilidad que en un 1111j e que vivía metido en su tonel y no quería salir d e allí, m e refiero a Dió-
principio es tomada en un sentido sexual, de su relación pasiva con respec- f!l'fies. Pero bien , les prop ongo ordenar el caso en los tiempo s descriptos
to al padre , pero que, inmediatamente, se enuncia como :"par a mi viejo era 111nes. El tiempo que nominamos uno y que este su jeto nombra como es-
inmanejable lo de tener". En este punto cuenta que le ha resultado siem- 111r "estanca do ", estar en el tanque solo, en la ma sturbación, "en cogi do ",
pre complicado tener erecciones, habla de su eyaculación precoz y relata la 1~ donde hay una recup eraci ón de satisfacción autoer ót ica por la vía fáli-
siguiente escena: "Siendo mu y chico tuve una erecc ión y me la enganché l u, sin el de spla zamiento del sinto ma analítico: "e ng anch ado al pito".
con el cierre, ahí quise llamar a mi mam á pero sabía qu e si la llamaba ha- l'icmpo que Freud llama onanismocomosoldadura.D e lo qu e se qu eja en
bía algo mal" -y agrega al final- " ... así qu e no me la llamé má s". A partir 1 ~te pun to es de que el falo, en tanto inscrip to, no se pone en función.Te-
de este momento recuerda una serie de reproches insop ortable s d e muje- 11cm os pues, la escen a del tanque y luego aparecen las relaciones edípic as
res y de su madre , re sumidos todo s estos en un : "no se calienta por nada". r 11la escena con la hermana -que ya estaban pr esentes - , pe ro en donde ,,-
-J ~J
1lcbería poner en jueg o su falo y hacerlo circular . Ante esto aparece el "no
Rememora pues , que en la escena donde se la engancha con el cierre,él es-
taba dentro de un tanque de agua vacío en posición de "encogido" y dice
que la erección es por la postura, ya qu e cada vez qu e está encogido tiene
111 c la llamo má s", el "no se calienta por nada ", la inhibi ción.Por lo tanto ,
r l estancado ind ica la in scripción del falo, pero con un a dificultad para po-
J~,· l.~
una erección. Tenemos además el recuerdo de una escena, qu e es posterior 11 c rlo en juego, para ponerlo en función, para hac erlo circular o pasar de
a la del tanque , resumida en estos términos: escondido con su hermana en 111masturbación al síntoma o al amor.
la cam a, ambo s tapados, subrayando que fue la primera sensación sexual y Es un sujeto que , como comentaba hace un momento , padecía de eya-
que n o qu ería que se fuera; tuvo una erección terrible y estaba excitado. l 11l ación preco z y que según Lacan conviene llamarla "d etu mesce ncia pr e-
Seguidame nte explica que eso le generó culpa e inhibición , y aclara que en 1 oz". La "de tum escenc ia precoz", como un mal m enor ante un mal ma-

la escen a del tanque no era algo sexual, había erección pero no sentía la ex- yor, en tanto es preferible sustr aer el falo antes que advenga la castraci ón ,
citación, diferente era estar en la cama con una mujer. "que es percibida en el acto sexual como amenaza" 13 . Ante esto se qu eda
En la actua lidad no puede soltarse con las muj eres, prefiriendo la mas- r ll el tanque esperando que venga el Otro a sacarlo; o hay, por momentos ,
turbación y el pl acer por estar solo, lo cual es acompañado por el consu- 1111 intento de salir d el tanque con el acelere, por~ vía delQ?saje al acto,
mo de ciertas drogas que lo ayudan en esta práctica solitar ia. Así es que , r N dec ir, que no impliqu e m etabolizar ese goce, desplazar lo, o h acer de ese
luego de un a prolongada ausencia en el aná lisis, dice encontrarse "esta n- 111gano un instrume nto que le posibi lite acceder al Otro , al Otro sexo. O,

cado", me "estanqué ", m e: "m etí en mi mismo"; que algo no lo deja avan- 1 orno dice u can , hacer del cuerpo de la m ujer la metáfora de su goce y
zar y que en realidad es lo que le pasó siempre, agregando que acá en aná- que, desde entonc es, pu eda separar el go.:.e~ cuerpo. De igual forma ,
lisis las cosas fueron saliendo, estaban cambiando y" volví a estancarme".
Inmediatamente aparece la referencia al "estar en el tanque" y, sin embar- 11 l..ACAN , Jacques, Se minari o 14, La lógica del fantasma, clase del 24/05/1 967, inédito .

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• 45

FABI ÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLIN ICA CON TOXICOM ANIAS Y A LCOHOLISMO .A.

hacer de la mujer la metáfora de su goce - podríamos decir, hacerla su sín- ll1m·nsión original. Eso es lo que está en cuestión en este caso - Juani -
toma, que sería pasar al tiempo dos- puede implicar enfrentarse al goce de 111 1111\_
una muje!\ Se está refiriendo fundamentalmente , y con lo que sigue, a la función
De este modo , hemos ubicado en el campo fálico diferentes ITifilll![aS di I pudre, la ley y la castración que permiten poner un orden, sea simbó-
de recuperar goce: la masturbación a la cual va anudado en este caso el 11111 o imaginario en lo real del cuerpo que aquí aparece representado por
consumo de droga, el onanismo como soldadura y luego el síntoma , como . 1pt·ne real, pero que no deja de ser la pulsión , su organismopulsionalo co-
posibilidad que en este caso no aparece. Es diferente de lo que relatába- 11111 lo llama en el Seminario 4, con el nombr e de "goce real" 15 • Es por es-
mos de Juanito en tant o había allí un a irrupción del pene real -digo aho- 111que mucho más adelante llega a decir que el pene es traumá tico, ha-
ra ruptura con el falo, aunque en Juanito hay que tener en cuenta que se lih111<lo de Juanito; recuerden que en Freud lo sexual era traumático , pero
encuentra en un mom ento constitutivo. Esto es ent onces diferente del ca- 111Nexual en tanto pulsional. Lo que C@ieroproponer es que este sujeto, el
so clínico, en donde el sujeto ha hecho el anudam iento - no hay irrupción d 1•I cuso clínico, está, a mi entender , en la "posición del soltero". Es más
del pene real- pero no lona podido poner en función, producir la~ t11r 11el que está casado con su órgano y no con el Otro E º· Es p..9r tanto _
dones que le permitan acceder al Otro sexo. - -- 1111 sujeto que no ha roto el casamiento con el pequeño pipí y, en este ca-
Todo sujeto cree, desde-;; yo, p~er manejar el falo a voluntad, es un 11,la droga sirve para afirmar la alianza con su órgano.Pe ro, antes desta-
creenc ia narcisista anudada fundamentalmente al registro imaginario. Es ,11nos también los intento s del sujeto de salir de su dulce hogar, t:! tan-
así que mucho s sujetos encu entr an que, en determínado momento, el fa- que, sin que ello implique pasar por la palabra, o sea en el pasaje al ac_!2.
lo no les responde a su voluntad - tal el ejemplo del caso clínico relatado 1los caminos para salir, entiendo yo, de la "posición del soltero ": Uno es
con la eyaculación precoz . Y se ve claramente cómo responde a las leyes pur la vía del significante en el campo fálico y esto, en todo caso en al~
del inconsciente en su faz simbólica , es decir que responde al sujeto, pu- 1111s sujetos, posibilitaría un análisis. Y la otra es la que muestra este suje-
diendo en alguno s casos hacer de eso un síntoma. La idea de Freud era 111, en tanto es una vía que no impl ica el significante; él decía que no se
que, por ejemp lo, el que tiene imp otenc ia es porque el partenaire sexual quería dejar engan char por el análisis, por una mina, por el Otro de la 12a-
se parece mucho a la madre , y estar con la madre traería apare jado la lnbra, podríamos decir nosotros. Está el int ento de enfrenta rse a la pulsión,
castrac ión , entonce s no se le para , no la puede usar, se la van a castrar ~11sLraerse del órgano cuand o se1e hace insoportable -tr aum ático como
- lo que Lacan llamaba la detumescencia precoz. Cuando encuentra que 1lt·cía Lacan- por el camino de lo real. Aquí la droga también toma su lu-

eso responde a alguna razón, aunque eso no arreg le la disfunción ya eso ¡¡nr en algunoscasos y ya no es cuanao permite el casamiento, sino cuan-
lo deja más tranquilo. Y se entiende por qué , porque eso al menos res- do este casamiento se le hace insoportab le y posibilita su rup~ Allfse
ponde a alguna ley, finalmente eso está anudado a la palabra, otra cosa 1ompe el casamiento con el falo y el sujeto sale del cam_podel Otro en un
es que n o respo nd a a ninguna razón. Otra cosa es que alguien diga que pnsaje al acto.Lo cual indica que si por la vía significante no se 12uede sa-
estaba en cualquier situación y se paró sola, ¿se entiende la extrañeza de crificar el órgano, algunos sujetos lo inten tan hacer no quer iendo saber na-
la cuestió n? Es decir , que eso n o responda a ningún tipo de ley. En algu- iln de la palabra y de lo fálico -e n el caso que les relaté er!_por el pasaje al
nos casos de psicosis se ve muy claramente este fenómeno. Pero en Jua- ncLo, yendo al choque.
nito remarcamo s cómo ya no el falo, sino el pene real cobra independen- En otro caso, el sujeto definía un a primera modalidad de relación al al-
cia y, en este sent ido, no solament e ind epend encia del yo y la voluntad , 1 ohol, a la qüe ffllam aba "bebedor social" y podríamos decir que a ese su-
sino también del inconsciente ret órico del sujeto. El pen e real no s~ /cLo, en es~ ~ nJo, el alcohol le servía para acceder al Otro sexo, es d~-
cuentra anudado al yo narcisísticamente ni a la m etáfora y a la metoni- t ir que en los término s planteados sería para poner en funciówfa lo. El -
mia que repre sentan al sujeto, porque para eso le haría falta quedar en-- decía que bebía par a: "tener actitud es más resueltas, más valentía, encarar
vuelto por el falo simb ólico e imaginario que le permitiría realizar ~
ciones. Por e so La can observa qu e: " ...el orden simbó lico, como distim<> 11 Idem 8, pág . 239.
de lo real, entra en lo real como la reja de un arado e introd uce en él una ,, Idem 8, pág. 243.

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXI COMAN ÍAS Y ALCO HOLISMO .Á

mejor". Esto estaba dicho sobre el trasfondo de una supuesta eyaculación 1 1110 de mantenerse casado con el falo o en un intento de pone rlo en fun-
precoz y de cómo hacer para que la mujer gozara en el acto sexual. En un ' h111,finalmente se desamarra, se suelta del falo y provoca la manía.Por el
segundo momen...1Q,Ja modalidad de relación al akohol cambia a unafo r- 111 ICO.
ma que él llamaba "bebed or alcohólico" o su "declinación alcohólica", an- l ..avez siguiente voy a tratar de trabajar fund amenta lment e, algunas
te lo cual decía;e ntr e otras cosas, que eso implicaba estar fuera del sexo 11111iones sobre el goce y volver sobre la satisfacción propia del toxicóma-
sólo satisfacción con el consum o de la sustancia, a lo que el sujeto deno- 1111.

minaba comp ulsión a tomar. Este fuera del sexQJQ. entiendo como_ruptura
con el falo, es decir, fuera de una satisfacción fálica.,_
Por último enton ces, he ubicado dentro del camp o fálico una distin- l'icmpo O Tiempo 1 Tie mp o 2
ción de dos diferentes modalidad es de satisfacción: 1) Por la vía qu~
mos llamado onañís'mo comoso ldadura , que implica un goce autoetótig¿_
Puro autoerotismo Onanismo como Síntoma r J.
soldadura t: '-''11sí,,.
anudad o al falo y que tiene la característica de ser estancado. 2 ) El sínto-
ma o el amor qu;- implica el desplazamiento y el juego significan~, Pene real. La pulsión Inscr ipción del falo Puesta en función
las ecuaciones fálicas que darían la posibilidad de un análisis. A su .;ez--:es=- más elemental del falo
to conlleva la puesta- en fuoc ión del falo. Vale la pena que distingamos la
inscn pc1on del falo de su.J!!!esta en función , en el senti o e hacer uso de C,oce real Goce fálico: Goce fálico:
algo de lo C@euno dispone. Quiero decir, que si está inscripto el sujeto en estancado Desplazamien to
un segundo tiemp.2_.P uede hacer uso o no de ese falo.
Y finalmente, hemo s dejado en otro lugar una satisfacción, que Lacan
a la altura del Semínario 4 llama gocereal, que no se encuentra anu dada al
fa~ una sat1sfacc1ón füera e la regulación fálica que Freud llama el pu-
ro autoerotismo. A esto último yo lo llamaría la verdadera toxicomanía en
el sentido de la tesis lacamana . Es decir, donde efectivamente, la__dmga_
permite romper con el falo y se pierde toda medida. El exceso_propio de
la toxicomama muestra muy bien ese fuera de regulación fálica. Si hay_una
función ~e tiene el faloes. porexcelencia, noner medida aTascosakLa-
can lo dice con todas las letras cuando piensa que el falo es un a moneda
de intercambio; toda moneda es una medid a. A mi gusto la sobredosis ha-
~ens arla como fuera de la medida fálica. La posible ruptura con
el falo es lo que hace que se pase a la man ía por el tóxico, entendiendo a
la manía, como aquello que lleva al suJeto por -fuera de un anclaje fálico.
De este mo CÍo,sigciendo lo que hemos desarro llado~ueden ve;ificar di-
ferentes usos de la droga. Hay un uso de la droga que, en el caso del "es-
tancado", fe nabla permitido mantener una satisfacción onanista estanca-
ª· Le habíapermitido mantenerse casado con su órgano. Hay otrouso
que permite a ciertos sujetos tomar coraje y enfrentar al Otro sexo y¡i'o-""'
ner en función el falo. En este caso parece más bien una muleta para el fa-
lo, son los consumidores del rendimiento. Aquellos que le agregan um
muleta al falo.Vimos tamb ién, cómo aquello que puede empezar en un in-
48 49
Clase V

Los GOCESy LA TOXICOMANÍA

Fabián Naparstek

En el d.::~arrollo de hor vamos a tom ar específicamente: la salisfacción


propia ciel toxicóma no o el alcoho lismo. De algun:i manera, e: recurrid o
q ue vcn im0s haci endo ha dado vuelt as alrededor de esta c uc~rión; pero,
para abordar la clinica con estos sujeto s pod emos plantearno s, como una
pregun ta, qu é_pp-9 de saúsfacc ión enco ntramo s en la to)ficomanía y d al-
coholismo. H~ un dato de la dínica qu e se obt iene algún tip o de satisfac-
ción mi ~onsumo. Pero ¿de qué tipo c.k~a1isfacción se trata? UsLcdes sa-
ben que no todas las formas d e satisfacci ón son igu ales. Es lo que vimos
en_:g l malesta r en la cul tum", cuando decíamos qu e algunos encontrab an
res puest as p or la vía de l amor, por la s_ublimación o el sínt oma, como for-
ae
ní as a n ¡)Ulsional, aunque bien diferent es, que atra-
salid a la sat isfa<.:ció
viesan di fi!rentes recorri dos.
Ear.i fü:gar a ese punto voy a dar algunas nociones sobre el concepto
df(g oJ y luego v.iruos a tomar un anic1.1lode J.-A. Miller que be llam a
"Pant una investi_¡¡ación~obn: t!I goce autoe rótico ", que habl a específica-
mc:ntc:o dir ectame nte sobre la toxicom an ia 1• Vale la pe na ten er en cuenta ,
como primera cuc:sLión, qu e lo que Lacan llam a gnce no figura como tu l
conce plo en J:<'reu d en tant o tal, al meno s nominado dt>-:se mndo. Sin em-
bargo, tenemos una idea mu y clara ~n Fr cud de lo qu e luego en Laca n se-
rá el goce, qu e está ~xprcsad a de diver sas mane ms. Es decir , que es La can
quü;n cx 1rae esa idea de Fn :ud. Lacan hace de una idea freudi ana un con-
cepto cent r al en el anda miaje de su em c1i.anza; es un c.oncept o muy raro,
por lo meno~ para la época de f reu d, por qu e rompe con una conccp1..ion

i\-tu..um, Ja(:c;11es-Alain, "Para unu mve;;tigoción ,ohre el goce auto erÚl:Co'', en: S.i-
,'21c,¿,,r-<'y m?,úrn iti:ul,AL\..d - TyA, Il s. A~., 1993, p!ig. 13 u 2 1.

51
FABIÁN NAPARSTEK
A., INTRODUCC IÓN A L.4 CLINIC,~ CON TOXICOMA NÍAS Y ALCOH O LISM O A
d e ar'los y anos. Según Lacan, es una concepc ión que ap arece en Sadc _, asi Anarquía y acefalía tienen la m is~na connotación. Es decir, que nu resp on -
lo plan tea en su texto "Kant cnn Sadc". EHa concepción rompe con un den ñun";-mo v menos aún al su jeLo. En algún sen tido 1ª satisfacc ión d e la
pens amiento m u y antiguo, con la idea del hedonismo que parte de Aristó- puls ión e, par~ la~ atisfacción misma. Uno podría decir que Dora se sati s-
Leles . Se trata de la idea que hace coincidir la satisfacción con el bien. Es fal·e oralmem é; lo decim os conñ'iññi.eme, pero estr ictament e, e~ la p ulsión
d ecir, que creer que todo aquello que nm da satisfacción es Lm bien para om!. la que se satisf~e ahí y n9..Dora. Es lo que Preud termina diciendo
el individuo es 1.maidea que llevó mucho tiempo a lo largo d el pemarnien- cuando plantea que IM labios se besan a ':iimismos. Por nu·o lado, se tra-
to huma no. i\lás bien :rreud sostiene, y esta es la idea rara , quc_hay mu- ta de una satisfacción que no tiene ningún valor de intercambio , ni utili-
chas cosas que no:; da n sa tisfacción y gue ng impliG"!_I_J.
!lÍngún bien p ara~ d(l0 alg~ , ni para misotrO$, ni para el sujeto . Estas i1~a~ q:1~ están _!tm-
ind ividuo. Digo para el individuo, no hace fa lrn que haya nadie que esté damentalmente en la obra de F r eud l'.11 ri,:lac _is!.!:1
con la pu ls1on son a las
sancionando desde afuera para decir si eso e~tá bien o no está h ien para 10111inando gos:e. Él lo va a decir con todas las le-
1 que L acan t ermina dc-;-
ese ind ividuo. Hay c11~asque dan c,atisfacrv-iúny aparccl'n ClJffiO u~i - tras en "Las c harlas de Saint Annc". Lo que él llama goce no es más~ ¡u_c
miento, por ejemplo, la idea que Freud tiene sobre el síntoma suponLque la pulsión de pi.~te freudia na, y lo dice así: "Dns cosas resultaro n pues-
es sufrimiento ., y _que mantiene incon~cientemente una rn ri<= :facció ~ . l.{1 La<;e·n evid enc ia por Freud y por el discurso analítico, es tuda la gama del
que en el smtoma u: pn:scnt:, para d individue como un sufrimiento tie- goce.[ ... ] Quiero dec ir, todo lo que se puede hacer tratando convenien.te-
ne, a través del síntoma, su contracara de satisfacción. También se pres~1- mente a un cuerpo, incluso su cuerpo, todo esto en cierto grado paruc1 pa
ta en la idea de la pu l~ión de muerte, en donde hay un::i tendencia de s3.1- lid goce sexual. Pero del goce sexual mi smo, cuando quie ren poner\: la
tigfacción ,¡uc va h ac ia la muerte. Asimismo, se explicita muy fuertemen - mano encima, si puedo lbm'"1rlo así, ya no es para nad a sexual Y se pier-
te en la primera idea freudiana del principio de i placer; lo que se1ia el pla- de.[ ... ] No hay sín tesis, a menos qul' U!>Lcdcs llame n s íntes is a que no hay
cer, el puro principio del placer, de alguna manera tambié n llevaría a la má~ goce que el de morir." 3 Se ve que finalmente lo deja re<lu cido algo -
mucm; y no es para na da adaptativo. En cuanto al prin cipio del placer, us- ce de morir, o al goce de hl pulsión de muerte.
tedes saben que P reud se vio obligado a oponer le un princ ip io de realidad , La otra noción del goce es una noción 4u.: proviene del discurso jurí-
para p en sar la idea de qu e el ~er humano se adap ta a Sll mcdiü . Es decir, dico y¡;s' la no ción de usufructo. Cuando en el discurso de las leyes se di·
si uno alucina en su eños que. est á comiendo y logra una satisfacción alu- ce que puede hacer uslúructo de tal hien, implica el disfrute de la c.:o,aen
cinawria, el desen lace en el hcrizonte sigue siendo la muerte. Es el prin- t anto se u·ansforma en un objeto de apropiación. Uno p u ede gozar como
cipio de realidad que le hace u n conrrapunro y cu2r1do un o :,e despierta ,1uicre, jurídicamente hablando, de aquello que posee. Por supuesrn, con
b.acc que uno v uelva a ten er hambre y se prnc:ur e la alimentación. ciertas restr iccionc8, siempre y cuando no invada el campo de los otros. Y
Así es que La~an qefin,eel .concepto de goce muy al princ.ipio M_& - lo que plantea Lacan es que el d iscurso jurídi co lo que intenta hacer es re-
minario 20. Se pregunta, ¿qué es el goce? Y re~pondc que: " .. ..se reduc e par tir, es ordenar ese campo del goce. Di<;e ~,sí:"El usu f::ucto , qu íe~e decir
aquí a no ser más g ue una in~tancia n egaliva." 2 . El go¡;e es lo q ue no sirve se
que puede gozar de ~us me dios pero que no hay que ~e8p1llarrar lo,
para nada. Lo define con todas las letras, e i.nsisro, que lo exu ·ae de Freud. cuando se tiene el usufrm:to Je una h ere n cia, se puede gozar deella a con-
Cuando Freud hab la de la sat isfacción del chupeteo muestra muy btcn dición de no usarla demasiado. Alli reside la e:,encia del d erecho, repartir
que Lll1acosa es que d nifi.o se alimcnl e y otra, bien c..likrente, e, que a~e- distr ibuir, lo que toca al goce." 4 Es decir que el derecho inten ta distribuír
más h aya u n p lus, haya una satisfacción en más y que efectivamente, eso álgo del goce, también es en un sentido una id ea muy freudiana, que cuan-
n o sirve absolutamente para nada. F.s más, la idea d e Freud de la pulsió1, do trabajemos la cuestión paterna lo vamos a retomar. Pero, la idea de
es que la pulsión es acéfala. Uno puede habl.:1r de la pubiún oral de Dora,
o de la pulsión anal del 'hombre de Jás ratas', pero, el sentido estricto de
Frcud es que cuando la cultura se con stirnye en cultura, es decir, una vez

F reud e~ que la pu lsión es anárquica, eso implica que no es de nadie.


L 1,c.\N, Jucc.ue~, "El saber de l psicoanalista, Charlas en S,1iute Anne", 1971-1972,
clase del. 0··1--11
-197 1, inédito.
UICX'1, Jacqnes, Et' S,,, .,,:,,w·iu,Lihro lO, Aúr,, Paidús, B, . A, ., 198:i, pág. 11. Liem 2.

52 53
FAB IÁN NA~.t,RSTEK

que se ma t a al protopadre y luego se realiza el pacto fraterno Frcud po-


INTRODUCC IÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISM O

Vean qué tajante es Lacan . Si hay una definición del goce, es la r ela-

ne el acento en esto y no canto en matar al protopadre-, hay ahi una-'-iis-
tribu cj(ln del goc e. El pacto implica que ninguno de nmotros va al l1Jgar_ ción del ser parlante con el cuerpo y es interesante, porque ~ca n se oc~-
Je! pro topadre y ,e reparten el goce qu e tmia el padre, el protopadre n.1i- pa de disti nguir lo que es propio del an imal y lo que es pro~110 de la ma-
tico, que, supuestamente, era un goce tot~l. Finalmente, la idt:a de Freud quina. En esla c:poca de lo~ '70, t:uam.lo d hablaba de la maquma, se re-
es que d proropadre gozaba de todo, go:,;aba de todas las mujeres. Hay fería en muchos de los casos a las computadoras. Tengan en cuenta que
cierta idea 1lotando ahí ., dt cómo se las arreglaba n 10 8 hijos, si la homose - e ra una epoca en 18 t¡ue hHbí:i mu y pocas rnrnput~duras Y, pu_~supucs~o,
xu alidad_, si la masturbación, pe ro no e, el punw. El pu nt o central es que no existía la comp uta dora persona l.Y él ahí establece una relac1on muy 111-
el padre tien e todo el goce, que lo m ata n y, un a vez qu e lo matan, la cues- teresante, prec isando qu e, del lado del anima ! tenemos el cuerpo,_ pero no
Lión para Frcud es que sólo se arma fa cultura, en tanto ta l, una vez que el lenguaj e, y es así que en m uch as ocasio nes se pregunt a de que go;:a la
los hermanos se po nt'n de acuerdo y se reparten el goce, con una manera 05 tra O el aguijón de tal animal. Está la suposición de l ser par lante de que

ba stante singular de repartirlo; porque 110 dicen a mí nH; tocan diez muje- allí hay un goce . Siempre doy el ejemplo de un a persona a la que se Je ha-
res, a vos tres, a vos dos, sino que Sl: la reparten por la negativa. Es decir, bía caído el ne rro del balcón y decía qu e se ha bía suicidado; pues, amiquc
se asegunm que al m enos _una n o l'an a tener; que no puedan gozar~ al convien e ha~er cier tas distinciones con los animales domésticos igualmen-
menos una_, es lma maner:-1 de repart,ir. Todos no s aseguramos que nadie te se not a la suposición de l goce del perro. En cambio, de l lado de la com-
va ate ner a todas, se r epart e p or lo lJUecada uno se pierde. Y allí comien- put adora tcncmn s un lenguaj e, pero que no roca el cu erpo y es lo que pr e-
za la ley para Fn:ud, es una manera de accnLuar esa historia, es domlt: por ci,amente, la distingue, si bien también se le puede suponer un goce.
primera vez, en términos freudianos, se h ace in terveni r la ley. Por ejemplo, suele suceder que la computadora se cuelga cada vez qu e
Ahora bien, demo~ un paso má s, ¿qué es In primero de lo cual w 10 pue- la necesitamos, pero de lo qu e no nos damos cuenl a es qu e cada vez la ne-
de hac er usufr uero? Lo dice un poco en la cita ant erior: "Fre ud p l•ne de cesitamos más: Podemos decir que se cue lga por casualidad ; pero , en rea-
manifies to toda la gam a del goce, es det:ir todo lo que se puede ha ~ r ~ - lidad decimos: "me lo hace a propósito", es ponerse paranoide con la con:-
can do :Onvenientemcnte a UJ1 éuerpo, iµclu so ~u cuerpo." 5 Es decir, ().lle putadora. Si bien uno le pued e emp ezar a suponer un cieno goce, hana
hay una relacíón estr echa enLre el cuerpo y el goce . .Es más, la idrn de La- falta qu e ese lengua je abstracto tocase un cue rpo para que _eso devenga
l'an es q uc d lugar del gol'e es el cuerpo. En esta época qu;: esrny leyendo, un goce. Para que ei;n deveng a goce, quiere decir que en algun puntl: esa
afios '70, L.acan empieza a aeiinir el ser humano com o lo que éi va a lla- relación se transforme en un sintoma. Y, al revés, en el tema de_los amma-
mar eJpar/et'¡¿_Ya no tanto por que es un ser que habla, sino pnrq ue_e:s ]d)l les qu e, como no están ins ertos en el lengu aje, eso es puro mstmto. Es de-
ser que goza. No quie re der.:ír que abandone su ide a de que Jo que diferen- cir que el cuerpo es un cuerpo de in~tinto, por eso l..J!ean u! ) 1gi __1nuy_b1,.n
cia a los seres hum ano s, de los animales e~ que hablan, ~ino que ahora ,el la cucstiún del goc e en el punto de la pulsión, ya que se ve muy clar amen -
acento lo va a poner en que por ser un ser parlante, es un ser que goza. Vean te que la pulsión no es m ás que el enc uent ro del lenguaje con un _cue~po .
cómo lo enu ncia: "La dimensión en tera deJ goce a saber, la relación de es- Bien, demos un pa~o más que tiene que ver con trat~ r d0.,d 1su ngul!'_,a
te ser parlante con~ u cuerpo, ya que no hay oLra definición po .sihle del go- parLir de ahora, diferente s tipos cl_e~oce. Hay un recorrido en La can que
cc ." 6 Q_efi.!le el goce '·comn fla rdación d.e!se,·paf·/awe con su cuerpuf "Que la va hacia una pluralización del goce, al m enos, llegad_o cierto _momento de
dimensió n entera del goce a saber, la relación de este ser parlante con su su ensei"i.anza se habla rje los goces en plu rnL >foquiero decir que la cosa
cuerp o, ( ya que no hay otra ddinición po sible del goce), nadi e pi!rcce ha- r..:rnrine ahí y 1:ntiemlo qu e hay un n:tornu Je Lac:m - al.final de su e~se-
berse dadn cuenta de que es en ese nivd donde e,t~ la cuestión." 7 ñanza- a lo que él llama el goce uno, aun que convenga d1snn,gU11: dif~Jen -
tes tipos de goce. Es Jo que empien a separar cuando en el .Semmano 19
ldcrn, ·; .
hace mi.a dis Linción t:ntrt: d gol'e ~c:..xualy lo que d llama el gol'e a seca~.
l bfdt.·•n. El_g oce a secas , se ·Jos trad uzco de esta ma?era, es cua~do _un: puede de -
lb idcm . cir el goce al natura l, el goce cuando rodavia nn nene nmgun condunen'.o
d,: la ~ida humana, si bien no de la vida humana porque el goce es propio
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55 Á
FABIM . NAP,'\RSTEK A INTROD UC:C"IÓN A LA CLfNI CA CO~J TOXICOMANÍAS Y A LCOHO LISMO

de la vida hu mana, p ero no tiene ningún aditivo. La defin ición del gnce ción y de Ja etapa fálica como algo sexua do y si no hay qu e verlo en la clí-
que venía mos dan do, la defin ición y_uc llevó a Lacan a decir que el goce es nica ctin b psic osis, cúrno e~as parte s del c uerp o no tienen ~ada de sexua l.
\ la relación dd ser parlante con el l'Uerpo no es más que ese goce a seca s. Na da de sexual en el sentid o del encuentro sexu al. En el e¡emp lo del ob-
' No efü1 refiriéndose a ningún cipo de goce espe cial, s1mp l::mente que d.: i~to or aL los pechos, se ve cómo tiene qu e h aber una ope raci ón para qu e
ese choque entre el significante y d cuerpo, como result ad o, tene mos go- ;e tntnsforr ~e en un ob jeto sexual para un hombre. }:iac~ta pasar po!:..J!.
ce, llamémoslu puls ional. Rntonces, lo primero que hace I .acan para ha- castr ación . sino mu y bien p od ría ser un a glánd ula mamar ia, para tkcir lo
b lar dd goce a seca!' es dis tinguirlo de l goce sexu al. Retonw la cita que leí dealgun a ·mane ra. Gon cada uno de los obj etos sexuale: _pod ríamo s p lan -
anteriorment e: "El guce sexu al mi'>m<-'cu ando qu ien:n pon erle la man o 1ear lo mismo. F.s dei.:ir,que eso tien e que ser coloreado iá.hcamente. ~l g_o-
encima ., ya nu es par a na<la sexual, se pier de."8 ce del chupeteo, el goce de largar o rete_!!erlas heces no ucn cn, en s1m1s-
Es aquí don de entra en juego todo lu que se relaciona con el térmi no iño.ñad a de sexi:ial, es el falo el qu e hace de eso algo sexual. y ..ese goc~
falo y con lo que l:harlamos la vt:z pasada. Creer qu,i el goce coincid e \;J.lll 1

lo sexua l es, pur exce lenc ia, una idea fü!ica . fa el falo ent re otras cosas qu e
1 ase~ual, ese goc e puls iona l es al que Laca n llama ba goce a secas , es el qu_e
Lacan definía co:no el qu e no sirve para nad a -q ue uno ~e que de chupe -
hace cre er que el goee y lo sexual van de la mano. Es a par tir de que ~ 1\t~an dD por que 5Í. Es el falo ent re otras cosa s el _que nos hace ':eer qtie el
instal a la ca slración que el destete es sancion ado como pérdida dd falQ, goc-: tt:ndria alguna utilidau, que el goce scrvma para q:U~ se .... ncu euue_u
pero, retro at.'tivament e. A par tir de la casr ración toda pérdid a sanc iona~a los sexos y, una vez qtie se encu em ren los sexos l:so serv m a parn la repro-
h,1cia atrá s es vivida como castración. Pero se ve que e~ nec esar ia la imt a- \ d~cció n v a~í suce5ivame nte.
lación de la CHstración para 4ue todo eso sea significado de esa manera, ' - Más bit:n la idea de Fre u<les qu e nada en el goc e, de antemano al me-
vean cómo lo dice La can: "Y es por poder :-1rticula r el abani<.·ode los go- nos, está predestinado para la supe rvivencia dela especü:; al i.:cmtrarÍl 1, eso
ces sexuales que el psicoanáli sis da w paso decisivo, In que dem ue srni jus- lleva a la m uéi·te. F.~ cuando se introduce el falo que ese goce , de alguna
tament e que d goce que se ptidrí a decir sexual y qu e no sería apar i::ncia rnan ern, e.,lra al mercado de in terca mbio, ese goce tiene algu na utilidad,
de sexual , se marca con el indicio, na da rnás has ta nu eva on.kn, d e lo qui: pued e ser ~·endi d o y pued e ser coropradt); ese goce cü.:nc un valor. La can
no se enun cia, de lo que no se e11unda más qu e co n d ind icio d e la cas- dice que no tiene ninguna utilidad y que eso cambia, a parnr ~~ qu e se
rración."9 Lacan ha ce coincid ir el goce sexua l con la cas tració n . La idea entra en i;:l merc ado del talo, porqu e él no dudab a -como tamb 1en lo re-
qu e él plantea es qu e el falo colo rea el goce , es deci r que le d,.¡ ciert o cn- cordóbamos la vez pasa da- en llamar al falo com o m oned a de intcrrn1:1-
lor, le da cierta significac ión al goce: " Ciertamente lo que apa rece en los bio. Justamente eso empieza a tener un valor, se le puede pone r un pr e_cio,
cuerpos bajo esas formns en igmáti cas qu e son los carncceres se:,.11ales, que - 5e t:t11iend e que: el goc.: asexu al no tie ne ningu na relació n con el seU1~J~n-
no son -sino carac ter es sec undario s, confor ma al ser sexu ado, pt:ro el ser es ce.Lacan habl a del goce un o tÚialm en te, o lu que él llamad gon: tld _1d10-
i.:lgoce del cuerpo como tal es de cir como a-sexuado ."t:l ta, y es para seguir retom ando lo de la ve.z pasad ~ el pur o auto erous m o.
L'bica al ser sexuad o de mam:ra secu nda ria_, ri:,p ccco de u n goce ¡j-~e- %e puro aw oernti ~mo no sirve para nada. Es rcc_1 e~ c~an d\il~se establ ece
xuadoJ en seminario~ anteri ores planteaba que para creer que d encuen- / la fantasía , que un o tiene la creenci ¡t de qu e la sat1~iacc10n ~~ co11un _pa r-
1ro con el otr o sexo puede im plicar una satisfacción, hace falta hacer del j ienair~ co 11 la fanta sía que se agrega un objeto. La fontasta es el prime r
Otr o sexo la m~táfora del objeto perdi do. Es decir, t¡ue hay una ope n1ci6n \ 1mbito en donde apa rece unJJarwn aire, aun que má s no sea fant as~ado por
a hacer para qtte el Otro sexo sea aquello qu ~ está perdido para un o y uno 1
eri n dividuo. . ,
s¡¡Jga a su encuentro pa r::.recuperar eso de lo que~,;:. falto . La de~crip- ,- A partir de aquí se dan las condicion es necesarias para el sm coma .
ción que hac e c.k esa satisfacción pul sion al de las zona s erógenas e, llc1ma- Fr cud d ice qu e puede ser el sínt oma o puede ser otra cos a, pu _~de ~er _la
da para I ,acan a-sexual. En w<locaso, es cnlllreado a parcir de la castra - sublimac ión y no está dicho por él , pcro puede si:r el amor 1amb1en. Q uie-
/bid em. ro decir qu e el am or está sostenido por esca misma fantasía. Freu d lo dc·-
ld ~n1 3, d asc del 06-01- 1972. muestra clarame nt e con lo que él llama la condici ón erótica . Todo ~ or
14' ld en 2, póg. 14. está so 3tcni du con un a condición erótica , que no es más que la fantasia o
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FAS IÁtJ NAPARSTFI<
" INTRODUCCIÓN A LA CLÍN ICA CO N TOX ICOMANlt> .S Y A LCO HOLIS M O Á

condic ión fetich ista, según la época. El p1rnto es que en la fantasía se es- que habrí a una ruptura con el Otro sexo. Sin emb argo, Miller a_clara qu ¡;
Lablcce una relación s un partcnairc,donde uno cree 4ue para encont r ar en la t oxicomanía no se trata sólo de eso. E~ decir, que la solució n ruxicó-
satisfacc ión hace falta un cornJ1lernent(~;por ejemplo a Dora le hací a faha mana al rnales1ar rw se bmca por la vía dé enc ontrar o de hace r de l Ot ro
el hermano para agarrarie la ort'ja. Se entiende guc ya no es el pu ro autoe-
l~ etáfo~ del 01?ieto perdido, aunque con esto no alean~~ Es má s radi-
rot isrno, sino que, aun que sea en su propia fantasía ya interv íen_elll L P.11.r· cal y no alcanza con decir que no pasa por el Otro , porque 11ayforma s de
tenaire.Emonces, siJ2.art irnos de esto, si partimos de una idea de que ha }' ·¡r al encue .ntro sexu al sin encontrarse rnn la difer encia, y entonces da el
un a satisfacció n que no sirve para nada, s_ólo cw i.:mpicz¡¡ a ten er un valor, i.:jemplo de la homosexualidad masculina. En ese caso hay una exigenci a
súlll eso empieza a tener una ut ilidad , a partir de la instalación de esa fan- de que haya un cuerp0 , existe la pr esenc ia de un cuerpo_, pe ro con la pr e-
tasía. Recuerden qui.; nosotros h abíamos ligado ese pumo con la inscrip- ten sión cic quc ese Cl~ rpo tenga k>mismo lJUCJode un~ fa decir, que és
ción del falo , así lo habíamos nombrado y habíamos man :adc>y_uc, uiíai:e i a iñia gm y semejanza de sí mismo, esta es, a su vez, la id ea de la homose-
qu e éste eslá inscr iprn, tenemos la posibilidad de la puesta en función (\el xüfilíruíd-en Fre ud . Se acuerdan cómo lo pla neaba en Le onardo; él iba~cn
falo. La puesta en función dd falo e~, cuando a eso se lo pon e en el mer :. liusc a de lo nii smo, bu eno cualqu ier homosexua l va en busca de lo mismo.
cado de intercam bio y, e~to, por supuesto, implica arriesgarlo, _ubvia mcn - Se enamora desde el lugar de la madre , identificado con la madre y desde
te con la lógica proph del falo. Hay que hace r una salvedad muy fuerte ese Jugar se enamora de m uch ad io~ que son idént ico~ a sí m ismo. Pero se
respecto de la actualidad porque el mercado ya no responde a lo mism o. ve que ahí se precisa el encu ent ro con un cuerpo, aunq ue, sin embargo, es
Pero se supon e qu e el mercado tenía ciert as leyes, qu e implican las leye, el cuerpo de los seme jantes. Pinalmente , .\1.iller agrega una indicac ión más
de intercambio. y dice que: " ... ~ tro ripo de goc~_q ue no pa, a pur el i.:m:rpo dd Ot ~Ó1
Demos ahora un últim o paso que, como se los habia anticipado _, con- sino por d propio y que se inscribe baj o la rúbrica del autoerotismo, dig~-
sist e en trntar de situar de g_ué ~atisfocción se trarn en la tox icoma nía y ~l mos qu e es u n goc e cínico, que rechaza al Otro, que rehúsa que el goce d ~l
alcoholismo . Dice así Miller : "Decir 4uc con la droga se trata de u n goce cüerpop ropio sea mernforí7.ado por el goce dd cuerpo del Otro y que op~,- ¡
1

qu e no pasa por el Ou·o - po r el Otro con mayúscubs- es pues un pu nto ra tO IJIO un cortocircuito llevado a cabo en el acto de masturbación, qu e ,
de referen cia m uv llojo, que qu izás habría que ajustar comenzando por preci samente asegura al sujeto su casamientc con el pequeño p ipi" 12 . - 1
oponer este goce ~on el goce homoscxm1l, que moviliza el cuerpo del otro Se trata de lo que en la hii;wria qu eda ligado a ht figur a de Diógcncs.
con la condición que sea él mismo. Que ento nces pasa po r el otro per o con Si.:acuerdan la definición que dábamos la vez pasada y eL~jemnlo d~lg -
la condición de reduci rlo a lo mismo. Agreguemos que esto sólo vale para so clí~ u.e. era un muy bu en ejemplo para mostra r -esto. No pasa por el
la homosexua lidad masculina." 11 ,El pr ime r plan reo de Miller es la idea d e otro y tampoco por un otro semej ante en el ~tn lidu de la hom osexual idad,
que hay cierto goce del toxicómano y del alcohó lico que no pasa por d se qued a consigo mismo y asegura su casamiento con el pequ ei'i.opipí. Sin
Otro, por el gnm 01.ro. En el esquema que venimos haciendo nosotros, es em bargo, sigue siendo un goce que mas bien uhieáhamos en el pa,o uno_,
que no -™. P~ el cam po dd Ot~o. (llt_ iller retoma la te~i~ de la rup ~ e sigue siend o un goce sexual_,119 nec esita ir al campo del O tro y k ,ak ~n-
J.Lac an pero, en primer lugar, lo pone en t érm ino s del Otro. En todo ca-
(
za con su propia fant abía, le alcanza con lo qu e tiene emre las piern a,s y
so, lo que e8tá pi;nte ando .'\1ilk r es que en la toxicomanía no se pasa ~ -por dec irlo de alguna rn~nern - n_o necesita :r a busc ar esf1 afuera. I .e al-
el Otro sexo, que sup;.me tene r yue p asar por el encuentro con el cuerp.o canz a con su propio i.;ucrpo; :-rnm¡uc aún no deja de estar articul ado fáli-
de otro v que implica la difer encia. A su vez, ya vimo~ que ese pa~,ff Q!)r camcnte. Y lo que veíamos en el caso clínico de la vez pasada, es que eso
O tro su~one po ner en función al falo. E~ta es una versión qu e toma la in- impl ica cierta limi tació n. En el caso del tonel, del estancado , era un goce
( dicación freudiana -que ~eñalamo~ en "El males tar en la cultura"- del pe-
ligro de h droga cua ndo dice que puede desenganchar al 8ujeto de la re a-
estanca do, que a la vez lo dejaba detenido ,ihí, era un goc e m uy preciso,
en ese lugar, algo lim itado . Otra cosa es cua nd o Lacan plantea que permi ~
lidad . Por supuesto que la reto ma de una manera más precisa, planteando t e romper el casamiento c01t el 1'.íequelí.o pip:. Y Miller term in a diciendo:

11 Id~m 1, µÚ,: . 18. ll fr;iti.P.nL

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f/\ BIÁN NA PAR,TE :< Á 6.. II\TRO0JCCIÓN A LA CLlNICA CON i' OXI COMA NÍAS Y ALCO HOLI SM O

'·A~i vemos d e~prende rs e la e~pccificidad dd goce toxic<>maníaco, qu ~ cómano lo ubicamos del lado de aquel que se insubordina al pr o~le~a _se-
efecto no pasa por el Otroj _per o tampoc o por el go(;c fálico.'' 13 xual, cuando se rnclta del Otro y de lo fálico y va a parar a un sm lumtes
Comu primera medida no va en busca del Otro sexo, si bien e!'.O es ma níaco .
muy amp lio, y11que hay genlc que no 1,,11 en busca del Otro sexo, au.m rne Cabe aclarar además, que es mu y común q1.1 e un sujern le de un uso a
va en bm ca de otro cuerpo que sea idén tico a sí mi~mo o bu sca su pr.2J)io la droga y que por alguna razón se suelte ese uso esp~cifico Yse tra nsfor -
cuerp o directamenll:. Eso tiene algo de goce falico, sea porqu ¡_:se busca el me en un verd ackro toxicúm an o. E;;to es lo qu e en "El ma lestar en la cu~-
falo en el sem cjanle o porque se busca la ma sturb ación . Sii, embarg~1,,el cura" Freud indicab a como el peligro de la dr oga. Yo lo he pr~puesto en
goce de la toxicomanía e~ el que romp e con In falico. Mi ller din :, es <tia otra oportw.údad, que a~ "..¡~ llamarlo el desen_cadenam1ento de la
hu ida" an~e el heclw de plant ean;c problemas se.. -..uales,'·e:-:pre1,,;oa plan- toxicum anfa, para dili.:ren<.:iarlo de un mnrnen ln ¡Jrevm de consumo que
learse el proble ma ~ell. "\lal" 14• Es un goce qctc: lleva a la m uer te literalme n- ~o-respo nde a la man ía p or el tóxico. En el caso ;;e veía cla_ra _mente_que el
te, ei; el goce:a secai; i;i se lo pu ede nombrn r así. .l\füler ut iliza um1 fr::is~ e uso de la droga para mantenerse casado con el pequeño ? 1~1lo de¡aba en
provie ne de la insubordinación al sen,;cio m.iliLar que se usa en Pr anc ia, t.:Jtonel y 1¡m.:, en un dcl errninad o mom enro, ei;o se haci a mso~1ortable Y
ya que hay muchos ejemplos allí donde los muchacho~ se pinchan l:.'lbra - pasaba al descontro l..A su vez, esto es indepen di~nt e _de_neurosis o p:nc~-
zo justo an tes de ir a la revisación médi ca riel servicio militar y los excep- sis. En la clínica es necesario que hagamos un diagnostico de lo que ubi -
túan porque In~ w ns idernn rn:'<i cümano s. En muchos ca:,os ni lo 5on, pe- ·¿; mo ::-como ta fundó n que cum ple esa dro ga para ese !'.UJ eto; esa o _l~s
ro uti lizan esa estrategia pa ra salvarse. fi nalmente afirma qu e "es una in- drogas pa ra ese sujeto. Por supuesto q~e s~ va a artíc~~ar de modo~ <. hfe-
s uho rdim1óón nl servicio sexual" 15. remes en cada esLructura; neur osis , ps1cos1so perverston.1:o que digo es
-- No- que rer saber nad a con lo sexual, si cm en demos Ju sexua l en térmi- que esto -;c po dria dar en 11eurofli::;,e11psicosis y en p erver~mn, por _lom~-
nos fálicos. no es el en cum tro solamcnl e <.:onel cucrpo del Ot ro ~e..xo,,sj- nos de ant eman o, despué s hay que verificarlo. Pues, vuelvo pa ra atr ali Ydi-
no que puc:de ser el encu entro con el cuerpo del mismo sexl1, que pued e go lo siguiente: [a~og a puede cumplir múltiples func:ones en la estrucru.-
ser la masrurb:-ición misma, lo cua l n o impide distinguir una cosa uc: la ra de algu ien :;in qm: abramos el pftraguas par a decir s1 ,ei;m _!'.~trata_ de
1
ocra. Esta form a 'millerian a' de plai,tca r las cosas sigue con la idea de La-· r:eurosis, psicosis o perve rsión. Es decir, que puede cump lir múlnpk s fun-
can rcspe<.: to de la rup tura con el falo,._Qltorno a la que ya nos hemos d e- cion es en psicosis, neuro sis o pe rversión. Ahora, no cabe _dudn qu e esa
' tenido. Estamos distinguien do r'i:{sámhjJos y en los rrc~ habíamo s di<.: ho funciúux.stá an ieulad a en la estrucl ura. Hay que pod er ar11cular ~ tai; <;!os
que se pu ede hacer un uso de la drog'; ., se puede hacer uso de la droga~ cuestiones : estrucm ra y func ión de la droga. La idea e, que par~ u~ dd
para insubordinars e al servicio sexual, pa ra man tenerse esl;mcado en °'el pensamiento que podría haber toxicómanos, neur?t!cos Y psicóticos, que
goce del onan ism o como soldadura , par a tra tar de acce<lcr al ot rn sexo co- no es Jo rni ~mo ser un toxicúrmmo neuró Licn n ps1conco; pero, qu e la to-
\ mo una mulcla : en té rm inos de Pr eud . Me: refiero a la mule ta cu ando el xicomanía no es algo referido a una sola estrm..wr a y que , un a vez lJUeh~-
falo tiene su~ limitaciones - que por estructura l'S siempr e : y el sujeto no cemos un diagn óstico, tenemos que situar la estructura Y ten,emos que s1-
soporta esas limitacion~s y. por rnde, intenta levantarlo para acccckr..al Luar qué runc,;t',ncum pk la droga en esa est~_uctura y en ese n~o1~~p ~to
otro sexo. Son difer ente ~ usos, dif ere nt es funcioni::sde la droga lJUe hay puntual de esa singularidad, ya que ~orno dtJrmos ames- podna varu1r._
que tra tar de situ ar en cada caso clínic o. No es lo mismo qu e alguien se Todo esto abr e el tema de la psi cosis que abordaremos luego. Funda~ ~- ")
esté pinchandn el br azo para mor irse, que alguien se esté dr ogando para a_ru:1t,ura s~ pu~~e uf•:
ialm en.te, deb eremo s re~isa: si la te~i~ lacani an a ~e l_
mantener~ e en una mastu rbación permanent e dentro de su tone l, qu e al- !izar en el caso de las psicosis. La clínica muestra alh que tam b1"n ha:, m ul
guien com uma droga par a acceder·dl ur:-o sexo,o para ob ten <crun alto rco- tiples usos y en algunos podría ser una suplencia para la ausencja del nom;
dimic oto en su 1rabajo, ecc.Aum¡ue a lo que 11 .imamos un verdader o toxi- bre del p ad re. Hay que ver qué de cimo s pm suplencia, de¡o entonces pro-
11 li: idm;.
pu esto el tem a y lo reromaremos. .
l •Il tíd<m, pág, 19 .
Ahora bien, lo que queda planteado :uego del recomdo que hemos he -
,._ JMJem. cho, es que de algw18 manera la tesis lacnmnna de la ruptura recoma la
Á.
60 61
FABIÁN NAPARST EK

i_dea ,freu~iana ~e la masturbación, _corno adicción primordial y la especi-


fica _con_su con ...ept o <k goce. P recisam ente, con la aclaración de J\iiller
en termmos
d de un goce que prcs;_.-:inde del OLro
· v• dr- lo· f·¡·
a ico.· E sto
· mues-
~ra e ma nera pa tética un a satisfacción t¡ue no sirve patJ nad a, que d su- Clase VI
Jet~ no puede solta r y t¡ue lo Heva a la muerte . J .a toxicoman ía v el alco-
holism~ son_do :-.modos patologicos , que exhibe n esa caractcrís t i; a del go- LA FUNCIÓNPATERNAEN LAS TOXICOMANÍAS
ce a .seca~ de una. ma. nera terri ble v. .co n cunsecuenci·a•- 1·un es·t as par-at¡m·en Y EL ALCOHOLISMO1
10 r:dece. La chn1_~ ~un esrns pacientes no permite pensar -a l m enos de
ffiO\!da~ en unanahs1s ·en el sentido de la inte rpretac il'in de los sueño~. va Fabián Naparstek
que
J •
lo que venunos <ksp legando es que hav- un rechazo · •
al Ot··,o. euan·d. o
( t ctmos rec haz o al Otro y ~ J., fálico incluimos allí al i.J. 1 rnn 8 d cnte Po~
m~~e~ azo al ~ o~ cimce y qu e en los trata1;1icnt~s
ar, que hay un r~¡:_:_~
ace n.':.::esano ponerlo ~n..fu11cionamie1119. Si fa~~
s!:...h 11 an:~lissu-
is
pune la ~uesta ~ forma del síntom a y el l"uncionamie nt o del incoi~iffi - Hoy vamos a comcrw ir un a serie de dos das es sobre la relación entre
te!.eso 11: 18~~ ya 1m~li-ca un;~salida del re chazo propio de estas_patolo gí~s. el consumo de drogas y la fu nció n parerna . En pr imer lugar, les traje unas
Ri~n, m .. rnj a _de1<.:~1.craqu1 Y segurament e ded icar emos un a clase a tr a- citas de un ant ropólogo que ha investigado el consumo de drogas rn el
baJar sobre hl d1recc1on de la rnra con esws pacientes . mundo indígena, fundam cn ralmente en el norte de Améric a, les leo cómo
p lante a las cosas: "L as planeas mágica s -d ice el antropólogu- act úan para
validar y parn ra tificar la cultura , no para facilitar medio s tempor ales qu e
pe rm itan escapar de ella. El Huicol de México, como el Cahuilla de l sur
Je Ca lifornia o el Tu kano de Colomb ia, retorna de su viaje ini<:iátic o para
exclamar: - ¡Es como m is padres me habían did 10! lJnn toma peyote para
apr ender corno va siendo Huico l. Por el contra r io la manera como se ro-
ma, en el srn tido convencional, el LSD o el D11T en el occidente dificil-
mente sirve para aprender cómo uno va siendo e~1adounid ense.Y sin em-
bargo, objetivamente, la química de e~tas dr ogas difier e poco de la~ de las
plantas sagradas del mundo tr ibal." 1
.~,1ásadelante agrega: "La daiura le permitió vislum bra r la realidad úl-
t ima de las historias acerca de la creación en la cosmolo¡,-ia Cah uilla. Los
seres sobren atura les y los aspe ctos del otro mundo de los que había oído
hablar desde su niñez apurecieron ante SU$ ojos como la prueha definitiva:
fue su propia evaluación empíril.:a. [... J A parar de ese momento quedó en-
cerrado en toda la cosmología Cahu illa dramátic amente, con el apoyo y la
guía de la comunidad." 2
Pare ce ser que para estos indígenas, estas cu ltur as, llegad o el punto

1-il r'{.-;-r, P. T., .11/ucinój[':>


-Wsy Cu it;,ra, Co lección pupu: ¡¡;r, Fondo de C ultura E conó -
mi·~a, JYiéxico, pág. 42 .
BEA..'N Y SAl :-RF.r.1 Tema lpakh , Cahu i!lu btdi an. J(1im<-·f.?,df;-Jand Usage of Plunts,Bnn -
ti.ing, Cnlif ., ."v falki Mmcu m Pr" ss, 1972.
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FABIÁN NA PARSTEK Á INTROD UCCIÓN A LA CLINICA CON TOXI COMA NÍAS Y ALCOHOLISM O A

donde las palabras no alcanzan, donde la palabra del padre no alcanza, ha- lfmite mismo del Otro, se sale del campo del Otro y salir del campo del
ce falta ese paso necesario que implica un hacer, una experiencia o un ac- Otro implica además, dejar al Otro atrás~por lo menos en este acto.y en
to que permita "vislumbrar la realidad última". Me pregunto ahora, de qué rsc pun to se va más allá de ese Otro. ~c an ubica el pasaje al acto como
acto se trata en este caso. Y creo que se hace necesario introducir una <lis- l'I prototipo de ese acto, que implica efectivamente, atravesar ese umbral.
tín ión en la estructura del acto para abordar esta cuestión. Pues bien, el lll decía que el pasaje al acto más acabado, en un sentido, es el suicidio.
acto es tomado por Lacan como un paso que conlleva el atravesar un um- Precisamente, no se quiere saber nada con el Otro, no hay ninguna solu-
bral No es un paso cualquiera y propone separar acto de accion, ya que no 1 ión posible por vía de la palabra, no hay ninguna solución en el campo

-
toda acción es un acto, hace falta - para que lo sea- que atraviese dicho um- 1lcl Otro, se termina como un desecho de ese Otro . El pasaje al acto mues-

guir dosti.pos de umbrales. Los primeros son internos a c mpo del Otro. ---
bral; el cual es siempre simbólico. Entiendo que es-lícito, a su vez, distin-

En este tipo de umbral , el atravesarlo lo deja al sujeto en eLmismQ__terrenQ,


11 ·11muy bien esa estructura, aunque no es la única manera de atravesar ese
umbral.
Tenemos descripto por Jacques Lacan al acto del analista aunque no
es más, generalmente confirma el campo mismo. ~travesar estos umbrales v11mos a detenernos ahora en eso.Y hay otro tipo de actos, lo nombro sim-
está del lado de actos que uno puede llamar ritual§;S asamiento.s.,_ntda l.ías,-- plemente, hay ciertas invenciones que tienen el estatuto de un acto, por
bautismos, no hayq ue olvidar los--;ctos obsesivos (rituales que implican la ,•jcmplo Einstein y la relatividad da un salto que rompe con toda la fisica,
repetición). Es decir, que para el suJeto no es lo misrrioe star o no casado, l'On el Otro de la fisica de la época y abre un campo nuevo con las conse-
pero ambas posiciones están dentro del campo del Otro. Se precisa de ese 1 uencias que eso ha tenido. Para nosotros no es un campo nuevo, es un
Otro simbólico para producir ese acto y es dentro de dicho campo donde rnmpo estable, para decirlo de alguna manera , pero, para el sujeto impli-
se realiza; pero, lo que define al acto es la característica de atravesamiento 1•11 un atravesamiento terrible con las consecuencias que después se suce-
de un umbral. Porque lo que implica atravesar el umbral es que el sujw., den . Einstein se rompió la cabeza por las derivaciones de su acto, entre
a partir de ese ;c to, ya no queda en la misma posición. - -- ,11ras, la bomba atómica, él estaba realmente atormentado con eso.
Nosotros hemos hablado en algún momento de la pérdida de la virgi- Por el contrario, lo que se muestra claramente es que los actos rituales
nidad, que también tien e el estatuto de un acto. En ese caso hay una ac- ,drven para avalar ese campoaerOtro y para asegurar, como decíamos an-
/~ ción concreta - que está presente en lo que Freud describe de las tribus in- 1rs, la pala6ra paterna. Igualmente, y en ambos casos, este acto, sea que
dígenas- , que pued e no ser el acto sexual. Es decir, la desfloración es una pertenezca al campo ael Otro, o el atravesamiento del umbral , del limite
práctica que no tiene que ver directamente con el acto sexual, se desflora del Otro, en ambos casos el acto está en el lugar donde no alcanzan las pa-
a una mujer con una herramienta especial, donde se ve el aspecto simbó- lnbras. Salvo que en el primero , ese acto está sostenido por un andamiaje
lico que tiene la cuestión y entonc es, abre un antes y un después. Es decir Nlmoohco muy fuerte pa~alar ese andamiaje mismo, Y esto Se demues-
uno atraviesa el umbral y no hay vuelta atrás,_ya está, el acto tiene esta ca- 11n en la práctica . La práctica de consumo de estos indígenas es una prác-
racterística. Uno está o no esta bautizaao, uno está o no está casado, po- 1ica totalmente reglamentada , regulada; consumen en determinados mo-
drá divorciarse, pero ya no es más soltero. Es decir, atravesar eso ya no nos 111cntos, de determinada s manera s, con determinados instrumentos muy
deja en el mismo lugar. precisos. No obstante , si uno lo mide en cantidad y calidad de drogas es
Estos son un tipo de actos; hay otros actos dond e el umbral que se atra- 11·rrible en el sentido de la definición de la OMS . Son drogas muy fuertes
viesa es el límite mismo del Otro, la frontera del Otro, y el atravesarlo im- v las cant idades que consumen son realment e altas, sin embargo eso no
plica salirse del campo del-Otro. ¿Se ve la diferencia? En un caso, el caso- produce la manía. Más bien, es algo tota lmente contrario a la manía co-
a~ ~a-u n límite-;-p·ero es interno al Otro, y es más: ese ac- 1110 algo que se suelta de la regulación. Es algo completamente regulado,
to sostiene al Otro, porque uno tiene que recurrir a ese Otro. Para casarse y ndemás, las consecuencias fisicas que ese consumo regulado produc e no
hay que recurrir al juez, a quien encarna el lugar de ese Otro. Para un bau- , omprenden el supuesto deterioro que acarrearía un consumo asiduo de
tismo uno tiene que recurrir a la autoridad religio9 que lo encarne, etc. 1•ttns drogas . Estas tribus consum en de una manera realmente fuerte y la
En cambio, en este tipo de actos que atraviesan ese umbral , que es el ¡¡1·ntellega a los ochenta , noventa años y a veces tienen un estado fisico
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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SM O A

mucho mejor que cualquiera de occidente. Por eso la indicación del antro- kujeto dando vueltas maníacamente alrededor de esa sustancia . Es decir,
pólogo cuando dice: la droga no difiere mucho del LSD; es decir, de dro- l'I efecto del alucinó geno es producir alucinaciones, no hay vueltas, es un
gas semejantes en occidente. real y los produce aquí, en la China, en Japón y en donde sea. Por supues-
Entonces, toda la cuestión que estamos planteando es que ese acto, ese w, que para algunos podrá producir mas, para otros menos, ya que tiene
consumo, esa práctica de consumo, es un intento de atrapar algo real y l11s variaciones del encuen tro de la sustanc ia con un cuerpo, pero tiene ese
cuando digo algo real me refiero a algo que está fuera de lo simbólico. Par- l'ÍCcto de alucinógeno. Otra cosa es la relación subjetiva a la sustancia.
to de la definición de lo real como lo que está fuera de lo simbólico, es al- Hasta aquí hemos podido situar quela práctica de consumo implica un
go que no se puede nombrar. ¿Qué quiero decir con esto? Que ~ e_rá~ intento de atrapar un real por lo real, tamoién hemos podido distinguir dos
de consumo - sea la que sea- es una operación sobre lo real que no va por usos de la droga que de¡an a sujeto en posiciones diferentes. En la prime- V
lavi.aclelapa labra. En el prirñercaso es un intento de atrapar lo reaÍpor 1u -=I o voy a dec ir ahora de la siguiente manera - es un uso anudado al

¡ lo real, aunque está sostenido desde cierto añdam iaje simbólico. En el se-
gundo, cuan do se atraviesa todo líñiite;e s un intento de atrapar lo real por
!orea ! sin ningún andamia¡e, y eso lo deja a uno fuera del campo del Otro.
Nombre del Padre y a su regulación. Y en la segunda tenemos a un sujeto_
11boliendo ellugar del Otro, saliéndose del campo del Otro, lo cual lo de- _
jn en un sin limites.
En tod o caso, 1~-;sieriipre tiene esta característica. 1Cuando di_::- Bien, intento aváñzar un paso más y vamos a tratar de distinguir_Jo que
go cualquier consumo, estoy diciendo hasta el paciente que viene y pide la 1·11 Lacan es el padre ideal, respecto de lo que en un momento se pudo ha-
pastillita porque está angustiado y no da más. En vez de quer er resolver her llamado <:!_padre ~!_y que después -a mi gusto- va a ser el padre de la
eso por la vía de la palabra lo quiere resolver por la vía de la pastillita. Es pcr~ rsión. En general, cuando Lacan habla del Nombre del Padre, él lo di-
un intento de resolver lo real de la angustia por una operación que es real. 1 e con todas la letras, no se trata del padre de la realidad, y en un sentido

Consumiendo algo se prodl!ce un efecto real, elimina la angustia, no_!!!!:.. poco importa el padre de la realidad. Pero es claro que cuando Lacan que-
portan las causas, no importan las razones, no importa nada. Sobre esto 1lu instalar la idea del Nombre del Padre estaba muy bien situar el lugar es-
no estamos dando una valoración, no estamos diciendo si es bueno o es 11uctural que éste tiene e intentar sacar la imaginería de lo que podría ser el
malo, estamo s ubicando la estructura de esta práctica. Y estamos distin- Nombre del Padre. Sin embargo, eso no acarreó muy buenas consecuen-
guiendo dos maneras de abordar la cuestión, una sostenida -lo vamos a 11 11s,y Lacan tuvo que volver sobre eso para situar la importanc ia que la en-
decir así-, una sosten ida por un andamiaje paterno, sea religioso, sea ideo- rnrnación de esa función tiene. Que para el Nombre del Padre no importe
lógico, porque no es lo único lo religioso, hay todo un movimiento ideoló- dt•masiado la realidad de quien lo encarna, de cómo está encarnado, es ver-
gico llámese hippieso como quieran nombrarlo, pero que sostenía una dnd, pero no quiere decir que cómo esté encarnado no tenga consecuencias
práctica de consumo asidua, con ciertos ideales.Y los efectos del consumo rnbre cada uno de los hijos. El Nombre del Padre es independiente de si es-
son unos, en tanto y en cuanto están sostenidos por la función paterna, y 1(1encarnado o no y cómo está encarnado ~Eso funciona, es un aparatito,
son otros radicalmente diferentes , en tanto y en cuanto no están sosteni- por decirlo así, que funciona en unaestruc~a. No obstante, cómo eso es--f,,,Pf1e
dos por esta función y prod ucen diferentes consecuencias para el sujeto. 1.- encarnado tiene consecuencias para quien lo padece. "~ 11 L
Hay algo entonces, que no sólo el psicoanálisis lo demuestra, lo de- Hay que tener en cuenta que ese Nombre del P2 dre así_planteado ti~
muestra también este antropó logo y lo pod emos ver en diversos autores 1mlas las características de un ide~l. Lacan dice que es un significante equi-
- lo leimos tamb ién en Escohotado. La cuestión es cómo la relación del su- vnlcnte a una función abstracta, a dios, como aparece en Freud; la equipa-
jeto a la sustancia es la que determina las consecuencias de este en~ , ,,c:ión de dios con el padre. Es el padre que todo lo puede, pero -y esto es
tro entre el sujeto y la sustancia;_lo cual no quiere decir que no toma~ 111interesante- este padre ideal es fundamentalment e, un padre muerto. Es-
en cuenta lo que ésta produc1:_:Hay ciertas sustancias que producen aluci- 111 se extrae de "Tótem y tabú", que se trata del padre muerto . Mientras
naciones - son alucinógenos- tanto en los aborígenes como en occidente. 111 11smuerto está más ideal todavía. Finalment e, Lacan va a decir que ese
Lo que pasa es que esas alucinaciones en esos aborígenes sirven para ava- Nombre del Padre viene por la vía materna, y ¿qué más ideal que para cual-
lar la palabra paterna y reafirmar lo que el padre decía, y no dejan a ese q11 icr madre que el marido que se murió?,"aquél con el cual no tiene que
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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCO HOLI SM O Ji.

compartir a la noche la cama. Esto es muy palpable en la clínica de todos padre es el qu e no se qued a con nada en el bolsillo; se trata de un padre que
los días, en aquellos casos donde el padre falleció cuando el paciente era muerto no goza, ya que el goce siempre es un poco sucio. Asimismo, es un
muy chico, y toda s las dificultades que se le presentan para desembarazar- padre que dice no, porque la instancia del Nombre del Padre es la instan-
se de lo ideal que era ese padre, que, cuando más muerto está, es más ideal. cia del no, de la prohibición. ¿Por qué estamos diciendo esto? Porqu e sos-
En este sentido Lacan indica lo siguiente -es lo que yo subrayaba an- tener a ultranza al padre ideal tiene como contrapartida un retomo feroz de
tes- : "Tratemo s de concebir ahora una circunstancia de la posición subjeti- goce, que es la contracara que Freud descn e en afiesta totémica, la con-
va en que, al llamado del Nombre del Padre responda, no la ausencia del t~ ara del padre ideal. Lo que Freud describe de la fiesta totémica mue s-
padre real, (el padre real es el padre de la realidad) pue s esca ausencia es tra que durant e todo el año es el no -l a prohibición-, y durante un lapso de
más que compatible con la presencia del significante, sino la carencia del tiempo aparece lo ilimitado de la fiesta. Si la cultura parte de que al padre
significante mismo." 3 Está hablando para el caso de la psicosis, es decir se lo comieron, hay un hueso que no se termina de tragar, no se termina de
cuando este Nombre del Padre no está presente. Pero que él enfatiza que digerir y eso retorna como contracara todos los años, eso que del padre no
se trata " ... no de la ausencia del padre real, pues esta ausencia es más que He ha terminado de matar.
compatible con la presencia del significante ... " 4 . Él dice que esto no tiene Estamos viendo todas las características del padre ideal. Hemos ubica-
nada que ver con el padre de la realidad , mientras más padre ideal, menos do hasta ahora que se trata del padre muerto , del padre del no, de un sig-
padre de la realidad. Entonces, mientras más ideal es el padre, aungmei nificante, y vimos que, mientras más padre ideal menos padre de la realidad
padre esté vivo, mienf!:as más-1deahzado está ese padre meno s..relaciÓA--t()B 1enemos. A su vez, ese padre ideal tiene una contracara, de tan muerto que
el padre de la realidad. Y también se puede verificar en la clínica de todos es, de repente aparece -aunque sea en una fiesta cada tant o-, aparece la fe-
los días, cuando el padre ideal -ese padre que la madr e le contó al hijo- de rocidad del goce. Lo que se presenta es lo que no se pudo tramitar, ese go-
repente un día es confrontado con este padre con el cual puede hablar, con ce que es siempre inherente a la vida, es decir, aquello que del padre no se
el cual puede tener una relación. Entonce s, empieza a encontrar al padre de pudo terminar de matar . Por eso Lacan hablaba del problema que tiene 1~
carne y hueso. Es decir, que no es solamente que podría prescindir del pa- identificación con el padre y lo decía así: lo que del padre lleva "a lo peor" 6. .J
dre de la realidad, sino que mientras más ideal sea la imagen del padre me- Voy a leer un caso clínico que ilustra esto que venimos desarro llando. Es
nos es de la realidad. 11n caso que presenta un colega en la revista Pharmakon. Este colega co-
Es más, el Nombre del Padre va en contra del padre de la realidad,_pa- menta sobre un paciente que viene con un diagnóstico de paranoia y luego
ra decirlo de alguna forma, ausentificaal padre de la realidad. No implica HCdemuestra que era una neurosis. Leo algunos parrafitos para que vean es-
que el padre ideal puede prescindir del padre de la realidad, sino que, lo que 111cuestión:
hace el Nombre del Padre es ausentificaral padre de la realidad. Lacan en "Pedro había tenido dos intentos de resolver su adicción. El primero Cm::>
esa época lo dice cuidadosamente, pero Miller es quien luego le da mucha rnncurriendo al grupo de Alcohólicos Anónimos dond e obtuvo un éxito re- A1/,.,· (_L....
más fuerza a esta cuestión y la lleva a este extremo. lntivo. [... ] El segundo intento de resolver su problema lo llevó a una igle- LY'
Pues, la primera característica de este padre ideal es: un padre muerto. Hia pentecostal; [ ... ] El primer intento de dejar la bebida estuvo guiado por __,,,--
Enton ces, y así lo va a decir Éric Laurent 5, es el padre limpio de goce. ¿Por lu premisa de que lo suyo era una enfermedad incurable, de que era un al-
qué limpio de goce? Porque mientras más muerto está, menos goza, el go- rohólico de por vida, que debía asumirlo y luchar contra eso. Cosa que hi-
ce es propio de la vida, por eso antes les decia: ¿Que más ideal pararma mu- 10 hasta que no pudo más. La otra salida, la religiosa, partía de la premisa
jer que el que se murió? Pero tamb ién, Éric Laurent indica otro aspecto: ~ ,h: que lo suyo era un problema en el cual había tomado intervención el
111 ismísimo Sataná s. Luchó contra sus tentacione s hasta que tampo co pudo
LACAN, Jacqu es, "De una cuestión preliminar a todo tratamient o posible de las psi-
111 ás. '¿Quién puede con el diablo?', concluye. A lo que agrega (el analista):
cosis", en: Escritos2, Siglo Veintiuno Editores, Bs.A s., 198 5, pág. 539.
Ibídem, pág. 539.
' lil diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo'. Durante la entrevista se
LAURENT, Eric, "La familia moderna", en: Registros,Tom o amarillo, Bs.A s., págs.
22-3 1. Lacan, J.:Radiofonía & Televisión, Ed. Anagrama, Barcelona , 1977 , p ág. 135.

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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLISMO A

había referido a su padre utilizando el significante 'viejo', más adelante Y es allí cuando en la identificación con el padre, ya no con la cara ideal, si-
agrega que con las mujeres era un 'viejo diablo'; también había planteado 110 con la cara diabólica del padre, es donde aparece un goce ilimitado. Es
que ya estaba demasiado viejo como para abandonar el alcohol."7 interesante porque se ve, por otro lado, el problema que tienen las terapi as
Más adelante cuenta que el padre tenía una vinería y que " ...él se crió 1d igiosas que resaltan el ideal de dios, el ideal del padre; pero se les met e

entre las botellas y las damajuanas. Su afición comenzó cuando su padre le Sntanás por la ventana y esto es a lo que ellos constantemente llaman las re-
hizo probar por vez primera el alcohol diciéndole que para muchos males rnídas.
era el mejor remedio. 'Este negocio va a ser mi única herencia', acostum- Es decir, que hay momentos en que esas terapias son efectivas -e n el
braba a repetirle el padre. Por otra parte, le daba una profunda pena el ver ncntido de sostener un ideal- y de repente, como dice este paciente, el dia-
a su viejo tirado en el patio, completamente borracho. En una oportunidad blo mete la cola, Satanás se le mete por la ventana y se viene todo abajo.
éste le había dicho en broma 'el mejor cliente de mi negocio soy yo"' 8. Fi- Efectivamente, para este paciente está todo bien, pero ¿quién puede con el
nalmente trae una serie de imágenes y luego de discutir con su madre, el diablo? Todo bien con dios, pero con el diablo ¿quién se las arregla? Es el
padre " ... le confesó que prefería estar siempre borracho a tener que acos- problema que tienen estas terapias. Es lo que hablábamos al comienzo de
tarse con una puta. 'Mi madre no es ninguna puta', concluye lagrimean- lu cursada. Podemos hacer el esfuerzo de dar cuenta con nuestra s nociones,
do"9. cómo, por un lado, están los momentos en que eso es efectivo y los momen-
Una cuestión más de este caso, el paciente cuenta que hubo un intento tos en que eso se le viene abajo. Por ende, el alcance que tiene ese tipo de
fallido de escapar de su impotencia: "La próxima entrevista Pedro llega su- terapia es el alcance o el límite hasta que Satanás aparezca.
mamente molesto sin saber muy bien por qué. Ya no fue su relación con la EntoncesÍeÍ _Eª9l"eIdeal tiene esta doble cara: la vineria y el patio trase-
bebida lo que ocupó el centro de la escena, sino la angustia porque cada vez ro. Hay que ~cirio de la siguiente forma: el padre Ideal no es una cosa sin
que últimamente había tratado de mantener relaciones, se había enfrenta- In otra. El Nombre del Padre no es sin la fiesta totémica {Y se ve que el pa-
do a su impotencia. Quería ahora deshacerse de la misma. De todas formas dre-le ofrece ese alcohol como remedio que lo quita deT11izocon el Otro se-
el romance (y este es el nombre que él mismo le da) de Pedro con la bebi- xo, porque es lo que Je permite al padre zafar de los problemas que tiene en
da no ha terminado. Se emborracha de tanto en tanto [... ] Sólo que ahora el encuentro con el Otro sexo. Es el remedio contra la relación sexual que
no le cuesta tanto parar." 1º no existe. En ese sentido el padre tenía razón, ya que el alcohol era un re-
medio contra la impotencia, pero, fundamentalmente , un remedio frente al
Vamos a ver la primera cuestión, se trata muy claramente de un caso Otro sexo. Es decir el padre Ideal no es un padre que habilite al hijo a en-
donde hay una identificación con el padre. El padre le dice lo que le va a frentarse con los problemas del Otro sexo. No me voy a detener en esto pe-
dejar como herencia; pero, vemos que de un lado está el negocio, aunque ro se ve muy bien en el caso que se trata de la versión materna, la versión
también está el patio trasero. El negocio es aquello con lo cual el padre po- del padre que aparece por la vía de la madr e.
día producir algo y el patio trasero es donde aparece la imagen del padre ti- Otra ~uestión es gue el padre Ideal lleva a una petrificación de la posi-
rado totalmente borracho; la doble cara del padre. Y, él mismo aclara que ción subjetiva_.12orla vía de la identificacióg, es por lo cual este caso se lla-
su alcoholismo es cuando el diablo mete la cola, se ve nítidament e la doble mó "un alcohólico empedernido". Esto es lo que muestra muy bien el pro-
cara del padre. Una cosa es la cara ideal, el padre con su negocio próspero, blema de alcohólicos anónimos, que le reforzaba su identificación con ser
etc. y la contracara es cuando el diablo mete la cola, con la borrachera en un alcohólico y una identificación con el padre. Cuando le dicen: "Usted va
el patio. El diablo es la contracara de dios por eso lo traigo como ejemplo. a ser un alcohólico de por vida, es y lo va a ser siempre", le reforzaba la
identificación con el padre y con las consecuencias que esto tenía para él.
SAIAMONE,Luis D ., "Un alcohólico empedernido", en: Pharmakon, (1997-1998 ), Bien, vamos a empezar a ubicar ahora lo que Lacan llama el padre de la
TyA Argentina y Plura l Editore s, La Paz, pág. 114.
8 Ibídem, pág. 115.
perversión;_seguramente la vez que viene volvamos sobre esto. Lo primer o
9 Idem 6. que hay que tener en cuenta cuando Lacan habla del padre de la perver-
IO Ibídem, pág. 117. sión, es que está haciendo un juego de palabras: dice per-versionen el senti-

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do de la versión del padre , una versión del padre. Pero toma también la pcr l I culturas matri-:lrcales, la autori dad no se encuentra representad a por el
versión en el sentido de la fantasía que es perversa. Recuerdan que hemoH pudre, sino por el úo materno. [... ] Esta separación de las funcione s da lu-
r hablado de la c~ndición erótica, que cada cual tiene su propia condición • 11 u un equilibrio diferente del psiquismo, que, según el auto r, pued e ser

erótica, cada cual tiene su propia e íntima perversión, para decirlo de algún ,lt•mostrado por la ausencia de neurosis en.los grupos que observó en las is-
modo. Es la idea de Freud , que cada neurótico tiene su condición fetichis- l.1• del noroeste de Melanesia." 11 Es decir, que esta separación entre el pa-
ta. Él está diciend o que todo neurótico íntimamente tiene su perversión .1, l" biológico, aunque no sea nombrado así, y el ideal da por resultado la
fanta seada. t11 ha de neuros is. Según Lacan: " ... este equilibrio demuestra en forma aca-
Es decir, que cuan do Lacan habla del padre de la perversión piensa en hnda que el comp lejo de Edipo es relativo de una estructura social, pero no
una versión del padre, que ya no tiene que ver con el padre gozador, con el 11 11>rga fundame nt o alguno a la ilusión paradisíaca, contra la que el sociólo-
protopadre, aquél que gozaba ilimitadamente, sino que goza de algo pun- 11ºdebe defenderse constantemente . A la armonía que comporta se le con-
tuaL_El fetichista es el que más muestra que goza de una cosa puntual y 11npone, en efecto, la estereotipia que caracteriza a las culturas de este tipo
conviene que no le cambien de zapato, porq ue ya no le sirve. No es que go- 11lt\ creación de la personalidad, desde el arte hasta la moral; [... ] Cuán do-

za de todo, sino que goza de un zapato o de una característica. Es la limita- 111inado por la represión social está el impetu de la sublimac ión, cuando es-
ción, preª samen te si hay algo limitado, es la perversión; en todo caso, la 1,1s dos funciones se encuentran separad as" 12.
perversión en el sentido de la fantasía. Por supu esto que habrá que hacer la Lacan está planteando - y cada vez que Jo leo me parece fantástico que
distinción con el perverso como estru ctura, aunqu e igualment e, el perver- hoya tenído la claridad de poder ubicar esto en aquella época- , que mien -
so por estructura tiene algo limitado. Lo qu e primero aparece respecto de 1ras más ideal es el padre, cuant o eso está más separado empieza a haber
esto es algo que decíamos recién y que está muy presente en la discusión una terrib le estereotipia. No habrá neurosis, puede ser, pero habr á una es-
que Lacan tiene con Malinowski en el ' 38, donde la crítica que Je hace Ma- lcreoúpia, falta de sublimación, falta de creatividad. Mientra sE1-ás ideal es
linowski al psicoanálisis es respecto del Edip o, diciendo que el Edipo freu- l'I padre, mu cho más dificil es ir más allá de él. Si el padre es dios, ¿cómo
diano cree en una familia paternalista y él ha encontra do en ciertas tribus uno va a ir más allá de ese dios? Mientra s más de carne y hueso es, mas allá
-creo que son las islas Trobiand situad as en la Melanesia- que eso no se co- del padre se puede ir, por eso Lacan habla de la sublimación y de la crea- -
rrobora de la misma form a. Él estudia esas tribus y dice que allí funciona el ción.
matr iarcado. La descripción qu e hac e M alinowski es muy interesante por- Ento nces, Miller dice que el Nom bre del Padre es un a función signifi.:.
que la institución del matriarcado tiene esta estructura: el padre biológico cante que está en la metáfora paterna 13 • Él sostiene que el No mbr e del Pa-
convive con la madre, no hay ningún problema, pero no es presentado a los dre es, en sí mismo, una metáfora, una metáfora de qué, del padre de la rea-
hijos como padre, sino como un buen amigo de la familia. Y el que aparece lidad, una metáfora es sustituir una cosa por la otra . Por eso, mientra s más
en la función paterna es el hermano de la madre, con el cual no hay un tra- Nombre del Padre, menos padre de la realidad; el No mbr e del Padre ausen-
to asiduo y ademá s, es de dond e se recibe la herencia, apellido, etc. Es de- rijicaal padre de la realidad . Y, mientra s más presencia del padre de la rea-_
cir que con el padre biológico hay un trato que es de tod os los días, es un lidad, menos idealizado está el~ mTeñtras más presenc ia h aya del pa-.
buen amigo de la madre , que viene y la visita y le hará unos favores más. dre de la realidad , habrá más posibilidades de no quedar petrificado en la
Hay un trato frecuent e pero la función paterna, por eso se llama matriarca- identificación con este padre.
do, viene por la vía materna respecto del hermano. Y se ve muy bien la es- Ahora bien, Lacan define a este padre de la perversión , diciendo lo si-
tru ctura que estamos trabajando de padre Ideal, porque en este caso el pa- guiente: " ... un padre no tien~ derecho al respeto sino al amor, más que si
dre viene por parte de la madre y, además, es alguien con el cual no se tie- el dicho respe to;"ci dicho amor, está perversamente orientado, es decir ha-
ne trato, más ideal imposible; se lo tiene alejado del trato cotidiano con los 11 l..ACAN, Jacque s, L a fam ilia, Axis, Bs. As., 1975, pá g. 63.
hijos. 12 Ibídem, pág. 64.
La próxima les leeré algún material de Malinowski que es muy intere- 13 Mn..l..ER, Jacque s-Alain, Comema rio del seminario inexistente, Manatía !, Bs. As., 1992,

sante; pero qué es lo que dice Lacan - piensen que es un texto del 38- : "En p ág. 22 .

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FABIÁN NAPARSTEK

ce de una mujer, objeto a que causa su deseo"! 4 .


La idea de Lacan es que el padre está perversamente orientado, el pa-
dre de la perversión es aquel que está causado por una mujer, por una, al ClaseVII
menos por una. Cuando él dice que hace de una mujer su objeto a causa
de su deseo, indica, entre otras cosas, que es el que ubica en el horizonte LA FUNCIÓNPATERNAEN LAS TOXICOMANÍAS
una mujer con su condición propia fetichista. Es decir, no es el que go~ Y EL ALCOHOLISMO 11
todo, sino que encuentra un goce limitado por una mujer. Y más adel~te
dice que la perversión es equivalente a la versión aperitiva del gozar!,5:y
vuelve a hacer un juego de palabras porque en el a-peritivaestá el a, el ob-
jeto a y está el pere,de padre. Se ve muy claramente que el aperitivo es el
goce limitado que nos damos, por decirlo de alguna manera, antes de la
gran comilona. Se ve que el padre de la perversión ubica en el horizonte un
goce bien limitado, el goce del aperitivo, que además, tiene todas las carac- Hoy vamos a concluir con lo que traba jamos la clase pasada, acerca de
terísticas de lo que hemos hablado del plus de goce. Porque uno podría co- la función patern a y la toxicomanía, y la vez que viene vamos a trabajar el
mer sin ningún aperitivo, pero uno se da un gustito. T iene que ver con eso, tema de la psicosis. Con esto daríamos por finalizados los temas genera les
no tiene que ver con la necesidad, ni la alimentación. El aperitivo es ese gus- con los que me propuse trabajar este cuatrimestre 1• Voy a resum ir hasta
to que uno se da, ese pequeño gusto. donde yo creo que habíamos llegado y después avanzaremos un poco más.
El padre de la perversión es aquél que se da ese pequeño gusto, que go- Respecto de la función paterna, hemos comenzado ubican do una am-
za de esas pequeñas cosas. Es entonces el padre que puede transmitir al bh plia diferencia muy centrada en la época en que la toxicomanía había em-
jo un pequeño goce, una versión de cómo él se las arregló con el Otro se- pezado a ser un problema. Recuerdan lo que hablamos al comienzo del
xo; que es una, no la única ni tampoco universal. Ante la dificultad del en- cuatrimestre . Estos son estudios hechos en la década del sesenta, del se-
cuentro con el Otro sexo el padre tuvo una versión de cómo arre~ tenta en pleno auge de la toxicomanía. Fue ahí entonces, cuando hícimos
con eseOtro sexo. o se trata del protopadre que las tuvo a todas, es el pa- una primera diferencia en cuanto al modo de func ionam iento del consu-
dre que hizo de una s.u causa de deseo. Tampoco se _trata del goce mayús- mo de drogas en ciertas tribus indígenas.
culo, del goce ilimitado, de lo escandaloso, sino de eso limitado que ~ Leímos unos párrafos relatados por antropólogos y tamb ién, la compa-
dre puede transmitir como tal y que tiene claros efectos en la clínica..:.O s~ ración del antropó logo respecto del consum o de drogas en Occidente. Y
no es tanto el padre del no, el que prohibe, sino, más bien, lo que Lac~ centramos fundamenta lmente esa diferencia en el modo en que el consu-
un momento llamó un padre dador, es lo que habilita, al menos, una forma mo puede estar o no anudado a un régimen, ya sea religioso, ideológico
de gozar, una versión del goce. Y es el padre que se articula a esa famosa etc. Es decir que está articulado simbólicamente a la función paterna . Y
frase sobre el fin de análisis, donde propone que ir más allá del padre o pres- entonces vimos la discrepancia que hay entre una práctica del consumo
cindir del padre es a condición de servirse de él. Una frase que está articu- que está anudada a Tali.mción paterna y una práctica del consumo que no
lada a esta versión del padre. Por lo tanto, lo que Lacan decía es que la di- está anudada simbólicamente a la función paterna. Es la primera diferen-
ficultad que tenían estos aborígenes, era la de quedar petrificados en una cia que abordamos que se veía claramente, ni hacia falta introduc ir dema-
posición y no poder ir más allá del padre . Se puede ir más allá del pa<!re~ Hiado 111.snociones psicoana líticas, pues, en los términos del antropó logo,
tuvo su versión de goce y con lo cual se podrá hacer algo diferente. ya era muy claro.

14 LACAN, Javques, Seminario 22, R.S.I , clase del 2 1/01/75, inédito. Nota: La clases menci onadas fueron presentadas por la Lic. Carolina Zaffore, "To-
15 Ibídem, clase del 08/04/75 . xicom anía y psicosis", ver clases VllI y IX en esta pu blic ación.

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODU CCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANÍA S Y ALCOHOL ISMO Á

Observamos también, cómo en sentido estricto, siguiendo esta vertiente, nbordar desde lo imaginario a lo real. Por el camino de lo imaginario de-
la sustancia no era lo central sino la relación del sujeto a esa sustancia. In- cimos las significaciones, el sentido, lo dejo abierto, aunque no m e quiero
sisto, no quiere decir que descontemo s la sustancia, la sustancia tiene un detener en eso.
efecto real sobre el cuerpo. Freud dice que es un efecto químico que puede La otra distinción que hicimos fue la de definir un acto, recuerdan que
tener variaciones, pero las variaciones dependen más de la química. Es de- hemos diferenciado lo que es un acto de una acción y, al menos , dos tipos
cir que un alucinógeno produce alucinaciones, la cuestión no es tanto si pro- de acto, partiendo de la idea que todo acto implica atravesar un umbral , y
duce o no alucinaciones, sino el efecto subjetivo que tiene esa práctica de el umb ral al cual nos referimos es un umbral simbólico. Hicimos la distin -
consumo para cada quien, en tanto y en cuanto sea articulado o no a lo sim- ción de aquellos umbral es que son interno s al campo del Otro y que no
bólico. Fue para eso entonces, que tratamos de abordar la cuestión de lo que hacen más que sostener a ese Otro. Y hay otros, hay otros umbrales qu e
podríamos llegar a entender una práctica de consumo, como un intento de son el límite mismo de ese campo y, cuando uno los atraviesa se sale de
abordar a lo real, por vía de lo real, por una vía real. Cualquier ¡;,ráctjQuie ese campo, creo que dimos tambié n algunos ejemplos.
consumo, desde tomar una pastillita para bajar la angustia, para dormir, o el Entonces, llegado a este punto, s;uando la práctica de lo real por lo real
consumo de estas drogas (y esto es estando o no estando anudado a este an- es una práctica de consumo, no estando anudada a un andamiaje simbó-=
damiaje simbólico), es una práctica donde se aborda lo real por lo real. Na- lico, bien puede dejar al sujeto fuera del campo del Otro. Siguiendo a La-
da más que, en el caso e estar anudado simbólicamente, esto responde -en can lo podemos llamar pasaje al acto. Bien, este punto lo hemos recorrido
la practica de lo real por lo real- responde a ciertas reglas simbólicas. Se y avanzamos sobre una distinción específicamente , en la cuestión de la
acuerdan de esos indios que tenían una práctica de consumo muy reglamen- función paterna, que tiene que ver con la cuestión del padre ideal y con lo
tada. Es decir, que utilizaban herramienta s determinada s para el consumo, que Lacan llamó el padre de la perversión.
en determinados momentos del día, con determinada s personas, determina- Al padre ideal, lo equiparamo s fundam entalm ent e, a las primeras for-
dos tipos de drogas, etc. Eso está totalmente reglamentado simbólicamente. mulaciones lacaniana s sobre el N ombr e del Padre. Tanto en el Seminario
Ahora, lo que van a buscar es un efecto real sobre lo que el padre no les pu- 3, como en "La cuestión preliminar ...", lo que Lacan ubica como el Nom-

ño alcanza se produce un efecto real sobre lo real. ---


do terminar de transmitir . Se ve muy claramente, que allí donde la palabra

Les traje esta cuestión, porque, en realidad , en el trasfondo está la de-


bre del Padr e lo equiparamo s a lo que aparece en Freud, luego del asesi-
11atodel pro topadr e y al pacto fraterno. Y, en ese sentido , hemos visto que
Hetrata, por excelencia, de un padre muerto.
finición qu e da Lacan de la práctica psicoanalítica. Lacan define a la prác- También abordamo s la cuestión de cómo se trata del padr e de la ley,
tica psicoana lítica, como el intento de abordar lo reala través de lo simbó- 1•lpadre de la prohibición, el padre que dice que no. Pero, vímos a su vez,
-lico2. Es la definición que da muy al comienzo del seminario, donde defi- l'Ómo ese padre ideal tiene una contracara -c omo si fuesen dos caras de
ne la práctica psicoanalítica como el intento de abordar lo real, desde lo una misma moneda - , que aparece por la vía del retorno feroz de goce, con
simbólico. Se ve que son dos prácticas: una cosa es la práctica del CQllSU,: lns definicione s de goce que ya hemos dado. Y recuerden que en este caso
mo, y otia es la práctica del psicoanálisi s. Son dos prácticas que, en un sen- hemos ubicado una cuestión específicamente, en los términos de Freu d en
tido, intentan atrapar lo mismo pero por caminos bien distinto h)'_por su- 111fiesta totémica. Asimismo, lo ubicamos a partir de un caso clínico, uste-

\ puesto, con consecuencia s diferentes.


Podríamos definir un montó n de prácticas con la misma estrategia de
des recuerdan el alcohólicoempedernida3,cómo el caso m ostraba mu y bien
que, mientras más se sostenía el ideal religioso, más el diablo metía la co-
lu y hacía diab lura s. Es decir, cómo retornaba ese goce que sería la carac-
combinar los registros, no me voy a detener en esto, pero la terapéutica, lo
que llamamos terapéutica específicamente , y no una cura psicoanalít ica 11·rística de un goce ilimitado. Eso estaba mu y bien present ado en el caso,
(habría que hacer distinciones también), es, en general, un intento de 1 11 térm inos de la vineríay elfondo de la vinería,las dos caras del padre. Esa

LAcAN, Jacques, El Seminario, L ibro 11, Los cuatro conceptosfundamentales de psicoa- SALAMONE, Lui s D., "Un alcohólico empedernido ", en: Pharmakon (1997- 1998),
nálisis, Paidós , Bs.As., 1987, pág. 14. TyA Argentina y Plural Editore s, La Paz, 1998 .

76 77
... FAB IÁN N A PARSTEK 11, INTRO DUC CIÓN A LA CLÍN ICA CON TOX ICOMANÍAS Y A LCO HOLISMO Á

imagen del padre borracho en el patio de la vineria mostraba muy bien Ju, l,1rnmente, que eso viene a través de la madre, que lo impor tante es que
dos caras del padre , que, en términos de Lacan habíamos leído como 111 1 u esté justamente en la madre.
que del padre lleva a lo peor. Cómo en la identificación con el padre huy El tema es tener presente cómo esta estructura llamada de matriar ca-
una cara que deja al sujeto ligacto al padre en tanto ideal, pero, a la vez, 111 .In, tiene una estructura muy parecida a la descripción que hace Lacan . Lo
liga a su cara diabólica y eso aparece de esta forma. ,l,•I Nomb re del Padre es posterior a lo de "Los complejos familiares" , pe-
Hemos visto tamb ién, el efecto que el tratamiento de AlcohólicoN , 11 lt1estructura es mu y parecida. Para Lacan, que la encarne el tío mater-

Anónimos había producido en este hombre, fortaleciendo esta identifi 1111,que la encarne el marido o que la encarne su propio padre no impor-
cación, es decir su nombre de alcohólico. Este hombre decía "esto es in 111demas iado. En general, lo que muestra la clínica es que quien encarna
curable", que es la versión de Alcohólicos Anónimos; allí le dicen: esto 11 Nombre del Padre para esa madre es su propio padr e; en todo caso, co-
es incurable, hay mejorías, etc. Y vimos también el efecto de una terapin 11H) dice Freud, el marido es un sustituto de ese padre, en un sentido es

religiosa. Fina lmente, pudimos ubicar cómo ese padre idea l es el que no l11di stinto.
se las arreg la con el Otro sexo. La última parte del caso muestra muy La propuesta de Lacan se basa en que lo que llama el Nombre del Pa-
bien que el padre decía que era mucho mejor estar tirado en el patio del dre, lo que estamos ubicando del lado del padre ideal como padre muer-
fondo que estar con la mujer. 11),es totalmente compatib le con la ausencia del padre real -esta reflexión
Digo esto porque marca muy bien la diferencia con lo que Lacan lla- h1extraigo de Miller. Aunq ue Miller va más allá, diciendo que no es sola-
ma el padre de la perversión.Creo que andábamos por ahí, ahora podemos 111enteque sea compat ible sino que el Nombre del Padre prod uce la au-
avanzar un poco más. No sé si les había leído algo de "Los complejos fa- Ncncia del padre real. Mientras más ideal sea, menos es de carne y hueso;
miliares", que es un texto del '38 -es previo a lo que Lacan sitúa como el 11unq ue esté ahí sentado en la punta de la mesa, menos se lo ve. Y la sor-
comienzo de su enseñanza. Ya ahí él habla de la caída de la función pater- presa que uno encuentra en muchos análisis, que el analizante dice Ah!Yo
na en términos genera les y del efecto que tiene en la época; si bien, fun- ,i~mprepensé que mi padre era eswy lo tuve al ladoy nunca me había percata-
damentalmente discute con Malinowski. Discute con el antropólogo la r/o de que era otro.Es muy común encontrar esto, y eso va directo a la ver-__...
cuestión de si el Edipo es universal o no. Malinowski extrae que hay cier- NÍÓn materna, es decir la queja de la madre.
tas tribus de Melanesia que funcionan como un matriarcado y no como En cuanto a la separación de las funciones , se acuerdan que Malinows-
un patriarcado. Presenta esto para demostrar que el Edipo no funciona co- ki ubicaba que estaba el tío materno que cumplía la función paterna, y el
mo funciona en Occidente, supuestamente por ese matriarcado. Entonces, padre de carne y hueso era uno más con el cual la madr e se entretenía; no
Lacan dice: "En las culturas matriarca les la autoridad familiar no se en- Helo presentaba como un padre, era un conocido más. Ahí Lacan dice:
cuentra representada por el padre, sino, por lo común, por el tío mater- "Esta separación de las funciones da lugar a un equilibrio diferente del psi-
no."4 Lo cual ya es interesante, es matriarca l porque viene por vía mater- quismo que, según el autor, puede ser demo strado por la ausencia de la
na, recuerdan que el padre ideal era siempre por vía materna también, es neurosis en los grupos que observó en las islas del noroeste de Melane-
como lo dice Lacan en "De una cuestión preliminar ...": "Tratemos de Nia."6 Porqu e la tesis de Malinowski es que esta estructura familiar da por
concebir ahora una circunst ancia de la const itución subjetiva en que, al resultado la ausencia de neurosis. Y Lacan continúa: "A la armonía que
llamado Nombre del Padre responda, no la ausencia del padre real, (acá comporta (es decir que él acuerda con que esta distinción de funciones
es el padr e de la realidad concreta, el de carne y hueso) pues esta ausen- produce cierta armonía) se le contrapone, en efecto, la estereotipi a que ca-
cia es más que compatible con la presencia del significante, sino la caren- racteriza en las culturas de este tipo a las creaciones de las personalidad,
cia del significante mismo." 5 Y más adelante hay un párrafo donde él dice desde el arte hasta la mor al."7 Específicament e de la sublimaci ón, enton-
ces, está diciendo que hay una armonía mu y fuerte per o, a costa de una
LAcAN,Jacques, La familia, Axis, Bs.As., 1975, pág. 63.
LACAN,Jacques , "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las psi- Idem 4, pág. 63.
cosis", en: Escritos 2, Siglo Veintiuno Editores, Bs.As., 1985, pág. 539. Idem 4, pág. 64 .

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOH OLISM O Á

estereotipia que no se mueve de ahí. ¿Se acuerdan cuando les hablé acer- como una especie de Borocotó de la época- , de cómo había que hacer
ca de ir más allá del padre? .Cuanto más ideal menos posibilidades hay._ ciertas práct icas fundamentalmente, para el control de la sexualidad y
Les recomiendo que lean un poco a Malinowski, es muy interesante, r ierta gimnasia, etc., donde él mismo se transformaba en una Ley. Porqu e
vean lo que dice: "Ante todo, el marido no pasa por ser el padre de la pro- el padre, el que encarna el lugar del padre, es él mismo, a su vez, quien ha-
le, en el sentido que acostumbramos darle: de acuerdo a las concepciones ce pasar una ley y la hace "padecer" a su hijo como él mismo tuvo que pa-
naturales, que ignoran por completo la paternidad fisica."8 Esto es impor- decerla. Otra cosa es que se ubique en el hacedor de esa ley. Es decir, una
tante porque es quitarle todo lo que es la causa y efecto real del padre. rosa es que el padre de carne y hueso pueda transmitir a un hijo: mirá vos
Después Lacan va a terminar diciendo, que el padre real es, como se dice, 110 vas a hacercon tu madre,comoyo no pude estarcon mi madre, comoyo tam-
el espermatozoide, lo va a ubicar en este punto, va a llevarlo a ese campo. bién estoy tomadopor la misma ley. Otra cosa es que uno diga: vos no vas a
Y Miller va a terminar sosteniendo que el Nombre del Padre, en sí mis- ,•itar con tu madreporqueyo soy la excepcióny yo digo la ley. La idea de La-
mo, ya es una metáfora del padre, de la presencia del padre. Es ya una me- nin es que cuando un padre se ubica, se identifica con esa situación de ex-
táfora, porque la metáfora sustituye una cosa por otra. Entonces, el Nom- repción, puede producir la psicosis como consecuenc ia.
bre del Padre ausentificala presencia del padre. Es decir, el Nombre del Asimismo, toda la cuestión que Lacan plantea en este momento trae
Padre hace ausente al padre. 11de más como consecuencia, quizás es una rectificación -é l no lo dice ex-
Bien, es ahí cuando avanzamos con el padre de la pere-versión,recuer- plícitamente, pero yo lo veo de esa maner a-, una rectificación de la época
dan que en francés esto es un juego de palabras. Es:l a versión del padre donde él resalta la función del Nom br e del Padre. Cuan do en el párrafo
la pere-version,una versión del padre. Es interesante que es una versión del dice: ''poco importa" hay maneras de leerlo, uno lo puede salvar a Lacan
padre, que no es la versión universal, la pretendida versión de las religio- y decir que está poniendo el énfasis en el Nombre del Padre, efectivamen-
nes. Cada religión pretende dar una versión universal del padre, del padre te, poco importa; pero, el énfasis lo está poniendo ahora en que importa
muerto, etc .. Esta es una versión viva a contra- pelo de la otra, que es el mucho cómo se en carna esta función. Para quien está en el lugar del hijo
padre muerto, de cómo ese padre vivo se las arregló fundamentalmente, 110 es sin consecuencias que eso sea encarnado de una u otra manera; lo
con el Otro sexo. Recuerden la definición del Seminario 22: " ... hace de m al no tira aoajo la teoría del Nombr e del Padre, no son contrapuestas.
una muier, objeto a que causa su deseo"9 . El párrafo avanza, yo no lo leí Una cosa es la función y otra cosa es cómo eso está encarn ado, cómo eso
todo, pero dice algo así como: las mujeres pondrán a sus hijos en la causa ~·stá llevado adelante. En este caso este padre perversamenteorientado , co-
de su deseo, es un cambio en Lacan porque ya los hijos no vana
parar al mo dice Lacan, lo que hace es orientar al hijo, no es solamente el que di-
lugar del falo, sino al lugar de objeto a. No nos vamos a meter demasiado, L't que no, sino el qu e señala una forma, una versión de como arreglárse-
pero dice: poco importa para este hombre, estos hijos poco importan pa- los fundamentalmen te, con el Otro sexo.
ra él, con tal que haga de su mujer su causa de deseo. De su mujer, no tie- Y agrega una cue stión más del padre de la pere-version,que me intere-
ne que ser la esposa y estar legalmente casado, no importa, lo que impor- 10
HII destacar, que él lo llama una " ... versión a-peritiva del gozar" • El ape-
ta es que una mujer sea causa de su deseo. Y que sea una versión, también ' itivo, que tambi én separa el a-pére(el padre y el objeto a), el padre y el plus
implica que sea una versión más entre otras, que no es la única. de gozar. Tiene que ver con una versión perversa. del padre y, en este caso,
Toda la jdea de La can es_que cuando un padre se quiere identificar~ l uando decimos perversa estamos habland o de la posición erótica de cada
la versión universal, es decir ser la excepción, eso trae como consecuencia hombre. Es_skcir que un hombre no goza de todas las maneras, tiene una
un hijo psicótico.Deben conocer algunos datos del padre de Schreber, él manera, como decía Freud, fetichista de gozar. Lo interesante de resaltar
era el que se intentaba identificar con quien imponía ciertas cuestiones udemás, en este punto, es que se trata de un goce limitado. ~l goce del ape-
1itivo es ese pequeñ o gusto que uno se da, siguiendo la lógica freudiana, al
MAuNowsKJ, B.: "La familia matriar cal y el Complejo de Edipo ", en: Estudio s de
111 cnos antes de la gran comilona. Una cosa es la fiesta en que uno come a
psicología primiti va, Ed . Paidós , Bs. As., 1963, p ág. 186.
LAcAN, Jacque s: Seminario 22, RSI , Cla se del 21/0 1/75, inédito. 111 LACAN, Jacques, Sem inario 22, RSI, clase del 08 /04/7 5, inédit o.

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Á FABIÁN N APARSTEK Á Á I NTRODUCCIÓN A LA CLÍNI CA CON TOX ICOMANIAS Y ALCOHOLI SM O Á

reventar y otra cosa es el aperitivo - lo podemos tomar con el alcohol, una ild padre lleva a lo peor; es lo que en la versión del padre ideal se intcnLU
cosa es tomar un aperitivo, otra es alcoholizarse a más no poder. 1l·chazar hacia fuera. Y, en términos de Lacan, bien sabemos que todo lo

Entonces, esta versión del padr e es el que lleva a gozar de esas peque- que es rechazado tiene un retorno feroz. Es la misma estructura que Fr eud
ñas cosas y que orienta un goce limitado. Hay una película que mu estra describe en "Tó tem y Tabú ", sobre la cual estuvimos hablando antes. Es
muy bien esta cuestión, se trata de La vida es bella,de Benigni. Es muy in- decir, que se intenta comer al padre y hacer un pacto entre ellos: y bueno
teresante porque se ve muy bien que el padre es el hacedor de la fantasía 11a está, olvidemosy, sin embargo, una vez al año esto retorna ferozmente en
del hijo. Ellos están en el campo de concentración y lo que hace el padre lt1 fiesta.
es transformarle la realidad, que en términos de Freud no es más que la Digo, por otro lado, lo que para Lacan podría ser la ventaja de la pre-
realidad psíquica, en un juego. Es interesantí simo porq ue además se trata "cncia del padr e vivo. Pues, al ser un padre de carne y hu eso, el padre de
del horro r, y cómo el padre interviene para enfrentarse con esto. Además Inpere-version ofrece, por un lado, una orienta ción respecto de un goce li-
de que se dan todas las características que recién describimos, es el hom- mitado, y también en el horizont e permit e que uno pueda hacer algo nue-
bre que está guiado por una mujer, hay al menos una mujer en el horizon- vo sobre esa versión. D e ahí proviene la famosa frase de Lacan cuando, re-
te de ese padre . Especialmente hay una escena que es fant ástica, dond e se liriéndos e al fin de análisis, dice que se trata de ir más allá del padre, pe-
puede ver la función de traducción del padre. Él, que no entiende para na- ro, que se trata de prescindir del padre a condición de servirse de éII 1 . Se
da alemán e igualmente le va traduciendo al hijo, con eso el hijo se arma l'lltiende entonces, qu e este ir más allá no implica dejar de lado al padre_,_
un mundo. Nino el poder hacer algo nuevo, a condición de servirse de él. Esta es la idea
Podemos decir que precisamente, la función del padre de la pere-ver- de Lacan, que algo nuevo se puede hacer sobre la base de alguna versió11
sion, es hacer una tradu cción a su hijo, hacerle una traducción de lo gue del padre . No me voy a detener en esto, pero quiero mostrar que se ve mu-
viene del lado materno que, en términos de Lacan en esa época, no es más c:ho en lac línica que, en ciertas neuro sis hay un intento de ir más allá del
que lo que él llamó !alengua.Lalengua, para Lacan, es un enjambre de sig- podre, desconoc iéndolo, es decir, haciendo lo contrario. Y, sin embargo, es-
nificantes, es decir, son mu chos significantes sueltos. Efectivamente, cuan- 10 no es más que una forma de sostener al padre ideal, que es la pelea por
do uno no entiende una lengua, se ve muy bien a esos significantes suel- ese ideal.
tos. Por ejemplo, las discusiones que hay en torno a las traducciones, pues Podemos dar una vuelta más, para acercarnos a lo que tiene que ver
establecer una traducción es establecer una versión de lo que dijo el autor. con el cinismo, ya que, si bien en algún moment o lo estuvimos trabajan-
Eso funciona siempre así, no hay La versión, vamos a discutir eternamen- do, aún en este recorrid o no lo habíam os nombr ado. Cín ico, en términos
te si es mejor Ballesteros o Amorrortu ; no hay mejor, hay versiones. Se ve de Lacan, es aquél que no cree en la ilusión del padre, es aquél que está
muy bien ahí, cómo se trata de una versión del padre. Es decir, una cosa udvertido de que el padre es una ficción. Y si el padre no es más que una
es que uno se quede en ¡ah bueno!,si no hay La versiónmejorno la tengo,o ficción, entre otras, es como si uno dijese mafangulo.Yo les traje el recuer-
_hacer una versión, y es lo que le permite al hijo armar~ur:Lmundo para do de esa película Trainspotting.El personaje toxicóman o decía créditos,
enfrentarse al horror de lo real. heladeras, autos, todo pura ficción, puro engaño; finalmente todos vamos
Bien, voy a reubicar alguno de los punto s que hemos podido recorrer 11 ir a parar al mismo lugar, entonces , me pincho con la droga y ya está.
hasta aquí y hacemo s la conexión con la toxicomanía y el alcoholismo. Ob- En un sentido uno podría decir que es verdad, el psicoanálisis muestra
servamos, por un lado, que el hecho de _9.lle--eLpad re_q].l_edeidentificado que el padre es una ficción, pero hay que decirlo de esta manera: es fic-
con el lugar de la excepción, trae aparejado, como consecuencia, la psic; - c:ión, pero es una ficción que funciona y el ha cerla funcionar trae conse-
sis. Vimos que sólo resaltar ~ padre ideal lleva a dificultades, en el mejor cuencias. De aquí surge un seminario de Lacan Los desengañadosyerran.
de los casos la estereotlpia, como dice Lacan, es decir quedar identificado En este seminario él va a trabajar específicamente esta cuestión, para ubi-
ahí. Así, en el caso clínico que estuvimos trabajando, situamo s cómo la car cómo aquél que se topa con que finalmente el Otro no existe, el Otro
identificación con el padr e ideal puede hacer entrar por la ventana lo que
no entra por la puerta, bajo la forma de un goce ilimitado. Es decir, lo que 11 l.ACAN, Jacques, Seminario 22, R.S.I., clase del l 1/02/75, inédito.

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FAB IÁN NAPARSTEK Á INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMAN ÍAS Y ALCOHOLI SM O A

no es má s que pura fi.cción.,_Pero , una cosa es que alguien esté ubicado en rHregación . El ejemplo histórico del cinismo es Diógenes , insta lad o dentr o
la vida y haya podido ubicar esto y ande por la vida diciendo eso no exis- tl1· su tonel. Voy a decirlo en estos términos: el tonel es el primer ejemplo
te, por ejemplo, se puede transformar en un cínico o en un canalla. Tene- ,ll'I country, es el primer countryde la hi storia; un ghettosolitario y, finalmen -
mos muchísimos ejemplos en nuestra país, de aquellos que pueden ir a la 11 ·, ullí se reúnen los que gozan igual y se auto-segregan respecto del goce.
televisión a decir que pelean por los pobres y se están llenando por detrás Es un fenómeno muy actual de la toxicomanía, entre otras cuestione s,
los bolsillos. Son canallas que ven muy claramente que todo eso es pur a , un fenómeno de la época. Además de granjas para toxicómanos hay
ficción y, entonces ma /angulo con el Otro. Podemos ver entonces la cue s- 1t1unjas para bulímicas y anoréxicas y así podemos empezar a armar una
tión, cómo para tener un poco de culpa y un poco ~e vergüenza hay__9!lc rrie. Esto tiene más que ver con la época de Jo que Miller llamó los mo-
creer en el Otro , si no, no hay eso. 111 ,síntoma s, h oy la ps icopatología está diseminada en monosíntomas , y es-
El toxicómano muestra muy bien lo que estamos diciendo. Hemos ha- 111 y de acuerdo con el psicoanálisis actual de cómo enfrentar esto , donde
b lado de la ética del soltero que es equivalente a esto. Es el cínico que: Pa- 111que nos llega al consu ltori o ya no son un neurótico, un p sicótico -lo
ra qué voy a ir a buscarelgocepor ahí si lo puedo encontrarentrelaspiernas.Es , 11111 no quiere decir que no sea un neurótico , un psicótico o un perverso-,
decir , que salir a buscarlo por ahí es creer que el Otro le p uede apo rtar al- 1110 que nos llega al consultorio un toxicómano, una ano réxica, una de-
go a uno, que el Otr_o tiene una función . Esto se liga con la cuestión de la 111l·sión, etc. Nos llegan con esos monosíntomas y ¿cómo respondemos no-
segregación; cómo el efecto de los toxicó m anos es la auto-segregación lo 111ros a eso? La aut o-seg regación está y creo que lo hemos nombr ado, por
cual no evita pfantear el problema de la segregación. ¿Qué quiero decir con , j(·mplo, en el orgull o gay. No solamente decirse que el mundo los recha-
esto? Se ve muy bien en ciertos lugares de Europa cuand o Lacan habla de .1, sino que salen a la vida, a ese mundo a decir: estoy orgulloso de ser es-
-y el término que él utiliza aquí siempre me llamó la atención- lo precur- 111y de gozar de esta manera.
sores que fueron los nazis. Llama la atención porque que cuando uno dice Es a la concl usión a la que han llegado en cier to s países sobre éste fe-
que alguien es precursor tiene un tinte positivo, enton ces, hablar de los na- 1111 meno, lo han advertido , entonce s no lo pena lizan y favorecen esta cues-
zis como precursores suena un poco fuer te. Pero Lacan lo sitúa en el senti- 1h m. Países com o Ho lan da, como Suiza, en España hay ciertos lugares
do de la segregac ión, segregar a los que gozan de la misma manera; juntar - ,l1111de esto se lleva a cabo también, hay muchos países de Europa donde
los en un ghetto o en un campo de concentrac ión. Él dice que son prec ur- 1, N dicen: vayan a tal lu gar, concéntrense allí y nosotros prese rvamos la hi-
sores porq ue se adelantan a una época que, efectivamente , empuja hacia 11kne, etc . Les mandamos jeringas nuevas todo s los días para que no se
eso. Es d ecir, encerrar a la gente que goza de la misma manera en un mis- , 1111L agien el SIDA , las mejores calidades de drogas, para qu e nad ie se in-
mo lugar. De la mism a manera los countries,los barrios cerrados son un re- ' ,·ne con algo que después le produzca consecue ncias que puedan poner
sultado de lo que comenzó con lo que hicieron los nazis. Y lo que se hace , 11 riesgo su vida. De lo que se han percatado es que hay ahí un goce ine-
con los toxicómanos es muy parecido , es encer rarlos en granjas; en Euro pa ludible, y tamb ién se han percatado de que con esto no han soluci onado
hay barrios cerrados para toxicómanos. Llega el camiond Lo, los provee de 1,, mxicomanía. Han solucionado una cant idad de prob lemas colaterales,
jeringas y drogas y mátense ahí adentro, no salgan a hinch ar las pelotas fue- , 11111 0 la crimi n alidad etc., pero, de ninguna manera han solucio n ado eso.
ra de su barrio. Y los toxicómanos van, ése es el fenómeno interesante. In- ' ,1111 sociedades que garantizan un goce tranqui lo hacia la muerte.
teresante en un sentido fuer te, no es que se resisten a ir, sino que van al ba- También está en el horizonte lo que podemos pensar desde el psicoa-
rrio y se quedan ahí. Es decir, que existe el fenómeno de segregación, pero 1111 ltsis, con respecto a la política de reducción de daño s. Es una política
existe un fenómeno de aut o-segregación. Qu e en algún sentido es lo que 11111 y progre y estoy de acuerd o en términos genera les, pero, hay que hacer
también le llamaba la atenció n a Lacan respecto de los judíos. Se pregun- , lrn as salvedades, y más en nuestro país. Conozco ciertos psicoanalistas
taba por qué iban mansamente al campo de concentrac ión. No cabe duda 11111y aba nderados en esta cuestión y ten go ciertos reparos al resp ect o, po r
que habría que hacer un aná lisis má s fuerte , ya que cuando uno se me te con 111menos, para llevarlo a cabo en la Argent ina en las condic ione s actual es.
estas cosas toca sensib ilidades, habría qu e desarrollarlo con un poco más de I ', 11 eso, mi idea hoy es que si eso no se puede implementar de pe a pa, co-
fundamento ; pero, en el caso de los toxicómano s el cinismo llega a la auto- 11111corres ponde, no conviene llevarlo a cabo.

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FABIÁN NAPARSTEK • INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOM ANÍAS Y ALCOHOLI SM O ~

Bien, vamos ahora a extraer algunas consecuencias de lo planteado 1,1tiene que ver con el padre dador, que no es el padre que dice no sola-
hasta aquí. En primer lugar, podemo s decir que se encuentr an consumi- 1111·nte, sino que es el padre que aporta algo.
dores anudados al padre, que ~ lo que intentam os mostrar al comienzo. Volvamos a la escena de la película La vida es bella, a la escena de la
Eso puede dar un consumo reglamentado y es más, apoyando a la función 1111 ducción. El nazi que habla en alemán, la verdad del asunto es que casi
paterna, no vemos nada de la manía en eso. 111haría falta la traduc ción, aunque uno no enten diese alemán uno sabe
Por otro lado, es posible encontrar un consumo que se suelta de la fun - que ahí no se pued e nada, si todos cam inan para ahí hay que caminar pa-
ción paterna , que se sale del campo del Otro y ahí tenemos algo de la ma- 1,1nhí, no hay mucha traducción. Se ve muy bien que toda la cuestión es

p_odemosencontrar una posición de un suje-


nía. Pero, se ve también,...9!!_e 11uno el padre de la perversión transforma ese no en algo posible para el

to identificado con el padre co~o ideal y que el consumo le vuelve en la IIIJo. Por eso Lacan habla del padre dador , además del padr e del no. Pues
1;
fiesta totémica. Y se ve importancia que tiene en ciertos casos -c~ l 1111alcanza con ser un a autoridad y decir no,~d<:!!)ásde decir no hay~
caso clínico del que hablamos- la identificación con el padre. Porque, 111lcntar un camin o. Cuando se dice que no, eso ya orienta, es verdad, pe-
efectivamente, hubo en un momento toda una discusión en Argentina, 10, al menos lo que quiere decir es que con un no, no alcanza. Hay algu-

muy fuerte, que no había que convalidar el "soy adicto". Y en un sentido 11 ns que dicen un no a todo, hace falta darle la vuelta y transformar ese no
estoy de acuerdo, pero sólo para estos casos. Es decir en esta ocasión pu- , 11 una orientación.
dimos ver el efecto que tiene en Alcohólicos Anónimos que le convaliden Porque el no a todo es un problema, una cosa es un no específico a una
el "soy alcohólico" para toda la vida. Sin embargo, hay otros casos en los 1 ucstión particular. De alguna manera Lacan ya lo planteaba en "Los

que quizás una identificación - vamos a verlo en ciertos casos de psicosis-, 1 nmplejos familiares" en el año 1938. Hoy cualquier filósofo, ensayista, so-

el soy adictopodría tener ciertas repercusiones sobre la economía de goce 11úlogo etc., va a hab lar de la globalización y la caída de los ideales y todo
de la persona , que hab ría que cuidar . r~c piripipí tan actual. Pero de lo que sí tenemos que estar advertidos los
p~icoanalistas es de que la caída de la función paterna trajo aparejado un a
dificultad muy fuerte en poder encarnar el lugar del padre, y que esto aca-
ALUMNO: No me queda claro en qué casos no habría que convalidar.
11ca consecuen cias serias. ¿Se entiende -la diferencia que estamos hacien-
do? Es decir, que hoy en día es muy dificil poder encarnar ese lugar. Es
En el caso que hemos trabajado del alcohólicoempedernido, en el caso verdad que han caído los emblemas paternos, los ideales pero, al caer eso
que esté identificado con el padre ideal, que la contracara de esa identifi- t'll muy dificil para cualquiera poder encarnar ese lugar, es una dificultad
cación es la que trae aparejada el consumo masivo de la persona. Ahí se ,nuy clínica tamb ién. Es de todos los días, padres que no van a trabajar,
ve, es una indicación clinica muy precisa, porqu e es la identificación con que el que sostiene la casa es otra persona etc., hay ejemplos a más no po-
el padre, con el padre como ideal, que trae eso aparejado. der. Todas estas cosas tienen consecuencias que se ven en la clínica un o
A su vez, se ve que una de las manera s de ir en contra de la identifica- por uno. Finalmente, cada uno se las arregla para encarnar ese lugar co~
ción con el padre ideal es introducir la perversióndel padre. El encuentro ,us propios ideales o sin ellos. Y a su vez, tenemos una ausencia, gue es
con la perversióndel padre, con ese padre de carne y hueso, es lo que rom- 11n a ausencia del aperitivo que cada uno se dl!, el gusto particular, es de-
pe una identificación con el ideal, es lo que tira abajo al ideal. Es cuando l lf, los goces singulares, porque , además de ser limitado es algo sin~
uno dice: a bueno,elpadre no lo puede todo,que es el que hizo eso,al menoseso. 1·sel: "a mí me encanta tal cosa", " yo los domingos tal cosa" o " a la no-
Eso mismo tira abajo la identificación y trae como consecuencia una limi- 1•he antes de .. . tal cosa". En vez de eso tenemos un goce unificado para
tación del goce, un ordenamiento. Es lo Lacan en la primera época llama- 111dos po r igual, que barre con lo singular, que es casi un goce unisex que
ba el padre dador, respecto de Juan ito. Lacan no lee el problema de Jua- hurre con las diferencias.
nito respecto del Nombre del Padre. Re_cuerdan cuando trabajamos la Somos todos consumidores de lo mismo, y el toxicómano muestra es-
cuestión del falo, la irrupción del pene real; Lacan lo ubica respecto de lo 10 de pe a pa, que ahí no hay diferencia de sexos. No hay diferencia, por-
que en esa época llamaba el padre real, no el padre de la pere-version. Pe- t¡ue sale del problema sexu~l y además es un consumo para todos por
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FABIÁN NAPARSTEK Í. I NTRODUCC IÓN A LA CLi NICA CON TOXICOMANiAS Y ALCOHOLI SM O A

igual. Y el psicoanálisis va en búsqueda del aperitivo de cada quien; va en du de la gente, y la necesidad que hay hoy en día de identificarse con algo
búsqueda de cómo cada quien se las puede arreglar singularmente con al v,cn este punto, aparece lo que mencioné anteriormente sobre ser el or-
go del goce. ~11110 gay ; podría ser el orgullo del adicto, en tanto se busca una identifi-
111i.;ión por el modo de goce, ya que no hay identificación hombr e I mujer
ALUMNO: La presencia del significante del Nombre del Padre es lo qur 11ur otro lado. Identificarse con algo y tener un lugar en el mundo porqu e
da una estructura u otra. ¿Cómo se relaciona con lo que viene plantean , ~nidentificación es lo que da un lugar en el mundo. Toda la dificultad de
do? l1ny en día, es que está totalmente trastocada.
Si el psicoanálisis cuando nació empujaba hacia o en contra de las
F. N.: Si uno sostiene lo que Lacan planteaba en el Seminario 3, está hknt ificaciones para desalinear al sujeto de la identificación, hoy, en mu-
inscripto o no el Nombre del Padre, eso es una función de la estructura , 1lios de los casos lo que tenemos que hacer es cómo fortalecer, al menos ,
efectivamente, eso es así y eso da o neurosis o psicosis. En el campo de la 1111aidentificación para que el sujeto tenga un lugar en este mundo . ¿Se en-
neurosis una vez que está inscripto el Nombre daj Padrea demás queda 1k nde el prob lema?, el cambio de problemática. Dificilmente, y en este
_cómo eso se encarna , por supuesto si eso no está inscripto no se va a po- 1111nto habría que hacer estadísticas, no sé si ustedes en el Centro las tie-
der encarnar en relación con ese significante. O, en todo caso, vamos a te- nen, pero yo adonde voy difícilmente se puede hacer un grupo de toxicó-
ner un tipo de encarnaduras raras, que es la que Lacan destaca del padre 1,mnos hoy en día, no era ante s así. Quiero decir que la clínica muestra una
de Schrebcr , que hace él mismo de función, él mismo hace la función. dispersión en la práctica misma, al menos en la Argentina , ya que en Eu-
Pero, la cuestión es cómo se encarna eso en un mundo donde hay un 111pacomo la práctica de inyectarse es muy extendida eso barre, barre un
cinismo generalizado, donde nadie cree en ningún ideal. Uno de los pro- poco con todo, pero, realmente la clínica de la toxicomanía no es más uni-
blemas que hemos tenido, por lo menos en la Argentina en los últimos lnrme como antes donde todos consumen cocaína, etc. Hoy consumen
años es la extensión del cinismo, es la extensión donde todo el mundo sa- drogas diferentes cada día, drogas que no conocíamos ayer, cosas rarísimas
be que no se cree en nadie. Que a quienes tienen que sostener ciertos idea- v de maneras diferentes. Entonces se hacen los representantes del consu-
les mínimos, no les importa nada . Es un problema independientemente de 1110 de esa droga, se inventan esa manera singular a falta de algo que orien-
los políticos, lo cual no los salva, no les quita responsabi lidad; pero digo ll'. La necesidad de inventarse eso y los nuevos síntomas van a parar ahí.
que es un problema general. Y está en todos los ámbitos, no solamente en Antes estaba la posibilidad de que, bajo la égida de un dios universal, ba-
el ámbito de la política. Por supuesto , eso produce efectos: si no hay nin- J11la égida de un ideal, cada uno dentro de ese ~ampo encontrara su pro-
gún ideal, ¿cómo se encarna el lugar del padre? Es un problema. Me inte- pio aperitivo. Ahí el psicoanálisis trataba de oradar ese dios de cada quién,
resa destacar esto porque en general no lo hemos tenido muy en cuenta, 1•ncontrar lo que era singular de cada uno. Ahora bien, como no está ese
por lo menos , en lo que a nosotros nos compete. 11110unificador aparecen los nuevos síntomas como respuesta . Entonces ,
De igual modo, esto trae consecuencias para cualquier chico o chica, ine hago adicto, me hago toxicómano, bulíiiuca, anoréxica, etc.Y, en algún
en cómo asumir el sexo, ya que se lo asume a partir de la pere-versiondel Hcntido y en mucho s casos - fundamentalmente de psicosis- no conviene
padre. Conocemos, por e¡emp o, la dificultad de Juanito de asumir su se- 1ocar demasiado eso, esa identificación, aunque sí bu scar la manera de que
xo y el problema de Juanito, que cuenta con el Nombre del Padre y, por t·8o sea un goce más o menos regulado por el sujeto. Porqu e uno tira aba-
ende, es una neurosis pero, tiene problemas serios en asumir su sexo. En jo eso y queda perdido , sin elementos o herramientas alternativas.
el momento actual esto aparece de manera impresionante y no en chicos Bueno la vez que viene seguiremos trabajando con esto, y comenzare-
como Juanito. La dispersión que hay respecto de lo sexual, que puede ser mos con psicosis, donde se ve claramente y de una manera mucho más
cualquier cosa, como una paciente me lo hacía saber cuando decía : "No l'uerte esta cuestión .
importa si voy a estar con una mujer o con un hombre, pero quiero estar
bien" . Es la época de la búsqueda de estar bien y no importa cómo. No es
un juicio de valores, es lo que trae aparejado como consecuencia en la vi-
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ClaseVIII

TOX ICOMANÍA Y PSICOSIS 1

Carolina Zaffore

FABIÁNNAPARS TEK:La clase de hoy y la siguient e van a ser desarrolla-


dos por Carolina Zaffore que es docent e de la cátedra y me acompaña en
~11 organización. También es miembro del D epartam ento de Estudios So-
lirc la Toxicomanía y el Alcoho lismo, del Centro de Investigación del Ins-
111uto Clínico de Bueno s Aires, y hace años que trabaja en torno a esta
woblemática.

CAROLINA ZAFFORE: Fabián me ha invitado a dar una serie de dos cla-


~l'S para trabajar específicamente sobre toxicomanía y psicosis, este sería el
11•ma general. Seguramente, ustedes van a pod er par ticipar en el transcur-
•11de la presentación, pues vamos a volver sobre nociones que ya estuvie-
' nn traba jando en este espacio.
Voy a tomar dos textos: "Ps icosis ordinarias y toxicomanías " 1, un artí-
, ulo de Fabián Naparstek , y otro de Éric Laurent: "Tres observaciones so-
lu e la toxicomanía" 2 . Vamos a referirno s a este último , dond e me parece
que se plantean cuestiones noda les para la clínica d e las toxicomanías y las
p~icosis. Aparece una reformula ción o incluso un cuestionamiento a la te-
IN centra l de la función de la droga . Me refiero a la fun ción de la droga
0 lo que permit e romper el m atrimonio con el hace pipí. Esta es la de-
, 11111
l1nición más _fuerte que Lacan sostiene en relación a la droga, que se ex-
1111c de un texto de 1975.

NAPARSTEK, Fab ián, "Ps icosis ordinarias y toxicomanías", en: El psicoanális is ap/i-
1·11
do a las toxicomanías,Pu blicación del D epartamento de Estu di os sobre Toxico-
11rnnía y Alcoho lismo del Centro de Investigacion es del Instituto Clínico de Bu e-
nos Aires, Bs. As., 2003 , págs. 39 y ss.
1J\U RENT, Eric, "Tre s observacion es sobre la toxicomanía ", en Sujeto, Goce y M o-
da 11idad, Tomo II, Atuel - TyA, Bs.As., 1998, págs. 13 y sigs.

91
FABIÁN NAPARSTEK Á. INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SMO Á

La idea de esta clase va a ser justamente , poner a prueba esta formu- peligros de someter a un psicótico a un psicoanálisis. Uno podría situar la
lación lacaniana en relación con la psicosis en particular. Ahora bien, esrn l uestión de la siguiente manera: La interpretación de un síntoma hisLéri-
perspectiva de la droga , ¿sería válida, tanto para el campo de la neurosis, L\l u obsesivo en Fre ud supone el mecanis mo de represión, supone qu e allí
como para el campo de la psicosis? En principio, voy a hacer un recorrido donde aparece un contenido o una representación, etc., hay otro conteni-
general de la cuestión de la toxicomanía y la psicosis, pue sto que me pa- do velado o reprimido -es la lógica del síntoma neurótico en Freud. De al-
rece que ambo s nudos clínicos tienen un cierto lugar aná logo en el psicoa- ¡¡o que aparece sin sentido, el análisis lo va reconduciendo a otro sentido,
nálisis. Ustedes saben que Freud no ha tratado adictos, es más, hay un ca- 11un sentido fálico. Es decir, a un sentido organizado a partir del Padre ,
so donde él envía a Sudamérica a un sujeto que consumía, indicando que del Complejo de Edipo en Freud. Es justamente esta la estructura que no
no había ningún tratamiento posible para alguien así, sin chances de so- Heverifica en la psicosis.
meterlo a un psicoanálisis. Casi como si dijera: con esteno hay nada que ha- En cambio, cuando uno intenta hacer pasar los fenómenos elementa-
cer,sólomandarloen un barcoa altamar. Quiero decir que, para Freud, las les, como dice Lacan, las alucinaciones prop ias de las psicosis por el Edi-
adicciones se presentaron como algo que no entraba directamente en el po o por la ínterpretación, se topa con un límite. No tienen la misma es-
psicoaná lisis, por supuesto que en ese momento , no tenían el mismo lugar 1ructura un síntoma neurótico y un fenómeno elemental (que ustedes sa-
que el que ocupan actualmente. Ni siquiera la época de Freud era la de ben es el modo lacaniano de agrupar fenómenos de la psicosis, que den
Lacan respecto de este tema. Sín embargo , bien saben ustedes , que Freud cuenta de la estructura y que permiten verificar un diagnóstico). Si bien es
nunca se dedicó directamente a las adicciones y a la toxicomanía. No obs- un trabajo que es iniciado por Freud, es Lacan quien finalmente define
tante, fue necesario que trabajaran algunas referencias freudianas a la dro- dos mecan ismos diferentes para la neurosis y para la psicosis. Lacan en to-
ga en tanto tal, como en "El malestar en la cultura". Referencias solidarias do el desarrollo del Seminario 34 trata de situar cómo la fenomeno logía de
a la perspectiva de Lacan en el asunto, es decir ubicar cierta sustituc ión: la psicosis no responde al mecanismo de la repr esión y no supone la lógi-
el lugar del tóxico viene al lugar del autoerotismo. - ca edípica, la castración en términos freudianos.
Bien, si uno piensa en la psicosis también podría situar que es algo que Volviendo entonces a la presentación general lo diría de la siguiente
no entró clásicamente en el psicoaná lisis. Se puede leer a Freud que, di- manera: Ni la psicosis ni la toxicomanía han sido senc illas para el psicoa-
rectamente contraíndicaba el tratamiento psicoanalítico para las psicosis. nálisis. En pri ncipio, la hipótesis a seguir allí es cierta relación compleja
Me refiero a las premisas fundamentales del psicoanálisis: asociación libre, respecto de lo simbólico, es decir, respecto de la vía de la palabra como cu-
interpretación etc. Hay muchos ejemplos en Freud, ya desde los prime ros ra. El adicto es alguien con quien verdaderamente, lleva todo un trabajo
textos, donde se ve claramen te que en ciertos casos de psicosis que él so- conseguir que algo de su adicción se empiece a poner en palabras, que se
mete a un tratamiento psicoanalítico, la sintomato logía empeora o el tra- empiece a forma lizar una demanda de tratamiento. Hay algo de la relación
tamiento fracasa, y se puede observar el límite de la interpretación. Lo cual directa a la sustancia que implica también, una detención de la asociación
indica, ya desde Freud y mucho más acentuado desde Lacan, que si uno no en el sentido de las psicosis- ; pero, en ambos casos se ve que resisten
somete a un psicótico a un análisis hay un peligro claro de desencade na- a la cura por la palabra. Tanto el campo de las psicosis como el campo de
miento. Es decir que hay algo en la estructura de la psicosis que no entra las toxicomanías ha requerido un abordaje teórico y clínico que se renue-
fácilmente en el dispo sitivo analítico, que resiste, así como en la clínica con va constantemente y que han sido arduamente trabajados por los psicoa-
toxicómanos a la entrada al dispositivo inventado por Freud . nalistas que siguieron a Fre ud y a Laca n .
En "De una cuestión preliminar a todo tratam iento posible de las psi- Ahora bien, la toxicomanía y la psicosis de ninguna manera pued en si-
cosis"3, Lacan plantea fuertemente la perspectiva del psicoanálisis frente a Luarse en el mismo nivel. Quiero decir que, desde el psicoanálisis, no po-
la psicosis y fijense que ya en el títu lo dice: "un tratamiento posible", o sea
que supone que ya no es exactamente igual al psicoanálisis tradicional , al LACAN,Jacques, "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las p si-
psicoanálisis que ha sido ínventado en función de la neurosis y de la his- cosis", en: Escritos 2, Siglo Veintiuno editores, México, 1987, pág . 513 y sigs.
teria, en particular. Es Lacan en su retorno a Freud quien advierte de los l..ACAN,Jacques, El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Bs.As., 1993.

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FABIÁN NAPARSTEK A IN TRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICO MANÍAS Y ALCOHOLISMO Á

demos afirmar en términos diagnósticos que la adicción es una estructuri1 111<.l


os los males, unificando, homogeneizando subjetividades que no debe ·
más. Puesto que, tanto para Freud y mucho más para Lacan, las estructu - 1lt1nsuperponerse. Entonces, lo que me parece crucial es pod er situar , an-

ras subjetivas son tres: neurosis, psicush; y perversión. Lo cual no quiere 11· todo, en térm inos de principios psicoana líticos, la pregunta por el diag-
decir que las adicciones no constituyan una categoría para el discurso so- 11 óstico diferencial en todos los casos, aunqu e la presentac ión de un suje-
cial. El adicto se presenta en el discurso social más bien como un conjun- 1n sea por la vía de la adicción, aunque la consulta se limite a un proble-
to, un conjunto que podremos calificar de ficticio, ya que incluye una can- 1110de adicción. De hecho, muchos psicóticos llegan a la consulta por un
tidad de cuestiones bien diferentes en lo que atañe a la subjetividad. problema con las drogas y no por la psicosis.
Precisamente, todo el trabajo que venimos haciendo este cuatrimestre Recuerdo la consu lta de un paciente mío que estaba bastante angus-
de ubicar la función del tóxico o la función de la droga en cada sujeto, va 11ndopor un familiar. No sabía qué hacer , cómo maniobrar con un joven
un poco en contra de suponer que la adicción es un grupo homogéneo , que estab a encerrad o en el cuarto y amenazaba con matarse, con matar a
una estructura más, tal como la neurosis, la psicosis y la perversión. En- In familia, incendiar la casa, si cualqui era de la familia trataba de entrar.
tonces, en relación con el diagnóst ico quiero ubicar dos consecuencias No sabían qué le pasaba a ese muchacho, tampoco sabían qué hacer. Era
muy importantes: Una es barrer con la idea de la adicción como una es- una situación bastante dificil pero lo único que se sabía -<leda el pacien-
tructura más, es decir que esta categorización que viene desde el discurso te- era que, desde hacía uno s meses se venía drogando much o que, segu-
social: soy drogadicto,soy drogadependiente y que, por supu esto, otorga un ni- rumente, el episodio tan dramático era consecuencia de eso. Así fue que,
vel de ident ificación en el sujeto da cuenta de una homogeneidad ficticia. después de unos meses de tratamiento, con un a internación en el medio,
Habrá que ver preferentemente, cómo cada uno se relaciona con el tóxi- HC pudo localizar que era un brot e esquizofrénico que, en realidad, no se
co, porque, en principio, un psicótico que se drogue no va a ser para nada trataba tanto de la cuestión de ·la adicción, sino que era alguien que esta-
lo mismo que un neurótico - aunque consuman incluso la misma sustan- ba en un proceso de desencadenam iento. Me parece importante subrayar
cia y las misma s cantidades. Estoy tratando de distinguir dos niveles dife- que muchas veces lo visible o lo que aparece como problemá tico es la dro-
rentes. 1,ta,pero detrás de eso hay una subjetividad psicótica.
La segunda consecuencia, es que la pregunta por la función del tóxico Tamb ién hay casos donde uno puede verificar cierto logro terapéutico,
nos va a servir muchísimo, para poder verificar un diagnóstico diferencial. en términos de abstinencia de deter min ada sustancia y, sin embargo, al
Se ve entonces, que no estoy señalando la función deladroga como tiÍpón tiempo aparece un desencadenamiento. Es decir que estos elementos de la
de la estructura, sino que la pregunta por el modo en que un sujeto inicia clínica nos perm iten cuestionar un poco la idea de abstine ncia como fin
el consumo, en qué coyuntura , cómo se viene a articular en su econoiñía en sí mismo. Son cuestiones que atañen también a la posición ética del
psíqu ica, también va a ser la posibilidad de pescar su estructura ; percatíir=- nnalista, es decir qué función cump le el tóxico para cada sujeto en parti-
se si se trata de un neurótico o si se trata de un psicótico. Esto implica que cular. Es preciso tener en cuenta que, en algunos casos, el suprimirlo o lle-
la pregunta por la función de la droga entrega un nuevo valor en cuanto al gar indefectiblem ente a la abstinencia no siempre lleva a buen puerto, mu-
diagnóstico. Este punto es clinicamente crucial porq ue es el problema de cho menos cuando se trata de una psicosis.
muchos tratamiento s en las comuni dades terapé uticas, donde son todos Éri°"-Laurent en este texto va a ser bastante contun dente en el planteo
tratados como adictos. Allí la la identificación es la noción más fuerte, hay de su tes1"S";-É
I va ubi cando cómo esta idea de Lacan de la función del tó-
una fraternidad alrededor del mismo problema para todosy, por lo tanto, xico, como lo que permit e romper el matrimonio con el falo, no es válida
una cura tipo, un mismo tratamiento para todos.De este modo se pierden, para la psicosis._Él la va a llamar una formación de rupiura:Es int eresante
por un lado, las singularidades subjetivas pero, por otro lado, y fuertemen - porque opone formaciónde compromisoa formaciónde ruptura, es decir rom-
te se pierde el valor clínico del diagnóstico diferencial. pcr eí matrimonio con el falo.
En la afirmación y lógica del "ser adicto" no hay demasiada diferencia
en cuanto al funcionamiento del aparato psíq uico -e n términos freudia- ALUMNO: ¿A qué se refiere con "formación de ruptura"?
nos. Es sostener la idea del sentido común de que la droga es la causa de
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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUC CIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLI SMO A

La formación de ruptura seria la propuesta de Lacan. Laurent dice di 1111•nto. Más adelante, Freud va a hablar directamente de cosmovisión, con
rectame nte que es una tesisde r~ptura,~ ese lugar a la drog-; cornoioqul ' , ll' significante del hace pipí se establece un modo de organizar las signi-
permite romperel matrimo nio con el hace pipi, con el falo, Es una tesis dl· lh nciones, distinguir lo vivo de lo inanimado , el que tiene el que no tiene.
ruptura, ya que en principio la droga no viene al lugar de hacer lazo de ,,~ ese el modo de hacer pasar el goce peniano, el goce autoe rótico al cam -
engancharse al falo, ni siquiera en el sentido de una formación de com12.ro po del Otro, con el falo. Hacer pasar ese goce por el discurso. Hay una
miso. Formación de r uptur a versus formación de compromiso, por su- v.111ncantidad de modos de nombrar el pene, se le pone directamente un
puesto esto es en general. Éric Laurent plantea allí que, en los casos d~psi - 11 11mbre; muc has veces los pacientes hablan del pene como si fuese otra
cóticos que consumen, esta ruptura con el Otro no se verifica. No se veri- 1wrsona. El uso del falo es eso, hacer de ese órgano algo en el campo del
fica que la ~roga venga a romper con el falo, a romper con el Otro, sino lo 1h ro, hacerlo pasar por el discurso. Es ese el prob lema en la psicosis, cuan- _
contrar io. El ha encontra do casos donde los psicóticos consum en péro, 1In a falta de l falo no se pued e hacer pasar ese órgano al campo del Otro .

más bien, como un modo de enlazarse al Otro y no de romper con el Otro. Hace uno s días en CE.NA.RE.SO., comentábamos los casos de psico-
Por excelencia, en la psicosis se ve que no hay inscripción del falo, no hay 1iN donde se ve claramente a madr es psicóticas, donde sus hijos no son jus-

falla sino ausencia de inscripción fálica, a consecuenc ia de la ausencia del 111m ente falicisados, no son tomados como objetos deseables, sino como
significante del Nombre del Padre. En la psicosis hay una ruptura radical 11n"cacho de carne" -dicho de esta man era por los pacientes. Es esa la di-
con el falo. - hcultad cuando no está inscripto el Nom bre del Padre, cuando no hay allí
Sin embargo, como bien decían acá, esta tesis de ruptura habla de una 11nasignificación fálica compart ida que oriente ~l deseo.
ruptura con la significación fálica, pero no de la forclusión del significan- Demos ahora un paso más con el planteo de Eric Laurent, cuando sos- _
te paterno. Es decir, no está hablando de la psicosis en tanto tal, se trata 11cne que no se trata tanto de que la droga viene al lugar de romper con el
de una ruptura con el falo, pero contando con la inscripción del significan- lulo, sino que la ruptura está de antemano. Esta noción es muy interesan-
te. Ahora bien, podríamos seguir argumentando por · qué Éric Laure nt lo 1c, porque es exactamente la misma que toma Freud para trabajar en "Pér-
llama una tesis de ruptura y va a dar dos respuestas en este texto. Va a ha- dida de la realidad en neurosis y psicosis" 6 . Ustedes recuerdan cuando,
blar de ciertas consecuencia s en relación al goce y ciertas consecuencias 1·cspecto de la realidad , él sitúa los dos tiempo s en la neurosis y en la psi-
teóri~as en relación al padre, es decir al campo del goce y al campo del pa- cosis. Él plantea que en la neurosis hay una huida de la realidad, un a pér-
dre. El ubica dos elementos a tener en cuenta con esta definición de la dida parc ial de la realidad; pero que, en la psicosis hay una ruptura inicial
droga. Uno que hablaría de una ruptura con el falo pero fuera de la psico- y el delirio viene a ser un mod o de reconstituir esa realidad.
sis -es la ruptura del matrimonio con el falo. Acá si uno toma - justo esta-
ba leyendo el historial de Juanito 5 que es de donde surge el térm ino hace ALUMNO: ¿O sea que en la psicosis no se requiere de la droga para que
pipí y se ve muy bien cómo Fre ud lo plantea en la página 87: " ...el primer haya una ruptura?
rasgo imputable a la vida sexual del pequeño Hans es un interés particu -
larmente vivo por su hace pipí, este interés lo convierte en investigador. Así Exactamente, ese es el planteo de Éric Laurent. Es decir que la ruptu-
descubre que basándose en la pr esencia o falta del hace pipí un o puede ra está de antemano, con lo cual queda jaqueada la idea de la droga como
distinguir lo vivo de lo inanimado ". la ruptura con el falo. En la psicosis la droga viene más bien, al lugar de
Se ve bien allí que el uso del falo es organizar el mundo , esa es la fun- intentar restituir esa ruptura, no se presenta como en la neurosi s.
ción simbólica del falo, que no es lo mismo que el pene, ya al ser nombra- En la-neurosis se ve bien cómo el tóxico va al lugar de no querer saber
do como hacepipí, lo hace diferente del órgano peniano. Esa es la función nada del Otro, al lugar del autoerotismo. E~ un modo de cortocircuitar la
fálica, tal como lo han trabajado con Fabián, hacer del órgano un instr u- pregunta por....eldeseo del Otro, el pasaje por la castración del Otro. Se ins-

FREUD ,Sigmund, "Aná lisis d e la fobia de un niñ o de cinco años (caso del peque- 6 FREUD, Sigmund , "Pérd ida de la realidad en neuros is y psicosis", en: op. cic., t.
ño Hans)", en: Obras Completas, t. X, Amorrortu, Bs.As ., 1993, págs . 2 y sigs. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1993, págs. 189 y sigs.

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FABIÁN NAPARSTEK Á Á INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍA S Y ALCOHOLISM O Á

tala con un punto de certid~bre en vez del ¿qué desea?o ¿quéquiereel mria en el uso de la sustancia. Con todo, no es lo mismo la ingesta de un
Otro?Para situar algo de la certidurnbredel goce, hay una "certeza', que objeto real -e n principio- que un síntom a conversivo, por ejemplo, dond e
no es del orden de Ja de certeza psicótica, pero ha lila conviccioñae <n!C lus identificaciones, fantasías, en fin, lo simbólico, operaría de otra manera.
esa sustancia otorga un goce. Hay un saber sobre el goce que da la inges- l lay que situar en cada caso si ese objeto está articulado en el Otro, si hay
ta. En ese punto hay ruptura ~ífa lo,_-ªy ruptura con el Otro. En cam- una relación asociativa, significante o no. Sin duda es la chance del análi-
bio, en la psicosis podríamos decir que esta ruptura es estructural. His, que algo de eso comience a circular simbólicamente, sino no hay aná-
Y si retomamos esta noción de ruptura podemos encontrar en el Se- lisis posible. No es exactamente lo mismo un síntoma histérico o un sínto-
minario 3 en la clase titulada "Vengo del fiambrero" -donde Lacan está ma obsesivo, que la acción de la ingesta, donde también hay un goce de la
analizando justamente el texto freudiano "Pérdida de la realidad ..."-, que Hustancia real. Hay que poder deslindar los niveles de la satisfacción y de
él va a decir: " ...partamos de la idea de que un agujero, una falla, un pun- r6mo esa satisfacción se engancha con el Otro. Freud hace tod o un traba-
to de ruptura en la estructura del mundo exterior está colmado por la pie- jo para situar cómo al autoerotismo se le suelda una fantasía, se Je suelda
za agregada que es el delirio". Ubico aquí algo que ya han trabajado. Allí, un elemento del campo del Otro, es decir que un autoerotismo puro es di-
siguiendo a Freud, Lacan indica que en la psicosis hay un punto, una rup- tlcil de pensar; creo que ya han abordado esta perspectiva con Fabián.
tura, un agujero que está de antemano y, en todo caso, todo el trabajo del Igualmente, en cuanto a esta idea de Éric Laurent , él habla de verifi-
delirio es un intento de reconstituir esta realidad o de reconstituir los la- cación clínica. Me parece incluso una indicación: prestar atención en de-
zos libidinales. Esa es la función del delirio en Schreber, por ejemplo. Tie- 1erminados casos de psicosis donde el tóxico viene más bien a ordenar,
ne que hacer todo un trabajo para reconstituir la realidad perdida, o una nbre la perspectiva de un intento de anudar, de estabilizar, ¿por qué no?.
ruptura radical. Con todos los peligros que eso conlleva, porque sin duda no es lo mismo
Otros ejemplos muy interesant es que presenta Éric Laurent en ese ar- una suplencia delirante que la ingesta real de una droga. Es interesante en
ticulo, son los casos de psicosis donde se puede verificar que no se trata de términos de función entonces, la pregunta es si más bien viene a desloca-
una manía descontrolada de un tóxico o de varios tóxicos, sino que -to- lizar un goce o si es un intento - fallido las más de las veces-, pero un in-
mando un término de Esquiro l- él la llama monomanía. Subraya así una tento al fin de localizar un goce. En el campo de las psicosis ese es todo el
paradoja, porque se trataría de una manía limitada, acotada a determina- problema. Es el falo el que permite localizar un goce, es el falo el que per-
do tóxico. En este punto podemos considerar que el uso de la droga no es mite regular el goce y todo el problema es cómo se las arregla el psicótico
un intento de salirse del campo del Otro, de no vérselas con la castración para regular o lograr hacer algo con ese goce, sin el instrumento fálico.
del Otro, sino que podemos ubicarla , como un intento de restituir cierto Muchas veces la relación a una sustancia es un intento más de regular, sin
lugar del Otro , de la realidad . el falo, ese goce que Jo invade.

ALUMNO: Igualment e la función del tóxico no es siempre la misma, ALUMNO: Fabián ubicó tres funciones diferentes cuando hablaba de
¿habría varias funciones? goce autoerótico y de goce real también en un neurótico. Creo, si no estoy
equivocada, que él lo llama el verdadero toxicómano. ¿Podría relacionarse
Absolutamente, ayer hablábamo s de esto, hay que ver en qué grado la el verdadero toxicómano con la psicosis?
función del tóxico no es unívoca y no es siempre la misma. Hay varias y
hay tantas como las subjetividades. No sé exactamente cómo lo han ubicado. Supongo que el verdadero
toxicómano, yo lo entendería como alguien que rompe absolutamente con
ALUMNO: Los adolescentes que se drogan, porque se drogan todos Allí el Otro. Hay una certeza de goce respecto de la sustancia, tan bien dibu-
estaría claramente en el campo del Otro, ¿no? jado en la película Trainspoting.Es decir, alguien que sabe que eso otorga
un goce y que no hay pregunta respecto de eso, no hay dialéctica respec-
Habría que ver los casos, pero podría articularse allí una via identifica- to de eso, no en términos psicóticos, pero es alguien que se da con todo y
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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CL(NICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SM O Á

que sabe que esoes gozar. Supongo que se habrá referido a ese punto. No ¿Cómo se puede ver? Insisto con lo que ubicábamo s al comienzo res-
es lo mismo alguien que se droga, pero que por alguna coyuntura comien- pecto de la función del tóxico como un modo también de acceder al diag-
za a preguntarse respecto de ese consumo, es decir, donde la función de nóstico diferencial; no como dos cosas separadas. Tal vez sea útil que tra-
solución del tóxico empieza a fracasar, no es lo mismo, sin duda. O como bajemos un pequeño material clínico, que surge de una entrevista de ad-
un caso que trabajamos en CE.NA.RE.SO., donde la droga estaba total- misión que tomamo s en CE.NA.RE.SO. la semana pasada. Es un caso de
mente ligada a la historia del padre, y la cantidad del consumo dependía psicosis donde aparece justamente esta cuestión que aclara un poco la
casi punto por punto de lo que el pacient e decía del consumo del padre. perspectiva.
Entonces, no es lo mismo esa posición a la de alguien que se droga siste- Es un paciente de 23 años que llega a la consult a pidiendo una inter-
máticamente, sin ninguna apertura al campo del Otro. nación y que consume marihuana desde los 18 años los fines de semana.
"En enero probé pasta base y ahora no puedo parar ...". Es decir, que des-
ALUMNO: Me parece que ella se refería a esto de ubicar a un neuróti- de los 18 años consume pero en enero empiéza a consum ir pasta base, a
co dentro del goce real, y cómo seria la diferencia con el psicótico. diferencia de antes que consumía marihuana. Dice: " ...desde allí perdí to-
do, mi equipo de música, mis libros, mi pieza quedo vacía. Perdí 30 kilos,
Está muy bien ubicar la cuestión del goce real en la neurosis, algo que pesaba 110, iba al gimnasio, ahora peso 80 kg.". Este es el modo de pre-
escapa a la medida fálica, incluso en la neurosis. Esto llevaría un tiempo sentación del paciente. "Intenté dejar pero me agarraron problemas de
de desarrollo y se podría tomar desde diferentes ángu los. Uno de ellos: la abstinencia ... - y allí ubica- sensaciones en el estómago ...", y le da tos.
cuestión de la manía, es eso lo que podría hacer confundir un toxicómano "Siempre tuve fuerza de voluntad. Yo mezclo la pasta base con tabaco, por
neurótico ~on un psic~tico. Porque la manía esta en el polo opuesto del fa- ahí tambi én me hice adicto al cigarrillo."
lo. Si el falo limita, la manía es lo que barre al falo. Relata una situación reciente de la que se encuentra extrañado, porque
no puede dar cuenta de los detalles, a pesar de no haber estado bajo los
ALUMNO: ¿Por eso hacen la distinción de romper el matrimonio con el
efectos de la sustancia. Esto ocurre en una reunión con gente, luego de la
falo allí donde aparece la verdadera toxicomanía?, ¿porque aparece lama-
cual aparece, de repente, en una estación de tren. De este episodio no di-
nía y queda desarticulado?
ce más nada. De enero al momento de la consulta concurre a un trata-
Absolutamente, por eso yo hablaba de una desregulación , de una des- miento, " ... era una granja cristiana" . Explica que no le sirvió porque:
localización. Si el falo es una medida, es un regulador, contabiliza el goce, " ...no te daban información, no hablaban de la droga, hablaban de la Bi-
es un modo de hacer_entratlo.::teat.en 1o- simbólicQ.Esa es la fu~ión fáli- blia, ayuno y huerta". Cuestionado sobre este punto aclara que él necesi-
ca -como recién mencioné- con el hacepipí de Juanito. La manía da cuen- taba que le dijeran "qué te pasa cuando te drogás, qué efectos produce la
ta de la deslocalización, de la desregulación. Con todo, no es lo mismo al- droga ..." -es esto lo que él reclamaba a la granja. Hay una intervención del
guien que presente una mama, pero que en el horizonte hay inscripción fá- terapeuta que me parece interesante para ver cómo él responde. La tera-
lica en el campo de la neurosis. Esto no es lo mismo que una manía, don- peuta le dice : "¿Y a usted que le parece? No me dice que tiene su cuarto
de en el horizonte no está la función fálica, porque allí está la ruptura es- vacío, que perdió 30 kg., ¿que le parece".Y entonces él le responde: "Y sí,
tructural primaria. Habría ausencia del falo, no falla en la función, es im- que te mata, que la droga te mata ... creo."
portante distinguir esta cuestión. Más adelante dirá que en realidad dejó la granja porque "el pastor era
medio rata". M., el paciente, vive con sus padres desde que terminó una
ALUMNO: Quizás el problema sea poder dar cuenta de la ruptura con relación con su novia, vuelve a la casa de sus padres luego de separarse y
la inscripción fálica, para poder hacer un diagnóstico diferencial entre neu- esta separación coincide con el verano --cuando él comienza a consumir
rosis o psicosis, si hubo o no ruptura del matrimonio con el falo. ¿Cómo pasta base. Esta secuencia es relatada de la siguiente manera: "Estaba con
hacer para saber distinguir esto que vos decías que en la psicosis va a ha- la chica, no sé si viene al caso que le cuente esto, ¿usted cree en la bruje-
ber una localización del goce?, ¿cómo se puede ver esto? ría?.Yo estaba con una chica, hija de bolivianos, y mi suegra a mi no me
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FABIAN NAPARSTEK Á, INTRO DUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLI SM O Á

quería ..." . No despliega demasiados elementos respecto de esto, pero, por 111estar loco.Es decir que allí hay un fenómeno que no se termina de ex-
momentos, ubica a esta suegra con ciertas cuestiones persecutorias res plicar, ni siquiera por la via de la represión. No tiene las característica s de
1 r una amnes ia, sino más bien hay allí un agujero. Hay un blanco y no sa-
pecto de él. A su vez agrega que:" ... la madre de un amigo, que es lesbia
na, le tira las cartas y le dice que le habían hecho un trabajo." Dice: " ...ahl h1· cómo apareció en otro lugar.
empecé a atar cabos, yo no creía en esas cosas, hasta que me fui a la cos Y el otro fenómeno interesante para pensar es la cuestión de la voz, si
1~ ,ono se eleva al nivel de un fenómeno elemental o de una alucinación
ta ..." -vale aclarar que es en enero. "Llegamos a San Clemente y vi un
montón de trabajos, botellas de sidra y esas cosas. Me empezó a ir mal, me 1·1·rbal. Esto tien e una consistencia de una voz, es decir, una voz que se ha -
bajaron el sueldo de 700 a 400 y no sé por qué. Yo estaba con pasta base 1 t· presente, la voz de la madre: "¿por qué no lo haces?". Allí también se

pero no tanto, no todos los días." puede pensar el diagnóstico respecto de los efectos del tóxico, porque uno
Van agregándose, de este modo, una serie de datos que confluyen en 11 veces puede confundir rápidamente una alucinación producida por un
enero, en este momento donde él empieza a consumir pasta base. En esto 1úxico con una alucinación producida por la estructura, por la psicosis.
época es cuando co~ienza a cambiar la relación con esta mujer, que ter- l'uede dar la sensación, planteándo lo como hipótesis - dentro de la caute-
mina en separación. El va a situar este cambio, a partir de una gran insis- 11111! tratarse de la primera entrevista-, que se ve cómo el consumo de pas-
tencia de ella: "quería quedar embarazada". Él aclara que nunca quiso sa- 1ll base llega en un momento donde él muchacho ya estaba totalmente de-

ber nada de casarse ni de tener hijos. Ella insistía en una demanda parti- •t'ncajado. Es decir donde hay varios elementos para pensar: el trabajoque
cular, así dice el paciente, le pedía a M. que la embarazara y la sacara de ll' hacían, le hacían unos trabajos, el tirar las cartas, el pedido de informa-
allí. Dice: "Ahora la detesto, tiene mis fotos, no me las quiere devolver... l 16n, es como si hubi era algo del orden de la significación que él necesita,

- y cuenta así al pasar- ...teníamos relaciones sexuales y ella se limpiaba la que requiere una explicación. Lo que demanda es una cierta explicación
c ... con un pañuelo blanco, después me enteré por una señora que eso era de la droga o de estos trabajos que le han hecho, que el Otro le ha hecho
para hacer ataduras." u él, sin dudas al respecto: las botellas tiradas son signo de que le han he-
Finalmente, ante la aclaración de la terapeuta de que en la institución d 10 un trabajo. Más allá de la relación al tóxico, se ve que hay un Otro que

hay psicólogos y médicos, dice: "¡Ah! ¿saben? ya que son psicólogos, yo no 1•mpieza a aparecer como ciertamente persecutorio en ese momento, en
estoy loco pero cuando tomo pasta base escucho la voz de mi mamá que 1•nero, donde la cosa se complicaba con esta mujer y hay un pedido inclu-
me come la cabeza y me dice ¿por qué no lo hacés?" Ante la intervención H0 que atañe a la paternidad, es allí donde parece que toda la realidad em-
de la terapeuta señalándole la importancia de este punto, el se pone un po- pieza a conmoverse. Él empieza a encontrar datos que le hacen llegar a la
co nervioso y con cierto disgusto le dice: "¿por qué?" Porque esto es im- i11t
erpret ación de que le han hecho trabajos . Uno puede pensar ahí cierta
portante. Bien, hay unos detalles más pero finalizo aquí el recorte. Hignificación no fálica.

Se puede ver que hay allí una coyuntura clara, que el consumo de la ALUMNO: ¿Cuál seria la función del tóxico en el caso?
pasta base que empieza en enero se articula a una cantidad de cuestiones
en su relación sexual, en su relación con esta mujer que incluía una de- A mí me da la impresión de que la función del tóxico en este caso es
manda clara de quedar embarazada, casarse e irse. Por otro lado, podemos más bien encontrar una respuesta, es un intento de explicar los fenóme-
pensar que en un pibe de 23 años que consume hace sólo unos meses, que nos de vacío de significación que empiezan a aparecer en el verano y ex-
viene a pedir una internación, incluso bastante desesperado, de ninguna ceden totalm ente el consumo, en tanto tal. Se ve bien que no es un inten-
manera se podrían ubicar los efectos de la pasta base, como algunos de los 10 de ruptura con el Otro, sino que la realidad se le estaba desarmando.

elementos que aparecen. En este caso voy a subrayar dos: En todo caso, la respuesta del tóxico sería el intento de hacer algo con to-
Uno es esta ida o aparición repentina en otro lugar, en la estación de do eso. De hecho, se ve muy bien cómo él necesita que le digan que es dro-
tren. Este fenómeno que no termina de ser explicado por el consumo, to- ¡.¡adicto, dice: "si no es pasta base será el cigarrillo" -como un modo de ex-
do lo contrario, él dice y se sorprende de que eso le pasó sin consumir, o plicar los fenómenos. Esa es la respuesta familiar, como está tomando pas-

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FABIÁN NA PARSTEK Á INTRODUCCIÓ N A LA CLiNICA CON TO X ICOM ANÍAS Y ALCOHOLI SM O Á

ta base Je está pasando todo esto. Él dice: "perdí todo", como un modo dr dud no sabe cómo paso, que de repente estaba en la estación del tren, y no
explicación a un vacío de significación, el tóxico vendría a dar un respucs r nliende cómo puede ser si no había consumido esa noche. Es decir que
ta. Y si nos dedicamos a pensarlo al detalle, toda esta coyuntura con es111 h1pasta base le explicaría incluso este tipo de fenómenos, ¿se ve allí la fun-
mu jer que quería de él un hijo, la separación, el trabajo que le han hecho, 116n del tóxico? No tanto como ruptura sino, más bien, como intent o de
la voz de la madre; se trata de un mom ento muy especial. ~nlución, como inten to de explicación en este caso o como intent o de
1~·enlazarse al Otro.
ALUMNO: ¿Se puede pensar que esto igualmente no le alcanza? Lo d1 No es lo mismo la perplejidad del psicótico a sup oner que es adicto a
go porque va a la consulta. una droga, como tantos otros. No es lo mismo la perplejidad más absolu-
tn, el estar fuera del campo del Otro más radical, a suponer una significa-
Absolutam ente, se ve allí la falla del tóxico en esta solución, pero es In rión en relación a una droga que puede entrar en un discur so, el ser adic-
respuesta que él encuen tra; es por la pasta base que me pasa todo esto. lll , que enlaza: hay un Jugar que se dedica a eso. Se ve allí que el tóxico no
Hasta la intervención de la terapeuta de que es important e esto de la alu- vl\ a un lugar de ruptura, sino más bien a tratar de solucionar esa ruptura.
cinación, uno podría darle ese carácter , porque es algo que es la escuchu Por otro lado, es intere sante toda esta vertiente de la manía, "perd í todo ",
de una frase directamente, tiene esa estructur a, la madre diciéndole "por una de las chicas que presenció la entrevista menci onaba que era un pibe
qué no hacés esto". Habría que ver si el seradicto,para este mu chacho, no de contextura más o menos pequeña; sin embargo , él dice que cuando pe-
sería una respuesta posible a estas cuestiones. El suponer o reafirmar que HUba 11O kg. estaba bien. Él vive la manía y el gran cambio en el cuerpo
la droga tiene ese Jugar, que es lo que le reclama a la granja, que no dan 1·omo un problema, "perdí cosas del cuarto , perdí esto y lo otro y perdí
información sobre los efectos de la droga. Me parece que allí se ve muy unos cuant os kilos" . También podría situarse a nivel del narcisismo, en la
bien que hay un vacío de significación subjetivo, y que hay un intento fa- imagen corpora l, un a pérdida, una caída, Lac an lo llama catástrofe imagi-
llido de que sea explicado por el tóxico, por la droga. Es la pasta base, por naria, o la catarata de significaciones, que se ve que hay todo un movi-
eso va al CE.NA.RE.SO. justamente, un lugar donde se supon e que se sa- miento en el sujeto más allá de la relación al tóxico en particular, donde
be y se da información sobre la droga. Pero él intenta muchas respuestas, la verdad es que hace muy pocos meses que él es adicto.
no sólo la droga. Intenta con este mujer que Je tira las cartas,con la lesbia-
na que Je indica sobre los trabajos. Se ve muy bien en el ejemplo del pa- ALUMNO: ¿Seria como encontrar una respuesta que sea "para todos",
ñuelo blanco, la falta de significación fálica también está alrededor de eso. ¿no?. ¿En ese sentido enlaza?, ¿que él entienda y que los demás entiendan?
Él cuenta que tenían relaciones sexuales y la mujer se pa saba el pañuelo
blanco, un punto que es significado allí directament e por una teoría deli- Lo que fracasa es la significación compartida . En este caso, pudimos
rante: las ataduras. Viene allí una especie de significación ortopé dica, co- ver claramente que estos fenómenos, como la voz que se le impone, la
mo dice Lacan, como un modo de significar un momento de agujero y de dcambulación, etc., no se explican como efecto de la ingesta de pasta ba-
ruptura, francamente subjetivo y estructural. HC, sino que guardan relación como consecuencia de una estructur a sub-

ALUMNO: Por eso cuando la psicóloga le pregunta ¿y a vos qué te pa-


jeliva.
Lacan da precisiones a la altura del Seminario 3 de cómo reconocer
rece?, term ina la frase diciendo: "creo".
11na psicosis, tal vez convenga hacer un recorrido sobre esas nociones la
Absolutame nt e, el problema de él no es la droga. En todo caso "te ma- próxima clase. Cómo ver esto, cómo reconocer un fenómeno dementa!
ta, creo" dice, pero se ve bien que no es el problema.Y que si uno allí cons- que per mitirá verificar el diagnóstico: estos son los trastornos del lengua-
truye algo podría tener que ver con esta coyuntura respecto de la paterni- Je como él los llama en el Seminario 3, trastornos que son efecto de la for-
dad, esta mujer que le insiste en tener hijos, es allí donde comienza esta dus ión del significante del Nom bre del Padre. En ese sentido es bien di-
debacle imaginaria, como dice Lacan, y en todo caso la pasta base más l'crente a la idea de síntoma de compromiso, de formación de compromi-
bien vendría a tratar de dar respuesta. Es genial cuando dice que en reali- HO donde la represión muestra o vela.

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCC IÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOMANÍAS Y ALCOH OLISM O •

El fenómeno elementa l no tiene esa estructura. Podemos decir enton ALUMNO:¿Qué hacer como analistas entonces?
ces, que la adicción para un psicótico podría ser perfectamente una rch
puesta, un modo de nombrarse, un modo de otorgarse un ser. Est~ son Bien, esa es la cuestión para pensar e interrogarse, pero, en prin cipio
modos de enlazarse al Otro, tomando tu pregunta, la identificación es un huy estar advertido de lo que no hay que ha cer. Al menos, tener en cuen-
modo de enlazarse al Otro. Me parece que en este caso se ve bien que d 111que la dirección de la cura no va a ser la misma en una estructura qu e
problema es a nivel de la significación. Y como hay un goce totalmentr 1•11 otra. Es función del analista medir allí las consecuencias, cómo en el
desregulado a falta de inscripción del Nombre del Padre, hay un goce qm· 1mbajo tomar en cuenta eso; pues, no necesariamente vamos a proponer-

no se sabe qué significa, que él intenta varias explicaciones, la atadura, ION nos la desidentificaciónde un sujeto del lugar de seradicto. Si bien, en rela-
trabajos, estos personajes que se le vuelven bastante persecutorios, la mi rión a la neurosis, uno intenta cuestionar esa identificación, ya que, como
na que se queda con las fotos para hacerl e los trabajos, la suegra, este su hemos visto, en el neurótico esa significación pasa a obturar el despliegue
jeto que viene al lugar del rata, esta extraña sensación en el estómago. Es 11sociativo. Este es un trabajo para el principio del tratam iento, es decir,
decir que hay allí una deslocalización del goce. Y la pasta base sería un in- que el desidentificara un sujeto del ser adicto sería una explicación de todo
tento de localizar goce, de hacer de esta significación enigmática una sig- lo que le pasa.
nificación consistente: espor la pasta base.Son esas las dificultades cuando En el psicótico, en cambio, no es tan claro que esto sea así, puesto que
la significación fálica no opera, cuando no está inscripta. No es ifil!al que muchas veces todo el tratamiento es un intento de sostener esa identifica-
en la manía en un neurótico que consume y que rompe con esa significa- dó n y, en todo caso, de lograr un consumo regulado.
c ión, con esa inscripción fálica, pero que en el horizonte está pr~y
que es esa la chance de un análisis, encontrar de qué modo esa significa- ALUMNO:¿Que lo estabilice?
ción fálica ha sido detenida , o suspendida. Bien distinto es cuando hay allí
un agujero o una ruptura de antemano como diría con este texto Éric Lau- Claro. Bueno me parece que por hoy vamos a dejar acá.
rent, hay una ruptura en la significación.
ALUMNO :Yo estuve buscando en Internet y encontré un articulo de un
ALUMNO:¿Podría pensarse la función del tóxico como una metáfora autor que liga la perversión a la adicción por gozar con un objeto que no
delirante, desde el Seminario 3? sea sexual.

Podría articularse una función posible en la psicosis como un intento


de metáfora, tal como lo desarrolla Lacan en "De una cuestión prelimi-
nar ...", aunque agregaría allí lo real de la sustancia como lo central. De he-
cho, me parece que toda la perspectiva de las psicosis del Lacan de esta
LO, -
Justamen te, en el texto de Éric Laurent hay una respue sta a ese pun-
él sostiene que el adicto no es un perverso porque la droga permite
romper con las partic ularidades del fantasma. En todo caso, él ubica có.::
mo la relación a la droga permite cortocircuitar el fantasma, gozar por fue-
época - la próxima vamos a tomar otras nociones posteriores - , tienen esa ra del fantasma, y el perverso goza con el fantasma. Podríamos retomarlo
idea de que la metáfora es lo que estabiliza. A la ausencia de metáfora pa- la vez que viene, porque esto da lugar a una argumentación un poco más
terna él le opone la metáfora delirante , es decir que hay algo de la estruc- compleja.
tura de la metáfora que fija una significación, abrocha una significación
frente a la metonimia del significante. En la psicosis ese es justamente el
problema, que no hay significación fijada fálicamente, porque no hay me-
táfora paterna y es en ese lugar a donde va a ir a parar la metáfora deliran-
te. Entonces , el ser adicto puede ser perfectamente un modo de metafori-
zar el goce. Como un a hipótesis, no pasa lo mismo en la neurosis, no siem-
pre es de la misma manera.
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ClaseIX

TOXICOMANÍA Y PSICOSIS11

Carolina Zaffore

Hemos estado problematizando esta fórmula de Lacan para la función


del tóxico; cómo se podía seguir una lógica para ubicar que no era válida
pura la psicosis. Es decir, que la función posible de la droga, como lo que
permitiría romper el matrimonio con el falo, sólo nos orienta en el campo
de la neurosis.
La idea de hoy es tomar ese texto de Fabián Naparstek "Ps icosis ordi-
11ariasy toxicomanías " 1, que ya han leído. Además, ya han estado traba-
111ndo algunas cuestiones alrededor de los planteos de Lacan en el Semi-
11ario32 y en "De una cuestión prelimin ar ..." 3 . De modo, que tomaremos
1•sas nociones como referencia para avanzar en el texto de Naparstek, que
1rabaja en torno a la elaboración que se hace en la comunidad analítica de
orientación lacaniana, sobre la última parte de la enseñanza de Lacan.
Vamos a ubicar entonces alguna s coordenadas pero, me parece que el
horizonte es preguntarnos, en todo caso, qué consecuencias tiene para no-
N<>tros,para el campo del psicoanálisis aplicado a las toxicomanías, la ela-
boración de la última parte de la enseñanza de Lacan, lo que ubicaríamos
t·omo la clínica del 70'. Ustedes saben que la clínica no siempre es homo-
l(énea, uno podría ubicar un montón de jalones y de tiempos diferentes.
Para la cuestión de las psicosis y la toxicomanía nos vamos a dedicar bási-
rnmente a dos momentos -sín desconocer, por supuesto, pasos interme-
dios. Pero uno podría ubicar allí un primer Lacan donde vamos a tener co-

NAP ARSTEK, Fabián, "Ps icosis ordinarias y toxicomanías, en "El psicoanálisis apli-
cado a las toxicoman ías", publicación del Departamento deTyA, Bs.As., 2003.
LACAN,Jacques, El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Bs.As., 1995.
LACAN,Jacques, "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psi-
cosis", en: Escriws 2, Siglo Veintiun o editores, México, 1993.

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FAB IÁ N NAPARSTEK 4 ' INTROD UCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHOLISM O Á

mo referencia la clínica de los años 50', es decir todas las elaboraciom· ¡ucsentaciones de enfermos hay que hacer un recorrido hasta poder difc-
que él hace básicamente , alrededor del Seminario 3 y en "De una cuestió11 1,·nciar el diagnóstico, hasta que aparezca ese neologismo que da cuenta
preliminar ...", el escrito que comentamo s la clase pasada. Ese sería un pn tic la estructura, allí está el ejemplo de marrana. Es decir que se verifica el
mer momento, todo el énfasis que pone Lacan , a partir de la necesidad di tlmgnóstico sólo a partir de estos fenómenos elementales, estos trastorno s
acentuar el diagnóstico diferencial, para poder distinguir radicalmente psi dellenguaje que dan cuenta de una significación irreductible , no dialecti-
cosis y neurosis. Y es en el Seminario 3 donde hay elementos muy prec1 111b le, que no entra en el circuito fálico -si se quiere-, que es, por excelen-
sos para poder detectar y diagnosticar una psicosis. Era la pregunta qui· 1 ia, la posibilidad de dialectizar las significaciones.
ustedes hacían la clase pasada, cómo diagnosticar una psicosis, cómo de Entonces, la primera consecuencia son los trastornos del lenguaje d e-
tectar una psicosis más allá de si hay consumo de un tóxico o no. Es deci, 1ivados de la forclusión del Nombre del Padre, y la otra es la perspecti-
que alrededor del Seminario 3 y en "De una cuestión preliminar ...", La va de cierta diacronía de la psicosis, donde Lacan define con toda preci-
can da muchísimas precisiones al respecto. Nión la coyuntura del desencadenamiento, es decir una psicosis que, lle-
Me parece que lo que habría que subrayar ahí como telón de fondo es 11ado un momento -e n lo que él va a definir como una coyuntura dramá-
cierta preeminencia de lo simbólico, respecto de lo real y de lo imaginario. 1ica- hay un desencadenamiento que daría cuenta de un ant es y un des-
No vamos a plant ear estos dos mom entos como que la clínica del 70' vie- pués, algo verdaderamente disru ptivo. No va a ser lo mismo un psicóti-
ne a superar o a anular la clínica del 50', pero vamos a encontrar acentos co ya desencadenado, que lo qu e antes sostenía la estructura, él allí ubi-
diferentes, en cuanto al modo de plantear la cuestión. En el Seminario 3 ca la noción de prepsicosis, como estos fenómenos que anteceden al de-
- Miller lo destaca muy bien en el texto La psicosisordinaria4- toda la cues- sencadenamiento, fenóm enos de perplejidad , donde aparece la present i-
tión gira alrededor del Otro, es decir la estructuraci ón de este Otro. Hay ficación, la llegada al borde de un agujero. A partir de allí es donde hay
una fórmula en la cuestión preliminar, donde Lacan va a decir que la con- un antes y un después. A partir del desencadenamiento, dice Laca n, ya
dición del sujeto dependeráde lo que se desarrollaen el Ocro.Es decir, que el no se puede volver atrás. Se ve cómo hay un a perspectiva, también en el
modo en que vaya a estar estructurad o este Otro va a definir una u otra desencad enamient o, respecto del nomb re del padre. En la coyuntura
estructura subjetiva; queda subrayada así esta preeminencia de lo simbó- dramática se puede ubicar la aparición de un padre en lo real, lo que
lico sobre lo real y lo imaginario. Porque ustedes saben que Lacan ubica convoca al sujeto a un lugar al que él no puede responder. Si bien a es-
allí justament e, las consecuencias clínicas que supondría la forclusión del ta altura Lacan no hac e tant o hincapié en las cuestiones del cuerpo, ha-
significante paterno. ce algunas referencias en "De una cuestión preliminar ...", pero toda la
A la altura del Seminario 3 me parece que se podría englobar en lo que cuestión está centrad a alrededor del significante, es decir, de los trastor-
Lacan llama ahí trastornos del lenguaje o trastornos de la palabra, es de- nos del lenguaj e.
cir, determinados fenómenos que darían cuenta de ese mecanismo forclu- Así como la vez pasada cuestionábamos o revisábamos esta premisa, de
sivo - no de cualquier significante porque la forclusión está en ambas es- que la dro ga es lo que permite romper el matrimonio con el falo, la cues-
tructuras. La forclusión del significante pat erno, como solidaria de la no tión de esta clase va a ser revisar qué pasa en la actualidad con una psico-
operación de la metáfora paterna y consecuente ausencia de significación sis de este tipo, con estos parámetros tan claros y tan fijos: desencadena-
fálica. miento, trastorno s del lenguaje, forclusión del significante paterno . Es de-
De hecho, Lacan a esta altura de su enseñanza indica con toda clari- cir que toda la elaboración de Lacan de la clínica del 70' va a revisar un
dad, que uno diagnosticaría una psicosis una vez que se encuentra con un poco estas mismas nociones. Y se ve bien cómo ya no se trata tanto de la
fenómeno elemental, cuando prueba la existencia de un neologismo. Hay preeminencia de lo simbólico sobre lo real y lo imaginario, sino que en la
varios ejemplos en el Seminario 3, donde Lacan ubica que en distintas clínica de los 70' se verifica una homogeneidad de los tres registros. Es de-
cir que ya no van a tener preeminencia unos sobre los otros, tanto lo sim-
Mll.LER, Jacque s-Alain, y otros, La psicosis ordinaria, Paid ós/Instinuo Clínico de bólico, como lo real como lo imaginario se anudarán de distintas maneras.
Buenos Aires, Bs. As., 2003. Y más bien en este segundo momento de la clinica, esta homogeneización
11O 111
FABIÁN NAPARSTEK • INTRODU CCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO Á

de los tres registros permite una lectura donde el acento respecto del diag- una lectura interesante en los fenómenos en el cuerpo -que por supu esto
nóstico va a estar en otro lugar. no son ajenos al significante.
La "psicosis ordinaria" es una nominació n que propone Miller luego Si seguimos esta lógica podemos dar un pa so más y retomar la pr egun-
de una serie de conversaciones para poner el acento en lo que les fue pa- ta por las consecuencias de estas pr emisas en el campo de las toxicoma -
sando. La propuesta fue convocar a los analistas a que trajeran casos ra- nías. Fabián plantea en el articulo algo que parte de un h echo clínico, ca-
ros, en los que no fuera sencillo ubicar el diagnóstico diferencial, donde se da vez hay má s psicoticos que consumen o que los analistas que trabajan
dificultaba un poco sostenerse en esta tripartición bien sólida de neurosis , con casos de toxicomanía se encuentran con psicosis. Cómo analizar este
psicosis y perversión. En todo caso raros,respecto de esta serie de premi- fenómeno clinico, este hecho verificable. Me parece que allí se abre esta
sas que ubicábamo s, es decir una psicosis con determinada diacronía, el perspectiva de ubicar distintas herramientas de las que contába mos a la al-
desencadenamiento, los fenómenos elementales que darían cuenta de de- tura del Seminario 3. De hecho , los mismo s casos que en otro momento
terminado mecanismo, que se diferencia del de la represión, etc. no se diagnosticaran como psicosis, a partir de esta elaboración uno po-
Ahora bien, lo que se puede verificar en esta serie de conversaciones, dría diagnosticarlos de manera diferente; pese a no encontrar el fenómeno
es que en realidad eran absolutamente comune s, es decir que aquello que elemental o neologismo que dé cuenta del fenómeno forclusivo del signi-
se supone que serian alguno s casos, llegan a tener el lugar de ser los psi- ficante del Nombre del Padre.
cóticos de los consultorios, los más habituales. En ese sent ido, Miller pro- En ese sentido hay un desafio importante para la clinica psicoanalítica
pone ubicar la psicosis ordinaria como una diferenciación de lo que seria respecto de estos casos, donde habría que pensar en otras categorías, otro
una psicosis extraordinaria, schreberiana, estruendosa, con un desencade- modo de abordaje de la cuestión. Pensando allí una clínica más del orden
namiento franco, con esta coyuntura dramática con determinados fenó- de lo gradualista y ya no de la clínica de la oposición. Incluso uno podría
menos que se pueden verificar. Me parece que en ese sentido enriquece ubicar la ausencia de trastornos del lenguaje y, sin embargo, diagnosticar
mucho la perspectiva de la clínica, porque se verifica que, en realidad, los una psicosis a partir de ciertas manifestaci ones sutiles en el cuerpo l Esta
casos de Schreber terminan siendo extraordinarios, respecto de la clínica perspectiva permitiría detectar una psicosis aun cuando no haya claramen-
actual. te un momento disruptivo, son las psicosis que pasan desapercibidas, más
Por otro lado, está este término de inclasificablesque uno podría pre- silenciosas, más discretas , má s acalladas se podría decir.
guntarse a qué responde, cuando no es senc illo hacer un diagnóstico dife- Y en cuanto a esto, me parece que la clinica con toxicómano s agrega
rencial. Casos en los que no se presentan todos estos fenómenos y, sin em- un interés allí. Me refiero a esta lógica que ubicábamos la vez pasada de
bargo, tampoco se trata de una neurosis. Entonces, lo que se puede verifi- pensa r la,función del tóxico como indicado r,, como siguiendo la pista de la
car en la lógica del texto es cómo, en realidad, los inclasificables son, en su función del tóxico para, efectivament e verificar un diagnóstico, no-tanto la
absoluta mayoría, casos de psicosis. No responden a la noción de borderli- idea del tóxico taponando la estructura, sino más bien mo strando y lleván-
ne de la IPA, esos casos en los que habría alguna porción de neur osis, al- donos a poder ubicar un diagnó stico má s en esta vertiente de la amplia-
guna porción de psicosis o núcleos neuróticos y psicóticos, etc., sino más ción del campo de la psico sis. Digo, aun sin encontrar la alucinación ver-
bien , lo que se va verificando en el intercambio es que en estos pacientes bal, por ejemplo. Aquí tambi én vamos a ubicar la elaboración que surge de
se trata finalmente, de casos de psicosis. Por supuesto, no al modo de la estos textos , que es una clínica de los enganches y desenganc hes, para po-
psicosis clásica descripta en la clínica del 50' con el paradigma de Schre- der diferenciar la idea de un desencadenami en to, de un antes y un des-
ber , pero, psicosis al fin. Es decir donde tal vez no se presentan directa- pués. Surge entonces, esta perspectiva de los enganches y desenganches
mente trastornos del lenguaje, donde no aparecen neologismos, alucina- del Otro. Esto quiere decir que puede haber pequeños desenganches y no
ciones verbales, donde aparecen fenómenos mucho más sutiles. Fenóme- toda la estructura asistir a esta catástrofe subjetiva que señalaba antes o, a
nos corporales donde más bien se empieza a subrayar el detalle clínico a esta catarata de lo imaginario que destacaba Lacan en el Seminario 3, si-
la gran evidencia de la productividad de la p sicosis. En ese sentido uno no tal vez pequeños d esenganch es del Otro donde se alinea más a la idea
puede ubicar algo del orden de la ampliación del campo de la psicosis y de Laca n de esta época de ubicar al psicótico fuera de discurso. La cues-
... 112 113 ...
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMAN ÍAS Y A LCOHOLI SM O Á

tión sería entonces preguntarse caso por caso qué modos tiene cada suje y cada paciente mujer que traía una escena resonante que causaba cierta
to de reenganche al Otro o de reenlazarse al Otro. conmoc ión en el medio, se la diagnosticaba como locura histérica.
Allí se vuelven especialmente interesantes, tomando las nociones de Ju Si uno toma esos casos hoy en día y los vuelve a leer, la mayoría de ellos
vez pasada, ~o nomanías por ejemplo, tal como las planteal:ric Lau- también van a parar al lugar de la psicosis. Es decir, estamos muy acos-
rent, es decir esta idea de una manía, pero limitada a una determinado tumbrados a situar la psicosis como lo que comúnmente llamamos la psi-
droga. Con esta vuelta uno puede ver que es una indicación clínica muy cosis desencadenada. Y en un sentido, en el Lacan de la primera época, se
interesant e, pensar si la relación a un tóxico, en lugar de rom_perel matri- da un paso fuertísimo pero, en otro sentido, es un Lacan que sigue muy
monio con el falo, en vez de desenlazarse o desengancharse del Otro, pue- de cerca la psiquiatría clásica. Esto es algo que uno lo puede leer, pero que
de ser un intento de localizar un goce, entra r dentr o de una lógica o de yo lo entendí en la clínica de una manera casi salvaje. Lo digo así, porque
una medida. Aclarando siempre que conlleva los peligros que destacaba una vez vino una persona a controlar conmigo y me dijo que estaba ha-
Freud. Este intento de enganche, de hacer lazo, tal vez de entrar en un dis- ciendo una entre vista en un hospital junto con el psiquiatra , esta person a
curso, por qué no con un ser aiifao. Es 1o que traoa1ábamos la vez pasada, era una psicóloga con form ación psicoanalítica. Indagando al paciente so-
la ruptura en lapsicosis está de antemano. bre toda su historia y luego de una hora , el psiquiatra que la acompañaba
Podemos así, a partir de revisar esta fórmu la de la función posible del le pregun ta finalmente si escucha voces o no escucha voces, si se quiere
tóxico, preguntarnos sobre los usos posibles del mismo en la psicosis. Por matar o si no se quiere mata r, y alguna pn::gunta más por el estilo. Escucha
otro lado, me parece también muy interesante para la propia elaboración voceso no escucha voceses lo que Carolina decía de la alucinación verbal.
en el campo de la toxicomanía. Si uno pensó siempre la cuestión alrede- Un psiquiatra recibía a un pacient e que escuchaba voces y le diagnostica-
dor de esta función posible del tóxico, habría allí una amp liación de las ba psicosis. Lacan lo dice con otros fundamentos, con la explicación del
funcion es posib les del tóxico y no necesariamente la ruptura. ¿Hasta acá fenóme no elemental, la alucinación verbal, etc., pero, finalmente va a pa-
hay alguna pregunta?, ¿alguna cuestión? Fabián , ¿querías introducir algo? rar a ese punto . El fenómeno fuerte de Lacan de la primera época es la alu-
cinación verbal, tiene muchas connotaciones, muchos matices y segura-
FABIANNAPARSTEK: No, nada en especial En este caso le pedí a Caro- mente habría que deteners e en eso. Por otro lado, la pregunta del se quie-
lina que desarrollara estas cuestiones porque yo ya lo había trabajado en re matar o no se quiere matar es para ver si lo internan o no lo internan; es
otro espacio, ya está pub licado y me parecía -y ahora escuchándo la me decir que finalmente es el parámetro.
doy cuenta- que valía la pena que ella releyera estos temas. Son varias las Entonces, en ese Lacan hay algo muy cercano a la psiquiatría de la
cosas sobre las que fui pensando mientra s ella hablaba . El término inclasi- época, a la práctica de internación o no internación y de medicación, res-
ficables efectivamente, es un término que está en una de las conversacio- pecto de esta cuestión. Sin embargo, si uno avanza un poco más con esta
nes, pero no era el nombre de las conversaciones clínicas, sino que se tra- clínica, no solamente ayuda a tener muy presente las sutilezas que nom-
taba de esas situaciones donde se juntan determinados colegas a discutir braba Carolina en el diagnóstico diferencial, sino que en el campo de las
los casos clínicos, y ninguna de ellas llevaba el nombre de inclasificables. toxicomanías se hace nece sario poder situar el eje que hemos tomado es-
Cuando se pub licó acá en la Argentina, yo participé del comité editorial te año, sobre la función de la droga para cada sujeto.
de esa edición y decidimos ponerle inclasificables,porque nos par ecía que El otro día comentaba con Carolina y también en otro lugar dond e
mostraba claramente la relación de estos pacientes con el armazón teóri- di una charla, esta cuestión de pensar que la droga tapa la estructura.
co que teníamos hasta el momento. Aunque, en realidad, no es un prob le- Lo planteaba un psiquiatra que intentaba trabajar con los parámetros de
ma actual, si uno sigue la historia de la psiquiatría o del psicoanálisis mis- los manuales diagnósticos -los DSM-, pero esto fue muy sosten ido du-
mo en el campo de la psicopatología es un problema añejo.Y tal como de- rante una época por nosotros mismos, los analistas de orientación laca-
cía Caro lina, los postfreudianos lo resolvieron con los borderlines,después niana. Lo interesante es cómo trabajaba la cuestión del DSM, la idea
estuvo todo el tema de las locuras histéricas. Ustedes habrán escuchado qu e tenía era que si la droga tapa la estructura hay que hacer que se de-
acerca de toda una época donde se habló mucho de las locuras histéricas, je de drogar para que aparezca la estructura misma. Hay que entender
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A INTRODUCC IÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCO HOLI SMO Á
FABIÁN NAPARSTEK

que se trata ba de un psiquiatra con amplios conocimientos de psicon


' dlcs. Por ejemplo, un o de los temas que Lacan retoma, a partir de la sc-
nálisis. ¡¡unda enseñanza son los trastornos corporal es. Hago la salvedad, aunque
Para nosotros, todo lo contrario, si pod emos ubicar cuál es la función 1 1 co que ya lo dijo Carolina y vale la pena resaltarlo, que hay una discu-

que tiene la droga, a partir de eso podremo s ubicar factiblemente un diag 16n ahí. El punto es si estos trastornos -que ahora voy a indicar cuáles
nóstico y ver qué hacemo s. Porque si le quitamos la droga a un sujeto Ir •on- si estos trastorn os corporales no son también trastornos del lengua-
puede acarrear consecuencias muy fuerte s. Por supuesto que si alguien es k. Hay que ver el alcance que uno le da a lo que Lacan llamaba trastor-
ta internado, en las internaciones en general -en Argentina- no abastecen, 11os del lenguaje. Si uno los restringe solamente a lo que Lacan enun cia en
al menos la misma droga que el sujeto consumía. Digo en Argentina por 1•1 Seminario 3 y en "D e una cuestión preliminar ...", o si uno amplía el
que en otros países del mundo existen lo que se llama las terapias de sus 1·oncepto de trastorno del lenguaje a otro tipo de trastorno, por lo menos
titución , dond e los tratamientos son con sustitución de drogas, a veces con muchos más comunes en la clínica. Por ejemplo, el caso que está publica-
la misma y a veces con "drogas más benignas ". Aunque aquí una interna do en la clase, el trastorno corporal del hombre con el órgano; ejemplo que
ción puede estar dirigida por un analista y, a su vez, controlada médica- 11osotros hemos charlado en su momento , respecto de la función del falo
mente por un psiquiatra y hacer un tratamiento de sustitución, que no se y de todas esas cuestiones. En Schreber mismo se ve un trastorno que, en
llama así en Argentina; pero que, de hecho, funciona a la manera de suplir un sentido tiene la misma estructura. Schreber dice que a la noche tuvo
la ausencia del consumo habitual del pacient e. miles de polucione s nocturnas y da a entender que eso está suelto, que eso
Por eso es imp ortante ubicar cuál es la función de la droga, para ver si, no responde a ninguna ley. El órgano se convierte en instrumento porque
en todo caso, es mejor suplir la función que esa droga cumplía con otra responde a una ley, la ley del inconsciente, que es lo mismo que decir la
droga controlada médicam ente. Nos referimos a otra droga que se pueda lcy--detnorñb re del padre, independientemente de que el sujeto venga por
recetar, pero para eso es también muy import ante ubicar la estructura. una disfunción sexual al análisis, eyaculación precoz, pérdida de la erec-
Doy un ejemplo, aunque hay mu chos ejemplos por el estilo, todos los me- ción, o lo que sea.
dicamentos que son antipsicóticos o neurolépticos van dirigidos directa- Es bien diferente a lo que sucede en mu chas ocasiones con la psicosis.:.
mente a las producciones psicóticas, la imposición de ideas que lleva a la En ese caso es claramente un tra storno corporal, una disfunción entre es-
cuestión delirante, las alucinaciones, etc. No siempr e tienen la imposición ta articulación que tendría que haber en la relación del cuerpo con el sig-
de las voces que se escuchan claramente , como las escuchaba Schreber y nificante, y que el órgano se transforme en un instrum ento, que el órgano
hasta podía tener diálogos con Dios, no siempre tienen esas característi- sea tomado por el lenguaje de una manera especial. Entonces, uno podría
cas. A veces están muy fuertement e encapsuladas en sucesos intrus ivos, en plantearse si efectivamente, estos trastornos corpora les no son trastornos
donde quien está en esa situación tiene un enfrentamiento imaginario de del lenguaje. Indep endientemente de ponernos de acuerdo en eso, convie-
cierta rivalidad, se siente humillado y por eso reacciona impulsivamente. ne tener en cuenta estos trastornos corpora les. Lacan en "De una cuestión
He visto esto sistemáticamente en la clínica, ahí el sujeto no dice que es- preliminar ...", hace mención a ciertos fenómenos propios del estadio del
cuchó ninguna voz, pero está la impulsión . Es más, he verificado cómo espejo, de forma muy limitada, aunque después, cuand o trabaja la supue s-
ciertos psiquiatras que tienen formac ión lacaniana pu eden situar mucho ta psicosis de Joyce, se detiene más precisamente en los detalles de estos
más claramente estas cuestiones y pueden medicar con much a más preci- Lrastorn os con el cuerpo. No nos vamos a deten er demasiado en esto aho-
sión que otro tipo de psiquiatras. ra, pero, cabe aclarar que para determinar que en Jo~ e se trata de una psi-
Es decir, que todas estas cuestiones son importantes dentro de la clí- cosis se refiere a un fenómeno, que es una paliza que recibe cuand o era
nica para que nosotros tengamos, dentro de lo posible, la máxima preci- adolescente y sobre la cual él no guarda, dice Lacan, ningún rencor. Joyce
sión y, a partir de eso, guiar el tratamiento. Ahora, que uno diga que se mismo dice algo así: "me saqué esa paliza de encima como quien saca la
pued en situar diferencias y que esto tiene una utilidad mayor, no quiere piel de un fruto maduro". Como si nada , no se quedó rumiando como lo
decir que en la clínica sea simple. En la clínica a veces lleva mucho tiem- hubiese hecho un neur ótico obsesivo, pen sando que el día que se encuen -
po hasta que uno puede situar estos fenómenos, que son a veces muy su- tre con el fulano que lo fajó en la adolescencia le va a hacer de todo. Co-

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA ClÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SM O Á

mo si nada, es como una separación de su propio cuerpo. Cuestión qur Justamente, son casos raros respecto de la tripartición clásica, neuro-
también es común ver en la clínica, como si eso no leaconteciera a la pcr ttis, perversión y psicosis, pero a veces son los más comunes de la clínica
sona misma, esto sucede porque hay una disfunción en una función escn hoy en día. Comunes quiere decir que si hacemos una curva de Gaus s es
cial para el ser humano, que es la apropiación del cuerpq, que es lo qur lo que más vamos a encontrar. Es la primer sorpresa con la que se con-
comúnmente uno dice mi cuerpo.No sólo que uno dice mi cuerpo sino qur lront aron en estos encuentros de conversaciones clínicas. Finalmente los
hasta se define muchas veces por el cuerpo. Cuando alguien le pregunta 11 l'USOS raros que se pidieron no fueron difíciles de encontrar, sino que son
otra persona sus características, la manera más fácil de describirse es cor los más habituales, son los de todos los días. La clínica de todos los días
poralmente, color de pelo, estatura, etc .. Es decir, que no solamente uno 110 se ajusta a la clínica de la neurosis, psicosis y perversión ta l cual la co-
se apropia del cuerpo sino que el cuerpo da toda una identidad al indivi nocimos en el Lacan de esa época. Y se muestra también lo que estaba
duo y es, no quiero extenderme ahora con esto, como si Joyce estuviese se planteando Carolina la vez pasada. Me refiero a la dificultad que tene-
parado de eso, como si eso no estuviese junto. mos en pensar la clínica de la toxicomanía si sólo lo hacemos por la vía
Otro paciente decía que tenía temor de que se le fuesen los órganos por de la ruptura con el falo. Es decir, que esa propuesta lacaniana de ladro-
, d A ,\
el inodoro en el momento en que iba de cuerpo. Efectivamente, es uno Kª, como pudiendo romper con el falo'(sobre la que yo arme to o un es-
idea muy realista, ya que la noción de que el cuerpo es una bolsa cerrado quema y pudimos ver al menos tres posiciones diferentes al respecto), es-
es una idea bien neurótica. El aparato digestivo, por ejemplo, empieza en 11\muy bien para la neurosis; pero, para la psicosis y en este tipo de pa-
un orificio y termina en un orificio, no hay nada allí de una bolsa cerrada; cientes que venimos comentando, la ruptura está dada de antemano; la
sin embargo, todo lo que uno dice, cuando come por ejemplo, que uno es- nusencia del nombre del padre está desde el vamos y, por ende, esta te-
tá lleno, que no le entra más nada, etc.; todo eso va con la idea de creerse His no sirve.
una bolsa cerrada. Ese algo cerrado es efectivamente, lo que plantea la Ahora bien, voy a comentar dos o tres ideas más y concluyo. Una es
Gesta lt, que esto que es totalmente abierto, uno lo tome -como dice la que efectivamente, la clínica muestra más toxicómanos hoy en día - algo
Gesta lt- bajo la buena forma. de esto hemos visto en las primeras clases. Una cosa era en la época de
Es decir, que en general el neurótico no piensa que se le van a ir los ór- ¡ ;reud con el menú de respuestas posibles al malestar en la cultura , y otra
ganos por el inodoro, porque tiene esta idea de un yo corporal cerrado. To- cosa es la época que empuja al consumo. Eso ha ampliado el campo de la
das estas alteraciones a veces son muy sutiles, pero son alteraciones que 1oxicomanía de una manera brutal. A la vez, habría que justificarlo (algu-
muestran en la clínica la estructura, en tanto tal. Y en la clínica con toxi- nos lo sostienen con mucho énfasis, a mi me parece un poco más dificil),
cómanos podría mostrar qué función está cumpliendo la droga. En el ca- que es más común encontrar psicosis en la clínica. Tendría su justificación
so que está allí relatado, para poder hacer algo, como no pudo hacerlo des- en la declinación del nombre del padre en la época actual, la declinación
de lo simbólico, como el órgano no está atrapado desde lo simbólico, ne- de los ideales, de la autoridad. Finalmente, sí hay más psicóticos y sí hay
cesita hacerlo desde lo real con el consumo de la droga. Recuerden que se más toxicómanos, porque no se podría hacer un conjunt o de intersección
trata de un mu chacho que consume cocaína en el momento en que el pe- rntre ambos y concluir, que hay cada vez más toxicómanos que pueden ser
ne empieza a reaccionar y no sabe qué hacer con él. En ese momento con- diagnosticados como psicosis.
sume para reducirlo a la mínima condición posible. Cómo eso tiene una Finalmente, creo que se pueden ubicar dos guias para la psicosis res-
función para ese sujeto y en algunos casos, si el sujeto encontró una res- pecto de la toxicomanía. Dos grandes vías, no son las únicas ni esto está
puesta alternativa a la faltantc, quizá no valga la pena tocarla demasiado, ncabado. Una es una vía identificatoria, como Jo decía Carolina antes, ya
porque sabemos lo que puede ser tocar esa respuesta. Son fenómenos a ve- que toda la idea de Lacan en la última época, es que en la psicosis la difi-
ces muy sutiles que pasan desapercibidos , pero que, para alguien que está cultad es el desenganche del Otro o el estar fuera del discurso. Y hay que
advertido y que sigue la orientación de esta clínica, le permite situar este decirlo, la toxicoman ía, el alcoholismo, la adicción o, como se llame en ca-
tipo de pacientes que , como decía Carolina , Miller decide llamarlos psico- da país, en cada lugar, se ha transformado en un significante de la época,
sis ordinarias. u tal punto que está en la mayoría de los planes de estado, así como pue-
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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y A LCOH O LISM O A

de ser el SIDA en la actualidad , la toxicomanía ha pasado a ser un temu y que la clínica también muestra de una manera muy fuerte. Tenemos co-
en especial. 1110ejemplo el caso del que hablábamos antes, que se encuentra en la cla-
El estado toma políticas más fuertes o menos fuertes, pero nadie st· NC que yo di que está publicada. Allí está situado muy claramente que la
puede soslayar del asunto. Entonces , para muchos sujetos caer sobre el ró l'Ocaína cumplía una función especial para ese individuo, que no tiene que
tul o de la toxicomanía es una manera de entabla~n. el Otro l!I ver con la identificación sino con un efecto singular de retraimiento del ór-
otro día en una jornada en Córdoba lo dec1an ae una manera que me pa 1\ano. Hay a su vez, casos de sujetos que consumen si_steI_?áticamentepara
redó hasta ahora la más clara. Un paciente que iba por la calle vio el car 11p lacar las ideas o las voces. Se entiende que todo esto orienta la clínica,
te! "Centro de Atención para Toxicomanía" y se hizo toxicómano. Era un ya que una cosa es sostener la identificación de alguien que podría , en al-
caso muy nítido sobre cómo el punto es -en muchos casos- tener un car Kunoscasos - lo he visto también- sostenerse a través de un tratamiento en
te! -c on toda la significación que lleva consigo tener cartel, es decir figu donde pudo seguir identificado con el significante toxicomanía, por la vía
rar en el campo del Otro. Es una de las cuestiones de la época, en dondt· de ser un ex adicto. Esto le permitió seguir identificado con un mismo
no alcanza que cada uno se busque su modo de respuesta al malestar, si- punto, sin tener que consumir. A su vez, esto mismo le posibilitó hacer de
no que a ese modo de respuesta hay que ponerle cartel. No alcanza con eso su vida, porque además conseguía trabajo como ex adicto . Ustedes sa-
obtener esa satisfacción en la intimidad o en los lugares que sea, sino que, hcn que hay clínicas que utilizan a los ex adictos para funciones de opera-
además, hay que ponerse bajo el significante. Ante la caída de los ideales, dores. Este caso que les comento era una persona totalmente estabilizada
surge la necesidad de la autoridad y de buscarse o inventarse un cartel. en ese punto. Otra cosa es la persona que necesita del consumo para apla-
En otra época el cartel venía dado de antemano y uno pertenecía a una car las voces o lo que sea, pero que hay que ver claramente cómo reempla-
religión o a otra, o pertenecía a la izquierda o a la derecha y el mundo es• ~ar ese consumo, si hace falta, con otro consumo.
taba totalmente dividido en esos términos, uno ya venía con el cartel pues- Se ve que se abre un panorama muy amplio sobre la cuestión y, para
to. Podía ser un rebelde y pasarse de izquierda a derecha o de una religión terminar voy a comentar un último punto. Se nota que el psicoanálisis de
a la otra, pero estaba siempre en un lazo con el Otro. Cuando eso se rom- orientación lacaniana no mide la efectividad del tratamiento s1y sólo si el
pe hay necesidad de generar los propios lazos y ahí la toxicomanía adquie- paciente se de¡a de drogar-:-10 cual no qmere decir que no sea un puntQ_
re más bien un valor identificatorio, que es muy importante poder situar- central p1Iflfel1rafümiento, y por eso ponemos tanto énfasis en la relacióf!
lo. Así hubo también toda una época fundamentalmente en la Argentina, del su¡eto a la roga. Ponemos énfasis en si hay algún consumo que lo lle-
donde toda la cuestión estaba planteada en términos de desidentificar al va a la muerte y nos oponemos a eso, es decir que tomamos una posición
toxicómano, de hacer que perdiera esa identificación al sey toxicómano,co- muy fuerte al respecto. Pero el sujeto que del que les hablé ha conseguido
mo si eso fuera lo que lo amarraba al consumo voraz. No estoy en contra una manera de estabilización con un consumo limitado, totalmente res-
de que con algunos sujetos haya que ir por esa vía, pero hay que estar ad- ponsable de ese consumo.
vertidos que, en algunos sujetos, eso cumple un papel ceñtral en la estr - Esto es lo que indiqué al comienzo de este curso sobre la importancia
tura. También hay que estar advertidos de que esa persona que va por la que tiene la responsabilidad del sujeto en relación con el consumo -utili-
vida ·y se topa con un cartel y se sube a ese cart el, no produce el mismo ceel ejemplo de China. Habíamos visto que cuando se le quita la respon -
trabajo de Schreber que, al menos, se rompió la cabeza escribiendo un li- sabilidad al sujeto eso ocasiona un problema terrible para ese grupo social,
bro sobre el cual luego otro grupo de psicólogos y psicoanalistas se rom- lo cual no quiere decir que nosotros aceptemos que un sujeto, por ser res-
pieron la cabeza para tratar de entender qué pasaba allí dentro. No es lo ponsable, haga lo que le parezca bajo su responsabilidad. Pero sí seguimos
mismo una cosa y otra, allí hubo todo un trabajo subjetivo que, en este ca- una orientación respecto de la singularidad , la estru ctura y la relación que
so, no lo hay. Aunque sea una identificación , no se arriba a ella por todo 1iene ese sujeto en ese consumo. En el caso que vengo comentando -el de
un trabajo y a veces se nota la labilidad de esas identificaciones. la cocaína que intenta reducir el pene- , luego de muchos años de trata-
Ahora bien, hay todo otro grupo de toxicómanos qÜeno v~ por la vía miento el partenaire se seguía quejando, porque el tratami ento no hacía
de fa ioenttficación, sino que van por la vía de lo quep rod_uce el químico, efecto, ya que el sujeto se seguía drogando . Y, debo decir, que despu és de
120 121
FABIÁN NAPARSTEK

n_iuchosaños ~~s el partenaire empezó a comprender -yo insistía al PM



c~ente que le h1c1e:ª. entender el valor que tenía eso para él, por supuchlu
s1~ tener que explicitar su problema con el órgano-, y luego de mucho, Clase X
anos el partenaireempezó a decir: bueno,está bien, la verdad es que estás11111
cho mejorque antes drogándotey todo.Eso es de sentido común. Eso es mu
cho mejor que lo que pasaba antes en los tiempos en los que no había con LA DIRECCIÓNDE LA CURA EN LA TOXICOMANÍA Y EL ALCO-
sumo y era un desenganche total. HOLISMO; SU EFECTIVIDADEN INSTITUCIONES

CAROLINA ZAFFo_RE: Simplemente quería anunciar las dos clases que s1 Fabián Naparstek
guen donde se podra retomar la línea abierta en relación a los fenómenm
corporales, a los detalles clínicos en relación al cuerpo. Marcelo Mazzucu
va a trabajar específic~1;1ente,la cuestión del narcisismo freudiano. Me pu
rece ~entra! esta cuestion, porque la relectura del narcisismo, la relación ni
propio cuerpo tiene incidencias en la clínica mas allá de la psicosis. El punto para hoy es reflexionar cómo el psicoaná lisis puede entrar en
las institu ciones públicas, tanto en su forma de teorizar como en su prác-
FABIÁNNAPARSTEK: Efectivamente es un punto centra l en la clínica ac- tica clínica. Y quizás el horizonte de esta clase tenga que ver con eso, por-
~al po~er ~n_dagar,desde las primeras entrevistas, cuál es la relación que 4ue, finalmente hacia donde me dirijo hoy es a tratar de pensar algunos
tlen~ el md1viduo con su cuerpo. En los hombres por supue sto que uno no aportes que pueda hacer el psicoanálisis, con respecto al trabajo institucio-
va a ~ a pregunta~ de movida si eso no surge, pero la relación que un hom- nal. No en cuanto a la clínica solamente o a la atención precisa del pacien-
bre ~1enecon su organo es casi, como decirlo, es casi cantado que allí va a te, a su terapia individual, sino también con respecto a los diferentes dis-
surg¡r_la_estructura. Insisto en que tal vez lleve tiempo que surja por Jas ca- positivos que disponen las instituciones para este tipo de pacientes.
ractensticas del caso, pero son cuestiones de la clínica que en el primer La- La dirección de la cura es el título de un escrito de Lacan, me voy a
can no estaban tan presentes , y en el último Lacan están realmente pre- abocar entonces, a ese escrito y a una época de Lacan a la que Éric Lau-
sentes y perm iten ampliar no solamente el campo de la psicosis, ya que rent llama el Lacan clásico 1. Es un Lacan muy productivo - año 1958- el
ahora nos percatamos de que el campo de la psicosis es mucho más am- del Seminario 5, el "De una cuestión preliminar .. .", el Lacan de "La sig-
plio de lo que pen sábamos, lo cual permite ampliar nuestro campo de in- nificación del falo", "Subversión del sujeto" y, por supuesto el de "La di-
dagación. rección de la cura ...".
Es realmente impa ctante el detenerse a pensar que Lacan en un año
dio ese seminar io y escribió esos textos. Es la época de un Lacan que re-
torna a Freud donde todavía no tiene el concepto de objeto a, con la con-
secuencia que este concepto luego va a tener en su enseñanza . El concep-
to de objeto a cambia la técnica en Lacan, cambia la posición del analista
a partir de redefinir toda la cuestión con este objeto. En ese momento , La-
can aún sigue discutiendo con los postfreudianos; aunque Juego, en la úl-
tima é¡:,oca, abandona un poco esta discusión. Sin embargo, y voy a tratar
también de llevar la cosa hasta ahí, entiendo que la clínica que él presen-
ta en esa época es muy útil en la actualidad , en la actualidad que quizás
LAURENT, Eric, Concep ciones de la cura en psicoanálisis, Manantial , Bs. As., 1984 ,
pág. l.
122 ... 123 ...
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCC IÓN A LA CLINICA CON TOXICOMAN IAS Y ALCOHOLISMO Á.

no era la misma que la de aquel momento; pero que hoy en nuestra clíni l'Sel que escucha, no es más que eso. En cualquier instan cia que uno ha-
ca con toxicómanos y alcohólicos nos puede dar muchos resultados. bla le está dando un poder al Otro -en este caso a ustedes se los estoy dan-
Voy a hacer pr imero una breve introducción al texto, tratando de ubi do yo- de puntuar lo que estoy diciendo y no hay manera de hablar sin
car algunos antecedentes. Para esto me voy a basar en unas clases de Mi darle este poder al Otro. Es la redefinición que hace Lacan de la comuni-
ller de su curso "La experiencia de lo real en la cura analítica", que se !la cación, cuando dice que el mensaje vuelve en forma invertida. Ese Otro
ma "paradigmas del goce". Miller divide la enseñanza de Lacan en seis pa 10mbién deviene el lugar de la palabra, el lugar del lenguaje, de la estruc-
radigmas, y voy a tomar entonces los dos primeros, ya que el primero es el 1ura y, finalmente es el que determina al sujeto. Sin embargo, ese Otro aún
antecede nte y el segundo es donde se ubica la cuestión de la dirección de es otro sin barrar, Lacan lo define todavía en esa época como Otro abs-
la cura. tracto. ¿Qué significa un Otro abstracto? Es el Otro dador de sentido casi
Miller llama al primer parad igma "la imaginarización del goce" 2, y se como una maqu inita interpretadora y está muy claramente señalado en el
refiere allí a un primer texto que es "Intervención sobre la transferencia" Seminario 5, donde enunc ia: "Así podemos decir que, lejos de que el su-
conocido por todos, donde traba ja puntualmente el caso Dora . Hace una jeto que está delante, deba ser un viviente real, ese Otro es esencialmente
relectura del caso en donde ~ relación del analista con el analizante está un lugar simbólico."3
planteada como una relación intersubjetiva, en una relación que va del su- Vean que, como primera medida, diferencia un lugar simbólico de un
jeto al sujeto. viviente real, esto es crucia l en lo que estamo s planteando. Lacan avanza
y dice: "E l Otro es prec isamente el lugar del tesoro, digamos, de aquellas
I --+ I frases, incluso de aquellos pre juicios sin los cuales la agudeza no puede co-
brar valor y fuerza" 4 • Salteo unas frases y agrega:" ... este tesoro común de
Es un pr imer punto, un punto de partida de Lacan, cuando dice 'in- categorías present a un carácter que podemos llamar abstr acto" 5 . Clara-
tersub jetiva' supone que hay una relación de sujeto a sujeto -el analista su- mente distingue lo abstracto de lo viviente, en tanto lo abstracto es una
jeto y el analizante sujeto-, cuestión que abandona rápidamente. Dentro máquina dadora de sentido. Hay que decirlo, es un Otro muerto, todavía
de ese m ismo momento el primer paso que da es plantear que la relación es un Otro mue rto. El Otro de la estructura como Otro abstracto es un
es dispar , no se trata de una relación de un sujeto con otro sujeto seme- Otro muerto y es una de las cuestiones que va a discutir Lacan en "La di-
jante, sino que se trata de la relacion de un sujeto con el Otro, todavía ~ rección de la cura ...
sin barrar. Cuando dice Otro hay que tomarlo en el senti do más claro de El goce en esta época, la libido para Lacan, se ubica en el eje imagi-
la pa labra, se trata de la alteridad -a l menos al comienzo, ya que después nario, en el eje del yo y el semejante, siguiendo la lógica de las catexias li-
en la enseñanza de Lacan el Otro puede tener diferentes modulaciones: el bidinales freudianas. Como a su vez, Laca n plantea que hay una lucha en-
Otro del lenguaje, el Otro sexo, etc. tre lo imaginar io y lo simbólico -muy desarro llado en el esquema Landa
Lo primero que Lacan indica es que ese Otro es Otro y no hay más de- que muchos de ustedes deben conocer-, ese goce imaginario hace de obs-
finición que esa , que el Otro es la alteridad. Es decir, que no es lo mismo táculo a lo simbólico, a la significación simbólica, a la interpretación sim-
que el sujeto, y que la relación en el análisis no es de igual a igual. EsJa bólica.
~ ca de Lacan donde el Otro es el que puntúa, es el que interpreta , el E}Ue
decide el sentido y es a lo que él llam ó el poder discrecional del oy~ El segundo paradigma, que Miller llama "la significantización del go-
Subrayo lo del poder, ya que es el Otro el que tiene un poder muy claro, ce"6, es el pasaje del falo imaginario al falo simbólico. Vamos a ver la im-
que es etpoder de puntuar el discurso del sujeto. Fun damentalmente ahí
3 l..ACAN, Jacques, El Seminario, Libro 5, Las formaciones del incomciente, Paidós, Bs.
se ve la alteridad , porque si el Otro es el que tiene el poder, el Otro aquí
As., 1999, pág. 121.
Ibídem.
Mll.LER, Jacque s-Alain, "Los seis paradigmas del goce", en: Revista Freudiana, Nro 5 Ibídem.
29, Paidós, Barcelona, 2000, pág. 15. 6 Id em 2, pág. 20.

124 125
FAB IÁN NAPARSTEK A IN TRODUCCIÓN A LA CLÍN ICA CON TOX ICOMAN IAS Y ALCO HOLI SM O A

portancia que tiene esto, hasta este momento el falo era ubicado como 111 tutlo sobre la función del Otro en la neurosis obsesiva, demostrand o qu e
que comúnmente escribimos menosfi. Ustedes saben que en Lacan, codu 1'Hll función en la neurosis obsesiva se aviene a ser llenada por un mu ert o,
vez que él escribe con letras minúsculas se está refiriendo a lo imaginar111 vque en ese caso no podría serlo mejor que por el padre, en la medida en
y, cuando escribe en letras mayúsculas se refiere a lo simbó lico. Hasta e~ que, muerto efectivamente, ha alcanzado la posición que Freud recono ció
7
t ·omo la del padre absoluto" . Lacan discute esto para la dirección de cual-
te momento era el falo que interviene en la metáfora paterna, la consr
cuencia de la metáfora paterna. Es la significación fálica donde todo cobru quier cura - sea neurosis obsesiva o no- y muestra que este Otro muerto
color de falo, en cambio, en esta época Lacan comienza a hablar del falo 1·s un otro absoluto, es un otro que lo sabe todo. Resumiendo, podemo s
como un significante, como un significante del deseo, fundamentalmente, 1·scribir estos tres pasos de la siguiente manera:
en el escrito al cual nos estamos refiriendo. Entonces ya la libido no que
da sólo en el marco de lo imaginario, sino, como dice Miller, el goce pas11 1cr. paso I - $ (intersubjetividad)
al campo de la significación.
Más adelante en la enseñanza de Lacan , el falo va a ser el significante; }.ºpaso $ - A (relación del sujeto con el Otro abstracto)
del goce y ya no del deseo, pero lo que nos interesa a nosotros de esta cues
tión es que, al introduc ir el falo como significante del deseo, camb ia el es ler. paso I - f. (relación del sujeto barrado con el Otro barrado)
tatuto propio del Otro, deja de ser un Otro abstracto para ser un Otro vi-
vo. Finalmente, cómo hace Lacan para vivificar a ese Otro, introduce el Ubicado este punto, qué hace entonces Lacan en "La dirección de la
deseo, empieza a hablar del deseo del Otro. Es la introducción del deseo cura ..." -cuestión que siempre me impactó-, empieza poniendo al analis-
en ese Otro abstracto y es la necesidad lógica a la cual se ve llevado La- ia en el banqui llo, como si fuera el banquillo de los acusados. Es decir que
can, para hacer de ese Otro un Otro vivo. Es una necesidad lógica a la cual d punto o el acento no está en el analizante, sino en el analista y todo el
apunto hoy para mostrar la necesidad de pen sar ese lugar en el campo de escrito está dedicado a los analistas. Se comprueba de una manera muy
la clínica, la necesidad de que haya un Otro vivo en el campo de la clíni- fuerte , ya que podríamos hacer un listado de los analistas a quienes él po-
ca. Es decir que, a partir de este momento -del segundo paradigma - la re- ne en el banq uillo. Extraje por eso algunos de los analistas a los que les
lación empieza a ser entre un sujeto barrado con un Otro,_pero no si.tu!_n aplica la lupa, pero la lista puede ser más extensa todavía. Ubica entre ellos
Otro barrado. Por lo tanto , es el deseo del Otro lo que permite introd ucir u Freud, a Kris, Ana Freud, Abraham, Ferenczi, Balint, etc.; sigan el texto
la barra en el Otro y, como decía antes, vivifica a ese Otro, hace de ese y van a ver que sistemáticamente va tomando de uno en uno y finalmen-
Otro un Otro vivo. te se toma a sí mismo.
Hay que tener presente la discusión de Lacan con los postfreudianos , Al final del texto hay un pequeño caso clínico que atendía Lacan, un
en donde el analista aparecía como un muerto, respondiendo sin deseo al- caso en el cual hizo falta el sueño de la mujer del paciente, a quien él aten-
guno a las indicaciones del estándar; el analista que llevaba las sesiones de día, para que interpretara lo que Lacan no había interpretado. Ese hom-
50 minutos y que respondía a la demanda de los 50 minutos. El analista bre tenia un síntoma de impotencia y tras un sueño de la mujer -que se lo
que tenía su consultorio todo blanco para que no hubiera nada de lo vivo cuenta al analizante- hace que ceda el síntoma de impotencia. Se ve que
del analista, con la creencia de que eso era lo que permiúa al analizante es- está puesto él en el banquillo y cómo en este caso la mujer interpr etó lo
tablecer transferencia. A mi gusto, se trataba de un analista obsesivo que que Lacan no había interpretado, por supuesto , con su inconsciente. Ade-
responde a la demanda, es lo que lleva a Lacan a establecer en este escri- más de poner al analista en el banqu illo, él habla de la acción del analista,
to la diferencia entre necesidad, demanda y deseo, sobre la cual quizá po- a mi gusto este es el antecedente más fuerte de lo que luego va a ser el ac-
damos hablar un poco después. Es tamb ién lo que Lacan muestra en este to del analista. Entonces , la pregunta fuerte de Lacan es cuál es la acción
escrito, cuando habla del Otro muerto para el obsesivo. El probl ema que
tiene la obsesión es lo que le permite situar esta cuestión; dice así: "Freud LACAN, Jacqu es, "La dir ección de la cura y los princ ipios de su poder" , en Escritos
da prueba en ella de una intuición en la que adelanta lo que hemos apor- 2, Siglo Veintiuno Editor es, Bs. As., 1985, pág. 577.

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FABIAN NAPARSTEK Á I NTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SMO Á

del analista. Esta es la clínica del Lacan clásico, una clínica que está sos el saber de esa hora. Es decir, que hacer una pregunta necesariam ente im-
tenida entre el sujeto y el Otro -un Otro barrado- y es una clínica que yo plica ubicar, a quien se le dirige esa pregunta, en el lugar del Otro, es una
llamaría la clínica de la pregunta. cuestión clara y lógica.
Siguiendo a Lacan, es una clínica que está armada sobre tres ejes: por Ahora bien, si partimos de una clínica entre el sujeto y el Otro, es ne-
un lado la pregunta, recuerdan que él divide histeria y obsesión a partir dl· cesaria una pregunta que sostenga al partenaire de turno en el lugar del
una pregunta. Por otro lado el deseo, recuerdan que también divide histc Otro. Pero, a su vez, la pregunta para Lacan en esta época instaura, en tan-
ria y obsesión, respecto del deseo y, finalmente, la identificación, identifi• 10 y en cuanto se pueda desplegar como tal, la relación con lo extraño, la
cación con el padre impotente o identificación con el padre muerto~Se w relación con lo hétero o con lo Otro. Es muy común entre los lacanianos,
claramente que no es una clínica centrada en el síntoma, lo cual nos haríu nlguien me lo decía haciendo una sátira hoy a la mañana, los lacanianos
retroceder respecto de nii"estraépoca, dónde lo cruciii del asunto está pre que dicen "eso me hace cuestión, o eso me hace pregunta". Cuando uno
sente no solamente en el síntoma, sino en un síntoma crudo. Muchas ve· uice "me hace pregunta o eso me interroga ", se ve la extrañeza que uno
ces es un síntoma que no trae significación. A tal punto no está centrado 1iene respecto de la pregunta. Toda la idea de Lacan en este texto es, que
en el síntoma que, por ejemplo, Lacan equipara el deseo insatisfecho de lu depende de cómo encarnemos ese Otro se verá si podemos llevar esa pre-
histérica a lo que es el elemento último de la estructura 8. Utiliza el mismo l{unta a un despliegue que permita un análisis. En conclusión lo que él va
ejemplo que Lacan había utilizado para el fenómeno elementa19 en el Se- u decir es que el analista es el capitán de su barco, pero propone no ejer-
minario 3, cuando él habla de la nervadura de la hoja para la planta. Él di- cer el poder que ese capitán del barco tiene. Es decir, según Lacan, se di-
ce que el fenómeno elemental es lo que muestra en un elemento de la es- rige la cura pero no se dirige a los pacientes. Es una diferencia primera de
tructura a toda la estructura misma, y dice lo mismo del deseo insatisfe- este texto en donde muestra que el Otro tiene un poder y que el analista,
cho. Como si el deseo insatisfecho fuese el fenómeno elemental de la his- en tanto ocupa ese lugar, debe prescindir de hacer uso de ese poder en el
teria. sentido de dirigir a la gente. En todo caso, todo el asunto es cómo desper-
Cuando Freud habla del deseo insatisfecho no para de preguntarse por 1ar esa pregunta, cómo despertarla porque la idea de Lacan es que es una
el síntoma. Cuando Freud en el texto de los sueños habla de la bella car- pregunta dormida, es una pregunta - lo dice en el Seminario 3- que se ha-
nicera e introduce la cuestión del deseo insatisfecho --de donde lo extrae ce con su yo, que está amordazada, detenida y en sufrimiento. Cuando él
Lacan-, Freud se pregunta cuál es el síntoma y por supuesto fuerza un po- utiliza este término en francés tiene un doble significado; por un lado es el
co la cosa y asevera que el síntoma es crearse un deseo de deseo insatisfe- sufrimiento y es, a la vez, lo que está detenido. Es un término que se uti-
cho. Pero, vean la diferencia de posiciones, Freud busca el síntoma; sin liza a veces para las cartas que están detenidas, a la espera. La~can se plan-
embargo, Lacan en esta época centra todo en el deseo, la pregunta y la 1ea entonces cómo despertar -si es una pregunta dormida - , cómo desper-
identificación. ¿Y qué implica esta clínica de la pregunta? Lo que decía- tar l~egÜnta def neurótico, si bien hacerla con su yo, se entiende que es
mos antes: cada vez que se habla se instaura un Otro como poder discre- desconocerla, ya que el yo es el lugar del desconocimiento. Pues bien, ~ --
cional, y cada vez que uno hace una pregunta, sea la más simple que se punto es cómo hacer que esa pregunta interrogue al sujeto. Y la única ma-
pueda hacer, desde preguntarle a alguien la hora, en ese mismo instante 11era de llevar esa pregunta a que se despliegue es que en el Otro haya un
instaura al partenairecomo un Otro donde hay un cierto saber, al menos hueco, haya un agujero, haya un deseo, y esta es toda la idea, a mi gusto,
de este texto.
Nota: "Lo que encontramos aquí no tiene nada de microscópico, como tampoco se La tesis de Lacan es que la posibilidad de que hagamos aparecer un su-
necesitaban instrumentos especiales para reconocer que la ho ja tiene los rasgos de jeto barrado, depende únicamente de que en el lugar del Otro haya un
estructura de la planta que ha sido cortada . Incluso quien no hubiese visto nunca 0Lro barrado, y toda la interpretación que va haciendo a lo largo del tex-
una planta sino despojada de hojas, se daría cuenta en seguida de que una hoja es
1o sigue esta lógica. El otro lugar donde aparece la lógica de este Otro ba-
más verosímilmente part e de la planta que un pedazo de piel". Idem 7, pág. 601.
LAcAN,Jacques, "Intruducción a la cuestión de las psicosis. La sign ificación del de· ' rada, en relación con la pregunta , es la metáfora paterna; lo que Lacan
lirio", en : El seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Bs. As., 1984, pág . 33. llamó el deseo materno que surge como una pregunta, como una incógni-
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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOX ICOMANIAS Y ALCOHOLI SM O Á

ta a despejar. Recuerden que en la metáfora paterna hay una incógnita qut· ese sentido ; le viene a pedir que diga si eso es verdad o no y él se corre, se
es respondida por el nombre del padre, esa respuesta que tiene como sig corre de utilizar ese poder, ese poder de saber responder como un Otro
nificación al falo. completo. Es la misma crítica que Lacan le hace a Kris con el tema del ac-
Finalmente, en el mismo período, esa pregunta va a parar al lugar del ting out, que está en relación a ponerse en ese lugar del saber total que pue-
che vois, del qué me quiereel Otro, central para la clínica de esta época. A de determinar cada cosa. En ese caso viene el paciente y plantea que hay
partir de esto, Lacan retoma "Intervención sobre la transferencia" - re- plagio en lo que escribe. Entonces, Kriss toma los textos, los lee y le res-
cuerden que era aquel texto en que todavía era la clínica del sujeto con el ponde que no plagia. Lacan dice claramente que el punto no estaba allí;
sujeto, la intersubjetividad-, y habla de la rectificación subjetiva de la cual pues, al ubicarse como Otro completo no le deja lugar al sujeto y este se
deben haber escuchado hablar. En "Intervención sobre la transferencia", sale del campo del Otro. Es la idea que tiene Lacan del acting out; como
él dice que un analizante llega con un desarrollo de verdad que, en el ca- m el Otro tenemos un Otro completo, no hay lugar para el sujeto. Origi-
so Dora, es un desarrollo de verdad en donde ella dice ser entregada. Es- nariamente el out -que significa afuera- proviene de una concepción en
te desarrollo de verdad es un saber que todo sujeto trae consigo, respecto donde se privilegia el in o el out del consultorio , es entendido como fuera
de su goce y no solamente de su goce, sino del goce del sujeto y de los que del consultorio. El término inglés acting out, es una acción fuera del con-
lo rodean, casi les diría que ese desarrollo de verdad es una teoría sexual sultor io, Lacan, por el contrario, no lo entiende como fuera del consulto-
adulta. Así como los niños tienen su teoría sexual infantil, todo adulto tie- rio, sino como fuera del Otro.
ne su propia teoría sexual. El razonamiento sigue lo que venimos planteando y supone que el
En el caso Dora se ve muy bien cómo ella plantea que el padre goza de Otro no dio lu~a que algo del sujeto dividido se desarrollara, entonces,
entregarla y, a su vez, ella sabe cómo el padre goza con la señora K -el pla- el acting lo lleva fuera del campo del Otro, haciendo un llamado al Otro _
cer oral que tiene el padre, la sra. K, etc. Y Freud que al interrogarla, ha- para que rectifique su posición. Me parece central entender esta versión
ce que ella se formule una pregunta. Es como si dijese: todo muy bien, no fuerte del acting out, porque tiempo antes, Lacan en la respuesta a Hipo-
discuto ese desarrollo de verdad. Como si Freud le dijese: está bien supon- llite, no duda en equiparar el actingcon lo forcluido, con lo rechazado. Es
gamos que eso es verdad - porque Dora , además trae dos pruebas para ve- una aseveración que siempre me resultó muy enigmática, ya que él com-
rificar su desarrollo de verdad. Se entiende que Freud no hace de juez, no para el actingout con los fenómenos elementales. En un sentido tiene to-
está para juzgar. Supongamos que su padre - no son los términos de da su lógica, porque , lo que el analista encarnando en el lugar del Otro re-
Freud, pero entiendo así la intervención- , supongamos que su padre la en- chaza, en tanto un Otro completo, eso aparece en lo real. Esto sigue la ló-
trega, todo muy bien ¿y usted?Y es a partir de allí que ella se pregunta por gica de Lacan en el Seminario 3, en donde lo rechazado de lo simbólico
su lugar en ese -co mo dice Lacan- en ese cambalache. Toda la interven- retorna en lo real y es la lógica del acting. Lo rechazado en el campo del
ción está sostenida sobre la pregunta que se hace Dora de por qué ella es Otro retorna out, fuera del campo del Otro, de ese Otro circunscripto co-
cómplice de algo de lo que se queja. Es, en aquella época, a lo que Lacan mo el Otro de lo simbólico. Esto es central en nuestra clínica con toxicó-
llamó inversión dialéctica y, en esta época, él lo llama rectificación subje- manos; luego lo vamos a retomar.
tiva. Lo dice explícitamente: "He subrayado desde hace mucho tiempo el Se ve entonces cómo, para Lacan, la pregunta y el deseo van de la ma-
procedimiento hegeliano de esa inversión de las posiciones del 'alma be- no. Concomitantemente, se puede decir que la pregunta articula siempre
lla."' 1º Es decir que hay una referencia explícita a "Intervención sobre la un deseo, y para que haya pregunta hace falta el deseo del analista. Aquí
transferencia". En todo caso, lo que produce esa pregunta , es porque tienen la primera versión que hay en Lacan sobre el deseo del analista - hay
Freud rehusa tener el poder del juez, que dice si eso es o no verdad. muchas a lo largo de su enseñanza. La manera en que irrumpe esta fór-
Cuando Freud le dice : supongamos que es así, pero y ¿usted?, él se_co- mula lacaniana del deseo del analista sigue esta lógica. En esta época el de-
rre de decir sí o no. Entiendo que es central la intervención de Freud en seo del analista es el deseo del Otro, y el deseo del analista comanda la cu-
ra. Es la falta en-ser en el Otro que da lugar a que aparezca el sujeto, no
10 Idem, 7, pág. 576. va a tener la misma lógica más adelante, pero sí en esta época. Les leo en-

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FABIÁN NAPARSTEK ... INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISM O Á

ronces un párrafo que dice así: "El deseo es lo que se manifiesta en el i11 Luego tenemos la estrategia: allí en la estrategia somos meno s libres
tervalo que cava la demanda más acá de ella misma, en la medida en qrn que en la táctica, y se refiere a la transferencia, pero ¿por qué somos me-
el sujeto, al articular la cadena significante, trae a la luz la carencia de sr1 nos libres que en la táctica? Porque nuestra intervención depende del lu-
con el llamado a recibir el complemento del Otro , (es decir, busca el com gar en el que somos colocados por el analizante. Depende de la transfe-
plemento del Otro en su propia carencia en ser) si el Otro, lugar de la pn rencia, es decir, que nuestra intervención depende del lugar en el cual ese
labra, es también el lugar de esa carencia" 11. Es muy claro sólo hay pos1 unalizante nos ha colocado y, a mi gusto, pagamos, como dice Lacan, con
bilidad de que el sujeto aparezca con su carencia en ser_,en tanto y c11 nuestra persona. Lacan dice que pagamos con la palabra, con la persona
cuanto el Otro también sea lugar de esa carencia, no el Otro completo. y con el ser, y deduzco que en la transferencia pagamos con nuestra per-
Agrego un ejemplo más, pero entiendo que todos los ejemplos que Lacan sona. Por eso Lacan discute lo que se llama interpretar la transferencia
desarrolla acá siguen esa lógica. Me refiero al ejemplo de la madre que k que, finalmente es decirle al analizante -oiga, no se confunda, yo no soy su
da de comer la papilla al niño casi antes de que abra la boca: " ... si el Otro, padre, no me venga a mí con eso. Es no querer pagar con la persona, ¿se
que a su vez tiene sus ideas sobre sus necesidades, se entromete, y en lu- entiende la cuestión? Hay que dejarse tomar por el padr e, en ese caso, y
gar de lo que no tiene, le atiborra con la papilla asfixiante de lo que tiene, hay que dejar su propia persona fuera de la cuestión. Hay que entender
es decir confunde sus cuidados con el don de amor. [... ] el que rechaza el que somos el personaje que el analizante nos deposita, nos adjudica.
alimento y juega con su rechazo, como un deseo" 12 . Finalmente, la política, ahí somos menos libres aún, y Lacan dice que
Esta es la interpretación Iacaniana de lo que conocemos como el ma- es mejor para el analista ubicar se por su carencia en ser. Por su carencia
rasmo, la descripción de Spitz, etc .. La interpretación es que el niño se en ser es la fórmu la que él tiene para explicar esto; no somos un Otro com-
transforma en el resto de esa madre, con tal de hacer irrumpir un deseo pleto y es mejor ubicarse por su carencia en ser que por su ser. Lacan ha-
en el campo del Otro, un agujero en el campo del Otro. Es decir, con tal bla también allí del analista como abyecto, como un claro antecedente del
de abrir un hueco en el Otro se sustrae con su propia muerte, para que en analista en el lugar del objeto a. Son las maneras que él encuentra de ubi-
el Otro haya un hueco donde pueda aparecer algo del sujeto. Se entiende car al analista, que luego va a ser el resto de un análisis. Pero lo que me in-
que el cerrar la boca de ese niño, allí es casi como el acting,una manera de teresa destacar ahora en el eje de la política, que es donde somos menos
identificar el deseo, una manera de hacer presente algo del deseo, donde libres.Y cuando dice que es mejor ubicarse por la carencia en ser que por
no hay lugar para el deseo en el campo del Otro. A partir de esto dice: " el ser, es en la política, que no es más que la ética del psicoanálisis. Esto
... al negarse a satisfacer la demanda de la madre , ¿no exige acaso que la implica una renuncia , hay que estar dispuesto a renunciar a su ser. A mi
madre tenga un deseo fuera de él, porque es este el camino que le falta ha- gusto, es la transformación de Lacan de lo que en Freud era la abstinen-
cia el deseo?" 13. Y esto concluye con el famoso sintagma de Lacan 'el de- cia que, hay que decirlo con todas las letras: la abstinencia es la abstinen-
seo del hombre es el deseo del Otro'. cia del analista, más en la clinica con toxicómanos. Es una pregunta de to-
Bien, en base a este planteo, Lacan divide la acción del analista en tres: dos los días, ¿qué hacemos con la abstinencia? Primero tiene que abste-
Política, estrategia y práctica, que es una tripartición que está en íntima nerse el analista, después veremos qué haremos con el analizante, es una
conexión con lo que él llama los modos que tiene el analista de pagar su propos ición fuerte de Lacan, que el analista no debe intervenir desde su
lugar como analista, que también los divide en tres. Primero plantea la tác- ser, desde un Otro completo. Finalmente, tiene que abstenerse de gozar en
tica, la táctica es el lugar de la interpretación, según Lacan el lugar dónde el lugar del analista.
más libres somos y ahí efectivamente, cada uno es dueño de su barco.Y si- Bien, para concluir, voy a leer unos párrafos de Éric Laurent que seña-
guiendo esta lógica - Lacan no dice esto- me parece que se extrae del tex- lan el horizonte que les indicaba al comienzo, para ubicar lo que de esto
to, allí el analista paga con su palabra, su modo de pagar simbólico. puede servirnos para el trabajo de las instituciones. Mi idea es _sómo pen -
11
Ibídem, pág. 607. sar y armar institucion es que sigan esta lógica, instituciones que sean un
12
Ibídem, pág. 608. Otro barrado, instituciones que, además de reglas, puedan tomar el caso
13 Ibídem, pág. 608. por caso y puedan tener un deseo en su centro. Así lo plantea Éric Lau-
132 133
FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLÍN ICA CON TOX ICOMANÍAS Y ALCOHOLISM O Jt,.

rent: " ... el analista, más que un lugar vacío, es el que ayuda a la civilt,1 . 11bc la menor duda. Hay que pensar para cada sujeto, porque lo manda -
ción a resQ._eta .!._la articu lación entre normas y particularidades inaivid11
11 111n s por ejemplo a ese taller de artesanías. ¿Para qué lo mandamo s? ¿Cuál
les. El analista [... ] tiene que ayudar, pero con otro~in pensar que l'~ ~1 1 la lógica y el sentido que tiene asistir a determinado taller? ¿A qué res-
único que está en esa posición. [... ] ha de ayudar a impedir que en no111 pnndemos con eso?, ¿por qué va a los grupos? No digo que no tengam os
bre de la universalidad o de cualquier universal, ya sea humanista o 111111 que tener esos dispositivos y creo firmemente que hay que tenerlos, pero
humanista , se olvide la particularidad de cada uno. Esta particularidad n hnjo qué lógica los man damos a cada uno de esos dispositivos. ¿Por qué
olvidada en el Ejército, en el Partido , en la Iglesia, en la Sociedad analht ,·~ta persona va a ir aquí y no acá , o por qué tiene que ir a todos? Fina l-
ca, en la salud mental, en todas partes" 14. D ice más abajo: " ... los analt, 111cnte,¿qué es lo que tratamo s de lograr con su participación en cada uno
tas no sólo han de escuchar, también deben saber transmitir a la hum a111 de los dispositivos?. Es un trabajo porque hay que tomar a cada paciente
dad el interés que tiene para todos la particularidad de cada uno" 15. Fu t'0mo un caso clínico y determinar estrategias. ,.Por supuesto que hay re-
otros párrafos lo dice directamente para las instituciones: " ... para Juchnr )(las y que hay que respetarlas, pero también se puede pensar en una ins-
contr a el imperio del superyó y la falsa ideología de la causalidad, querr 1itución que hace la excepción a la regla, y en cada caso. No alcanza con
mos instituciones en el camp o de la salud mental y de la medicina que Ir decir 'para nosotros todos tienen los mismos derechos' , eso tiene que es-
den su lugar a la particularidad , y que desconfien de la masificación por rnr, pero además de qu e todos son iguales ante la ley, está la singularidad
identificación. La hipótesis freudiana del inconsciente implica que la par de cada uno, de cómo se las arregla con esa ley.Y es crucial que podamo s
ticularidad no sólo se alcanza respetando los derechos de la persona, In hacer entrar esta idea en la dirección de los tratam ientos, sea en el consul-
que es _un requisito necesario, sino dejando hablar al sujeto" 16, torio privado y, por excelencia, en las institucione s.
Es interesante que él distinga el dar lugar a los derechos de la persono, Cómo empezar a generar, no solamente que haya psicoanalistas en las
del dar lugar al sujeto. Por supuesto, que estamos de acuerdo que las per- instituciones-que los hay y tienen sus serias dificultades-, sino cómo em-
sonas tengan su derecho, pero esto es otra cosa, esto es dar lugar al sujeto pezar a generar instituciones dirigidas por psicoana listas con una orienta-
., del inconsciente. El sujeto del derecho es igual para todos o el derecho de- ción analítica. Tenemos un a herramienta sumamente eficaz en este punto,
bería ser así: igual para todo s. No es lo que prete ndemos en psicoaná lisis, hasta se pueden ha cer estadísticas. Algunos de los que están acá que tra-
hay una igualdad para todos en el derecho que la respetamos y, sin ella di- bajan en estas institucione s que se dirigen de esa manera, lo han corrobo-
ficilmente podría haber psicoanálisis, como tantas otras cosas. Pero, a su rado a lo largo del cuatrimestre . Es mucho esfuerzo, porque hay que to-
vez, cuando se entra en una institución hay que ver qué de singular tiene mar a cada paciente, hay que pensar cada caso y, en base a eso, empezar a
el su¡eto, y para que aparezca algo singular de ese sujeto tiene que haber tomar decisiones, en vez de decir 'todos van por acá'. Esto es lo que hacen
una institución que los tome en tanto Otro barrad o. Si no hay Otro barra- todas las instituciones que tienen un cronograma: prime r tiempo esto, se-
do, lo que hacen las instituciones -y lo verifico día a día- es echar a Jo pa- gundo tiempo esto otro, tercer tiempo esto otro. Puede existir y nadie se
cientes. Es decir, que los pacientes van a llevar su deseo a otro lado y van opone, pero parece imp ortante pensar cómo cada sujeto pasa esos tiem-
rebotand o de una a otra, porque no encuentra n un lugar para su deseo. Es pos, el tiempo previo a la externación, etc., y cómo pensar cada caso en re-
la situación de la clinica actual con las instituciones, que rebotan sistemá- lación a la estructura normativa de una institución. Es un desafio para la
ticament e a los pacientes que no se acomodan a sus reglas. Son Otros orient ación lacaniana y se demuestra su eficacia y, a la vez, se demuestra
completos que no pueden albergar el lugar del deseo y que tienen , por su- la falta de eficacia de un tipo de terapéutica comportamental. Es algo que
puesto, todos sus derechos. Es como si entrasen a la institución y uno les no está dicho y que nosotros lo corroboramos y hay que empezar a decir-
leyera cuáles son sus derechos y cuáles son las normas, pero ¿y del sujeto? lo. Porque, en las instituciones que siguen una idea comport amental re-
Una institución así es una institución que lleva mucho más trabajo, no me chazan a los pacientes sistemáticamente, de una manera a veces grosera.
14
Efectivamente, es distint o un analista con formación de orientación laca-
LAURENT,Eric, Psicoanálisis y salud mental, Tres Haches, Bs. As., 2000, pág. 116. niana en una institución que tiene ciertos parámetros, que pensar una ins-
15 Ibídem, pág. 116.
16 Ibídem, pág. 86. titución con una orientac ión lacaniana. Pero, hasta hace poco tiempo -de-
Jt,. 135 Jt,.
134 Jt,. Jt,.
A I NTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLI SMO Á
FABIÁN NAPARSTEK

1.lama la atención y convoca al Otro, pero, llega un momento en que se ti-


bo decir que el otro día tuve una discusión- esto estaba presente. Me rr
1n a las vías, es decir que hay un punto donde ya no convoca más a nadie.
fiero a la dificultad de pensar una institución con orientación lacaniana 111
Entiendo que en la clínica se puede verificar, en ciertos casos, que hay
dificultad de pensarla por los lacanianos mismos, no por colegas de ot;1.-
m llamado al Otro por el acting,hay un segundo llamado al Otro por el
orientaciones . Es decir, colegas lacanianos que piensan que no puede hn 1
1
1 cting, hay un tercer llamado al Otro por el acting,y la cuarta ya no llama
ber una institución con orientación lacaniana, que los dispositivos no Hr
más al Otro, da ocupado, da ocupado , da ocupado ... fsssst... Entonces en
puede n llevar adelante, que hacen falta recursos, me decían que en Euro
mi clínica lo verifico como una constante, y no veo tampoco , que ubicar la
pa puede ser, etc. Pienso todo lo contrario, con los recursos que hay aqul,
diferencia de la lógica entre el pasaje al acto y el acting indique que siem-
con_los recursos que tenemos -por supuesto podría haber más, no hay qtu·
pre el pasaje al acto es más grave que el acting. Hay acting que son muy
decir que tenemos mucho , porque en lugar de darnos recursos nos van 11
graves, que además pueden salir mal. Alguien puede pararse al borde de
quitar - , no me cabe la menor duda de que se puede dirigir una institución
un lugar para llamar la atención del Otro; pero, en vez de caerse para el
con estos pacientes bajo la orientación lacaniana. Esto hay que instalarlo,
c;ampo del Otro se puede caer para el otro lado, y eso termina totalmente
porque a veces los propios lacanianos dicen lo contrario. Por supuesto qu,·
hay que ver cómo se las arregla un analista lacaniano en una institución por fuera del campo del Otro.
que no sigue esa orientación , y las dificultades que se le presentan. Pero,
me parece que hay que hacer esta división porque todavía se está discu-
tiendo.
Ahora, para concluir, voy a mencionar un par de citas relacionadas con
el llamado analista

ciudadano. Éric Laurent

ubica al analista ciudadano 1
como el analista que no se queda recluido en su consultorio, sino que sa-
le a la comunidad, a las instituciones, aunque no solamente a las institu-
ciones, y lo opone al analista extraterritorial. Él dice que no alcanza con
darle lugar al sujeto en el consultorio, que hay que salir a explicar la im-
portancia que tiene la particularidad y más en esta época. De qué mane-
ra hacer entrar hoy en nuestra época la importancia de la singularidad, có-
mo explicarle al Otro, cómo hablar la lengua del Otro desde el psicoaná-
lisis, para que se entienda lo que queremos transmitir y la importancia que
tiene la singularidad para cada uno.

ALUMNO: Yo me preguntaba , si podíamos pensar en esto que hablabas


~el actingout. Si podría pensarse que a la respuesta de quéme quiereel Otro,
s1 una respuesta posible podría ser el pasaje al acto y no el acting.

F. N._:Efectivamente , yo pienso igual que vos, hay que separar el acting


del pasa¡e al acto, responden a dos lógicas diferentes. Pero, en muchos ca-
sos el acting empuja al pasaje al acto, es lo que mu estra la clínica. Es de:
cir, hay un rechazo del Otro, el Otro no le da lugar y finalmente, el acting
se transforma en un pasaje al acto en el que el sujeto queda totalm ente
fuera del campo del Otro. Es lo que Freud trabajaba con la joven homo-
sexual; ella tratando de llamar la atención del padre, dirigiéndose al Otro.
137
136
Temas especiales
Clase XI

(LíNICA DIFERENCIALDE LAS


AFECCIONESNARCISISTAS1

Marcelo Mazzuca

FABIÁNNAPARSTEK : La clase de hoy y la siguiente van a ser desarrolla-


das por Marcelo Mazzuca que es docente de la cátedra. También es miem-
bro del Departamento de Estudios sobre la Toxicomanía y el Alcoholismo
del Centr o de Investigación del Instituto Clínico de Buenos Aires. En es-
ta ocasión le pedí que se ocupara de presentar el tema del narcisismo, ya
que esto forma parte de su proyecto de investigación. Entonce s, hoy su ex-
posición tiene el estatuto de avance en una investigación no concluida aún,
pero que vale la pena conocer, ya que él viene trabajando estas cuestiones
desde ha ce uno s años.

MARCELO MAzzccA: Para comenzar con esta serie de dos clases en


donde exploraremos el tema de las afecciones narci sistas voy a plantearles
una hipótesis de trabajo. Dicha hipótesi s supone lo siguiente: profundizar
en el examen de las problemáticas que la teoría y la clínica del narcisismo
plantean, puede contribuir a esclarecer la orientación psicoanalíticam en
lo que al tratamiento de las toxicomanías y al malestar del sujeto moder-
no se refiere. Formulada la hipótesis pasamos al tema de trabajo.
El narcisismo es un concepto psicoanalítico central, el "segundo de los
grandes descubrimiento s de Freud", según la expresión de Lacan, o una
peque ña teoría dentro de la teoría psicoanalítica . El término escogido pa-
ra constru ir este concepto está extraído, como ustedes saben, de la leyen-
da de Narciso. Desde la antigüedad, el mito de Narciso destacó dos pará-
metros claves para pensar los fenómenos narcisistas: Por un lado, el suje-
to pendiente de la imagen de sí y, por el otro, el amor por esa imagen, o
mejor dicho, el éxtasis o la "narcosis" que el amor por esa imagen produ -

141
FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA ClÍN ICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO A

cía, de allí el término "narcisismo ". Es este el primer punto de contac10 povetsky, se expresa en una apatía frívola, la promoción de un individua -
•con la problemática de las toxicomanías. lismo puro y una ética hedonista 1.
Según cuenta la leyenda , N arciso era un adolescente sumame nte bello Por lo tanto , frente a un tema tan amplio como el del narci sismo, de-
que, tal como lo predice Tiresias, se enamora de su propia imagen reflejo hemos comenzar por plantear las cu estiones fundamenta les.
da en un estanque, y muere extasiado en el intento de atraparla. Voy a dividir la exposición en cuatro partes .
Con la denominación de "trastorno o personalidad narcisista", alguno•
autores se refieren a la existencia de un perfil clínico y psicodinámico qur Primera cuestión: Voy a establecer las caracteristicas de la organiza-
la psicología y la psiquiatría pretenden constituir, como una entidad psi rión, o el sistema narcisista, y a partir de allí sus tra sto rno s. Comenzamos
copatológica independiente de la neurosis y la psicosis , proponiendo en ¡•ntonces con una pregunta: ¿Qué valor podemos otorgarle nosotros a es-
consecuencia un tipo de tratamiento específico. Este perfil se especifirn 1c tipo de trastornos observables, y a las ficciones teóricas que de ellos se
por: desprenden, para operar en una clínica psicoanalítica de las toxicomanías?.
Dicho de otro modo: La construcción de este perfil clínico , ¿ justifica el
1. Fa llas que afectan a la estabilidady a la cohesión de esas representacio hecho de separar e incluir a este tipo de pac ientes en una nueva categoría
nes del yo. clínica, a partir de la cual pensar un modo operativo específico para un tra-
2. Vulnerabilidadque amenaza su identidad y produc e una oscilaciónco11
.1 iamiento posible?
Nota mos que la experiencia cotidiana muestra, como dijimos, que es-
tante de la aut.oestima.
10 ocur re en el campo de la psiquiatría (en los man uales diagnósticos y es-
3. Dist.orsiones
corporalesen la apreciación de formas y volúmenes. iadísticos como el DSM, por ejemplo) y en el de la psicología (psicotera-
4. Ansiedadeshipocondríacasen el temor por un cuerpo enfermo. péutica), pero no es algo que pueda justificarse en una concepción psicoa-
5. Posiciones depre sivas o hipomaníaca s. nalítica, y mucho meno s lacaniana. De todos modos, qu erría subrayar, que
6. Dependencia hacia otra persona que funciona de espejo o a un objeto es tam bién una experiencia cotidiana la de nuestras propia s dificultades
qu e tapa dicho malestar (el tóxico, por ejemplo) . para con este tipo de pacientes, es decir , para reso lver los obstáculos que
esta clínica nos presenta habitualmente, por las vías más conocidas de la
7. La posición sexuada y la práctica sexual se ven de este modo también
asociac ión libr e y la interpretación. Por lo tan t o, intentemos avanzar ubi-
afectadas,acentuando la fijeza de otros recurso s de satisfacción.
cando las características de la organ ización narcisista y sus posibles tras -
8. Dificultadesdel orden del pensamiento. Lornos.
9. Situación de crisis o de urgencia permanente, con una sensacióninel11
diblede vacío. A- Los trastornos del narcisismo y su clínica diferencial:
En tanto se trata de un elemento const itutivo del sujeto -e l narcisismo
La primera impre sión que uno tiene al sumergir se en la leyenda dt· primar io, en términos de Freud- estab lecido como hipótesi s o supuesto a
Narciso, es que: si la tragedia y el mito de Edipo sirven al psicoanálisis pa partir de fenómenos clínicos diversos:
ra articular cuestiones ligadas al deseo, las prohibiciones, la castrac ión y lu
función del padre; la leyenda de Narciso sirve en cambio, para plantear a. Conductas perversas (fetichistas y homo sexua les).
cuestiones ligadas al amor, la pr ivación, la muerte y la de caden cia del pa· b. Resistencias neurótica s en la transferencia (particularmente las de la
dre. Y, por qué no, de los ideales asociados con éste. Es, por estas misma N neuro sis obsesiva).
cualidade s, la figura del héroe moderno. Eternamente adolescente y cor c. Fenó m enos psicóticQs (la megalomanía y la pérdida de la realidad).
poralmente be llo, desespera por desconocer la dimensión de lo que falta y
las sensaciones de vacío producidas por la escasez de idea les que represen
ten al sujeto. El narcisismo contemporáneo, como dice un autor como Li L!POV ETSKY, G illes, La era del vacío, Anagrama, Barcelona , 1986.

142 143
FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO _.

Les recuerdo la frase archiconocida del texto "Introducción del narci En este sentido, vemos cómo en virtud de la ausencia del sintoma co-
sismo": " ... es un supue sto necesario que no exista desde el comienzo unn mo brúju la para la dirección de la cura, se derivan dos grandes dificulta-
unidad comparab le al yo". des para el clinico en el tratamiento de estos sujetos, entre los cuales en-
Entonces, para evitar darle consistencia al diagnóstico psiquiátrico y contramos al sujeto toxicómano -si es que se puede hablar de él:
psicológico de los trastornos o las personalidades narcisistas (borderline, 11
mites o fronterizos), debemos tener presente el hecho de que podemuN n. Las dificultades en el ejercicio diagnóstico.
ubicar los diversos trastornos de la organización narcisista específicos, pn b. Las dificultades ligadas al inicio del tratamiento , la instalación del dis-
ra caoa una -de ías estructur as clínicas. Problemáticas relativas a la consLi positivo y el manejo de la transferencia. Dificultades respecto de las
tució~ l estatuto y el mantenimiento delaÍ magen del cuerpo, l~ io cuales debe considerarse una paradoja, en alguna medida ya subraya-
nesoe l yo y los lazos con la realidad . Este es un capítulo aparte que no al da por Fre ud.
canzaremos a desarrollar en profundidad , pero que seguramente, ha sido
estudiado en parte por ustedes en la materia de psicopatología. D ice F~d, en el texto sobre los tipos Iibidinales: "En el tipo libidinal,
Ahora bien, por otro lado, tenemos las afecciones llamadas narcisistas, con buen derecho llamado narcisista, el interés principal se dirige a la au-
en un sentido más amplio que las denominada s por Freud "psiconeurosis Loconservación, muestra independencia y escaso amedrantamiento. Pero
narcisistas". el yo dispone de una elevada medida de agresión que se da a con ocer en
su prontitud para la actividad." 2 Es decir, este tipo de personalidades se
B- Las afecciones narcisistas: muestran inaccesibles a la acción del Otro a causa de su independencia y
Se trata de una colocación y un destino de la libido o, dicho de otro de la preocupación por su autoconservación, por un lado; mientras que,
modo, un modo de goce y una defensa contra el goce: por cuanto quedan por otro lado, se inclinan hacia una actividad agresiva para con el mundo.
delimitadas problemáticas clinicas que exceden la distinción entre estruc- Continúa Freud: " .. .los tipos narcisistas, que a pesar de su independencia
tura s subjetivas. Los trastorn os o afecciones narcisistas, siendo aquí el tér- en sus otros campos están expuestos a la frustración por el mundo exte-
mino narcisismoadjetivo y no sustantivo. Tenemos de este modo : rior, contienen una particular disposición a la psicosis, a la vez que conlle-
van también condiciones esenciales de la crimina lidad ". Entendamos ese
a. La enfermedad orgánica y la hipocondría (siendo el ejemplo freudiano "mundo exterior" al cual hace referencia Freud , como el Otro de la cultu-
el del dolor de muelas). ra y la sociedad y las particularidades de su malestar.
b. El estado del dormir y sus trastornos (el insomnio, por ejemplo). Y ten emos allí la tercera de las dificultades para el analista:
c. El proceso del duelo y sus detenciones (o sus imposibilidades, en el ca-
so de la melancolía). c- La de la ineficacia de una intervención que sea sólo analítica y deje
d. Los estados y las posiciones maníacas, depresivas y melancólicas. de lado la intervención social. Entonces, para resumir dicha paradoja:_Por
e. El estado del enamoramiento y los estados confusionales (delirantes y un lado, desde el punto de vista clinico, nos encontramos con sujetos que,
alucinatorios). en virtud de su recurso defensivo al que apelan y su fijación a ese narcisis-
f. Los ataques a la imagen del cuerpo y a los procesos del pensamiento. mo vacilante e inestable, parecen poco proclives a un tratamiento y a un
cambio. Y entonces, nos topamos con dificultades para poder hacer efec-
Lista que seguramente podría ampliarse, pero que conviene reducir a tivas nuestras intervenciones, que por momen tos se traducen en supues-
sus expresiones más características. tos límites previos frente a un tratamiento posible -y se los considera, por
Habiendo ubicado esto, pasamos a la segunda cuestión a considerar. ejemplo, "inanalizables". Cuestiones que, en el caso de las adicciones, es-

Segunda cuestión: Voy a ubicar las dificultades ligadas al ejercicio de la 2 FREUD, Sigmund: "T ipo s libid inales", 1931, en: Obras Completas, t. XXI, Am orror-
clínica.
.. 144 Á .. tu, Bs.As., 1993, págs. 221-2.

145 ..
FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCC IÓN A LA CLIN ICA CON TOX ICOMANÍAS Y ALCO HOLISM O A

tán genera lmente ligadas al problema de la rigidez del consumo de sustan ¡¡nno o los órganos en cuestión. La diferencia con la enfermedad orgán ica
cias y a lo insoportable de la abstinencia . 1icne que ver con la ausencia de órganos afectados .
Por otro lado, desde el punto de vista metapsicológico, el de los meen Sin embargo, respecto de esta ausencia de un órgano enfermo , Freud
nismos inconscientes de defensa y la dinámica que se establece a part ir d(·I npunta lo siguiente : " .. .la hipocondría ha de ten er razón, tampoco en ella
recurso al estado o el "montaje" narcisista -como algunos gustan en llu hnn de faltar las alteracion es de órgano" 4 •Y se refiere al órgano que sin ne-
mar-, se mue stra como sumament e inestable y precario, por decirlo de ul n:sidad de estar enferm o se altera exigiendo al sujeto un trabajo psíquico :
gún modo, y eso mismo hace que los pacientes respondan más rápidamcn lns genitales en estado de excitación.
te a ciertas intervenciones , aun no siendo sus efectos muy duraderos. l )r La hipocondría es entonces para Freud , en resume n, el mode lo de
lo que más bien puede derivarse, por mom entos, una posición de exa¡¡r ufccción que mu estra de un a manera clara las dificultades que un sujeto
rado entu siasmo por parte del clínico. .C uestiones , en este caso, más birn puede tener, diríamos nosotros, para hacer de su pene un instrum ento fá-
ligadas a la abstinencia del analista y no del paciente. lil.:o,a par tir del cual pue da simbolizarse un a satisfacción. Cuando esto no
Creo que Freud, en su texto sobre el malestar en la cultura, lo resumr llcurre aparece el dolor, y no el displacer, más las acciones de defensa que
con estas palabras: la intoxicación_-dice- como calmante frente al sufn 1111enta n cancelar ese dolor y la angustia hipocondríaca que se desp rende
miento y el malestar es " el método más tosco y a la vez el más eficaz". "F1 de él. Siendo un a posibilidad, la del tóxico y la manía que pued e devenir
notorio - agrega Freud- que esa prop iedad de los medio s embriagadorr1 1 orno consecuencia de ese "extasis"ael a libido en el cuerpo. Se produce

- la ganancia de placer y la ind ependencia del mundo exterior- deterrninA de este modo, la misma cond ición económica que en el caso de la enfer-
justame nte su carácter peligroso y dañino." 3 111cdad orgánica, según Freud, por la "fuent e de excitación continua y el
· Sabem os que además existen otros métodos, entre los cuales Frcml l11cre mento de tensión: " ...tal estímulo cobra notable semejanza con una
menciona el recurso a los grupos religiosos, con frecuencia utilizados en rl pulsión, y sentimos este caso como dolor" 5 • A lo que le llama "seudo-pul-
tratamiento de las adicciones. Se trata entonces, del sufrimiento y el "do Ntón", aclarando que " ...el dolor es imperativo, y puede ser vencido exclu-
lor" que surgen a propósito del malestar cultural, aquel que se presenlA Ntvamente por la acción de una droga". Recordemo s en este punto , la te-
por ser el del principio del placer y la felicidad a la que apunta un progru 1,ts freudiana en lo que a las toxicomanías se refiere: Son el sustitu to de la
ma "irrea lizable para el ser human o", com o dice Freud. 111u sturbación infantil, considerada como la primera de las adiccion es. Los
C on esto pasamos al tercer punto. 1111r cóticos están de este modo destinados, según Freud , a sustituir al "go- _J
1 1· sexual faltante " 6 •
Tercera cuestión: Voy a localizar los paradigmas de las afecciones 11111 Tenemos entonces , para resumir, la razón de la hipocondría , ligada al
cisistas y sus características. dolor corporal y psíquico producido por un a excitación sexual que el sig-
La manía (y la melancolía). 111fica nte y el deseo no alcanzan a dominar , es decir, allí donde el mecanis-
La hipocondría (y la enfermedad orgánica ). 11111 de la represión es ineficaz o se ve m omen táneamente cancelado . Y es
Lo haremos tomando como eje central la pregunta por el estatut o drl 1 10 mismo lo que nos introd uce al segundo de los paradigma s de las afec-

"dolor" en la obra de Freud y las defensas que pueden hacerle frente. 1 tones considerada s nar cisistas, la melancolía y, lo que más nos interesa,

11reverso que es la m anía.


A- La hipocondría
Se define, por un lado, como sensaciones penosas y dolorosas a nivrl
del cuerpo, y por otro, como miedos y temores ligados a la enfermednd v
FREUD,Sigmund , "Introduc ción del narcisismo" , (1914), en: op. cit., t . XIV, pág.
la posibilidad de la muerte. Y se especifica por un retiro de la libido de 1111 HO.
objetos del mundo exterior y un repliegue de las investidur as hacia el 111 FREUD,Sigmund , " La represión" (1915 ), en: op. cit., t. XIV, pág. 141.
F1rn uo, Sigmund , "La sexua lidad en la etiologí a de las ne urosis" ( 1898), en: op. cit.,
F'REUD,Sigmund, "El ma lestar en la cultura " (1929), en: op. cit., t. XXI, pág. 711 1. III, pág. 268.

146 147
• FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODU CCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXI COMAN ÍAS Y ALCO HOLISMO .Á

B- La melancolía De modo que, para concluir, podría decirse que es la distinción entr e
Retomemos la sita de "E l malestar en la cultura" relativa al tema de 111 los pun tos de vista dinámicos y económicos , en lo que a la relación del su-
intoxicación. Dice Freud: " ...también dentro de nuestro quimismo propio jeto con su objeto se refiere, los que entran en juego y habría que conside-
deben de existir sustancias que provoquen parecidos efectos, pues conoce rar, a la hora de pensar en aquella respuesta evitativa o aquel mecani smo
mos al menos un estado patológico, el de la manía, en que se produce esu de defensa no equivalente a la represión, como ser aquí la "cancelación",
conducta como de alguien embr iagado sin que se haya introducido el tó frente al imperativo de un a exigencia pulsional que "duele".
xico embriagador". Por lo tanto, Freud relaciona o pone en continuidad u
la toxicomanía con el cuadro clínico de la manía, como dije antes, reverso Podemos apuntar entonces , como una primera conclusión, lo siguien-
de la melancolía. Más aún: la toxicomanía puede entenderse como un ti te: la m anía del tóxico se esclarece en la lectura del texto freudiano en re-
po o una clase de manía (como lo son la megalomanía o la erotomanía, lación al goce sexual al que hace referencia y a lo que puede considerarse,
por ejemplo), a condición de no superpone rla necesariamente con el cua- tomando a la melancolía y la hipocondría como paradigma s, el problema
dro de la psicosis- económico del narcisismo y sus manifestacione s clinicas, relativas a cier-
Se trata entonces, para las posiciones o los estados maníacos o melan- tas posiciones o estados del sujeto que hablan más que de un proceso, de
cólicos, nuevamente de la reacción frente al dolor, aquél que se dese_ren- su dete nción o de la pu esta en suspenso de la función del fantasma .
de de la pérdida del objeto y fiierza hacia el trabajo y el proceso del due-
lo, o ñada una cancelación tóxica -co mo por ejemplo la borr achera alco- Dada la hora que es, dejaremos la cuarta cuestión para la reunión que
holica-, en la medida en que ese sufrimiento sea imperativo, como dice viene, para dar lugar en el tiempo que nos queda a la exposición de un re-
Freud. lato clínico. Será entonces éste hoy nuestro cuarto punto.
Voy a ir un poco más rápido para subrayar el punto impor tante. Para ser consecuentes con el recorrido freudiano, creo que deberíamos
Es que respecto del discurso melancólico Freud vuelve a utilizar las examinar el caso clínico del 'hombre de los lobos', paradigma de las afec-
mismas palabras que usó respecto de la hipocondría. D ice: " ... es que en ciones narcisistas y las dificultades que de él se derivan. Pero, me parece
algún sentido ha de tener razón y ha de pintar algo que es como a él le pa- conveniente acercarles primero una pequeña viñeta de la clínica actua l. De
rece"7. El melancólico, así como el maníaco, dicen de una verdad en lo este modo, el 'hombre de los lobos' esperará hasta la clase que viene.
que a la relación con el objeto del goce y del deseo se refieren, aun, como
en el caso de la hipocondría, cuando no pueda localizarse en la realidad Sobre un caso de adicción y de anorexia
aquella pérdid a a la que hacen alusión con sus querellas. "La investidura Se trata de un caso de adicción y de anorexia en una mujer de cincuen -
de objeto -dice Freud- resultó poco resistente y fue cancelada -no ten que ta años, que consume pastillas para adelgazar (anfetaminas) desde los
vuelve a utilizar el mismo término- pero la libido no se desplazó sobre otro quince . Varias veces internada en clínicas psiquiátricas e institutos médi-
objeto sino que se retiró sobre el yo." cos vino a consultarme por la angustia y la sensación de muerte por la que
Dicho en términos más adecuados: en relación a la dinámica de los por momen tos atravesaba. Decía estar "deprimida" por verse gorda en el
procesos inconscientes, queda momentáneamente cancelada la relación espejo, y agregaba: "no me gusta la imagen que refleja el espejo".
del sujeto con el objeto del deseo, en virtud de lo cual, en relación al fac- Me cuenta una histor ia dificil de ordenar , en la cual puede ubicarse
tor económico, queda acentuada su cond ición de objeto de goce. El com- una primera descompensación ligada a un cuadro confusional. Sostenía
plejo melancólico como el maníaco, dice Freud , se comporta como una un discurso persecutorio y delirante respecto de su madre, intentaba esca-
"heri da abierta": " ... cuando parte, voraz, a la búsqueda de nuevas investi- parse de la internac ión y repetía incontables veces sin motivación aparen-
duras de objeto, el maníaco nos demue stra también inequívocamente su te la palabra umbrida. Luego de abandonar el consumo de pastillas y fir-
emancipació n del objeto que le hacía pena r", completa Freud. mar la escritura del departamen to que estaba por comprarse aparecen las
ideas delirantes y el síndrome confusional: "fue firmar y a los dos días me
F 1m uo , Sigmund, "Due lo y melancolía" (1917), en: op. cit, t. XIV, pág. 244. volví loca", dice la paciente.

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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOM AN ÍAS Y ALCOHOLI SMO A

Todo empezó con las ideas de suicidio, quería clavarse un cuchillo pn Es un caso que merece un estudio detallado, pero que nos sirve de en-
ra redimir el mundo , ella no merecía vivir. Dejar de tomar las pastillah, Lrada como un buen modo de acercamiento a los problemas que plant ea
aque llo que má s le costaba, era lo meno s que podía hacer para devolver lu esta clínica actual.
que significaba un enorm e regalo para un a simple secretaria. Creyó ver, en
el motor roto de una vieja heladera , una bomba a pun to de explotar, co~n FABIÁNNAPARST EK: Me parece oportuno articu lar el núcl eo de este
que terminó por desesperarla. Adriana se recuerda caminando por w1 11 planteo con lo que hemos venido trabajando hasta el mom ento. Pues esto
plaza, sintiendo que la gente se alejaba de ella sin comprender por qué. St· -c omo ustedes record arán- está en relación a una cita de "El malestar en
había sacado la remera y caminaba con el tor so desnudo sin darse cuento, ta cultura", acerca de las diferentes respu estas posibles frente al sufrimien-
h asta que un homb re le acercó un abrigo y la acompañó hasta la casa. Allt to.Y, como decía recién Marcelo, cada una de ellas presenta las dos caras
estaba su hermano , quien se ocupó de ella. Tuvieron que internarla, pcr de la mon eda - las tienen tanto el amor como el tóxico-, un cara positiva
rnaneciendo en la clínica por el lapso de un mes. y una cara negativa.
Confluyen en estos episodios, problem áticas ligadas a la anorexia y a lu Ahora quiero subrayar algo que también M arcelo ha planteado, y que
falta de alimentación, por un lado (por ejemplo: el consumo de anfetami- Freud lo dice claramente: el peligro en la indep endenc ia de la realidad .
nas para disminuir el hambre , la baja de potasio y el consecuente debilita- Es lo que, continuamente , él ha señalado a lo largo de la clase y es lo que
miento físico de la paciente, por el cual la tienen que internar), junto con ubica en una serie - sin ser equ ivalentes por supu esto-, que son las cues-
un cuadr o psiquiátrico difícil de distinguir del estrictamente clinico, por tiones del narcisismo, las cuestiones de las psicosis y las de la toxicoma -
otro. La paciente es internada y poco es lo que recuerda de esos momen- nía. Ya que el punto en los tres casos -en término s de Freud , es si se des-
tos. liga o no de la realidad; y, en términos de Lacan, es si se quita el lazo con
Con una historia familiar difícil, resultándole la convivencia con su el Otro.
madre insoportab le y la figura de su padre ausente, siempre intentó soste- La vez pasada Car olina Zaffore, cuando planteó la cuestión de los in-
n erse en el vinculo fuerte que mantiene con su herma no y actualmente clasificables pu so el énfasis en el desenganche del Otro. La versión freu-
también con su jefe. Ambos le sirven de modelo y de sostén . diana del asunto dentro del campo de la psicosis se sitúa como psiconeu-
Sin poder haber formado una pareja, tuvo dos abortos en su juventud rosis narcisistas, es decir, la imposibilidad en Freud para analizar a esos
ligados a lo insoportable que le res~ltaba pensar que la forma de su cuer- pacientes, porque no hay un lazo con el Otro. Precisamente, estamos vien-
po podía cambiar, y su madre desesperar al verla embarazada. El propósi- do esos casos dond e cu esta precisar el punto de desenganche con el Otro,
to de su vida quedó centrado_en serflaca, no cambiarel cuerpo. Dice: "pen- porque la toxicomanía misma es una solución que desengancha del Otro,
sé en mi cuerpo y pensé en mi madre , tomaba las pastillas y me olvidaba". lo cual no quiere decir, en principio, ni que sea un a psicosis ni que sea una
La madre es precisamente quien la inició en el consumo de pastillas a los neurosis. Esto nos muestra por un lado, la dificultad del diagnóstico y lo
quince años. Hoy en día tiene una relación agresiva con sus compañeras de equipara a un punto que es propio de la psicosis, pero, que no por ello lo
trabajo y de tanto en tanto se "desconecta" , fenómeno que no puede expli- hace psicótico.
car del todo bien. Del mismo modo, su pensamiento y su discurso son len- La otra cuestión es que me gusta más el termin o 'afecciones', que el de
tos y confusos, por lo que cuesta bastante reconstruir su historia subjetiva. 'trastorno s', que es el que utiliza el DSM. Entonces , esta tripartición que
hace Marcelo me parece bien precisa: la cuestión de las condu ctas perver-
Como verán, el diagnóstico resulta difícil, y la transferencia presenta la sas, las resistencias neuró ticas y los fenómenos psicóticos. Porque, en mu-
par ticularidad de mantenerse más allá del vaivén con respecto a un trata- chos dt los casos, el fenómeno narcisista en la psicosis no necesariamente
miento que obtuvo efectos terapéuticos significativos, con la ayuda de las es un tr astorno .También puede ser una solución, por ejemplo, el delirio de
int ervenciones de los médicos, asistente social y el hermano de la pacien- grandeza como fenómeno narcisístico en una psicosis; para el caso de Sch-
te, pese a no haberse podido conmover en lo más minimo esa fijeza en lo reber Freud lo planteó , más bien como una solución. Arribar al delirio de
que a la angustia y el dolor que su ser de gorda se refieren. grandeza, como un a vuelta del amor sobre el narcisismo, más que un tra s-

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FAB IÁN NAPARSTEK Á INTRODUCC IÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANIAS Y AL COHOLISMO Á

torno es un intento de solución, fallido o no. De modo que habría que eva F. N. : No creo, habría que ver si en ciertos casos que vos nombraba s
luarlo en cada caso singular. como afecciones no sería válido buscar allí un trastorno. Vuelvo al ejemp lo
Lo mismo ocurre con ciertas conductas perversas, para muchos casos del dor mir, es un índice clínico, tanto para la psiquiatría como para noso-
no dejamos la homosexualidad del lado de un trastorno. Freud lo dice des tros, claro que después la evaluación que hacemos sobre ese índice clínico
de el vamos, puede haber allí una elección del objeto a imagen y semejan es distinta. Me parece que se puede ubicar, me gusta el término afección,
za de sí mismo; eso para él es un trastorno, tanto como puede serlo la elec pero en ese sentido, independi entemente de la estructura, va más cerca del
ción heterosexual. Por eso me gusta más el termino 'afección' y me pare Lrastorno. Hay sujetos que a veces dicen: yo más de cinco horas no puedo
ce pertinente el tratar de ubicar estos episodios respecto del sueño, del dormir, bueno quizás esa sea su cantidad de horas. Hay una especie de es-
dormir, y del amor. Tal es así, que los diferentes episodios que Marcelo fue tándar de ocho horas para todo el mundo , y el que duerme un poco más
ubicando como fenómenos clinicos, nos van dando una pauta del caso. se agarra la cabeza porqu e está perdiendo el tiempo. Nosotros tomamo s
Resalto entonces, el término 'afección'; aunque en ciertos casos se esté en cuenta al sujeto. Ahora bien, si viene alguien y dice que hace una sema-
más cerca del trastorno. Es decir, podemos coincidir todos en que si una na que no duerme evidentemente, es un trastorno , además el sujeto mis-
persona tiene insomnio padece de un trastorno, no importa si es neurosis mo lo va a traer necesariamente de esa man era.
o psicosis, y está dentro de los trastorno s del narcisismo, no puede reple-
garse. Despué s se verá por qué, a consecuencia de qué, y se intentará de- MARCELO MAzzucA: De acuerdo, de hecho es el único caso para el
limitar la estructura. Pero, alguien que no puede dormir es alguien que no que reservé el término de trastorno en esta nu eva lista que confeccioné.
puede despegar se de la realidad lo justo y necesario para permitirse un Pero, quiero subrayar esto último que mencionast e. Podemos conservar la
cierto descanso. Es un trastorno clínico al que hay que prestarle mucha idea de los trastorno s del dormir sin necesidad de construir un estandar,
atención y que está íntimamente ligado con la cuestión del narcisismo. como lo hace la psiquiatría del DSM, es decir, un parámetro concreto a
partir del cual medir si el dormir está o no trastornado.
MARCELOMAzzucA: Sí, por eso yo pretendía establecer esa distinción
entre los trastorno s del narcisismo en las diferentes estructuras y las afec- F. N. : Vamos a avanzar un poco más en el tema; no en todos los casos
ciones narcisistas. Pero partiendo a propósito de esta idea de "trastorno de el tóxico funciona como suplencia. No hay que tomar esto como una co-
personalidad", más bien para denunciar lo ineficaz o lo inútil que es, en sa generalizada, sino que se da en algunos casos precisos y hay que eva-
general, trabajar con esas nociones desde la perspectiva del psicoanálisis. luarlo. Además, no siempre las suplencias llevan al sujeto por buen cami-
Porque es cierto que la megalomanía es un recurso, según Freud, para la no; pero, en todo caso, no siempre funciona como suplencia. Hay que ver
psicosis de Schreber, pero, desde la perspectiva de la psiquiatría sería un qué implica el desenganche del Otro, que es lo que estamos tratando de
trastorno. Así como también la homosexualidad lo fue y dejó de estar in- abordar, por eso tomamo s el tema del narcisismo. J
cluida en el DSM a partir de cierto momento , por cuestiones más ligadas
a la política que a la clínica.

F. N.: Sí, pero por cuestiones políticas que responden , hay que decir-
-
En términos de Freud la cuestión es muy amplia. Él dice "independen-
cia con la realidad" , y hace una referencia mu y amplia fundamentalmen-
te, en "El malestar en la cultura". Él plantea que se logra un efecto quími -
co que sustrae los sentidos. Está hablando por momentos en términos pre-
lo, a la intervención de Freud en la cultura. No me parece que los homo- cis os, el sujeto puede sustraer los sentidos y no percibir la realidad_,los es-
sexuales hubieran podido armar un lobby,diciendo que la homosexualidad tímulos - hay que situar esto en cada caso. Prefiero, de movida, desarmar
no es un trastorno, no es una enfermedad, si no hubiese estado Freud. la idea de que toda toxicomanía funciona así; de ninguna manera, sólo en
algunos casos y, en la dirección del tratamiento habrá que evaluar qué se
MARcELoMAzzucA: Ahora bien, llevado al extremo podríamos, des- hace. Sin embargo, en verdad, me animaría a decir que ni siquiera la ma-
de nuestra perspectiva, terminar por eliminar la idea de 'trastorn o'. yoría funciona de esa man era, más bien, me parece que desengancha.

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FABIÁN NAPARSTEK ..
MARcELO MAzzucA: Me parece que estamos ya pasados de hora. En-
tonces, a modo de cierre, vuelvo a recordarles que lo que quería esbozar
es el problema del malestar y del sufrimiento en la cultura. Por decirlo en Clase XII
térm inos de Freud, de los métodos para paliar o para defenderse de ese
malestar, entre los cuales, como recordab a Fabián, está el amor o los gru- CLÍNICA DIFERENCIALDE LAS
pos religiosos que se usan con mucha frecuencia en el tratamiento de las
AFECCIONESNARCISISTAS11
adicciones. Ahora bien, lo que constituye el problema de fondo es el sufri-
miento o el 'dolor', par a usar el término con el cual voy a avanzar la vez
que viene, que surgen a propósito de ese malestar cultural.
Marcelo Mazzuca
Seguimos entonces la vez que viene.

Vamos a continuar con el tema de las afecciones narcisistas y su clíni-


ca diferencial, como ya hemo s planteado la reunión pasada, avanzando ha-
cia una conceptualización psicoana lítica del tóxico y la manía, en un sen-
tido restringido, y el estatut o del sujeto contemporáneo y su malestar, en
un sentido más amplio.
Parto del punto al que habíamos llegado, que es el del esratuto dd ob-
jeto tóxico y los lazos que el sujeto establece con dicho objeto, esa era
nuestra cuarta cuestión. Les recuerdo las tres anter iores: uno, las caracte-
rísticas de la organización narcisista y sus trastornos; dos, las dificultades
ligadas al ejercicio de la clínica; y tres, los paradigma s de las afecciones
narcisistas.

Cuarta cuestión: Voy a íntentar delimitar cuál es el estatuto del objeto


tóxico. O dicho en otros términos, de las articulaciones que pueden esta-
blecerse entre el sujeto y su objeto. Por lo tanto, así como Freud se permi-
te hablar de "seudo-pul sión" para referirse al dolor, nosotros podemos in-
tentar definir ese recurso narcisista como un "seudo-fantasma" . En la me-
dida en que las relaciones que el sujeto establece con esta dimensión eco-
nómica del objeto tóxico (la del goce, el dolor o la seudo-pulsión) son in-
suficientes, no alcanzan a constituirse como sostén del deseo y su dialéc-
tica.
Es decir, son con sum a frecuencia el testimonio de una imposibilidad o
de una insuficiencia, en lo que a la función del fantasma como sostén del
deseo se refiere. Por lo tanto, lo que entra en juego, pensando en lo que po-
dría ser, usando nuevamente la terminología freudiana, la operación que
define este tipo de recursos "pseudo-fantasmáticos". Podríamos hablar de

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fABIÁN NAPARSTEK
• .Í. INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO

confusionales y anoréxicos, y una elección fetichista de objeto sumada a


.Í.

una operación de "cancelación" momentánea de las funciones del fantnh


ma, del mecanismo de la represión y de la función del falo en tanto objc111 ciertas conductas perversas. Hay para todos los gustos.
del deseo, aquél que transformándose en significante de la falta permite Por otro lado, vemos que la enfermedad adulta se desencadena a raíz
simbolizar una satisfacción. De allí que se piense por momentos, para es de una enfermedad orgánica: la infección de gonorrea prod ucida por un
tos casos, en una forclusión del falo, aun cuando se trate de sujetos neurú encuentro sexual. Es a partir de allí que puede observarse esa nueva dis-
ticos para quienes supuestamente ha operado la metáfora paterna, comu tribución de la libido, que se retrae hacia el cuerpo y el yo, estableciéndo-
consecuencia de la inscripción del significante nombre-del-padre . Este r~ se un verdadero recurso o colocación narcisista de la energía libidinal.
sin dudas un punto crucial a interrogar. Por eso prefiero hablar de "canee Freud dice: "Siempre se tuvo como un afortunado a quien nada malo po-
!ación" momentánea o puesta en "suspenso", más que de forclusión. día pasarle. Sólo perdió esa confianza cuando se vio precisado a reconocer
En estos casos entonces, se recurre a un objeto real del cual el sujeto la afección gonorreica como un grave deter ioro en su cuerpo. Ante esa
podría ser privado; recurso que permite sostener la imagen de un deseo afrenta, su narcisismo se desmoronó." 1
allí donde no puede simbo lizarse una satisfacción. Esto está expresado y Y lo que Freud encuentra en la base de esta afección y los trastornos
resumido por Lacan como: rup tura del lazo del sujeto con el falo, o con que le están asociados, es una angustia de muerte, no de castración, o an-
el hace pipí, según la expresión que recoge de la boca de Juanito. En gustia hipocondríaca, ligada a las hemorrag ias de la madre y a sus temo-
Freud, como "cancelación " de la represión y su operatoria, es decir, d; su res propiamente hipocondríacos. De lo cual se derivan, en distintos mo-
motor: la castración. Y de allí se der ivan las dificultades diagnósticas y el mentos de la historia del sujeto, estados confusionales, melancólicos e hi-
manejo de la transferenc ia, como lo muestra muy bien el caso del "Hom - pomaníacos, ligados a las dificultades que expresaba el paciente a la hora
bre de los lobos". de realizar los duelos por las muertes de su hermana y su padre.
Y es a partir de allí qu1:Freud se pregunta sobre el tipo de conflicto en
Me detengo aquí con la exposición de la clase, porque prefiero avan- juego -en este caso una frustración narcisista, más que una lucha entre la
zar en este punto con el apoyo de un a pequeña viñeta clínica que nos per- sexualidad y las tendencias del yo- y sobre la respuesta del sujeto frente a
mita articular y ubicar el estatuto del objeto tóxico y su diferencia con los la castración.
objetos fóbico y fetiche. Antes, como les había prometido, daremos ~ Si nosotros nos permitimos dar un paso más, tenemos que situar allí la
-.pac10 al Hombre de los lobos. falta de inscripción del falo y la castración, aun para un caso que Freud
considera del lado de la neurosis. Son esas las coordenadas del caso que
quería recordarles de manera muy abreviada, que hacen del Hombre de los
El Hombre de los lobos lobos el paradigma freudiano de lo que estamos nombrando, como afeccio-
nes narcisistas. Seguramente, ustedes están en condiciones de completar el
Les recuerdo brevemente los puntos centrales. examen de este caso, y verificar los prob lemas ligados no sólo al ejercicio
Es un paciente de diagnóstico dificil (locura maníaco depresiva para diagnóstico sino también, y fundamenta lmente, al manejo de la transferen-
Kraepelin, neurosis obsesiva para Freud, y paranoia hipocondríaca para cia y la abstinencia del analista. Así tendrán la posibilidad de verificar en
Mack Brunswick), según los primeros psiquiatras y psicoanalistas que lo qué medida dicho caso anticipa una cantidad de particularidades de lo que
atend ieron . hoy llamamos la clínica actual o las nuevas formas de su malestar.
Se trata de un caso "polisintomático", podríamos decir, en vez de una Pasamos entonc es, para concluir, a la última de las viñetas dínicas que
politoxicomanía, aunque no puedo eludir la tentación de confesarles que como les anticipé, pretendo que usemos para interrogar el estatuto del ob-
imagino al Hombre de los lobos siendo en la actualidad un gran consumi- jeto tóxico.
dor de drogas. En fin, hay temores fóbicos, pensamientos y rituales obse-
sivos, síntomas corporales aparentemente conversivos, fenómenos alucina- FREUD,Sigmund: "Hombre de los lobos", en: Obras completas, Bibliot eca Nueva ,
torios y delirantes, estados depresivos, melancólicos y maníacos, episodios Madrid, 1989.

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FABIÁN NAPAR STEK • INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMAN IAS Y ALCOHOLISM O •

La manía del tóxico: entre la fobia y el fetiche dad de aquel tratam iento. Perman ece siempre atento a lo que opino y re-
cuerdo de él, e intenta conseguir pescar algún detalle sobre mi persona:
Se trata de un paciente de 34 años que demanda tratamiento en el ser "¿Te acordás de lo que te cuento?" -es algo que suele preguntarm e- "no
vicio de toxicomanía por su consumo de cocaína. Rápidamente, queda quiero ser uno más"; "¿cuántos años tenés?, ¿vos también te deprimís?",
ubicada la práctica de su consumo alrededor de dos dificultades que no son alguno de los ejemplos.
llegan a constitu irse como síntomas . Los relatos acerca de sus relaciones de amistad o de amor con los de-
La primera de ellas, un intenso temor a salir a la calle: se siente mira- más, suelen repetir siempre las mismas características. Ni las parejas, ni los
do, perseguido e inseguro, cosa que acentúa su "d esgano" y lo hace que- amigos le duran mucho, así como tampoco los psicólogos. Sergio dice ser
darse encerradoen su casa tirado hora s y horas en la cama, para evitar las muy sensible a las infidelidades y agresiones de los demás, sean parejas,
situaciones que lo llevarían a consumir. Por esto, le podría haber valido, amigos o hermanos; es capaz de dar mucho por el otro, pero no puede so-
como a tantos otros pacientes, el diagnóstico de fobia social tan extendido portar la más mínima decepción y se siente fácilmente traicionado. Esto le
en nuestros tiempos. ha significado perder muchos amigos y por lo menos tres relaciones de pa-
La segunda de sus dificultades, está estrictamente relacionada con su reja.
sexualidad: Necesita consumir droga para enfrentar sin inhibiciones las re- Con respecto a los hombres que le gustan, describe con precisión una
laciones sexuales que, por su trabajo, mantiene con hombres que no en to- serie de rasgos positivos y características negativas. No le gustan los hom-
dos los casos le gustan. De ese mod o, consigue excitarse y animarse a más, bres "afeminados", a quienes rechaza constantemente, ni los de fisico
pero a costa de convertirse en un adicto. grande como él. Prefiere hombr es "masculinos, morochos, altos y delga-
Estas dos situaciones vienen siempre acompañadas por una fuerte sen- dos". Recuerda que se separó de su última pareja por resultarle afemina-
sación de ansiedad que se traduce por momentos en insomnio o en un do - resultó ser una "loca", dice sonriéndose- y porque no era "fogoso" co-
"querer todo ya". No puede dormir se, pues no puede dejar de pensar en mo él en la cama.
cosas que tiene que hacer pero le cuestan: se siente inhibido, debe ir a sa- Una frase resume perfectamente el conjunto de exigencias que tiene
carse fotos pero no está bien fisicamente, hace tiempo que no va al gim- para con los hombres de quiene s podría llegar a enamorarse: "soy muy exi-
nasio y no tiene el tamaño, el volumen y la imagen del cuerpo que desea. gente" -dice- "tienen que tener todo".
En este punto la ansiedad lo "mat a", no soporta la espera del efecto de un A partir de allí, Sergio cuenta algunos detalles sobre el ún ico hombre
trabajo de gimnasio sin anabólicos. Uegó incluso a estar internado hace de quien se enamoró a lo largo de su vida. Ocurr ió hace tres años y la re-
dos años, luego de un intento de suicidio por consumo de pastillas. lación encontr ó en sus temores a salir a la calle, una limitación impor tan-
Vemos que de este modo, quedan configuradas para el sujeto figuras te. Sólo se veían en su depar tamento, procurando él no revelar su miedos
del Otro o de lo Otro, que se presentan como una amenaza para la com- a su pareja.
pletud de su imagen narcisista. El tiempo de espera y el espacio de su cuer- Al separarse (su pareja se fue a trabajar y a vivir a otro país) él quedó
po y su rea lidad, sufren entonces alteraciones que terminan por provocar- "vacío", continúa extrañándolo y sigue enamorado. Fue la pérdida del
le angustia. Por eso no puede esperar un minuto y no puede salir a la ca- homb re que amaba la que lo precipitó en el consumo de cocaína. Tiem-
lle sin sentirse que la realidad lo amenaza. Sergio precisa, por algún moti- po despu és, comenzó a usarla para tener sexo con otros hombres sin sen-
vo, de la compañía de un otro que lo trate con cuidado y evite confrontar- tir asco. Dice sentir "vergüenza" ante los hombres que verdaderamente le
lo con alguna de sus fallas. Esta sensibilidad en la relación con los demás, gustan, y recu erda que no quiso reencontrarse con su ex novio cuando és-
como no podía ser de otro modo, se pone rápidamente en juego en la te vino de visita a Buenos Aires. Temía que él se enterase de su consumo ,
transferencia. y ento nces inventó la excusa de los "problemas con su madre". Interr o-
Ahora cree que le resultaría mejor atenderse con un terapeuta hombre gado sobre el detalle de esta excusa no pued e decir más, simplement e se
y recuerda que la psicóloga anterior le dijo que él era alguien "complica- le ocurrió.
do", juicio adverso del otro sobre su persona que terminó con la posibili- Resume sus temores y la dificultad en sus vinculos con los demás, di-
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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓ N A LA CLINICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO A

ciendo: "me encierro", significante que comienza a constituirse en el pivo- Freud sostiene acerca del valor y la función general del objeto tóxico: se
te alrededor del cual avanza el trabajo de su tratamiento. trata de un sustituto del goce sexual faltante. Su consumo se ubica justa-
Por otro lado, tras la separación de sus padres, a sus cuatro años de mente allí donde se plantea el problema sexual, y sirve a los fines de esti-
edad, Sergio queda viviendo con su madre y su padrastro, viendo al padre mular el deseo sexual y conseguir una operación sexual más lograda.
sólo ocasionalmente cuando su abuela paterna lo llevaba al campo en don- 2. En segundo lugar, le permite al sujeto desconocer mome ntánea-
de éste vivía y trabajaba. Sus recuerdos entre los ocho y los doce años, lo mente aquello que, en tanto hétero o radicalmente Otro le causa angustia
ubican temeroso frente a su padrastro quien lo encerrabaen el cuarto, a ve- y rechazo: el elemento de lo femenino en general y de la castración en la
ces durante dos días enteros, para que haga su tar ea, y solía pegarle a mo- mujer, en particular.
do de castigo. Se recuerda haciendo pis en los rincones de su habitación, 3. En tercer lugar, puede notarse cómo el objeto que se constituye co-
a pesar de que se le estaba permitido salir del cuarto para ir al baño . Ser- mo partenairedel sujeto no llega a adquirir el estatuto significante que po-
gio cree que lo hacía porque prefería quedarse encerrado, antes de salir y see el objeto fetiche, y por lo tanto tampo co su fijeza y estabilidad. En es-
encontrarse con su padrastro. te caso, es el cuerpo y el ser narcisista del sujeto el que pretende cumplir
De este modo, se va articulando una pregunta en el desarrollo de las esa función, la de una imagen que se coloca en el espacio faltante del Otro
entrevistas acerca de la posible relación entre su encierro infantil, y el en- para colmarlo.
cierro repetido en la actua lidad. El padrastro representa aquella figura in- 4. En cuart o lugar, se llega a advertir la manera en que el recurso a la
fantil amenazante, cuyas características reencuentra aparentemente en ese construcción de un objeto fóbico fracasa, no encontrando el sujeto un ob-
Otro oscuro e invisible que lo observa, lo persigue y lo hace sentir insegu- jeto imaginario que, adquiriendo un valor simbólico, articule el conjunto
ro en la calle; situación paradójica que termina por encerrarlo a él nueva- de sus miedos y temores que quedan de ese modo indeterminados, tras la
mente en su habitación. presencia de otro invisible.
Ahora bien, el trabajo de asociación produce, por lo demás, otros dos 5. En quinto lugar, la posición inconsciente del sujeto (tanto como su
elementos que fortalecen la dimensión del enigma sobre aquellos compor- elección consciente de objeto) es homosexua l (al igual que para Lacan lo
tamientos que sobrepasan la voluntad consciente del sujeto. son las del pequeño Hans y las de Leonardo Da Vinci) . Dicha posición,
El primero, asociado con los encierros infantiles y el orinar en los rin- sugiere la ausencia de la intervención del padre real, tanto como la dificul-
cones de su habitación : solía entretenerse haciendo dibujos de barcos in- tad del sujeto para identificarse con algún rasgo paterno . De todos modos,
cendiados, cosa que a la distancia no puede comprender. El segundo de- en este caso singular, el sujeto avanza (a diferencia de Leonardo y Juani-
talle, es un sueño que se le repite desde los catorce años, momento en el to) hacia el encuentro sexual, y no termina de identificarse como madre
que comienza a abandonar progresivamente su casa materna (visitando la (como lo hace Leonardo) que elige a los hombre s a imagen y semejanza
casa de su abuela paterna), para evitar los castigos de su padrastro. Se tra- de sí mismo.
ta de un sueño de angustia y de despertar que se repite hasta el día de hoy, 6. En último lugar, el recurso a la imagen narcisista debe combinars e
cuyo conten ido elemental es siempre una inundación que lo tapa todo. con la manía del tóxico, ya que ninguno de los dos por sí solo puede brin-
Nada puede decir el paciente hasta el momento sobre un posible suje- darle al sujeto una respuesta eficazmente estable frente al prob lema de la
to determinado por ese par de opuestos, incendio e inundación, que de to castración, el goce y la identidad sexual.
dos modos parecen poder llegar a constituirse como significantes que ubi Son estas las conclusiones que creo pueden extraerse, por el momen-
quen , junto con el orinar, la referencia a un significado inconsciente y al to, del examen de este caso, uno de los tantos casos de los que abundan
sentido del goce pulsional. hoy en día en los servicios hospitalarios en donde ustedes hacen hoy sus
Para concluir, con el material obtenido hasta aquí, podemos intentar prácticas y tendrán probablem ente, la oportun idad de trabajar el día de
ubicar el estatuto y el tipo de objeto que para este sujeto representa la dro mañana como profesionales. Es respecto de esa clínica, y de sus funda-
ga, tanto como el modo en que dicha relación se establece. mentos freudianos, que he intentado presentarles los lineamientos genera-
1. En primer lugar, se observa de entrada y con total claridad lo qm· les de un trabajo de investigación que debe ser continu o.

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ClaseXIII

ASPECTOSMÉDICOSEN TOXICOMANÍAS
Y ALCOHOLISMO

Rafael Skiadaresis

FABIÁNNAPARSTEK: La clase de hoy va a estar dedicada a los aspectos


médicos en toxicomanías y alcoholismo. Nos va a hablar Rafael Skiadare-
sis, un colega que ha trabajado mucho s años en el tema y con quien he te-
nido la oportunidad de compartir diferentes espacios de trabajo.

RAFAEL SKIADARESIS: Voy a comenzar por la descripción de la OMS.


La Organización Mundial de la Salud, OMS , reserva la apelación "toxico-
manía" para la utilización indebida de una droga con carácter estupefa-
ciente, la cual crea necesidad fisica y es emplead a sin finalidad médica, de-
rivando su uso en riesgos que justifican la intervención de la autoridad.
Reserva el nombr e de "habitua ción" para referirse a la necesidad psicoló-
gica que crean algunas drogas.
El denominador común para todas las formas de abuso de drogas es la
farmacodep end encia o simplemente, dependencia. Es decir, el uso de dro-
gas se refiere al hecho persistente o episódico de tomar drogas, mientras
que el término depend encia o farmacodependen cia se aplica al estado psí-
quico y a veces fisico causado por ellas, cuya expresión será el impulso a
tomarlas nuevamente, a veces de modo compu lsivo.
La depend encia fisica se refiere al estado de adaptación del organismo
al fármaco o droga. De tal forma que si se suprim e éste o se agrega unan-
tagonista que anule su acción, sobrevienen malestares fisicos que configu-
ran el síndrome de abstinencia, con sintomas y signos de naturaleza fisica
y psíquica, particulares para cada tipo de droga. La dependencia puede o
no acompañarse de tolerancia - necesidad de elevar la dosis para lograr el
mismo efecto. Se llama capacidad de dependencia a la aptitud de un fár-
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FABIÁN NAPARSTEK Á INTRODU CCIÓN A LA CLÍNICA CON TO X ICOM ANÍAS Y ALCOHOLISMO Á

maco de reem plazo a otro, del cual el organismo se ha vuelto fisicamente anorex ia y calamb res en el abdomen y las piernas. Entre las diecio cho y
dependiente (heroína , m etadona ). veinticuatro horas de la abstinencia se produce un aumento de la presión
Las característic as de la dependencia varían de un fármaco a otro, la arterial, el pulso , el ritmo respiratorio y la temperatura, lu ego aparecen
OMS di stingu e seis grupos. nauseas y vóm ito s. Entre las veinticuatro y las treinta y seis ho ras se obser-
va diarrea y deshidratac ión . Entre las cuarenta y ocho y setent a y dos ho-
1.- Morfina y opiáceos: cr ean dependencia fisica y psíqui ca. ras enco ntr am os leu cocitos is, cetosis, y des equi librio electrolít ico. Es de
2.- Barbitúricos, alcohol, sedantes, ben zod iazepina: capac es de crear destaca r que la mayoría de los sintoma s m ayores desaparece entr e los sie-
dependenci a fisica. te y los diez días , m anteni énd ose in somn io y malestar ha sta sem anas des-
3.- Anfetaminas: no crean dependencia fisica ni síndrom e d e abstinen- pués. En cuanto al tratami ento, se hace má s sobre los signos clínicos que
cia, pero sí depe ndencia psíquica. sobre lo sin tomas y, en genera l, con una dosi s de 10mg de metadona ca-
4 .-Coca ína: no parece tener dependencia fisica, pero la psíquica es da cuatro hora s, los signos se ven neutra lizados. Luego del pr imer día, se
mu y fuerte , ocupa el segundo lugar después de la heroína. lleva la dosi s de metadona a 80mg y al tercer día se comienza un descen-
5.- Alucinógeno s, mezcalina, LSD: la tolerancia aparece y desaparece so de la misma , a razón de 5mg por día.
rápido. No es clara la dependencia fisica ni psíqui ca que produce.
6.- Marihuana: depe ndencia psíquica . Ansio líticos

Op iáceos Uno de los sínt omas de cons umo más comunes dentro del grupo de
los depre sores del sistema nervioso central (S.N.C.) como los ansiolíticos,
Estos crean tanto una fuerte depend encia fisica y psíquica, con una son las depresiones respiratorias.
temprana aparición de to leranc ia, lo cua l se traduce en la n ecesidad d el su- Paradójicamente, en lugar de sedativos, los síntomas que p ueden pre-
jeto de aumentar las do sis para que la droga surta el mism o efecto. sent arse en una int oxícac ión grave con ans iolític os - unas veinte pas tillas-
El síndr ome de abstinencia creado por la suspensión del consumo de son: conducta beligerante , carácter desinhibido y violent o, es d ecir, eufo-
opiáceos es grave y su s consecuencias peligrosas. Los má s usados son los rización.
der ivado s semisintéticos de la morfina , incluida la heroína, hidromorfona, En cambio, en la intoxí cación moderada -s eis, siete u ocho pa stillas-
oxicodona, meperidina , etc .. Los adictos a opiáceos bu scan atención mé- lo que se presenta es un cuadro similar al de la bor rache ra alcohó lica, pe-
dica por sobredosis, abstinencia o comp licacione s como hepatiti s, endo- ro sin aliento a alcoho l. Esto es una parte important e de l diagn óstico dife-
carditis o SIDA rencia l, porqu e u stedes lo ven y parece una borrachera pero n o tiene n
Cuando hay una intoxicación, lo qu e observamos es un conjunto de aliento a alcohol. D ificultad para hab lar como los alco hólicos, falta de
sínt omas carac terizado s por: euforia, obnubilación mental , sensac ión de coordinación m otora, pensamiento lento , somnolencia , ataxias y nistagmo.
tranquilidad y somno lencia, es de destaca r la mio sis pupilar como un sig- La cuest ión de los ansiolíticos parece mu y simpl e porq u e mu ch a gen-
n o notabl e. La principal complicac ión p eligrosa en una sob redosis aguda te los tom a y los convida , per o cuando se retira la dosis, una vez qu e el su-
es la depresión resp iratoria , en esos casos, se utilizan antagonistas opiáceos jeto se ha habituado , puede producir convulsiones, delirios y en casos ex-
pur os com o la naloxona. Estos paciente s tambi én pueden presenta r neu- tremos , muerte.
monías por aspiración y ede ma pulmonar n o cardíaco , que se trata sola- La dependencia es fisica o psíquica , son dos cosas distintas , lo único
me nte con oxígeno. que tiene dependencia fisica son los opi áce os. Lo s cuad ros de angu stia que
En cuanto a la ab stinencia, esta aparece aproximadame nte seis hora s produc en los ansiolíticos cuando un o no los toma son absolu tamente psí-
desp u és de la últim a toma, junto con lo s prim eros sín toma s, que son: an- qu icos. Porque, cua ndo ten emos la curva de elimin ación del ansiolítico , al
sieda d , insomnio, bostezos, sudor, rinorea y lagrimaci ón . Más ade lant e se individuo se le alivió la angustia, y cu and o baja, el efecto es que la angus-
produce dilatación de las pupilas, piel de gallina, temblores, escalofrí os, tia se vuelve a producir. Entonces cuál es el p roblema de resolver la angus-

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FABIAN NAPARSTEK Á Á I NTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO Á

tia, no es el ansiolítico, sino que el sujeto pueda hacer un tratam iento co Estimulantes: anfetaminas y cocaína
mo solución de su angustia, que tome en cuenta ese lugar subjetivo en l'I
cual se produce. La angustia no se está produc iendo por la falta del ansio En realidad, los efectos de amb os son semejantes, nada más que el
lítico, sino porque está en la estructura del sujet o, es la posición que es1(1 efecto de la cocaína es más fuerte, más placentero y más corto. En gene-
ocupando en ese momento de su vida. ral se asocian a sedantes y a alcohol, usted es saben que es común para "ba-
En el caso de los barbitúricos - los cuales ya casi no se ven, excepto en jar" la cocaina tomar alcohol o tomar alguna ben zodiazepina, que ayude a
el tratamiento de las epilepsias- hay sindrom e de abstinencia entre las do bajar cierta sensación de incomodidad. Estas drogas tamp oco desarrollan
ce y dieciséis hora s. En cambio en las benzodiazepinas, en los ansiolíticoH dependencia fisica, sino psicológica. Y hay manifestaciones clinicas que
en general, los sintomas de la abstinencia psíquica empiezan entre los sic puede n ser moderadas a graves. La s moderada s son las más comunes: la
te y diez días después de haber tomado la última dosis. Los síntomas se ca- inquietud , la locuacidad, la conducta estereotipada, el bruxismo, irritabi-
racterizan por: ansiedad, inquietud, anorexia, náu seas, vómitos, debilidad, lidad, temblor y labilidad emocional, dado que pueden pasar de la calma
calambres, taquicardia, hipotensión postrual , hiperreflexia y temblor de los a la violencia rápida mente. Cuando la intoxicación es más grave, puede
miembros superiores. Es decir, que si bien no hay una dependencia fisica, haber taquicardia, hiperte nsión, dilatación de las pupilas y, a diferencia de
esto que se considera una dependencia psíquica puede ser tratada con con- los opiáceos, puede haber convulsiones, también hipertermia , delirios pa-
tención, es decir, con un acompañant e para el sujeto mientras mantiene los ranoides, alucinaciones auditivas, visuales y táctiles y conducta violenta
sintomas y hasta que éstos desaparezcan, o si no también se puede utilizar -c uadr o que se asemeja a la esquizofrenia paranoide.
el fenobarbital. Entonces , habría que distinguir un sindrome de abstinen- Es posible observar que con el consumo crónico, ya no con una into-
cia fisico de un sindrome de abstinencia psíquico. Existen los dos, pero fi- xicación grave, se empiecen a presentar estos síntomas. El sujeto cocainó-
sico hay uno solo, porque a los otros, con contención es suficiente y no se mano va sintiendo que al princip io su adicción se va instalando de una
necesita de ningún fármaco. El fármaco se usa únic ament e una vez que el manera placentera, y esto deja rastros en la memoria límbica, donde el
sujeto ha llegado a tener convulsiones o sintomas mayores. procedimiento de demanda de placer se lee como la necesidad de mayor
Si las convulsiones son severas, eso puede llevar a la muerte , porqu e consumo. El mayor consum o provoca ideas paranoides y de auto referen-
pueden producir lesiones a nivel del SNC, como por ejemplo enclava- cia, como así también las alucinaciones o alucinosis.
miento del encéfalo, que es un traumati smo bulbar que produce un cese Es muy típico verlo en grupos, ya que todo el encanto social que antes
del funcionamiento del centro respiratorio. Esto es por la baja abrupta que pasaba por la locuacidad, por la euforia y por el intercambi o de ideas bri-
produce un sistema nervioso que estaba acostumbrado a la depresión sos- llantes, terminan en un grupo donde cada uno se aísla persecutoriamen-
tenida por los ansiolíticos; se los suprim e rápidamente y produce un efec- te. Esta paranoia, que luego por la mañana desaparece, es parte del con-
to de abstinencia severo. sumo crónico. Por eso es que en los cuadros y las ideas de referencia apa-
Ahora, digo que no hay dependencia fisica, en el sentido que no es ne- recen paranoias y violencia. Son personas que empiezan a ser agresivas,
cesario que haya que darle pautadamente, como en el caso de los opiáceos, beligerantes, hiperactivas. Cuando uno permit e que hagan un corte con la
para poder contr olar los otros parámetros orgánicos. El caso de la muerte sustancia cambian su personalidad y regresan a su persona lidad anterior
es rarísimo, pero la definimo s porque puede ser una de las causas posibles de base, podríamos decir.
en las cuales terminan las cuestiones con los ansiolíticos. En general, la cocaina encubre psicosis. Hay muchos psicóticos que re-
Cuand o se produce la liberación del SNC, después de haber estado curren a la cocaina como element o de suplencia de sus sintomas. Es co-
comprimid o, digámos lo así, por el uso de los ansiolíticos, no se sabe qué mún ver que much os terminan en suicidio. El tratamiento se hace en ge-
va a pasar, por eso digo que es una reacción paradoja!. Ahora, esto no neral con diazepan , haloperido l, clorpromazina o con algún tranquilizan -
quiere decir que sea dependencia fisica, por eso si tenemos a alguien ex- te, que se pueden usar si hay signos psicóticos mu y evidentes. Si hay sín-
tremadame nte ansioso probab lemente, sea conveniente medicarlo, pero en tomas vasculares, como taquicardia o hipertensión , se utilizan los betablo-
general son raros los casos de muerte. queantes.
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FABIÁN N APARSTEK A I NTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y A LCOHOLISMO A

Lo que aparece con la abstinencia de cocaina es depresión, pero lo qut sujeto permanentemente que esto va a pasar, de ser necesario, se le puede
tenem os que tener en cuenta es que esta depresión es común para la an dar un ansiolítico, pero con la contención debería ser suficiente.
fetamina, como para la cocaína, es lo que se llama el hangover,producido Después del consumo de ácido lisérgico, sobre todo en los que son
por la caída de la sustancia y debido al gasto de los metabolit os, es decir, consum idores crónicos, aparece lo que se llama la reexperimenta ción re-
aque llos estimulantes natura les del cuerpo se gastan con estas sustancias, currente de la droga o flash back, es decir, que cada tanto le vuelven a apa-
entonces eso lleva a la depresión. recer las imágenes de algunos viajes anteriores y esto puede dur ar varias
Otro síntoma es el hambre excesiva y también muy típica es la hiper- semanas hasta que desaparece solo. Fundamentalmente, en la intoxicación
somn ia de rebote , cuando las personas pueden dormir dos o tres días tran- con LSD, lo que hay qu e hacer es conten er.
quilamente, es decir, que cuando se sale del consumo de la cocaína hay
que dejar dormir al sujeto. Ahora, si después de varias semanas sigue de la Marihuana
misma manera , debemos sospechar que hay otro cuadro, que probable-
mente haya una melancolía, una depre sión en curso que estaba encubier- La marihuana, muy común en el mer cado. Hay una gran discusión so-
ta por la anfetamina o la cocaína. bre el uso de la marihu ana vigente hoy en día. Se la está usando con fines
médicos por sus propi edades analgésicas, y se está sentando jurispruden -
Alucinógenos cia sobre la de spenalización de la marihuana en muchas parte s del mun-
do, por lo menos el derecho anglosajón ya ha tomado partido en ese pun-
Los alucinógenos van a producir cambios perceptivos, alucinaciones to, sobre todo par a despenalizar el consum o.
visuales y aumento de la conciencia ante los estímulos externos e interno s. Ya han salido pastillas de marihuana que se venden en form a recetad a,
El más común es el LSD o ácido lisérgico, la mezcalina, la psilocibina. sobre todo para enfermedades terminales. Se están experimentando dis-
La dosis para entrar en intoxicación con LSD es muy baja y, a las dos tintos tipos de usos médicos, fundamentalmente relacionados con el cán-
o tres horas tiene su vida media, donde se produ cen los mayores efectos cer, por los efectos sedativos que produc e. La vida media que tiene la ma-
de consumo con aumento de pulso, temp eratura y presión arterial que rihuana dura más o menos de tres a cinco horas aproximadament e, luego
produce dilatación de las pupilas. Cuando llega al efecto máximo, empie- desaparece totalment e. Produce ligera euforia, aunque en general es más
zan a aparecer las ilusiones visuales, hay cambios perceptivos ondulato- bien sedativa, relaja. Al comienzo produc e simpatía y alteraciones de la
rios, es decir, que cuando el sujeto está mirando las cosas, pasan de una a percepción temporal, como, por ejemplo, que el paso del tiempo parece
otra sin romper la conexión entre ellas. Entonces, puede pasar de un ob- ser mucho más lento de lo que en realidad es. El signo característico y más
jeto material que está mirando a escuchar un a música, porqu e son cam- visible que ustede s ya conocerán es la inyección conjuntiva!, los ojos rojos.
bios perceptivos donde se borran los límites del cambio. También tiene reacciones adversas, porque puede llegar a ser angus-
La percepción del tiempo tambi én se distorsiona totalmente , y esto lle- tiante, producir delirios del tipo paranoide , con sensaciones de desperso-
va rápidamente a una despersonalización. Porque, evidentemente , el que nalización; puede haber alucinaciones auditivas o alucinosis, es decir, es-
está metido en el consum o de alucinógenos está despersona lizado, están cuchar una voz y que esa voz quede dand o vueltas en la escucha por un
rotos sus mar cos de referencia tiempo-e spacio. Los efectos empiezan a dis- buen tiempo, es decir, que sea un punto de atracción del sensorio por ese
min uir a las seis horas de la ingesta y desaparecen entre las ocho y doce momento. También se pued e producir lo mismo que con el ácido lisérgi-
horas. Hay una reacción adversa que es la reacción de angustia o "ma l via- co, el flash back, es decir, que después de pasado algún tiempo, haya una
je" . El "mal viaje", que termina aproximadamente en veinticuatro horas, vuelta de las sensaciones producidas en el momento del consumo. En ge-
prod uce delirios, agitación, confusión, paranoia alucinatoria , agresiones y neral no requier e de ningún tratam iento de desintoxicación, sino simple-
puede llevar al sujeto al suicidio, frente a la terrible angustia que siente en mente, dejar de consumir.
estas visiones distorsionadas de las cuales quiere escapar. La manera de
poder tratar este cuadro es con la contención adecuada y asegurándo le al
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FABIÁN NAPARSTEK .&. INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO Á

Alcohol Hay excitación, alucinosis, ansiedad, confusión, el sujeto entra y sale de su


conc iencia, inquietud motora y quere lla. El delirium tremensse llama así
Vamos a ser muy breves con el alcohol. E s una intoxicación más banal porq ue está caracterizado por alucinaciones aberrantes que el sujeto co-
y más común y más abundante en el mundo contemporáneo .La intoxica - mienz a a ver.
ción comienza por los 100mg x decilitro, es decir, que es el límite entre lo Todos los tratamientos de alcoholismo, en general, comienzan con una
permitido y lo ilegal cuando se hace una alcoholemia, y cuando llegamo s sustancia que es la vitamina Bl, la tiarnina, que es lo que disminuye rápi-
a los 800mg, el sujeto llega al coma alcohólico y muere. Otro de los pro- damente en estos sujetos. Cuando la disminución de tiamina es muy ele-
blemas con la intoxicac ión por alcohol son los traumatismos, dado que al vada por la mala nutrición, sobre todo por la anorexia y por los trastornos
caerse por la falta de coordinación, se pueden producir traumatismos crá- gastrointestinales de la mala ingesta, aparece lo que se llama la encefa lo-
neo-cerebrales bastante importantes. Tenemos los comas neurológicos, los patía de Wernicke-Korsakoff, donde hay un síndrome cerebral asociado a
comas gastrointestinales, la depresión y un elevado índice de suicidios li- conductas psíquicas. La encefa lopatía de Wernicke se puede ver por reso-
gados al alcoholismo. nancia nuclear magnética y se puede seguir la evolución al aplicarle tiami-
En realidad, el sujeto alcohólico está vinculado a una enfermedad me- na al sujeto, para ver cómo se van recomponiendo nuevamente las imáge-
lancólica de base, no siempre, pero en general es importante tener en nes cerebrales defectuosas ,que se observaron en primera instancia. Los
cuenta la posibilidad de la tendencia suicida en el sujeto alcohólico. hallazgos ocu lares que vamos a encontrar en el síndrome Wernicke-Korsa-
Los trastornos neurológicos que tenemos son: los traumatismos cra- koff son: debilidad para la mirada conjugada, suelen llevar la mirada para
neanos , donde el hematoma subdural por el golpe es lo más frecuente que todos lados. Hay dificultad en la marcha y en la postura, el estado mental
se produce , las neuropatías periféricas, es decir, el síndrome de Wernicke es de confusión, apatía, falta de atención e imposibilidad de mantener una
-K orsacoff que ya vamos a ver qué es y la degeneración cerebelosa, tam - conversación. Puede haber episodios de violencia y alteración de la memo-
bién por la falta de rnielinización, o sea que empiezan a perder el equi li- ria, tanto pasada como presente. Este estado mental es la respuesta al Wer-
brio. Hay trastornos hematológicos como la anemia, disminución de las nicke cerebral, el Korsakoff son los síntom as exteriores que da la altera-
propiedades de la coagulación. Entre los gastrointestinales hay úlceras, ción de la desmielinización generalizada del SNC, por eso, fundamental-
pancreatitis, diarrea, hepatitis alcohólica, cirrosis, y a su vez la cirrosis pro- mente, se proporciona tiam ina al sujeto.
duce una encefalopatia cirrótica. Puede haber fenómenos infecciosos co- Hay también otro cuadro, que se produce en los casos de alcoho lismo,
rno neumonía, tuberculosis, cardiopatía alcohólica, disminución de los ni- que se llama psicosis de Korsakoff, la cual tiene muy mal pronóstico. Pro-
veles de testosterona - por lo general los alcohólicos crónicos son impoten- duce alteración de la memoria anterior y posterior , inc apacidad de apren-
tes- , inclusive pueden llegar a crecerles las mamas. der, idea de confab ula ciones que se producen contra el sujeto. Estos sín-
En la intoxicación tenemos una desinhibición de la conciencia con ha- tomas con el transcurso del tiempo van desapareciendo , es decir que no
bla farfullante, ataxia, mala memoria anterógada o reciente -en genera l están instalados a la manera de un delirio crónico, sino que van desapare-
después de haber bajado la intoxicación se olvidan de todo lo que pasó en ciendo, para dejar paso a una especie de estado idiótico, donde el sujeto
ese momento- y un escaso juicio. queda confuso con esta alteración de la memoria y alteraciones cognitivas,
El tratamiento no es más que la contención, y cuando aparecen los sin- para poder aprender nuevas cosas en su vida.
tomas dentro de las veinticuatro horas por la abstinencia de alcohol , hay
alteraciones del sueño, hiperactividad automática , náuseas, vómitos y ano-
rexia. Los síntomas psico lógicos que pueden aparecer son: ansiedad, in- Bibliografía
quietud , irritabilidad, mala concentrac ión, alteración de la memoria y jui-
cio, y puede llegar a haber convulsiones. Vida!, G., y col. Enciclopediadepsiquiatría,El Ateneo, Bs.As., 1979.
En la abstinencia alcohólica hay otro síndrome que es de inicio tardío Hyman , S.E ., Manual de urgenciaspsiquiátricas,Salvat, Barcelona , 1987.
que se llama delirium tremensy aparece a los siete días de la abstinencia .
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ClaseXIV

CUESTIONESLEGALESSOBRELA TOXICOMANÍA
Y EL ALCOHOLISMO

José Luis González

FABIÁNNAPARSTEK: Hoy vamos a tra tar los aspectos legales de la toxi-


comanía y el alcoholismo, así como la vez pa sada trabajamos las cues tio-
nes m édicas. Ya que al ser problemá ticas mu y ligadas a nuestro tema de es-
tu dio, consid eramos que va a ser de mu cha utilidad para n osotros el h e-
cho de ad quir ir algún con ocimiento básico de la cuestión. Hoy entonces,
va a habl ar José Lu is Gonzá lez, que es Director Asisten te del CE.NA.RE-
.SO., el Centro Naciona l de Reeducación Social. Ha ce muchísimo s años
que José Luis trabaja en el tema y ademá s de esto, su exp eriencia también
se ha exten did o a los aspectos legales.

JOSÉ L ms G0NZÁLEZ:Bu enas tardes. El desarro llo de hoy va a estar


eminentemente refer id o a la práctica; vamos a hablar de las imp licancias
de l marco lega l de las toxico maní as en el campo de los tratamientos. Di -
go impli ca ncia s del marco legal, porqu e no va a ser un desarrollo d e as-
pectos jur ídicos propiamente, pu esto que no soy abogado. De manera
que sobre lo lega l, tengo la lectura que tiene un clíni co, sin perjuicio de
la lectura que necesariamente ha y que tener sobre este tema en dos di-
me nsi one s.
Una , es la que es inexcusable para todo aqu él que está a cargo d e un
organ ismo oficial, un ente que tiene que ejecutar órdenes judiciales y tra-
mitar cuest ion es legales. La otra, es una dim ensión -que al final veremos
si se justifica la afirmaci ón- que apunta a que cualqui era sea el lugar de la
práctica con toxic ómanos , no nos podemos excusar de conocer, al menos,
ciertos lineamientos generales del marco legal. Quiero decir con ello, que
no podemos ignorar la existencia de una legislación específica que en este
sentido particula riza' a la toxicomanía.

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FABIÁN NAP ARSTEK 4 4. INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMAN(AS Y ALCO HOLI SMO Á.

En términos generales, en la legislación civil encontramos tres figuro" mo en el marco del derecho civil. Ustedes sabrán que en el derecho civil
que son de interés para nosotros. Es el caso de la alienación mental -qui · puede no haber acción de oficio, alguien va y denuncia. Salvo en cuestio -
dará lugar a las inhabilitaciones permanentes o transitorias, o bien, a la de nes muy particulares, en los procesos civiles, se requiere del impul so de los
claración de incapacidad. Ésta es quizás un a de las figuras más viejas n· actores por los que están involucrados en la figura, si no se lo impulsa el
flejadas en el Código Civil y también, como lo podemos ver en los artícu proceso se detiene.
los 152 bis y 482, las figuras del toxicómano y el alcohólico haciendo se En derecho penal, como un derecho de orden público, no es necesario
rie en aquélla, motivo de la intervención judicial y de la tutela respecto ck que nadie impulse nada - me refiero a las partes, claro- la maquinaria pue-
dichas figuras. Con el tiempo - las que m encioné, digamos que son las más de moverse sola hasta el final, por la propia lógica del derecho penal -e l
tradicionales- otras cuestiones de orden originariamente muy privado de proceso lo impulsa un fiscal, la policía, pero no depende de actores como
las personas, fueron pasando a la regulación civil, es decir, a la posibilidad en derecho civil; esto lo hace distinto. Si yo traigo un problema en el or-
de que vayan mas allá del orden privado y puedan, según se las impulse o den de lo civil, llega hasta las consecuencias producto de hasta dónde se
se las encuadre, ser objeto de la intervención de un juez. lo impulse; y si yo desisto o me pongo de acuerdo con la parte en dejarlo
Con el paso de los años, les decía, se fueron incorporando otras figu- que prescriba, o no lo impulsamos más, nadie me llama más y no hay nin-
ras y otras situaciones; tal es el caso de la ley de violencia familiar, con una gún problema porqu e se supone que se regula en otro ámbito, el privado.
ley del año '94, en nuestra legislación la ley 24.4 17 y la del HIV-SIDA,la En derecho penal no pasa esto; digamos que alguien no puede hacer
23. 798 de 1990. Y encontramo s además una ley de tipo más bien instru- una denuncia que mataron a alguien, y si no hay quere llante entonces no
mental, que nos concierne en todas las especialidades y que tiene que ver pasa nada. En el derecho penal sigue por su propio andar, ese es un deta-
con salud mental y la internación, la ley 22. 914 de 1983, que quizá conoz- lle más que importante y distintivo, con respecto al derecho civil.
can por haber tomado contacto con ella en otro medio. Ahora veremos a partir de estos principios , tanto de lo civil como de lo
Si bien podría haber otras expresiones, se ha observado una tendencia pena l -diríamos de lo legal en términos generales- en nuestro caso ambos
del Estado, respecto de tomar intervenci ón en asuntos privados, familia- fueros hacen una inmixión en el campo de la clínica. Es el caso de las to-
res, en la med ida en que seguramente, con el paso del tiempo, la eviden- xicoman ías. Las cuestiones que conciernen al tratamiento, cómo va a se-
cia de la falta de un Otro regulador consistente, ha hecho que ciertas cues- guir el tratamiento, cómo responde el sujeto, etc. están puestas y detalla-
tiones de la seguridad y de la integridad de las personas no pudieran que- das en la propia legislación: La ley 23.737 es una ley de 1989 que tiene
dar en ámbitos que, tradicionalmente, concernieron solamente a la fami- modificatorias y ampliatorias, pero lo que a nosotro s nos ocupa está exac-
lia, digamos, al resorte familiar. Como dando cuenta de la pérdida de la tamente entre los artículos 14 y 20 de esa ley. Es una ley bastante ómni-
consistencia, la legislación resulta, en una lectura, una de lasformas de in- bus, porque, obviamente, comprende mu chas cuestiones: el narcotráfico,
tentar suplir ciertas garantías. la producción de drogas, la comercialización de drogas legales, drogas ile-
La toxicomanía en ese sentido , como nuevo sintoma, tal como lo lla- gales, la venta en farmacias, la reéeta, la fabricación de precursores, entre
mamos en nuestro campo, lo podríamos poner en serie con otras expre- otras.
siones, como la violencia, el alcoholismo -funda mentalmente en su ver- Lo que a nosotros concierne está a partir de algo muy distintivo de la
sión urbana-, las bulimias, las anorexias etcétera; en esa dimensión de lo ley. En nuestro país hub o ley penal especial a partir de 1974; hasta enton-
que entendemos como nuevos síntomas.Entonces, la toxicomanía plantea ces nos regíamos normalment e con los artículos 482 el 152 bis, con esas
desde el principio una situación de cierta particularidad, en tanto aparece figuras del Código Civil y nada más. En agosto de 1974 se sancionó la ley
en el ámbito de lo penal. No hay ninguna ley penal ni para la bulimia ni 20.77 1 y fue la primera ley penal especial que hubo sobre la materia en el
para la anorexia ni para el alcoholismo; sin embargo, la toxicomanía es una país. Esa ley, bastante controvertida en su momento, fue suplantada en-
figura que ha producido, por así decirlo, una ley penal especial -amp lian- tonces por la 23.737 de octubre del '89.
do así el Código Penal- de manera que al declararla de semejante entida d El punto que estaba sujeto a interpretaciones y a discusión de cada
del orden público, le otorga una gran nota de particularidad: no es lo mis- juez, era la tenencia de drogas para uso personal. La ley vigente lo resol-
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FABIÁN NAPARSTEK • INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHOLISMO •

vió de plano dejándolo sin lugar a dudas, y ya no a criterio de interpretn C.Z.: Entonces no es seguro que sea excarcelable, es según los años.
ción del juez, porque el artículo 14 donde empieza todo lo que nos con
cierne, en la segunda parte dice: Será reprimidoconprisión de J a 6 años v J.L.G.: Exactamente, la pena no alcanza a los tres y, por lo tanto, es ex-
La pena seráde un mes a 2 añcn
multa el que tuviera en su poderestupefacientes. carcelable.
de prisióncuando por su escasacantidady demás circunstanciassugiereinequf
vocamente-n unca se sabe quién puede decir inequívocamente- que la te C.Z.: (Comentario respecto que alguien podría esgrimir que es para
nenciaespara uso personal.Y ahí quedó esa figura de constituir delito: la te uso personal).
nencia para uso personal. Saben que el uso personal en sí mismo es obvia-
mente una acción privada absoluta. Si yo tengo la droga puesta, digamos, J.L.G.: Ese es el punto, cómo determinar eso. Puede haber alguien que
eso no constituye delito; excepto que haga un escándalo, altere el orden dice que es para uso personal, pero tiene dos kilos porque es muy previ-
público o se deriven situaciones en torno de la figura de ebriedad, por sor; hace una compra como la del supermercado una vez por mes, para
ejemplo, pero si no, se la considera una acción privada y entonces, prote- que después le duren. Digo esto, porque, en su momento con la aplicación
gida por el artículo 19 de la Constitución Nacional, sobre las acciones pri- de la otra ley, estos argumentos un tanto cómicos fueron oportunamente
vadas que no pueden ser pun ibles por los jueces. utilizados por las defensas. Como ustedes pueden ver tenemos ahí una
De cualquier manera, en todo esto hay un borde delgado porque aún cuestión importante.
ahí donde se pretende objetivar, sugiereinequívocamenteque la tenenciaes En los supuestos de la ley hay una cosa que tenemos que distinguir,
para usopersonal,hay una cuestión que ya se acerca a la campo de la sub- que está en los artículos posteriores y es la figura de un juez ordenando un
jetividad y que conmueve la objetividad, que pretend e asentar la ley. Si es tratamiento. No nos vamos a detener demasiado en las figuras pero, en tér-
para consumo persona l, y si esto lo refiere el sujeto o no, en el inequívoca- minos generales, una vez acreditada la condición de toxicómano, si ya ha
mente no se sabe quién es el que detenta todo el saber para determinar lo sido condenado, se puede dictaminar un tratamiento; el tratamiento pue-
qu e es equívoco o inequívoco. No obstante, todo esto, hay una cuestión de hacer las veces de la pena, muta la pena. Si está en curso el sumario, si
como vemos que intenta resolver la ley vigente, con respecto a la anterior. empezó el proceso, pero todavía no es condenado porque eso lleva un
Sin embargo, como ustedes saben, uno de los elementos por los que está tiempo y se puede probar que depende psíquica y fisicamente - los térmi-
sumamente discutida esta ley es justamente esto: el hecho de penar la te- nos de la ley son siempre en términos de dependencia psíquica y física-,
nencia para consumo personal. se puede dejar el proceso en suspenso y entonces realizar el tratamiento.
En cierto modo, la ley le indica al juez ordenar un tratamiento, de mane-
F. N.: Allí figura como delito, sólo que es excarcelable por la cantidad ra que aquí vemos una cuestión que tendrá luego muchas implicancias y
de tiempo previsto para la pena. consecuencias. Por supuesto, está la posibilidad del sujeto de negarse por-
que tiene que prestar consentimiento; el tema es que esto, en ciertos ca-
J.L.G: Exactamente, el hecho de que esté escrito como figura en una sos, le implicaría optar por un instituto carcelario. Es así que la opción de
ley penal, lo constituye. Esto antes no era delito porque no estaba en otro tratamiento y de dejar la pena o el proceso en suspenso, según sean las op-
lugar del código penal; con esta ley, digamos, se estira el código e incorpo- ciones, da la posibilidad, tal como se ve en la práctica, que un sujeto -a l
ra una nueva figura. Por ejemplo, si yo tengo drogas y digo que es para menos delante del juez- , elija un tratamiento y no su internación en un
consumo personal y, aunque lo pueda probar, supongamos que fuera ine- instituto carcelario.
quívoco, etc., igual es delito. Esto tiene además otras vueltas, pues primero hay que pensar en lo que
puede decir un sujeto frente a un juez, porque en muchos casos esto se lle-
ZAFFORE:
CAROLINA ¿Cuantos años de prisión dice?, ¿de uno a cinco? va a cabo en una entrevista personal. En algunas ocasiones entrevistan a la
persona el secretario del juez o el juez mismo, y además un personaje muy
J.L.G.: Dice de 1 a 6 años y después por su escasa cantidad ... importante, que es generalmente el abogado penalista que lleva el caso.

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FABIÁN NAPARSTEK ¿ INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS Y ALCOHO LISMO ¿

Luego voy a puntualizar algunas cuestiones, pero hay que tener en cuento que todo lo que va alrededor del tratamiento del toxicómano, en términos
adónde apun ta un dispositivo de tratamiento y es a la orden de un juez que de la ley, presupone dos cuestiones: la institu cionalización en primer lugar
le dice a alguien ¡cúrese! A un imperativo sin ninguna pregunta. - todo esto esta pensado para ser aplicado en instituciones- y en segundo
En este punto, veamos cuáles son las opciones. Si leemos esto un suje lugar la internación. Si bien un juez puede enviar a un tratamiento ambu-
to puede ser responsab le o no de una condu cta y puede obtener premioN latorio, a un centro de día o a una intern ación, la figura que subyace es la
o castigos, según responda a ese imperativo. Se lo puede castigar por in- internació n y el tratamiento institucionalizado, ese es el concepto . Además
cumplimie nto, aplicándol e la pena que quedó en suspenso, o se lo puede la ley se gesta en el esplendor , digamos así, de la década del '80 y del dis-
premiar. Por ejemplo, si alguien termin ó el tra tamient o y a lo largo de tres positivo de comunid ad terapéutica. Por supu esto, si uno lee otras cosas
años demuestra que hizo una reinserción social plena, en el orden social, más allá que pasaron y las pone en serie, tenemos esta ley que es del '89.
familiar, etc., sin consumo de drogas, se le permite que los antecedentes En el '90 tenemos la creación de SEDRONAR , que es de la Secretaría de
-que siempre quedan cuando alguien fue condenado- sean destru idos, Presidencia de la Nación, cuyo titular escribió e impulsó la ley, y se espe-
que desaparezcan. Como dije entonces , hay en esto una suerte de régimen raba que el estado subsidiara los organismos privados de tratamiento. Pos-
de premios y castigos sobre la base de una determinada concepción; los teriorment e, porque es de mediados de los '90 para acá, tenemos la legis-
término s de la ley en este sentido son muy interesantes. Voy a leer algunas lación que hizo obligatoria para las obras sociales y prepagas la asistencia
cuestiones referidas al marco en que la ley fue creada . En principio, vamos para toxicómanos, alcohólicos y enfermos por el HIV-SIDA. De manera
a encontrar una serie de postu lados hum anistas y un detalle que hay que que, actualm ente, una part e de los tratamientos se cursan a través de obras
tener en cuenta, que es la insistencia de distinguir ...fijense lo que le dice la sociales. En este momento , entre éstas y organizaciones de medicina pre-
ley en el artículo 20 al juez: " ...para la aplicación de los supu estos estable- paga, hay una cantidad muy significativa de pacientes judiciales y no judi-
cidos en los artículos. 16, 17 y 18 el juez, previo dictamen de peritos de- ciales. Toman un a parte importante de la población en tratamiento y se-
berá distinguir entre el delincuente que hace uso indebido de estupefa- guramente, en menor medida, los lugares privados.
cientes y el adicto a dichas drogas que ingresa al delito para que el trata- Por supu esto esto está en el marco general de la ley, que despu és pro-
miento de rehabilitación en ambos casos sea establecido en función del ni- duce y ·contribuye a esos efectos de discurso, que se manifiestan bajo la
vel de patología, del delito cometido a los efectos de la orientación tera- forma de representaciones sociales: El toxicómano es siempre para la in-
péutica más adecuada. " ternación, siempre para tratamientos institucionales, etc. Hay una cierta
En esa época -a fines de los '80- venía resonando una versión que era pregnancia en relación a esto, pero hay mucho s pacientes que se sostienen
de una vertiente de la crimino logía, la distinción entre el toxicómano que en tratamiento ambulator io, muchos más de los que se cree. La idea de
delinquía y el delincuente que utilizaba drogas para delinquir. En aquel que el toxicómano debe ser internado y controlado por la internación,
entonces había una cierta posibilidad de hacer consistir las dos figuras; efectivamente se da en un gran número de casos, pero no deja de haber de
hoy, a mi juicio, es una situación un poco más complicada. En realidad no los otros. También hay algo que funciona con cierto peso en cuanto a los
dice cómo hacer esta distinción. Por otra parte, un montón de cuestiones familiares, en el sentido en que la demanda o lo que está previsto es una
de la ley no se cumplen, como por ejemplo, que todos los organismos car- internación.
celarios tengan, en forma separada, una unidad de tratamiento para los to-
xicómanos que están privados de la libertad. Hay mu chas otras cuestio- Veamos ahora algunas cuestiones de la práctica, que se plantean en
nes; para entrar en algunas de las específicas en relación con los tratamien- torno a algo que la ley pone en funcionamient o: la posibilidad de que apa-
tos y sus dispositivos, hay que leer algunas entrelínea s del texto de la ley. rezca un sujeto en un dispositivo de tratamiento y las implicancias para la
Para situarn os en el tiempo, el texto legal se elabora y entra en vigen- clínica, con respecto a ello. En el mar co de lo que les decía recién y con-
cia en un momento en que ha hecho explosión el movimiento de las co- trariame nte a lo que se cree, puede haber tratamientos ambulator ios y no
munidades terapéuticas. Hay una cierto imperativo en la instalación del todos son con int ernac ión. También puede haber, y los hay much os, trata-
dispositivo privado para tratamientos de interna ción, por lo cual van a ver mientos privados no institucionales. En este sentid o es importante tener
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• FABIÁN NAPARSTEK
• .Á. INTRODUCCIÓN A LA CLiNIC A CON TOXICOMANÍAS Y ALCO HOLISMO .Á.

en cuenta que uno puede estar haciendo una práctica privada en un con- hace psicoterapia, si concurre o no concurre, etc. Uno queda concernido
sultorio con un toxicómano, puede eventualmente, no tener ningún tipo por eso y debe responder, como les decía recién.
de complicación legal que dé lugar a la intervención judicial; pero sí pue- Bueno, la situación más conocida, quizá la más trabajada en muchas
de haberlo y, en ese caso, el sólo hecho de que el sujeto diga: "yo estoy en circunstancias es la planteada por un sujeto que concurre a un dispositivo
tratamiento con el licenciado o licenciada o doctor en privado", eso, a los de tratamiento porque otro lo ordenó. En ese sentido puede haber diferen-
efectos de la ley, es considerado tratamiento. Quien hace un tratamiento y cias entre alguien que pudiera elegir un determinado dispositivo, y alguien
quien no hace tratam iento no es lo mismo si se involucra en problemas le- que cumple con una orden judicial que determina dónde va y tiene que ir.
gales en este terna. Ustedes ven las condiciones, el sumario puede quedar Esto es lo que encontramos en muchos casos, que no sólo no hay una de-
en suspenso, la aplicación de la pena puede quedar en suspenso a costa de manda en el sentido en que nosotros lo entendemos, sino que tampoco hay
un tratam iento. De manera que si alguien tuviera un problema legal difi- pedido de tratamiento. Porque, en muchos de los casos, y esa es una de las
cilrnente el asesor legal le va a contraindicar que diga que está en trata- cuestiones a tener en cuenta, hay una fuerte insistencia de la defensa, co-
miento, sino al contrario; si está en tratami ento en la mayoría de los casos mo estrategia, respecto de aceptar el tratamiento.
se beneficia, porque después va a haber todo un aparato al servicio de esa En cuanto al paciente que no va por cuenta propia, que ni siquiera lo
cuestión. pediría y todo s estos movimientos van por cuenta de otro, hay una gene-
En este orden vamos a sup oner la figura, porque ha pasado , de alguien ralización respecto de su ineficacia. Es una afirmación que tiene una base
que está en tratamiento con uno de nosotros, pero, además, utiliza drogas empírica porque, de hecho, un porcentaje muy importante -cotejando los
y un día tenía dos cigarrillos de marihuana o un sobre con un gramo de últimos números, como el 50% de esas derivaciones no entra a tratamien-
cocaína, lo pescaron y fue preso. En este caso, con el sólo hecho que diga to. La no entra da a tratamiento depende de muchos factores que están por
por sí mismo, o por proposición de un letrado, que está haciendo trata- fuera del ordenamiento legal y que tienen que ver con otras cuestiones. Pe-
miento, eso supone que debernos responder a esas cuestiones, que nos ro también, en aquella afirmación que invalida el dispositivo de la ley, con
pueden solicitar opiniones, informes sobre la duración del tratamiento, el respecto a que no sirve porque es una situación forzada, es complicado,
compromiso con el mismo y demás. No es para asustarse, no nos va a pa- porque no es así para todos los casos. Incluso, de tanto en tant o, escucha-
sar nada, pero es importante saber que debernos responder. mos o leernos en los diarios sobre el espíritu de la ley, el carácter coerciti-
A los efectos legales, cualquier tratamiento es un tratamiento. De don- vo y, para todos los casos, la afirmación de ineficacia. Se hace una genera-
de no van a derivar pacientes a un consu ltorio es de SEDRONAR, porque lización: todo el mundo tiene que ir a un tratamiento, primero porque tie-
para eso hay que ser una institución y reunir las condiciones para estar en ne ganas y luego se generará una demanda. Sin embargo, puede que la or-
un padrón. Pero si el paciente está en trat amiento, o mejor supongamos den de tratarse eche a rodar su deseo y el sujeto se confirme en ese lugar.
que no está en tratamiento , lo tornan preso y le dicen: "bueno, viejo, ¿qué Hay en esto una cantidad importante - y estamos en la cuestión del caso
vas a hacer, seguirnos con todo esto o vas a entrar en tratamiento?". Él por caso- donde la intervención judicial ha provocado un efecto de ruptu-
puede responder: "voy a entrar en tratamiento, pero con la psicóloga que ra, un cambio en el sujeto, rectificaciones de su posición subjetiva y enton-
conozco" . Por supuesto que se considera que está en trat amiento; puede ces asistirnos a lo que podemos ver, al menos en el CE.NA.RE.SO.: los pa-
ser el caso con su obra social, en su prepaga, una institución pública o cientes judiciales que aceptan la internación y se tratan, si se quedan
donde él quiera. - puesto qu e se pueden ir- , se quedan porque aceptaron eso, hacen un de-
Desde allí, desde un profesional individualmente, hasta el que está en sarrollo de tratamiento que no tiene absolutamente ninguna diferencia
la dirección del CE.NA.RE.SO., responden por el tratamiento que se lle- con el que vino voluntariamente,usand o estas dos grandes categorías de
va a cabo. Podría ser, como ha pasado, que uno tiene al paciente en trata- voluntario y judicial.
miento, es tomado preso porque se compromete con una figura legal, y di- En más de una oportunidad a alguien que estaba en una situación de
ce: "Yo hace tres años que me trato con fulano de tal", entonces mandan mucho descontro l, de gran desregulación etc., la intervención judicial pro-
un oficio diciendo que se informe sobre el paciente, que ha ce tres años que vocó un acto muy eficaz sobre el sujeto. A veces, que se lo mande al trata-

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miento no es lo más descollante de la situación, sino esta otra operación, do el tiempo, imaginen esto. Ha sucedido, no muchas veces, en un dispo-
donde un Otro regulador provoca un acto que se lee por los efectos sobre sitivo de tratamiento. Imaginen lo que es con todos los otros pacientes
el sujeto. Señalo esto, para no interpretar siempre lo legal por el sesgo del dando vueltas en la institución, un policía custodiando a uno, son situa-
cump limiento de órdenes, etc. Para un clínico, digamos para alguien que ciones bien complicadas.
fuera un analista, un psicólogo, en su práctica -y si la hace con toxicóma-
nos más aún- sabrá que en ese sentido el repertorio de recursos con el que ALUMNO: Inaudible de un alumno presuntamente relativa a si lo co-
uno debe contar no desestima ninguno de estos. En la lógica del caso por mentado, en cuanto a la ley, es exclusivo con toxicómanos.
caso puede requerirse de apelar a estas instancias; no siempre. La índole
de ese acto por sí mismo no es ubicable, porque ir a la intervención judi- Estoy hablando de una internación que puede ser en un hospital, en el
cial puede ser un acto analítico, un actingout o un pasaje al acto, pero pue- Hospital Muñiz hay pacientes internados con SIDA, que tienen causas pe-
de llegar a ser un recurso. Y me ha pasado en mi práctica de tener, no só- nales, que si son de una unidad carcelaria están con condiciones especia-
lo en el CE.NA.RE .SO., sino también en mi consultorio, padres con un les de seguridad y con un policía sentado ahí. El tema es hasta dónde pue-
desgobierno total y absoluto, de no poder hacer nada con su hijo. de llegar un juez con esto, una vez que pasa a ser el que gobierna la vida
Recuerdo un caso de padres mayores con un hijo de más de treinta y y la integridad del sujeto. Por lo que aquí dice, digamos, en cuanto a que
pico de años de casi dos metros de alto. Él entraba a la casa y se llevaba un sujeto puede atentar contra sí o contra terceros, queda entonces, en
primero el televisor y después la video para venderlos, la plata que había manos de la ley el disponer de muchas cosas. Y, como puede disponer de
en el ropero para hacer pagos, una devastación total y absoluta ante la per- muchas cosas, a veces requiere de nuestra parte tener una actitud negocia-
plejidad de estos padres. Allí nadie regulaba porque además, no podían ni dora y estar atento a que es todo un tema. Quienes tienen conocimiento
fisicamente con él. Cuando no se puede regular con todas las instancias de de la vida institucional, saben que en las instituciones -aún en las psiquiá-
control, hay una cuestión casi de sentido común, y es que se debe recurrir tricas, en el Hosp ital Alvear, que es urgencia psiquiátrica- la determina-
a una regulación desde afuera, razón por la que nunca se desestima esta ción del juez para una internación y su cumplimiento, crea una tensión
operación. Aquí está otra vez el problema de las generalizaciones: darle un muy importante. Si hay espacio o no, problema que el juez dice que es de
sentido fijo universalizante que le saque a un recurso el valor que pueda otro, crea una gran tensión.
tener, para pensar una estrategia válida para un caso determinado. A veces Me parece importante señalar algunas cuestiones que la clínica ilumi-
son pacientes sumamen te complicados que no se atienen a las condicio- na. Las instituciones del Poder Ejecutivo, en particular en lo que nos ata-
nes de un tratamiento. Así que con los recursos bien pensados, incluso, hay ñe, las institucione s de salud, están para cump lir las órdenes de un juez;
que tener claro un horizonte. esto no se discute en un principio constitucional. En la práctica concreta
esto crea una situación que, a la mirada del paciente, influye sobre su po-
Otro tema, a propósito de todo esto, es la tensión entre la voluntad ju- sición en la transferencia institucional, es decir, el paciente lee que quien
rídica y el consentimiento subjetivo de someterse a un tratamiento. Even- está a cargo del tratamiento es el juez, que la institución en su conjunto
tualmente, a quien lo conduce, ya sea una persona individual, un terapeu- depende del juez. Este es uno de los puntos por los cuales a veces, en la
ta o el dispositivo institucional , lo coloca no pocas veces en una situación práctica, se torna muy complicado el manejo del tratami ento con el pa-
de tensión, tramitac ión o negociación con el poder que tiene el Poder Ju- ciente judicial. Una vez que aceptó estas circunstancias, es decir, tratarse
dicial, respecto de determinar las medidas de seguridadcurativa,en térmi- en la institución, internamente siente y ostenta una cierta inmunidad en
nos de la ley. Si alguien no quiere o no puede ir a una institución abierta, relació11con otros pacientes, a quienes podemos decirles, si por ejemplo
puede ir a un instituto cerrado, pero no es una garantía. También lo pue- cometió una transgresión y corresponde, después de una evaluación tera-
den llevar esposado y dejarlo con un consigna de seguridad las 24 horas; péutica, que la decisión es separarlo de la internación, o llevar adelante
digamos, se niega pero lo hace por la fuerza. El juez lo puede determinar; otra estrategia. Con el paciente judicial se lo puede hacer toda vez que el
ponerle cuatro policías en turnos de seis horas que lo lleven y lo traigan to- juez lo autorice, cosa que el paciente sabe. Es sumamente frecuente en
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FAB IÁN NAPAR STEK Á Á INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCO HOLISMO .Á

muchos casos, cuando hay gran insistencia por parte del paciente en que cisión de internarlo. Ustedes entenderán que esto sí es bien de la práctica ,
rer queda rse en la institución , él sabe que si pide una entrevista con el juez la medida en que hay que hacer una lectura fina de estas cuestiones, por-
o un funcionario del juzgado, diciendo que efectivamente, en la oportuni - que tiene sus irnplicancias. No es simplemente ingresar a un dispositivo a
dad quiere tratarse, etc., puede conseguir una nueva orden judicial que vu alguien que no tiene ninguna motivación para uatarse, entonces no res-
en contra de la medida adoptada por la institución. pon de y hace como que se trata, pero no colabora y no trabaja y no se
Tanto en los lugares públicos como privados, donde hay pacientes in- compromete. Uno se empieza a preguntar para qué está en la institución,
ternados judicialmente, existe un cierto temor y obedienciadebida digamos, porque puede permanecer con otros fines predeterminados. Alguien muy
a la orden judicial. La obediencia de una orden judicial es una norma que comprometido en la situación penal, que no es toxicómano pero sí está in-
no está en discusión. Entonces, en el manejo y tramitación de una situa- volucrado en otras figuras. Puede ser estrategia de la defensa el incorporar
ción clínica eventualmente, muy comp leja, hay un punto a tener en claro, la situación de que el sujeto se presente como toxicómano, para extraer de
que es hasta dónde puede llegar el juez. Por ejemplo, no puede ordenar un allí las ventajas que le confiere hacer un tratamiento. Entonces eso lo fa-
acto médico: que un paciente sea medicado para entrar en una institución vorece, mejora su situación legal porque se adelanta, por ejemplo, hace un
ni con qué, ni que se le modifique la medicación ni que le dé más, o se tratamiento y además concurre y cumple para llegar a los supuestos de la
camb ie la dosis, etc .. Puede decirlo, puede sugerirlo, pero no ordenar esos ley: la plena reinserción social, familiar, etcétera. Entonces, viene un suje-
detalles por encima de la responsabi lidad médica. to que durante un tiempo puede simular pasar por el dispositivo de trata-
Me ha ocurrido no pocas veces en CE.NA.RE.SO. de comunicarme miento, cuando el punto no es ese.
telefónicamente con el juzgado y transmitir que el paciente vino, está con Uno podría decir, en realidad ¿cuál es el punto? Uno de los puntos po-
la policía, esposado tal como se ordenó, etc. Y el paciente dice rotunda- sibles es que también puede suceder que esto lo pueden hacer varios suje-
mente que no se va a quedar, porque no se quiere tratar . Por ejemplo, me tos a la vez en el mismo lugar, sin explicitar que están relacionados entre
han contestado: "Bueno , haga lo que tenga a mano para que ingrese." sí, y uno termina , como ha sucedido, internando a una banda o parte de
Bien, ¿qué tengo a mano? No tengo celadores ni personal de seguridad; es ella, que empieza a trabajar desde adentro. Viene uno y pide tratamiento,
un hospital, es un Centro, no tiene medidas especiales de contención, le viene el otro, sintomatizado, cuenta algo del Complejo de Edipo y dice que
respondo. Me dice entonces, "bueno, pero ¿se lo puede medicar?" . Según quiere dejar la droga más otros deta lles que, a los fines de entrar, lo hacen
el caso, a veces sí, otras veces no. Esto es hasta ahí, puede preguntar pero parecer de buen pronóstico. Así se pueden tener tres o cuatro integrantes
no lo puede indicar, no puede decir: "lo planchan con un cóctel y lo en- de una banda en la institución, con hoteleria paga, desde donde empiezan
tran igual". Por supuesto esto lo saben los jueces, pero no siempre se su- a operar -o continúan operando, esto ha pasado- con información que
pone ese límite entre quienes trabajan en una institución. Ahí un médico, luego circula en los grupos en los que se reúne a la familia, para que se ha-
no necesariamente el director, un médico de planta puede decir que en ese gan operaciones por afuera.
momento no se lo puede medicar y punto. Una cuestión como esta forma De manera que hay que tener cuidado. No se trata de que uno sienta
parte de lo consagrado al acto médico, allende un juez. Si después hubo lesionado su narcisismo porque no se dio cuenta en la admisión, porque
otras consecuencias derivadas de esta posición, obviamente se lo puede no recortó el deta lle clínico y se le escapó. Eso, sin duda , lo da el conoci-
juzgar, pero siguiendo el ejemplo que tomé , el juez no lo puede ordenar. miento y la práctica y es necesario tenerla; pero, hay que saber que hay que
Saben ustedes que hay jueces que también son médicos además de aboga- evaluar este tipo de condiciones. Este es el motivo por el cual en un pro-
dos, pero es otro tema. ceso de admisión hay que hacer una serie de operaciones que pongan a
Otro de los problemas que con cierta frecuencia se presenta es el for- prueba la consistencia de los dichos del paciente. Hoy en día, no son to-
zamiento a pedir un tratamiento, pero como estrategia de la defensa. Esto dos los pacientes los que dicen: vengo porque me trajo mi mamá, pero a
es un atentado para la evaluación clínica, para el admisor , es cuando al- mí no me pasa nada, yo puedo con las drogas, etc .. Ese discurso cliché que
guien viene y hasta lo puede cautivar o sorpre nder con su decisión de tra- conocemos del sujeto al que no le pasa nada, nada le concierne, donde to-
tarse, su saber respecto de lo que tiene que decir, para que se tome la de- do es culpa de otro, una posición loca donde el desorden del mundo no le
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... FABIÁN NAPARSTEK ... Á INTRODUCCIÓN A LA CLINICA CON TOX ICOMANlAS Y A LCOHOLISM O Á

pertenece. Digamos que no siempre es esa la presentación, sino que pue- necesariollegar al contacto personalizado donde los argumentos puedan
de ser esta otra: me fisuré y ahora estoy angustiado, no la puedo dejar, etc .. ser escuchadoso discutidos. Esto es variable según el lugar. Ha y mucho s
Cuentan algún trauma de la infancia porq ue además, hay que tener en juzgadosque tienen una gran predisposición y, en general, son los que en
cuenta en este tipo de pacientes en qué contexto discursivo hablan. En ocasionesconsultan antes de resolver. En otras circun stancias hay que ha-
muchos casos, saben muy bien lo que tienen que decir ante un psicólogo, cerlo de otra manera, pero digamos que los criterios sí se pueden discutir
como saben muy bien qué tienen que decir frente al juez. Son cuestiones y argumen tar. Incluso se pueden tomar determínada s garant ías sobre eso,
a tener en cuenta. dejandoregistros escritos al respecto. En el ámbito institucional e~tá el res-
Con toda esta complejidad de posibilidades, ¿qué acontece?. Está el paldo que este brinda; es decir, si no son tomados en cuenta mis funda-
sujeto y en cada caso la posibilidad de lo contingente, de un encuentro . La mentos clínicos, tengo la potestad de poner en la historia clínica que aun
mayor parte de las cosas, digamos en detalle, las sabemos por el relato de en contrade mi opinión fundada, se obedece la orden judicial y, por ejem-
los propios sujetos que se encuentran con otra cosa y hacen , sin preverlo, plo, se interna al paciente. En términos generales podría decir que ~s fre-
un movimiento subjetivo. Por eso el peligro de las generalizaciones; en es- cuente intercambiar sobre este tipo de cuestiones, siempre, como d1¡ean-
te sentido las figuras como estas, como las toxicomanías que, siendo clíni- tes, en un contexto persona lizado.
cas pero con todo un andamiaje social y jurídico, el lugar para alojar la Respecto del secreto profesional, tanto en el ámbito de las institucio-
subjetividad está siempre muy amenazado, porqu e se imponen las genera- nes como en el ámbito privado, tengo el derecho y la obligación de guar-
lizaciones. dario y, solamente en el caso de que hubiera un pedido del juez sobre la
mar cha del tratam ient o por una causa que lo amerite, esa informa ción, se
F.N. : José Luis, te hago dos preguntas. entiende, no es violatoria del secreto profesional. Por otra parte, uno sabe
qué tipo de detalles son o no necesarios respecto de esto. Hay una cu es-
J.L.G.: Sí, ya estamos sobre la hora. tión más sobre el secreto profesional que rige para los toxicómanos Y pa-
ra quienes no lo son: cuando uno se entera, ahí si hay una diferencia, se
F.N.: ¿Cuál es la relación entre el secreto profesional y la indicación del entera de la comisión o posible comisión de delitos u otras figuras que me-
juez? Lo planteo en dos situaciones, un toxicómano que viene por motus recen la int ervención judicial. Ahí se tocan un os pun tos que a veces son
propio, si esto implica cierta obligación para el psicólogo que lo atiende, complicados.
de tener que dar cuen ta a algún ente del Estado, la ley etc ..Y la otra situa- Si en el traba jo institucional un pacient e dice que él es quien comete
ción, es, en caso de que un sujeto venga con indicación de un juez, si hay actos de violencia respecto de sus hijos, y lo trae al tratamiento , configura
alguna posibilidad de no tomarlo en tratamiento. Es decir, si hay un a in- la circunstancia de tener que proceder a denun ciar el hecho. De la misma
dicación precisa de hacer tratamiento, donde el paciente optó por eso, y forma si confesara delitos u otras cuestione s de orden público. En estos ca-
luego hay una evaluación clínica que dice que no conviene tomarlo en tra- sos, lo que cae del código penal sobre nosotros - la obligación del secreto-
tamiento , si eso es factible y cómo se procede en ese caso. se levanta para volverse una obligación de denunciar. De hecho, no ha-
biendo este tipo de cuestiones uno guarda el secreto profesional y no tie-
. J.L.G.: Sí, es factible, pero entra en el terreno de lo que hay que nego- ne obligación de denunciar, excepto que en la práctica aparezcan estas fi-
ciar, con el sustento de los fundamentos clínicos. De hecho, hay índicacio- guras. Digamo s que si yo tengo en tratamiento a alguien y me co~e~~ que
nes de tratamiento que, desde el pun to de vista de la evaluación clínica, a participó de la voladura de la AMIA, se supone que tengo la obhgac10n de
todas luces no es esa la mejor índicación; uno tiene la posibilidad de refor- hac erlo, de hecho en un caso como el que menciono -que algunas veces
mula rlo. Tengamos en cuenta que los destinos de la persona se manejan se ha puesto como ejemplo- habría problemas a futuro, si ese sujeto dije-
burocráticamente. Si por ejemplo, ha intervenido el cuerpo médico foren- ra que oportunamente se lo dijo a su terapeuta, por ejemplo. Cuando hay
se, estableciendo que es para internac ión en tal lado y va a tal lado, una in- cuestione s de orden público de esa magnitu d, sín duda, hay obligación de
dicación en contrario tiene que desanda r ese camino. Pero es posible, es denunciar . Además, cuando uno trabaj a en el Estad o -es funcionario pú-

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FABIÁN NAPARSTEK A INTRODUCCIÓN A LA CLfN ICA CON TOXICOMANÍAS Y ALCOHO LISMO A

blico cualquiera que pertenezca al Estado, el sólo hecho de trabajar en el J.L.G.: Este es un momento que para las prácticas "psi", el efecto Car-
Estado y tomar conocimiento de alguna cuestión de la índole que comen- men de Patagones está trayendo ya varios movimientos respecto de lo que
tamos, exige proceder a la denuncia. estamos tratando. Habrán visto todo lo que se ha publicado en los diarios
y noticieros sobre la vida de esos chicos. Independien temente de eso, si fue
F.N.: No sé si hay preguntas. probado que ha sido llevado al gabinete frente a psicólogos, con cuestio-
nes que, presuntamente se desoyeron y si estuviera probada esa figura de
ALUMNA: Cuando sabemos que una persona es capaz de dañarse a si no haber procedido ant e una situación -de hecho el padre de uno de los
mismo o a terceros, ¿está la obligación de denunciarlo?. O si en el Centro chicos que murió ha hecho una querella contra los psicólogos respecto de
al que vamos hay una persona que es colectivero y que sigue consumien- eso- esto, va a traer consecuencias. Pero, de todas formas, habría que exa-
do y no tenemos ningun a seguridad de que no consuma mientras mane- minarlo con sus muchas variables para poder precisarlo. En un ámbito co-
ja, o sea, que está arriesgando a un montón de personas que van en el co- mo el de la toxicomanía que, si vamos a las estadísticas oficiales, interna-
lectivo, en este caso, ¿ se tendría que dar parte al juez? cionales, se considera que algo así como del 87% al 90% recidiva; no es el
caso en que alguien vaya a hacer un juicio de mala praxisporque el chico
J.L.G.: Sí, al juez en el fuero civil, por supuesto. Es decir que si él no se volvió a drogar.
lo acepta o no cump le una prohibición de nuestra parte -nos ha pasado
más de un a vez con taximetreros. En esos casos aceptaron dejar el auto en F.N.: Le agradecemos a José Luis.
la institución y no lo manejaron pero con conocimiento de eso, por lo que
pued e significar ese tipo de cuestiones. En ese caso si no hay otro tipo de
mecanismos, requeriría el recurso a la intervención del juez en lo civil. De
hecho, esto en las instituciones oficiales al menos, es un tema que a veces
requiere la consulta especializada de un asesor legal. Es una mue stra de
cómo nuestra práctica queda atravesada por cuestiones que hacen dificil
el trabajo clínico.Tiene sus complicaciones, volviendo al ejemplo de hace
un rato, que mi paciente concurra y plantee, como problemática, que le
pega a los hijos porque tiene actos de violencia. Hay que ver muy bien
dónde se pone el imperativo al hacer la denuncia. Es una maniobra de
complejidad y no se puede hacer una generalización, hay que leer muy
bien el caso y todo lo que lo rodea.

ALUMNO: Pero en la práctica profesional, en el ámbito judicial, el rol


del psicólogo - porque habías dicho que uno de los límites era el acto mé-
dico-, ¿ tiene la misma jerarquía la intervención de un psicólogo?

J.L.G. : ¿Que el acto médico? No.

ALUMNO: Y en ese caso, ¿se puede juzgar un tratamiento fallido, cuan-


do alguien continuúa consumiendo? La práctica del psicólogo ¿puede que-
dar involucrada, juzgada?

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