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"Señor, quisiera tener las palabras más hermosas y sublimes, el lenguaje

celestial en mis labios para decirte que eres digno de recibir gloria, honra y
honor. Quiero expresarte todo mi amor y gratitud, porque has abierto los cielos
al paso de mi caminar, he visto tu bondad aquí en la tierra. Gracias Señor por
todas tus bendiciones. Amén."

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi


madre. (Salmos 139:13)

El Señor ha dado a cada uno de sus hijos un gran potencial para el servicio en
su reino. Sin embargo, algunos tenemos serias dudas de que esto sea verdad.
Cuando nos comparamos con otras personas, damos a conocer las cosas que no
tenemos. A veces, nos criticamos a nosotros mismos por los errores que hemos
cometido. ¿Cómo podemos tener un potencial maravilloso cuando vemos tantas
de nuestras deficiencias?

Cuando Moisés se criaba en la casa de Faraón, parecía tener muchas ventajas.


Luego mató a un egipcio y huyó del país. Ya no parecía ser un buen candidato
para sacar a los israelitas de Egipto. Pero Dios miró más allá de lo que Moisés
había hecho, y vio lo que él podía llegar a ser.

Antes de ser salvo, el apóstol Pablo se opuso con vehemencia a los creyentes
en Jesús. Pero, por la misericordia de Dios, se convirtió en un gran evangelista
y autor de varios libros del Nuevo Testamento. Pedro era un simple pescador
que negó, no uno sino tres veces, conocer a Jesús. Sin embargo, el Señor lo
eligió para ser el líder de la iglesia de Jerusalén.

Dios ve más allá de nuestras imperfecciones el potencial que tenemos en Cristo.


Porque fuimos hechos a su imagen y su Espíritu habita en nosotros, tenemos
una capacidad para la transformación espiritual y el servicio, más grande de lo
que podemos imaginar.

Salmo 42:

1Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh
Dios, el alma mía.
2Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré
delante de Dios?
3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los
días: ¿Dónde está tu Dios?
4Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui
con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de
alabanza del pueblo en fiesta.
5¿Porqué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
6Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la
tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
7Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas
han pasado sobre mí.
8Perode día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará
conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
9Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo
enlutado por la opresión del enemigo?
10Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada
día: ¿Dónde está tu Dios?
11¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en
Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Salmo 43:
1Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre
engañoso e inicuo.
2Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por

qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?


3Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y

a tus moradas.
4Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con

arpa, oh Dios, Dios mío.


5¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Otra versión: Salmo 43

LECTURA PARA HOY

1Oh Dios, hazme justicia;

¡ponte de mi parte contra esta gente pagana!

¡Ponme a salvo del mentiroso y del malvado,


2porque tú eres mi Dios y protector!

¿Por qué me has alejado de ti?

¿Por qué tengo que andar triste

y oprimido por mis enemigos?

3Envía tu luz y tu verdad,

para que ellas me enseñen el camino

que lleva a tu santo monte,

al lugar donde tú vives.

4Llegaré entonces a tu altar, oh Dios,

y allí te alabaré al son del arpa,

pues tú, mi Dios, llenas mi vida de alegría.

5¿Por qué voy a desanimarme?

¿Por qué voy a estar preocupado?

Mi esperanza he puesto en Dios,

a quien todavía seguiré alabando.

¡Él es mi Dios y Salvador!

Una Sorprendente Verdad Espiritual del Carbón


POR RICK WARREN — NOVEMBER 23, 2019
“No dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros,
sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca”. Hebreos 10:25 (NTV)
En estos tiempos no tienes que ir a la iglesia a observar un servicio de adoración. Te puedes
quedar en casa y verlo en línea. Te puedes quedar en pijamas, y preparar un desayuno.

Pero la Biblia lo dice claramente. “No dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos,
sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se
acerca” Hebreos 10:25 (NTV).
Y este es el por qué necesitas una iglesia como familia. Este es el por qué necesitamos
reunirnos como un grupo pequeño de creyentes para que podamos vivir la vida juntos
mientras seguimos a Jesús.

Sin una congregación, te desviarás cuando sea difícil confiar en Cristo. Puedo ver mi pasado
y ver tiempos cuando, si me hubiera perdido un servicio de adoración específico, mi vida
hubiera tomado un rumbo diferente. Y he pensado, “¿Qué tal si me hubiera perdido ese
servicio? ¿Qué tal si me hubiera quedado dormido ese día?” hubiera perdido algo que cambió
la dirección del resto de mi vida. Así que, si las puertas de la iglesia están abiertas, quiero
estar dentro.

Una iglesia es como un tipo de fogata. En una fogata tienes todos esos carbones al rojo vivo.
Si sacas un solo carbón y lo pones aparte, se enfriará en cuestión de minutos. El fuego se
acaba, y el carbón se pone negro. Pero si tomas un carbón que ha perdido su fuego y lo
regresas al fuego, se vuelve a encender. Ese es el poder del compañerismo.

Ahora, yo sé que hay tiempos cuando no puedes llegar a la iglesia, y podemos estar
agradecidos que hay formas en los que nos podemos conectar, tales como ver un servicio de
adoración en línea o escuchar un pódcast. Puedes estar muy enfermo y eso te impide venir a
la iglesia, o puedes tener tiempos cuando vives a cientos de kilómetros de la iglesia más
cercana, así como cuando nuestros hombres y mujeres valientes sirven en el ejército. Incluso
puedes estar sirviendo al Señor en alguna región remota del mundo.

En estos casos, sigue siendo importante mantenerte conectado como mejor puedas con otros
creyentes, quienes te pueden ayudar a permanecer animado y fiel. Y es importante para las
personas dentro de nuestras congregaciones alcanzar a individuos que están pasando por
dificultades para poder llegar a la iglesia cada semana.

Jesús nos dice en Mateo 18:20 “Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos” (DHH). Continuemos orando y apoyándonos unos a otros,
y “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas
obras” Hebreos 10:24 (NVI).
Escucha la enseñanza de hoy del pastor Rick
Reflexiona sobre esto:
 ¿Cómo te ha ayudado el apoyo de una iglesia a mantenerte fiel y animado?
 ¿Qué estás haciendo para reunirte con otros creyentes?
 ¿Cuáles son algunas formas en las que puedes llegar a otros que no pueden llegar a la iglesia?
 ¿Cuáles son algunas formas en las que puedes ayudar a los miembros de la congregación que
están lejos de casa para que sigan conectados?
– Ser guiados: “¿Quién es el hombre que teme al Señor? Él le enseñará el
camino que ha de escoger” (Salmo 25:12).
– Comprender lo que Dios nos quiere enseñar, en comunión con él: “La
comunión íntima del Señor es con los que le temen” (Salmo 25:14).
– Experimentar la bondad del Señor: “Como la altura de los cielos sobre la
tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen” (Salmo 103:11).
– Ser protegidos: “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen,
y los defiende. Gustad, y ved que es bueno el Señor; dichoso el hombre que
confía en él” (Salmo 34:7-8).
– La bendición de Dios en nuestras familias: “Bendecirá a los que temen al
Señor, a pequeños y a grandes. Aumentará el Señor bendición sobre vosotros...
y sobre vuestros hijos” (Salmo 115:13-14).

Si has decidido vivir para Cristo, si eres perseguido o hablan mal de ti por causa
del mensaje de Salvación, alégrate, porque si al Maestro lo persiguieron, a sus
siervos también, porque muchas personas no aceptarán el mensaje (Juan
15:18-21), pero esto será al final para nuestra bendición y consolación. “Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven,
sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que
no se ven son eternas.”, 2 Corintios 4:17-18.

Josué 23

«Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría»


(23:12).

“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses
a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a
los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos
a Jehová.” Josué 24:15.

“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu


verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado
todo el día.” (Salmos 25:4-5).

 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses


1:21).
 Como empoderamiento se conoce el proceso por medio del cual se dota
a un individuo, comunidad o grupo social de un conjunto de herramientas para
aumentar su fortaleza, mejorar sus capacidades y acrecentar su potencial, todo
esto con el objetivo de que pueda mejorar su situación social, política,
económica, psicológica o espiritual.

Empoderar, pues, significa desarrollar en una persona la confianza y la


seguridad en sí misma, en sus capacidades, en su potencial y en la importancia
de sus acciones y decisiones para afectar su vida positivamente.

Isaías 61:
1ElEspíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados
de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel;
2a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del
Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
3a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo

de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y


serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

Jesús, gran vencedor de la muerte (1)

Los evangelios nos muestran a Jesús, el “Autor de la vida”, frente a la


muerte:
– Un niño estaba a punto de morir, su padre suplicó a Jesús que fuera a
verlo antes de que muriera. Jesús le respondió con estas palabras: “Ve, tu hijo
vive”. El padre creyó la palabra de Jesús, volvió a su casa y halló al niño sano
(Juan 4:46-53).
– Jesús iba a casa de un principal de la sinagoga que tenía una hija de doce
años gravemente enferma, pero en el camino el padre recibió este terrible
mensaje: “Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?”. Jesús
tranquilizó al padre y continuó su camino. Al llegar halló a la niña muerta en la
cama y, tomándola por la mano, le dijo: “Niña, a ti te digo, levántate”, y ella se
levantó (Marcos 5:35, 41).
– Llegando Jesús a una ciudad, se encontró con un cortejo fúnebre: el
muerto era el hijo único de una viuda. Jesús se acercó y dijo a la madre: “No
llores”. Luego tocó el féretro, y con autoridad dijo: “Joven, a ti te digo,
levántate”, y resucitó al muerto (Lucas 7:12-15).
– Uno de los amigos de Jesús estaba enfermo y murió. Cuando Jesús llegó, el
muerto estaba en la tumba desde hacía cuatro días. Jesús ordenó quitar la
piedra que cerraba el sepulcro, y exclamó: “¡Lázaro, ven fuera!”. El que había
estado muerto salió, con los pies y las manos atadas, y el rostro envuelto en un
sudario. “Desatadle, y dejadle ir”, ordenó Jesús (Juan 11:39-44).
“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos
oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán” (Juan 5:25).
[La verdad es que, si usted puso su confianza en la Palabra de Dios, nada ha
cambiado; lo que la Palabra dijo ayer lo dice igualmente hoy. la fe abre le la
puerta a la promesa de Dios y la paciencia la mantiene abierta hasta que esa
promesa se cumpla.]

“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de


vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros,
que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”, Colosenses 2:13-15

Ahora bien, para alcanzar un crecimiento espiritual hay que tomar la firme
decisión de caminar en integridad, sin la cual no se alcanza la madurez
espiritual, ni se recibe el bien. La Biblia nos dice: “Porque sol y escudo es
Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que
andan en integridad” (Salmo 84:11). Tal vez hoy la integridad no parezca
importante, pero la falta de ella traerá consecuencias amargas. Ser íntegro,
significa que nuestras acciones concuerdan con nuestras palabras y
nuestro comportamiento refleja lo que realmente somos. Hemos sido
llamados a caminar en integridad. David dijo: “Guarda mi alma, y líbrame;
no sea yo avergonzado, porque en ti confié. Integridad y rectitud me
guarden, porque en ti he esperado”. (Salmo 25:20-21)
Hermano, la Biblia nos habla de forma personal y profunda, como si
estuviéramos en batalla, nos pide que estemos firmes e inquebrantables,
sabiendo que todo lo que hacemos por la obra, es tomado en cuenta por el
Señor, pues el trabajo con el Señor no es en vano.

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