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Ragnarök

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Thor peleando contra la serpiente Jörmundgander, cuadro de Johann Heinrich Füssli


(1788).
Para otros usos de este término, véase Ragnarok (desambiguación).
En la mitología nórdica, Ragnarök (en español, destino de los dioses)11 es la
batalla del fin del mundo. Esta batalla será emprendida entre los dioses, los Æsir,
liderados por Odín y los gigantes de fuego liderados por Surt, a los cuales también
se les unen los jotun liderados por Loki. No solo los dioses, gigantes y monstruos
perecerán en esta conflagración, sino que casi todo en el universo será destruido.

En las sociedades guerreras vikingas, el morir en batalla era un destino admirable,


y esto se tradujo en la adoración de un panteón en el que los dioses mismos no son
eternos, sino que algún día serán derrotados, en el Ragnarök. En las propias sagas
y poesía escáldica de los pueblos nórdicos aparecen claramente definidos los
acontecimientos del Ragnarök, se conoce quién luchará contra quién, así como los
destinos de los participantes en esta batalla. El Völuspá (Profecías de Völva — una
vidente), la primera serie del Edda poética (Edda mayor), que data desde 1000 d.
C., cuenta la historia de los dioses, desde el inicio del tiempo hasta el Ragnarök,
en 65 estrofas. La Edda prosaica (Edda menor), escrita dos siglos después por
Snorri Sturluson, describe en detalle qué ocurrirá antes, durante y después de la
batalla.

Lo que es único sobre el Ragnarök como historia apocalíptica (en el estilo


Armagedón) es que los dioses ya saben a través de la profecía lo que va a suceder:
qué avisará de la llegada del acontecimiento, quién será asesinado por quién, y así
sucesivamente. Incluso saben que ellos no tienen el poder de evitar el Ragnarök.
Esto está relacionado con el concepto de destino (véase Urðr, Wyrd) de los pueblos
nórdicos antiguos.

Índice
1 Etimología
2 Preludio
3 Profecías sobre el Ragnarök
4 La batalla final
5 Consecuencias
6 Véase también
7 Notas
8 Referencias
9 Enlaces externos
Etimología
La palabra Ragnarök consta de dos partes: ragna es el plural genitivo de regin,
'dioses' o 'poderes gobernantes', mientras que rök significa 'destino'.
Etimológicamente tanto regin/ragna como rök derivan de la misma raíz proto-
indoeuropea *rak o *reĝ- ('llevar hacia adelante, poner en su lugar, gobernar'). En
el caso de rök, la raíz *reĝ- se vuelve *reig-, 'estirar la mano' o 'asir una
oportunidad', de allí el sentido del 'alcance (máximo)' o 'destino final' (cf.
reach, 'alcance' en inglés o en alemán reichen).2 En el siglo XIII, poetas
nórdicos, probablemente por cuestión de estilo, cambiaron la palabra ragnarök por
ragnarökkr. El término rökkr deriva por su parte del protoindoeuropeo *reg (w) os-,
'oscuridad, penumbra, atardecer'.3 La traducción alemana del vocablo ragnarökkr es
Götterdämmerung, un término popularizado en el siglo XIX por Richard Wagner en su
ciclo El Anillo del Nibelungo, cuya última ópera es El crepúsculo (u ocaso) de los
dioses (Götterdämmerung, en alemán).

Preludio
A continuación se enumeran los acontecimientos principales significativos del
inicio del Ragnarök:

El nacimiento de las tres criaturas más malvadas y poderosas, descendientes de Loki


y Angrboda, llamados: Jörmundgander, Fenrir y Hela (o Hel), y la acción de los
dioses para confinarlos.
La muerte de Balder y el castigo de Loki.
Profecías sobre el Ragnarök
El Ragnarök será precedido por el Fimbulvetr, el Invierno de Inviernos: tres
inviernos sucesivos se seguirán uno a otro sin verano. Como resultado, explotarán
los conflictos y las peleas, y todos los mortales desaparecerán.

Después de una persecución perpetua, el lobo Sköll y su hermano Hati finalmente


devorarán a la diosa Sól y a su hermano Máni, respectivamente. Las estrellas
desaparecerán de los cielos, sumiendo la Tierra en la oscuridad.

La tierra se estremecerá tan violentamente que los árboles serán arrancados de raíz
y las montañas caerán; cada unión y cada eslabón se romperá y se separará,
liberando a Loki y su hijo, el lobo Fenrir. El terrible hocico de este lobo se
abrirá tanto, que la parte inferior de su quijada raspará contra la tierra y la
parte superior de su quijada ejercerá presión contra el cielo. Las llamas bailarán
en sus ojos y saltarán de sus fosas nasales.

Eggthér, el vigilante de los Jotuns, se sentará en su tumba y rasgará su arpa,


sonriendo severamente. El gallo rojo Fjalar cantará a los gigantes y el gallo de
oro Gullinkambi cantará a los dioses. Un tercer gallo2, de color rojo óxido,
levantará a los muertos en Hel.

Jörmundgander, la serpiente de Midgard, se levantará del lecho profundo del océano


para dirigirse hacia la Tierra, retorciéndose y girando con furia sobre sí misma,
provocando que los mares se alcen y azoten contra la tierra. Con cada respiración,
la serpiente arrojará veneno, salpicando la Tierra y el Cielo con él.

De las tierras del este, el ejército de Jotun, conducido por Hrym, saldrá de su
hogar en Jötunheim y navegará en la espantosa nave Naglfar (fabricada con las uñas
de hombres muertos), que serán liberados por la marejada y la inundación, hacia los
campos de batalla de Vigrid.

Desde el norte, una segunda nave dirigirá sus velas hacia Vigrid, con Loki, ahora
desatado, como timonel, y los horrorosos habitantes de Hel como peso muerto.

El mundo entero estará en guerra, el aire temblará con los ruidos, fragores y ecos.
En medio de esta agitación, los gigantes de fuego de Muspelheim, conducidos por
Surt, avanzarán hacia el sur y partirán en dos el mismísimo cielo, cerca de Vigrid,
dejando todo a su paso ardiendo en llamas. Mientras cabalgan hacia Bifrost, el
puente del arco iris, éste se agrietará y se romperá tras ellos. Garm, el perro del
infierno frente a Gnipahellir, también conseguirá liberarse. Él se unirá a los
gigantes de fuego en su marcha hacia Vigrid.

De esta manera, todos los Jotuns y todos los habitantes de Hel, Fenrir,
Jormundgander, Garm, Surt y los hijos ardientes de Muspelheim, se reunirán en
Vigrid. Todos ellos llenarán el vasto terraplén que se extiende a ciento veinte
leguas en cada dirección.

Mientras tanto, Heimdal, siendo el primero de los dioses que verá a los enemigos
acercarse, hará sonar su cuerno Gjallarhorn, con tal ímpetu, que será oído a través
de los nueve mundos. Todos los dioses despertarán e inmediatamente se reunirán en
consejo. Después, Odín montará Sleipnir y galopará a la morada de Mimir para
consultarle sobre el destino de su pueblo y de él mismo.
Entonces, Yggdrasil, el árbol del mundo, se sacudirá desde la raíz a la copa. Todo
en la tierra, el cielo y Hel temblará. Todos los Æsir y Einherjer se pondrán sus
vestimentas de batalla. Este extenso ejército (432.000 Einherjer — 800 de cada una
de las 540 puertas del Valhalla) marchará hacia Vigrid y Odín cabalgará al frente,
usando un casco de oro y una faja brillante, blandiendo su lanza Gungnir.

La batalla final
Odín se dirigirá hacia Fenrir; y Thor a su derecha, no podrá ayudarle porque
Jörmungandr, una serpiente gigante, inmediatamente lo atacará. Freyr se enfrentará
al gigante de fuego Surt, pero se convertirá en el primero de todos los dioses en
sucumbir, pues él habrá prestado su propia espada a su criado Skirnir. Todavía
quedará una larga batalla antes de que sucumba Freyr. Tyr logrará matar a Garm,
pero será herido tan seriamente que morirá, pero sólo hasta poco después de que el
mundo sea destruido por el fuego. Heimdall se encontrará con Loki, y ninguno
sobrevivirá el igualado encuentro.

Thor matará a Jörmungandr con su martillo Mjölnir, pero solo podrá dar nueve pasos
antes de caer muerto, envenenado por la saliva venenosa que Jörmungandr escupió
sobre él. Odín peleará con su poderosa lanza Gungnir contra Fenrir, pero finalmente
será devorado por el lobo después de una larga batalla. Para vengar a su padre,
Vidar llegará inmediatamente y pondrá un pie en la quijada del lobo. En este pie él
calzará el zapato que ha estado forjando desde el principio de los tiempos, que
consiste en tiras de cuero cortadas por los hombres sobre los dedos del pie y los
talones de sus zapatos. Con una mano agarrará la quijada del lobo y quebrará su
garganta, matándole por fin.

Entonces, Surt quemará el universo entero con fuego. La muerte llegará a todos los
seres en la Tierra. El sol se apagará y las estrellas desaparecerán de los cielos.
Surgirán vapores tóxicos y las llamas estallarán, abrasando el cielo con el fuego.
Finalmente, la tierra se hundirá en el mar.

Consecuencias
Después de la destrucción, una tierra nueva emergerá del mar, verde y justa. Los
cereales madurarán en los campos que nunca fueron sembrados. El prado Iðavöllr, en
el Asgard ahora destruido, no habrá sucumbido al final de todo. El sol reaparecerá
como Sól, ya que antes de ser tragada por Sköll, habrá dado a luz a una hija,
idéntica a ella. Esta hija virginal reanudará el camino de su madre en el nuevo
cielo.

Unos cuantos dioses sobrevivirán a la dura prueba: El hermano de Odín, Vili, los
hijos de Odín, Vidar y Vali, los hijos de Thor Modi y Magni, que heredarán el
martillo mágico de su padre, Mjölnir, y finalmente Hœnir, que sostendrá la varita y
preverá lo que está por venir. Balder y su hermano Höðr, quienes murieron antes del
Ragnarok, emergerán del infierno y se postrarán en los aposentos de Odín, el
Valhalla de los cielos. Al reunirse en Idavöll, estos dioses se sentarán juntos,
discutirán su conocimiento oculto y charlarán sobre muchas cosas que han sucedido,
incluyendo el mal de Jörmungandr y Fenrir. En la hierba encontrarán los tableros de
ajedrez de oro, los cuales utilizaron los Æsir, y admirarán esta maravilla.
(Ninguna de las diosas es mencionada en las varias versiones de las consecuencias
de Ragnarök, pero se asume que Frigg, Freyja y otras diosas han sobrevivido).

Dos seres humanos también escaparán a la destrucción del mundo ocultándose


profundamente dentro de la madera del Yggdrasil -algunos dicen que en el Bosque de
Hodmímir - donde la espada de Surt no tiene poder de destrucción. Les llamarán Líf
y Lífthrasir (en nórdico antiguo, Líf ok Lífþrasir). Emergiendo de su refugio, Líf
(o liv, 'vida') y su esposo Lífþrasir ('quien desea o busca la vida') vivirán en el
rocío de la mañana y repoblaran el mundo humano. Adorarán su nuevo panteón de
dioses, gobernado por Balder.
Todavía existirán muchas moradas que contendrán las almas de los muertos. Según la
Edda prosaica, otro cielo existe al sur y sobre Asgard, llamado Andlang, y un
tercer cielo sobre este, llamado Vidblain; y estos lugares ofrecerán protección
mientras el fuego de Surt quema al mundo. De acuerdo a los dos 'Eddas', después del
Ragnarok, el mejor lugar de todos será Gimlé, un edificio más favorable que el sol,
cubierto con oro, en el cielo. Allí, los dioses vivirán en la paz entre ellos y con
otros. Existirá Brimir, un aposento en Ókólnir ('nunca frío'), en donde una gran
cantidad de buenas bebidas serán servidas. Y existirá Sindri, un excelente aposento
hecho enteramente de oro rojo, en Nidafjoll ('montañas oscuras'). Las almas de
voluntad buena y virtuosa vivirán en estos lugares.

La Edda prosaica también menciona otra morada llamada Náströnd ('playa de


cadáveres'). Náströnd será parte del inframundo y será tan vil como extensa:
ninguna luz del sol llegará a este lugar; todas sus puertas se ubicarán de cara al
norte; sus paredes y azotea serán hechas de serpientes entrelazadas, con sus
cabezas mirando hacia adentro, arrojando tanto veneno que correrá como ríos en los
pasillos. Los asesinos, los que rompen sus promesas y los incestuosos nadarán a
través de estos ríos por siempre.

Y en el peor lugar de todos, Hvergelmir, los Nidhogg que hayan sobrevivido al


Ragnarök torturarán los cuerpos de los muertos, succionando la sangre de sus
cuerpos.

Después de todo, en este mundo nuevo, la maldad y la miseria no existirán más, los
dioses y los hombres vivirán juntos en paz y armonía. Los descendientes de Lif y de
Lifthrasir habitarán Midgard.

Véase también
Armagedón
Fascinación por la muerte
Juicio Final
Notas
Ragnarök no significa 'crepúsculo de los dioses'; esa frase es una traducción de
Götterdämmerung, que a su vez es una traducción alemana de la palabra Ragnarökkr,
utilizada por Snorri Sturluson en lugar del original Ragnarök de la Edda poética.
Se trata o bien de una confusión o de un juego de palabras poético entre el nórdico
antiguo rök ('sino') y rökkr ('crepúsculo').
El nombre de este gallo no se indica en ninguna parte. En Völuspá aparece solamente
como el «pájaro rojo óxido»: «Bajo tierra | esta otro cuervo, | el pájaro rojo
óxido | en las barras de Hel».
Referencias
Lorena Laura Stookey (2004), Thematic Guide to World Mythology, Greenwood
Publishing Group, ISBN 0313315051 p. 18.
Diccionario etimológico inglés.
Pokorny’s Proto-Indoeuropean Dictionary.
Archivado el 20 de abril de 2016 en la Wayback Machine.

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