Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Juan Antonio Pérez
Juan Antonio Pérez
Ilustración realizada por Francisco Maduro.Poeta venezolano considerado el mejor exponente del
Romanticismo en su país. Hijo de Juan Antonio Pérez Bonalde y de Gregoria Pereira. Su padre fue
un destacado miembro militante del partido Liberal. Fué Presidente del Senado y desempeñó el
cargo de Ministro en uno de los gabinetes. Debido a la agitada vida política que vive el país Juan
Antonio Pérez Bonalde, padre, decide irse y establecerse con toda la familia en Puerto Rico. Allí
transcurre parte de su infancia y su adolescencia, también allí tomó cuerpo su vocación poética.
Estudió diversos idiomas entre esos inglés, alemán, francés, italiano, portugués, griego y latín. Los
idiomas le permitieron conocer directamente literaturas extranjeras. Este factor contribuyó a
hacer de Pérez Bonalde un romántico superior en muchos aspectos a la mayoría de sus
compañeros hispanoamericanos.
Tras el fin de la Guerra Federal, en 1864, su familia regresa a Venezuela. y él colaboró con
publicaciones liberales. En 1870 se incorporó a una Sociedad Patriótica que asumió posturas
críticas ante el nuevo gobierno autoritario del general Antonio Guzmán Blanco. Sus amigos ya lo
conocían como poeta, y lo incitaron a escribir una sátira contra el presidente. Esto bastó para que
las autoridades lo expulsaran del país. Pérez Bonalde se estableció en Nueva York, donde trabajó
para una fábrica de perfumes. De 1870 a 1888 viajó incansablemente como agente comercial por
diversos países
Estando en Nueva York recibe la noticia de la muerte de su madre, lo que va a significar un rudo
golpe para el poeta. En 1876 las circunstancias políticas abren las puertas de Venezuela a Pérez
Bonalde. El presidente Francisco Linares Alcántara propicia un clima de tolerancia política y el
poeta regresa. Durante la travesía, en el barco que lo conducía a Puerto Cabello, un mundo de
recuerdos lo invade: la infancia, la patria, el dolor por la madre muerta, le producen la inspiración
necesaria para escribir el poema “Vuelta a la Patria”.
Este segundo regreso a Venezuela es aún más corto que el primero. El presidente Alcántara muere
el 30 de noviembre de ese año 1876. Guzmán Blanco vuelve asumir el mando de la república y
Pérez Bonalde debe tomar de nuevo el camino del destierro. Vuelve a Nueva York, en 1877 y en
1879 contrajo matrimonio y al poco tiempo tienen una hija. Pérez Bonalde se centrará en su hija.
Es tanta la alegría que ese mismo año publica su segundo libro de poesías originales: Ritmos,
conjunto de 35 poemas, en donde aparece El canto al Niágarauna de sus más celebradas
composiciones. En 1883 muere su hija Flor en forma inesperada. Conmovido por ese inmenso
dolor escribe el poema Flor y además el poema Gloria in Excelsis, y no vuelve a publicar libros de
poesía propia.
El 4 de octubre de 1892 fallece en La Guaira. Once años después (1903) sus restos son trasladados
a Caracas en medio de solemnes honras fúnebres. Y desde 1946, centenario de su nacimiento, sus
cenizas reposan en el Panteón Nacional.
Obras
Su obra poética, no es muy extensa, lleva la impronta del romanticismo melancólico: nostalgia de
lo perdido, culto a los muertos, crepuscularismo. Es un excelente lírico romántico de evocaciones
nostálgicas, cuyos ecos lo acercan más al posromanticismo que al modernismo. Y su poesía influyó
poderosamente en la lírica venezolana. Principalmente su obra poética original está representada
por dos Poemarios: Estrofas (1877) y Ritmos (1880). Sus traducciones de mayor importancia son El
cancionero (1885) del alemán Henrique Heine, y El cuervo (1887) del norteamericano Edgar Allan
Poe.
Sus poemas más recordados son la elegía "Flor" (dedicada a su hija Flor, que murió siendo muy
niña), "Primavera", "Poema del Niágara" y "Vuelta a la patria".
Extracto del Poema “Vuelta a la Patria”
odalisca rendida
Pérez Bonalde era el noveno hijo de una familia de escasos recursos. Tanto
su educación como su afición a la lectura se fraguaron en aquel hogar
modesto. A los doce años sabía alemán y leía a los poetas románticos. Sus
padres, Juan Antonio Pérez y Gregoria Bonalde, tuvieron que emigrar en
1863, cuando Venezuela se hallaba sumida en el caos de la Guerra Federal
(1859-1863), la más larga contienda civil desde las guerras de
Independencia. Durante los cinco años que duraron las exacciones de
caudillos y montoneras y las epidemias de malaria y disentería que las
acompañaban, perecieron en Venezuela (de cerca del millón ochocientos
mil habitantes que contaba entonces el país) entre 150.000 y 200.000
venezolanos, es decir, del ocho al once por ciento de la población del país.
El joven Pérez Bonalde tenía quince años cuando conoció su primer exilio.
Su padre era un liberal, y se le conminó a escoger entre el destierro o una
muerte casi segura. Sin recursos, en la mayor pobreza, la numerosa familia
fue a parar primero a Puerto Rico y después a Santo Tomás. Juan Antonio
ayudaba a su familia dando clases de piano y haciendo de maestro de
escuela. En 1864 regresó a Venezuela y colaboró con publicaciones
liberales.