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SEMINARIO TEOLÓGICO HEBRÓN

LA MADUREZ EMOCIONAL

Tarea
presentada en cumplimiento de la materia
Relaciones Humanas

Erick Misael Espíndola

2020
LA MADUREZ EMOCIONAL

En el contexto que hoy en día se vive se puede observar que hay muchas maneras de

hablar acerca de la madurez de una persona. Pudiera observarse muchos aspectos de la

madurez en distintas áreas: física, emocional, espiritual, sentimental, moral. De entre las

ya mencionadas se observa la madurez emocional, para lo cuál se hablará a modo de

reflexión, qué es lo que significa esto.

Es muy necesario saber qué significa cada palabra por si misma. En primera

instancia, se define “madurez” como: “Estado de una cosa que ha alcanzado su pleno

desarrollo, o de una persona que ha alcanzado su mejor momento en algún aspecto”.1 Pero

cuando se habla de alguien maduro se está tratando de decir: “Que se comporta con

prudencia, buen juicio, sensatez, serenidad, lógica, reflexión, responsabilidad, etc.”.2 El

término “emoción” se define como: “sentimientos de diverso tipo e intensidad, que tienen

un efecto en la fisiología de nuestro cuerpo, en nuestros pensamientos y que influyen de

modo variable en la conducta”.3

Entonces, en base a lo obtenido, se puede decir que la madurez emocional es la

actitud de saber controlarse las emociones de tal manera que actúa con sensatez ante una

situación desbordante. En otras palabras, es alguien que sabe controlar sus emociones en

su debido momento.

La madurez emocional por lo general siempre suele ser fácil de notarse en aquellas

personas que la tienen y las que no. Tan sólo es necesario observarlo ante una crítica, una

1
Núria Lucena Cayuela, Diccionario general de la lengua española Vox (Barcelona: VOX, 1997).
2
Ibíd.
3
Vladimir Rodríguez, «Capítulo 7: ¿QUÉ LE DA SABOR A NUESTRA VIDA?: EMOCIONES»,
en Psicología: Conceptos psicológicos prácticos para el obrero cristiano (Miami, FL: Editorial Unilit,
2003), 188.
discusión, una desilusión se podrá observar si dicha persona la posee o no. Cada persona

debiera ser capaz de darse cuenta en qué grado de madurez se encuentra.

Los hombres y mujeres que Dios ha salvado son los que más madurez emocional

debieran demostrar en el entorno social y no ser a la inversa, ya que ellos han sido

redimidos del poder del pecado y su vida se encuentra en un progresivo perfeccionamiento

(Fil. 1:6).

Ante tal observancia se debe tener mucho cuidado en el trato que se tiene con esas

personas que no son maduras emocionalmente, pues pueden ser muy dañinas o sensibles a

lo que hay a su alrededor. Por ejemplo, una persona que ha sufrido una crítica no agradable

reaccionará en dominio de sus emociones y no en la del Espíritu Santo. Mientras que

alguien que es maduro en sus emociones, siempre piensa en las consecuencias de los actos

a realizar antes de ponerlos en acción.

Uno mismo puede darse cuenta cuando está madurando en sus emociones, y el mismo

hecho de ser consciente de la inmadurez emocional es un paso a la madurez. Dios ha

mandado a sus hijos a ser ejemplo de los creyentes “en palabra, conducta, amor, espíritu fe

y pureza”. Cuando no se observa una madurez emocional, con más probabilidad no la habrá

en el are espiritual y quizás también en lo moral.

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