Está en la página 1de 6

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO

ADMINISTRATIVA.

De conformidad con el artículo 26 de la Constitución de 1999, toda persona tiene


derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer
sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de
los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin
dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles.
En ese mismo sentido, se formulan los principios que orientarán la actuación de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, los cuales se encuentran expresamente
establecidos en el artículo 2 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, y que indicamos a continuación:

- Justicia Gratuita: Principio fundamentado en los derechos a la igualdad y


tutela judicial y efectiva.

- Imparcialidad y Transparencia: Al juez le está vedado conocer y resolver


asuntos en los que sus intereses personales estén involucrados. El Tribunal no
debe actuar cuando el titular o alguno de sus miembros tenga alguna vinculación
con alguna de las partes.

- Idoneidad: Constituye un límite mínimo de la facultad de actuación de los


órganos del Estado. En tal sentido, justifica una obligación del funcionario de
hacer lo posible para brindar protección eficaz a los bienes jurídicos en juego.

- Autonomía e Independencia: Los funcionarios pueden actuar libremente en


cuanto a la apreciación del derecho y de la equidad, sin más obstáculos que las
reglas que la ley les fije en cuanto a la forma de adelantar el proceso y de proferir
su decisión.
- Responsabilidad: El juez tiene el deber inexcusable de resolver en todo
asunto y no podrá dejar de hacerlo so pretexto de silencio, oscuridad o
insuficiencia de la Ley.

- Brevedad: El Tribunal está obligado a dictar la decisión jurisdiccional sobre


los asuntos que le han sido sometidos, cuya omisión o retardo generará la
denegación de justicia.

- Oralidad: Principio según el cual las deducciones de las partes normalmente


deben ser hechas de viva voz en audiencia.

- Publicidad: Asegura el desenvolvimiento del proceso en tal forma que


cualquier persona, bien sea parte o extraño a la causa, pueda imponerse de las
actuaciones que se realicen o existan en los tribunales.

- Celeridad: Derecho a obtener, dentro de un plazo razonable de los


tribunales, la resolución definitiva de su conflicto, cuyo incumplimiento se genera
por la inactividad del órgano jurisdiccional en no satisfacer la pretensión dentro del
lapso previsto.

- Inmediación: Principio en virtud del cual el Tribunal actúa en contacto


directo con las partes en el juicio, de modo que pueda apreciar las declaraciones
de tales personas, lugares, entre otros, a base de la inmediata impresión recibida
de ellos, y no a base de la relación ajena.

DEMANDAS DE NULIDAD CONTRA ACTOS DE EFECTOS PARTICULARES Y


GENERALES

Las demandas de nulidad constituyen la vía para obtener la nulidad total o parcial
de los actos generales o individuales de los órganos formales de la administración
y los actos de autoridad, así como el restablecimiento de las situaciones jurídico-
subjetivas infringidas y el pago de los daños y perjuicios producidos por la
actuación ilegal de la Administración Pública.
La Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa en su artículo 8
establece el objeto de control de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, el cual
está constituido por la actividad administrativa desplegada por los órganos que
componen la Administración Pública, lo cual incluye actos de efectos generales y
actos de efectos particulares. En ese sentido, forman parte del ámbito material de
las demandas contencioso administrativas de nulidad los siguientes actos:

A. ACTO ADMINISTRATIVO EXPRESO Y SUS DISTINTAS


MANIFESTACIONES (actos administrativos definitivos, de trámite que sean
recurribles, de efectos generales, vinculados a una relación contractual y de
autoridad).

B. ACTO ADMINISTRATIVO PRESUNTO (SILENCIO ADMINISTRATIVO): Se


refiere a una ficción que la ley establece a favor del administrado, que puede
entender desestimada su petición o recurso, a los solos efectos de poder deducir
frente a la denegación presunta la pretensión admisible.

C. ACTO ADMINISTRATIVO TÁCITO: Se entienden como manifestaciones de


voluntad de la Administración que se deducen de actuaciones positivas y
colaterales vinculadas al caso concreto y que son desarrolladas por ella misma.

D. ACTO ADMINISTRATIVO DE AUTORIDAD:


Los actos de autoridad, o dicho de otra manera, la descentralización por
colaboración, se da cuando el Estado, no pudiendo garantizar por completo el
funcionamiento de los servicios públicos que está llamado a atender, busca la
colaboración de los particulares para coadyuvar al logro de los fines del Estado.

En este sentido, el Estado por medio de su poder imperium, confiere a los


particulares poderes exorbitantes propios de la Administración Pública para que
éstos puedan garantizar el funcionamiento de los servicios públicos y, así cumplir
con los fines del Estado.

Al respecto, José Araujo Juárez señala que la tendencia mundial es catalogar


como actos administrativos de autoridad, a las actuaciones de sujetos privados
que en virtud de una ley pueden dictar actos en función de la prestación del
servicio público y, que por su contenido material son verdaderos actos
administrativos.

Ello así, “La figura de los actos de autoridad, es uno de los grandes aportes de la
jurisprudencia al Derecho Administrativo moderno venezolano, ya que constituye
una solución racional a la situación de ciertos entes que si bien, se crean bajo
forma de derecho privado, sin embargo, ejercen potestades públicas, por
disposición de una norma.2

La Corte Primera de lo Contencioso Administrativo definió los actos de autoridad


como “Aquellos emanados de personas de derecho privado conforme a
delegaciones que les hace la Ley, en procura de satisfacer fines de interés público
propios de la actividad administrativa, impugnables en consecuencia ante la
jurisdicción contencioso administrativa en virtud de haberse producido en el
ejercicio de competencias fundamentadas en el imperium del Estado” (Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, casos: María Josefina Bustamante y
Ramón Escovar León vs. Universidad Católica Andrés Bello, de fechas 24 de
noviembre de 1986 y 19 de enero de 1988).

Mediante sentencia Nº 886 de fecha 9 de mayo de 2002, la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia (Caso: Federación Venezolana de Deportes
Ecuestres) ratificó la sentencia dictada por Sala Político Administrativa el 14 de
mayo de 1998 (Caso: Fundación IDEA) en la cual se recogieron las características
más importantes de los actos de autoridad.
En ese orden de ideas, el conocimiento de dichos actos corresponde al control de
la Jurisdicción Contencioso Administrativa, toda vez que tratan de la organización
y desarrollo del servicio público o de una actividad que le ha sido encargada a un
particular y que ha sido denominada como de utilidad pública, ello en virtud del
interés general que están llamados a tutelar, de tal forma que atendiendo a la
naturaleza del acto recurrido en materia contencioso administrativa, el control
judicial de dicho acto está atribuido a esta jurisdicción, de acuerdo al principio de
universalidad y asimismo al artículo 259 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela del año 1999.

Así las cosas, se concluye que:

· Los Actos Administrativos de Autoridad son aquellos que dictan entes


privados ejerciendo una función administrativa.

· Estos entes privados deben ejercer actividades propias de la administración


generadas por la prestación de un servicio público u otra de interés general.

· Estas actuaciones son controladas por la Administración Pública y la Jurisdicción Contencioso


Administrativa conforme al principio de universalidad de los actos administrativos y el artículo 259 de la
Constitución Bolivariana de Venezuela de 1999.

E. Reglamento:

a. Revisión directa mediante la interposición de demandas de nulidad

Constituyen materia de las demandas de anulación contencioso administrativa, según se desprende del
artículo 6.23 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, el cual estableció como
competencia de la Sala Político Administrativa, “… Las demandas de nulidad que se ejerzan contra un acto
administrativo de efectos particulares y al mismo tiempo el acto normativo sub-legal que le sirve de
fundamento, siempre que el conocimiento de este último corresponda a la Sala Político Administrativa”

b. Suspensión en el caso concreto de disposiciones Reglamentarias que violen la reserva legal

De manera excepcional, la jurisprudencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha


reconocido la posibilidad de controlar por vía accesoria, reglamentos que invadan la reserva legal y que sirvan
de fundamento al asunto debatido en el juicio principal (sentencia Sala Constitucional del 25 de abril de 2000,
caso: José Gregorio Rossi García).

Procedimiento que rige las Demandas de Nulidad contra Actos de Efectos Particulares y Generales

Respecto al procedimiento que rige las Demandas de Nulidad en la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa se encuentra contemplado en el Capítulo II, Título IV, Sección Tercera,
denominado “Procedimiento Común a las demandas de nulidad, interpretación de leyes y controversias
administrativas”.

También podría gustarte