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Delitos Informáticos (Prácticamente cualquier delito tipificado en

el Código Penal podría llevarse a cabo también en las redes sociales, como parte de la
vida diaria que son
Insultos, calumnias, amenazas, difamaciones, robos y usurpación de identidad a
través de perfiles falsos… Estos y otros delitos cometidos contra la intimidad, el honor
y la propia imagen pueden darse tanto dentro como fuera de las redes sociales. Sin
embargo, muchos usuarios de Facebook que están siendo víctimas de estas
conductas no saben muy bien cómo enfrentarse a ellas, quizás porque no tienen
del todo claro si es un delito o creen erróneamente que no es posible identificar a los
culpables que actúan bajo un supuesto anonimato.

SI LLEGA EL MOMENTO DE DENUNCIAR

¿qué debemos hacer si estamos siendo víctimas de insultos, amenazas y


otro tipo de delitos en Facebook u otras redes sociales?
 Recopilar todas las pruebas posibles: desde capturas de pantalla hasta fotos
donde puedan leerse de forma clara las amenazas, insultos o cualquier otra
conducta que pueda considerarse un delito. También se pueden guardar las
conversaciones que se hayan tenido por el chat.
 Ponerlo en conocimiento de la red social en cuestión, ya que todas las
plataformas cuentan en mayor o menor medida con mecanismos para canalizar
la resolución de estos conflictos. En Facebook, el primer paso es hacer clic en
la opción Reportar que aparece al desplegar el menú que acompaña a cada
contenido.

 Si todo lo anterior no da resultado o si desde un principio tienes clara la


gravedad del asunto, puedes iniciar acciones legales y acudir a la Policía
Nacional o a la Guardia Civil. Para facilitar las cosas, este último cuerpo de
seguridad permite agilizar el proceso desde el apartado “Quiero
denunciar” de esta web, aunque recuerda que para los hechos de acoso,
amenazas, injurias, estafas o similares debes imprimir el PDF resultante y
presentarlo en persona en el centro policial o judicial que se desee.
En el caso de que sea necesario llevar a cabo una investigación previa para
identificar al autor de los hechos, se recomienda su presentación ante las
autoridades policiales.
Además, si las víctimas son menores, también podemos acudir a los
organismos de denuncia de asociaciones como Protégeles, aportando las
pruebas del caso
Internet parece ser un mundo infinito y las redes sociales junto a los chat de telefonía
celular aparentan gozar de toda impunidad. Lo primero es real, lo segundo no. Usuarios
con identidades apócrifas (o no) avanzan sobre la privacidad e intimidad de otros.
Disparan insultos e injurias sobre sus vidas y a veces, también acompañan con fotos y
videos. La víctima tiene herramientas para defenderse: extrajudiciales y judiciales;
personales y legales. “Lo que pasa en whatsapp es tan real como una conversación”.

Injuria

La injuria en tiempos de internet suele ser frecuente. Guillermo Zamora dio un ejemplo que
siguió de cerca. Se trata de la causa en que una mujer fue a buscar a su hija a la escuela
privada y había un albañil en la puerta. Estaba apoyado en un coche. La mujer le sacó una
foto y la empezó a mandar por grupos, decía: “cuidado, está mirando a nuestros hijos,
cuídense. Se publicó en facebook y hubo quienes comentaron que tenía cara de violador”.

La realidad, -reveló- era que el señor era changarín. Estaba fuera de esa escuela porque
su hija estaba estudiando ahí becada. No podía tomar un colectivo. La iba a buscar y se
iba caminando con ella. No era delincuente. “A la mujer se la condenó a 3 días de prisión y
multa”, deslizó.

Dijo que esta persona, se enojó por la condena y dijo públicamente a través de los medios
de comunicación que se le estigmatizaba. “En realidad, ella fue una opinóloga justiciera.
Hay gente que dice sobre alguien: fíjense que es golpeador de mujeres, violador o que
secuestró algún niño . Y otros empiezan a comentar. Son muchos los casos de estas
características”, admitió.

La decisión de llevar a la justicia una injuria significa un dato no menor: es cuestión de


dinero porque hay que conformar un grupo de profesionales capacitados para llevar a cabo
las pericias.

“Nunca se borra nada”

Confirmó que en internet “nunca se borra nada”. Refirió que muchas veces funcionarios
judiciales subestiman las denuncias elevadas argumentando que : ya pasó. Lo que se
escribió se borró. Y sobre esto, Zamora advirtió que “no estamos hablando de la Nasa ni
de nada complejo. A través de un software se puede averiguar todo. Hay seguimientos de
publicaciones que se pueden hacer. Muchas veces, la dificultad es individualizar al autor
del delito”, aclaró.

“Me hackearon”

Decir “me hackearon” la computadora no es una opción válida de defensa para tratar de
zafar de la responsabilidad en caso de que la publicación haya ofendido a otra persona. “El
IP es un numero que asigna el proveedor a tu computadora. Se puede saber de quién es.
Se le pregunta a quien se lo asignó. Los problemas surgen cuando es wifi abierto o
gratuito. Ahí no se pueden hacer seguimientos”, ejemplificó.

Aclaró que si en una entidad pública existen 25 computadores y desee allí salió el posteo
ofensivo, se requieren prueban más meticulosas pero llegar al responsable no es una
tarea imposible. “Si yo posteo algo desde mi propia computadora, se sabe”, aseguró.
El abogado atiende unos tres casos semanales vinculados a delitos informáticos. Los
casos más frecuentes son la publicación de fotos de exparejas despechadas: hombres y
mujeres. También ciberbullying, el acoso a través de las redes sociales. “ Fui abogado de
Mercado Libre, atendí cuestiones de comercio electrónico. Ahora lo que abruma es la
privacidad , la intimidad, insultos e injurias”.

Profesional y padre

“Como profesional y como padre, recomiendo que estén atentos a qué es lo que hace un
chico. A los cambios de humor y de hábitos” expresó el profesional sobre los recaudos que
se deben tomar con los menores que están frente a una pantalla y con conexión
permanente a internet. “ Si bien suelen los adolescentes cambiar seguido de humor no
cambian de hábitos. El que se conecta a una determinada hora, lo hace porque a esa hora
se encuentra con determinado grupo de amigos. Si tenía un celular en la mano todo el día
y deja detenerlo, es raro. El que comentaba mucho y no lo hace, es raro. Eso significa que
algo alteró esa rutina y hay que estar atento”, sostuvo.

Útil o porquería

“Internet es una herramienta como un arma. Puede ser útil y una porquería según como lo
use todo el día. El que está del otro lado no siempre es bueno”, advirtió Zamora. Y dijo
además que todo lo que pasa en el chat de teléfono “whatsapp” es tan real como una
conversación. “Y es más real todavía porque las interpretaciones tienden a ser muy
distintas a las de la vida de real”, indicó.

Si hay algún problema, la sugerencia del letrado es realizar en forma inmediata la “captura
de pantalla” como mínimo. No se debe pedir que se bloquee ni que se elimine. “Quien es
perjudicado, debe asesorarse. Ver a un abogado que sepa sobre esto y pedir consejo. La
captura de pantalla sola uno sirve, es una fotocopia. El juez puede decir que no sabe si es
cierto”, manifestó.

Seguimiento

Los recaudos para llegar a confirmar la responsabilidad de un usuario son muchos. El


seguimiento, debe ser meticuloso. “Hay que guardar las paginas y denunciar, no caer en la
trampa de contestar. Se debe además, solicitar que el resto de amistades también
denuncien para que la red social le de la baja”, reveló.

Privacidad de niños

Para finalizar, Zamora hizo hincapié sobre los límites en que se “debe respetar” la
privacidad de los niños en las casas. “La privacidad del niño está en el baño. Nada más.
Del resto, los padres deben tener conocimiento. Hay que estar muy atentos. Son personas
y vulnerables a cualquier insulto”. Y agregó: “todos somos vulnerables. Los mayores a lo
mejor más. Nos afecta más y nos preocupamos más sobre qué van a pensar nuestros
padres, nuestros hijos, etcétera. Hay que contener lo que pasa ahí y buscar la ayuda.
Hablar mucho con los chicos es también, la única forma de ayudar”, concluyó.#

Derecho informático

Guillermo Zamora es de los pocos profesionales que se dedican a la informática. Se


recibió en la Universidad Nacional de Rosario, Santa Fe. Obtuvo posgrados de Derecho
Informático de la Universidad de Buenos Aires (UBA).- “Contrato Telemático” – “
Introducción a la Informática y el Teleprocesamiento” – “Principio de Responsabilidad Civil”
–Informática Jurídica”. Es especialista en Aspectos Regulatorios del Gobierno Electrónico,
Informática Forense U.T.N. regional Avellaneda; en “Implementación de Estrategias de
Gobierno Electrónico” – EducOAS – Escuela de Capacitación de la Organización de
Estados Americanos (OEA) y en Governanza – Gobierno Digital - Organización
Universitaria Interamericana.

Es director director de Posgrado “Diplomatura en Derecho Informático y Nuevas


Tecnologías” Universidad Nacional de Rio Negro, director de Posgrado “Diplomatura en
Especialización en Derecho Informático” Universidad Nacional de la Patagonia San Juan
Bosco. Es además, entre otros, docente de la cátedra: Legislación Comparada Universidad
ULB3 Barcelona – España – Maestría en Derechos Digitales en la Sociedad de la
Información, profesor adjunto por concurso Facultad de Ingeniería – Universidad Nacional
de la Patagonia San Juan Bosco, sede Comodoro Rivadavia, docente en “Master de
Gestión Jurídica en Industrias Digitales” 2013 – ESNE Universidad de Diseño e Innovación
en alianza con el Instituto de Derecho del Mercado y de la Competencia perteneciente a la
Universidad Rey Juan Carlos (España), en “ Maestría en Derecho de las Tecnologías de la
Información y Comunicación (MDTIC)” – 2013 – INFOTEC – (Fondo de Información y
Documentación para la Industria (Infotec), adscrito al Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt) de México.)

Se define al Bullying a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido


entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Cuando se utilizan
las redes sociales como medio para la agresión, el fenómeno se denomina Cyberbullying.
Una de las manifestaciones más frecuentes de este fenómeno es la publicación de
fotografías, casi siempre poco afortunadas, que pueden ocasionar molestia a sus
protagonistas, a los que se suele etiquetar para que sus contactos vean las imágenes. Es
también muy frecuente la creación de páginas o grupos destinados a agredir, burlar o
denunciar algún aspecto íntimo de la víctima.
En la actualidad, el Cyberbullying resulta relevante por la gravedad de sus
consecuencias, la dificultad de prevención y el alto grado de prevalencia.
Según indican las estadísticas, los protagonistas de los casos de acoso suelen ser niños y
niñas en proceso de entrada en la adolescencia. Los chicos que resultan objeto de este
tipo de agresiones, sufren las agresiones deliberadas de otros niños o jóvenes que se
comportan cruelmente, con objetivo de someterlos, arrinconarlos, amenazarlos,
intimidarlos o marginarlos, divertirse a costa suya u obtener algo de su parte.
El acoso suele ser sistemático y extenderse durante un período más o menos
prolongado. Un dato llamativo es que las víctimas son en su mayoría mujeres, pero
que también las agresoras son en su mayoría chicas.
“Los principales síntomas que puede presentar un joven o adolescente en el caso de sufrir
cyberbullying son variados y van a depender de la personalidad previa a la situación de
acoso por las redes, explica a Revista Cabal Digital, Virginia Ungar, médica psicoanalista,
miembro didacta de APdeBA, consultora del Comité de Análisis de Niños y Adolescentes
de la Asociación Psicoanalítica Internacional. “Pueden presentar desde una negativa a
concurrir a clase, signos de depresión, trastornos de ansiedad, retraimiento,
aislamiento hasta somatizaciones varias, y otros. En mi experiencia, veo que hay niños
y jóvenes que rápidamente hacen saber a sus padres del problema que están atravesando
pero también hay otros que demoran en contarlo y presentan las manifestaciones a las
que me referí, y los padres tiene que "llegar" a los hechos. A veces el cyberbullying es
parte de un proceso que se da también en presencia, en la escuela. Puede ser una etapa
preparatoria o acompañante de un acoso que a veces llega a extremos muy
preocupantes.”
¿Qué deben hacer los padres, en el caso de detectar algunos de estos síntomas o notar
cambios drásticos en la conducta habitual de sus hijos?
“Lo primero es participar a la escuela de los hechos y además demandar una actitud
activa por parte de la misma”,sostiene la especialista. “Si no se diera esa posibilidad,
insistir, porque la escuela debe tomar medidas que van desde observar el problema,
a reunir al grupo, escuchar al chico afectado y a sus compañeros, además de hacer
participar al equipo o gabinete psicopedagógico y psicológico del establecimiento”.
En cuanto a la posibilidad de fortalecer la autoestima del chico de modo que éste
esté en mejores condiciones para defenderse por sí solo, frente a posibles ataques,
Ungar puntualiza que “es posible hacer un trabajo con el niño o joven pero no creo que la
familia pueda hacerlo sola. Como dije, la posibilidad de defenderse va a depender de la
personalidad del niño o joven. El fortalecimiento de la autoestima se puede hacer ‘de
adentro hacia afuera’, para decirlo de alguna manera. Es necesario un trabajo
profundo con un profesional entrenado y que no sea parte del escenario en que transcurre
el problema. No todos los chicos sufren de este tipo de acoso, pero también es cierto que
no todos los que lo sufren están enfermos o perturbados. Como siempre, tendría que
estudiarse cuidadosamente la situación singular en el contexto de lo personal y lo familiar
en interacción con el medio”.
Uno de los mayores inconvenientes que plantea el Cyberbullying es que los
agresores que utilizan las redes para insultar o burlar a la víctima –también es frecuente
que difundan rumores e incluso mentiras-se protegen casi siempre en el anonimato:a
diferencia del hostigamiento tradicional, que habitualmente consiste en la confrontación
cara a cara, las víctimas cibernéticas no pueden ver o identificar a sus acosadores, lo que
los hace sentir aún más indefensos y vulnerables. El anonimato es uno de los factores que
perpetúa, además este tipo de prácticas.
Según una encuesta realizada en noviembre de 2011 por Ipsos para la agencia de noticias
Reuters el 12% de los padres (internautas) de todo el mundo asegura que sus hijos han
sido acosados en Internet y casi un 25% conoce a un menor que ha sido víctima del
denominado cyberbullying. El 3% de los padres definió el cyberacoso a sus hijos como una
práctica “habitual”.
A raíz de esa investigación se supo también que el vehículo más frecuente para el cyber-
acoso son las redes sociales como Facebook, citada por un 60% de los encuestados. Los
dispositivos móviles y los chats figuran casi empatados en siguiente lugar, con un 42% y
40% respectivamente. A continuación se sitúan como medios el email (32%), la mensajería
instantánea (32%), otras webs (20%) y otras formas de tecnología (9%)

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