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Marcas de una verdadera Fe

Juan 3.1-10

“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Éste vino a Jesús de
noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales
que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede
acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo,
que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne,
carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de
nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es
todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió
Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?”

Contenido.-

Después de haber estudiado acerca de la omnisciencia de Cristo y como muchos judíos decían creer en Él, pero
Jesucristo al conocer su corazón sabía que no era así nos encontramos con uno de estos judíos, su nombre es
Nicodemo, este al igual que los Judíos de los versos 23 al 25 del capítulo 2 era un hombre que al parecer tenia fe
en Jesucristo, pero descubriremos que su fe no era una fe real, en sus propias palabras este hombre nos
demostrara que realmente no creía en Jesucristo como mesías, salvador, Señor y menos como Él hijo de Dios,
tenía una fe falsa como muchos en ese tiempo y en nuestro tiempo, gracias a Dios también veremos en este pasaje
como la verdad del evangelio puede cambiar esto, y transformar a un hombre por completo. También este pasaje
destruirá toda pretensión de la mayoría de las religiones del mundo que creen que pueden ganarse la salvación
por vivir haciendo buenas obras, Nicodemo era un hombre muy religioso, quizá dentro del pueblo de Israel era
uno que destacaba por su religiosidad, y no solo eso sino que Jesucristo mismo lo llama en el verso 10 Maestro de
Israel, lo que significa que no solo era religioso, sino que era alguien encargado de enseñar a los demás, por lo
cual debía ser ejemplo, pero a pesar de toda esa apariencia religiosa, toda esa piedad fingida, este hombre no era
salvo, y él lo sabía, este hombre al igual que cualquier persona estaba perdido y necesitaba ser salvador, sin
importar cuan religioso era no había logrado nada para obtener la vida eterna, y Jesucristo lo confrontara con
esto. Lo cual también nos muestra algo muy importante en la vida de Jesucristo que veremos repetidas veces en
los evangelios, y es que él decía la verdad sin importar cuan fuerte o difícil de entender esa, en este texto Jesucristo
recién comenzando su ministerio en Judea se encuentra con un líder dentro del pueblo de Israel, y Jesucristo nos
da el ejemplo de que no importa con quien nos encontremos debemos proclamar la verdad, sin importar si
tenemos en frente al hombre más miserable o al hombre más poderoso e influyente, como Jesucristo debemos
proclamar la verdad sin importar el costo, Jesucristo podría haber aprovechado la oportunidad para buscar un
aliado dentro del pueblo de Israel, Nicodemo era un líder y como líder pudo haber ayudado a Jesucristo a hacerse
más popular o aceptado dentro de la elite de los judíos, Jesucristo puedo haber aprovechado esta oportunidad
para hacer un aliado que pudo ser de gran ayuda, pero al contrario Jesucristo desde el principio lo confronto con
su ignorancia, el error y la falsa religión en la que este pobre hombre vivia, a los ojos de Jesucristo no importaba
cuan religiosos, influyente, moralista, exitoso, o poderoso era Nicodemo, este hombre también necesitaba ser
salvo, Nicodemo también era alguien perdido en una falsa religión y necesitaba la verdad, y Jesucristo no pierde
ni un momento y lo confronta con esta verdad, pero esta verdad no era tan solo para Nicodemo, sino para cada
ser humano en este mundo, la verdad a la que nos enfrentaremos en este pasaje nos confronta a un análisis
profundo de nosotros mismos, Jesucristo nos dirá qué clase de personas entraran al reino de los cielos, sin
importar cuan religiosos o buenos somos, en las palabras de Jesucristo el que no nace de nuevo, no vera el reino
de Dios, esta es una verdad muy importante en la vida de cada uno de nosotros, y debería hacernos abrir los ojos
a la necesidad que tenemos de Dios, la necesidad que tenemos de Jesucristo, y la incapacidad que tenemos todos
los seres humanos para lograr algo que todos quieren, ir al cielo, el hombre es incapaz de lograr esto por sus
propias fuerzas, nosotros al Igual que Nicodemo debemos entender esta verdad, y a pesar de lo difícil que sea de
comprender puedo asegurar que terminaremos entendiendo cuan poderoso y soberano es Dios.

Comenzamos nuestro estudio en el verso 1, nuestro texto nos dice que: “Había un hombre de los fariseos que se
llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.”, este verso nos presenta a Nicodemo y nos da tres
características acerca de él, primeramente nuestro verso nos dice que era un hombre judío, algo bastante obvio,
la segunda característica es que era un fariseo, y la tercera es que era un principal entre los judíos, para la época
de Jesucristo ser un fariseo era ser miembro de uno de los tres partidos que dominaban ala pueblo de Israel, en
aquella época se conocían a los saduceos, los esenios, y los fariseos, que eran partidos político-religiosos que
lideraban al pueblo, dentro de estos tres los más fuertes eran los fariseos y saduceos. Los fariseos se dice que
nunca llegaron a ser más de seis mil y eran hombres que habían hecho un compromiso delante de testigos de vivir
guardando la ley y las tradiciones, para los fariseos no había algo más importante que la ley, ellos creían que el
hombre era capaz de cumplir toda la ley, y para lograr esto basándose en la ley habían inventado un sin número
de tradiciones las cuales los protegían de quebrantar algún estatuto escrito en la ley de Jehová, lamentablemente
vivían un engaño pues exteriormente pretendían ser muy justos pero sus corazones no habían cambiado, eran
orgullosos, en Lucas 18.9-12 Jesucristo mismo nos muestra esto acerca de los fariseos y leemos: “A unos que
contaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres
subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de
esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun
como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.”, como vemos eran muy
orgullosos y arrogantes, también menospreciaban a los que no eran como ellos, en Juan 7.49 leemos que los
fariseos decían: “Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.”, ellos eran soberbios, menospreciaban a los
demás, confiaban en ellos mismos y no en Dios, y claramente no tenían un amor sincero hacia el prójimo,
Jesucristo mismo les reclamo esto, en Mateo 23.23 Jesucristo mismo los acusa de haberse olvidado de “la justicia,
la misericordia y la fe”, ellos se veían muy religiosos exteriormente, pero tenían un corazón hipócrita lleno de
desprecio por los demás y vacío de cualquier tipo de humildad, claro que no todos los fariseos eran así, pero
lamentablemente a pesar de que habían hombres como Pablo y Nicodemo que quizás realmente estaban
buscando a Dios, lastimosamente igual habían caído en una falsa religión creada por hombres desviados de la
verdad, y cuando estudiamos acerca de ellos algo claro es que creían en la salvación por obras, se habían olvidado
de amar a Dios con todo su corazón y tener fe en Él, y creían que por sí mismos podían ganarse la vida eterna y
para lograr esto le habían añadido a la ley cosas que nunca fueron escritas, y llegaban hasta el colmo de lo ridículo,
por ejemplo ellos sabían que en la ley decía que se debía guardar el Sabbat o sábado, pues Dios así lo había
mandado, y Dios dijo que se haga trabajo en ese día, pero la intención de Dios era que el hombre tenga un día
para descansar y dedicárselo a Dios, quizás dedicarse a orar o meditar en la palabra de Dios, compartir con la
familia, pero los fariseos habían vuelto el día de reposo en el peor día de la semana, para ellos verse muy justos
ante todos habían añadido un montón de leyes con respecto al día de reposo, por ejemplo decían que en el día
de reposo o sábado una mujer no debería verse en un espejo pues podía encontrarse una cana y si se atrevía a
arrancársela eso ellos lo consideraban como un trabajo y entonces esa mujer era una pecadora pues había
quebrantado el día de reposo, era ridículo, pero como ellos pensaban que podían ganarse el cielo por las obras
que hicieran entonces inventaron leyes que nunca fueron dadas por Dios, pero que pretendían hacerlos ver a ellos
muy justos, pues supuestamente ellos guardaban todas estas leyes, y hay incontables reglas y tradiciones que
ellos habían impuesto al pueblo, si queremos saber cómo eran los fariseos a los ojos de Jesucristo podemos leer
el capítulo 23 de Mateo que dice: “Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de
Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más
no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las
ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus
obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman
los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los
hombres los llamen: Rabí, Rabí… (vv. 1-8),…Más ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el
reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas
oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis
mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros…
(vv.13-15),… ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que
por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda
inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis
llenos de hipocresía e iniquidad. (vv. 27-28)”, esta era la verdad acerca de los fariseos, a pesar de verse tan justos
por dentro eran malos e hipócritas, y estaban enseñando a las personas una falsa religión basada en las obras
exteriores, y no en un corazón limpio y con un sincero amor hacia Dios y al prójimo, estos eran los fariseos, y este
era Nicodemo, pertenecía a este tipo de secta, y nuestro verso no solo nos dice que era un fariseo sino también
un principal entre los judíos, lo que significa es que era un líder entre los fariseos, sin lugar a dudas el que se lo
llame un principal significa que era parte del “sanedrín”, que era la corte suprema en Israel compuesta por 70
hombres, este era Nicodemo un hombre con poder, prestigio, un hombre que se creía justo, un hombre que
seguro aparentaba mucha piedad, y que era reconocido como alguien sabio, como un maestro, Jesucristo mismo
los llama así, pero este hombre por alguna razón acude a Jesucristo, quizás tenía dudas, había cosas que no
entendía y al ver las señales que había hecho Jesucristo supuso que Él podría responderle a sus preguntas, en el
verso 2 leemos: “Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.”, nuestro texto nos dice que vino a
Jesús de noche, hay dos posibilidades del porque este hombre fue a Jesucristo de noche, una es que no quería ser
visto en público con Jesucristo, quizás ya había cierta oposición de parte de los judíos contra Jesucristo, y entonces
Nicodemo no quería verse involucrado con Jesús y perder prestigio con los demás fariseos, otra de las
posibilidades de que este viniera de noche a Jesucristo es que simplemente quería conversar con Él y en la noche
era una hora en la cual podrían comunicarse mejor pues seguramente durante el día Jesucristo estaba rodeado
de personas, así que la noche era un momento más tranquilo si se quería hablar con Jesucristo. Este verso como
dije al principio también nos muestra que a pesar de que algunos judíos decían tener fe en Jesucristo su fe era
falsa, Nicodemo estaba dentro de los hombres los cuales al finalizar el capítulo 2 a pesar de que decían creer
Jesucristo no se fiaba de ellos, y el motivo por el cual Jesucristo no confiaba en que su fe verdadera lo encontramos
en este verso, pues leemos que Nicodemo le dijo: “…Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro…”,
ellos no creían que Jesucristo era el mesías, no creían que Jesucristo era el hijo de Dios, ellos solo veían a Jesucristo
como un Maestro, como un Rabí, esto demuestra que su fe no era verdadera, y no solo la fe de Nicodemo era
falsa sino de muchos hombres más, pues Nicodemo parece ser el representante otros judíos más, pues él dice
“Sabemos” (lo que representa a varios hombres judíos), eran bastantes los judíos que habían creído en Jesucristo
como un simple maestro nada más, y por las señales que habían visto que hacia habían llegado a la conclusión
que este Jesús había sido un maestro enviado por Dios , por eso leemos al final del verso dos: “…porque nadie
puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.”, esto nos lleva a entender porque Nicodemo se
acerca a Jesucristo, pues a pesar de que no había entendido realmente quien era por lo menos tenía cierta
seguridad de que venía de Dios, entonces si Nicodemo tenia preguntas o dudas, era lógico que quiera ir a un
hombre que parecía ser un maestro enviado por Dios, y es en este momento en el que Nicodemo se acerca a
Jesucristo que toda su vida cambiara, este principal de los judíos, este fariseo estaba a punto de ser confrontado
con una realidad que cambiaría toda su vida, Jesucristo no perdería el tiempo y en una simple frase destruiría todo
lo que creía y la religión que seguía Nicodemo, y no solo esto sino que Jesucristo pondría en evidencia la ignorancia
de Nicodemo y el error en el que vivia, y en el verso 3 leemos: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”, si recordamos en el capítulo 2 verso 25
nos dice que Jesucristo “no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que
había en el hombre”, y esta es la prueba de que esto era cierto, en este verso Jesucristo sabía lo que había en el
corazón de Nicodemo, Jesucristo sabía que dudas o preguntas tenia Nicodemo, así que Jesucristo responde un
pregunta que nunca se hizo, y esto es porque Jesucristo sabía lo que había en el corazón de Nicodemo, y le dijo:
“…De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”, Jesucristo
comienza diciéndole “De cierto, cierto…”, en el lenguaje original seria “amen, amen”, y esta repetición es hecha
con el objetivo de que el que este escuchando o leyendo sepa que lo que se va a decir es totalmente seguro o
verdadero, Jesucristo comienza diciendo “De cierto, de cierto te digo…” porque lo que estaba a punto de decir es
una verdad vital y que no puede ser cambiada, incluso algunas traducciones traducen esta parte como: “de cierto,
de cierto te aseguro”, y continua diciendo: “…que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”,
esta es una de las más importantes enseñanzas de la Biblia, y debo decirles una de las más olvidadas, Jesucristo
asegura que nadie que no nazca de nuevo vera el reino de Dios, lo que significa que nadie que no sea un nueva
criatura será salvo, debemos realmente analizar esta verdad pues muchos hoy creen ser cristianos porque
repitieron una oración alguna vez, o porque recibieron a Cristo en su corazón, o se creen cristianos porque van a
la Iglesia los domingos, o quizás creen que están en su camino al cielo porque hacen buenas obras, todo eso son
mentiras, muchos predicadores le dan una falsa seguridad de salvación a hombres que nunca cambiaron sus
corazones, probablemente cambiaron sus rutinas los días domingos pero siguen siendo los mismos durante la
semana, siguen teniendo los mismo deseos, siguen amando el pecado y las cosas de este mundo, simplemente se
volvieron religiosos pero no son verdaderos cristianos, demos saber esto, una vez un muchacho le pregunto a un
predicador que sabía muy poco de la Biblia pero que era muy bueno manipulando a la gente y haciendo que se
emocionen: “Pastor no estoy seguro si soy salvo”, este predicador que no se lo puede llamar pastor le pregunto:
“¿has recibido a Cristo en tu corazón?”, el muchacho le respondió: “si, ore una vez pidiéndole que entre en mi
corazón, pero no estoy seguro si soy salvo.”, entonces este predicador le respondió: “Claro que eres salvo, que
nadie te diga lo contrario Cristo vive en tu corazón”, esta son la clase de mentiras que muchos predicadores le
dicen a la gente, y los evangélicos de hoy en día aceptan esta clase de herejías por la ignorancia de las Escrituras,
la pregunta no es si recibiste alguna vez a Jesucristo en tu corazón, la pregunta es: ¿Has nacido de nuevo? ¿Eres
una nueva criatura?, pues debo decirles y esto es algo que estudiaremos en este capítulo, el momento en el que
realmente tienes Fe en Jesucristo porque entiendes quién es Él y que hizo por ti ese mismo momento tu eres una
nueva criatura, no estoy diciendo que de un momento a otro somos perfectos, sino que somos nuevos, el nuevo
nacimiento es demostrado en una persona porque todo cambia en esa persona, sus prioridades cambian, sus
anhelos cambian, sus hábitos cambian, sus valores cambian, y esa persona comienza una nueva vida, nunca mas
es la misma persona, Spurgeon una de los más grandes predicadores solía poner un ejemplo para ilustrar el cambio
que tiene alguien cuando realmente es cristiano, y parafraseando un poco él decía esto: “Imaginemos que
tenemos un cerdo en medio del salón, y en frente de este cerdo ponemos un bote lleno de basura y al mismo
tiempo un plato con la comida más fina y cara que podamos imaginar, y entonces soltamos al cerdo, obviamente
el cerdo ira corriendo hacia la basura, el cerdo se revolcara en la basura, y será muy feliz en toda la suciedad y
porquería que haya a su alrededor, pero que tal si entonces milagrosamente transformamos al cerdo en un ser
humano adulto, el momento en que este hombre se da cuenta que está comiendo basura empieza a vomitar, y
cuando se da cuenta que se estuvo revolcando en la basura y hay gente viéndolo le da vergüenza, y entonces
obviamente este hombre buscara limpiarse e ira corriendo hacia el plato de comida, quizás porque este hombre
por el tanto tiempo que había pasado siendo un cerdo alguna vez sienta la tentación de ir de nuevo a la basura,
pero les aseguro que el momento en el que ese hombre se acerca a la basura y la huele empieza a tener náuseas
y le da asco lo que antes disfrutaba cuando era solo un cerdo.”, esto ilustra el nuevo nacimiento que sucede en
un cristiano genuino, antes podía ser como el mundo y pecar deliberadamente, es más disfrutaba el pecado, como
vemos que la sociedad hace, disfrutan el alcoholismo, disfrutan la inmoralidad, la violencia, el orgullo, viven para
conseguir dinero, fama , reputación, y cosas vanas, pero el momento en que un hombre nace de nuevo todo
cambia, nunca más amara el pecado sino que luchara todos los días contra él, nuca más se olvidara de Dios por
las cosas pasajeras de este mundo sino que su amor e interés hacia Dios crecerá cada día, no estoy diciendo que
alguien que nace de nuevo es perfecto, sino que alguien que nace de nuevo comienza una nueva vida hacía la
perfección, y nunca más será un cerdo, a esto se le llama en teología “la doctrina de la regeneración”, y es algo
que encontramos repetidas veces en la Biblia, en 2 Corintios 5.17 leemos: “De modo que si alguno esta en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”, en Gálatas 6.15 leemos: “Porque
en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircunciso, sino una nueva creación.”, en Tito 3.5 también
leemos: “…nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo…”, después de haber entendido aunque
sea un poco acerca del nacer de nuevo alguno podría preguntar ¿Cómo se hace esto? ¿Cómo puedo nacer de
nuevo?, y son las mismas preguntas que Nicodemo hizo en el verso 4 de nuestro estudio leemos: “Nicodemo le
dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su
madre, y nacer?”, pero estas preguntan no nacen de la intención de realmente saber cómo nacer de nuevo, sino
más bien demuestran la imposibilidad de poder hacerlo, Nicodemo entendió de que lo que Jesucristo le estaba
diciendo que es necesario que pase en su vida para ser salvo es algo que él nunca podría hacer, algo que nos ayuda
a entender mejor esto es preguntarnos ¿Qué hicimos para nacer? ¿Acaso decidimos nacer? O ¿Planeamos nacer?,
no nadie hizo nada para nacer, el nacimiento es algo que simplemente ocurrió, ayer nacimos y nunca lo decidimos
o lo planeamos, no hay nada que podríamos haber hecho para nacer, es lo mismo en este caso, ¿Cómo podemos
nacer de nuevo? ¿Cómo podemos ser nuevas criaturas?, Nicodemo al preguntar esto a Jesucristo está aceptando
que le está pidiendo algo imposible de cumplir para un ser humano, él le dice: “¿Cómo puede un hombre nacer
siendo viejo?”, como un hombre puede volver al principio, comenzar de nuevo cuando ya es viejo, es imposible,
Con esto como ya dijimos Jesucristo está destruyendo la falsa religión que Nicodemo seguía, Nicodemo como
vimos era un fariseo que pensaba que podía ganarse el cielo por las obras, Jesucristo le dice que no hay nada que
pueda hacer para salvarse, que lo que necesita es un nuevo nacimiento, y Nicodemo entiende que esto está fuera
de sus manos, y al mismo tiempo Jesucristo lo está confrontando con lo equivocado que estaba viviendo, y las
respuestas que le dará Jesucristo le demostraran eso, lo que Jesucristo le dirá es que no hay ninguna obra que
pueda hacer para ser salvo o llegar a reino de Dios, es imposible para el hombre ser salvo, así que al que necesita
es a Dios, Jesucristo en Lucas 18.27 respondiendo la pregunta de los discípulos acerca de quién podrá ser salvo les
dijo: “Lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios.”, y es esto lo que veremos en los siguientes verso,
a las preguntas que le hace Nicodemo Jesucristo responde: “…De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es
nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla
de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu.”, Jesucristo empieza respondiendo a Nicodemo con cosas que el debió haber conocido, le dice que
es necesario nacer de agua y del Espíritu, y de nuevo que sin esto no entrara al reino de Dios, esto es a lo que se
refería Jesucristo al nacer de nuevo, nacer de agua y del Espíritu, y debemos analizar cuidadosamente esto para
entenderlo, el agua para los judíos era un símbolo de limpieza, ellos usaban agua para limpiarse las impurezas,
usaban el agua como señal de pureza, en Números 19.19 leemos: “Y el limpio rociará sobre el inmundo al tercero
y al séptimo día; y cuando lo haya purificado al día séptimo, él lavará luego sus vestidos, y a sí mismo se lavará
con agua, y será limpio a la noche.”, en Zacarías 13.1 leemos: “En aquel tiempo habrá un manantial abierto para
la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.”, al mismo
tiempo el Espíritu en el Antiguo Testamento simbolizaba renovación y pureza, en Isaías 32.14-15 leemos: “Porque
los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para
siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada; hasta que sobre nosotros sea derramado
el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.”, en
Isaías 43.3 vemos como el agua y el Espíritu simbolizaban renuevo, y leemos: “Porque yo derramaré aguas sobre
el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus
renuevos;”, debemos recordar que Jesucristo estaba hablando con un fariseo, un líder entre los fariseos y los
fariseos eran conocidos porque eran estudiosos del antiguo testamento, Nicodemo debió entender a qué se
refería Jesucristo, el que Jesucristo le hable de agua y de Espíritu era una referencia directa a pasajes conocidos
en el antiguo testamento, quizás uno de los pasajes más sobresalientes que nos habla sobre el agua y el Espíritu,
y la obra regeneradora que Dios hace en su pueblo es Ezequiel 36.24-27 que dice: “Y yo os tomaré de las naciones,
y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis
limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré
espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los
pongáis por obra.”, el agua y el Espíritu representaban cual es la obra regeneradora que Dios hace en el hombre,
Dios lo limpia de sus pecados, y le da de su Espíritu para capacitarlo para vivir de una forma agradable a Él, eso es
nacer de nuevo, Nicodemo debió haber entendido esto cuando Jesucristo le dio el ejemplo del agua y del Espíritu,
pero por si no fue así Jesucristo continua explicándole de que se trata este nuevo nacimiento y lo segundo que
encontramos es que no es un nacimiento físico sino Espiritual por eso leemos en el verso 6: “…Lo que es nacido
de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”, algo que nos enseña a entender este verso es
que el nuevo nacimiento es un nacimiento espiritual y que también es una obra de Espíritu no del hombre, el
Espíritu de Dios es el que hace el trabajo, el Espíritu de Dios es el que obra en la vida de ciertos individuos y los
hace nuevos los cambia, les da vida, una nueva vida, y esto es algo que ya vimos en el capítulo 1 de Juan versos
12 y 13 leemos: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios.”, el Espíritu de Dios mismo es el que obra y engendra a los que son llamados hijos de Dios, para afirmar esto
y muestra la soberanía de Dios en el nuevo nacimiento Jesucristo continua diciéndole a Nicodemo en los versos 7
y 8: “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su
sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.”, no es difícil
imaginar lo perplejo o sorprendido que debió haber estado Nicodemo, este hombre había vivido una vida
pensando que podía ganarse su salvación por las obras que el hiciera y se acaba de enterar que no es salvo por
ninguna obra suya, sino solamente por una obra que Dios debe hacer en su vida, entonces Jesucristo le dice que
no se sorprenda, que no se maraville, y de nuevo le explicara cómo es esto del nacer de nuevo, y le dice que es
como el viento que sopla a donde quiere, podemos sentirlo, escucharlo, pero no lo controlamos, y es así como es
todo aquel que es nacido del Espíritu, el Espíritu obra soberanamente, nadie lo controla, el hace según su voluntad,
pero podemos percibirlo, podemos darnos cuenta cuando obra, debo decirles el nacer de nuevo es algo Espiritual
pero que podemos ver con nuestros ojos, cuando el Espíritu obra en una persona vemos como la cambia, la hace
una nueva criatura, en la historia del cristianismos hay miles de miles de historias acerca de esto, de cómo
personas totalmente ateas, totalmente pecadoras, totalmente apartadas de Dios, de un momento a otro son
nuevas, de un momento a otro dejan todo y viven y mueren por Cristo, miles de miles de historias, y debo decirles
cada cristiano verdadero es una de estas historias, si somos realmente cristianos deberíamos entender esto, de
cómo Dios nos transforma, y si no es así no somos cristianos, y Jesucristo es muy claro al decir que el que no nace
de nuevo no vera el reino de Dios, no importa cuánto vengas a la Iglesia, cuan religioso te veas, cuantas buenas
obras hagas, si no has sido hecho una nueva persona por el poder de Dios en tu vida estas en el camino hacia la
muerte eterna, el nacer de nuevo es un tema de vida o muerte, Nicodemo debió haber entendido eso, por eso
luego vuelve a preguntar en el verso 9: “Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?”, y Jesucristo
le responde: “Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?”, basándome en este texto debo decir
que si hay algo que caracteriza a las falsas religiones es que ignoran las escrituras, satanás sabe muy bien que por
falta de conocimiento perece el pueblo (Oseas 4.6), Jesucristo expone la ignorancia de este hombre que
supuestamente era un líder en Israel, pero que no tenía idea de cómo llegar a la salvación. Una gran historia con
grandes enseñanzas es la de Nicodemo, Jesucristo lo confronta con la soberanía de Dios en la salvación y la
incapacidad del hombre de salvarse a sí mismo sin importar cuantas obras haga o leyes crea cumplir, el hombre
necesita nacer de nuevo. Una pregunta alguna vez surgió cuando un hombre muy insensato fue confrontado con
la soberanía de Dios en la salvación, este hombre pregunto: ¿Si Dios es el que salva entonces para que
predicamos? ¿Por qué nos molestamos en trabajar en la Iglesia si al final Dios es el que hace todo el trabajo?,
preguntas muy tontas que provenían de un hombre muy ignorante de las escrituras, pero es necesario
responderlas, Dios es soberano y el único que puede obrar milagrosamente en las vida de los hombres para que
estos sean salvos, Dios es el que los hace nacer de nuevo, les da una nueva vida, los cambia por completo, pero
todo esto lo hace a través de la predicación del evangelio, por esto en Santiago 1.19 leemos: “El, de su voluntad,
nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” Es por esto que Pablo en
Romanos 1.16 dice que: “el evangelio es poder de Dios para salvación…”, Dios actúa, Dios obra sobrenaturalmente
a través de la predicación de su palabra, y en nuestro estudio el día de hoy en la vida de Nicodemo veremos esto,
la conversación de Jesucristo con Nicodemo por lo menos se extiende hasta el verso 15 o incluso hasta el verso
21, y esta conversación con Jesucristo cambia completamente la vida de este hombre que no sabía cómo llegar al
reino de los cielos, a través de la palabra predicada por Jesucristo a Nicodemo algo pasa en la vida de este hombre,
si vamos al capítulo 7 versos 50 al 52 vemos como Nicodemo a pesar de ser un fariseo y sabiendo que los fariseos
estaban en contra de Jesucristo al grado que querían matarlo, Nicodemo defiende a Jesucristo y leemos: “Les dijo
Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no
le oye, y sabe lo que ha hecho? Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea
nunca se ha levantado profeta. Cada uno se fue a su casa;”, los fariseos habían mandado alguaciles para detener
a Jesucristo, y al ver que no lo habían hecho estaban muy enojados, y a pesar de ese enojo de los líderes judíos
Nicodemo siendo uno de ellos, se levanta y defiende a Jesucristo, esto pudo haberle costado ser expulsado del
templo y del partido fariseo pero aun así lo hace, y recibe la burla de ellos pues le dice “¿eres tú también Galileo?”,
sin importar este incidente vemos que Nicodemo si tuvo un cambio trascendental en su vida, al final del evangelio
de Juan este personaje vuelve a aparecer y es en la sepultura de Jesucristo, en Juan 19.38-39 leemos: “Después
de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a
Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de
Jesús. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y
de áloes, como cien libras.”, después de que los fariseos habían matado a Jesucristo Nicodemo arriesga su propia
vida y busca darle a Jesús una sepultura digna, esto lo hubiera que lo vean como un discípulo de Jesucristo y por
tal motivo perder toda la posición y la vida que tenía con el partido de los fariseos, pero no le importo incluso
quizás fue más valiente que los demás discípulos que no aparecen hasta después de que Jesucristo es sepultado,
en el libro de los mártires de los mártires de John Fox encontramos un Nicodemo que se dice que fue asesinado
por causa del cristianismo alrededor del año 80 d.C. no podemos estar seguros si se trataba del mismo Nicodemo,
pero la tradición de la Historia de la iglesia del primer siglo cuenta que este Nicodemo perdió todo por seguir a
Cristo, fue expulsado del templo y al final asesinado como un verdadero cristiano, y con esto vemos el poder del
evangelio, como Dios actúa sobrenaturalmente en hombres como Nicodemo, simplemente tuvo una conversación
con Jesucristo en la cual escucho que es el evangelio y fue suficiente para cambiar su vida para siempre.
Historias como esta siguen aconteciendo todos los días en el mundo en el que vivimos, Dios sigue regenerando a
hombres perdidos y pecadores a través de la predicación de la palabra de Dios, y debemos saber que el nacer de
nuevo no es algo negociable, y es una marca que demuestra una verdadera fe, siempre recordemos las palabras
de Jesucristo cuando dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino
de Dios.”

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