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INTRODUCCIÓN
sociedad. El sexo, la comida, el ejercicio, las compras, entre otras actividades consideradas
normales y rutinarias, se han convertido en las principales causas de preocupación para las
personas que se consideran "adictas" a algunas de ellas, pero actualmente ha surgido una nueva
adicción, la más significativa en el siglo XXI, y es la adicción a las nuevas tecnologías y/o
smartphones, y de este problema surge una pregunta: ¿De qué manera afecta la adicción o uso
excesivo de las nuevas tecnologías y/o smartphones en el desarrollo psicológico y social de las
nuevas generaciones?. El objetivo de este trabajo será indagar en la temática de las nuevas
Para los psicólogos y psiquiatras, los cambios sociales en las últimas décadas y el avance
mismo de la medicina ayudan a explicar el fenómeno. Viviríamos en una nueva era en la que lo
creciente interés de los terapeutas, la industria farmacéutica, la sociedad e incluso los gobiernos.
"Adicción" es una palabra generalmente evitada por los expertos por su connotación moral
negativa. Prefieren el término "adicción" cuando se trata de drogas y "compulsión" para designar
El problema no está en querer realizar alguna actividad placentera, sino en vivir casi
exclusivamente para ello. En este caso, como explican los expertos, un impulso particular se
superpone con todas las demás actividades que la persona puede, o incluso quiere, realizar.
DESARROLLO
Los mecanismos cerebrales que determinan la adicción a las drogas y las compulsiones
conductuales son muy similares. Méndez y Romero et al. (2017) afirman que: “El placer se
produce porque disponemos de un sistema cerebral que nos permite experimentarlo” (p. 8).
Este aumento es una consecuencia de las nuevas demandas de la llamada sociedad posmoderna.
Esta sociedad exige más desempeño de las personas en todas las áreas, pero no siempre están
preparadas para responder a tal demanda. Una profusión de estímulos, generalmente en forma de
menudo tienen dificultades para inventarlas. Nos sentimos poseídos por una emoción que no
Cada individuo siempre debe buscar el mayor rendimiento. Los que no pueden hacer frente a la
como para tener un impacto en la vida del paciente individual. El abuso está en camino a la
adicción y, por lo tanto, además de ser considerado relevante desde un punto de vista clínico, ya
debería merecer tratamiento. Las adicciones aparecen desde el punto de vista psicológico como
un conflicto, una lucha en el interior del individuo entre un impulso de consumir y un control
(Silva, 2001).
Internet, por ejemplo, constituye una tecnología que ha impactado especialmente a las
personas jóvenes y les ha proporcionado muchos beneficios. Pero hay quien llega a estar
obsesionado con las redes sociales, los chats, y se muestra incapaz de controlar su uso
poniendo en peligro sus estudios y sus relaciones sociales (Moll y Odriozola, 2014, p. 3).
Las plataformas digitales sin duda son las nuevas adicciones del siglo XXI que están haciendo
que las personas sean más propensas a la compulsión de los medios virtuales. La preocupación
algunos de los síntomas que presentan los dependientes de las nuevas tecnologías. Esta adicción
profesional y académica. No cabe duda que esta compulsión es el nuevo trastorno psiquiátrico
del siglo XXI. La mayoría de las personas no pueden vivir sin el teléfono, sienten la necesidad de
estar conectados las 24 horas del día. Esta patología relativamente nueva lleva a las personas a la
internet. Las encuestas y consultas sobre adictos a internet han demostrado que la adicción está
relacionada principalmente con condiciones predisponentes como el déficit de atención y el
Las personas usan los dispositivos incluso para trabajar o estudiar, solo están desconectados
cuando duermen, dejan de salir con amistades y pasan más tiempo en línea, la falta de vida social
y familiar lleva a las personas a refugiarse en el mundo de las conexiones virtuales. Este
aislamiento tiene graves consecuencias para la vida personal, social, profesional y académica.
Por ejemplo, el abuso de internet en el entorno corporativo puede conducir a la limitación del
no pueden realizar funciones como estudiar o hacer un trabajo sin estar vinculadas a algún tipo
de tecnología o Internet, lo cual, si bien puede ayudar, también puede perjudicar en gran manera,
como un arma de doble filo. Los adictos a los medios digitales tienen una abstinencia similar a la
de los adictos a las drogas, el comportamiento agresivo o la depresión son signos de adicción.
Los expertos recomiendan que en tales casos las personas busquen ayuda psicoterapéutica.
La tendencia del uso de teléfonos inteligentes va en aumento, ya que son una herramienta de
comunicación moderna y transportable que está al alcance de todos, más allá de la edad o el
estado socioeconómico, implica reflexiones sobre las funciones sociales y psicológicas que
realiza el teléfono móvil. Inicialmente era una herramienta esencial, al alcance de unos pocos,
necesidad de estar cerca, superando los límites del espacio y el tiempo, cambiando las relaciones
cotidianas.
Si por un lado el teléfono móvil puede amortiguar el contacto emocional directo al encontrar
inseguridad; Por otro lado, podría convertirse en la única forma de relacionarse con los demás,
manteniendo una distancia irreal. De hecho, una amistad nacida y sostenida con el teléfono móvil
no tiene el sabor de una relación: falta la parte emocional que se construye solo en la relación, lo
La adicción a las redes sociales, las aplicaciones de citas, los mensajes de texto y los juegos
en línea pueden extenderse hasta el punto en que los amigos virtuales en línea se vuelven más
importantes que las relaciones de la vida real. Si bien internet puede ser un gran lugar para
conocer gente nueva, reconectarse con viejos amigos o incluso comenzar relaciones románticas,
las relaciones en línea no son un sustituto saludable de las interacciones de la vida real. Las
amistades en línea pueden ser atractivas, ya que tienden a existir en una burbuja, no están sujetas
a las mismas demandas o tensiones que las relaciones desordenadas del mundo real. El uso
Si prestamos atención a las consideraciones del smartphone como adicción, encontramos que
Goswami y Singh (2016) resumieron en siete los criterios para delimitar la dependencia y
adicción: Tolerancia, abstinencia, uso inespecífico, dificultad de control, tiempo excesivo de uso,
interferencia con otras actividades y uso continuado. Roos (2001) señaló también tres
aun disponiendo de una línea fija y problemas económicos y sociales derivados de su uso
excesivo. Chóliz (2010) ha señalado igualmente tres características: Abstinencia, falta de control
las nuevas tecnologías y/o smartphones, así mismo se ha podido analizar en diferentes maneras,
incluyendo sus efectos perjudiciales. Se puede concluir que esto es actualmente objeto de
controversia. La parte más aterradora de la adicción a los teléfonos inteligentes es que puede
afectar nuestra salud física y mental, nuestras relaciones y nuestra productividad. Esto se debe a
que, al igual que las adicciones a las drogas o al juego, los teléfonos inteligentes brindan un
escape de la realidad.
efecto instantáneo cada vez que nuestra pantalla se ilumina con una nueva notificación. Todo es
gracias a la dopamina, la sustancia química para sentirse bien que se libera cada vez que haces
algo que disfrutas, como comer tu comida favorita u obtener cientos de me gusta en tu última
publicación de Instagram. La dopamina refuerza y motiva el comportamiento que nos hace sentir
Los teléfonos celulares solían ser solo herramientas de comunicación. Ahora, son GPS,
cámaras, consolas de juegos, cine en casa, y la lista continúa. Recurrimos a nuestros dispositivos
para todo: desde comprar entradas para el cine o leer las noticias hasta presentar nuestras tareas o
comprar cosas en otros países. No solo usamos nuestros teléfonos inteligentes para todo, sino que
confiamos en ellos.
Los humanos somos, por naturaleza, propensos a la distracción. Con los teléfonos
reconocer que nuestros dispositivos pueden afectar negativamente nuestras vidas, y tenemos que
hacer un cambio.
BIBLIOGRAFÍA
373–374.
Goswami, V., & Singh D. R. (2016). Impacto de la adicción a los teléfonos móviles en la
Méndez, D. M., Romero, B. M., Cortés, M. J., Ruíz, A. E., & Prospero, G. O. (2017).
Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/facmed/un-2017/un171b.pdf
Moll, A. R., & Odriozola, E. E. (2014). Adicción a las redes sociales y nuevas
Finlandia.