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Complejidad funcional
La mano es un órgano de la praxis, de la acción en el mundo
exterior, así como un órgano de expresión y comunicación
y un órgano sensorial, de la gnosis, del conocimiento objeti-
vo. Ninguna de estas funciones puede ser ni ignorada ni
reducida a sus meros elementos analíticos. La rehabilitación
debe ser rápidamente global y funcional. La mecanoterapia
analítica no es en este caso más que una ergoterapia caren-
te de interés. Debe buscarse de inmediato la realización del
gesto, que conlleva un proyecto de expresión en el que se
asocian gnosis y praxis. Es la función propia de la ergotera-
1 Zonas flexibles de la mano: 1ª columna del pulgar, 2ª y 3ª colum- pia, pero sólo se emplea en algunos centros y a veces mal,
nas digitales a partir de la metacarpofalángica, 4º y 5º radios digi-
cuando debería ser, al contrario, un elemento esencial, no
tales. Zonas estables: carpo, 2º y 3º metacarpianos.
sólo de la rehabilitación, sino también de una reorientación
profesional precoz bien entendida, cuyo interés humano y
económico es tan evidente que lo único que queda por
hacer es deplorar su insuficiencia actual.
Las hiperplasias se tratan y la sensibilidad se rehabilita.
Mano cortical
La mano cortical ocupa, en las áreas tanto motora como
sensitiva, una parte muy importante de la corteza del cere-
bro humano.
La influencia que han tenido las relaciones entre la mano dis-
tal y la mano cortical en la evolución del hombre, es conside-
rable. ¿Procede acaso la inteligencia humana de la mano
(Broca), y tanto de la praxis como de la experiencia táctil? O,
por el contrario, ¿acaso la mano, «obra maestra de no-espe-
cialización» (Thieffry), es lo que es gracias, únicamente, al
2 La falange distal describe en el enrollamiento del dedo un ángulo desarrollo de la corteza, al enriquecimiento de la misma por
superior a 180°. la experiencia, con lo cual no sería sino «el fruto del trabajo»
(Engels)? En la práctica, la corriente puede circular en ambos
sentidos. La alteración de la morfología o de la función de
una mano implica, más que en el caso de cualquier otra región,
consecuencias psicológicas muy graves, ya sean conscientes o
ignoradas, que el rehabilitador deberá tener siempre presen-
tes. La repercusión psicológica no guarda a veces relación con
la importancia real de la pérdida de función, social o laboral,
mientras que, a la inversa, en el caso de los niños, por ejem-
plo, el desarrollo casi ilimitado de suplencias permite en oca-
siones, conseguir una función eficaz, a pesar de la existencia
de una discapacidad analítica considerable.
La importancia de la zona cortical a la que llegan los impul-
sos nerviosos procedentes de la mano, explica quizá la faci-
lidad de aparición y la violencia del síndrome algodistrófico
3 Los problemas mecánicos que afectan a los tendones extensores del miembro superior. Cualquier estimulación nociva,
y los tendones flexores son muy diferentes. En el primer caso, se incluso mínima, podría entonces causar una verdadera tor-
trata de una estabilización lateral en una zona que tiende a hacer- menta de impulsos aferentes en algunos centros, ya más o
se convexa; en el segundo caso, se trata de mantener la conca- menos desestabilizados desde el punto de vista psíquico.
vidad por medio de «poleas».
El enfoque previo a un tratamiento de la mano o a una sim-
ple exploración de la mano, es quizá el momento más
causa traumática, degenerativa o neurológica. Las deforma- importante, ya que condiciona el éxito posterior. Es tam-
ciones, que al principio pueden reducirse fácilmente, se bién, sin duda, un momento del que se prescinde con
vuelven rápidamente irreductibles por efecto de las retrac- demasiada frecuencia, por falta de tiempo, de disponibili-
ciones y las adherencias. Pero la mayor amenaza es el riesgo dad o incluso por ignorancia. Es preciso «familiarizarse»
de rigidez, ya sea por lesión articular, tendinosa, aponeuró- con la mano del paciente (M. Mansat), para lo cual el con-
tica o cutánea. La necesidad de aplicar tensiones mínimas, tacto de la mano del terapeuta desempeña un papel esen-
pero durante tiempos prolongados, único medio para cial. La rehabilitación de la mano es un trabajo manual y
actuar contra la rigidez, corregir una deformidad o resta- personal, y el contacto, el gesto que apacigua, relaja, ayuda
blecer un equilibrio de fuerza, ha conllevado a desarrollar y da confianza, es insustituible.
diversos tipos de aparatos ortésicos de tratamiento, conside- Pero es preciso conocer bien los límites, a veces muy estre-
rados, hoy en día, como necesarios para combatir la rigidez. chos. El dolor, incluso aunque el paciente lo acepte y lo
Es importante señalar que la complejidad de las posibles desee para hacer progresos rápidos, debe proscribirse abso-
lesiones de la mano, y su repercusión recíproca, requieren lutamente. De hecho, en ello radica una de las «claves» del
una valoración analítica muy exacta antes de plantearse éxito. Por otra parte, los analgésicos físicos o químicos no
cualquier pauta terapéutica. El examen cuidadoso de la deben, de ningún modo, «cubrir» una rehabilitación brutal.
mano es primordial, tanto antes de cualquier intento de Conseguir que un paciente valore sus posibilidades, supri-
rehabilitación como en el transcurso de la misma. mir inhibiciones por aprensión y mostrarle los progresos
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6 y 7 El work simulator permite reproducir movimientos casi profesionales, con resistencia regulada y registro del esfuerzo.
Permite realizar pruebas muy interesantes con vistas a la reorientación profesional (The Union Memorial Hospital, Baltimore).
en las que se pretende que el paciente tome consciencia de lometría, por lo que se convierte en el elemento esencial,
sus nuevas posibilidades. junto con el cubo de arena.
Las corrientes antálgicas y antiinflamatorias también están
indicadas en estos casos. La aplicación se efectúa o bien Ortesis
entre dos electrodos, en el caso de la muñeca o el conjunto Bajo el término de ortesis se incluyen diversas estructuras
del metacarpo, o bien a través de un tapón, que permite que tienen acciones mecánicas e indicaciones muy variadas:
localizar mejor el electrodo activo. Las corrientes derivadas inmovilizar total o parcialmente una mano inflamada o
de la sinusoidal rectificada o modulada, de tipo diadinámi- traumatizada; limitar la movilidad de una articulación
co, son las más útiles, junto con las ionizaciones. mediante un tope para proteger una sutura o una estructu-
La aplicación de ultrasonidos en la mano requiere un aparato ra lesionada o para suplir una inestabilidad articular; con-
con cono reductor o con proyector sumergible. Se utiliza servar o restablecer una orientación o relaciones anatómi-
sólo como adyuvante, por sus propiedades sobre la cicatri- cas amenazadas por un desequilibrio musculotendinoso o
zación. por alteraciones de las superficies articulares, o por último,
La rehabilitación en medios fluidos es importante en el caso de ejercer una tensión constante, prolongada, que es el medio
la mano, debido a la relación superficie cutánea/volumen y más eficaz para luchar contra la rigidez.
a la rica inervación de aquélla. Estos aparatos, tienen en común el hecho de estar diseña-
Algunos maniluvios permiten realizar masajes por «remoli- dos y realizados para casos muy concretos, que deberán evo-
nos» de aire y agua. Añadiendo una dosis de betadine, cabe lucionar tan rápida y completamente como sea necesario.
la posibilidad de utilizar precozmente este método durante La ortesis será tratada en todos los capítulos dedicados a la
la cicatrización. rehabilitación de la mano; es un método de tratamiento
La arena «fluidificada» por chorro de aire caliente puede perfectamente codificado en la actualidad. Se distinguen
asimilarse a las técnicas de «desensibilización» utilizadas en clásicamente dos grandes tipos de ortesis, la indeformable
el tratamiento de las hiperestesias. Los cubos llenos de boli- o estática, y la deformable elástica o dinámica. Las cualida-
tas de poliestireno expandido, trigo o avena determinan des necesarias de una ortesis son, en primer lugar, la corres-
una estimulación cutánea de intensidad progresiva, a la que pondencia entre la acción mecánica práctica y la acción teó-
deberá habituarse el paciente hasta que esté en condiciones rica deseada en cada caso concreto, en segundo lugar, la
de reconocer un objeto colocado en el interior de dichos comodidad de uso (ligereza, buena adaptación, cierta pre-
cubos. El efecto de masaje y resistencia al movimiento se sencia estética), y finalmente, las posibilidades de su evolu-
acentúa de manera proporcionalmente inversa a la granu- ción y su precio de coste.
Rigidez: etiopatogenia y prevención dedos, perturbando no sólo las prensiones de fuerza sino
también las pinzas finas.
La conservación o la restauración de la movilidad de las
Etiopatogenia de la rigidez
articulaciones digitales constituye uno de los problemas
más frecuentes y más difíciles de solucionar de la patología Las articulaciones digitales presentan un ajuste muy estre-
de la mano. cho y escasa tolerancia: como en cualquier otro mecanismo
Los traumatismos, incluso mínimos, a veces en puntos dis- de precisión, la más mínima lesión de un elemento articu-
tantes, y la simple inmovilización en una posición inade- lar o periarticular determina una limitación de la movili-
cuada pueden acabar provocando rigideces, frecuentemen- dad. Las lesiones articulares quedan fuera de toda posibili-
te definitivas, de las articulaciones digitales. El dedo rígido dad de acción; no obstante, las modificaciones postraumá-
no sólo es incapaz de cumplir su función, sino que se con- ticas del tejido conjuntivo periarticular pueden tratarse
vierte además en un obstáculo para la función de los demás favorablemente con las técnicas de rehabilitación.
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Prevención
Problema del dolor
En materia de rehabilitación, el dolor representa a la vez
uno de los agentes de fibrosis más temibles, por las reaccio-
nes de tipo algodistrófico que provoca, y uno de los mejores
«timbres de alarma», razones por las cuales debe ser respe-
tado. El mejor tratamiento del dolor es no provocarlo, prin-
cipio que no está de más recordar y repetir, ya que una reha-
bilitación dolorosa es, en el caso de la mano, una mala reha-
bilitación, por lo que sería preferible abstenerse. Sin embar-
2 Cubos llenos de arroz, bolitas de poliestireno, pedazos de cuer-
go, existen casos en los que el umbral doloroso parece estar da, utilizados para la «desensibilización» (Hand Center, Filadelfia).
anormalmente rebajado a nivel de ciertas estructuras, en las
que persiste un dolor espontáneo molesto. En tal supuesto,
la etiología del dolor debe estudiarse muy minuciosamente.
La vascularización parece desempeñar una función impor-
tante en la disminución del umbral del dolor, de ahí el inte-
rés de las técnicas de calentamiento suave y progresivo de la
mano (baños calientes, primero de agua, luego de cera o de
fango) y de los masajes circulatorios, que completan el efec-
to tranquilizador y sedante del contacto manual. Se trata de
masajes basados en una presión firme y constante, de masa-
jes expresivos, con vibraciones puntuales en los ligamentos
laterales sensibles.
En los casos de hiperestesia cutánea, el procedimiento de
desensibilización está hoy en día perfectamente protocoliza-
do. Se basa en frotamientos, que se van haciendo progresi-
vamente más fuertes, utilizando tejidos del tipo del algodón
o el fieltro, en baños en cubos llenos de avena, trigo o gar- 3 String wrapping (Hand Center, Filadelfia).
banzos, o también de arena «fluidificada y proyectada por
chorro de aire caliente» (Jobst) (fig. 2).
Rara vez podrá recurrirse al uso de fármacos analgésicos o infil- Inmovilización
traciones locales anestésicas. La electroterapia de baja frecuen- Luchar contra la inmovilización significa, por supuesto, evi-
cia antálgica puede ser interesante aplicándola local o longitu- tarla siempre que no sea necesaria y reducirla al mínimo
dinalmente en el trayecto nervioso (neuroestimulador). compatible con la estabilidad deseada. En la práctica, la
conducta indicada ante un traumatismo menor de urgencia
Edema parece reducirse a un interrogante, una alternativa: ¿movi-
La acción preventiva del drenaje postural y de los vendajes lizar o inmovilizar?
compresivos pueden completarse con masajes manuales, el
string wrapping (fig. 3) e incluso con la expresoterapia. Los
baños o duchas alternando agua fría y caliente parecen dar
buenos resultados. En cuanto a la quimioterapia, los facto- Traumatologia reciente, movilización
res de difusión parecen presentar escaso interés, aunque y/o inmovilización
algunos antiinflamatorios podrían a veces actuar favorable-
mente. Los errores más graves en traumatología de urgencia se
El edema, o la amenaza de edema, contraindica las aplica- cometen sin lugar a dudas, en la mano y los dedos. El estu-
ciones de calor, que nunca deberán ser ni demasiado im- dio de las lesiones, que no es el objeto del presente capítu-
portantes, ni excesivamente prolongadas. lo, es desde luego difícil en el terreno. Requiere un conoci-
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miento excelente de la exploración clínica y debe comple- mica de la cara dorsal de la falange distal durante la hiper-
tarse, en la mayoría de los casos, con un estudio radiográfi- extensión (fig. 4).
co minucioso. Ahora bien, al margen de los errores de diag-
nóstico (desconocimiento de una fractura del carpo, una Lesiones de la interfalángica proximal
rotura distal de un tendón extensor o una lesión de la placa El tipo de inmovilización más frecuente es el que utiliza
palmar), los errores de inmovilización o rehabilitación son férulas de duraluminio forradas de gomaespuma y moldea-
los que pueden tener consecuencias más graves. das a mano. Sin embargo, los materiales termomoldeables
¿Movilización o inmovilización? a baja temperatura, permiten realizar férulas en canal casi
La movilización implica el riesgo de provocar dolor e infla- cerradas, que presentan la ventaja de prescindir de toda
mación, de crear o alimentar un síndrome algodistrófico. fijación externa (fig. 5).
La inmovilización favorece directamente la rigidez, en un En lo relativo a la posición, la extensión es completa cuan-
contexto local inflamatorio. do sólo hay una lesión del sistema ligamentoso lateral. En
El objetivo del tratamiento se presenta como un desafío. caso de lesión de la placa palmar, por ejemplo como conse-
Por una parte, inmovilizar lo suficiente como para dismi- cuencia de una hiperextensión, ya se indicó anteriormente
nuir las reacciones dolorosas e inflamatorias, para proteger que la inmovilización debía realizarse en flexión de unos
un elemento anatómico lesionado reduciendo la amplitud 30°. Podría también limitarse a reducir la amplitud, impi-
o el grado de libertad de una articulación; por otra parte, diendo simplemente los citados 30° de extensión (fig. 6).
no inmovilizar innecesariamente ni en extensión, ni en cali- Estas inmovilizaciones se completan, en la mayoría de los
dad, ni en duración. Hay que limitar la inmovilización al casos, con un vendaje elástico en ocho, simple o doble, rea-
segmento correspondiente y saber que una limitación de la lizando la sindactilización del dedo lesionado con un dedo
amplitud resulta, en ocasiones, suficiente para proteger una vecino sano (fig. 7).
lesión sin necesidad de recurrir a una verdadera inmovili-
zación. Se debería reducir al mínimo la duración de la Lesiones de las metacarpofalángicas
inmovilización y saber interrumpirla en caso necesario con Se trata de lesiones de hiperextensión relativamente poco
movilizaciones suaves y prudentes. frecuentes, que afectan sobre todo a los dedos índice y
En realidad, las condiciones de la inmovilización son meñique, y que no deben nunca inmovilizarse en exten-
mucho más importantes que el principio en el que se basa. sión. Un vendaje metacarpiano moldeado permite obtener
Las posiciones de una inmovilización dependen tanto de una inmovilización más o menos selectiva (fig. 8).
los factores lesionales como de los factores anatómicos, que
son a veces contradictorios. Las condiciones de inmoviliza- Lesiones del pulgar
ción son siempre importantes y la mayoría de los fracasos se La inmovilización de la trapeciometacarpiana requiere la
deben al hecho de no haberlas cumplido. utilización de ortesis que fijen la base de la muñeca. La posi-
Las metacarpofalángicas están relajadas cuando las prime- ción debe ser claramente en abducción-oposición. Una
ras falanges se encuentran en extensión. Esta situación, que férula de comisura, en silla de montar, es muchas veces útil
se debe a la forma de leva de las estructuras óseas y también posteriormente, para prevenir la rigidez en aducción. La
al descentrado de los ligamentos laterales, implica un ries- inmovilización de la metacarpofalángica puede dejar la
go de rigidez rápida en caso de inmovilización en exten- muñeca libre y permitir movimientos de oposición (fig. 9).
sión. Así, la inmovilización de las metacarpofalángicas debe
realizarse siempre en flexión de más de 60°. Rigidez constituida: función y límites
La protección de la placa palmar de la interfalángica proxi- de la rehabilitación
mal requiere, en caso de lesión de este elemento, una inmo-
vilización en flexión ligera, del orden de 30°, mientras que En la práctica, en presencia de un dedo en gancho o un
la posición normal de inmovilización de las interfalángicas «índice acusador», es difícil a veces determinar si la rigidez
está en extensión casi completa, para proteger el sistema es reducible o ya inveterada. Para resolver el problema del
extensor. tratamiento, se requiere la colaboración del paciente, del
Se habla a veces de una posición denominada funcional, cirujano y del rehabilitador (fig. 10). La fisioterapia puede
que no se trata de una posición de inmovilización, ni tam- así aplicarse en contextos diferentes, que van desde el tra-
poco terapéutica, sino de una posición de «mal menor», tamiento de prueba, hasta el tratamiento postoperatorio,
cuando son inevitables la rigidez o la artrodesis. En cual- donde se junta con la prevención.
quier caso, y sobre todo a la altura de la muñeca, esta posi- Existen tres técnicas aplicables.
ción deberá definirse en función de las necesidades del
paciente (una flexión ligera de la muñeca favorece las acti- Masaje y movilización pasiva
vidades orientadas hacia uno mismo, una extensión ligera Los trabajos de J. Madden, por un lado, y los de P. Weeks y
favorece el contacto con el mundo exterior). Ch. Wray, por otro, han demostrado que el tejido cicatrizal,
elemento esencial en la génesis de la rigidez, es moldeable
Lesiones de la interfalángica distal y mecanizable durante varios meses, y que una puesta en
Las lesiones de la interfalángica distal afectan sobre todo al tensión suave y constante constituye el mejor medio para
sistema extensor y se manifiestan por el cuadro clínico del modificar su estructura. Esta acción principal alcanza su
dedo en martillo (o en mazo). La inmovilización terapéuti- máxima eficacia con la ortesis, ya que antes y durante su uti-
ca, en los casos en que estuviera razonablemente indicada, lización, se habrán practicado diversas maniobras destina-
se realiza mediante una ortesis moldeada, denominada en das a facilitar la flexibilización de la mano, completadas con
teja o canalón, similar a la teja canal languedociana, o ejercicios activos gestuales.
mediante una ortesis en esquí, cuya cara dorsal, ligeramen- Al margen de su función circulatoria y de su acción antiál-
te realzada, determina en el momento de la fijación una dis- gica, aparte de su inmenso efecto psicoterapéutico relajan-
creta hiperextensión de la falange distal, que favorece la te y tranquilizador, la mano que da el masaje permite redu-
reparación del aparato extensor. cir contracturas y espasmos, y hace penetrar agentes hidra-
El «dedo de Stack» es una férula moldeada con un orificio tantes o antiinflamatorios por vía percutánea. El masaje,
en su parte dorsal, que permite controlar la palidez isqué- que comienza por un baño caliente acompaña al paciente,
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7 Sindactilización.
6 Ortesis de protección para limitar la extensión de una interfalán- pasado por alto, porque las consecuencias, edema y dolor
gica proximal.
amplificados, dejarían claro que «los tejidos no son sensi-
bles al entusiasmo sino al estrés» (M. Mansat).
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siendo el límite teórico la presión ejercida en las zonas de
RIGIDECES CONSTITUIDAS apoyo, que no deberá sobrepasar a la presión de los vasos
capilares subyacentes.
El tratamiento ortésico no tiene como objeto desgarrar los
REHABILITACIÓN CIRUGÍA tejidos, sino inducir un modelado, una mecanización favo-
rable del colágeno, para lo cual lo más indicado es una ten-
sión mínima y mantenida durante períodos de 10 a 60
RESULTADO INSUFICIENTE minutos, de 4 a 6 veces diarias.
En la práctica, es suficiente una tensión del orden de 1 new-
ton o 1 newton y medio. Deberán tenerse en cuenta, por
BUEN RESULTADO EVALUACIÓN
supuesto, las variaciones derivadas de las deformaciones de
la ortesis en función de los movimientos activos o del des-
plazamiento del límite de rigidez. Por eso son necesarios no
10 En presencia de una rigidez, existen tres opciones: operar, reha- sólo la calibración de las estructuras y los materiales elásti-
bilitar, evaluar. Según J. Delprat y M. Mansat, «Rehabilitación de
cos, sino también las curvas de la tensión ejercida en fun-
las rigideces postraumáticas de los dedos largos» (J. Réadapt.
Méd., 1981, 1, nº 1, 5-16, Masson 1981). ción de la deformidad. «La época del diseño de la ortesis ya
está superada; debe hablarse ahora de fuerza» (P. Brand).
Respecto al efecto de esta tensión en los tejidos, Paul Weeks
estudió la acción de una tensión continua aplicada en dife-
rentes estructuras de un tendón. La curva respuesta alarga-
miento/tiempo obtenida pone de manifiesto que se alcanza
muy rápidamente un alargamiento mínimo, seguido de una
meseta hasta el umbral de rotura. Los ligamentos colaterales
sometidos a una tensión continua se alargan con mucha
rapidez hasta alcanzar su valor funcional: «Así, el efecto de
carga provocado por la ortesis actúa sólo sobre el tejido cica-
trizal y, cuando se obtienen modificaciones, se producen
precisamente en este tejido cicatrizal» (P. Weeks).
No se produce en realidad ningún estiramiento: la elastici-
dad posible se obtiene muy rápidamente y, más allá, sólo se
conseguirá provocar roturas parciales, causantes de infla-
mación y agravación de la fibrosis. Hay que plantearse el
remodelado de un tejido vivo (Brand).
11 Maniobras de movilización de una metacarpofalángica. Las ortesis se diseñan y realizan para un paciente concreto,
en un momento dado, son estrictamente individuales
(Capener, Wynn, Parry, Weeks). Deben vigilarse de cerca,
modificarse con frecuencia, cambiarse por completo en
ocasiones y a menudo alternarse; así, las ortesis no son obje-
tos que se puedan dejar al cuidado del paciente o de una
tercera persona sino que son un medio de tratamiento cuya
eficacia puede implicar ciertos riesgos.
Son muchos los peligros del tratamiento ortésico, ya se trate
de errores de diseño, de realización o de utilización: escaras
en un punto de apoyo o zona de contacto anormal por des-
lizamiento, efecto torniquete, agravación de la rigidez por
aplicación de una fuerza excesiva, por falta de elasticidad en
el segmento apropiado, o por una utilización desequilibrada.
El tratamiento ortésico es todavía reciente y está mal proto-
colizado, por lo que el hecho de reconocer su eficacia y
necesidad conlleva el riesgo de un florecimiento de mode-
12 Yesos progresivos de Judith Bell. los creados a raíz de experiencias personales aisladas.
Debería plantearse un estudio sistemático de las ortesis
basado en los requisitos biomecánicos, sin importar el
hecho que tal o cual escuela la realice en tal o cual material
turas elásticas, es decir una aplicación de fuerzas en los seg- o introduciendo tal o cual variación de detalle, que permi-
mentos articulares afectados. ta definirla mejor. En las figuras siguientes se ilustran algu-
En la práctica, la ortesis deformable cuenta con tres zonas nos tipos de ortesis utilizadas con mayor frecuencia en la
de apoyo: las dos zonas proximales, unidas por un elemen- lucha contra las rigideces digitales (fig. 13).
to indeformable, forman una zona estable; la tercera zona
de apoyo, distal, se une a las primeras mediante una estruc- Movimiento activo, corrientes excitomotoras
tura deformable y elástica. y ergoterapia
La fuerza ejercida por la tensión del elemento deformable Una de las primeras preocupaciones del rehabilitador es la
debe estar perfectamente definida: 1) en su dirección, de de enseñar de nuevo al paciente a realizar movimientos acti-
ahí la necesidad de utilizar a veces outriggers o elementos de vos, dentro de sus límites actuales y reales, al margen de la
transmisión; 2) en sus componentes eventuales, en ocasio- inhibición. Para ello, algunos accesorios menores, como la
nes muy nocivos porque determinan una compresión de las unión del dedo rígido con un dedo sano vecino por medio
superficies articulares o presiones anormales causantes de de un vendaje elástico en ocho (sindactilización) son de gran
deslizamientos o apoyos sobre la piel; y 3) en su intensidad, utilidad, puesto que a menudo permiten, además, poner en
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A
14 Trabajo por sectores del Robert Brighan Hospital, de Boston. Se
trata ya de un efecto elemental del bio-feed-back, que permite
visualizar el esfuerzo que realiza el paciente para pasar de un
sector a otro o para mejorar la posición en un sector concreto.
15 Goniómetro bio-feed-back.
La amplitud del movimiento va determinando la iluminación
progresiva de una batería de diodos.
Puede utilizarse una segunda batería paralela como cursor
máximo o como un objetivo que cumplir.
C
13 Ortesis de rigidez:
A. Ortesis de extensión de la interfalángica proximal del índice,
con efecto de abducción a nivel de la primera comisura.
las mejores condiciones, en el contexto de un gesto o de un
B. Ortesis de extensión global, con pescante y llamada low pro- movimiento global, cuando la rigidez deja de ser el centro
file, en caso de adherencias de los flexores en la muñeca. de interés para convertirse en una simple molestia que el
C. Ortesis de flexión de una metacarpofalángica. paciente intenta olvidar, ayudado por la motivación ergo o
ludoterápica.
Los programas de ergoterapia deben elaborarse con gran pre-
tensión las estructuras cicatrizales cuando el dedo sano inten- cisión, basándose para ello en los datos ya conocidos y en los
ta arrastrar a su vecino más allá de los límites de la rigidez. objetivos del tratamiento. Es indispensable que el cirujano, el
La contracción armoniosa e indolora que determina una rehabilitador y el ergoterapeuta trabajen en colaboración,
corriente excitomotora bien elegida, contribuye a la vez a hecho que no está de más recordar debido a la ausencia fre-
disminuir la inhibición y la aprensión, y a someter los teji- cuente de todo tipo de ergoterapia calificada. Al principio, se
dos cicatrizales, los tenosinoviales principalmente, a tensio- entrega al paciente un plan de tratamiento escrito, con ejer-
nes moderadas y repetidas en el sentido fisiológico de la cicios que debe realizar en su casa, y su ejecución correcta se
contracción muscular, a la inversa de las tensiones obteni- va controlando en las sesiones sucesivas (Hunter, Weeks).
das pasivamente o mediante las ortesis. Las diferentes actividades se elegirán en función del tipo de
El ejercicio activo puede ser analítico en ocasiones, pero no rigidez y de la fase en que ésta se encuentre, pero también
debe convertirse nunca en una mecanoterapia de la mano de las motivaciones del paciente y de su ocupación profe-
o ergometría. Existen diversos accesorios simples que per- sional, y finalmente en función de las suplencias previsibles
miten al paciente fijar sin dificultad el segmento proximal, o de una eventual reorientación laboral.
con objeto de centrar mejor el esfuerzo en una articulación El tratamiento se basa en ir oponiendo resistencias crecien-
concreta. Otros permiten visualizar el resultado del esfuer- tes y efectuar trabajos cada vez más intensos, hasta conse-
zo, que van desde el simple sector de disco (fig. 14) hasta guir una estabilización cada vez mayor de la muñeca e inclu-
los goniómetros electrónicos denominados de feed-back so una participación de la totalidad del miembro superior.
(fig. 15). En cualquier caso, el músculo ejerce la tensión, en Pero esta función capital de la ergoterapia sigue siendo,
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Balances articulares Apellidos
puntuales Nombre
Fecha
Diagnóstico
Artrolisis
2 Cirugía
1 b
Fechas 1982
4
desafortunadamente, en gran parte ignorada fuera de los diagnósticos y de orientación terapéutica, al principio del
medios especializados. tratamiento o, con fines de evaluación de las secuelas, des-
pués de terminado el mismo.
Otras posibilidades de la fisioterapia
Aunque su interés parece muy secundario, cabe citar los Las amplitudes articulares se van consignando en fichas de
ultrasonidos, pues el efecto fibrolítico que surten a nivel control puntuales (fig. 16) que posteriormente se transcri-
celular, por los gradientes de presión implicados, justifica ben en una curva amplitud/tiempo, que es el único modo
hasta cierto punto su utilización en los tejidos en vías de de seguir con precisión la evolución del proceso. Estas cur-
cicatrización. vas permiten ir ajustando el tratamiento en función de los
resultados (interrupción de los progresos o reducción de
Supervisión del tratamiento una amplitud). En algunos casos, basta con modificar la
tensión de una ortesis o incluso con cambiarla para progre-
Para conducir lógica y económicamente el tratamiento sar un grado más. Si los progresos se han estancado, debe-
rehabilitador de una rigidez, es indispensable disponer de rá tomarse una decisión sin pérdida de tiempo.
una valoración cuantificada exacta de la evolución del pro-
ceso. No basta con contentarse con frases como «creo que El sistema de medida del TAM y del TPM (total active and
ahora doblo mejor el dedo» o «tengo la sensación de que, total passive movement), útil en los casos de rigidez provocada
desde hace algún tiempo, no progreso nada». La confianza por adherencias del tendón, no tiene tanto interés en la
que el paciente ha depositado en el terapeuta requiere una supervisión del tratamiento de una rigidez articular, pues
objetivación continua de la evolución. no aporta ningún elemento nuevo a la evaluación de la fun-
Los estudios de supervisión son muy sencillos, muy diferen- ción. Por el contrario, la distancia pulpejo-palma se incluye
tes de las evaluaciones completas que se efectúan, con fines en todas las fichas de control [3].
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muñeca y una disminución importante de la fuerza de
prensión. El tratamiento es quirúrgico.
— El dolor puede causar también inestabilidad por inhibi-
ción refleja de la contracción muscular al proceder a la
compresión del carpo.
— La articulación radiocubital inferior también puede ser
causante de inestabilidad en el 10 % de los casos de fractu-
ra del extremo inferior del radio, según M. Mansat [10]. Se
manifiesta, en este caso, por dolores internos, limitación de
la pronosupinación, disminución de la fuerza de prensión y
una sensación de crujido. La apófisis estiloides del cúbito es
3 Ortesis de prevención.
dolorosa a la presión (síndrome de Sœur) y puede formar
una prominencia posterior más o menos reductible. La
estabilidad de esta articulación depende de la integridad
del ligamento triangular y los ligamentos radiocubitales
inferiores, pero sobre todo, según M. Mansat, de la tensión
del cubital posterior mantenido in situ en su túnel osteofi-
broso [10].
— La insuficiencia muscular, en el contexto de la muñeca
traumática, afecta globalmente a los sistemas palmar y dor-
sal. Las lesiones disociadas de origen neurológico no se tra-
tarán en el presente estudio. El déficit de los estabilizadores
de la muñeca compromete la eficacia de la prensión, habi-
da cuenta de que ésta sólo puede realizarse con fuerza
4 Asistencia de la extensión de los dedos después de una artro- cuando la muñeca se encuentra bloqueada en ligera exten-
plastia de Swanson (ortesis low profile).
sión e inclinación cubital, mediante una contracción simul-
tánea y armoniosa de dichos músculos (fig. 5).
flexión-extensión, evitando cualquier tipo de inclinación Rehabilitación del grupo dorsal (fig. 6)
radial o cubital, con objeto de obtener 30° a uno y otro lado Partiendo de una posición en flexión, se le pide al paciente
de la posición neutra. que efectúe una extensión activa directa con objeto de
Las artroplastias totales (Meuli, Volz, G.S.B., Guépar) no hacer trabajar a la totalidad del sistema extensor. Este movi-
plantean ningún problema específico de rehabilitación. miento global deberá disociarse a continuación: extensión
Después de un período de inmovilización postoperatoria de en inclinación radial para que trabajen los radiales, exten-
8 días con una férula palmar, la muñeca empezará a movi- sión en inclinación cubital para que trabaje el cubital pos-
lizarse, pero conservando una protección nocturna duran- terior. En función del grado del déficit, el movimiento será
te un período de 15 días a tres semanas [1]. asistido o resistido.
La resección de la primera fila del carpo es una alternativa Es preciso saber utilizar las sinergias musculares entre los
interesante en los casos en que ni la supresión total de la flexores de los dedos y los extensores de la muñeca, y cono-
movilidad articular, ni la artroplastia son compatibles con cer también las técnicas facilitadoras, por ejemplo la que
los imperativos profesionales [6]. La muñeca se inmoviliza- asocia retropulsión del hombro, flexión del codo, prona-
rá durante cuatro semanas en posición neutra, comproban- ción, extensión de la muñeca y flexión de los dedos.
do mediante una radiografía de perfil que el hueso grande Rehabilitación del grupo palmar (fig. 7)
se encuentra bien posicionado debajo del radio. El acorta-
miento del esqueleto implica una relajación de los estabili- El cubital anterior es un flexor potente en inclinación cubi-
zadores de la muñeca, por lo que la rehabilitación deberá tal; su tendón se palpa fácilmente en la cara anterointerna de
basarse principalmente en los ejercicios de estabilización la muñeca, justo en su punto de inserción en el pisiforme.
que se describen en el capítulo siguiente. El palmar menor es más externo; flexiona la muñeca en
ligera inclinación radial, inclinación que tiene una ampli-
tud de flexión mínima.
Muñeca inestable El principio de la rehabilitación es idéntico al descrito para
La estabilidad de la muñeca depende de tres sistemas: las los músculos del grupo dorsal: trabajo activo global y traba-
relaciones normales entre las estructuras óseas, el sistema jo disociado en posición de elección.
capsuloligamentoso y, por último, el sistema muscular, que Fortalecimiento de la estabilización
comprende un grupo palmar y un grupo dorsal.
Se trata de practicar un trabajo estático con los dos grupos
El grupo palmar está formado por los músculos palmar musculares, ya sea de manera alternativa por estabilización
mayor (flexor carpi radialis), palmar menor (palmaris lon- rítmica (fig. 8), o de manera simultánea: trabajo con dina-
gus) y cubital anterior (flexor carpi ulnaris). mómetro (fig. 9) y, sobre todo, en ergoterapia.
El grupo dorsal, por los músculos primer radial externo
(extensor carpi radialis longus), segundo radial externo
Muñeca rígida
(extensor carpi radialis brevis) y cubital posterior (extensor
carpi ulnaris). Todos los traumatismos de la muñeca tratados mediante
Las causas de inestabilidad son múltiples y, en general, inmovilización implican, inevitablemente, una limitación
interdependientes. de las amplitudes articulares.
— Dado que la rehabilitación no puede aportar muchas Desde el punto de vista anatómico, estas limitaciones son el
soluciones eficaces al problema de la inestabilidad ligamen- resultado de una retracción capsuloligamentosa, aunque
tosa del carpo, se debe tratar este trastorno independiente- existen otros factores susceptibles de reducir la movilidad:
mente. La sintomatología se caracteriza principalmente por — las retracciones tendinosas, algunas de las cuales son
dolores, una limitación articular, resaltos al movilizar la yatrógenas;
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10 Movilización en decoaptación.
12 Ortesis de pronosupinación.
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1 y 2 Zonas topográficas quirúrgicas, según
Verdan [10].
1. Flexores
2. Extensores.
1 2
— La vascularización tendinosa procede de las uniones ción sinovial. La movilización digital previene también la
musculotendinosas y tenoperiósticas. También existe una rigidez articular y contribuye a mantener el esquema cor-
vascularización intrínseca longitudinal, esencialmente dor- poral. Flexibiliza las adherencias en vías de formación y per-
sal, que discurre entre los fascículos del endotendón. En el mite así un deslizamiento tendinoso aceptable.
caso de los tendones flexores, fuera del canal digital, la vas- — Esta movilización pasiva precoz sin tensión del tendón
cularización procede del mesotendón. En el canal digital, debe practicarse durante cuatro semanas. Requiere la cola-
los vínculos hacen las veces de soportes; son, de hecho, ver- boración total y absoluta del paciente. La movilización pre-
daderas láminas portavasos. coz puede estar contraindicada en algunos casos de trau-
— El líquido sinovial está sobre todo presente en las vainas matismos complejos con lesiones tendinosas asociadas o
del canal digital, y no sólo cumple una función mecánica en lesiones de otras estructuras, principalmente osteoarticula-
el deslizamiento de los tendones, sino que contribuye, asi- res y cutáneas. La sutura tendinosa requiere, a continua-
mismo, a su nutrición. ción, una inmovilización estricta durante tres a cuatro sema-
nas antes de iniciar la rehabilitación activa. Esta pauta tera-
Cicatrización tendinosa péutica clásica se aplica también en el niño de corta edad.
Son dos los mecanismos que intervienen en la cicatrización
de los tendones, uno extrínseco, otro intrínseco. Principios generales de rehabilitación
— El primer mecanismo explica la formación de adherencias en caso de sutura simple
tendinosas necesarias para la cicatrización. Las superficies
tendinosas alteradas hacen las veces de inductores del proce- Movilización
so cicatrizal a partir del paratendón y los tejidos circundan- En los casos de sutura tendinosa simple, y al margen de las
tes, que contienen fibroblastos. Las adherencias conllevan técnicas de movilización precoz que se estudiarán más ade-
también la neovascularización que requiere la formación del lante, la movilización de la mano y los dedos se inicia clási-
callo. Este mecanismo, el único que se conocía hasta ahora, camente después de transcurridas cuatro o cinco semanas.
justificaba el dogma según el cual las adherencias tendinosas Debe ser prudente, suave, sin tensiones, y practicada por un
eran obligatorias en el proceso de cicatrización. El papel de kinesiterapeuta experimentado o conocedor de la fragili-
la movilización se limitaba, en el mejor de los casos, a mode-
dad tendinosa. En esta primera fase, el trabajo contra resis-
lar las adherencias y favorecer el deslizamiento de los tendo-
tencia y las posturas en estiramiento tendinoso están for-
nes. Esta cicatrización extrínseca existe, sin duda alguna, y es
malmente contraindicados. Una vez retirado el vendaje, la
más importante cuanto más afectadas están, por el trauma-
toma de contacto con el paciente comienza con un estudio
tismo, las estructuras circundantes: la piel, las vainas fibrosas
trófico y la limpieza de la piel. La movilización articular es
y el sistema osteoarticular. El traumatismo quirúrgico viene a
inicialmente pasiva, manual en el sentido del acortamiento
sumarse, además, al traumatismo inicial.
tendinoso, primero analítica, después global. Pretende que
— La cicatrización intrínseca es un dato reciente fundamen- el paciente vuelva a tomar conciencia del sentido del movi-
tal [2]. En efecto, el tendón puede cicatrizarse solo, sin nece- miento. Bajo la supervisión del rehabilitador, el paciente va
sidad de los tejidos circundantes, es decir sin adherencias, a solicitando activamente, sin resistencia, el acortamiento del
condición de que éstos no presenten ninguna alteración.
tendón, articulación por articulación. El retorno a la posi-
Consecuencias prácticas ción de partida también se efectuará activamente.
La muñeca y los dedos se irán colocando progresivamente
Son evidentes y permiten definir los grandes principios en posición intermedia, sin poner los tendones en tensión.
terapéuticos. El tratamiento se completará con una fisioterapia con fina-
— La sutura tendinosa debe ser lo más atraumática y lo lidad trófica y antiinflamatoria. Las sesiones serán cortas,
menos desvascularizante posible, y respetar las vainas, las pero frecuentes, a razón de cuatro diarias. El miembro
estructuras sanas y la circulación sinovial, a fin de favorecer superior se colocará en posición elevada entre las sesiones.
el proceso de cicatrización intrínseca y limitar la formación
de adherencias. A la sexta semana
— La movilización tendinosa debe ser precoz y pasiva, sin Se prosigue el trabajo analítico y global de los tendones en
tensiones, para disminuir el edema y favorecer la circula- las amplitudes articulares recuperadas, corrigiendo la posi-
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puños adaptados a la distancia pulpopalmar de los dedos xión mediante una férula enyesada posterior. La mano se
evita las tensiones excesivas y reduce las situaciones de fraca- colocará en posición elevada para luchar contra el edema.
so. Las actividades de tejido y ajuste ligero (torno de madera)
El cuarto día
en carpintería cumplen perfectamente estos imperativos de
prudencia. Se iniciará asimismo un reentrenamiento de la El vendaje se sustituye por una ortesis postural dorsal, que
escritura si la mano lesionada fuera la dominante. Se com- fija la muñeca en flexión de 30-40° y las metacarpofalángi-
probará la independencia del paciente en las actividades de cas, en flexión de 45° (fig. 5).
la vida cotidiana; la recuperación en este sentido no supone, • La ortesis se realiza en el propio paciente, con la mano en
en general, ningún problema. Las sesiones serán cortas con pronación y el codo flexionado en posición de cuello de
objeto de evitar cualquier tipo de dolor o compensación. cisne. La ortesis se extiende proximalmente hasta el tercio
superior del antebrazo. Para confeccionarla se utilizan mate-
Al final de la sexta semana
riales termomoldeables de tipo sunsplit o polyform. Hay que
Se van introduciendo de forma progresiva las resistencias moldear con mucho cuidado la pieza metacarpiana palmar a
en las prensiones mientras que las amplitudes articulares se la altura del pliegue de flexión de las MF, porque en ella se
van trabajando en flexión-extensión de los dedos. Las acti- fijará después la polea de reflexión de la tracción elástica. La
vidades son más exigentes: aserrado, cepillado (para las pieza antebraquial se prolonga por la cara anterior del ante-
prensiones globales), pasamanería (para las prensiones de brazo para recibir en su borde radial la inserción proximal
precisión). La sindactilización es necesaria en aquellos del dispositivo elástico de recuperación (fig. 6).
casos de exclusión rebelde de un dedo. La duración de las Los materiales utilizados provocan en ocasiones una hiper-
sesiones será mayor. sudoración con maceración, fenómeno que no ocurre con
Después de la sexta semana el hexcelite.
Las actividades van aumentando en duración e intensidad • El dispositivo elástico debe tener una longitud suficiente
para recuperar fuerza y resistencia. Si el futuro nivel de acti- para evitar, al producirse la extensión de las IF, una resis-
vidades profesionales fuera demasiado exigente desde el tencia excesiva al final del recorrido. Su trayecto debe res-
punto de vista de las prensiones, la rehabilitación puede petar las convergencias de los dedos hacia el tubérculo esca-
proseguirse en un centro de rehabilitación profesional con foideo. Su tensión se regula con objeto de que determine
objeto de facilitar la reinserción. un enrollamiento completo de los dedos y permita la exten-
sión activa de las IF sin inflamación de la matriz ungueal. El
Los resultados de esta técnica son, en conjunto, satisfacto-
tractor elástico puede fijarse a través de la uña o bien con
rios, teniendo en cuenta la frecuencia de las lesiones aso-
un pegamento sintético.
ciadas. Sin embargo, en la tercera parte de los casos, es
necesario practicar una tenolisis secundaria. Los resultados • La polea de reflexión debe ofrecer la mínima resistencia
se valorarán en función de la distancia que media entre el posible. Lo ideal es una polea en miniatura, difícil de
pulpejo del dedo y el pliegue palmar distal y del déficit glo- encontrar en el comercio. El problema puede solucionarse
bal de extensión del dedo. confeccionando una argolla con una cuerda de piano, o
sino, puede servir un imperdible provisto de un pedazo de
drenaje de Redon. La posición de la polea es fundamental.
Si la lesión afecta sólo al flexor común profundo o a los dos
Rehabilitación de los tendones flexores tendones flexores, la polea deberá situarse a la altura del
pliegue de flexión palmar distal (fig. 5). Si la lesión afecta
Lesión en la zona I sólo al flexor común superficial, la polea se situará más
proximalmente en la región metacarpiana.
El flexor profundo se ha roto o desinsertado de su inserción
distal en la tercera falange F3. El tendón se reinserta, en la • La rehabilitación se inicia bajo la supervisión del terapeuta,
mayoría de los casos, mediante un barb wire de Jenning, lo que tiene que explicar al paciente lo que se espera de él. En
cual permite la movilización pasiva precoz en flexión de la posición de cuello de cisne, se le pide que realice una exten-
interfalángica distal (IFD). Después de cuatro semanas, se sión activa completa de las IF, pero manteniendo la posición
retira el barb wire y se inicia una movilización activa en flexión- flexionada de las MF con objeto de evitar la instalación de un
extensión. El paciente llevará hasta la 8ª semana una ortesis dedo en gancho. La vuelta en flexión se efectúa pasivamen-
de extensión de las interfalángicas, con las metacarpofalán- te, sin tensión, por acción del dispositivo elástico de recupe-
gicas en flexión. Generalmente, la extensión de la IFD se ración. Una vez que el paciente comprende esta moviliza-
recupera, pero persiste en muchos casos un déficit de flexión. ción, puede realizarla él mismo varias veces por hora.
Del octavo al decimoquinto día
Lesión en la zona II El tendón suturado se vuelve muy frágil, por lo que hay que
Los flexores se han lesionado en el canal digital, el no man’s reducir la frecuencia de las movilizaciones. En los casos de
land de Bunnel. Es la indicación preferente de la sutura pri- sutura de los dos tendones flexores, el común y el profundo,
mitiva del tendón flexor según la técnica de Kleinert, que es preciso movilizarlos individualmente por separado con
asocia, como tratamiento de urgencia, una sutura fina y objeto de evitar la formación de adherencias entre ellos.
atraumática, de los tendones y de los demás elementos A los treinta días
lesionados (vasos, nervios) así como una movilización pasi-
La ortesis puede retirarse a fin de ir extendiendo progresi-
va precoz en flexión del dedo por tracción elástica. La
extensión digital activa se efectúa sin tensión sobre los fle- vamente la muñeca, que a menudo es dolorosa. La movili-
xores, con la muñeca y las metacarpofalángicas (MF) inmo- zación activa debe iniciarse con prudencia, trabajando la fle-
vilizadas en flexión. xión activa asistida de los dedos y disociando, primero, la
acción de cada uno de los tendones, para hacerlo global-
Rehabilitación según el método de Kleinert mente al final de la sesión. Se requiere la máxima prudencia
en todos los casos porque el riesgo de rotura es posible hasta
Entre el primero y el cuarto día postoperatorios los cuarenta y cinco días. Romain [8] recomienda, por lo
La mano se inmoviliza con un vendaje ligeramente com- demás, que el paciente siga llevando la ortesis sin dispositivo
presivo, que fija la muñeca y las metacarpofalángicas en fle- elástico entre las sesiones, con una finalidad protectora.
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7 Método de Kleinert. Sutura del flexor largo del pulgar. 8 Mallet finger: tratamiento con férula en teja de Michon.
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mente y practicadas en situaciones límite. La sepsis también do se libera de sus inserciones distales y se implanta dentro
puede ser causante de la destrucción tendinosa. Los errores de la neovaina del dedo lesionado. Después de un previo
de rehabilitación por negligencia o inexperiencia pueden ajuste exacto de la longitud del injerto, éste se reinserta sóli-
asimismo ocasionar roturas de tendones, que acaban por des- damente por su extremo distal.
moralizar al paciente. Es preciso desconfiar siempre de los La movilización se inicia inmediatamente después de la
tendones que funcionan demasiado bien durante los prime- etapa operatoria. El injerto se solicita activamente en fle-
ros días de la movilización. El ritmo, la duración y la intensi- xión. La recuperación suele ser larga, y dificultada por la
dad de la movilización deberán reducirse, después de reco- formación de adherencias. La rehabilitación asociará una
mendar al paciente que evite cualquier esfuerzo o tensión movilización activa contra resistencia en flexión y, alternati-
del dedo. En efecto, la rotura amenaza sobre todo a los ten- vamente, posturas en extensión, manuales y ortésicas. El
dones frágiles, poco o mal vascularizados. paciente deberá llevar durante mucho tiempo la ortesis de
La rotura tendinosa es afortunadamente rara, incluso extensión dinámica del dedo para intentar recuperar la rigi-
excepcional, cuando los pacientes reciben tratamiento en dez en flexión que sigue persistiendo en muchos casos a la
un medio especializado. Pero, cuando se produce, la única altura de la IFD. Sólo en casos excepcionales se recuperan
solución que queda para recuperar la función del dedo es completamente las amplitudes en flexión de las IFP.
el injerto tendinoso. *
**
Rehabilitación en caso de injerto en dos etapas
de los tendones flexores, según la técnica de Hunter El tratamiento de las lesiones tendinosas traumáticas de la mano
depende de la zona anatómica lesionada y de la naturaleza del
La primera etapa de esta técnica tiene por objeto inducir la traumatismo. La evolución de las técnicas quirúrgicas, cada vez
formación de una vaina tendinosa mediante la inserción de más elaboradas debido al mejor conocimiento del proceso de
una varilla de silicona en el trayecto de los flexores, con pre- cicatrización tendinosa, requiere en la actualidad la intervención
via reconstrucción de las poleas fibrosas del canal digital y de equipos especializados, tanto en cirugía como en rehabilita-
escisión de los tejidos fibrosos y peritendinosos. En esta pri- ción de la mano. Estos equipos deben colaborar activamente en
todo momento, pero en especial en el período postoperatorio
mera etapa se prepara también el futuro injerto, a partir del
inmediato.
palmar menor, o de un flexor superficial, que se fija proxi-
La noción de movilización precoz, a partir del día siguiente a la
malmente en el flexor común. intervención, se está imponiendo cada vez más. Se necesitan
Después de la fase quirúrgica, la rehabilitación tiene por para ello rehabilitadores competentes y experimentados, capaces
objeto mantener una buena flexibilidad articular y un buen de adaptar las ortesis a los objetivos terapéuticos. La utilización
estado trófico de la cadena digital hasta la implantación del precoz de aparatos desempeña, en efecto, una función cada vez
injerto definitivo. La movilización pasiva del dedo en fle- más importante en estas técnicas.
xión-extensión, completada con la utilización alternativa de Así, la rehabilitación debe integrarse en el tratamiento global de
ortesis de postura en flexión-extensión, cumple este objeti- las lesiones tendinosas. No sólo debe ser precoz, sino también
vo. Para conservar el dedo dentro del esquema corporal, se continua a fin de supervisar, por un lado, la adaptación de las
ortesis en todo momento y por otro, el cumplimiento correcto por
procederá a sindactilizarlo con un dedo sano vecino a fin de
parte del paciente de las instrucciones de movilización que tiene
posibilitar las prensiones. que practicar él mismo. Deberá prolongarse el tiempo que fuere
La segunda etapa se efectúa tres meses después, momento necesario con objeto de facilitar la reinserción profesional del
en que se retira la varilla de silicona. El injerto selecciona- paciente.
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• Ergoterapia. Se hace trabajar la mano en actividades poco Ergoterapia: las situaciones de trabajo que se proponen soli-
exigentes: ajuste con escofina, tejido, etc. Las herramientas citan las prensiones de precisión y las prensiones globales
deben tener mangos adaptados, y las zonas anestesiadas con fuerza y resistencia para actividades de carpintería o de
deben protegerse. Las pinzas finas poco exigentes se traba- trabajos en el exterior.
jarán con actividades de escritura o con el torno de made- En función de las secuelas funcionales que queden en la
ra. Las dificultades en las actividades de la vida cotidiana se mano, la reanudación del trabajo puede plantearse o bien
resolverán recurriendo eventualmente a ayudas técnicas directamente, o bien después de un período de reentrena-
provisionales. miento al esfuerzo y al trabajo. Si las secuelas fueran tan gra-
ves que obligaran a plantearse un cambio de actividad, el
Fase de reintegración del segmento reconstruido paciente necesitaría entonces un estudio de orientación
en las prensiones profesional seguido de una fase de readaptación laboral.
Después de transcurridos 2 meses, la consolidación ósea es *
prácticamente un hecho, por lo que puede empezarse a tra- **
bajar con el dedo trasplantado en movilidad, estabilidad y En los casos de amputación digital, la reconstrucción del dedo o
fuerza. Las movilizaciones y las posturas contra resistencia se dedos requiere un tratamiento personalizado.
intensifican con objeto de tonificar los músculos y mejorar las La elección de la técnica quirúrgica dependerá del estado de con-
amplitudes articulares. La ergoterapia persigue los mismos servación del segmento amputado y de la extensión de las lesio-
objetivos, con intensificación de todas las prensiones. nes asociadas en el caso de las reposiciones.
• La rehabilitación de la sensibilidad puede iniciarse, dado que En el caso de las translocaciones digitales y sobre todo, de las
el crecimiento nervioso se encuentra ya en una fase avanza- transposiciones, por trasplante de un dedo del pie, es necesario
da. La desensibilización es necesaria en los casos de diseste- realizar un estudio de ergoterapia para valorar las motivaciones
del paciente, las posibilidades que tiene de colaborar en el trata-
sias neuromatosas. miento y que podrá obtener del mismo.
• Las técnicas de desensibilización son sencillas: golpeteos, fisio- La protetización del proyecto de trasplante permite realizar este
terapia a base de ultrasonidos e ionizaciones, arena calien- estudio, aparte de que ayuda al cirujano a determinar la ubicación,
te, etc. A pesar de su sencillez, estas técnicas requieren ser la longitud y la orientación del injerto que se propone efectuar.
aplicadas con rigor y perseverancia para obtener buenos La rehabilitación se presenta desde muy pronto como un com-
resultados. plemento indispensable del acto quirúrgico. Así, debe proseguir-
• La cirugía secundaria puede estar indicada al final de este se en el postoperatorio para recuperar la movilidad, la troficidad,
la indolencia y la sensibilidad del dedo reconstruido.
período para tratar las secuelas. Las intervenciones más
La rehabilitación debe ser precoz y global, y basarse en la aso-
habitualmente practicadas son las siguientes: desbrida-
ciación de diversas técnicas: movilización, desensibilización,
mientos cutáneos, tenólisis, ablaciones de neuromas, reso- rehabilitación de la sensibilidad, ergoterapia y utilización de orte-
luciones de seudoartrosis dolorosas, etc. sis estáticas y dinámicas. También permite valorar las secuelas,
Al final de este período, la recuperación funcional debería que podrían tratarse eventualmente con una intervención secun-
estar prácticamente terminada. daria a fin de proporcionar al paciente una autonomía suficiente
en la vida cotidiana y profesional.
Fase de desarrollo de la resistencia, valoración
de las secuelas y readaptación profesional
Esta fase está indicada sobre todo en el caso de los pacien-
tes que tienen necesariamente que recuperar fuerza y resis-
tencia por motivos profesionales. Las secuelas deben que-
dar estabilizadas y la mano, indolora.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: DELPRAT
Las compensaciones en las prensiones pueden plantearse en J., MANSAT M., ROMAIN M., ALLIEU Y. et PETRY D. – Rééducation des
caso necesario con objeto de asegurar la autonomía en las affections de la main et du poignet. – Encycl. Méd. Chir. (Elsevier, Paris-
actividades cotidianas y profesionales. France), Kinésithérapie, 26-220-A-10 et A-20, 4.11.07, 24 p.
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Bibliografía
Principios generales de la rehabilitación de la mano y la muñeca
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