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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 26-220-A10

26-220-A-10

Rehabilitación de las lesiones


de la mano y la muñeca (excluyendo
la enfermedad de Dupuytren)
J. Delprat
M. Mansat
M. Romain
Y. Allieu
D. Petry

Principios generales de la rehabilitación de la mano y la muñeca

Introducción Principios generales


La rehabilitación de la mano es indispensable, pues condi- ¿Por qué la rehabilitación de la mano
ciona tanto el éxito del tratamiento quirúrgico como la pre- es tan diferente y, a veces, difícil?
servación de la función en caso de síndrome algodistrófico
Cabe distinguir tres elementos: en primer lugar, la comple-
o de proceso reumático.
jidad mecánica, es decir anatómica; en segundo lugar, la
Generalmente se considera difícil porque sus errores pue-
complejidad de las funciones de la mano, órgano del tacto
den tener consecuencias graves; de hecho, la rehabilitación
y del conocimiento objetivo, y también de la acción o la
de la mano es diferente de las otras.
experiencia; y, finalmente, como causa o consecuencia de
Requiere mucho tiempo, un material ergoterapéutico y los dos primeros elementos, la complejidad e importancia
ortésico mínimo y, sobre todo, un planteamiento que per- de las relaciones corticales.
mita ganarse la confianza del paciente y obtener su total
colaboración. Este último requisito, junto con los resultados Complejidad anatómica
excelentes que se obtienen en la mayoría de los casos, con-
vierte la rehabilitación en una ciencia apasionante. Los dedos, que son cadenas poliarticulares independientes
nacidas en una zona de estabilidad articulada de la muñeca
Es la más multidisciplinaria de todas, pero exige, sin embar-
(fig. 1), pueden, a partir de la extensión total, cerrarse
go, un contacto individual, en el que se basan las nociones,
sobre sí mismos de tal manera que la falange distal es capaz
de origen norteamericano, de hand therapist y hand center,
de describir un arco de más de 225° (fig. 2). La animación
que engloban todos los problemas diagnósticos o terapéuti-
muscular de este conjunto anatómico se efectúa a distancia,
cos, desde las urgencias hasta la readaptación profesional.
pues es la única manera de disponer de cuerpos musculares
voluminosos manteniendo la finura de la mano, pero con-
lleva un juego de tendones y correderas, que plantea a su vez
problemas diferentes en función de su situación con respec-
to a la concavidad o convexidad de las curvaturas (fig. 3). El
J. DELPRAT: Centre de Rééducation, 1, rue de Languedoc, 31000 Toulouse. equilibrio muscular está controlado y modificado por un
M. MANSAT: Service d’Orthopédie et de Traumatologie (professeur M. conjunto de pequeños músculos intrínsecos, que se encar-
Mansat), Hôpital Purpan Place Baylac, Toulouse.
M. ROMAIN: Centre Médico-Chirurgical, 30240 Le Grau du Roi. gan asimismo de mantener el posicionamiento relativo de
Y. ALLIEU: Unité de Chirurgie de la main, cliniques Saint-Charles, 34059 las cadenas digitales.
© Elsevier, París

Montpellier. El conjunto descrito es sensible a todos los procesos capaces


D. PETRY: Institut régional de réadaptation - C.R.A.M. du Nord-Est, Service
de Réeducation Fonctionnelle - Hôpital Jeanne d’Arc, 54201 Dommartin- de romper el equilibrio muscular por parálisis o por pérdi-
lès-Toul. da de la estabilidad articular o de alineación, ya sea por

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Complejidad funcional
La mano es un órgano de la praxis, de la acción en el mundo
exterior, así como un órgano de expresión y comunicación
y un órgano sensorial, de la gnosis, del conocimiento objeti-
vo. Ninguna de estas funciones puede ser ni ignorada ni
reducida a sus meros elementos analíticos. La rehabilitación
debe ser rápidamente global y funcional. La mecanoterapia
analítica no es en este caso más que una ergoterapia caren-
te de interés. Debe buscarse de inmediato la realización del
gesto, que conlleva un proyecto de expresión en el que se
asocian gnosis y praxis. Es la función propia de la ergotera-
1 Zonas flexibles de la mano: 1ª columna del pulgar, 2ª y 3ª colum- pia, pero sólo se emplea en algunos centros y a veces mal,
nas digitales a partir de la metacarpofalángica, 4º y 5º radios digi-
cuando debería ser, al contrario, un elemento esencial, no
tales. Zonas estables: carpo, 2º y 3º metacarpianos.
sólo de la rehabilitación, sino también de una reorientación
profesional precoz bien entendida, cuyo interés humano y
económico es tan evidente que lo único que queda por
hacer es deplorar su insuficiencia actual.
Las hiperplasias se tratan y la sensibilidad se rehabilita.

Mano cortical
La mano cortical ocupa, en las áreas tanto motora como
sensitiva, una parte muy importante de la corteza del cere-
bro humano.
La influencia que han tenido las relaciones entre la mano dis-
tal y la mano cortical en la evolución del hombre, es conside-
rable. ¿Procede acaso la inteligencia humana de la mano
(Broca), y tanto de la praxis como de la experiencia táctil? O,
por el contrario, ¿acaso la mano, «obra maestra de no-espe-
cialización» (Thieffry), es lo que es gracias, únicamente, al
2 La falange distal describe en el enrollamiento del dedo un ángulo desarrollo de la corteza, al enriquecimiento de la misma por
superior a 180°. la experiencia, con lo cual no sería sino «el fruto del trabajo»
(Engels)? En la práctica, la corriente puede circular en ambos
sentidos. La alteración de la morfología o de la función de
una mano implica, más que en el caso de cualquier otra región,
consecuencias psicológicas muy graves, ya sean conscientes o
ignoradas, que el rehabilitador deberá tener siempre presen-
tes. La repercusión psicológica no guarda a veces relación con
la importancia real de la pérdida de función, social o laboral,
mientras que, a la inversa, en el caso de los niños, por ejem-
plo, el desarrollo casi ilimitado de suplencias permite en oca-
siones, conseguir una función eficaz, a pesar de la existencia
de una discapacidad analítica considerable.
La importancia de la zona cortical a la que llegan los impul-
sos nerviosos procedentes de la mano, explica quizá la faci-
lidad de aparición y la violencia del síndrome algodistrófico
3 Los problemas mecánicos que afectan a los tendones extensores del miembro superior. Cualquier estimulación nociva,
y los tendones flexores son muy diferentes. En el primer caso, se incluso mínima, podría entonces causar una verdadera tor-
trata de una estabilización lateral en una zona que tiende a hacer- menta de impulsos aferentes en algunos centros, ya más o
se convexa; en el segundo caso, se trata de mantener la conca- menos desestabilizados desde el punto de vista psíquico.
vidad por medio de «poleas».
El enfoque previo a un tratamiento de la mano o a una sim-
ple exploración de la mano, es quizá el momento más
causa traumática, degenerativa o neurológica. Las deforma- importante, ya que condiciona el éxito posterior. Es tam-
ciones, que al principio pueden reducirse fácilmente, se bién, sin duda, un momento del que se prescinde con
vuelven rápidamente irreductibles por efecto de las retrac- demasiada frecuencia, por falta de tiempo, de disponibili-
ciones y las adherencias. Pero la mayor amenaza es el riesgo dad o incluso por ignorancia. Es preciso «familiarizarse»
de rigidez, ya sea por lesión articular, tendinosa, aponeuró- con la mano del paciente (M. Mansat), para lo cual el con-
tica o cutánea. La necesidad de aplicar tensiones mínimas, tacto de la mano del terapeuta desempeña un papel esen-
pero durante tiempos prolongados, único medio para cial. La rehabilitación de la mano es un trabajo manual y
actuar contra la rigidez, corregir una deformidad o resta- personal, y el contacto, el gesto que apacigua, relaja, ayuda
blecer un equilibrio de fuerza, ha conllevado a desarrollar y da confianza, es insustituible.
diversos tipos de aparatos ortésicos de tratamiento, conside- Pero es preciso conocer bien los límites, a veces muy estre-
rados, hoy en día, como necesarios para combatir la rigidez. chos. El dolor, incluso aunque el paciente lo acepte y lo
Es importante señalar que la complejidad de las posibles desee para hacer progresos rápidos, debe proscribirse abso-
lesiones de la mano, y su repercusión recíproca, requieren lutamente. De hecho, en ello radica una de las «claves» del
una valoración analítica muy exacta antes de plantearse éxito. Por otra parte, los analgésicos físicos o químicos no
cualquier pauta terapéutica. El examen cuidadoso de la deben, de ningún modo, «cubrir» una rehabilitación brutal.
mano es primordial, tanto antes de cualquier intento de Conseguir que un paciente valore sus posibilidades, supri-
rehabilitación como en el transcurso de la misma. mir inhibiciones por aprensión y mostrarle los progresos

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

que va realizando son otros tantos medios que permiten


ganarse su confianza y obtener su cooperación. Las curvas
Estado
que se utilizan en este tipo de tratamientos (fig. 4) permi- preoperatorio
ten objetivar la evolución de una rigidez o una limitación y
ayudan a dirigir el tratamiento o a modificarlo en el
momento oportuno, pero también desempeñan una fun-
ción importante en cuanto a la confianza se refiere.

¿Cuáles son las modalidades especiales


de utilización de los agentes físicos? Capener

No se pretende, de ningún modo, enumerar los agentes físi-


cos de que se dispone, que además ya se conocen, sino tan
sólo precisar sus características en el caso concreto de la
mano. Como ocurre en cualquier relación de experiencias Fechas 1982
personales, no se tratará el tema de manera exhaustiva sino
más bien parcialmente, por lo menos hasta cierto punto. 4 Las curvas permiten estudiar la evolución de la movilidad articu-
La mano del terapeuta puede significar lo mejor o lo peor lar y proporcionan, tanto al terapeuta como al paciente, una ima-
para el paciente. Es responsable, en muchos casos, de fra- gen exacta de los progresos realizados.
casos y de síndromes algodistróficos, pero también es un
medio privilegiado que permite familiarizarse con la mano
enferma y establecer el contacto.
— El masaje ligero y centrípeto, constituye la primera etapa
habitual, o la toma de contacto. Deben evitarse las zonas
dolorosas, pero se profundizará, por medio de vibraciones
puntuales, en las caras laterales de una articulación trau-
matizada o rígida; aplicado de manera más envolvente, con-
tribuirá a luchar contra el edema en las técnicas de expre-
soterapia o el string wrapping. Es también un elemento
importante para el mantenimiento del trofismo, pero hay
que saber prescindir de él en presencia de un brote infla-
matorio, en cuyo caso su función se limitaría, eventualmen-
te, a la aplicación transcutánea de agentes antiinflamatorios.
5 El crutch de Swanson es un accesorio pequeño, que contribuye
— El movimiento pasivo es, a veces, en el caso de la mano,
a la rehabilitación, en el presente caso estabilizando la primera
más suave y mejor tolerado que el activo, temido por el falange a fin de centrar el esfuerzo del movimiento activo en la
paciente o inhibido por el miedo al dolor. La mano del tera- interfalángica proximal.
peuta es la que revela, en muchos casos, las posibilidades
del movimiento activo, en la etapa postoperatoria, marcan-
do así la transición entre el movimiento pasivo y el activo.
El movimiento activo constituye a la vez un medio y un objeti- Las corrientes excitomotoras tienen dos tipos de indicaciones.
vo en todos los procesos de rehabilitación. Sin embargo, en Una de ellas, perfectamente codificada, es su utilización en
el caso de la mano, debe practicarse de acuerdo con reglas el tratamiento de lesiones de los nervios periféricos: fun-
muy concretas. El movimiento analítico, incluso localizado, ción trófica de la estimulación por corrientes largas de las
en caso necesario, con accesorios como el crutch de masas musculares desnervadas, función de reactivación por
Swanson (fig. 5) o los sectores de Boston, es indudable- estimulación electiva de las fibras en vías de regeneración.
mente útil, pero debido a la complejidad de las conexiones En este último caso, la corriente deberá ir adaptándose casi
corticales y a la riqueza de la retroalimentación (feed-back), diariamente a los progresos de la estimulación, sin llegar
deberá integrarse rápidamente en un «gesto», es decir, en nunca a agotar una fibra naciente. Un período de reposo
un conjunto de movimientos caracterizados por un signifi- de 15 a 20 segundos entre cada estimulación y un máximo
cado o una intención determinada. Las técnicas de ergote- de 10 a 15 estimulaciones constituyen dos buenas reglas de
rapia ofrecen una amplia gama de esfuerzos, de compleji- aplicación de estas corrientes exponenciales (véase el fascí-
dad variada, que requieren diversos grados de rapidez. culo 26015 A10).
Suponen además una motivación, que puede surtir un efec- La aplicación de corrientes excitomotoras podría parecer
to estimulante o de distracción para el paciente, pero que ilógica en el caso de los músculos sanos, debido a que la
también puede servirle para plantearse una eventual rea- contracción voluntaria es de mejor calidad que la contrac-
daptación profesional (figs. 6 y 7). ción sincrónica provocada por la corriente. Sin embargo, se
El calor y el frío. Teniendo en cuenta la relación volu- utiliza mucho esta técnica, porque presenta dos ventajas. En
men/superficie de la mano y la importancia relativa del primer lugar, en el caso de las adherencias cicatrizales, la
esqueleto, una de las mejores maneras de calentar una contracción muscular es el único medio del que se dispone
mano es el baño de parafina, en el que se habrá rebajado el para actuar a partir del segmento proximal. Además, la esti-
punto de sobrefusión añadiendo azufre y fango. Tanto los mulación eléctrica contribuye a aumentar la eficacia del
infrarrojos como la onda corta parecen estar contraindica- esfuerzo.
dos en este caso. El movimiento activo queda inhibido muchas veces por el
Las aplicaciones de frío son útiles en los casos de brotes miedo al dolor o, después de una inmovilización, por una
inflamatorios. Los baños alternos, calientes y fríos, siguen sensación anormal de impotencia, de rigidez, contra la que
siendo uno de los mejores tratamientos del edema y un el paciente no se atreve a luchar. También en este caso son
adyuvante en el del síndrome algodistrófico. útiles las corrientes excitomotoras, así como en las sesiones

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6 7

6 y 7 El work simulator permite reproducir movimientos casi profesionales, con resistencia regulada y registro del esfuerzo.
Permite realizar pruebas muy interesantes con vistas a la reorientación profesional (The Union Memorial Hospital, Baltimore).

en las que se pretende que el paciente tome consciencia de lometría, por lo que se convierte en el elemento esencial,
sus nuevas posibilidades. junto con el cubo de arena.
Las corrientes antálgicas y antiinflamatorias también están
indicadas en estos casos. La aplicación se efectúa o bien Ortesis
entre dos electrodos, en el caso de la muñeca o el conjunto Bajo el término de ortesis se incluyen diversas estructuras
del metacarpo, o bien a través de un tapón, que permite que tienen acciones mecánicas e indicaciones muy variadas:
localizar mejor el electrodo activo. Las corrientes derivadas inmovilizar total o parcialmente una mano inflamada o
de la sinusoidal rectificada o modulada, de tipo diadinámi- traumatizada; limitar la movilidad de una articulación
co, son las más útiles, junto con las ionizaciones. mediante un tope para proteger una sutura o una estructu-
La aplicación de ultrasonidos en la mano requiere un aparato ra lesionada o para suplir una inestabilidad articular; con-
con cono reductor o con proyector sumergible. Se utiliza servar o restablecer una orientación o relaciones anatómi-
sólo como adyuvante, por sus propiedades sobre la cicatri- cas amenazadas por un desequilibrio musculotendinoso o
zación. por alteraciones de las superficies articulares, o por último,
La rehabilitación en medios fluidos es importante en el caso de ejercer una tensión constante, prolongada, que es el medio
la mano, debido a la relación superficie cutánea/volumen y más eficaz para luchar contra la rigidez.
a la rica inervación de aquélla. Estos aparatos, tienen en común el hecho de estar diseña-
Algunos maniluvios permiten realizar masajes por «remoli- dos y realizados para casos muy concretos, que deberán evo-
nos» de aire y agua. Añadiendo una dosis de betadine, cabe lucionar tan rápida y completamente como sea necesario.
la posibilidad de utilizar precozmente este método durante La ortesis será tratada en todos los capítulos dedicados a la
la cicatrización. rehabilitación de la mano; es un método de tratamiento
La arena «fluidificada» por chorro de aire caliente puede perfectamente codificado en la actualidad. Se distinguen
asimilarse a las técnicas de «desensibilización» utilizadas en clásicamente dos grandes tipos de ortesis, la indeformable
el tratamiento de las hiperestesias. Los cubos llenos de boli- o estática, y la deformable elástica o dinámica. Las cualida-
tas de poliestireno expandido, trigo o avena determinan des necesarias de una ortesis son, en primer lugar, la corres-
una estimulación cutánea de intensidad progresiva, a la que pondencia entre la acción mecánica práctica y la acción teó-
deberá habituarse el paciente hasta que esté en condiciones rica deseada en cada caso concreto, en segundo lugar, la
de reconocer un objeto colocado en el interior de dichos comodidad de uso (ligereza, buena adaptación, cierta pre-
cubos. El efecto de masaje y resistencia al movimiento se sencia estética), y finalmente, las posibilidades de su evolu-
acentúa de manera proporcionalmente inversa a la granu- ción y su precio de coste.

Lesiones traumáticas: los dedos y la rigidez

Rigidez: etiopatogenia y prevención dedos, perturbando no sólo las prensiones de fuerza sino
también las pinzas finas.
La conservación o la restauración de la movilidad de las
Etiopatogenia de la rigidez
articulaciones digitales constituye uno de los problemas
más frecuentes y más difíciles de solucionar de la patología Las articulaciones digitales presentan un ajuste muy estre-
de la mano. cho y escasa tolerancia: como en cualquier otro mecanismo
Los traumatismos, incluso mínimos, a veces en puntos dis- de precisión, la más mínima lesión de un elemento articu-
tantes, y la simple inmovilización en una posición inade- lar o periarticular determina una limitación de la movili-
cuada pueden acabar provocando rigideces, frecuentemen- dad. Las lesiones articulares quedan fuera de toda posibili-
te definitivas, de las articulaciones digitales. El dedo rígido dad de acción; no obstante, las modificaciones postraumá-
no sólo es incapaz de cumplir su función, sino que se con- ticas del tejido conjuntivo periarticular pueden tratarse
vierte además en un obstáculo para la función de los demás favorablemente con las técnicas de rehabilitación.

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Actualmente, la rigidez surge en la mayoría de los casos,


como consecuencia de los depósitos pericapsulares de colá- INFLAMACIÓN DOLOR
geno con supresión simultánea de los planos de deslizamien-
to. La inmovilización basta por sí sola para desencadenar este
proceso, que se desarrollará, sin embargo, más rápidamente RIGIDEZ ARTICULAR
y será más grave en caso de traumatismo, edema o trastornos PROGRESIVA
tróficos reflejos asociados. La evolución pasa por tres etapas
sucesivas: período de inflamación con proliferación de célu-
las de tipo inflamatorio y fibroblastos; contracción de los
EDEMA INMOVILIDAD
fibroblastos modificados y, finalmente, maduración y estruc-
turación del tejido cicatrizal con desaparición del elemento
celular sustituido por fibras de colágeno. 1 Constitución de una rigidez articular: el círculo vicioso.
Son tres los factores determinantes en el desarrollo de una
rigidez: la inmovilización prolongada y/o incorrecta, el
edema persistente, y la inflamación y el dolor (fig. 1), que
constituyen, en consecuencia, los tres objetivos de una
acción preventiva lógica.

Prevención
Problema del dolor
En materia de rehabilitación, el dolor representa a la vez
uno de los agentes de fibrosis más temibles, por las reaccio-
nes de tipo algodistrófico que provoca, y uno de los mejores
«timbres de alarma», razones por las cuales debe ser respe-
tado. El mejor tratamiento del dolor es no provocarlo, prin-
cipio que no está de más recordar y repetir, ya que una reha-
bilitación dolorosa es, en el caso de la mano, una mala reha-
bilitación, por lo que sería preferible abstenerse. Sin embar-
2 Cubos llenos de arroz, bolitas de poliestireno, pedazos de cuer-
go, existen casos en los que el umbral doloroso parece estar da, utilizados para la «desensibilización» (Hand Center, Filadelfia).
anormalmente rebajado a nivel de ciertas estructuras, en las
que persiste un dolor espontáneo molesto. En tal supuesto,
la etiología del dolor debe estudiarse muy minuciosamente.
La vascularización parece desempeñar una función impor-
tante en la disminución del umbral del dolor, de ahí el inte-
rés de las técnicas de calentamiento suave y progresivo de la
mano (baños calientes, primero de agua, luego de cera o de
fango) y de los masajes circulatorios, que completan el efec-
to tranquilizador y sedante del contacto manual. Se trata de
masajes basados en una presión firme y constante, de masa-
jes expresivos, con vibraciones puntuales en los ligamentos
laterales sensibles.
En los casos de hiperestesia cutánea, el procedimiento de
desensibilización está hoy en día perfectamente protocoliza-
do. Se basa en frotamientos, que se van haciendo progresi-
vamente más fuertes, utilizando tejidos del tipo del algodón
o el fieltro, en baños en cubos llenos de avena, trigo o gar- 3 String wrapping (Hand Center, Filadelfia).
banzos, o también de arena «fluidificada y proyectada por
chorro de aire caliente» (Jobst) (fig. 2).
Rara vez podrá recurrirse al uso de fármacos analgésicos o infil- Inmovilización
traciones locales anestésicas. La electroterapia de baja frecuen- Luchar contra la inmovilización significa, por supuesto, evi-
cia antálgica puede ser interesante aplicándola local o longitu- tarla siempre que no sea necesaria y reducirla al mínimo
dinalmente en el trayecto nervioso (neuroestimulador). compatible con la estabilidad deseada. En la práctica, la
conducta indicada ante un traumatismo menor de urgencia
Edema parece reducirse a un interrogante, una alternativa: ¿movi-
La acción preventiva del drenaje postural y de los vendajes lizar o inmovilizar?
compresivos pueden completarse con masajes manuales, el
string wrapping (fig. 3) e incluso con la expresoterapia. Los
baños o duchas alternando agua fría y caliente parecen dar
buenos resultados. En cuanto a la quimioterapia, los facto- Traumatologia reciente, movilización
res de difusión parecen presentar escaso interés, aunque y/o inmovilización
algunos antiinflamatorios podrían a veces actuar favorable-
mente. Los errores más graves en traumatología de urgencia se
El edema, o la amenaza de edema, contraindica las aplica- cometen sin lugar a dudas, en la mano y los dedos. El estu-
ciones de calor, que nunca deberán ser ni demasiado im- dio de las lesiones, que no es el objeto del presente capítu-
portantes, ni excesivamente prolongadas. lo, es desde luego difícil en el terreno. Requiere un conoci-

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miento excelente de la exploración clínica y debe comple- mica de la cara dorsal de la falange distal durante la hiper-
tarse, en la mayoría de los casos, con un estudio radiográfi- extensión (fig. 4).
co minucioso. Ahora bien, al margen de los errores de diag-
nóstico (desconocimiento de una fractura del carpo, una Lesiones de la interfalángica proximal
rotura distal de un tendón extensor o una lesión de la placa El tipo de inmovilización más frecuente es el que utiliza
palmar), los errores de inmovilización o rehabilitación son férulas de duraluminio forradas de gomaespuma y moldea-
los que pueden tener consecuencias más graves. das a mano. Sin embargo, los materiales termomoldeables
¿Movilización o inmovilización? a baja temperatura, permiten realizar férulas en canal casi
La movilización implica el riesgo de provocar dolor e infla- cerradas, que presentan la ventaja de prescindir de toda
mación, de crear o alimentar un síndrome algodistrófico. fijación externa (fig. 5).
La inmovilización favorece directamente la rigidez, en un En lo relativo a la posición, la extensión es completa cuan-
contexto local inflamatorio. do sólo hay una lesión del sistema ligamentoso lateral. En
El objetivo del tratamiento se presenta como un desafío. caso de lesión de la placa palmar, por ejemplo como conse-
Por una parte, inmovilizar lo suficiente como para dismi- cuencia de una hiperextensión, ya se indicó anteriormente
nuir las reacciones dolorosas e inflamatorias, para proteger que la inmovilización debía realizarse en flexión de unos
un elemento anatómico lesionado reduciendo la amplitud 30°. Podría también limitarse a reducir la amplitud, impi-
o el grado de libertad de una articulación; por otra parte, diendo simplemente los citados 30° de extensión (fig. 6).
no inmovilizar innecesariamente ni en extensión, ni en cali- Estas inmovilizaciones se completan, en la mayoría de los
dad, ni en duración. Hay que limitar la inmovilización al casos, con un vendaje elástico en ocho, simple o doble, rea-
segmento correspondiente y saber que una limitación de la lizando la sindactilización del dedo lesionado con un dedo
amplitud resulta, en ocasiones, suficiente para proteger una vecino sano (fig. 7).
lesión sin necesidad de recurrir a una verdadera inmovili-
zación. Se debería reducir al mínimo la duración de la Lesiones de las metacarpofalángicas
inmovilización y saber interrumpirla en caso necesario con Se trata de lesiones de hiperextensión relativamente poco
movilizaciones suaves y prudentes. frecuentes, que afectan sobre todo a los dedos índice y
En realidad, las condiciones de la inmovilización son meñique, y que no deben nunca inmovilizarse en exten-
mucho más importantes que el principio en el que se basa. sión. Un vendaje metacarpiano moldeado permite obtener
Las posiciones de una inmovilización dependen tanto de una inmovilización más o menos selectiva (fig. 8).
los factores lesionales como de los factores anatómicos, que
son a veces contradictorios. Las condiciones de inmoviliza- Lesiones del pulgar
ción son siempre importantes y la mayoría de los fracasos se La inmovilización de la trapeciometacarpiana requiere la
deben al hecho de no haberlas cumplido. utilización de ortesis que fijen la base de la muñeca. La posi-
Las metacarpofalángicas están relajadas cuando las prime- ción debe ser claramente en abducción-oposición. Una
ras falanges se encuentran en extensión. Esta situación, que férula de comisura, en silla de montar, es muchas veces útil
se debe a la forma de leva de las estructuras óseas y también posteriormente, para prevenir la rigidez en aducción. La
al descentrado de los ligamentos laterales, implica un ries- inmovilización de la metacarpofalángica puede dejar la
go de rigidez rápida en caso de inmovilización en exten- muñeca libre y permitir movimientos de oposición (fig. 9).
sión. Así, la inmovilización de las metacarpofalángicas debe
realizarse siempre en flexión de más de 60°. Rigidez constituida: función y límites
La protección de la placa palmar de la interfalángica proxi- de la rehabilitación
mal requiere, en caso de lesión de este elemento, una inmo-
vilización en flexión ligera, del orden de 30°, mientras que En la práctica, en presencia de un dedo en gancho o un
la posición normal de inmovilización de las interfalángicas «índice acusador», es difícil a veces determinar si la rigidez
está en extensión casi completa, para proteger el sistema es reducible o ya inveterada. Para resolver el problema del
extensor. tratamiento, se requiere la colaboración del paciente, del
Se habla a veces de una posición denominada funcional, cirujano y del rehabilitador (fig. 10). La fisioterapia puede
que no se trata de una posición de inmovilización, ni tam- así aplicarse en contextos diferentes, que van desde el tra-
poco terapéutica, sino de una posición de «mal menor», tamiento de prueba, hasta el tratamiento postoperatorio,
cuando son inevitables la rigidez o la artrodesis. En cual- donde se junta con la prevención.
quier caso, y sobre todo a la altura de la muñeca, esta posi- Existen tres técnicas aplicables.
ción deberá definirse en función de las necesidades del
paciente (una flexión ligera de la muñeca favorece las acti- Masaje y movilización pasiva
vidades orientadas hacia uno mismo, una extensión ligera Los trabajos de J. Madden, por un lado, y los de P. Weeks y
favorece el contacto con el mundo exterior). Ch. Wray, por otro, han demostrado que el tejido cicatrizal,
elemento esencial en la génesis de la rigidez, es moldeable
Lesiones de la interfalángica distal y mecanizable durante varios meses, y que una puesta en
Las lesiones de la interfalángica distal afectan sobre todo al tensión suave y constante constituye el mejor medio para
sistema extensor y se manifiestan por el cuadro clínico del modificar su estructura. Esta acción principal alcanza su
dedo en martillo (o en mazo). La inmovilización terapéuti- máxima eficacia con la ortesis, ya que antes y durante su uti-
ca, en los casos en que estuviera razonablemente indicada, lización, se habrán practicado diversas maniobras destina-
se realiza mediante una ortesis moldeada, denominada en das a facilitar la flexibilización de la mano, completadas con
teja o canalón, similar a la teja canal languedociana, o ejercicios activos gestuales.
mediante una ortesis en esquí, cuya cara dorsal, ligeramen- Al margen de su función circulatoria y de su acción antiál-
te realzada, determina en el momento de la fijación una dis- gica, aparte de su inmenso efecto psicoterapéutico relajan-
creta hiperextensión de la falange distal, que favorece la te y tranquilizador, la mano que da el masaje permite redu-
reparación del aparato extensor. cir contracturas y espasmos, y hace penetrar agentes hidra-
El «dedo de Stack» es una férula moldeada con un orificio tantes o antiinflamatorios por vía percutánea. El masaje,
en su parte dorsal, que permite controlar la palidez isqué- que comienza por un baño caliente acompaña al paciente,

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7 Sindactilización.

4 Férula de inmovilización en extensión de la interfalángica distal


(Stack).

8 Férula vendaje para mantener las metacarpofalángicas en flexión


ligera.

5 Férula abierta de aquaplast para inmovilizar en ligera flexión una


interfalángica proximal.

9 Inmovilización de la metacarpofalángica del pulgar.

6 Ortesis de protección para limitar la extensión de una interfalán- pasado por alto, porque las consecuencias, edema y dolor
gica proximal.
amplificados, dejarían claro que «los tejidos no son sensi-
bles al entusiasmo sino al estrés» (M. Mansat).

y al mismo tiempo que interrumpe la movilización pasiva. Ortesis


Esta última no puede modificar el tejido cicatrizal, dado La ortesis puede basarse en dos principios diferentes en
que no dispone de tiempo para ello, pero sí permite iden- cuanto a su modo de acción.
tificar, valorar y objetivar a los ojos del paciente, en el trans- La férula es indeformable y hace las veces de tutor que fija
curso de este contacto manual insustituible, las amplitudes el dedo. Si dicha férula se moldea sobre el dedo en correc-
conseguidas por la ortesis. ción forzada, permite al paciente reproducir y conservar
También puede efectuarse, no ya en el sentido de la flexión esta posición durante algún tiempo. Se puede renovar o
o la extensión, sino hacia adelante y atrás, con un movi- ajustar en cuanto es posible una nueva posición de correc-
miento de subluxación, o incluso en tracción, y en decoap- ción, ya sea el mismo día o al día siguiente, y permite ir
tación, de acuerdo con las técnicas de movilización articu- ganando poco a poco algunos grados, mediante la aplica-
lar descritas hace ya muchos años por Mennell (fig. 11). ción de una secuencia de ortesis denominadas de correc-
Pero el entusiasmo de un enfermo voluntarioso no debería ción progresiva (fig. 12).
nunca hacer que la movilización pasiva sobrepasara su obje- Por el contrario, hay otras ortesis que son deformables; esta
tivo, es decir no debe superar un dolor no manifestado o cualidad de deformación determina una tensión de estruc-

página 7
siendo el límite teórico la presión ejercida en las zonas de
RIGIDECES CONSTITUIDAS apoyo, que no deberá sobrepasar a la presión de los vasos
capilares subyacentes.
El tratamiento ortésico no tiene como objeto desgarrar los
REHABILITACIÓN CIRUGÍA tejidos, sino inducir un modelado, una mecanización favo-
rable del colágeno, para lo cual lo más indicado es una ten-
sión mínima y mantenida durante períodos de 10 a 60
RESULTADO INSUFICIENTE minutos, de 4 a 6 veces diarias.
En la práctica, es suficiente una tensión del orden de 1 new-
ton o 1 newton y medio. Deberán tenerse en cuenta, por
BUEN RESULTADO EVALUACIÓN
supuesto, las variaciones derivadas de las deformaciones de
la ortesis en función de los movimientos activos o del des-
plazamiento del límite de rigidez. Por eso son necesarios no
10 En presencia de una rigidez, existen tres opciones: operar, reha- sólo la calibración de las estructuras y los materiales elásti-
bilitar, evaluar. Según J. Delprat y M. Mansat, «Rehabilitación de
cos, sino también las curvas de la tensión ejercida en fun-
las rigideces postraumáticas de los dedos largos» (J. Réadapt.
Méd., 1981, 1, nº 1, 5-16, Masson 1981). ción de la deformidad. «La época del diseño de la ortesis ya
está superada; debe hablarse ahora de fuerza» (P. Brand).
Respecto al efecto de esta tensión en los tejidos, Paul Weeks
estudió la acción de una tensión continua aplicada en dife-
rentes estructuras de un tendón. La curva respuesta alarga-
miento/tiempo obtenida pone de manifiesto que se alcanza
muy rápidamente un alargamiento mínimo, seguido de una
meseta hasta el umbral de rotura. Los ligamentos colaterales
sometidos a una tensión continua se alargan con mucha
rapidez hasta alcanzar su valor funcional: «Así, el efecto de
carga provocado por la ortesis actúa sólo sobre el tejido cica-
trizal y, cuando se obtienen modificaciones, se producen
precisamente en este tejido cicatrizal» (P. Weeks).
No se produce en realidad ningún estiramiento: la elastici-
dad posible se obtiene muy rápidamente y, más allá, sólo se
conseguirá provocar roturas parciales, causantes de infla-
mación y agravación de la fibrosis. Hay que plantearse el
remodelado de un tejido vivo (Brand).
11 Maniobras de movilización de una metacarpofalángica. Las ortesis se diseñan y realizan para un paciente concreto,
en un momento dado, son estrictamente individuales
(Capener, Wynn, Parry, Weeks). Deben vigilarse de cerca,
modificarse con frecuencia, cambiarse por completo en
ocasiones y a menudo alternarse; así, las ortesis no son obje-
tos que se puedan dejar al cuidado del paciente o de una
tercera persona sino que son un medio de tratamiento cuya
eficacia puede implicar ciertos riesgos.
Son muchos los peligros del tratamiento ortésico, ya se trate
de errores de diseño, de realización o de utilización: escaras
en un punto de apoyo o zona de contacto anormal por des-
lizamiento, efecto torniquete, agravación de la rigidez por
aplicación de una fuerza excesiva, por falta de elasticidad en
el segmento apropiado, o por una utilización desequilibrada.
El tratamiento ortésico es todavía reciente y está mal proto-
colizado, por lo que el hecho de reconocer su eficacia y
necesidad conlleva el riesgo de un florecimiento de mode-
12 Yesos progresivos de Judith Bell. los creados a raíz de experiencias personales aisladas.
Debería plantearse un estudio sistemático de las ortesis
basado en los requisitos biomecánicos, sin importar el
hecho que tal o cual escuela la realice en tal o cual material
turas elásticas, es decir una aplicación de fuerzas en los seg- o introduciendo tal o cual variación de detalle, que permi-
mentos articulares afectados. ta definirla mejor. En las figuras siguientes se ilustran algu-
En la práctica, la ortesis deformable cuenta con tres zonas nos tipos de ortesis utilizadas con mayor frecuencia en la
de apoyo: las dos zonas proximales, unidas por un elemen- lucha contra las rigideces digitales (fig. 13).
to indeformable, forman una zona estable; la tercera zona
de apoyo, distal, se une a las primeras mediante una estruc- Movimiento activo, corrientes excitomotoras
tura deformable y elástica. y ergoterapia
La fuerza ejercida por la tensión del elemento deformable Una de las primeras preocupaciones del rehabilitador es la
debe estar perfectamente definida: 1) en su dirección, de de enseñar de nuevo al paciente a realizar movimientos acti-
ahí la necesidad de utilizar a veces outriggers o elementos de vos, dentro de sus límites actuales y reales, al margen de la
transmisión; 2) en sus componentes eventuales, en ocasio- inhibición. Para ello, algunos accesorios menores, como la
nes muy nocivos porque determinan una compresión de las unión del dedo rígido con un dedo sano vecino por medio
superficies articulares o presiones anormales causantes de de un vendaje elástico en ocho (sindactilización) son de gran
deslizamientos o apoyos sobre la piel; y 3) en su intensidad, utilidad, puesto que a menudo permiten, además, poner en

página 8
Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

A
14 Trabajo por sectores del Robert Brighan Hospital, de Boston. Se
trata ya de un efecto elemental del bio-feed-back, que permite
visualizar el esfuerzo que realiza el paciente para pasar de un
sector a otro o para mejorar la posición en un sector concreto.

15 Goniómetro bio-feed-back.
La amplitud del movimiento va determinando la iluminación
progresiva de una batería de diodos.
Puede utilizarse una segunda batería paralela como cursor
máximo o como un objetivo que cumplir.
C
13 Ortesis de rigidez:
A. Ortesis de extensión de la interfalángica proximal del índice,
con efecto de abducción a nivel de la primera comisura.
las mejores condiciones, en el contexto de un gesto o de un
B. Ortesis de extensión global, con pescante y llamada low pro- movimiento global, cuando la rigidez deja de ser el centro
file, en caso de adherencias de los flexores en la muñeca. de interés para convertirse en una simple molestia que el
C. Ortesis de flexión de una metacarpofalángica. paciente intenta olvidar, ayudado por la motivación ergo o
ludoterápica.
Los programas de ergoterapia deben elaborarse con gran pre-
tensión las estructuras cicatrizales cuando el dedo sano inten- cisión, basándose para ello en los datos ya conocidos y en los
ta arrastrar a su vecino más allá de los límites de la rigidez. objetivos del tratamiento. Es indispensable que el cirujano, el
La contracción armoniosa e indolora que determina una rehabilitador y el ergoterapeuta trabajen en colaboración,
corriente excitomotora bien elegida, contribuye a la vez a hecho que no está de más recordar debido a la ausencia fre-
disminuir la inhibición y la aprensión, y a someter los teji- cuente de todo tipo de ergoterapia calificada. Al principio, se
dos cicatrizales, los tenosinoviales principalmente, a tensio- entrega al paciente un plan de tratamiento escrito, con ejer-
nes moderadas y repetidas en el sentido fisiológico de la cicios que debe realizar en su casa, y su ejecución correcta se
contracción muscular, a la inversa de las tensiones obteni- va controlando en las sesiones sucesivas (Hunter, Weeks).
das pasivamente o mediante las ortesis. Las diferentes actividades se elegirán en función del tipo de
El ejercicio activo puede ser analítico en ocasiones, pero no rigidez y de la fase en que ésta se encuentre, pero también
debe convertirse nunca en una mecanoterapia de la mano de las motivaciones del paciente y de su ocupación profe-
o ergometría. Existen diversos accesorios simples que per- sional, y finalmente en función de las suplencias previsibles
miten al paciente fijar sin dificultad el segmento proximal, o de una eventual reorientación laboral.
con objeto de centrar mejor el esfuerzo en una articulación El tratamiento se basa en ir oponiendo resistencias crecien-
concreta. Otros permiten visualizar el resultado del esfuer- tes y efectuar trabajos cada vez más intensos, hasta conse-
zo, que van desde el simple sector de disco (fig. 14) hasta guir una estabilización cada vez mayor de la muñeca e inclu-
los goniómetros electrónicos denominados de feed-back so una participación de la totalidad del miembro superior.
(fig. 15). En cualquier caso, el músculo ejerce la tensión, en Pero esta función capital de la ergoterapia sigue siendo,

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Balances articulares Apellidos
puntuales Nombre
Fecha
Diagnóstico

Artrolisis
2 Cirugía

1 b
Fechas 1982
4

16 A, Balance articular inmediato, analítico.


B, Balance articular evolutivo.
En caso de meseta prolongada, la curva permite confirmar la indicación
5
quirúrgica.
a

desafortunadamente, en gran parte ignorada fuera de los diagnósticos y de orientación terapéutica, al principio del
medios especializados. tratamiento o, con fines de evaluación de las secuelas, des-
pués de terminado el mismo.
Otras posibilidades de la fisioterapia
Aunque su interés parece muy secundario, cabe citar los Las amplitudes articulares se van consignando en fichas de
ultrasonidos, pues el efecto fibrolítico que surten a nivel control puntuales (fig. 16) que posteriormente se transcri-
celular, por los gradientes de presión implicados, justifica ben en una curva amplitud/tiempo, que es el único modo
hasta cierto punto su utilización en los tejidos en vías de de seguir con precisión la evolución del proceso. Estas cur-
cicatrización. vas permiten ir ajustando el tratamiento en función de los
resultados (interrupción de los progresos o reducción de
Supervisión del tratamiento una amplitud). En algunos casos, basta con modificar la
tensión de una ortesis o incluso con cambiarla para progre-
Para conducir lógica y económicamente el tratamiento sar un grado más. Si los progresos se han estancado, debe-
rehabilitador de una rigidez, es indispensable disponer de rá tomarse una decisión sin pérdida de tiempo.
una valoración cuantificada exacta de la evolución del pro-
ceso. No basta con contentarse con frases como «creo que El sistema de medida del TAM y del TPM (total active and
ahora doblo mejor el dedo» o «tengo la sensación de que, total passive movement), útil en los casos de rigidez provocada
desde hace algún tiempo, no progreso nada». La confianza por adherencias del tendón, no tiene tanto interés en la
que el paciente ha depositado en el terapeuta requiere una supervisión del tratamiento de una rigidez articular, pues
objetivación continua de la evolución. no aporta ningún elemento nuevo a la evaluación de la fun-
Los estudios de supervisión son muy sencillos, muy diferen- ción. Por el contrario, la distancia pulpejo-palma se incluye
tes de las evaluaciones completas que se efectúan, con fines en todas las fichas de control [3].

Rehabilitación de la muñeca traumática

Introducción Muñeca dolorosa


La mano es una herramienta maravillosa, pero no sirve El estudio clínico y radiológico minucioso debe permitir
absolutamente para nada si no se encuentra situada en el determinar la causa del dolor y distinguir entre procesos
espacio, en posición de función y estabilizada por el miem- que requieren un tratamiento quirúrgico u ortopédico
bro superior. En esta cadena, la muñeca desempeña un (seudoartrosis del escafoides, enfermedad de Kienböck,
papel esencial: por una parte, participa en la pronosupina- por ejemplo) y procesos directamente tributarios de la
ción, esa posibilidad implícita en los dos huesos del miem- rehabilitación.
bro anterior de los primeros vertebrados, y, por otra, per-
Una muñeca dolorosa puede obedecer a muchas causas:
mite posicionar la mano con respecto al eje del antebrazo;
por último, y sobre todo gracias a la contracción de todos — dolor provocado por la simple rigidez articular, en cuyo
los músculos estabilizadores, asegura la estabilidad. En la caso su tratamiento es semejante al de la rigidez;
práctica, se deben obtener prioritariamente la estabilidad y — dolor tras un esguince leve, que aparece después de una
la indolencia, incluso a costa de la movilidad [12]. inmovilización temporal;

página 10
Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

— dolor de los callos por consolidación viciosa en el extre-


mo inferior del radio y, en especial, en las fracturas articu-
lares, que según Castaing [2], aparece en el 53 % de los
casos. Se manifiesta al comprimir la muñeca en flexión dor-
sal o palmar. Los medios fisioterápicos habituales, la hidro-
terapia, los analgésicos y las infiltraciones constituyen la
base del tratamiento médico. En caso de fracaso, deberá
recurrirse a la intervención quirúrgica [5].
Existen sin embargo dos etiologías que requieren un estu-
dio más detenido:
— la algodistrofia refleja;
— la artrosis radiocarpiana.
• El carpo es la localización predilecta de la algodistrofia refle- 1 Lucha contra el edema: con el paciente acostado, mantener la
mano operada en posición sobreelevada.
ja (ADR), que puede presentarse aislada, o más frecuente-
mente asociada con lesiones de la mano e incluso del hom-
bro. Los signos clínicos y radiológicos, con evolución en dos
fases, caliente y fría, son clásicos. La diversidad de los trata-
mientos que se han propuesto demuestra hasta qué punto
son insuficientes, por lo que es preciso hacer hincapié en
las medidas preventivas.
Hay que tener siempre presente que una muñeca inmovili-
zada con un yeso es una muñeca amenazada por la ADR,
aunque ésta puede evitarse en la gran mayoría de los casos,
con la adopción de medidas sencillas.
Se trata, en primer lugar, de luchar eficazmente contra el
edema inclinando la mano adecuadamente en la cama:
brazo suspendido de un soporte o, mejor aún, descansando
el miembro superior en un almohadón puesto encima del
abdomen (fig. 1), o colocando el brazo en cabestrillo duran-
te el día (fig. 2). Los yesos demasiado apretados deben reti-
rarse y hacerse de nuevo, no basta con abrirlos. El masaje de 2 En posición de pie, llevar el brazo en cabestrillo.
los dedos y de la región proximal del miembro superior favo-
rece la circulación de retorno.
El mantenimiento de la movilidad articular tiene su impor- Fuera de las sesiones de rehabilitación y durante la noche,
tancia. El paciente debe movilizar activamente todas las arti- la mano se coloca en una ortesis de reposo en posición de
culaciones que el yeso deja libres, prestando especial aten- prevención: metacarpofalángicas en flexión de 70°, interfa-
ción a la flexión-extensión completa de las cadenas digita- lángicas en flexión de 20°, pulgar en antepulsión y muñeca
les, la separación de los dedos y el trabajo del pulgar en en extensión ligera (fig. 3).
antepulsión y oposición. También es conveniente proponer La fase de las secuelas es la del tratamiento de la rigidez arti-
la realización de ejercicios globales (manipulación de pelo- cular.
tas de gomaespuma o de pasta para modelar). La recuperación total requiere siempre mucho tiempo
Además de la medicación analgésica y antiedematosa, debe- (varios meses) y, en muchos casos, es incompleta en lo que
rá administrarse calcitonina en altas dosis (de 80 a 160 uni- respecta a la movilidad.
dades diarias, durante 10 días) en cuanto se manifiesten los • En presencia de un dolor de artrosis radiocarpiana, poco
signos clínicos de la ADR, ya que permite atenuar sensible- puede hacer el rehabilitador ya que habrá agotado ense-
mente la evolución. El resultado será tanto mejor cuanto guida los tratamientos sintomáticos anteriormente mencio-
antes se comience el tratamiento. nados. Esta artrosis evolucionada, que asocia dolor y rigi-
En la actualidad, sin embargo, se prefiere el bloqueo regional dez, sólo puede tratarse quirúrgicamente: artrodesis, artro-
intravenoso con guanetidina, que obtiene resultados indiscuti- plastia, resección de la primera fila del carpo [11].
blemente superiores a los de los demás tratamientos cuan- La indicación quirúrgica debe discutirse siempre en el con-
do se utiliza de manera juiciosa, por ejemplo en casos de texto general del paciente.
lesiones periféricas (hombro indemne) en fase inicial, o en La artrodesis está indicada sobre todo en los pacientes que
ausencia de contraindicaciones (alergias a los anestésicos necesitan fuerza y resistencia, pero antes deberán imperati-
locales, cardiopatía evolutiva, arteriopatía obliterante). vamente llevar durante un tiempo de prueba una ortesis de
Estos bloqueos pueden repetirse dos o tres veces con inter- inmovilización, con objeto de confirmar que la indicación
valos de ocho días. La mayoría de las veces se utiliza la téc- es adecuada [3].
nica que describió Hannington-Kiff [8]. La artroplastia está indicada en muy pocos casos en el ámbi-
La rehabilitación consiste en sesiones de movilización acti- to de la muñeca traumática. El wrist-joint de Swanson man-
va de la muñeca y la mano, que tienen por objeto recuperar tiene la distancia de la resección artroplástica, del mismo
las amplitudes articulares y la fuerza muscular. Los esfuer- modo que el espaciador, e induce su propia encapsulación
zos exigidos deben ser frecuentes y enérgicos, pero sin pro- fibrosa. La muñeca se inmoviliza durante 15 días en posi-
vocar, en ningún caso, reacciones dolorosas. ción neutra, con una ortesis provista de un sistema de recu-
Los baños de parafina y la hidroterapia están indicados en peración de extensión de los dedos, a fin de compensar la
estos casos; la manipulación de una esponja y los baños debilidad de los extensores que se da siempre en el posto-
escoceses facilitan el trabajo activo y la circulación. peratorio (fig. 4). La muñeca se movilizará estrictamente en

página 11
muñeca y una disminución importante de la fuerza de
prensión. El tratamiento es quirúrgico.
— El dolor puede causar también inestabilidad por inhibi-
ción refleja de la contracción muscular al proceder a la
compresión del carpo.
— La articulación radiocubital inferior también puede ser
causante de inestabilidad en el 10 % de los casos de fractu-
ra del extremo inferior del radio, según M. Mansat [10]. Se
manifiesta, en este caso, por dolores internos, limitación de
la pronosupinación, disminución de la fuerza de prensión y
una sensación de crujido. La apófisis estiloides del cúbito es
3 Ortesis de prevención.
dolorosa a la presión (síndrome de Sœur) y puede formar
una prominencia posterior más o menos reductible. La
estabilidad de esta articulación depende de la integridad
del ligamento triangular y los ligamentos radiocubitales
inferiores, pero sobre todo, según M. Mansat, de la tensión
del cubital posterior mantenido in situ en su túnel osteofi-
broso [10].
— La insuficiencia muscular, en el contexto de la muñeca
traumática, afecta globalmente a los sistemas palmar y dor-
sal. Las lesiones disociadas de origen neurológico no se tra-
tarán en el presente estudio. El déficit de los estabilizadores
de la muñeca compromete la eficacia de la prensión, habi-
da cuenta de que ésta sólo puede realizarse con fuerza
4 Asistencia de la extensión de los dedos después de una artro- cuando la muñeca se encuentra bloqueada en ligera exten-
plastia de Swanson (ortesis low profile).
sión e inclinación cubital, mediante una contracción simul-
tánea y armoniosa de dichos músculos (fig. 5).
flexión-extensión, evitando cualquier tipo de inclinación Rehabilitación del grupo dorsal (fig. 6)
radial o cubital, con objeto de obtener 30° a uno y otro lado Partiendo de una posición en flexión, se le pide al paciente
de la posición neutra. que efectúe una extensión activa directa con objeto de
Las artroplastias totales (Meuli, Volz, G.S.B., Guépar) no hacer trabajar a la totalidad del sistema extensor. Este movi-
plantean ningún problema específico de rehabilitación. miento global deberá disociarse a continuación: extensión
Después de un período de inmovilización postoperatoria de en inclinación radial para que trabajen los radiales, exten-
8 días con una férula palmar, la muñeca empezará a movi- sión en inclinación cubital para que trabaje el cubital pos-
lizarse, pero conservando una protección nocturna duran- terior. En función del grado del déficit, el movimiento será
te un período de 15 días a tres semanas [1]. asistido o resistido.
La resección de la primera fila del carpo es una alternativa Es preciso saber utilizar las sinergias musculares entre los
interesante en los casos en que ni la supresión total de la flexores de los dedos y los extensores de la muñeca, y cono-
movilidad articular, ni la artroplastia son compatibles con cer también las técnicas facilitadoras, por ejemplo la que
los imperativos profesionales [6]. La muñeca se inmoviliza- asocia retropulsión del hombro, flexión del codo, prona-
rá durante cuatro semanas en posición neutra, comproban- ción, extensión de la muñeca y flexión de los dedos.
do mediante una radiografía de perfil que el hueso grande Rehabilitación del grupo palmar (fig. 7)
se encuentra bien posicionado debajo del radio. El acorta-
miento del esqueleto implica una relajación de los estabili- El cubital anterior es un flexor potente en inclinación cubi-
zadores de la muñeca, por lo que la rehabilitación deberá tal; su tendón se palpa fácilmente en la cara anterointerna de
basarse principalmente en los ejercicios de estabilización la muñeca, justo en su punto de inserción en el pisiforme.
que se describen en el capítulo siguiente. El palmar menor es más externo; flexiona la muñeca en
ligera inclinación radial, inclinación que tiene una ampli-
tud de flexión mínima.
Muñeca inestable El principio de la rehabilitación es idéntico al descrito para
La estabilidad de la muñeca depende de tres sistemas: las los músculos del grupo dorsal: trabajo activo global y traba-
relaciones normales entre las estructuras óseas, el sistema jo disociado en posición de elección.
capsuloligamentoso y, por último, el sistema muscular, que Fortalecimiento de la estabilización
comprende un grupo palmar y un grupo dorsal.
Se trata de practicar un trabajo estático con los dos grupos
El grupo palmar está formado por los músculos palmar musculares, ya sea de manera alternativa por estabilización
mayor (flexor carpi radialis), palmar menor (palmaris lon- rítmica (fig. 8), o de manera simultánea: trabajo con dina-
gus) y cubital anterior (flexor carpi ulnaris). mómetro (fig. 9) y, sobre todo, en ergoterapia.
El grupo dorsal, por los músculos primer radial externo
(extensor carpi radialis longus), segundo radial externo
Muñeca rígida
(extensor carpi radialis brevis) y cubital posterior (extensor
carpi ulnaris). Todos los traumatismos de la muñeca tratados mediante
Las causas de inestabilidad son múltiples y, en general, inmovilización implican, inevitablemente, una limitación
interdependientes. de las amplitudes articulares.
— Dado que la rehabilitación no puede aportar muchas Desde el punto de vista anatómico, estas limitaciones son el
soluciones eficaces al problema de la inestabilidad ligamen- resultado de una retracción capsuloligamentosa, aunque
tosa del carpo, se debe tratar este trastorno independiente- existen otros factores susceptibles de reducir la movilidad:
mente. La sintomatología se caracteriza principalmente por — las retracciones tendinosas, algunas de las cuales son
dolores, una limitación articular, resaltos al movilizar la yatrógenas;

página 12
Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

5 Prensión de fuerza en extensión-inclinación cubital. 8 Trabajo estático: estabilización rítmica.

6 Trabajo activo contra resistencia de los extensores de la muñeca. 9 Ejercicios dinamométricos.

— las quemaduras, que a menudo afectan a la cara dorsal


de la mano y la muñeca.
Las maniobras pasivas y globales en flexión-extensión e
inclinación radial y cubital han de ser siempre suaves y pro-
gresivas y nunca deben sobrepasar el umbral del dolor.
El rehabilitador debe recurrir a maniobras de decoaptación
por tracción, que permiten estirar el sistema capsuloliga-
mentoso sin forzar las articulaciones (fig. 10). Siempre en
tracción axial, se imprimen a la muñeca movimientos lige-
ros de traslación en los planos frontal y sagital.
La hidroterapia caliente es un coadyuvante útil en la recu-
peración de la movilidad de la muñeca después de un perí-
7 Trabajo activo contra resistencia de los flexores de la muñeca. odo de inmovilización.
No debe pretenderse obtener sistemáticamente la movilidad
articular fisiológica. Las artroplastias parciales del carpo, por
— el síndrome de Volkmann, terrible y desafortunadamen- ejemplo (escafoides o semilunar), toleran mal los movi-
te muy corriente, se caracteriza por una retracción isqué- mientos extremos, que pueden llegar hasta a luxarlas. Su
mica de toda la celda anterior del antebrazo, que provoca estabilidad se deriva de la organización del tejido cicatrizal
una flexión irreducible de la muñeca y los dedos; conjuntivo alrededor del implante. Con objeto de favorecer
— la retracción de los extensores de los dedos, que puede esta evolución, la muñeca se inmoviliza durante cuatro a seis
surgir como consecuencia de una utilización intempestiva semanas después de la intervención; transcurrido este tiem-
de la férula de Oppenheimer en una parálisis radial [7]; po, sólo se trabajarán las amplitudes funcionales a fin de
— la posición postoperatoria de la técnica de Kleinert para «mecanizar» la neocápsula. Ya se comentaron anteriormen-
la sutura de los flexores, quedando la muñeca posicionada te los problemas particulares de rehabilitación que plantea-
en flexión durante un mes; ban el wrist-joint de Swanson y las artroplastias totales.

página 13
10 Movilización en decoaptación.
12 Ortesis de pronosupinación.

13 Manguito de flexión en caso de retracción o adherencia de los


extensores de los dedos.

11 Yesos progresivos de Wynn Parry.

El tratamiento ortésico de la rigidez de la muñeca puede


utilizar ortesis articuladas deformables elásticas, aunque
parece que la técnica más eficaz en este caso es la de los
yesos progresivos de C.B. Wynn Parry [4, 13], que consiste en
moldear férulas enyesadas en posición forzada, llevadas por
el paciente hasta que la ganancia de amplitud permita mol-
dear una nueva férula más adaptada, y así sucesivamente. El
paciente conserva el penúltimo yeso como yeso de reposo
nocturno (fig. 11).
En algunos casos excepcionales de rigidez en flexión irre-
ductible, se recurrirá a una artrolisis o una tenoartrolisis 14 El trabajo con cuña de apomazado favorece la extensión.
palmar.
Aunque la pronosupinación no depende, en el sentido
estricto, de la muñeca, no puede dejarse de lado la rehabi- La ortesis postural cumple, en este caso, una función esen-
litación de esta función, ya que es tan importante como la cial. La que más se utiliza, consta de dos partes bien dife-
flexión-extensión. Son numerosos los factores mecánicos renciadas: la primera abarca la paleta metacarpiana y la
que intervienen en este movimiento complejo: la integri- mitad distal del antebrazo, la segunda, la mitad proximal y
dad de las articulaciones radiocubitales, el paralelismo de el codo en flexión de 80°. Estas dos partes se unen por
los dos huesos y su longitud similar, la curvatura pronadora medio de un sistema de dos correas elásticas, que genera un
del radio y la elasticidad de la membrana interósea. par de rotación en pronación, o en supinación (fig. 12).
La rehabilitación sucede en general a una intervención qui- Las limitaciones de la movilidad de la muñeca resultantes
rúrgica: resección de la cabeza radial, artrolisis de una de las de las retracciones tendinosas de los flexores o los extenso-
articulaciones radiocubitales, resolución de una sinostosis res de los dedos plantean siempre problemas difíciles de
radiocubital o un callo por consolidación viciosa de los dos resolver, porque los mencionados músculos son poliarticu-
huesos del antebrazo. Excepto en los casos en que se hubie- lares y determinan reacciones en cadena: es el efecto de
ra practicado una osteosíntesis después de una osteotomía, tenodesis.
por ejemplo como tratamiento de dichos callos, la rehabili-
En presencia de una retracción de los extensores, la flexión
tación deberá iniciarse inmediatamente después de la inter-
de la muñeca sólo será posible si las metacarpofalángicas se
vención quirúrgica. La recuperación requiere, en general,
encuentran en extensión; del mismo modo, la flexión de las
mucho tiempo, en especial en el caso de las sinostosis altas.
metacarpofalángicas sólo será posible si la muñeca se
La movilización debe practicarse con el codo flexionado, a encuentra en extensión. La asociación de la flexión de la
fin de evitar las compensaciones del hombro: muñeca y de los dedos es incompleta. Para estirar los exten-
— trabajo manual pasivo; sores, el rehabilitador toma en su mano la mano del pacien-
— trabajo activo asistido de los pronadores y supinadores; te, con los dedos enrollados, e imprime progresivamente a
— trabajo con artromotor autopasivo. la muñeca un movimiento de flexión. Entre las sesiones de

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

movilización, el paciente deberá llevar una ortesis para


mantener la muñeca en posición neutra o ligeramente fle-
xionada, provista de un manguito elástico de flexión de los
dedos (fig. 13).
La retracción de los flexores es más frecuente, pero es pre-
ciso saber respetarla en algunos procesos neurológicos, en
los que puede contribuir al cierre de los dedos (mano auto-
mática).
El estiramiento progresivo de los flexores se obtiene
poniendo los dedos en hiperextensión y luego la muñeca
en dorsiflexión, utilizando para ello las férulas de extensión
palmar progresiva de Wynn Parry [13]. La participación del
flexor largo propio del pulgar (flexor pollicis longus) es
relativamente frecuente, por lo que hay que saber identifi-
carla. Se manifiesta por una flexión de la interfalángica
cuando la muñeca se posiciona en extensión y el pulgar, en
abducción-retropulsión.
En términos generales, la activación de la movilidad debe
practicarse de la manera menos agresiva posible y debe que-
dar imperativamente dentro de los límites de las amplitudes 15 El trabajo con berbiquí refuerza la estabilidad.
articulares funcionales.
Las actividades ergoterápicas son tan numerosas como
Finalmente, en la última fase, la estabilidad de la muñeca se
variadas. El tipo de actividad, la posición de trabajo y su
va fortaleciendo a base de prensiones estáticas: trabajo con
intensidad deberán elegirse en función de las posibilidades
serrucho, cepillo y berbiquí (fig. 15).
funcionales [14].
Debe empezarse con actividades suaves y relativamente ana- *
**
líticas, a fin de no provocar dolor: trabajo de extensión o
inclinación, juegos de ajuste, ejercicios con conos que Las lesiones de la muñeca tienen repercusiones funcionales muy
deben desatornillarse partiendo de una flexión palmar, importantes en la mano, por lo que su rehabilitación debe com-
adaptación de un telar cuyo motor se acciona mediante un pletarse naturalmente con la de la prensión.
microinterruptor situado en la cara dorsal de la mano, etc. Los objetivos prioritarios son la indolencia y la estabilidad; la
movilidad se sitúa en un segundo plano, y hay que saber conten-
Más adelante, y progresivamente, se irán combinando entre tarse con las amplitudes funcionales.
ellos diversos movimientos (costura, cestería, etc.), al tiem- La ergoterapia cumple una función esencial porque coloca la
po que se van intensificando las resistencias (martilleo, ator- muñeca traumatizada en situación de función dentro del contex-
nillamiento, aserradura, apomazado, etc.) (fig. 14). to del complejo articular del miembro superior.

Rehabilitación de las lesiones tendinosas traumáticas

Introducción incluyen en sus protocolos la movilización tendinosa pre-


coz.
Las lesiones de los tendones son frecuentes en los traumatis-
mos de la mano. En los traumatismos simples, las lesiones de
este tipo se dan en una cuarta parte de los casos; la lesión Bases anatomofisiopatológicas
principal suele ser el corte del tendón, por ejemplo a raíz de Zonas tendinosas anatomoquirúrgicas
un accidente doméstico. Son más frecuentes, casi en la mitad
Verdan y Michon [9] definieron en 1961 siete zonas topo-
de los casos, si se consideran conjuntamente los traumatis-
gráficas anatomoquirúrgicas en la cara palmar de la mano y
mos complejos de la mano provocados por accidentes labo-
ocho en la cara dorsal (figs. 1 y 2). Todas y cada una de estas
rales, de tráfico o de bricolaje. Las lesiones de los flexores son
el doble de frecuentes que las de los extensores. Las lesiones zonas vienen determinadas por la existencia de vainas fibro-
tendinosas deberían considerarse muy seriamente en todos sas y serosas carpianas y digitales, dentro de las cuales se des-
los casos, porque condicionan el futuro funcional de la mano lizan los tendones.
o los dedos. Las secuelas pueden ser graves: desde la pérdida Sin entrar en detalles particulares de cada una de estas zonas,
de la movilidad y la exclusión, hasta la amputación digital. sí cabe hacer hincapié en la dificultad que implica el trata-
La reparación quirúrgica de las lesiones tendinosas está hoy miento de las lesiones tendinosas en la zona II, en el caso de
perfectamente protocolizada en los equipos especializados, los flexores, y en la zona III, en el caso de los extensores.
gracias sobre todo a la contribución de la microcirugía,
Nutrición del tendón
pero resulta insuficiente para devolver al dedo su capacidad
funcional. Así, la rehabilitación es indispensable e indiso- De acuerdo con datos recientes (Allieu [2]), el tendón es un
ciable del tratamiento, hasta el punto de que las técnicas tejido metabólicamente activo, que se nutre tanto por vía
quirúrgicas actuales más adelantadas (Kleinert, Jenning) sanguínea como por vía sinovial.

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1 y 2 Zonas topográficas quirúrgicas, según
Verdan [10].

1. Flexores
2. Extensores.
1 2

— La vascularización tendinosa procede de las uniones ción sinovial. La movilización digital previene también la
musculotendinosas y tenoperiósticas. También existe una rigidez articular y contribuye a mantener el esquema cor-
vascularización intrínseca longitudinal, esencialmente dor- poral. Flexibiliza las adherencias en vías de formación y per-
sal, que discurre entre los fascículos del endotendón. En el mite así un deslizamiento tendinoso aceptable.
caso de los tendones flexores, fuera del canal digital, la vas- — Esta movilización pasiva precoz sin tensión del tendón
cularización procede del mesotendón. En el canal digital, debe practicarse durante cuatro semanas. Requiere la cola-
los vínculos hacen las veces de soportes; son, de hecho, ver- boración total y absoluta del paciente. La movilización pre-
daderas láminas portavasos. coz puede estar contraindicada en algunos casos de trau-
— El líquido sinovial está sobre todo presente en las vainas matismos complejos con lesiones tendinosas asociadas o
del canal digital, y no sólo cumple una función mecánica en lesiones de otras estructuras, principalmente osteoarticula-
el deslizamiento de los tendones, sino que contribuye, asi- res y cutáneas. La sutura tendinosa requiere, a continua-
mismo, a su nutrición. ción, una inmovilización estricta durante tres a cuatro sema-
nas antes de iniciar la rehabilitación activa. Esta pauta tera-
Cicatrización tendinosa péutica clásica se aplica también en el niño de corta edad.
Son dos los mecanismos que intervienen en la cicatrización
de los tendones, uno extrínseco, otro intrínseco. Principios generales de rehabilitación
— El primer mecanismo explica la formación de adherencias en caso de sutura simple
tendinosas necesarias para la cicatrización. Las superficies
tendinosas alteradas hacen las veces de inductores del proce- Movilización
so cicatrizal a partir del paratendón y los tejidos circundan- En los casos de sutura tendinosa simple, y al margen de las
tes, que contienen fibroblastos. Las adherencias conllevan técnicas de movilización precoz que se estudiarán más ade-
también la neovascularización que requiere la formación del lante, la movilización de la mano y los dedos se inicia clási-
callo. Este mecanismo, el único que se conocía hasta ahora, camente después de transcurridas cuatro o cinco semanas.
justificaba el dogma según el cual las adherencias tendinosas Debe ser prudente, suave, sin tensiones, y practicada por un
eran obligatorias en el proceso de cicatrización. El papel de kinesiterapeuta experimentado o conocedor de la fragili-
la movilización se limitaba, en el mejor de los casos, a mode-
dad tendinosa. En esta primera fase, el trabajo contra resis-
lar las adherencias y favorecer el deslizamiento de los tendo-
tencia y las posturas en estiramiento tendinoso están for-
nes. Esta cicatrización extrínseca existe, sin duda alguna, y es
malmente contraindicados. Una vez retirado el vendaje, la
más importante cuanto más afectadas están, por el trauma-
toma de contacto con el paciente comienza con un estudio
tismo, las estructuras circundantes: la piel, las vainas fibrosas
trófico y la limpieza de la piel. La movilización articular es
y el sistema osteoarticular. El traumatismo quirúrgico viene a
inicialmente pasiva, manual en el sentido del acortamiento
sumarse, además, al traumatismo inicial.
tendinoso, primero analítica, después global. Pretende que
— La cicatrización intrínseca es un dato reciente fundamen- el paciente vuelva a tomar conciencia del sentido del movi-
tal [2]. En efecto, el tendón puede cicatrizarse solo, sin nece- miento. Bajo la supervisión del rehabilitador, el paciente va
sidad de los tejidos circundantes, es decir sin adherencias, a solicitando activamente, sin resistencia, el acortamiento del
condición de que éstos no presenten ninguna alteración.
tendón, articulación por articulación. El retorno a la posi-
Consecuencias prácticas ción de partida también se efectuará activamente.
La muñeca y los dedos se irán colocando progresivamente
Son evidentes y permiten definir los grandes principios en posición intermedia, sin poner los tendones en tensión.
terapéuticos. El tratamiento se completará con una fisioterapia con fina-
— La sutura tendinosa debe ser lo más atraumática y lo lidad trófica y antiinflamatoria. Las sesiones serán cortas,
menos desvascularizante posible, y respetar las vainas, las pero frecuentes, a razón de cuatro diarias. El miembro
estructuras sanas y la circulación sinovial, a fin de favorecer superior se colocará en posición elevada entre las sesiones.
el proceso de cicatrización intrínseca y limitar la formación
de adherencias. A la sexta semana
— La movilización tendinosa debe ser precoz y pasiva, sin Se prosigue el trabajo analítico y global de los tendones en
tensiones, para disminuir el edema y favorecer la circula- las amplitudes articulares recuperadas, corrigiendo la posi-

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

ción de la muñeca y los dedos. El kinesiterapeuta va intro-


duciendo de forma progresiva las resistencias manuales. Las
posturas manuales controladas en el sentido del estiramien-
to tendinoso pueden empezar a practicarse al final de la
sexta semana. Hay que evitar las compensaciones y corregir
los trastornos de los impulsos voluntarios. Hay que verificar
también la utilización del dedo lesionado en las prensiones
usuales poco exigentes. Las sesiones de movilización serán
menos frecuentes, pero más largas, a razón de dos diarias.
Después de la sexta semana
Aunque teóricamente el tendón no se ha cicatrizado toda-
vía, el riesgo de rotura es mínimo, a menos que el cirujano
opine de otro modo. En esta fase, el objetivo es recuperar la
3 Ortesis postural dinámica de extensión.
máxima amplitud articular tanto en flexión como en exten-
sión. Se alternará una movilización activa en acortamiento
contra resistencia creciente con posturas en estiramiento
tendinoso. Se practicarán todos los tipos de prensiones,
comprobando en cada una de ellas la integración del dedo
lesionado. Se proseguirá la fisioterapia, con finalidad fibro-
lítica en el trayecto tendinoso en caso de adherencias sóli-
das: ultrasonidos, ionización yodada, etc.
Pero no sólo hay que obtener el enrollamiento completo de
los dedos y la recuperación del déficit de extensión; tam-
bién hay que recuperar la fuerza y la resistencia en el caso
de los flexores y la rapidez de apertura en el caso de los
extensores. La ergoterapia facilita esta recuperación.
En el caso del pulgar, hay que intentar recuperar la apertu-
ra de la primera comisura, todas las pinzas pulgar-dedos y 4 Ortesis postural dinámica de flexión global.
una buena estabilidad de la interfalángica en las pinzas de
precisión.
En esta fase, puede plantearse la reanudación de la activi- — Las posturas en extensión de los tendones se obtienen
dad profesional siempre que no implique grandes esfuerzos utilizando láminas de acero calibrado, cuerdas de piano o
manuales. En caso de necesidad, se proseguirá la rehabili- pescantes con tractores elásticos. Se utilizan también seda-
tación haciendo hincapié en la ergoterapia, con objeto de les de pescar unidos a tractores elásticos o muelles espirales.
favorecer la recuperación de la fuerza, la resistencia y la — Las posturas en flexión global o selectiva se obtienen uti-
coordinación gestual. lizando bandas elásticas o tractores elásticos individuales.
El paciente deberá llevar la ortesis durante varias semanas
Ortesis
después de la fase de movilización. Se aconseja que los apa-
Las ortesis cumplen una función determinante en la reha- ratos de enrollamiento se lleven durante el día, de manera
bilitación de las lesiones tendinosas. Son indispensables intermitente, debido a los trastornos del retorno venoso
para mantener y mejorar la movilidad articular. Los pacien- que provocan, y los aparatos de extensión, durante la
tes deberán llevarlas fuera de las sesiones de rehabilitación. noche. En función de la recuperación de las amplitudes
Al quitar los vendajes, de tres a cuatro semanas después de la articulares, se irán quitando a fin de facilitar la utilización
intervención, si los trastornos tróficos e inflamatorios son de la mano en las actividades de la vida cotidiana y las acti-
importantes (edema, dolores), se confeccionará una ortesis vidades profesionales.
de reposo metacarpofalángica antebraquial que el paciente
deberá llevar fuera de las sesiones de movilización, a fin de Ergoterapia
colocar las articulaciones en posición temporal de protección. La ergoterapia complementa la acción del kinesiterapeuta y
Las ortesis de posturas dinámicas (figs. 3 y 4) prosiguen efi- permite ir introduciendo resistencias adaptadas y diversas
caz y progresivamente la acción de las movilizaciones. Estas en las prensiones, sin que el paciente se fatigue. Está indi-
ortesis están contraindicadas antes del día 35 en el caso de cada en todos los casos de persistencia:
los flexores y del día 42 en el caso de los extensores, porque — de deficiencias de los impulsos voluntarios por trastorno
ponen en tensión el tendón suturado, con el consiguiente del esquema corporal;
riesgo real de distensión de la cicatriz tendinosa. La ortesis
— de exclusión del dedo o la mano en las prensiones;
básica consiste en un guantelete metacarpiano de tipo
Levame, prolongado o no por una pieza antebraquial pos- — cuando es necesario recuperar coordinación, resistencia
tural de la muñeca en función de la localización de la lesión y/o fuerza de prensión en la vida cotidiana, en las activida-
tendinosa. Después se fijan en el guantelete accesorios des de ocio o profesionales;
diversos posturales dinámicos. Se utilizan todos los materia- — también cabe utilizarla como instrumento preventivo.
les termomoldeables existentes (Polyform, Sunsplit, La ergoterapia se inicia a partir de la 5ª ó 6ª semana y se pro-
Polysar, Aquaplast), pero sobre todo el Hexcelite, que dis- sigue hasta el final de la rehabilitación. Las actividades que se
pone de aireación y puede moldearse con rapidez en la proponen, que son esencialmente bimanuales, deben tener
mano del paciente. Es indispensable ajustar conveniente- en cuenta el grado de fragilidad tendinosa. La ergoterapia
mente los elementos motores dinámicos a fin de evitar posi- trabaja la abertura y el cierre de la mano para recuperar la
bles lesiones cutáneas, articulares y tendinosas. Estas ortesis prensión, al principio sin resistencias, y alternando prensio-
deben controlarse y adaptarse con regularidad. nes globales y prensiones de precisión. La utilización de

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puños adaptados a la distancia pulpopalmar de los dedos xión mediante una férula enyesada posterior. La mano se
evita las tensiones excesivas y reduce las situaciones de fraca- colocará en posición elevada para luchar contra el edema.
so. Las actividades de tejido y ajuste ligero (torno de madera)
El cuarto día
en carpintería cumplen perfectamente estos imperativos de
prudencia. Se iniciará asimismo un reentrenamiento de la El vendaje se sustituye por una ortesis postural dorsal, que
escritura si la mano lesionada fuera la dominante. Se com- fija la muñeca en flexión de 30-40° y las metacarpofalángi-
probará la independencia del paciente en las actividades de cas, en flexión de 45° (fig. 5).
la vida cotidiana; la recuperación en este sentido no supone, • La ortesis se realiza en el propio paciente, con la mano en
en general, ningún problema. Las sesiones serán cortas con pronación y el codo flexionado en posición de cuello de
objeto de evitar cualquier tipo de dolor o compensación. cisne. La ortesis se extiende proximalmente hasta el tercio
superior del antebrazo. Para confeccionarla se utilizan mate-
Al final de la sexta semana
riales termomoldeables de tipo sunsplit o polyform. Hay que
Se van introduciendo de forma progresiva las resistencias moldear con mucho cuidado la pieza metacarpiana palmar a
en las prensiones mientras que las amplitudes articulares se la altura del pliegue de flexión de las MF, porque en ella se
van trabajando en flexión-extensión de los dedos. Las acti- fijará después la polea de reflexión de la tracción elástica. La
vidades son más exigentes: aserrado, cepillado (para las pieza antebraquial se prolonga por la cara anterior del ante-
prensiones globales), pasamanería (para las prensiones de brazo para recibir en su borde radial la inserción proximal
precisión). La sindactilización es necesaria en aquellos del dispositivo elástico de recuperación (fig. 6).
casos de exclusión rebelde de un dedo. La duración de las Los materiales utilizados provocan en ocasiones una hiper-
sesiones será mayor. sudoración con maceración, fenómeno que no ocurre con
Después de la sexta semana el hexcelite.
Las actividades van aumentando en duración e intensidad • El dispositivo elástico debe tener una longitud suficiente
para recuperar fuerza y resistencia. Si el futuro nivel de acti- para evitar, al producirse la extensión de las IF, una resis-
vidades profesionales fuera demasiado exigente desde el tencia excesiva al final del recorrido. Su trayecto debe res-
punto de vista de las prensiones, la rehabilitación puede petar las convergencias de los dedos hacia el tubérculo esca-
proseguirse en un centro de rehabilitación profesional con foideo. Su tensión se regula con objeto de que determine
objeto de facilitar la reinserción. un enrollamiento completo de los dedos y permita la exten-
sión activa de las IF sin inflamación de la matriz ungueal. El
Los resultados de esta técnica son, en conjunto, satisfacto-
tractor elástico puede fijarse a través de la uña o bien con
rios, teniendo en cuenta la frecuencia de las lesiones aso-
un pegamento sintético.
ciadas. Sin embargo, en la tercera parte de los casos, es
necesario practicar una tenolisis secundaria. Los resultados • La polea de reflexión debe ofrecer la mínima resistencia
se valorarán en función de la distancia que media entre el posible. Lo ideal es una polea en miniatura, difícil de
pulpejo del dedo y el pliegue palmar distal y del déficit glo- encontrar en el comercio. El problema puede solucionarse
bal de extensión del dedo. confeccionando una argolla con una cuerda de piano, o
sino, puede servir un imperdible provisto de un pedazo de
drenaje de Redon. La posición de la polea es fundamental.
Si la lesión afecta sólo al flexor común profundo o a los dos
Rehabilitación de los tendones flexores tendones flexores, la polea deberá situarse a la altura del
pliegue de flexión palmar distal (fig. 5). Si la lesión afecta
Lesión en la zona I sólo al flexor común superficial, la polea se situará más
proximalmente en la región metacarpiana.
El flexor profundo se ha roto o desinsertado de su inserción
distal en la tercera falange F3. El tendón se reinserta, en la • La rehabilitación se inicia bajo la supervisión del terapeuta,
mayoría de los casos, mediante un barb wire de Jenning, lo que tiene que explicar al paciente lo que se espera de él. En
cual permite la movilización pasiva precoz en flexión de la posición de cuello de cisne, se le pide que realice una exten-
interfalángica distal (IFD). Después de cuatro semanas, se sión activa completa de las IF, pero manteniendo la posición
retira el barb wire y se inicia una movilización activa en flexión- flexionada de las MF con objeto de evitar la instalación de un
extensión. El paciente llevará hasta la 8ª semana una ortesis dedo en gancho. La vuelta en flexión se efectúa pasivamen-
de extensión de las interfalángicas, con las metacarpofalán- te, sin tensión, por acción del dispositivo elástico de recupe-
gicas en flexión. Generalmente, la extensión de la IFD se ración. Una vez que el paciente comprende esta moviliza-
recupera, pero persiste en muchos casos un déficit de flexión. ción, puede realizarla él mismo varias veces por hora.
Del octavo al decimoquinto día
Lesión en la zona II El tendón suturado se vuelve muy frágil, por lo que hay que
Los flexores se han lesionado en el canal digital, el no man’s reducir la frecuencia de las movilizaciones. En los casos de
land de Bunnel. Es la indicación preferente de la sutura pri- sutura de los dos tendones flexores, el común y el profundo,
mitiva del tendón flexor según la técnica de Kleinert, que es preciso movilizarlos individualmente por separado con
asocia, como tratamiento de urgencia, una sutura fina y objeto de evitar la formación de adherencias entre ellos.
atraumática, de los tendones y de los demás elementos A los treinta días
lesionados (vasos, nervios) así como una movilización pasi-
La ortesis puede retirarse a fin de ir extendiendo progresi-
va precoz en flexión del dedo por tracción elástica. La
extensión digital activa se efectúa sin tensión sobre los fle- vamente la muñeca, que a menudo es dolorosa. La movili-
xores, con la muñeca y las metacarpofalángicas (MF) inmo- zación activa debe iniciarse con prudencia, trabajando la fle-
vilizadas en flexión. xión activa asistida de los dedos y disociando, primero, la
acción de cada uno de los tendones, para hacerlo global-
Rehabilitación según el método de Kleinert mente al final de la sesión. Se requiere la máxima prudencia
en todos los casos porque el riesgo de rotura es posible hasta
Entre el primero y el cuarto día postoperatorios los cuarenta y cinco días. Romain [8] recomienda, por lo
La mano se inmoviliza con un vendaje ligeramente com- demás, que el paciente siga llevando la ortesis sin dispositivo
presivo, que fija la muñeca y las metacarpofalángicas en fle- elástico entre las sesiones, con una finalidad protectora.

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

• Las adherencias son frecuentes en los casos de lesión de los


dos tendones. Se deben a una movilización insuficiente o
una disociación difícil entre los tendones superficial y pro-
fundo. Las adherencias de este tipo sólo cederán practican-
do una movilización perseverante completada con una orte-
sis de extensión, que el paciente deberá llevar durante un
período de hasta seis meses.
En los casos de contraindicación del método de Kleinert, la
sutura tendinosa puede completarse con una inmoviliza-
ción postoperatoria inmediata (niño, grandes destrozos), o
bien con una movilización pasiva precoz según Duran y
Hauser [4].

Rehabilitación según el método de Duran


5 Método de Kleinert. Posición flexionada de la muñeca y las MF en Este método de rehabilitación se caracteriza por la disten-
la ortesis. sión de los flexores mediante una ortesis dorsal metacarpo-
antebraquial, que mantiene la muñeca en flexión de 30° y
las MF, en flexión de 45°, mientras que las IF se posicionan
en ligera flexión mediante una cuña de gomaespuma inter-
calada entre la ortesis y la cara dorsal de los dedos. El kine-
siterapeuta se encargará de realizar, dos veces al día una
movilización analítica en flexión de las IF, manteniendo las
MF en extensión. Éstas se movilizarán acto seguido en fle-
xión, manteniendo a su vez las IF en extensión. La exten-
sión de las IF se verifica en la ortesis después de retirada la
cuña de gomaespuma. El paciente deberá asumir rápida-
mente su propia rehabilitación.
Este método está indicado sobre todo en las regiones com-
plejas del dedo (reimplantación), pero el paciente tiene
que estar en condiciones de colaborar. Ahora bien, se trata
de un método todavía muy poco empleado, por lo que
resulta difícil valorar los resultados. En cualquier caso, pare-
ce una buena indicación para evitar la complicación del
dedo en gancho.

Lesión en la zona III


Esta lesión corresponde a la rotura del tendón del flexor
largo del pulgar. La dificultad del tratamiento es menor que
6 Método de Kleinert. Mo- en la zona II, teniendo en cuenta que en este caso sólo exis-
vilización en posición de te un tendón. El método de Kleinert es asimismo la indica-
cuello de cisne. ción predilecta. Las modalidades de rehabilitación son
idénticas a las descritas anteriormente, aunque con algunas
variantes referidas a la ortesis (fig. 7). La muñeca se posi-
ciona siempre en flexión por la parte antebraquial. La parte
La sexta semana metacarpiana consta de una pieza comisural, que posiciona
Puede iniciarse un trabajo contra resistencia manual. Se el pulgar en ligera antepulsión-oposición al abrir la prime-
completará con una ortesis de extensión del dedo, para ra comisura; asciende proximalmente en la primera falange
contrarrestar la rigidez en flexión de las IF. La rehabilita- hasta el pliegue de flexión de la IF. La polea de reflexión se
ción se proseguirá de acuerdo con las modalidades clásicas fija por medio de un pescante en el borde cubital de la
que se estudiaron en el capítulo anterior. mano.
Los resultados de este interesante método son satisfactorios
en el 72 % de los casos (Merle, Foucher y Michon [6]). Lesión en las zonas IV, V, VI y VII
Complicaciones Estas zonas son menos complejas desde el punto de vista
Las roturas se deben a errores de rehabilitación: moviliza- anatómico. La elección de la técnica de sutura tendinosa,
ción demasiado enérgica o mal controlada, y mala informa- con o sin inmovilización, dependerá, principalmente, de la
ción del paciente. importancia de las lesiones asociadas. Por ejemplo, la sec-
• El dedo en gancho puede deberse a una supervisión inco- ción del nervio cubital a la altura de la muñeca no permite
rrecta de la rehabilitación, sobre todo a una ortesis mal la extensión activa de las interfalángicas, por lo que el méto-
adaptada, pero también a errores de indicación. Este méto- do de Kleinert estará contraindicado en este caso. Hay que
do no debe utilizarse en niños de corta edad ni en pacien- hacer hincapié en la necesidad de llevar durante mucho
tes de corto entendimiento, como tampoco en casos de tiempo el aparato de postura dinámica en extensión de la
traumatismos complejos con lesiones multitisulares impor- muñeca y los dedos, con objeto de luchar contra las adhe-
tantes. El sistema extensor debe estar intacto. rencias frecuentes de los tendones en estas zonas.

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7 Método de Kleinert. Sutura del flexor largo del pulgar. 8 Mallet finger: tratamiento con férula en teja de Michon.

Rehabilitación de los tendones extensores tensiones en la sutura cuando se efectúan movilizaciones


activas o pasivas del dedo.
La actitud terapéutica dependerá del tipo abierto o cerrado La movilización puede iniciarse cuando el paciente lleva
de la lesión tendinosa. todavía el vendaje o bien el cuarto día, después de retirarlo.
Bajo la supervisión del terapeuta, que realizará algunos movi-
Lesiones tendinosas cerradas mientos pasivos prudentes de pocos grados en flexión-exten-
sión, el paciente efectuará una flexión activa, también de
Mallet finger pocos grados. El retorno lo realizará primero pasivamente el
Corresponde esta lesión a una rotura o una desinserción del rehabilitador y después de forma activa el propio paciente.
tendón extensor a la altura de F3. En fase precoz, esta lesión La flexión deberá ser siempre parcial, con objeto de evitar el
debe tratarse con una férula dorsal «en teja» de Michon cizallamiento longitudinal del tendón sobre el caballete que
(fig. 8). Esta férula inmoviliza la IFD en extensión, dejando forman las articulaciones IFP o MF en las zonas III o V. Entre
libre el pulpejo del dedo, y permite la flexión-extensión de las sesiones, la mano se coloca en una férula palmar de repo-
la IFP (interfalángica proximal). El paciente deberá llevarla so, que fija la muñeca en dorsiflexión, posición de distensión
durante seis semanas día y noche, y después sólo por la para los extensores. Las MF están en flexión ligera y las IF, en
noche durante otras seis semanas. Este método simple per- extensión. Este tipo de rehabilitación se mantendrá de tres a
mite reinsertar el tendón y evita, en general, la intervención, cuatro semanas, hasta que se retire el barb wire. Es preciso
siempre que se aplique con suficiente precocidad. hacer hincapié en la importancia de una movilización suave
Deformidad en ojal y exacta y de la colaboración del paciente.
Esta técnica ha evolucionado en los últimos años y, en la
Esta deformidad corresponde a la lesión del sistema extensor
actualidad, una vez retirado el vendaje, se utiliza una ortesis
en la zona III. La cintilla mediana está rota y las cintillas latera-
dinámica de extensión con objeto de proteger la sutura y per-
les están luxadas palmarmente. Se produce, en consecuencia,
mitir la flexión del dedo con retorno pasivo asistido (fig. 10).
una deformidad en flexión de la IFP, con hiperextensión de la
IFD. Al margen de las situaciones de urgencia, esta deformidad Este método no es fácil de aplicar en la zona III. En efecto,
debe tratarse con una ortesis metacarpiana de extensión electi- existen frecuentemente, en la cara dorsal de la IFP, grandes
va de la IFP, con la MF en flexión de 50°. Paralelamente, una destrozos cutáneos con abertura articular y pérdida de sus-
movilización activa en flexión de la IFD permite evitar la rigidez tancia tendinosa, que requieren una plástica del tendón. El
en hiperextensión. El tratamiento se mantendrá durante seis revestimiento cutáneo se realiza en la mayoría de los casos
semanas, como mínimo, y más si se considerara necesario, con un colgajo de avance (fig. 9). Así, el motor de la exten-
antes de decidir sobre la realización de la intervención. sión (lámina, cuerda de piano, dispositivo elástico) debe
pasar en puente por encima de la zona lesionada para tirar
Lesiones tendinosas abiertas de la segunda falange F2 (fig. 10).
El tratamiento de las lesiones de los extensores se encuentra, Después de un período de inmovilización relativa de cuatro
actualmente, en plena evolución. La sutura simple con inmovi- semanas, el tratamiento se continúa con una rehabilitación
lización conserva todavía todas sus indicaciones, y con buenos clásica. Normalmente, el paciente recupera la flexión activa
resultados, sin las dificultades que se plantean en el caso de los del dedo y, sobre todo, de la IFD, pero lo más importante es
tendones flexores. Ahora bien, desde la introducción por Allieu que lleve una ortesis de extensión con objeto de evitar la
[1], en 1971, de la técnica del barb wire de Jenning, que permite distensión de la cicatriz. La ortesis de enrollamiento sólo se
una movilización relativa precoz de la sutura, la evolución del propondrá a partir de la sexta semana.
tratamiento ha sido idéntica a la del de los tendones flexores. La técnica de Jenning puede aplicarse en todas las zonas
Finalmente, los principios del método de Kleinert han podido tendinosas, en especial en las más distales (II, III, IV y V).
aplicarse a los tendones extensores. La sutura fina y atraumática La complicación principal que cabe temer es la aparición
de estos últimos se completa con una movilización pasiva asisti- de una sepsis, que obligaría a retirar el barb wire y a la inmo-
da, precoz, sin tensión en la sutura, gracias todo ello a una orte- vilización del dedo hasta el final de la cuarta semana.
sis dinámica de extensión [3, 5]. Esta técnica se conoce habitual-
Movilización pasiva asistida en caso de sutura
mente con el nombre de «método de Kleinert invertido».
de los tendones extensores (método de Kleinert invertido)
Rehabilitación en caso de sutura de los extensores Esta técnica es la evolución natural del método descrito
con la técnica barb wire de Jenning anteriormente [3]. Después de suturar el tendón, se inmo-
La solidarización de los cabos proximal y distal del tendón viliza al paciente durante 2 días con una férula provisional,
con una grapa fijada con hilo de acero permite evitar las que mantiene la muñeca y los dedos en extensión.

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

11 Método de Kleinert invertido: ortesis low profile de extensión


de F1.

Rehabilitación en caso de tenólisis


A pesar de todos los esfuerzos realizados para limitar el
9 Sutura del tendón extensor en zona III con la técnica barb wire de
Jenning. traumatismo quirúrgico y mecanizar las adherencias en vías
de formación por medio de suturas atraumáticas y movili-
zaciones precoces, todavía se dan casos de bloqueos tendi-
nosos irreversibles consecutivos a adherencias. Estas adhe-
rencias pueden ser la consecuencia de una rehabilitación
mal conducida, una movilización insuficiente o una ortesis
mal adaptada, pero también, y sobre todo, de la gravedad
del traumatismo inicial. Cuanto más importantes son las
lesiones asociadas a la lesión tendinosa, mayor será el ries-
go de que se formen adherencias.
La tenólisis no debe en ningún caso plantearse hasta 3
meses después de la sutura primitiva. Este plazo puede
ampliarse hasta los 6 meses en caso de infección.
La movilización del tendón es imperativa a las 24 horas des-
pués de la tenólisis. Se basa en sesiones de movilizaciones
activas analíticas de todas y cada una de las articulaciones,
en flexión-extensión del dedo, varias veces al día (4 como
mínimo), durante un tiempo de al menos 10 días.
Representa prácticamente la única urgencia de fin de sema-
na en materia de rehabilitación de la mano. El beneficio de
la liberación tendinosa se gana o se pierde en este período.
10 Sutura del tendón extensor en zona III con la técnica barb wire La ortesis será precoz, en extensión en caso de tenólisis de
de Jenning. Ortesis dinámica de extensión IFP. los flexores, y en enrollamiento, en caso de tenólisis de los
extensores. La movilización deberá practicarse con suma
prudencia y sin resistencia entre el quinto y el décimo día,
• El tercer día, se confecciona la ortesis dinámica de exten-
período que corresponde al de la máxima fragilidad tendi-
sión (fig. 11), que fija la muñeca en extensión de 30-45°,
nosa. Transcurrido este tiempo, la ortesis postural dinámi-
dejando libres las MF. El dispositivo elástico puede ser un
muelle calibrado [3], una goma o una lámina de acero, que ca, que pone el tendón en tensión máxima, se completa con
tira en extensión de la primera falange F1 [5]. Este aparato una movilización activa contra resistencia con objeto de evi-
personalizado y muy sencillo cumple los criterios de las tar la formación de adherencias.
ortesis low profile de los anglosajones. En el caso de los flexores, y después de una tenólisis en el
• El paciente deberá llevar la ortesis durante 4 semanas, durante canal digital, el dedo liberado puede mantenerse en flexión
las cuales movilizará el dedo en flexión; la extensión corre- máxima con una ortesis de enrollamiento (fig. 4), que el
rá a cargo del dispositivo dinámico del aparato. La movili- paciente llevará entre las sesiones de movilización activa.
zación se iniciará a partir de las 48 horas, bajo la supervisión Este método, propuesto por Foucher, permite mecanizar e
del rehabilitador, que requerirá del paciente flexiones sua- incluso romper las adherencias que se hubieran formado
ves y progresivas, sin tirones ni tensiones. El paciente será en la posición de acortamiento tendinoso.
controlado de forma regular hasta el fin de las cuatro sema-
nas. Después, se retirará la ortesis y podrá iniciarse una
rehabilitación clásica. Esta técnica está indicada, asimismo, Rehabilitación en caso de injerto
en las lesiones del extensor largo del pulgar.
A pesar del escaso tiempo transcurrido desde la introduc- tendinoso
ción de esta técnica, que no permite valorar los resultados,
parece evitar una de las complicaciones del barb wire: la sep- La rotura tendinosa supone el fracaso de la reparación de los
sis. Sus indicaciones preferentes parecen ser las lesiones tendones. La rotura se produce en tendones fragilizados, des-
amplias de los extensores suturados en las zonas IV, V, VI y vascularizados por un traumatismo importante o por inter-
VII de Verdan [9, 10]. venciones iterativas más o menos bien conducidas técnica-

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mente y practicadas en situaciones límite. La sepsis también do se libera de sus inserciones distales y se implanta dentro
puede ser causante de la destrucción tendinosa. Los errores de la neovaina del dedo lesionado. Después de un previo
de rehabilitación por negligencia o inexperiencia pueden ajuste exacto de la longitud del injerto, éste se reinserta sóli-
asimismo ocasionar roturas de tendones, que acaban por des- damente por su extremo distal.
moralizar al paciente. Es preciso desconfiar siempre de los La movilización se inicia inmediatamente después de la
tendones que funcionan demasiado bien durante los prime- etapa operatoria. El injerto se solicita activamente en fle-
ros días de la movilización. El ritmo, la duración y la intensi- xión. La recuperación suele ser larga, y dificultada por la
dad de la movilización deberán reducirse, después de reco- formación de adherencias. La rehabilitación asociará una
mendar al paciente que evite cualquier esfuerzo o tensión movilización activa contra resistencia en flexión y, alternati-
del dedo. En efecto, la rotura amenaza sobre todo a los ten- vamente, posturas en extensión, manuales y ortésicas. El
dones frágiles, poco o mal vascularizados. paciente deberá llevar durante mucho tiempo la ortesis de
La rotura tendinosa es afortunadamente rara, incluso extensión dinámica del dedo para intentar recuperar la rigi-
excepcional, cuando los pacientes reciben tratamiento en dez en flexión que sigue persistiendo en muchos casos a la
un medio especializado. Pero, cuando se produce, la única altura de la IFD. Sólo en casos excepcionales se recuperan
solución que queda para recuperar la función del dedo es completamente las amplitudes en flexión de las IFP.
el injerto tendinoso. *
**
Rehabilitación en caso de injerto en dos etapas
de los tendones flexores, según la técnica de Hunter El tratamiento de las lesiones tendinosas traumáticas de la mano
depende de la zona anatómica lesionada y de la naturaleza del
La primera etapa de esta técnica tiene por objeto inducir la traumatismo. La evolución de las técnicas quirúrgicas, cada vez
formación de una vaina tendinosa mediante la inserción de más elaboradas debido al mejor conocimiento del proceso de
una varilla de silicona en el trayecto de los flexores, con pre- cicatrización tendinosa, requiere en la actualidad la intervención
via reconstrucción de las poleas fibrosas del canal digital y de equipos especializados, tanto en cirugía como en rehabilita-
escisión de los tejidos fibrosos y peritendinosos. En esta pri- ción de la mano. Estos equipos deben colaborar activamente en
todo momento, pero en especial en el período postoperatorio
mera etapa se prepara también el futuro injerto, a partir del
inmediato.
palmar menor, o de un flexor superficial, que se fija proxi-
La noción de movilización precoz, a partir del día siguiente a la
malmente en el flexor común. intervención, se está imponiendo cada vez más. Se necesitan
Después de la fase quirúrgica, la rehabilitación tiene por para ello rehabilitadores competentes y experimentados, capaces
objeto mantener una buena flexibilidad articular y un buen de adaptar las ortesis a los objetivos terapéuticos. La utilización
estado trófico de la cadena digital hasta la implantación del precoz de aparatos desempeña, en efecto, una función cada vez
injerto definitivo. La movilización pasiva del dedo en fle- más importante en estas técnicas.
xión-extensión, completada con la utilización alternativa de Así, la rehabilitación debe integrarse en el tratamiento global de
ortesis de postura en flexión-extensión, cumple este objeti- las lesiones tendinosas. No sólo debe ser precoz, sino también
vo. Para conservar el dedo dentro del esquema corporal, se continua a fin de supervisar, por un lado, la adaptación de las
ortesis en todo momento y por otro, el cumplimiento correcto por
procederá a sindactilizarlo con un dedo sano vecino a fin de
parte del paciente de las instrucciones de movilización que tiene
posibilitar las prensiones. que practicar él mismo. Deberá prolongarse el tiempo que fuere
La segunda etapa se efectúa tres meses después, momento necesario con objeto de facilitar la reinserción profesional del
en que se retira la varilla de silicona. El injerto selecciona- paciente.

Rehabilitación en caso de reconstrucción digital por reimplantación,


trasposición o traslocación

Introducción son, en efecto, las condiciones indispensables de la recupe-


ración funcional del segmento lesionado para evitar que
quede excluido de las maniobras de prensión.
Las mutilaciones de la mano son frecuentes en las activida-
des de ocio y deportivas, pero sobre todo en el medio labo-
ral. La tercera parte de todos los accidentes de trabajo se Elección de la técnica de reconstrucción
localizan en la mano. El número de lesiones de la mano ha
aumentado hoy debido a la moda del bricolaje, tanto en En urgencias
casa como en el jardín, pues se emplean sierras circulares, La reimplantación, es decir la reposición del segmento dis-
tronzadoras, cortacéspedes y otras máquinas diversas para tal amputado, debe intentarse siempre que éste se encuen-
trabajar la madera que pueden resultar muy peligrosas. Son tre en buen estado. Debe tratarse de una amputación lim-
muchas las situaciones en que es posible amputarse uno o pia, sin lesiones asociadas (aplastamiento, avulsión), y el
varios dedos. dedo amputado debe haber sido transportado en buenas
La reconstrucción de una amputación uni o multidigital es condiciones. Cabe recordar a este respecto cuáles son las
actualmente posible en urgencias, gracias a los consejos consignas fundamentales de transporte [2]:
simples divulgados para el transporte del segmento ampu- — no limpiar el dedo con alcohol ni con mercurocromo;
tado, o si es más tarde, gracias a los progresos de la osteo- — no utilizar algodón;
síntesis y, sobre todo, de la microcirugía de la mano. — introducir el segmento amputado en una bolsa de plás-
La rehabilitación debe integrarse en el proceso de recons- tico herméticamente cerrada y depositada sobre hielo;
trucción digital con objeto de recuperar la movilidad, la — no utilizar torniquetes, sino vendajes compresivos sobre
tonicidad, la sensibilidad, la troficidad y la indolencia. Éstas la herida.

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

Más tarde • La movilidad del injerto requiere una articulación trape-


La elección de la técnica dependerá de la gravedad del trau- ciometacarpiana móvil y una primera comisura flexible en
matismo: ¿se trata de una amputación uni o multidigital, de los casos de pulgarización. La metacarpofalángica (MF) y la
una mano sin pulgar, de un pulgar sin mano, o de una interfalángica proximal (IFP) deben ser parcialmente flexi-
mano metacarpiana? bles en los casos de reconstrucción de los dedos largos.
• En los casos en que sólo se amputa el pulgar, se practicará • La troficidad debe estar preservada por una vascularización
una traslocación, es decir la implantación de un dedo largo arterial mínima y un retorno venoso suficiente.
sano (el anular en general), que se amputará e injertará en • La sensibilidad digital debe poder recuperarse, lo cual
el primer metacarpiano. Actualmente, la pulgarización tien- implica la sutura de los nervios colaterales palmares.
de más a recurrir a trasposiciones de los dedos primero y
segundo del pie. Requisitos inherentes a la rehabilitación
• Si el pulgar está intacto y los demás dedos están amputados, • La movilidad del segmento reconstruido requiere una
se puede justificar la transposición de un dedo del pie con movilización precoz de las articulaciones, de los tendones y
la finalidad de reconstituir una pinza bidigital. de las comisuras y la utilización de ortesis. Los músculos
• La pérdida de uno a tres dedos largos, con conservación de un intrínsecos y extrínsecos deben tonificarse.
solo dedo capaz de oponerse al pulgar, no justifica la • La troficidad puede mejorarse tratando el edema y flexibi-
reconstrucción de aquéllos. La mano metacarpiana tampoco lizando las cicatrices.
parece una indicación de reconstrucción; es preferible • La indolencia se obtiene por desensibilización de las zonas
recurrir a otras técnicas (cirugía, aparatos protésicos fun- neuromatosas o disestésicas.
cionales).
• La sensibilidad empieza a rehabilitarse en cuanto ha con-
• Por último, desde el punto de vista técnico, la elección cluido el crecimiento nervioso de los nervios colaterales.
dependerá de la calidad de la vascularización arterial del Las zonas anestesiadas deben protegerse.
segmento a injertar y del sitio receptor amputado.

Requisitos necesarios para el éxito Modalidades de la rehabilitación


de la reconstrucción
Fase de movilización y reutilización precoz de la mano
Requisitos inherentes al paciente • En los casos de translocación, la movilización y la utilización
• Asegurarse de que el paciente acepta el tratamiento propuesto. Es de ortesis pueden iniciarse muy rápidamente sin riesgo espe-
preciso darle todo tipo de explicaciones sobre las ventajas e cial, debido a la inexistencia de suturas tendinosas. De
inconvenientes del tratamiento, haciendo hincapié en las hecho, la rehabilitación dependerá de la solidez de la osteo-
obligaciones de la rehabilitación postoperatoria. Gene- síntesis y su principal objetivo consiste en integrar el dedo
ralmente, el paciente acepta el tratamiento por razones injertado en su nueva función de pulgar. Así, el tratamiento
tanto estéticas como funcionales y profesionales. se centrará en la rehabilitación de la sensibilidad, porque el
• Asegurarse de que el paciente será capaz de colaborar en el trata- paciente seguirá percibiendo las sensaciones a nivel del
miento. cuarto radio. Respecto a la movilización, habrá que trabajar
• En los casos de reconstrucción diferida (trasposición, tras- principalmente con la articulación trapeciometacarpiana. Si
locación), es indispensable realizar un estudio preoperatorio en la MF está conservada, puede mantenerse la movilidad. En
ergoterapia a fin de valorar las motivaciones del paciente y las cuanto a las articulaciones suprayacentes, será preciso traba-
posibilidades que tiene para adaptarse a las nuevas formas jar sobre todo su estabilidad.
de prensión que le proporcionará la reconstrucción del • En caso de reimplantación o de trasplante, la movilización se
dedo, corrigiendo, en caso necesario, las compensaciones inicia en la cuarta semana. Previamente, el edema se habrá
que hubiera desarrollado. tratado a base de fisioterapia, masajes, posición elevada y
Para realizar este programa, se moldea primero el dedo de flexibilización comisural. La movilización debe ser activa
la mano que se va a traslocar o el dedo del pie que se va a inicialmente, suave y repetida varias veces al día. La utiliza-
injertar. Partiendo del molde realizado, se efectúa una ver- ción de una ortesis de separación permite prevenir la
dadera protetización del injerto, que se fija en el lugar en que retracción de la primera comisura en los casos de pulgari-
se realizará la reconstrucción digital. Este método presenta, zación. Entre las sesiones, el paciente deberá llevar el miem-
además, la ventaja de proporcionar al cirujano datos sobre bro superior en cabestrillo, en pendiente.
la longitud del dedo del pie que se necesita y sobre la ubi- • En caso de trasplante de un dedo del pie, la cicatrización de la
cación y orientación del injerto a fin de obtener la máxima herida del pie es larga y dolorosa, y la marcha se altera. Así
funcionalidad posible. pues, se requieren cuidados locales y se impone la desensi-
bilización de la cicatriz. En los casos de trasplante del dedo
Requisitos inherentes a la técnica quirúrgica gordo, es indispensable utilizar una plantilla de distribu-
• La estabilidad y la solidez ósea deben estar totalmente garan- ción de apoyos, con tope a la altura del primer radio, para
tizadas por el material de osteosíntesis a fin de evitar la seu- corregir la marcha.
doartrosis y los dolores en el momento de una movilización. • A la quinta-sexta semana: se prosiguen la fisioterapia y la
• La orientación del segmento reconstruido debe ser correc- movilización activa, precedida de una movilización pasiva
ta para evitar las desviaciones axiales de los dedos largos al asociada con posturas manuales suaves.
cerrar la mano y permitir la oposición entre el pulgar y los Las ortesis de postura dinámicas en enrollamiento y exten-
demás dedos. sión deberán llevarse de manera alterna a partir de la sexta
• La longitud del injerto debe ser suficiente, igual a dos semana. El tratamiento se prosigue de este modo hasta la
falanges en el caso de la reconstrucción del pulgar. octava semana.

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• Ergoterapia. Se hace trabajar la mano en actividades poco Ergoterapia: las situaciones de trabajo que se proponen soli-
exigentes: ajuste con escofina, tejido, etc. Las herramientas citan las prensiones de precisión y las prensiones globales
deben tener mangos adaptados, y las zonas anestesiadas con fuerza y resistencia para actividades de carpintería o de
deben protegerse. Las pinzas finas poco exigentes se traba- trabajos en el exterior.
jarán con actividades de escritura o con el torno de made- En función de las secuelas funcionales que queden en la
ra. Las dificultades en las actividades de la vida cotidiana se mano, la reanudación del trabajo puede plantearse o bien
resolverán recurriendo eventualmente a ayudas técnicas directamente, o bien después de un período de reentrena-
provisionales. miento al esfuerzo y al trabajo. Si las secuelas fueran tan gra-
ves que obligaran a plantearse un cambio de actividad, el
Fase de reintegración del segmento reconstruido paciente necesitaría entonces un estudio de orientación
en las prensiones profesional seguido de una fase de readaptación laboral.
Después de transcurridos 2 meses, la consolidación ósea es *
prácticamente un hecho, por lo que puede empezarse a tra- **
bajar con el dedo trasplantado en movilidad, estabilidad y En los casos de amputación digital, la reconstrucción del dedo o
fuerza. Las movilizaciones y las posturas contra resistencia se dedos requiere un tratamiento personalizado.
intensifican con objeto de tonificar los músculos y mejorar las La elección de la técnica quirúrgica dependerá del estado de con-
amplitudes articulares. La ergoterapia persigue los mismos servación del segmento amputado y de la extensión de las lesio-
objetivos, con intensificación de todas las prensiones. nes asociadas en el caso de las reposiciones.
• La rehabilitación de la sensibilidad puede iniciarse, dado que En el caso de las translocaciones digitales y sobre todo, de las
el crecimiento nervioso se encuentra ya en una fase avanza- transposiciones, por trasplante de un dedo del pie, es necesario
da. La desensibilización es necesaria en los casos de diseste- realizar un estudio de ergoterapia para valorar las motivaciones
del paciente, las posibilidades que tiene de colaborar en el trata-
sias neuromatosas. miento y que podrá obtener del mismo.
• Las técnicas de desensibilización son sencillas: golpeteos, fisio- La protetización del proyecto de trasplante permite realizar este
terapia a base de ultrasonidos e ionizaciones, arena calien- estudio, aparte de que ayuda al cirujano a determinar la ubicación,
te, etc. A pesar de su sencillez, estas técnicas requieren ser la longitud y la orientación del injerto que se propone efectuar.
aplicadas con rigor y perseverancia para obtener buenos La rehabilitación se presenta desde muy pronto como un com-
resultados. plemento indispensable del acto quirúrgico. Así, debe proseguir-
• La cirugía secundaria puede estar indicada al final de este se en el postoperatorio para recuperar la movilidad, la troficidad,
la indolencia y la sensibilidad del dedo reconstruido.
período para tratar las secuelas. Las intervenciones más
La rehabilitación debe ser precoz y global, y basarse en la aso-
habitualmente practicadas son las siguientes: desbrida-
ciación de diversas técnicas: movilización, desensibilización,
mientos cutáneos, tenólisis, ablaciones de neuromas, reso- rehabilitación de la sensibilidad, ergoterapia y utilización de orte-
luciones de seudoartrosis dolorosas, etc. sis estáticas y dinámicas. También permite valorar las secuelas,
Al final de este período, la recuperación funcional debería que podrían tratarse eventualmente con una intervención secun-
estar prácticamente terminada. daria a fin de proporcionar al paciente una autonomía suficiente
en la vida cotidiana y profesional.
Fase de desarrollo de la resistencia, valoración
de las secuelas y readaptación profesional
Esta fase está indicada sobre todo en el caso de los pacien-
tes que tienen necesariamente que recuperar fuerza y resis-
tencia por motivos profesionales. Las secuelas deben que-
dar estabilizadas y la mano, indolora.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: DELPRAT
Las compensaciones en las prensiones pueden plantearse en J., MANSAT M., ROMAIN M., ALLIEU Y. et PETRY D. – Rééducation des
caso necesario con objeto de asegurar la autonomía en las affections de la main et du poignet. – Encycl. Méd. Chir. (Elsevier, Paris-
actividades cotidianas y profesionales. France), Kinésithérapie, 26-220-A-10 et A-20, 4.11.07, 24 p.

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES DE LA MANO Y LA MUÑECA 26-220-A-10

Bibliografía
Principios generales de la rehabilitación de la mano y la muñeca

Lesiones traumáticas: los dedos y la rigidez

Rehabilitación de la muñeca traumática

Rehabilitación de las lesiones tendinosas traumáticas

Rehabilitación en caso de reconstrucción digital por reimplantación, trasposición o traslocación

Nuestro servicio de documentación le propone algunas referencias bibliográficas recientes


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