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Melissa Amaya Muñoz

Cod: 2122705
Teoría del conocimiento

Kant, Immanuel. Critica de la razón pura. Edición digital basada en la edición de


Madrid, Librería General de Victoriano Suarez, 1928.

Antinomia se refiere a que existen dos proposiciones contradictoriamente opuestas


(tesis y antítesis), respecto a una misma cuestión que pueden demostrarse con
fundamentos válidos y necesarios, y que no contiene error formal alguno. Por esto,
se dice que la naturaleza de la razón es dialéctica, en cuanto entra en conflicto
consigo misma. Las Antinomias de la razón pura son cuatro:

1. Tesis: “El mundo tiene un comienzo en el tiempo y con respecto al espacio


está encerrado también en límites”. Antítesis: “El mundo no tiene comienzo,
ni límites en el espacio, sino que es infinito, tanto en el tiempo como en el
espacio”.

2. Tesis: “Toda substancia compuesta en el mundo se compone de partes


simples; y no existe nada más que lo simple, o lo compuesto de lo simple”.
Antítesis: “Ninguna cosa compuesta en el mundo se compone de partes
simples, y no existe nada simple en el mundo”.

3. Tesis: “La causalidad según las leyes de la naturaleza no es la única de


donde los fenómenos del mundo pueden ser todos derivados. Es necesario
admitir además, para la explicación de los mismos, una causalidad por
libertad”. Antítesis: “No hay libertad alguna, sino que todo el mundo ocurre
solamente según leyes de la naturaleza”.

4. Tesis: “Al mundo pertenece algo que, como su parte, o como su causa, es
un ser absolutamente necesario”. Antítesis: “No existe en parte alguno un
ser absolutamente necesario, ni en el mundo ni fuera del mundo, como su
causa

CUARTA OPOSICIÓN DE LAS IDEAS TRANSCENDENTALES

TESIS

Al mundo pertenece algo que, como su parte o como su causa, es un ser


absolutamente necesario.
La prueba para esta tesis es que, en el mundo sensible hay una serie de cambios,
ya que en él están todos los fenómenos, sin dicha serie el tiempo como condición
de posibilidad del mundo sensible no sería dada. Todo cambio depende de su
condición que anticipa al tiempo, con base en esto el cambio es necesario. Todo lo
que es dado condicionado, admite una serie de condiciones respecto a su existencia
incluso lo incondicionado, y solo éste es absolutamente necesario. En ese sentido,
debe existir algo absolutamente necesario, ya que existe un cambio como
consecuencia suya. Pero, ese algo necesario pertenece al mundo sensible porque
de no ser así los la serie de cambios del mundo indiciaria a él sin que esa causa
necesaria perteneciera al mundo sensible. Lo anterior es imposible pues el
comienzo de una serie temporal está determinado por aquello que lo precede en el
tiempo. Así, “la causalidad de la causa necesaria de las alteraciones y por tanto la
causa misma pertenece al tiempo y, por ende, al fenómeno”1. En ese sentido, no
puede ser pensada aparte del mundo sensible que encierra todos los fenómenos,
así, existe en el mundo algo absolutamente necesario.

ANTÍTESIS

No existe en parte alguna un ser absolutamente necesario, ni en el mundo ni fuera


del mundo, como su causa.

Suponiendo que en el mundo exista un ser necesario, a serie de sus cambios


tendría un comienzo absolutamente necesario y sin causa, o dicha serie no tendría
un comienzo “y, aunque contingente y condicionada en todas sus partes, seria en
el todo, sin embargo, absolutamente necesaria e incondicionada” 2, hecho que se
contradice, pues la existencia de la multiplicidad no puede ser necesaria si las partes
de ella no tiene una existencia necesaria en sí. Pero, suponiendo por otro lado que
haya una causa absolutamente necesaria del mundo, fuera del mundo, la causa
comenzaría como miembro supremo de la serie de causas de cambios, la existencia
de estos y sus series. “ahora bien, tendría entonces que comenzar también a operar;
su causalidad pertenecería, pues, al tiempo y, por ende, al conjunto de los
fenómenos, es decir, al mundo”3. De esa forma, la causa no estaría fuera del mundo,
entonces ni en el mundo, ni fuera de él hay un ser absolutamente necesario.

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