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El presente escrito resume a grosso modo a Walter Ong (1982), cuyo trabajo trata sobre la

marcada diferencia entre la conciencia oral y la conciencia escrita, en cuanto al modo en que
cada una procesa pensamiento y comunicación.

La conciencia oral desconoce por completo la escritura en contraste con la conciencia escrita.
Para la primera es fundamental la memorización, por lo que se especializa en desarrollar
sistemas de memoria; de lo contrario no podría guardar ni organizar su conocimiento.

La segunda, la conciencia escrita, cuenta con la posibilidad de depositar todo su conocimiento


en el documento, y esto le permite, ya no guardar, sino invertir su energía en explorar nuevos
derroteros a través del pensamiento, el cual va quedando plasmado mediante la escritura.

¿Qué tiene esto que ver con la música? Y más aún, ¿con la etnomúsica y/o etnomusicología?
Por una parte, música y habla son hechos comunicativos y como tal comparten muchas
características. Por otra, a mi juicio, música es una sola, la que suena; el prefijo etno no le
agrega ni le quita nada a la música en si.

En mis tiempos de estudiante formal de música en escuelas y conservatorios, así como en la


universidad, tenía la fuerte convicción de que estaba estudiando el oficio de hacer música o
como dicen los angloparlantes, de, to play... Uno de aquellos días me topé con la inesperada
realidad de que no podía tocar de oído el cumpleaños feliz, aunque de niña lo solía hacer sin
ningún espasmo y sin saber nada de música.

Me percaté de que simplemente no podía; a menos que se tratase de una partitura archivada
casi que fotográficamente en mi memoria, la cual debía estar muy bien ensayada y puesta en
los dedos prestos al instrumento.

¿Cómo es que con dilatadas horas de estudio y especialización podía tocar cosas arto
elaboradas pero no podía tocar de oído algo sencillo? La respuesta al dilema estaba dilucidaba
en el oportuno trabajo de Ong (1993), aunque enfocado específicamente al lenguaje oral.

Las conclusiones que nos brinda dicho trabajo son de pertinente aplicación a lo que nos atañe:
el arte de crear música en contextos –parafraseando a Ong- de oralidad primaria, es decir,
donde se desconoce por completo cualquier tipo de escritura (1993: 20), que en nuestro caso
equivale decir, en contextos donde se desconoce del todo cualquier tipo de notación musical,
o, si queremos usar la expresión de Isabel Aretz entre otros, de contextos etnomusicológicos.

Sin más preámbulos, pasaremos a resumir lo más concisamente posible las conclusiones de
Ong (1963: 38 – 80) en lo que él define como psicodinámicas de la Oralidad; y de suma
importancia para el tema en cuestión. Se aclara que todo lo que está en cursiva es tomado de
manera literal del autor.

Ong, Walter. (1993) Oralidad y Escritura, Tecnologías de la Palabra, Potosí, Argentina:


Fondo de Cultura Económica. 3ra Edición.
En una cultura en la que nadie haya tratado de indagar nunca algo en letra impresa, la palabra
no tiene una presencia visual, aunque lo que nombra es visual. La palabra viene a ser entonces
sonido, se la evoca…

Para la mente oral, palabra equivale a decir acontecimiento, hecho.

La palabra es sonido y el sonido solo existe cuando abandona la existencia, es evanescente. No


existe manera de detener el sonido, de contenerlo. Si trato de paralizar el sonido obtengo solo
el silencio. Ningún otro campo sensorial se resiste a una acción inmovilizadora, a una
estabilización en esta forma precisa. El término “dagar” de los hebreos significa a la vez,
palabra y suceso…

Malinoswski en Ong dice que entre los pueblos “primitivos” (orales) la lengua es un modo de
acción y no sólo una contraseña del pensamiento. Los pueblos orales consideran que la palabra
tiene gran poder, entraña gran potencial mágico… Los acostumbrados a la escritura piensan
en las palabras “allá afuera”, sobre una superficie plana…

Una cultura oral no dispone de textos: ¿Cómo reúne material organizado para recordarlo?
¿Qué sabe o que `puede saber de manera organizada?...

El pensamiento oral debe originarse según pautas equilibradas, literalmente rítmicas, con
repeticiones o antítesis, con alteraciones y asonancias, con expresiones calificativas y de tipo
formulario, con marcos temáticos comunes…

El pensamiento extenso de bases orales tiende a ser sumamente rítmico, pues el ritmo ayuda a
la memoria, incluso fisiológicamente…

Las fórmulas ayudan a aplicar el discurso rítmico y también sirven de discurso mnemotécnico:
“Divide y vencerás”…

En las culturas orales la ley misma está encerrada en refranes y proverbios formulaicos.

Ong, Walter. (1993) Oralidad y Escritura, Tecnologías de la Palabra, Potosí, Argentina:


Fondo de Cultura Económica. 3ra Edición.
Acumulativas antes que subordinadas. Muy pendientes de la sintaxis, de la
organización del discurso.

Acumulativas antes que analíticas, lo que la hace Su fin es el análisis, el discurso crítico. Cuanto
redundante, tediosa, porque su fin es la memoria más puntual y preciso, es más eficaz la
en vez del análisis. comunicación de la idea.

Redundantes o copiosas, para mantener en De carácter lineal escueto


sintonía hablante y oyente.

Conservadoras y tradicionalistas; la repetición La energía se invierte en especular sobre lo


constante evita olvidar el conocimiento. novedoso.

El conocimiento siempre está relacionado al Existen manuales de instrucciones y listas de


mundo vital humano inmediato. cosas y personas.

De matices agonísticos: Formas artísticas de Narraciones literarias enfocadas hacia las


agresión verbal, con expresiones de crisis internas.
fanfarronería, Por ej. El contrapunteo.

Empáticas y participantes antes que Aprender o saber significa ser “objetivo”,


objetivamente apartadas. Aprender o saber apartarse de lo sabido.
significa identificarse con lo sabido.

Homeostáticas. Viven en un presente que guarda Las palabras pueden tener uno o varios
el equilibrio u homeóstasis desprendiéndose de significados, y se guardan en diccionarios con
los recuerdos que ya no son pertinentes. El todas sus acepciones posibles.
significado de la palabra surge continuamente del
presente.

Situacionales antes que abstractas. Las Cuenta con el pensamiento deductivo, que le
personalidades son de tipo práctico. permite abstraerse y así construir categorías.

Ong, Walter. (1993) Oralidad y Escritura, Tecnologías de la Palabra, Potosí, Argentina:


Fondo de Cultura Económica. 3ra Edición.
Con el estudio del verso hexámetro de la Odisea Parry encontró que el poeta oral memoriza por
fórmulas, el hexámetro viene a ser unidades de fórmulas y no unidades de palabras (Ong,
1993: 63). Por otra parte, basta al poeta oral oír el poema una sola vez para memorizarlo
mediante fórmulas y luego recitarlo, combinando dichas fórmulas. (Estudio de rapsodas en
Yugoslavia; Lord en Ong: 65); si bien, se demostró mediante grabaciones que los rapsodas no
recitaban tal cual la versión oída, para el poeta era igual esta que aquella.

Aprender a leer y a escribir incapacita al poeta oral (Lord en Ong, 1993: 64).

El oral tiene un término para “habla” no para palabra (Ong, 1993: 65).

La memoria oral siempre se ayuda de lo corporal, de la danza del gesto pues tiene un gran
componente somático (Ong, 1993: 71).

Por el contrario, el poeta que escribe, memoriza palabra por palabra, y luego recita con
exactitud el mismo texto.

La oralidad primaria estructura personalidades comunitarias y exteriorizadas antes que


introspectivas. Por el contrario, para los escolarizados escribir y leer hace que la psique se
concentre en sí misma.

Sin una formulación mnemotécnica adecuada las figuras no sobrevivirán: “El aguerrido
Aquiles”, “En lo escrito esto difiere, incluso aparece la figura del antihéroe.

La relación del sonido con la interioridad es única. El oído puede registrar la interioridad sin
violarla… Doy golpes a ver si una pared está hueca…

La vista aísla, el oído une… me puedo sumergir en el sonido no en la vista.

En la teología trinitaria, la segunda persona de Dios es la palabra.

Signum: Signo →Roma. El estandarte que se sigue. Etimológicamente: Objeto al que se sigue.
De raíz protoindoeuropea →sewk: seguir. Enseña o imagen…

No es tan probable que el hombre oral `piense en la palabra como “signos”, fenómenos
visuales inmóviles. Homero se refiere a ellas regularmente como palabras aladas, sugiere
fugacidad, poder, libertad.

Ong, Walter. (1993) Oralidad y Escritura, Tecnologías de la Palabra, Potosí, Argentina:


Fondo de Cultura Económica. 3ra Edición.
Tratar de construir una lógica de la escritura sin investigar a fondo la oralidad a partir de la
cual surgió y en la cual está basada permanentemente e inevitablemente, significa limitar la
comprensión…

Nuestra liberación del prejuicio caligráfico y tipográfico y comprensión del lenguaje


probablemente resulte más difícil de lo que cualquiera pueda imaginarse.

Lo tratado hasta aquí es de gran utilidad para entender cuan imbuida puede estar nuestra
cognición de los modelos emanados de los estudios formales de música (formas musicales,
análisis de obras, procesos de creación, ejecución y de lecto-escritura musical); y de qué
manera estos pueden alejarnos precisamente de la comprensión de músicas de tradición oral.

El marco de referencia que nos presenta Ong seguramente será de gran utilidad práctica en la
comprensión y estudio de las músicas de tradición oral que abordaremos esta este semestre…

Prof. Ana Miriam Urbina,


Etnomusicología I y II, 2 – 18
UNET

Ong, Walter. (1993) Oralidad y Escritura, Tecnologías de la Palabra, Potosí, Argentina:


Fondo de Cultura Económica. 3ra Edición.

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