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LA OBSERVACION Belen Ballesteros Practicas I PDF
LA OBSERVACION Belen Ballesteros Practicas I PDF
UNED, 2011
OBJETIVOS
- Caracterizar y valorar la observación científica de acuerdo con unos rasgos propios que
la distinguen de otros procesos observacionales.
- Diferenciar niveles de sistematización en la observación estableciendo relaciones con
el tipo de muestreo e instrumentos adecuados.
- Distinguir los roles del observador de acuerdo con el grado de participación e
implicación en la realidad observada.
- Conocer las características principales de los instrumentos de registro al servicio de la
observación, así como los procedimientos para su elaboración, aplicación e
interpretación de resultados.
- Desarrollar los procedimientos de cálculo para el análisis de la fiabilidad de los datos
observacionales.
- Analizar las aportaciones y limitaciones de los recursos tecnológicos utilizados en
procesos observacionales.
ESQUEMA
Concepto y características
Tipos de observación
• Según el grado de estructuración:
- No sistematizada
- Sistematizada
- Muy sistematizada
• Según el grado de participación del observador: roles del observador
- Participante completo
- Participante-observador
- Observador participante
- Totalmente observador
Formas de registro de datos
• Para observación abierta:
- Diario
- Notas de campo
- Registro de incidentes críticos
• Para observación estructurada
- Listas de control
- Escalas de estimación
- Análisis de interacción grupal: Flanders y Bales
Fiabilidad de los datos observacionales
• Índices de concordancia:
- Porcentaje de acuerdo
- Índice de Kappa
• Fiabilidad a través de los coeficientes de correlación
• La teoría de la generalizabilidad
Recursos tecnológicos aplicados a la observación
Valoración de la técnica observacional
LA OBSERVACIÓN
1. INTRODUCCIÓN
La observación es una forma de experiencia del mundo, una vía de conocimiento de los hechos
cotidianos y de los hechos científicos. Distintas características definen la observación
científica como tal, diferenciándola de procesos observacionales más o menos espontáneos que
realizamos con frecuencia y que nos aportan una información útil para la aproximación y
construcción de nuestra realidad diaria, pero que no pueden ser catalogados como científicos.
El hecho de que la observación sea una técnica científica para el alcance del conocimiento
objetivo, se debe a varias razones, (Anguera, 1989):
De esta manera podemos definir la observación científica como una técnica que recoge la
información sobre los hechos tal y como se presentan, en su contexto natural, de acuerdo con
un objetivo específico y siguiendo un plan sistemático de actuación. Esta información es
registrada y consignada por escrito, sirviendo de base para análisis que permitan establecer
inferencias legítimas desde el nivel manifiesto al nivel latente.
2. TIPOS DE OBSERVACIÓN
Anguera (1989) distingue tres tipos de observación según el nivel de sistematización previa:
observación no sistematizada, ocasional o no controlada, observación sistematizada o
controlada y observación muy sistematizada.
En ocasiones, observaciones que carecen de una planificación previa pueden dar lugar a
descubrimientos de gran importancia. Pongamos el conocido ejemplo del descubrimiento del
radio, producido en circunstancias aleatorias ajenas a los planes establecidos en el trabajo de
laboratorio por los esposos Curie, si bien es cierto que el desarrollo de sus trabajos previos
proporcionaban el marco a partir del cual este descubrimiento no pasaba inadvertido para la
pareja de investigadores, mientras que otros ajenos a la materia no hubiesen reparado en ello.
Con ello, queremos enfatizar el importante papel que la observación no sistematizada puede
jugar en el desarrollo científico. En situaciones en las que no existe un marco teórico sólido o
no está especificado el problema de estudio, este tipo de observación puede resultar de gran
ayuda para delimitar qué es lo que debe ser observado. En un ejemplo práctico de investigación
etnográfica presentado por García Jiménez (Rodríguez Gómez, Gil Flores y García Jiménez,
1996:110), describe el autor como al inicio de la misma se encontraba en la salida del colegio
con el cuaderno y el lápiz en la mano y sin saber qué observar: ¿todo es interesante?, ¿qué
conviene destacar?, ¿qué omitir?. Son momentos difíciles, en los que la inseguridad que da el
carecer de un plan estructurado que indique claramente qué es lo que hay que hacer, anotar,
registrar en cada momento, provoca cierta sensación de pérdida. El transcurso del tiempo va
abriendo progresivas tomas de contacto con la realidad objeto de estudio, ayudando así a
discernir lo importante de lo secundario, lo interesante de lo irrelevante y, en definitiva a
definir las cuestiones clave que pretenderán ser resueltas con posterioridad, mediante el
diseño de un plan de actuación específico.
• Participantes: quiénes son los agentes implicados (individuos, grupos) y cuáles son sus
características demográficas (datos de identificación personal, profesional, socio-cultural,
entre otros).
• Ambiente: lugar concreto en el que se desarrolla la acción, analizando el tipo de
comportamiento que es permitido, rechazado, facilitado...
• Objetivo: finalidad que ha unido a los participantes, si ha existido y, en tal caso, reacciones
de los mismos.
• Comportamiento: estímulos, respuestas, orientaciones de la conducta, cualidades, efectos
y, en general, cualquier aspecto que pueda ayudar a describir y analizar la conducta
observada.
• Frecuencia y duración: número de veces que se repite una conducta en un período de
tiempo y duración de la misma.
Una pregunta clave en todo proceso observacional es la que hace referencia a cuándo deberá
realizarse la observación. La respuesta tiene que ver con el tipo de muestreo de tiempo que
elijamos para nuestra observación. Es obvio que no podemos estar observando constantemente
y en todo momento, razón por la cual se seleccionan tiempos durante los cuales el observador
examinan la situación investigada. La decisión sobre el tipo de muestreo irá en función con las
características propias de la situación que se estudia así como del tipo de información que
pretendamos recabar. En el caso de la observación no sistemática se suele recurrir a lo que se
conoce como muestreo ad libitum, utilizado preferentemente en la observación exploratoria.
Se recoge todo aquello que llame la atención, independientemente de que sea algo usual o, por
lo contrario, se dé en raras ocasiones. El objetivo no está delimitado previamente, sin
embargo, esta forma de muestreo proporciona datos de interés para la planificación de otras
observaciones mayormente estructuradas y sistematizadas.
Anguera (1989), introduce otros tipos de medida posibles en la observación, como son el ritmo
de la respuesta, la cantidad de elementos que intervienen, la variedad de respuestas que se
dan, las condiciones que se asocian con la conducta manifiesta, la dirección u orientación de la
conducta y la corrección o adecuación de la respuesta al objetivo propuesto.
Por otra parte, como ya señalamos en otro momento, resulta importante no sólo determinar la
conducta a observar y qué tipo de medida registraremos, sino también el tiempo durante el
cual se efectuarán las observaciones. La determinación del período de tiempo implica la
decisión del tipo de muestreo temporal. En este sentido, Buendía (1997) señala la adecuación
de los siguientes tipos de muestreos en las observaciones sistematizadas:
Dentro del continuo de sistematización este tipo de observación supone su expresión más
elevada. Mayntz, Holm y Hübner (1975) (citados por Anguera, 1989) señalan las siguientes
propiedades diferenciadoras de otros tipos de observación menos sistematizados:
• Está asentada sobre una teoría explícita en la que se ofrecen enunciados empíricamente
comprobados o comprobables acerca de la relación entre variables.
• Toda la observación se estructura de acuerdo con categorías de observación definidas de
forma precisa y operacionalizadas de acuerdo con indicadores objetivos.
• Las condiciones situacionales de partida son sometidas a control con el fin de posibilitar
observaciones comparables.
Trabajo de
campo
Cada una de estas modalidades de observación en las que el observador adopta un rol diferente
según su distanciamiento y objetividad con la situación observada, comporta una serie de
características propias. Resumiendo las aportaciones de McKernan (1999) y Valles (1997),
obtendríamos la siguiente visión de los cuatro roles establecidos así como de los tipos de
observación a que dan lugar:
Rol del investigador Tipo de observación
En cualquier caso, al margen de los niveles de participación propuestos, los tipos extremos de
participación en la observación, es decir observación participante versus observación no
participante, poseen unas características contrapuestas que merecen ser resaltadas en la
medida en que constituyen formas de observación muy diferentes entre sí y al servicio de
objetivos distintos.
Desde el punto de vista de la educación social nos interesa resaltar algunas cuestiones
relacionadas con la observación participante, teniendo en cuenta la adecuación de esta técnica
a la investigación en contextos en los cuales la interacción con los sujetos nos pueden ayudar a
desvelar sus formas de vida, ideas, procedimientos de atribución de significados y, en
definitiva, proporcionar una herramienta de gran utilidad para la comprensión de las
problemáticas subyacentes en los fenómenos educativos sociales.
En nuestra vida cotidiana nos vemos inmersos en una serie de procesos que afrontamos ya de
una manera automatizada: respondemos a ellos según un bagaje cultural que determina nuestro
comportamiento, sin que nos pongamos a pensar el significado social de nuestra conducta. Ante
tales procesos podríamos adoptar una actitud de observadores participantes. Se nos plantea
entonces la pregunta de cómo pasar del papel natural de participante ordinario al rol técnico
de observador participante. En esta sentido, Vallés (1997) sintetiza las aportaciones de
Spradley sobre la caracterización ambos roles:
Participante ordinario Participante observador
1
La obtención de un mayor volumen de información, que en principio parece que debiera ser considerado como algo
ventajoso, puede despertar ciertos problemas éticos referidos a la utilización de esta información: ¿se no da más en
calidad de amigo/compañero o en calidad de observador?...
• ¿Cuándo se reúne el grupo?: frecuencia, duración, distribución y percepción del tiempo.
• ¿Cómo se interrelacionan los elementos identificados, tanto desde el punto de vista de los
participantes como desde el punto de vista del investigador?: organización, estabilidad,
orientación para el cambio, normativa interna, relación con otros grupos.
• ¿Por qué funciona el grupo como lo hace?: significados, historia, símbolos, tradiciones,
valores.
Todas estas cuestiones tienen un valor orientativo, sin que por ello deba considerarse que han
de estar recogidas todas ellas en cada estudio. El proceso de investigación a través de la
observación participante brinda la posibilidad de incorporar todo aquello que pudiera resultar
de interés para nuestra investigación, aun cuando no lo hubiéramos incluido previamente en el
momento de la planificación.
• Las unidades de análisis: deberán ser precisas, concretas y estar bien delimitadas. En
buena parte de los casos interesan datos cuantitativos, por lo que las unidades deberán
estar claramente definidas para facilitar el consenso a la hora de asignar los datos a cada
una de las unidades categoriales.
• La estrategia de selección de la muestra, con el fin de asegurar que la representatividad
de las conductas observadas en relación con la totalidad del fenómeno.
• La forma de registro de datos: deberán especificarse los instrumentos que se emplearán
en la recogida de la información, así como los medios tecnológicos que pudieran utilizarse
como apoyo.
Uno de los rasgos de las observaciones científicas, como ya vimos al inicio, es el registro y
consigna por escrito de la información recabada. Ahora bien, considerando las múltiples formas
que puede adoptar la observación según el nivel de planificación y estructuración previo, es lógico
pensar en la existencia de diversas modalidades de registro de la información.
Carácter de la Expresión de
información las respuestas
recogida
En los siguientes puntos abordaremos las peculiaridades de cada una de estas formas de registro
observacionales.
3.1.1. El diario
Si se toma la decisión de llevar un diario es conveniente seguir las recomendaciones que formula
McKerman al respecto y que resumimos en las siguientes líneas:
Diario de investigación 2:
Sesión 13
Fecha, hora y lugar: Martes, 15 de enero de 2002. 9:30 h. IES y habitación de mi casa.
Resumen narrativo
Hoy he ido al Instituto a recoger la información para mi estudio mediante un dibujo y un
cuestionario. De 9’30 a 10’15 h., he estado en la clase de 2º de Bachillerato y, de 10’30 a
11’05 h., he estado en la de 4º de ESO. El transcurso de las pruebas ha sido muy similar en
ambas aulas. En primer lugar, me ha presentado el orientador. Después, yo he comentado
2
Tomado de: Samaniego, E., (2003), El diario de investigación, en revista La Brújula de papel, nº 3, octubre,
http://www.uco.es/organiza/centros/educacion/revistabru/brujula/articulos/esperanza10.pdf.
que estaba haciendo una investigación sobre sexualidad y he explicado las instrucciones de
realización. A pesar de que se ha resaltado que sólo se marcaran varias opciones cuando se
especificara en el enunciado, en los dos cursos han preguntado si se podían marcas varias
opciones en dos preguntas del cuestionario. Más allá de mis expectativas, el
comportamiento del alumnado de las dos clases ha sido bastante bueno, si bien es cierto
que estaban los profesores correspondientes contribuyendo al control y buen desarrollo de
la recogida. Al final de la realización de las pruebas, he preguntado si habían recibido
Educación Sexual al margen de la recibida sobre el «aparato reproductor» que se introduce
en la asignatura de Ciencias Naturales. Los primeros han dicho que algunos (no todos vienen
del mismo instituto, ni todos los cursos participan en el programa de Educación Afectivo-
Sexual); los de 4º de ESO han dicho que no. Por último, he agradecido al profesorado y
alumnado su participación. Finalizada la recogida, he preguntado al orientador ciertas
cuestiones que requería para la investigación: número de alumnado total de los niveles en
los que se ha recogido la información y la conveniencia o no de que el centro y su nombre
aparecieran mencionados. Finalmente, se ha interesado por la revista psicoeducativa
«Brújula de Papel» y me ha parecido un buen detalle dejarle un ejemplar. Esta tarde he
estado pensando los apartados del informe de investigación que voy a introducir y he
elaborado el de «Contexto y origen del problema», que me ha parecido de conveniente para
contextualizar le problema que se estudia.
Las notas de campo se configuran como un instrumento óptimo para la observación de fenómenos
desde dentro y en relación con los contextos en los que se producen. Resulta por ello de gran
interés para la investigación de corte naturalista, dado que el carácter abierto de las notas de
campo ofrece la posibilidad de incluir lo inesperado, lo que previamente no estaba programado,
constituyendo así un marco flexible para la recogida de datos.
Las notas de campo han de tener un carácter principalmente descriptivo, evitando en lo posible
juicios de valor relativos a los hechos registrados. La información que se recoge debe manifestar
aquello que ha ocurrido con la mayor fidelidad de detalles posibles. Para ello, es importante que el
observador escriba las notas en un período de tiempo próximo al momento de aparición de la
conducta o fenómeno observado.
Para una representación más exacta del suceso, las notas habrán de reflejar ciertas cuestiones
clave: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿dónde?. Las transcripciones literales de
conversaciones, las citas, las fechas y las referencias cruzadas de unos hechos con otros,
contribuyen a alcanzar la máxima similitud entre lo manifiesto y lo registrado, sin dar cabida a
inferencias e interpretaciones que añadieran una dimensión más subjetiva a la información
constatada. Veamos el siguiente ejemplo de cuaderno de campo:
En definitiva, las notas de campo suponen una forma sencilla de registro de la información desde
una perspectiva etnográfica, proporcionando una riqueza de datos y detalles difícil de obtener a
través de otros instrumentos. El apoyo de medios tecnológicos puede ayudar a salvar la
dificultad que plantea el registro de acontecimientos de larga duración y en la que intervengan
varios personajes.
Llamamos incidentes críticos a aquellos hechos que resultan más significativos del comportamiento
del sujeto durante el período observado, a través de los cuales se podrán revelar aspectos
importantes de su personalidad. Además de proporcionar un mayor conocimiento y comprensión de
los hechos, ayudan a identificar las causas de tales comportamientos y a desarrollar técnicas más
eficaces para enfrentarse con estos problemas.
Se recomienda que en casos de no estar muy familiarizados con esta técnica se comience
practicando con 3-5 individuos a lo sumo. A medida que se va adquiriendo experiencia se podrá
aumentar el número de sujetos o el número de conductas a observar.
No conviene demorar mucho el registro de las incidencias para no caer en el olvido de detalles. Sin
embargo, tampoco es oportuno hacerlo inmediatamente, ya que es más fácil caer en el efecto halo.
Por lo general los registros se realizan sobre una ficha en la que figuren los datos de
identificación (nombre, fecha, lugar... etc.). A continuación se redacta la descripción del incidente,
con toda la información que se considere relevante para el conocimiento del fenómeno objeto de
estudio, así como las posibles interpretaciones del mismo. La descripción ha de hacerse de forma
breve, clara, precisa y objetiva. La interpretación se realizará a partir de un conocimiento del
sujeto, pues si se basa en hechos aislados carece de sentido. Se recomienda pasar a la
interpretación cuando ya se ha obtenido un número mínimo de conductas observadas.
3
Tomado de : Navarro, R., López, A. y Barroso, P. (1998) El análisis de incidentes críticos en la formación inicial de
maestros, en Revista Electrónica Interuniversitaria de FORMACION del PROFESORADO, Vol. 1 Núm. 1.
http://www3.uva.es/aufop/publica/revelfop/v1n1rnh.htm
dirección.
DESCRIPCIÓN DEL INCIDENTE. El mayor problema que he tenido es mantener el orden y la disciplina
en la clase. Estuve en 2º con 19 niños en la clase, dos de ellos de integración. A pesar de que eran pocos, la
maestra mantenía la disciplina a base de gritos y castigaba sin recreo. A mí, en un principio, no me agradaba
esto, pero me di cuenta que era el único modo mediante el cual los niños guardaban el orden.
CAUSAS. Los niños sentían poco respeto por todo aquél que se mostrase como un amigo y no les
"chillase". A mi juicio, se debe a que no están educados ni por los padres ni por los maestros. Creo que otra
causa es que los alumnos se aburrían, las clases eran monótonas y se limitaban a hacer una actividad tras
otra.
SOLUCIONES. Por ello, propondría, por un lado, hacer comprender al niño que la clase es un lugar donde
se aprende, pero ese aprendizaje ha de ser ameno y divertido. Se debe motivar constantemente al niño para
que atienda, presentarle los temas basados en sus intereses; inculcar valores como el respeto al compañero,
al profesor. Enseñar no sólo conocimientos científicos, sino también valores, actitudes y normas. Por otro
lado, que los profesores de la Escuela de Magisterio nos dieran alguna sugerencia para mantener la
disciplina en clase.
Los datos incluidos en el listado pueden tener un carácter estático o, por el contrario, referido a
la acción. Serán datos estáticos todos aquéllos que hacen referencia a objetos o propiedades
directamente observables. Un ejemplo de ello sería un listado de recursos materiales que
pudiera haber en un centro.
Los listados de acción presentan propiedades que pudieran estar reflejadas en las conductas
que se observan. Ejemplo de ello son los listados sobre competencias profesionales que
pudieran ser utilizados en la evaluación de la actividad del educador. La utilización resulta
apropiada cuando se observan destrezas de actuación que se puedan fragmentar en pequeñas
unidades y donde se conocen las conductas apropiadas. A partir de la información obtenida de
las listas de control se pueden conocer aquellos aspectos que resultan deficitarios, para
posteriormente idear un plan de actuación para su mejora.
I. Atributos individuales
El niño usualmente:
1. Se acerca a otros en forma positiva. Sí NO
2. Expresa deseos y preferencias claramente, dando razones por sus acciones y posiciones. Sí NO
3. Expresa sus derechos y necesidades en forma apropiada. Sí NO
4. No es fácilmente intimidado por niños violentos o agresivos. Sí NO
5. Expresa la frustración y el enojo en forma efectiva, sin dañar a otros ni la propiedad ajena. Sí NO
6. Se gana el acceso a los grupos de juego y trabajo que se dan en el aula. Sí NO
7. Participa de temas de discusión, hace contribuciones relevantes a las actividades que se dan en el Sí NO
aula.
8. Toma turnos fácilmente. Sí NO
9. Muestra interés por otros, intercambia y acepta información de otros en forma adecuada. Sí NO
10. Negocia y convence a otros adecuadamente. Sí NO
11. No muestra atención inapropiada hacia si mismo. Sí NO
12. Acepta y disfruta de los iguales, adultos y grupos étnicos diferentes del suyo. Sí NO
13. Se gana el acceso a los grupos de juego y trabajo que se dan en el aula. Sí NO
14. Interactúa en forma no verbal con otros niños mediante sonrisas, saludos, afirmaciones, etc. Sí NO
El niño es:
1. Usualmente aceptado y no ignorado o rechazado por los otros niños. Sí NO
2. Algunas veces invitado, por otros niños, a disfrutar del juego, la amistad y el trabajo. Sí NO
4
Autores: McClellan, Diane E. - Katz, Lilian G.
Source: ERIC Clearinghouse on Elementary and Early Childhood Education Urbana IL. El Desarrollo Social
de los Niños: Una Lista de Cotejo. ERIC Digest. (Young Children's Social Development: A Checklist. ERIC
Digest.)
3.2.2. Las escalas de estimación
Las escalas de estimación son instrumentos de registro de una serie de rasgos o características
de los sujetos que al ser observados por el investigador se traducen en un juicio de valor sobre el
grado de intensidad o de frecuencia con que se manifiestan, mediante una valoración cualitativa o
cuantitativa. Constituyen, pues, sistemas categoriales.
Para la elaboración de una escala de estimación han de tenerse en cuenta los siguientes aspectos
que conformarán su estructura:
- Definición de los objetivos: debemos especificar de forma clara y precisa aquello que
queremos valorar. Por ejemplo, dentro del campo de las actitudes, nos podemos plantear
los siguientes objetivos:
- Selección de rasgos: características que definen claramente aquello que se quiere valorar.
Deben corresponderse con conductas observables. Para su elaboración, se recomienda el
diseño previo de una lista de rasgos de carácter provisional. Tras la consulta con expertos
y la revisión de otras escalas anteriores, podrán eliminarse aquellos rasgos que
proporcionen una información menos relevante, dado que la lista definitiva de los rasgos
equivale en la escala a los ítems. Los rasgos definidos han de cumplir las siguientes
características: a) correspondencia con conductas observables; b) significado unívoco,
evitando cualquier ambigüedad; c) independencia de unos con otros, rechazando
implicaciones mutuas.
- numérica: 1 2 3 4 5
- gráfica:
----.-------------.--------------.--------------.--------------.----
siempre casi con pocas nunca
siempre frecuencia veces
- descriptivas: contiene una breve descripción de los grados que pueden darse en la
conducta observada:
Colabora con otros miembros del grupo:
La interpretación de las escalas puede ser cualitativa o cuantitativa según se valore cada uno de
los rasgos o características o bien, se prefiera una valoración global de los ítems en su conjunto.
Se propone la siguiente escala de estimación para registrar en qué medida los siguientes ítems
describen las relaciones mantenidas entre escuela y familia:
0. Nada
1. En cierta medid
2. Bastante
3. Totalmente
5
Tomada de: Aguado, T. (Dir.) (1999) Diversidad cultural e igualdad escolar. Un modelo para el diagnóstico y
desarrollo de actuaciones educativas en contextos escolares multiculturales. Madrid: MEC/CIDE.
9. Se es consciente de los prejuicios y percepciones aprendidas que condicionan e influencian la 0 1 2 3
propia interpretación de la comunicación y la conducta de otros
10. Se promueve una autoimagen positiva hablando de los miembros y las tradiciones familiares 0 1 2 3
11. Los padres y los miembros de la comunidad participan en el centro de forma regular, con 0 1 2 3
contribuciones que les hagan sentir cómodos (preparar una comida, enseñar una canción, narrar un
cuento, ayudar en clase...) en actividades y tareas diversas
12. Los padres de diversos grupos culturales participan en los órganos de gobiernos del centro 0 1 2 3
Dentro de este apartado agrupamos todas las técnicas que hacen referencia a la recogida de
información sobre las reacciones y comportamientos desarrollados por los miembros de un
grupo con respecto a la realización de tareas concretas, proporcionando así información sobre
el funcionamiento del mismo.
Esta técnica fue creada por Bales a principios de la década de los 50 en el Departamento de
Sociología de la Universidad de Harvard. Su objetivo es la descripción de los procesos
dinámicos grupales, es decir, del modo de funcionamiento e interactuación de sus miembros
durante un período de tiempo.
La tabla que sigue a continuación recoge las doce categorías propuestas, (Visauta, 1989):
I. REACCIONES 1. SOLIDARIDAD. Muestra solidaridad, alienta, ayuda,
recompensa a los demás
POSITIVAS
2. DISTENSIÓN. Alivia las tensiones, bromea, ríe,
juega, muestra satisfacción
Donde la agrupación de los items en las seis dimensiones establecidas definen los siguientes
ámbitos problemáticos:
A. Problemas de comunicación
B. Problemas de evaluación
C. Problemas de influencia o control
D. Problemas de decisión
E. Problemas de tensión
F. Problemas de integración
Para la recogida de información el observador elaborará una tabla de doble entrada donde las
columnas representen las doce categorías propuestas y en las filas anote el orden de
ocurrencia de cada acto y la codificación del mismo. Dicha codificación, por ejemplo mediante
iniciales, deberá reflejar el miembro del grupo que inicia la interacción y el destinatario.
Tras la aplicación se puede obtener las siguientes informaciones, entre otras, referidas al
funcionamiento del grupo (Visauta, 89):
- Matrices proactivas y reactivas, atendiendo a la secuencialidad de los hechos observados.
- Perfiles de interacción del grupo.
- Matriz de interacción, en función del número de interacciones iniciadas o recibidas por
cada miembro del grupo.
- Evolución de la interacción en el transcurso de la sesión.
- Estudio de roles.
A partir del trabajo realizado por Bales se han propuesto una gran cantidad de instrumentos
de observación destinados al estudio de los procesos interactivos de los grupos. Entre ellos
destacamos el sistema de categorías propuesto por Flanders (1970) por la difusión que ha
tenido en contextos educativos.
Las categorías del análisis de interacción de Flanders, FIAC, (Flanders Interaction Analysis
Categories) son diez, tal como se reflejan en la siguiente tabla:
1. Acepta sentimientos: acepta y clarifica el tono afectivo del alumno de un modo
no amenazante. Los sentimientos pueden ser positivos o negativos. Se incluye la
Influencia indirecta predicción y el recuento de sentimientos.
9. El estudiante inicia el habla: habla de los estudiantes iniciada por ellos. Si hay
que "dar la palabra" el estudiante sólo debe indicar quién hablará después, el
observador debe decidir si el estudiante deseaba hablar. Si lo deseaba, utilice
esta categoría.
Anotaciones:
01 5 5 5 5 5 4 4 8 8 8 2 2 3 3 3 4 4 10 10 8
02
Las anotaciones referidas al primer minuto indican cómo ha sido el educador el que ha iniciado
el proceso proporcionado al grupo información durante 15 segundos sobre el tema que trataban
(se marca la categoría "5" cinco veces, una por cada tres segundos). A continuación formula
una pregunta (4 x 2) y los alumnos responden (8 x 3). El educador elogia las respuestas (2 x 2)
y retoma las ideas recogidas para matizarlas (3 x 3). Formula una nueva pregunta (4 x 2) y tras
seis segundos de silencio (10 x 2) se da la respuesta de un alumno (8 x 1).
Este sistema permite tener una visión de los procesos interactivos de un grupo, proporcionando
una información numérica para posteriores análisis cuantitativos. No obstante, como señala
Stenhouse (1998) son "espejos deformantes del comportamiento", en la medida en que no se
analizan los contenidos de las intervenciones. McKernan (1999), apoya en igual medida esta
limitación, señalando a su vez una serie de aspectos negativos propios de estos sistemas de
análisis de la interacción:
Son distintos los procedimientos que se utilizan en el análisis de la fiabilidad de los datos
observacionales. Buendía (1997), basándose en las aportaciones de distintos autores, señala
estas tres formas diferentes de entender la fiabilidad:
• Concordancia: acuerdo en las observaciones de diferentes observadores en un mismo
momento.
• Fiabilidad: determinada a través de los coeficientes de correlación
• Teoría de la generalizabilidad: teoría multivariada que tiene en cuenta diferentes fuentes
de error, incluyendo las diferencias individuales de los sujetos o situaciones observadas.
Este índice, conocido también como concordancia nominal, compara en cada categoría el
acuerdo de los eventos individuales. Partamos de la siguiente tabla en la que se registran las
frecuencias con que dos observadores han clasificado la información cualitativa en las distintas
categorías expuestas (A, B, C, D...):
Observador 1
A B C D
A 2 1 0 0 3
Observador 2
B 0 3 0 1 4
C 1 0 2 0 3
D 0 1 1 4 6
3 5 3 5 N= 16
El número de acuerdos corresponde a los elementos que definen la diagonal de la matriz.
Sustituyendo con los datos de nuestro ejemplo obtenemos:
Este índice de concordancia pretende minimizar el efecto del azar en la asignación de la misma
categoría a la información observacional. Es decir, contempla la posibilidad de que algunos
acuerdos entre los observadores sean debidos al azar.
La utilización de este estadístico resulta adecuada cuando se cumplen los siguientes requisitos,
(Buendía, 1997):
po − pe
K= ⋅ 100
1 − pe
siendo:
po = porcentaje de acuerdo obtenido, calculado mediante la fórmula expresada en el
apartado anterior.
pe = porcentaje de acuerdo esperados por azar, cuyo cálculo viene dado por esta fórmula:
n
pe = Σ (pi1 - pi2 )
i=1
donde:
n = nº de categorías
i = nº de la categoría (desde 1 hasta n)
pi1 = proporción de ocurrencia de la categoría i para el observador 1.
pi1 = proporción de ocurrencia de la categoría i para el observador 2.
Retomando los datos presentados en el supuesto anterior, presentamos un ejemplo de cálculo
de este coeficiente:
Observador 1
A B C D
Observador 2 A 2 1 0 0 3/16
B 0 3 0 1 4/16
C 1 0 2 0 3/16
D 0 1 1 4 6/16
3/16 5/16 3/16 5/16 N= 16
pe = (3 · 3) + (4 · 5) + (3 · 3) + (6 · 5) = 0.26
16 16 16 16 16 16 16 16
- Muestreo inadecuado del contenido: ocurre cuando diferentes observadores eligen para
observar sólo algunos elementos de una conducta compleja, y estas muestras constan de
elementos diferentes.
- Tendencias a respuestas casuales: derivadas de una definición imprecisa de las categorías
o de una comprensión adecuada de éstas por el observador, lo cual le lleva a otras
intuitivas e informales que son más variables.
- Cambios en el entorno en los distintos momentos de la observación.
- Cambios en las personas observadas en los distintos momentos en que es observada,
pudiendo variar el comportamiento de una vez a otra.
Asimismo, existe una serie de factores que influyen en el grado de fiabilidad con que se
produce la observación, (Anguera, 1991):
Bakeman y Gottman (1989) muestran un ejemplo del estudio de la concordancia entre los
observadores desde el enfoque de la generalizabilidad. Remitimos a esta obra para ampliar
información sobre el tema.
La observación con el apoyo de estos medios puede verse facilitada al permitirnos captar y
conservar los detalles de la situación observada, posibilitando además la participación de otros
miembros del equipo de investigación en la interpretación de la información recogida. Con ello, la
triangulación o confrontación de puntos de vista de diferentes observadores en el análisis de los
datos se ve facilitada al tener como base este tipo de documentación audio/visual.
Por otra parte, la observación suele desarrollarse en un período de tiempo, más o menos amplio,
dependiendo del objeto de estudio. El hecho de no ser realizada en un momento único, conlleva
la ventaja de presenciar una diversidad de acontecimientos, a la vez que elimina el sesgo que
pudiera producirse con otras técnicas de recogida de información más puntuales, (por ejemplo,
mediante test), donde el resultado puede verse influenciado por las condiciones particulares
de una situación y momento concreto.
En cuanto al tipo de datos que se registran, la observación posibilita la inclusión de una variada
tipología de información. Nos estamos refiriendo con ello no sólo a la conducta verbal, sino
también a la no verbal: movimientos, expresiones corporales y faciales, tono de la voz, etc.,
aspectos que en muchas ocasiones resultan determinantes para la correcta interpretación de lo
sucedido.
Sin embargo, la observación tiene también una serie de limitaciones o desventajas que conviene
considerar. Generalmente, la observación se produce en contextos específicos, de dimensiones
reducidas en la mayoría de los casos, en los que se procura estudiar el comportamiento de los
participantes en situaciones concretas. Por ello, la capacidad de generalizar los resultados de
los estudios de casos es bastante restringida, sin poder, por tanto, extrapolarlos a otros
grupos.
Para finalizar, no podemos omitir los efectos que pudiera derivarse del observador
propiamente. Por una parte, su sola presencia podrá influir en el comportamiento de los
individuos. Éstos podrán ver alterada su conducta como efecto o reacción al hecho de ser
observados. Por otra, la observación se basa en la percepción e interpretación de los hechos, lo
que confiere un grado de subjetividad al registro de los datos y conclusiones derivadas.
Anguera (1989; 1991) señala una serie de dificultades relacionadas con este aspecto, entre las
que destacamos las siguientes:
• Imprecisión de nuestros medios sensoriales, por la cual algunos estímulos pueden pasar
desapercibidos para el observador.
• Selectividad de la atención. La atención actúa como filtro de la información externa, por lo
que una parte será procesada y otra ignorada.
• Efecto de la expectancia. El proceso de observación puede verse influido por la
información previa de que disponga el observador sobre la situación o grupo a observar.
Los trabajos de Rosenthal probaron la variabilidad de los resultados obtenidos en la
observación dependiendo de las expectativas y conocimientos previos de los observadores.
• Efecto de centración. Supone la sobrevaloración de un estímulo con relación a los otros.
• Efecto de halo. Se produce cuando nos basamos en la observación anterior como marco de
referencia para las observaciones siguientes, produciéndose con ello una dependencia en
cadena.
• Efecto de anclaje. La intervención de un valor inicial actúa como punto de referencia para
las observaciones posteriores.
Para profundizar sobre este tema se recomienda la lectura de la obra citada en la que se
encontrarán con detalle las dificultades y problemas inherentes a los procesos observaciones,
considerados desde la perspectiva de la percepción, por la personalidad del observador y por el
marco de referencia teórico previo al inicio de la observación.
BIBLIOGRAFÍA
Anguera, M.T. (1989). Metodología de la observación en las Ciencias Humanas. Madrid: Cátedra.
Anguera, M.T. (1991). Manual de prácticas de la observación. México: Trillas.
Becker, H.S. (1995). "¿Dicen la verdad las fotografías?", en Métodos cualitativos y
cuantitativos en investigación evaluativa. Madrid: Morata.
García Jiménez, E., Gil Flores, J. y Rodríguez Gómez, G. (1996). Metodología de la investigación
cualitativa. Málaga: Aljibe.
Goetz, J.P. y LeCompte, M.D. Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa.
Madrid: Morata.
Guasch, O. (1997). Observación participante. Madrid: Centro de Investigaciones Científicas.
Hammersley, M. y Atkinson, P. (1994). Etnografía. Métodos de investigación. Barcelona: Paidós.
Landsheere, G. (1985). Diccionario de la evaluación y de la investigación educativa. Barcelona:
Oikos-Tau.
León, G.L. y Montero, I. (1996). Diseño de investigaciones. Introducción a la lógica de la
investigación en Psicología y Educación. Madrid: McGraw Hill.
McKernan, J. (1999). Investigación-acción y currículum. Madrid: Morata.
Selltiz, C., Jahoda, M., Deutsch, M., Cook, S.W. (1965). Métodos de investigación en las
relaciones sociales. Madrid: Rialp.
Spradley,J.P. (1980). Participant Observation. New York: Holt, Rinehart & Winston.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
6. El diario, las notas de campo, el registro de incidentes críticos y las escalas de estimación
son sistemas de registro para observaciones poco estructuradas.
V F
7. Las listas de control permiten señalar la ausencia o presencia de una conducta o hecho,
mientras que las escalas de estimación añaden información sobre el grado en que éstas se
manifiestan.
V F
9. Efectos tales como la expectancia, la centración, el efecto halo o el efecto anclaje, entre
otros factores, pueden provocar cierta subjetividad por parte del observador a la hora de
registrar datos.
V F
CLAVES DE AUTOCORRECCIÓN
1. V.
2. F. Sí se pueden recoger hechos de gran interés desde el punto de vista científico puesto
que pueden producirse en circunstancias impredecibles. Procesos de observación
sistemáticos tratan de corroborarlos posteriormente.
3. F. Abarca no sólo las acciones producidas por un individuo sino también aquéllas otras
dirigidas a él.
4. V.
7. V.
9. V.