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DE LOS TITULOS
Desde el punto de vista estrictamente práctico, es decir, litigioso, tal vez este sea el
más apreciado de los elementos del título de crédito, porque implica la posibilidad,
cada vez más rara en los juicios privados, de litigar con la deuda garantizada, lo que
le confiere al actor una posición de fuerza.
2.3.1 INCORPORACION
En este sentido el artículo 7 de la ley de Títulos de Crédito dice que los títulos de
crédito dados en pago, se presumen recibidos bajo la condición "salvo buen cobro".
Así mismo, el numeral 18 del mismo ordenamiento indicado antes, indica que la
trasmisión del título de crédito implica el traspaso del derecho principal en él
consignado y, a falta de estipulación en contrario, la trasmisión del derecho a los
intereses y dividendos caídos, así como de las garantías y demás derechos
accesorios.
La reivindicación de las mercancías representadas por los títulos a que este artículo
se refiere, sólo podrá hacerse mediante la reivindicación del título mismo, conforme
a las normas aplicables al afecto.
2.3.2 LIGITIMACION
La legitimación puede ser activa o pasiva. Es activa, cuando quien posee el título lo
es de manera legal y con esta portación exige el cumplimiento del derecho
consignado en él. Es pasiva cuando el obligado cumple su obligación y se libera de
ella, recuperando el documento de quien se lo presente, bajo la citada obligación
cumplida.
Las únicas condiciones que puede presentar el obligado para poner en duda la
legitimación activa son:
Es por ello que Pedro Astudillo concluye que en materia de títulos de crédito la
literalidad significa que presuntamente la medida del derecho incorporado en el
título está determinada por el texto del documento.
2.3.4 AUTONOMIA
Son tan especiales estos documentos que incluso su defensa legal se encuentra
muy limitada, tan es así que el artículo 8 de la Ley de Títulos de Crédito sólo
considera como posibles defensas en contra de estos, las siguientes
f) La de alteración del texto del documento o de los demás actos que en él consten,
sin perjuicio de que en caso de alteración del texto de un título de crédito, los
signatarios posteriores a ella se obligan según los términos del texto alterado, y los
signatarios anteriores, según los términos del texto original. Cuando no se pueda
comprobar si una firma ha sido puesta antes o después de la alteración, se presume
que lo fue antes.
h) Las que se basen en la quita o pago parcial que consten en el texto mismo del
documento, o en el depósito del importe de la letra en el Banco de México a
expensas y riesgo del tenedor y sin obligación de dar aviso a éste.
i) Las que se funden en la cancelación del título, o en la suspensión de su pago
ordenada judicialmente.
En efecto, algunos doctrinarios estiman que los títulos de crédito, tal cual se
contemplan en los artículos 5º, 6º,
14, y 167 L.G.T.O.C., sólo pueden ser mercantiles. Y los títulos que representan
créditos o actos organizados de manera típica o innominada por el Código Civil son
documentos que constituirán prueba.