Está en la página 1de 8

Con respecto al libro de Zabalza y Zabalza (2012), ¿cuáles son las condiciones básicas

para lograr la innovación?

Al realizar cualquier proyecto de innovación lo primero es tener claro el propósito

que se pretende alcanzar con él, el problema que se pretende resolver o la necesidad que se

quiere solventar.

El motivo de la innovación […] innovar no es igual que cambiar, sino que es

cambiar algo con el propósito de que ese algo mejore. Dicho en otras palabras, la

innovación es una acción motivada y, por tanto, intencional. Cabe suponer que, a

través de ella, pretendemos resolver un problema, atender una necesidad o cumplir

un deseo de mejora (Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 97).

El autor nos deja claro en su obra que la motivación principal de toda innovación

debe estar enfocada en “[…] la mejora del aprendizaje de nuestros estudiantes” (Zabalza

Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 100).

Estar enfocada al aprendizaje […] el propósito de una innovación no se reduce a

introducir cambios en los elementos que configuran la enseñanza sino en aquellos

que condicionan el aprendizaje (incluidos, desde luego, los estilos de enseñanza

pero siempre desde la perspectiva de sus efectos sobre el aprendizaje)” (Zabalza

Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 100).

En otros capítulos del libro se menciona la importancia del consenso para lograr las

innovaciones, este es parte clave para implementación del proyecto; sin embargo, en el

texto se dice que el consenso no debe ser un condicionante para la realización de la

innovación:

La condición del consenso […] la dificultad para establecer un consenso pleno no

debe ser obstáculo para que las propuestas de innovación se tomen en


consideración. El consenso es una plusvalía que mejora el pronóstico de una

innovación pero en ningún caso puede establecerse como conditio sine qua non

porque, en tal caso, nunca se cambiaría nada. Lo que sí debe presentar toda

innovación es una expresión clara de cuál es la necesidad, el problema o el deseo de

mejora al que se pretende dar respuesta a través del cambio propuesto y por qué se

entiende (por qué entienden los proponentes) que dicha propuesta es pertinente para

lidiar con la necesidad identificada (Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p.

101).

La viabilidad de implementar nuestro proyecto de innovación es lo que refieren los

autores en su libro cuando hablan de: “La condición de la practicidad en las innovaciones

[…] las cosas cuanto más sencillas más posibilidades tienen de salir adelante” (Zabalza

Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 102). Un proyecto díficil de concretar está destinado

al fracazo.

Se menciona en el libro que debe haber: “Claridad pese a la complejidad de toda

propuesta innovadora” y que: “La claridad de una propuesta de innovación exige que los

objetivos sean concretos en lugar de difusos y que las viá s para ponerla en práctica estén

bien especificadas y cuenten con recursos suficientes” (Zabalza Beraza & Zabalza

Cerdeiriña, 2012, p. 104). Este punto está intimamente ligado a la siguiente condición

descrita por los autores donde se habla de poner por escrito el proyecto, pues tener en papel

las ideas no solo ayuda a difundir y dejar claro la innovación a los demás, sino a los

creadores del proyecto. “Los proyectos de innovación precisan de un cierto nivel de

formalización […] cualquier iniciativa de innovación debe contar con un proyecto escrito

donde se describa y pormenorice (hasta donde sea posible o aconsejable) el previsible

desarrollo de la misma” (Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 106).


El penúltimo de los puntos nos lleva al primero, debe haber un cambio, se debe

cubrir la necesidad que motivo todo el proyecto de innovación. La forma de saber si esto se

consiguió es evaluando el proceso, los resultados obtenidos y a todos los involucrados. La

evaluación debe mostrarnos que hubo se mejoró en el aprendizaje de los estudiantes.

Recordemos que la motivación está enfocada en eso: “[…] la mejora del aprendizaje de

nuestros estudiantes” (Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 100).

La innovación debe llevarnos a cambios en las cosas, en las personas y en la

propia institución […] La cuestión básica de las innovaciones no se culmina con el

hecho de “hacer cosas distintas”, hay que llegar a “pensar de forma distinta”: valorar

de forma distinta lo que hemos de hacer, ampliar nuestras perspectivas

profesionales, nuestro conocimiento de los procesos, nuestras actitudes, etc.”

(Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 108).

La última de las condiciones que plantean los autores, la cereza del pastel, sería que

la innovación se incorporara al proyecto educativo de la institución: “Las buenas

innovaciones están destinadas a ser incorporadas al proyecto educativo del centro que las

ofrece. Esto es, a aparecer como parte de lo oferta formativa que hace ese centro” (Zabalza

Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 112).

Luis Manuel Amador Flores


Referencias

Zabalza Beraza, M. A., & Zabalza Cerdeiriña, M. A. (2012). Innovación y cambio en las

instituciones educativas. Rosario, Argentina: Homo Sapiens Ediciones.


Comentario a René Antonio Ríos Torres

Estoy de acuerdo contigo en la necesidad de realizar, primero, un diagnóstico para

conocer las necesidades de los estudiantes y la institución; y así, poder definir el problema

que queremos solucionar. Entonces ante el problema se genera el proyecto de innovación

que pretende: “[…] cambiar algo con el propósito de que ese algo mejore” (Zabalza Beraza

& Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 97).

En el ejemplo que mencionas de la Universidad Estatal de Oregón se partió

de un diagnóstico y se trató de innovar, teniendo como principal motivo mejorar las

competencias de los estudiantes. Los profesores de la Universidad Estatal de Oregón sabían

que la motivación principal de su innovación debería estar enfocada en “[…] la mejora del

aprendizaje de [los] estudiantes” (Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 100), por

eso su trabajo se centró en las metodologías de enseñanza y en la reestructuración de los

temas.

En el éxito del proyecto que describes, se observa la importancia que tiene la

evaluación no solo al final del proyecto, sino en todas las etapas de trabajo; esto permite

corregir los errores cometidos durante el proceso para llegar a obtener mejores resultados al

implementar la innovación.

Luis Manuel Amador Flores

Referencias

Zabalza Beraza, M. A., & Zabalza Cerdeiriña, M. A. (2012). Innovación y cambio en las

instituciones educativas. Rosario, Argentina: Homo Sapiens Ediciones.


Comentario a Lilia Odeth Casanova Estrada

“Las innovaciones tienen que referirse a asuntos valiosos para

la vida y la formación de los sujetos a los que van a afectar”

(Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 83).

Estoy de acuerdo contigo en que a todo llamamos innovación y me preocupa

principalmente cuando las TIC enfocadas a la educación se vuelven, para algunos maestros,

sinónimo de esto: innovación educativa. Los ejemplos que mencionas (Kahoot en clase,

Canvas, exámenes en Google Forms; así como Google Classroom, Schoology, etc.) se

pueden considerar innovación, pero son solo una herramienta que apoya el trabajo del

maestro en la implementación de metodologías que favorecen el aprendizaje de los

estudiantes.

Y pese a esa masiva presencia de las TIC en el mundo de la educación, pese a que

las tecnologías han acabado ocupando casi todo el espacio renovador que definiá a

la innovación (hablar de TIC es como utilizar un sinónimo de innovación, como si

se tratara de dos palabras que deberían utilizarse unidas por un guión, como símbolo

del cordón umbilical que las une y las nutre mutuamente) no todo está funcionando

de una manera tan positiva (Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, pp. 91-92).

Tu texto me ha llevado a reflexionar nuevamente en las TIC y el impacto, muchas

veces negativo, que están teniendo en nuestros estudiantes. Ellos se relacionan con el

mundo por medio de estas nuevas tecnologías, aprenden y reciben información de internet y

las redes sociales todo el tiempo. Me impactó mucho lo que se expone en el capítulo III del

libro Innovación y cambio en las instituciones educativas, referente a cómo afecta el

internet nuestra capacidad de análisis y concentración.


Carr (2011), en su reciente trabajo Superficiales, se refiere a nuestra era tecnológica

como el “ecosistema de tecnologías de la distracción”. Intentar leer mientras haces

un rompecabezas, eso es Internet para este autor que llega a esta conclusión tras

haber analizado su propia evolución como usuario compulsivo de las redes sociales.

Un día descubrió que ya no era capaz de leer un libro o un texto amplio. Necesitaba

interrumpir cada poco la lectura, fijarse en otras cosas, revisar sus emails. Desde su

perspectiva, las innovaciones tecnológicas no han supuesto una mejora en los estilos

de pensamiento de las personas, más bien al contrario, han provocado una especie

de isomorfismo entre la estructura de pensamiento y los formatos de comunicación

que las redes utilizan: textos cortos, superficiales, heterogéneos y discontinuos.

Nuestro cerebro se acostumbra a recibir numerosos estímulos simultáneos y eso le

dificulta la capacidad de centrarse en algo más estable y que exige concentración

(Zabalza Beraza & Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 92).

Un proyecto de innovación podría ser un espacio de lectura o un taller de ajedrez

que ayude a los estudiantes a mejorar su concentración, creatividad y capacidad de análisis.

Las TIC no serían fundamentales en estos talleres.

[…] una oda al tipo de pensamiento que encarna el libro y una llamada de atención

respecto a lo que está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita al

pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario. La multitarea,

instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren

reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando

información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo

no sólo nos deshumaniza un poco sino que nos uniformiza (Zabalza Beraza &

Zabalza Cerdeiriña, 2012, p. 93).


Luis Manuel Amador Flores

Referencias

Zabalza Beraza, M. A., & Zabalza Cerdeiriña, M. A. (2012). Innovación y cambio en las

instituciones educativas. Rosario, Argentina: Homo Sapiens Ediciones.

También podría gustarte