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Nicanor Parra

(Nicanor Segundo Parra Sandoval; San Fabián de Alico, 1914 - La Reina, Santiago, 2018)
Poeta chileno. Nicanor Parra fue el creador de la llamada «antipoesía», tendencia que
no ha de entenderse como una negación del género ni de su función comunicativa, sino
como una voluntad de erradicar sacralizaciones y excesos retóricos en favor de un
coloquialismo a menudo mordaz, políticamente comprometido y, sobre todo, próximo al
alma y a la expresión popular. Junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente Huidobro, es
considerado uno de los grandes poetas chilenos, y ocupa un lugar de honor entre las
mejores voces de la lírica latinoamericana del siglo XX.

Nicanor Parra

Terminó el bachillerato en su población natal y se trasladó a Santiago para graduarse


como profesor de mecánica teórica y matemáticas. Con una beca del Institute of
International Education estuvo durante tres años en la Universidad de Brown, en Estados
Unidos. De vuelta a su país fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería
de la Universidad de Chile (1948) y un año más tarde, gracias de nuevo a una beca, esta
vez del Consejo Británico, se trasladó hasta Inglaterra, donde permaneció dos años más.

En 1951 regresó a su país para seguir con su labor docente en la Universidad, hasta que
la Fundación Gugenheim le condujo de nuevo a Estados Unidos con el objeto de continuar
sus estudios en el campo de la física, lo que le supuso una intensa actividad investigadora
que no le impidió desarrollar el ejercicio poético.

Inició su labor literaria en 1937, con la publicación de Cancionero sin nombre, aunque ya en
1935 había aparecido el cuento Gato en el camino, en La Revista Nueva. El Cancionero sin
nombre fue relegado por el propio autor a su prehistoria poética, aunque destaca por su
estilo antihermético, en el ámbito de una corriente que propugna el retorno a la claridad
expresiva.
De 1954 es Poemas y antipoemas, su obra fundamental, compuesta por tres partes: Cantos a
lo humano, Poemas y Antipoemas. En esta obra abandonó su poesía hasta entonces simbólica
y desesperanzada por otra más folclórica, irónica, de acentos escandalosos y muy
vinculada a la realidad. El libro fue acogido como una obra revolucionaria en el ámbito
de la poesía hispanoamericana de aquellos años. Sobre todo en Chile, dominado
entonces por el tono solemne y grandioso de Neruda, el coloquialismo del autor significó
un profundo cambio e introdujo un modelo alternativo, abierto a la ironía y el humorismo.
La antipoesía planteaba una reacción contra la función metafísica de la poesía y su
sacralización y se adhería a una línea fundamentalmente antirromántica, comprometida
políticamente y desmitificadora.
A partir de allí se le conoció como el antipoeta por excelencia, lo que tuvo confirmación
en La cueca larga (1958). Esta obra, que alude en su título al ritmo musical chileno por
excelencia, desarrolla el tono antirretórico y popular, abriéndose a las canciones,
también debido a la relación del poeta con su hermana, la célebre cantautora Violeta Parra.
La década de 1960 fue especialmente activa en cuanto al número de publicaciones de
Parra y brillante por sus aciertos. Versos de salón (1962) cambió el sujeto pasivo de los
antipoemas por un sujeto activo, muy agresivo y delirantemente enérgico; Discursos, que
apareció el mismo año, fue publicado de forma conjunta con Pablo Neruda. Le
siguieron Manifiesto (1963) y Deux Poèmes (1963), en edición bilingüe en francés y
castellano.
Canciones rusas (1967) es más elaborado, y alterna la antipoesía con la recuperación del
lirismo con un neosimbolismo intimista. En 1969 la publicación de Obra gruesa permitió
reunir en un solo volumen la "antipoesía" del autor, con la incorporación de nuevos
textos. Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Literatura, que le consagró
definitivamente.
Artefactos (1972) inaugura una nueva etapa de su obra: es un libro en forma de caja, que
contiene decenas de postales en las que se establece una contraposición entre palabra
e imagen. El punto en común de estos textos es la exasperación del sarcasmo, que
intensifica su efecto gracias al estilo epigramático. Alrededor del poeta empezaron a
manifestarse algunas voces de desacuerdo, precisamente por la ironía feroz que a veces
parece lindar con el cinismo. Las polémicas se hicieron más encendidas después de los
dramáticos acontecimientos de 1973, cuando el autor fue acusado de mantener una
postura ambigua respecto a la dictadura militar.
La última fase de su poesía está representada sobre todo por Sermones y prédicas del Cristo
de Elqui (1977), seguida de Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1978). Inspirándose
en un personaje extravagante de la actualidad chilena, el poeta creó a través de esta
pantalla un efecto de extrañamiento. Al mismo tiempo, estas obras atestiguan la relación
constante del autor con el mundo popular, del que extrae continuamente elementos
sugerentes, en formas renovadas. La compilación Hojas de Parra (1983-1996) y Poemas para
combatir la calvicie (1996) figuran entre sus últimas publicaciones.

Nominado muchas veces sin éxito para el premio Nobel, recibió en cambio muchos otros
como el Internacional Juan Rulfo, el Prometeo de Poesía, el Municipal de Santiago, el
Juan Said de la Sociedad de Escritores de Chile, el del Sindicato de Escritores de Chile,
el Bicentenario y, en el 2001, el X Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Además,
su trabajo poético ha sido estudiado en varias de las más importantes universidades de
Estados Unidos, donde se han filmado incluso dos películas sobre su vida y su obra,
partiendo de varios de sus recitales.

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