Está en la página 1de 2

HORA SANTA: EPIFANÍA DEL generosidad para vencer todas las dificultades

SEÑOR que se nos oponen para venir a adorar y recibir


al Señor, nosotros creemos que entre los
humildes velos sacramentales está el Señor.
Del Evangelio según San Mateo. 11,25- L3: Como en el Jordán, al recibir a Jesús, al
27. apegarnos a Él en el Sagrario, adivinamos
Tomando Jesús la palabra, dijo: “Yo te bendigo, cómo el Padre, que en nosotros no ve más que
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has a su Jesús, dice con júbilo divino: ¡qué hijo, qué
ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y hija que tengo!...
se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues Como en Caná, aquí nos saciamos y
tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido embriagamos en la mesa del banquete, con un
entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo Jesús que es nuestro anfitrión y que nos colma
sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino con el manjar celestial de su Cuerpo y de su
el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera Sangre.
revelar”.
Palabra del Señor. Nosotros le correspondemos al Señor
dándole con humilde gozo los dones de nuestra
L1: Hoy queremos ver la Epifanía, o pobreza: el oro de nuestro amor, el incienso de
manifestación del Señor, a la luz de la nuestra oración, y la mirra de nuestro sacrificio
Eucaristía. Sabemos que esta manifestación de cuando nos hacemos una hostia con Él.
Cristo fue triple. En los Magos de Oriente se
manifiesta a los pueblos gentiles; en el Jordán, TODOS: Yo, Señor Jesús, no puedo decir
al pueblo de Israel; en Caná, a los discípulos. que no te conozco. Tú te me has manifestado
Después, se nos manifiesta a cada uno, de muchas maneras. Lo que necesito es FE
según su divina elección, aunque es cuestión para descubrirte dónde estás. Oigo tu voz,
de adivinar, con corazón sencillo y humilde, como los Magos. Dame fe para seguirte,
dónde está esa manifestación del Señor, ya que aunque me cueste sacrificio el caminar en pos
sólo los “puros de corazón, los sencillos, son los de tus huellas. Haz que te descubra en mi
que ven a Dios” (Mateo 5,8) corazón, en el que vives Tú, y por Ti hago feliz
al Padre, que se enorgullece de mí.
Los Magos son el modelo de la fe, que Embriágame con tu Sangre, vino generoso del
triunfa de todos los obstáculos hasta reconocer Reino, para que no anhele más placer que el de
y adorar a Cristo como el Enviado de Dios y el tu gracia, hasta que me siente en la mesa del
Rey del Universo (Mateo 2,1-12) banquete celestial.
El Jordán nos muestra a Jesús lleno del
Espíritu Santo, que lo consagra como “El
Cristo”, y que arranca al Padre aquella voz llena M: Jesús, que te manifiestas a los humildes y
de emoción divina: “¡Este es mi Hijo, el sencillos.
amadísimo!” (Mt. 3,13-16) TODOS: Señor, dame fe, dame amor.
L2: Caná nos hace ver a Jesús como el M: Jesús, vida eterna para quienes te conocen
Esposo de la Iglesia, a la que regala el vino y te aman.
nuevo del Reino, pregusto del banquete que le - Señor, dame fe, dame amor.
prepara en la eternidad (Juan 2,1-11) M: Jesús, ábreme los ojos para que vea tu
estrella.
En la Eucaristía vemos cómo Jesús se nos
- Señor, dame fe, dame amor.
manifiesta cada día a nosotros y cómo se
M: Jesús, hazme salir de mí para buscarte.
muestra y se da al mundo.
- Señor, dame fe, dame amor.
Como los Magos, nosotros adivinamos por la M: Jesús, que, al hallarte, me dé a ti con
fe la presencia real de Jesucristo en la Hostia generosidad.
consagrada. ¿Dificultades?... Con el don de la - Señor, dame fe, dame amor.
fe recibido de Dios; con nuestra humildad que M: Jesús, que sepa darte el oro de mi amor.
no discute lo que Dios le propone; con nuestra - Señor, dame fe, dame amor.
M: Jesús, que te ofrezca el incienso de mi Preces
oración.
- Señor, dame fe, dame amor. M: Dios y Señor, que iluminas nuestra
M: Jesús, que no te niegue la mirra de mi existencia con la manifestación de tu Hijo a
sacrificio. todas las gentes, escucha nuestro clamor:
- Señor, dame fe, dame amor. TODOS: Que todos los pueblos te bendigan
M: Jesús, el Amado del Padre, que me enamore y te aclamen.
de ti. M: Señor Jesucristo, que tu Iglesia, iluminada
- Señor, dame fe, dame amor. por ti, lleve tu Evangelio a todas las gentes,
M: Jesús, que cautivaste a los primeros - te lo pedimos, escúchanos.
discípulos.
- Señor, dame fe, dame amor. M: Señor Jesucristo, que todos los
M: Jesús, que nos ofreces el vino del nuevo bautizados sintamos la alegría del Padre
amor. porque nos reconoce como hijos e hijas suyos,
- Señor, dame fe, dame amor. - te lo pedimos, escúchanos.
M: Jesús, que nos llamas e invitas al banquete M: Señor Jesús, que al brindarnos el vino
eterno. nuevo del Reino, nos embriaguemos
- Señor, dame fe, dame amor. dichosamente de las delicias del Espíritu Santo,
- te lo pedimos, escúchanos.
TODOS: Señor Jesús, Tú nos dijiste que la M: Señor Jesucristo, que los hermanos
vida eterna es conocer al Padre y conocerte a nuestros que viven alejados porque no han
ti, su Enviado. Yo te conozco, pero quiero sabido o no han podido vencer las dificultades
conocerte más y mejor. Por tu Espíritu Santo, de la vida, confíen en ti, que los amas, los
revélame al Padre, ya que solo Tú eres el que esperas y les prestas tu ayuda,
lo conoces y nos llevas a Él. Yo te quiero - te lo pedimos, escúchanos.
conocer, Jesús, camino, verdad y vida.
M: Señor Jesucristo, admite en el banquete
Madre María, unida siempre a Jesús y que
gozoso de la Gloria a los hermanos difuntos que
penetraste en sus misterios como nadie pudo
nos dejaron,
adentrarse jamás en ellos. Enséñame a
- te lo pedimos, escúchanos.
conocerlo profundamente y a amarlo como lo
conocías y amabas Tú. Igual que en Caná, me
dices que vaya a Jesús para hacer lo que Él me Padre nuestro.
diga, sabiendo que me quiere llenar de su amor.

REFLEXIÓN TODOS: Señor Sacramentado, la estrella


de la fe nos guía hacia tu Sagrario, donde Tú
“Si buscas en todo a Jesús, encontrarás nos esperas, como a los Magos, para adorar y
ciertamente a Jesús”, nos dice la Imitación de complacer contigo al Padre y embriagarnos con
Cristo. Sin conocerlo, pero guiados por la fe, lo el vino nuevo de tu amor. Te ofrendamos cuanto
buscaron los Magos, y lo hallaron. Juan oyó la tenemos y somos, como te das Tú a nosotros
voz del Padre sobre Jesús en el Jordán, y creyó con todos tus bienes. Que vives y reinas por los
en Él. Los discípulos vieron el vino nuevo en siglos de los siglos. Amén.
Caná, y se acrecentó la fe en el Maestro... ¿Es
así mi fe? ¿No dudo muchas veces del Señor?
¿No me cuesta aceptar su palabra con
sencillez, sobre todo cuando se presenta la
prueba?... Y hallado Jesús, ¿le doy como los
Magos todo el amor de mi corazón? ¿Le sigo
sin más, como los primeros discípulos del
Jordán? ¿Tengo bastante con el vino
embriagante de su amor?...

También podría gustarte