Está en la página 1de 5

Análisis de la presencia de perros “ferales” sobre la salud

ambiental en la Reserva Ecológica “Cuxtal”, Mérida, Yucatán,


México
Eduardo M. Sierra Lira, Manuel E. Bolio González, María de Gpe. Altamirano Manzanilla,
Edwin A. Cocom Priego, Reynaldo A. Hiuit Cuevas y Jaime de J. Antúnes Chab.

Cuerpo Académico de Salud Animal, Departamento de Salud Animal, Campus de Ciencias


Biológicas y Agropecuarias - UADY.

Resumen significativa de tamaño, color, tipo de


pelo y constitución física. En general,
Este trabajo presenta un estudio basa- son animales gregarios, sociables, con
do únicamente en la observación de la una jerarquía y una reproducción esta-
conducta de los perros sin dueño que cional bien establecida, hasta dos veces
deambulan y se reproducen sin control por año y con un número variable de
en los terrenos del Campus de Ciencias crías (de 3 a 10 o más). La base de su
Biológicas y Agropecuarias, de la Uni- alimentación es la carne, sin embargo,
versidad Autónoma de Yucatán, ubica- pueden consumir otros tipos de dietas,
dos en la reserva ecológica de “Cuxtal”, incluyendo desperdicios orgánicos del
del municipio de Mérida, Yucatán. Este hombre y por sobrevivencia, pueden ser
estudio tuvo la finalidad de documen- buenos cazadores. Su tipo de hábitat es
tar, en un período corto, el mecanismo influenciado por la convivencia con el
de los ataques y la conducta de los pe- hombre, aunque en vida libre la presen-
rros que agreden a los animales de las cia de cuerpos de agua la determina.
granjas del centro de estudios, causan-
do pérdidas significativas a la produc- En general, los perros son de compor-
ción y amenazando la salud pública. La tamiento activo durante todo el día,
información obtenida servirá para dise- aunque preferentemente son crepuscu-
ñar medidas que permitan controlar la lares o nocturnos. A pesar de la larga
situación actual. convivencia histórica entre los perros
y el hombre, ésta no ha sido siempre
Palabras clave: Conducta, reproduc- exitosa, la complejidad y variabilidad
ción, ataques, control. de la sociedad humana, provoca en oca-
siones mal trato, crueldad y abandono,
Introducción originando que las poblaciones de pe-
rros “callejeros”, representen una grave
Algunas investigaciones indican que amenaza a la salud pública y ambien-
los perros se originaron de los lobos tal. Los animales deambulan libremen-
(subespecie Canis lupus eurasiatica), te, se reproducen sin control, formando
y se piensa que de la región euroasiá- grupos (jaurías) para facilitar su pro-
tica se dispersó a todo el mundo. Los tección y alimentación, convirtiéndose
perros habitan casi todos los ecosiste- en poblaciones marginales, con una
mas del planeta, reconociéndose en la conducta caracterizada por la descon-
actualidad aproximadamente aproxi- fianza, rapiña, poca tolerancia de la
madamente 400 razas que viven cerca presencia humana y depredación am-
de los seres humanos, con variación biental. Esta conducta es una muestra

Vol. 4 No. 1
enero - junio de 2011 Bioagrociencias 53
Tópicos de Interés

de regresión de la domesticación, dando perimentos a largo plazo, para mostrar


lugar a la “feralización”, o retorno del las consecuencias de la selección por
perro doméstico a la vida salvaje. mansedumbre, como se comporta bioló-
gica y psicológicamente el proceso de la
domesticación.
Domesticación
El estudio del comportamiento animal,
La domesticación se ha definido como tiene como finalidad entender los meca-
el proceso mediante el cual una pobla- nismos y la manera en que se producen
ción de animales se adapta al cautiverio los patrones innatos del comportamien-
y acepta la convivencia con el hombre, to, las motivaciones por las cuales los
que evolutivamente propicia una com- animales se comportan de la forma en
binación de cambios genéticos, que se que lo hacen y la programación gené-
repiten en cada generación. La domes- tica del mismo. Los animales tienen
ticación del lobo, es un suceso que nadie patrones de comportamiento instintivo
sabe con precisión cómo se produjo, da- propios de especie, que no requieren de
tos históricos apuntan al Período Gla- aprendizaje. Los animales experimen-
cial tardío aproximadamente 14.000 tan pánico, ansiedad, miedo, aprehen-
años AC. Se supone que inició con indi- sión, y una desconfianza profunda del
viduos de temperamento tranquilo, que entorno, mostrando una marcada con-
aceptaron alimentarse de los desperdi- ducta de alarma-protección-conserva-
cios de los grupos humanos. Coppinger ción.
y Smith (1983), sugieren que después
de acostumbrarse a la presencia del Problemática
hombre, lo siguió en sus migraciones,
participando en las cacerías y recibien- La presencia de perros ferales o asilves-
do un beneficio de tal asociación. Exis- trados, en la reserva ecológica “Cuxtal”,
ten evidencias científicas, obtenidas del municipio de Mérida, Yucatán, Mé-
mediante secuencias del ADN mitocon- xico, ha sido evidente por más de veinte
drial de 67 razas de perros y lobos de años. Sin embargo, últimamente se ha
27 distintos lugares, lo cual indica, que observado incremento de su población,
podrían haberse separado hace más de así como los daños provocados a la pro-
100.000 años (Grandin, 1998). ducción pecuaria, por ataques a ovinos,
cerdos, becerros de traspatio y de pe-
El proceso de domesticación ha segui- queñas granjas comerciales en el área
do un largo y laborioso camino genéti- de la reserva. Además, representa una
co, por ejemplo, zorros mansos al pasar amenaza constante a la salud pública y
de la vida libre a la cría en cautiverio, ambiental, por la falta de control sani-
cambiaron la estación de su reproduc- tario y la depredación de pequeños ani-
ción y mostraron cambios marcados en males silvestres.
su patrón hormonal, modificaron su pe-
laje natural, desarrollando uno negro Particularmente en el Campus de Cien-
con rayas blancas. Esto significa que su cias Biológicas y Agropecuarias de la
ciclo monoestral (celo una vez al año) se Universidad Autónoma de Yucatán, se
había perturbado y los animales podían han recrudecido los ataques de perros a
reproducirse en cualquier época del los animales de las unidades de produc-
año. Esto motivó a que se realizarán ex- ción (ver figura 1).

Vol. 4 No. 1
54 Bioagrociencias enero - junio de 2011
Tópicos de Interés

tario, son alimentados por ellos, pero vi-


ven en las calles de la reserva ecológica,
sin control de su reproducción y sani-
dad, estos individuos toleran la presen-
cia humana, y buscan su contacto (signo
de domesticación) (ver figura 2). G2) pe-
rros nacidos de hembra doméstica, en
la calle, que posteriormente no tienen
dueño, viven en grupos pequeños (2 a 3
miembros) y se alimentan del pillaje de
Figura 1. Ataque a ovino la basura o desperdicios orgánicos que
las personas dejan a su alcance, de há-
Se planeó la necesidad de documentar, bitos alimentarios diurnos y vesperti-
por observación simple durante cuatro nos, toleran la presencia humana, pero
meses, el mecanismo de los ataques y la generalmente, no el contacto.
conducta de los perros agresores. Esta
información permitiría implementar Los perros G3) son perros nacidos de
medidas de control adecuadas al caso, hembras libres, en la calle, sin propie-
tratando de minimizar el impacto ne- tario, no toleran la presencia humana,
gativo de ésta situación, tomando como ni el contacto, viven en grupos de 5 a 6
indicadores del proceso de feralización: miembros, tienden a buscar refugio en
tolerancia al humano, conducta y hábi- lotes baldíos o vegetación remanente
tos alimenticios, conducta reproductiva cercana a las fuentes de alimentación
y la conducta social (jerarquización y (colectores de basura, rastros o gran-
liderazgo). jas) de los cuales obtienen cadáveres,
placentas o desperdicios de sacrificio
Resultados (ver figura 3), con hábitos de consumo
principalmente vespertinos o noctur-
Se encontraron distintos grupos de nos. G4) existe una variante del grupo
animales con diferentes conductas, los anterior, perros nacidos en libertad,
cuales se identificaron de la siguiente que no toleran el contacto humano, ni
manera: G1) perros que tienen propie- su presencia, pero viven en el entor-

Figura 2. Contacto con el Figura 3. Convivencia en Figura 4. Restos animales


hombre el entorno humano

Vol. 4 No. 1
enero - junio de 2011 Bioagrociencias 55
Tópicos de Interés

no periurbano. Estos animales viven que viven alrededor de sus instalacio-


en grupos de 5 a 6 individuos, con un nes, alimentándose de la basura y acep-
macho y una hembra dominante (alfa), tan comida del humano a distancia.
usualmente son de hábitos alimenticios
nocturnos, son cazadores y viven al ace- Por último, dos grupos (G3 y G4), perros
cho, utilizan el ataque en grupo como nacidos de hembras libres, que no tole-
medio de cacería y defensa, conducta si- ran la presencia humana, ni el contac-
milar a los lobos (signo de feralización). to, viven en grupos de 5 a 6 miembros,
En cuanto al impacto negativo en las unos tienden a buscar refugio en mon-
unidades de producción del Campus, se tes cercanos a los colectores de basura,
identificaron daños directos por ataque rastro y granjas, buscando cadáveres,
a diversas especies animales (ver Tabla placentas y desperdicios de sacrificio,
1). con hábitos de consumo vespertinos y
Tabla 1. Pérdidas económicas para el Campus en el período enero-abril.
Total de
Áreas Animales perdidos Costos Tiempo de ataques
perdidas
Porcinos 10 lechones lactantes 2,750 19,625 En un periodo de cuatro meses

5 marranas Americanas 16,875


Ovinos 1 borrega gestante 1,000 2,200 En dos meses

3 Cabritos 1,200
Reproducción 1 semental 12,000 12,000 Una semana

7 vientres
Fuente: Archivos FMVZ UADY, 2009.

Discusión nocturnos, respectivamente. Ambos con


una organización social característica,
El proceso de domesticación ha sido son guiados por un macho y una hem-
documentado por muchos investigado- bra dominante (alfa). El último grupo,
res (Fox, 1975; Price, 1984; Lambooij, mostró hábitos alimenticios principal-
1993; Coppinger y Scheider, 1993) mente nocturnos, actuando como ca-
quienes han señalado que el perro debe zadores (ataque en grupo), viviendo al
la unión permanente a su amo, a un acecho de presas potenciales, conducta
rasgo importante del comportamien- similar a los lobos, lo cual se considera
to, la pertenecía y la aceptación en la un signo de feralización. En éste aspec-
jauría, esto implica el reconocimiento to, existe concordancia con los reportes
de un líder (en éste caso al humano) y de Gould (1977), las técnicas de cacería
la consecuencia obligada, la obediencia. parecen ser aprendidas y guiadas por la
En concordancia con lo mencionado, el experiencia, tanto individual como por
presente estudio identificó un grupo el trabajo en grupo. Lo cual podría ex-
de animales sin dueño (G1) adaptados plicar de alguna manera los daños di-
a la convivencia con las personas que rectos por ataque a animales (muertes
ocupan cotidianamente el Campus (es- y mutilación) en las unidades de pro-
tudiantes y profesores), otro grupo (G2) ducción del Campus.

Vol. 4 No. 1
56 Bioagrociencias enero - junio de 2011
Tópicos de Interés

Referencias

Coppinger, R. y Schneider, R. (1993).


Evolution of working dog behavior.
En: "The Domestic Dog: Its Evolu-
tion, Behavior and Interactions with
People" (J. Serpell, comp.). Cambrid-
ge University Press, Cambridge, UK.
Coppinger, R. P. y Smith, C. K. (1983).
The domestication of evolution. Envi-
ron. Conserv. 10, 283-292.
Fox, M. W., comp. (1975). "The Wild
Canids: Their Systematics, Beha-
vioral Ecology and Evolution." Van
Nostrand-Reinhold, Nueva York.
Gould, S.J. (1977). "Ontogeny and
Phylogeny." Harvard University
Press (Belknap Press), Cambridge,
MA y Londres.
Grandin T. (1998). Genetics and the
Behavior of Domestic Animals. San
Diego, California: Academic Press,
(Cap. 1) Traducción del Dr. Marcos
Giménez-Zapiola. 80523-1171.
Isaac, E. (1970). "Geography of Domes-
tication." Prentice-Hall, Englewood
Cliffs, N.J.
Lambooij, E. y van Putten, G. (1993).
Transport of pigs. En: "Livestock
Handling and Transport" (T. Gran-
din, comp.). CAB International,
Wallingford, UK.
Price, E. O. (1984). Behavioral aspects
of animal domestication. Q. Rev.
Biol. 59, 1-32.
Scott, J. P. y Fuller, J. L. (1965). "Ge-
netics and the Social Behavior of the
Dog." University of Chicago Press,
Chicago.

Vol. 4 No. 1
enero - junio de 2011 Bioagrociencias 57

También podría gustarte