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HISTORIOGRAFÍA

Síntesis de las lecturas y notas personales


Luis Alonso Ordóñez García

El presente trabajo lo realizaré a modo de ensayo, en él incluiré conceptos importantes de las


lecturas realizadas para el módulo y algunos de los términos analizados en las sesiones
presenciales. En la primera lectura Debates de una metodología feminista Eli Bartra
manifiesta que el feminismo es expuesto como una filosofía política que margina la
participación de las mujeres tanto en el ámbito social como histórico. Es por tal motivo que
ella trata a fondo de dilucidar la siguiente incógnita: ¿Bajo qué método se llevó a cabo la
investigación?
Las investigaciones realizadas por las mujeres son elaboradas desde diferentes
enfoques, por ejemplo, Ana Lidia García se interesa por resolver la interrogante cómo escribir
una historia de las mujeres, cómo exponer a las que han permanecido ignoradas y cómo
reescribir un pasado en el que las ellas al parecer no existieron. La historia de las mujeres, no
de la mujer, porque de acuerdo con esta historiadora, en conjunto parecen obtener una fuerza
o atención mayor.
Bartra también aborda esencialmente los problemas de la relación entre la historia global y
la historia de las mujeres, además muestra el porqué de la invisibilidad de la mujer dentro de la
historia. De acuerdo con su trabajo de investigación, ésta es justificada por un sistema de valores
masculinos, acontecimientos, procesos o movimientos que acaparan los análisis o estudios, en los
cuales, obviamente, los protagonistas son varones, esto como consecuencia genera la “invisibilidad”
de las mujeres en la historia.
La autora lo resume de manera muy concisa explicando que esta exclusión historiográfica no
es malévolamente planeada por los hombres, sino que, ésta marcada invisibilidad es generada por la
gran importancia que se le da a la vida pública, donde la aportación de las mujeres desde tiempos
inmemorables ha sido muy restringida. Luego menciona los métodos utilizados por la sociedad para
escribir sobre la “historia de las mujeres”: biografía, historia cultural, la antropología, la economía y
la política. La tradición oral y algunos métodos de la historia social.
En la segunda parte esta historiadora nos explica los problemas metodológicos que
se le han presentado y las técnicas que ha utilizado: categorías conceptuales, la periodización,
la crítica y el análisis de las fuentes. Retomaré las palabras de esta autora para ir
ejemplificando cada uno de los métodos utilizados:
Un primer nivel de conceptualización fue la historia de mujeres notables, historia de
excepción, y un segundo, la historia contributiva que considera a las mujeres como un
apéndice o elemento accesorio de los movimientos sociales. Estos dos niveles de
conceptualización oscilan entre la victimización o el protagonismo; es decir, entre ver a las
mujeres como eternas víctima de una sociedad patriarcal o bien como constantes luchadoras
por la transformación social y feminista.
(Bartra, 2002:202)

Como la historiadora lo analiza ese concepto centra su atención en estudiar no solo


una historia social, la de la mayoría, sino las acciones realizadas en el pasado tanto por
hombres como por mujeres. Aunque la historia no debería de centrarse en un solo género ésta
lo hace, tomando esto en cuenta, el género es solo una delimitación social, basada en los
rasgos biológicos que le adjudican un rol determinado, a un ser humano, solo por pertenecer
al género masculino o al femenino. Concepto con el cual se enfrenta la documentación
imparcial de una historia global. Esto lo complementa Bartra de esta manera, “ Con lo cual se
vuelve necesario confrontar y complementar esta categoría con otras importantes del análisis social
como: clase, etnia, raza y edad. Se trata de cruzar lo social con lo sexual, lo cultural y lo étnico.” (206)
En cuanto a las fuentes respecta para documentar la historia de las mujeres se
mencionan varios modelos para registrarla, en este trabajo rescató: Analizar la literatura de
la época. De manera personal y como estudiante de Literatura, creo que esta fuente refleja
elementos extra que contextualizan la perspectiva femenina en un tiempo determinado.
Aunque es verdad que el autor elige arbitrariamente una perspectiva o visión personal para
discriminar qué es relevante y que no es importante, es aquí donde remplazamos el término
historia por lo histórico como lo menciona José Gaos (1960:40). Con la producción de obras
literarias partimos de lo particular a lo general en cuanto a un análisis historiográfico respecta.
Analizando a una protagonista de la novela. Mencionaré el ejemplo del personaje de Madame
Bovary. Gustave Flauber, su creador, a través de su novela nos entrega una producción de la
realidad histórica, su contexto social y la realidad a la que se enfrentaban las mujeres de esos
años.
Durante la Edad media los personajes femeninos eran mujeres angelicales y amorosas
que necesitaban ser encontradas cruzando el mismo infierno, en el romanticismo
encontraremos a una mujer bondadosa, casta y de gran santidad como lo era Carlota frente a
Werther, en cambio con el surgimiento de Madame Bovary nos encontramos con una mujer
que rompe los estereotipos sociales de la época, la mujer romántica, para caracterizarse como
una protagonista ideal del realismo, donde sus protagonistas son destruidos por su obsesivas
pasiones, las cuales e irónicamente, en su caso surgen a través de la lectura de novelas
románticas donde se exaltaban las pasiones.

Emma quiere, quiere gozar, no se resigna a reprimir en si esa profunda exigencia sensual que
Charles no puede satisfacer porque ni sabe que existe, y quiere, además, rodear su vida de
elemetos superfluos y gratos, la elegancia, el refinamiento, materializar en objetos el apetito
de belleza que han hecho brotar en ella su imaginascion, su sensibilidad y belleza.
(Vargas Llosa, 1975:19)

Con el término que este personaje instauró y se mantiene hasta nuestros días
“bovarismo1”: estado de insatisfacción crónica de una persona, producido por el contraste
entre sus ilusiones y aspiraciones. Esta protagonista marcó una gran diferencia desde su
aparición, caso contrario de lo que se decía al principio de la historia de las “mujeres” porque
la historia de una sola mujer ficticia fue muy importante para ser considerada como un
personaje que marcó una gran diferencia entre la relación de las mujeres del siglo XIX con
su sociedad. A continuación retomo la siguiente cita textual para explicar mucho mejor lo
mencionado con anterioridad:

La filosofía de cualquier ciencia, y de cualquier género literario, se encuentra conducida a


estudiar el objeto de la ciencia o del género literario, de que se trate. La Filosofía de la
Historiografía se encuentra conducida, pues, a estudiar el objeto de la Historiografía, lo
histórico, el conocimiento del cual empieza por proporcionarlo la Historiografía misma.
(Gaos, 1960: 482)

Si la historiografía se estudia a sí misma lo realiza a través del análisis de la propia


Historiografía, esto lo lleva a cabo mediante manifestaciones lingüísticas producidas por los
historiadores, es decir, los escritores o legitimadores de la historia que debe leerse y
estudiarse. Para continuar debemos separar la Historia de lo histórico y lo literario de la
literaturidad, con esto delimitamos el objeto elaborado por la práctica de la disciplina
encargada de estudiarlo, sea ésta la literatura o la historia.
Con la unión de ambos conceptos “lo histórico y la literaturidad”, encontramos el
instrumento metodológico, que utilizado por la crítica literaria e historiografía. Pruneda lo

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Información recuperada en: https://es.scribd.com/document/341236304/SI-NDROME-DE-BOVARISMO
explica de la siguiente manera: “Las características de lo literario producido en una crítica
específica dependen tanto de las consciencia del crítico que interactúa con una obra
determinada, como de todas las lecturas críticas que se han propuesto estudiar esa misma
obra.” (215)
Aunque Pruneda solo se centra en lo literario este enfoque también aplica para lo
histórico. El mundo literario, combina todos los elementos hasta el momento analizados: la
historia, lo histórico, obviamente la literatura y la literaturidad estarán reflejados en la obra
literaria. El canon encargado de legitimar las obras que formaran parte de la Historiografía
literaria. Claudio Guillén, apoyándose en la distinción entre lo que pasa y el suceso o acontecimiento,
escribía en su libro Entre lo uno y lo diverso:

Pero no llamamos acontecimiento a cualquier cosa que pasa. El suceso no es un hecho, un


dato histórico cualquiera. Entre tantas cosas que ocurren el historiador elige y destaca aquéllas
que le parecen significativas y dignas de ser relacionadas con las acaecidas antes o después,
desempeñando así un papel narrativo. Elegir entraña en tal caso excluir lo que no parece haber
sido un acontecimiento. (403)

Como lo menciona Guillén de la misma forma que para reconocer un hecho o suceso
como un evento histórico importante existen instancias, personas o estudiosos de la materia
que le adjudican dicha categoría. Para concluir me gustaría retomar lo comentado en clase,
donde se mencionó que los docentes somos legitimadores de las obras literarias, por lo cual
podemos hablar de una completa arbitrariedad de gustos que imponen el canon de las obras
que leen nuestros estudiantes.
Bibliografía

 García, Ana Lidia. “Historia de las mujeres en el siglo XIX: algunos problemas
metodológicos”, en Debates en torno a una metodología feminista . Eli Bartra
(compiladora). México: Programa Universitario de Estudios de Género, Universidad
Autónoma Metropolitana-Xochimilco, 2002, pp. 199-228.

 Pruneda Sentíes, David. “Intersecciones entre la filosofía de la historiografía y la


metacrítica literaria”, en Impossibilia, núm. 12 (octubre, 2016), pp. 199-224.

 Vargas Llosa, Mario. 1989. La orgía perpetua, Flaubert y Madame Bovary .


Barcelona: Ed. Seix Barral.

 Veles Sierra, Nallely: En los 150 años de Madame Bovary, 1857-2007 Diseño de un
personaje: Madame Bovary. Recuperado en:
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/filyling/article/viewFile/4458/4275

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