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NUESTRO FUTURO COMÚN

POR: Vanessa Zapata Sichez

No existe la menor duda que hay una fuerte relación de dependencia entre el hombre y el
medio ambiente. Desde el punto que éste se desarrolla en él aprovechando los recursos, positiva
o negativamente. Sin embargo, ¿Existe responsabilidad por parte del hombre para con el
ambiente?

En una visión nacional, por ejemplo, acapara el impacto de las más grandes empresas y la
carencia de una conciencia ecológica de grandes masas; en una perspectiva regional, se
direcciona a situaciones demográficamente ambientales no atendidas; y en un panorama local
trujillano, se enfatiza en la trasgresión a normas ambientales y la sobre posición de intereses
económicos antes que ambientales.

La especie humana se ha venido distanciando de la dicotomía sociedad – ambiente,


enfocándonos en la destrucción irracional y la más notable, del ambiente humano. Por ello
considero que, existe la necesidad de profundizar la responsabilidad civil, adoptar una
conciencia ecológica racional teniendo presente que el ambiente es nuestro futuro común.

Como indico Juan Pablo II (1990) citado en Besalú (2005) “La crisis ecológica es una crisis
moral” (p.85). Partiendo de ello y adaptándonos a la contextualización, se podría determinar
que es veras, puesto que netamente actuamos según: nuestros conocimientos y pensamientos.
Muy distinto es que éstos se hayan transgiversando atentando con nuestra casa común,
atentando con nuestra propia existencia.

Cónsono con lo arriba expuesto, es necesario adquirir no solo una conciencia, si no también
responsabilidades que como personas se nos atribuye. Se ha sostenido antecedentemente la
preocupación por los daños o resquebrajamientos ambientales y la poca conservación de
minerales, flora y fauna, los recursos naturales con los que contamos. Por ello la apelación a
un conocimiento jurídico de responsabilidad ya que implica un peligro alarmante de un disfrute
inconsciente y excesivo. Por eso se examina en diferentes ámbitos, reflejado también en el
derecho. Al respecto, Cicala ha sostenido que “los juristas han manifestado un interés creciente
en la posible utilización de todas aquellas normas que puedan en cualquier medida constituir
una tutela del ambiente donde el hombre desarrolla su vida” (1976, p. XVII). Siendo la opinión
de este el principal foco de claridad para nuestra mentalidad y respetar la legislación
correspondiente.

Así mismo, la biodiversidad con la que contamos se ha establecido como un bien jurídico
ambiental. Por ende, objeto de una seguridad regulada jurídicamente que persigue el desarrollo
económico, la preservación y protección del ambiente. Lo más lógico y sensato sería generar
un desarrollo sostenible para lo que la legislación establece según el artículo 67° de la Const.
una política ambiental que promueve este tipo de desarrollo, generando beneficios resaltantes,
y fomentando el indicio a adoptar una postura empática naturalista.

A mayor razón, las condiciones de vida del ser humano se acercan a la legislación y recogen
un ordenamiento con preocupaciones ya que, en la normativa peruana artículo 68° de la Const.
la representación popular que tiene el Estado debe de sumarse en primera instancia a la
aceptación de las normas dadas; en segunda instancia, a la promoción de las anteriormente
mencionadas.

Por todo lo anterior, el objetivo más apto estaría basado en las normas ambientales, que es
la preservación y desarrollo sostenible ya que, es necesario llegar a precisar las medidas de
protección y sanciones frente a su incumplimiento, convirtiendo de esa manera a la dimensión
jurídica o nuestra legislación en nuestro fuerte has bajo la manga.

Ello puede hacer referencia en una visión más global a la constitución general del Derecho
ambiental, partiendo de la necesidad de aplicación de este en la sociedad. Análogo a diferentes
ramas de Derecho, tales como Penal, Civil y sus respectivos procesales puesto que de algún
modo van interrelacionados y estos integran la parte jurídica de manera general, favoreciendo
en cuanto a una respectiva sanción en caso de vulneración de alguna norma establecida.

El Derecho ambiental según (Simental, 2013) ha pasado por una transformación en la


manera en que dentro de los fines jurídicos no solo regula los actos humanos, si no añadido a
esto integran valores y principios que rigen las normas ambientales.

Ahora bien, el derecho ambiental de la actualidad, ha sido fortificado por el intelecto antiguo
puesto que la contaminación viene desde antes junto con todos los factores del actuar de la
persona. En estos momentos, este derecho se ha convertido en una fuente de oportunidades en
diferentes rubros, ya que alerta a un reconocimiento y toma de conciencia inmediata basándose
en la preposición que es un riesgo para la supervivencia de la humanidad.
Bajo esta tesitura, es necesario que como miembros de una sociedad nos enfoquemos en su
cuidado para ello es vital adoptar una conciencia ambiental donde se prevea la sostenibilidad
de nuestros recursos. “La conciencia ambiental es una respuesta, tal vez un poco tardía, a la
insensata y pertinaz acción destructiva del hombre sobre la naturaleza” (Celi Arévalo,2010, p.
21). Por ello es que existe una invocación menester, que en el mínimo de tiempo se adopte esta
conciencia, ya que somos los principales protagonistas de todo lo suscitado en el planeta, y
debemos tener en cuenta que el tiempo es corto y la responsabilidad está en nuestras manos.

Abreviando, este daño ocasionado a nuestro ambiente necesita contrarrestarse en medida


que ya existe un derecho ambiental que tiene su principal enfoque en el ambiente; a esto debe
de sumarse la capacidad humanística de las personas para adoptar una conciencia ecológica o
ambiental que nos permita reconocer cuales son nuestras responsabilidades como ciudadanos.
Todo ello está regido bajo una legislación favorable tanto para el ambiente como nuestro propio
desarrollo, por todo lo argumentado es que se apela a una metamorfosis cognitiva y de
pensamiento, siendo esta la principal pieza clave para que nuestras acciones se direccionen a
favor de nuestro ambiente, nuestra casa común, nuestro futuro común.

LEYENDA FIGURAS LITERARIAS: LEYENDA CUERPO DEL ENSAYO:

ANÁFORA
CATÁFORA INTRODUCCIÓN

ELIPSIS
ARGUMENTOS
METÁFORA
HIPERÓNIMO
CONCLUSIÓN
HIPÓNIMO
TECNOLETO LEYENDA DE TESIS Y CITAS:
EPÌTETO TESIS
SINÓNIMO CITA DE UNA CITA

ANTÓNIMO CITA DE AUTORIDAD

CITA DE PARÁFRASIS

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