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POR: PORTAFOLIO ¿EXISTE LA LIBERTAD RELIGIOSA EN EL CONTEXTO LABORAL

COLOMBIANO?

OCTUBRE 20 DE 2018 - 02:16 P.M.


Recientemente en Suecia una mujer musulmana fue rechazada para el cargo de intérprete en una
empresa por negarse a dar la mano al entrevistador por ser hombre atendiendo a razones religiosas,
“si bien la joven musulmana puso su mano sobre su corazón como gesto de agradecimiento”.

La empresa fue condenada a pagar, a título de indemnización, 40.000 coronas suecas (unos 4.000
euros) con fundamento en que “la negativa por razones religiosas a estrechar la mano está amparada
por la Convención Europea de Derechos Humanos”.
El respeto de la libertad de cultos en el contexto de las relaciones laborales supone situaciones de
tensión entre las facultades subordinantes y el ámbito de libertad religiosa de los trabajadores que
deben ser resultas adaptando el ámbito de cumplimiento de las obligaciones laborales para impedir
el sacrificio o anulación de la libertad religiosa.

Las claves de respuesta para resolver las diversas colisiones que se presentan en el contexto laboral
y la ejecución de obligaciones y el respeto de la libertad de cultos ha sido el centro de actuación de la
doctrina estadounidense en desarrollo de la Ley de Derechos Civiles de 1964, de la que emana la
figura de la acomodación o ajuste (accommodation por su locución en inglés) definida como “otorgar
a las personas religiosas un "espacio" en alguna área, por razones de conciencia - una dispensa de
leyes de aplicabilidad general, como el reclutamiento militar, o reglas sobre años de escolaridad.

La idea fundamental es que los motivos de conciencia son muy importantes. En algunos casos, donde
el orden público y la seguridad no se ponen en peligro, tienen prioridad sobre las leyes que se aplican
a todos, para que las personas no sean forzadas a violar su conciencia.”

En Colombia, la Corte Constitucional en un caso específico, protegió el derecho de un trabajador


adventista del séptimo día y su derecho a la libertad religiosa consagrando el sábado sabath
imponiendo al empleador el respeto para no trabajar ese día redistribuyendo la carga
horaria incluyendo la protección de la creencia de guardar un día de descanso para la adoración de
Dios cuando “éste constituye un elemento fundamental de la religión que se profesa”.

En este sentido la sentencia T-673 de 2016 precisó: “la negativa de la compañía de abrir espacios
para que el trabajador pueda guardar el Sabbath (la medida), no es en estricto sentido
proporcional, pues al ponerse en marcha, tal y como ha ocurrido, implica un sacrificio total de la
libertad religiosa y de cultos del accionante en su dimensión externa, dado que no puede preservar,
de ningún modo, el sábado como día de adoración.

Por el contrario, contemplar de forma más flexible en su programación el espacio sabatino, no implica
para la empresa una limitación excesiva o irracional a su poder de subordinación, especialmente
cuando, como se vio, [el empleador] cuenta con distintas alternativas que hacen posible la
conciliación de sus intereses empresariales y los derechos del accionante.”

De la misma manera, en el caso de una trabajadora de una empresa de aseo que se negaba a usar
pantalón, se consideró que no podía catalogarse como una estrategia para incumplir obligaciones
laborales “ya que el uso de la falda se basa en convicciones religiosas sólidas”, en criterio de la Corte
Constitucional.

A pesar de considerar que el despido de la trabajadora no estaba ligado a la terminación del contrato
de trabajo, la Corte Constitucional en sentencia T-575 de 2016 afirmó: “el uso de la falda para la
religión que predica la accionante como parte de la Iglesia Luz del Mundo Trinitaria de Colombia, es
una práctica religiosa que tiene soporte en la interpretación que hacen de la biblia y que se erige en
un elemento importante de la profesión de la fe de esta comunidad religiosa.

Con base en ello, se puede concluir que existen elementos de juicio para considerar que el uso de la
falda para el accionante se basa en convicciones religiosas sólidas y por lo mismo, que no invoca
dicha práctica como pretexto para eludir el cumplimiento de obligaciones laborales, o de forma
estratégica y coyuntural para obtener un beneficio indebido.”

En Colombia, el respeto por la libertad de cultos en el ámbito laboral constituye una limitación del
poder subordinante del empleador que en cualquier caso debe optar por las alternativas que
permitan la realización de las creencias y prácticas religiosas de los trabajadores sin limitar el acceso
al derecho fundamental al trabajo.

Iván Daniel Jaramillo Jassir.


Investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario
Especial para Portafolio
Sentencia por la que colegios públicos de Colombia no podrán obligar a eventos religiosos
LAICISMO.ORG · FUENTE: SIN DIOSES · 27 OCTUBRE, 2017

Una victoria para la laicidad estatal se alcanzó este mes de octubre en Colombia.

La sentencia fue originada del análisis de una acción de tutela interpuesta por la docente Nancy Rocio Pinzón a quien el rector
quería obligar a realizar rezos católicos en un colegio público de Fusagasugá.

La Corte Constitucional resaltó que este caso: «resulta de relevancia constitucional por el posible desconocimiento del
principio de laicidad por parte de una autoridad, en este caso de la Institución Educativa Municipal Carlos Lozano y Lozano, al
realizar sus directivos afirmaciones públicas que implican adhesión a la religión católica.»

La Corte Constitucional señaló que ni los docentes ni los estudiantes están en obligación a asistir a misas. También indicó
que no se debe cuestionar o interrogar a los estudiantes o maestros que no deseen participar en ella, mucho menos
sancionarles, teniendo en cuenta que el ejercicio religioso es una cuestión individual y el Estado debe ser neutral en materia
religiosa.

Esperamos que esta sentencia ayude a afianzar la laicidad estatal en Colombia, porque a pesar de fallos favorables esta ha
seguido violándose. Como es el caso de la Policía Nacional y la Gobernación de Cundinamarca, entre otras muchas
instituciones. Por cierto, la imagen con la que encabeza este escrito es de un colegio público en Barranquilla, el Colegio Técnico
Distrital de Rebolo, en el que se llevaron sacerdotes católicos para hacer misas para la Virgen.

Se deja aquí un aparte de la Sentencia en el que se analiza la situación. (En caso de alguna situación que requiera una queja lo
puede citar en un derecho de petición):

Principio de laicidad y deber de neutralidad en materia religiosa de las instituciones educativas oficiales (Extraído de la
Sentencia T 524 -17)

Uno de los cambios más significativos que trajo la Constitución Política de 1991 fue la adopción de un modelo de Estado Laico,
respetuoso de los diferentes credos religiosos que en su interior se prediquen y de las personas que deciden no practicar
ninguno. A diferencia de la Constitución de 1886 que establecía la unidad de religión con el Estado, el artículo 19 de la
Constitución de 1991 estableció que “Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su
religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la
ley”

En desarrollo de este principio, mediante la Ley 133 de 1994 el Legislador impuso una carga de neutralidad al Estado y a sus
autoridades, al determinar que ninguna iglesia o confesión es o será oficial. Esto no quiere decir que el Estado se reconozca así
mismo como ateo, agnóstico o indiferente ante la religiosidad de las personas; lo que quiere decir es que resulta predicable del
Estado colombiano su neutralidad frente a cualquier credo o iglesia religiosa y en consecuencia, le resulta prohibido a
cualquier autoridad estatal tomar medidas para desincentivar o favorecer a las personas o comunidades que no compartan
determinada práctica religiosa, sean o no mayoritarias, e incluso es su deber proteger y garantizar los derechos de aquellas
personas que son indiferentes ante las creencias religiosas o espirituales. Según lo establecido en su artículo 2º “El poder
público protegerá a las personas en sus creencias, así como a las iglesias y confesiones religiosas y facilitará la participación de
éstas y de aquéllas en la consecución del bien común. De igual manera, mantendrá relaciones armónicas y de común
entendimiento con las iglesias y confesiones religiosas existentes en la sociedad colombiana”.

En reiterada jurisprudencia la Corte ha analizado el sentido de la relación entre el Estado colombiano y las religiones. En
sentencia C-350 de 1994, esta corporación concluyó que el Estado colombiano es un Estado laico, con plena libertad religiosa,
caracterizado por una estricta separación entre el Estado y las iglesias, y la igualdad de derecho de todas las confesiones
religiosas frente al Estado y frente al ordenamiento jurídico. Para esta Corte la importancia que adquiere la adopción del
principio de laicidad radica en que “[la] estricta neutralidad del Estado en materia religiosa es la única forma de que los
poderes públicos aseguren el pluralismo y la coexistencia igualitaria y la autonomía de las distintas confesiones religiosas”

En sentencia C-766 de 2010 puntualizó y amplió los criterios señalados en jurisprudencia anterior, respecto del deber del
Estado cuando adopta una decisión que contenga algún tipo de implicaciones religiosas. Estos criterios son:

“(i) Separación entre Estado e Iglesias de acuerdo con el establecimiento de la laicidad del primero, (ii) prohibición de
injerencia alguna obligatoria, que privilegie a la religión católica o a otras religiones en materia de educación, (iii) renuncia al
sentido religioso del orden social y definición de éste como orden público en el marco de un Estado Social de Derecho, (iv)
determinación de los asuntos religiosos frente al Estado, como asuntos de derechos constitucionales fundamentales, (v)
prohibición jurídica de injerencia mutua entre Estado e Iglesias, (vi) eliminación normativa de la implantación de la religión
católica como elemento esencial del orden social y (vii) establecimiento de un test que evalúa si las regulaciones en materia
religiosa están acordes con los principios de pluralidad y laicidad del Estado colombiano”

Para esta Corporación, cuando el Estado no observa los criterios antes descritos: i) estaría violando el principio de separación
entre las iglesias y el Estado; ii) estaría desconociendo el principio de igualdad en materia religiosa; iii) vulneraría el principio
de pluralismo religioso dentro de un Estado liberal no confesional; y iv) estaría desconociendo el principio de neutralidad que
ha de orientar al Estado, a sus órganos y a sus autoridades en materia religiosa.

En este orden de ideas, el principio de laicidad no sólo se expresa en garantías para los particulares en cuanto a la libertad
de adhesión a cualquier religión o práctica de cualquier culto, sino además en el reconocimiento y protección de las
diferentes confesiones religiosas (pluralismo religioso), a partir de acciones tendientes a generar garantías para la
materialización de la libertad de cultos, en un trato igualitario y exento de discriminación por motivos religiosos. Según esta
Corporación “la igualdad de trato en materia religiosa está íntimamente relacionada con el carácter laico del Estado y por
ende, con la naturaleza secular de las actividades que puede desarrollar el Estado. Razón por la cual la valoración de las
funciones que este Estado realice respecto de la religión deberá tener en cuenta el entendimiento de la laicidad secular y su
relación con la adecuada garantía de la libertad de conciencia, religión y culto”.

LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACIÓN RELIGIOSA EN LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS


la enseñanza de la educación religiosa en los establecimientos educativos oficiales no está circunscrita a ningún credo ni confesión
religiosa sino a un área del conocimiento para el logro de los objetivos de la educación básica, garantizando que en los
establecimientos educativos estatales ninguna persona será obligada a recibirla, pero para efectos de la promoción y evaluación de
los alumnos cada institución deberá decidir en su PEI, de acuerdo a las condiciones de su entorno, cultural y social los programas a
desarrollar con aquellos alumnos que hacen uso de su legítimo derecho a no recibirla.
Oficina Asesora Jurídica
Ministerio de Educación Nacional

https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-86905.html

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