Está en la página 1de 6

LECCIÓN 3.

DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES| 1

LECCIÓN 3. DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES


3.1. El título sobre asociaciones de fieles del Código.
3.2. Distinción de las asociaciones por los miembros que las componen. El equívoco lugar de las llamadas
asociaciones clericales (c. 302).
3.3. Distinción de las asociaciones por su relación con la autoridad, por su extensión y por su fin.
3.4. Radical importancia de la dependencia que tienen las asociaciones de la Jerarquía.
3.5. La distinción público-privado en relación con las asociaciones
3.6. Régimen jurídico general y de aplicación en las asociaciones

3.1. El título sobre asociaciones de fieles del Código


►Regulación. El CIC dedica los cc. 298-329 a regular las asociaciones de fieles. Esta
materia se encuentra en el Libro II, dedicado al Pueblo de Dios. Más en concreto, en la Parte
I, Título V del referido Libro, incluyendo los siguientes capítulos:
1º. Normas comunes (cc. 298-311)
2º. De las asociaciones públicas de fieles (cc. 312-320)
3º. De las asociaciones privadas de fieles (cc. 321 -326)
4º. Normas especiales de laicos (cc. 327 – 329)
En total se dedican a nuestra materia 32 cánones.
►Ubicación en CIC. La ubicación de las asociaciones de fieles en la Parte I, que trata
de los fieles en general, tiene una importante consecuencia jurídica que constituye a la vez
una novedad respecto al Código de 1917. En éste, se trataba de las asociaciones en la Parte
III dedicada a los laicos, con lo que podía parecer que solamente éstos tuvieran en la Iglesia
el derecho a asociarse, con la excepción expresa de los religiosos que se contempla en el can.
693 § 4. En la sistemática del nuevo CIC se pone en evidencia, coherentemente con el c. 215,
que todos los fieles (clérigos, religiosos y laicos) tienen reconocido aquel derecho de
asociación y pueden formar parte legítimamente de las asociaciones eclesiales (cfr. Literal de
M. SISTACH. Las asociaciones de fieles. Barcelona, 2004. Pp. 35 y ss. Texto que para esta lección
sigue el profesor).

3.2. Distinción de las asociaciones por los miembros que las componen. El equívoco
lugar de las llamadas asociaciones clericales (c. 302)
En la regulación establecida en el Código aparecen distintas clases de asociaciones de
fieles Una de las clasificaciones es en razón de los MIEMBROS que las componen:
a) Laicales: constituidas sólo por fieles laicos.
b) Clericales (c. 302, impropias): tipificadas como clericales, constituidas por
clérigos, están bajo la dirección de éstos, asumen el ejercicio del orden sagrado
y son reconocidas como tales por la autoridad competente.
c) Comunes de fieles o Mixtas: constituidas por clérigos y laicos; y sólo clérigos.
d) Ecuménicas: constituidas por miembros católicos y miembros cristianos no
católicos con la debida proporción entre unos y otros (Chfl 31). Estas
LECCIÓN 3. DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES| 2

asociaciones se denominan ecuménicas principalmente por razón de los


miembros que las componen (cristianos católicos y no católicos) y por razón de
las finalidades (relacionadas con el movimiento ecuménico).
►El c. 302 corresponde a las asociaciones de clérigos.
c. 302. Se llaman clericales aquellas asociaciones de fieles que están bajo la
dirección de clérigos, hacen suyo el ejercicio del orden sagrado y son reconocidas
como tales por la autoridad competente.
No se refiere a las asociaciones de clérigos en cuanto fieles. Se trata de agrupaciones de
clérigos que “hacen suyo el ejercicio del orden sagrado”. Es evidente que el ejercicio del
orden sagrado no es algo que esté en el ámbito de los fieles, no depende del hecho de haber
recibido el bautismo. Está en el ámbito jerárquico porque el Orden, y su ejercicio, superan lo
que pueden hacer los bautizados. Este canon, por tanto, y lo mismo que determina y regula,
está fuera de las asociaciones de fieles, y debe ser tratado especialmente. Su lugar en la
estructura del código es cuestión secundaria: pretende dar cauce jurídico a la cuestión de las
sociedades misionales del clero.
_____________________________
“La diferencia fundamental entre las asociaciones de clérigos (c. 278) y las clericales (c.
302) radica en que los fines de las primeras están en orden a la santificación en el ejercicio
del ministerio (PO 8) o de otro tipo, pero de acuerdo con la condición clerical; pertenecen,
por tanto, al legítimo ámbito de autonomía y de libertad personal del presbítero secular
compatible con los vínculos jurídico-sacramentales (incardinación y ordenación) que tiene
con su obispo (PO 8). Las asociaciones clericales, por el contrario, afectan a esos vínculos
porque se proponen como fin el ejercicio del orden sagrado que en principio todo clérigo
secular tiene comprometido por la incardinación. Por esta razón el c. 302 prescribe que las
asociaciones clericales deben ser reconocidas como tales por la autoridad eclesiástica. La
adscripción a una asociación clerical de un sacerdote diocesano, por tanto, se rige por la
normas que regulan los institutos de la excardinación (cc. 267-270) o de la agregación (c.
271)” (RR-Ocaña).
En el Anuario de 2010 se reconocían cuatro asociaciones clericales de derecho pontificio
que pueden incardinar presbíteros: Communauté Saint-Martin, la Sociedad S. Juan María
Vianney, la Obra de Jesús Sumo Sacerdote y la Hermandad de Operarios Diocesanos. El
Anuario señala que dependen de la Cong. para el Clero.
“En la Iglesia se pueden observar fenómenos mixtos, a caballo entre las asociaciones y
la Institución, propios de la organización eclesiástica. Se trata de entes asociativos que asumen
funciones propias del clero… En estas formas mixtas son distinguibles lo asociativo y la línea
institucional. Por ejemplo, en el gobierno lo asociativo se rige por la potestad dominativa y
compete a los superiores propios, mientras que lo ministerial se rige por la jurisdicción y
pertenece de suyo a los obispos”. De este tipo son las asociaciones de fieles que iniciando una
vida diocesana quieren llegar a sr un IVC” (J. Hervada).
LECCIÓN 3. DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES| 3

“Pese al nombre –’christifidelium consociationes’- las asociaciones clericales


tipificadas por el canon 302 no son substancialmente asociaciones de fieles; lo son sólo por
equiparación formal. Como sea que hacen suyo el ejercicio del orden sagrado, no tienen como
fin actividades propias de los fieles –que es lo típico y especificador de las asociaciones de
fieles- sino actividades propias del clero, es decir de la organización eclesiástica. Por lo tanto,
no son asociaciones de fieles ni se apoyan en el derecho fundamental de asociación.
“¿Qué son entonces, quoad substantiam? Son cuerpos ministeriales de clérigos –aunque
pueden contener aspectos asociativos- que ejercen su misión sub ductu hierarchiae y dotados
de autonomía. Según su estructura pueden ser fenómenos mixtos (asociación e institución de
la organización eclesiástica)” (J. Hervada, Pensamientos de un canonista en la hora presente,
Pamplona 1989, pp. 179-180).

3.3. Distinción de las asociaciones por su relación con la autoridad, por su extensión
y por su fin.
Por razón de la intervención de la AUTORIDAD eclesiástica: públicas y privadas.

 Públicas (c. 301 § 3, c. 312): erigidas exclusivamente por la autoridad


eclesiástica atendida la naturaleza de determinados fines que persiguen, o bien
cuando la iniciativa privada no prevé de manera suficiente la consecución de
otros fines eclesiales. Quedan constituidas en personas jurídicas por la misma
erección (c. 313).

 Privadas (c. 321): constituidas por un acuerdo de los fieles con la revisión de los
estatutos como mínimo por parte de la autoridad eclesiástica (c. 299).
o Con personalidad jurídica
o Sin personalidad jurídica: 299 § 2.
- alabadas (c. 298 § 2; 299 § 2)
- recomendadas (c. 298 § 2, 299 § 2)
- que pueden utilizar el apelativo de católicas (c. 300)
o (Sin estatutos revisados son asociaciones de hecho o en vías de
reconocimiento: c. 299 § 3).

Por su EXTENSIÓN (c. 312):


a) Universales e internacionales: las reconocidas, aprobadas ó erigidas por la Santa
Sede, ya que miran a ejercer su actividad en toda la Iglesia.
b) Nacionales: las reconocidas, aprobadas o erigidas por la Conferencia Episcopal,
ya que su objetivo es ejercer su actividad en toda una nación.
c) Diocesanas: las reconocidas, aprobadas o erigidas por el Obispo diocesano, ya
que miran de ejercer su actividad en una diócesis. Por privilegio apostólico el
derecho de erección puede estar reservado a otras personas.
LECCIÓN 3. DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES| 4

También hay que tener en cuenta que tanto las asociaciones universales como las
nacionales pueden tener secciones diocesanas.

Por su FIN:
 Fin en el orden interno de la Iglesia: evangelización, apostolado, piedad,
caridad…
 Fin en la relación Iglesia-mundo: culto y catequesis, penitencia, perfección
religiosa en el mundo…
► El Código no emplea este criterio de manera tan nítida como para permitir distinguir
adecuadamente las asociaciones en virtud de los distintos fines que aquellas persiguen. Sin
embargo, el c. 299 § 1 y el c. 301 § 1, establecen los fines que configuran necesariamente a
las asociaciones como privadas y públicas, respectivamente.
►Las órdenes terceras. El Código regula una de las clases de asociaciones establecidas
en el c. 700 del Código de 1917, por su gran raigambre y tradición.
c. 303. Se llaman órdenes terceras, o con otro nombre adecuado, aquellas
asociaciones cuyos miembros, viviendo en el mundo y participando del espíritu de
un instituto religioso, se dedican al apostolado y buscan la perfección cristiana
bajo la alta dirección de ese instituto.
►Cofradías y pías uniones. Son otros dos tipos de asociaciones “clásicas” que
regulaba el anterior ordenamiento canónico. Deben adaptar su configuración jurídica a la
nueva legislación sobre asociaciones del CIC 1983.
►Los Movimientos. Entran en la naturaleza canónica de asociaciones de fieles y
revisten finalidades y composición diversa. Desde el punto de vista teológico se han
distinguido tres especies de movimiento (BEYER): movimientos laicales (quieren vivir como
laicos participando en la misión de la Iglesia, p.ej. la Acción Católica), movimientos
espirituales (promueven una vida interior más profunda), movimientos eclesiales (integradas
por todo tipo de fieles que participan del carisma de comunión y piden a sus miembros un
compromiso radical).

3.4. Radical importancia de la dependencia que tienen las asociaciones de la


Jerarquía.
► La comunión jerárquica requiere un mínimo que el Concilio ha concretado en el
inicio del nº 24 del Decreto AA.: “Es misión de la jerarquía fomentar el apostolado seglar,
dar los principios y a ayudas espirituales, ordenar el ejercicio del apostolado al bien común
de la Iglesia y vigilar para que se guarden la doctrina y el orden”.
► Esta relación con la autoridad eclesiástica, está cimentada en aquellos dos grandes
principios sociales y también eclesiales de la subsidiariedad y el bien común.
LECCIÓN 3. DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES| 5

Antiguamente se decía que las asociaciones quedaban determinadas por sus fines. En la
normativa actual la distinción fundamental entre las asociaciones depende de su relación con
la Jerarquía. Particularmente según sean públicas o privadas.

3.5. La distinción público-privado en relación con las asociaciones


La distinción público-privado en relación a las asociaciones -además de la distinción
hecha más arriba por razón de la intervención de la autoridad- hace referencia al modo de sus
miembros de asociarse para alcanzar unas finalidades que pretenden alcanzar unas y otras.
a) Privado: los fieles cuentan con el derecho para constituir asociaciones mediante un
acuerdo privado entre ellos. En estas asociaciones se dedicarán a perseguir unos fines de
naturaleza eclesial. En general serán los mencionados en el c. 298 § 1:
1) Fomentar una vida más perfecta;
2) Promover el culto público;
3) Promover la doctrina cristiana;
4) Realizar otras actividades de apostolado, a saber, iniciativas para la
evangelización, el ejercicio de obras de piedad o de caridad y la animación con
espíritu cristiano del orden temporal.
b) Público: para que una asociación alcance su carácter público debe ser erigida por la
autoridad eclesial competente. Solamente una asociación adquirirá la naturaleza de asociación
pública cuando haya sido erigida por la jerarquía, ya que persigue unos fines de religión o
piedad que están reservados únicamente a la autoridad eclesiástica. No sólo se dedicará a
perseguir los fines que enuncia el c. 298, sino que se propone, según el c. 301:
1) transmitir la doctrina cristiana en nombre de la Iglesia;
2) promover el culto público;
3) perseguir otros fines reservados por su naturaleza a la autoridad eclesiástica.

3.6. Régimen jurídico general y de aplicación en las asociaciones


● Todas las asociaciones deben tener estatutos (cc. 299 § 3, 304 § 1); es más, sólo se
reconocen (agnoscitur) las que tengan estatutos revisados (recognoscantur).
● Las asociaciones (tanto públicas como privadas) sólo pueden utilizar el apelativo de
católica con el consentimiento de la autoridad (cc. 216, 300).
● Todas están bajo la vigilancia de la autoridad, y bajo su régimen según lo que
prescriben los cc. y estatutos (c. 305).
● Las públicas están erigidas canónicamente y tienen personalidad jurídica por el
mismo decreto de erección (c. 313). Las privadas pueden adquirir personalidad jurídica. Por
la personalidad jurídica se constituye la asociación en sujeto de derechos y obligaciones.
LECCIÓN 3. DISTINCIONES EN LAS ASOCIACIONES DE FIELES| 6

► Definición. El Código de 1983, no propone ninguna definición de asociación. La


asociación se puede definir como agrupación permanente de personas que se unen para
conseguir unas finalidades determinadas, mediante una organización reconocida por el
derecho.

► Elementos constitutivos sin los cuales aquella asociación de fieles no podía


denominarse asociación:
1- Miembros: personas física y federación de asociaciones.
- Personas físicas. Por su misma naturaleza, las asociaciones para poder existir
precisan de miembros que son las personas físicas. Tratándose de fieles, los miembros son
fieles cristianos, con las notas que se expresan en el c. 204 § 1. Son fieles cristianos quienes,
incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes
a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según
su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la
Iglesia en el mundo.
- Federación de asociaciones. El c. 313 admite la confederación de asociaciones de
fieles: Una asociación pública, e igualmente una confederación de asociaciones públicas,
queda constituida en persona jurídica en virtud del mismo decreto por el que la erige la
autoridad eclesiástica competente conforme a la norma del c. 312, y recibe así la misión en
la medida en que lo necesite, para los fines que se propone alcanzar en nombre de la Iglesia.

2. Finalidad. Las asociaciones no se constituyen para sí mismas, sino que deben servir
a la misión que la Iglesia tiene que realizar en el mundo (AA, 19). La finalidad de las
asociaciones requiere de la cooperación de sus miembros en orden a la obtención de los fines,
que no se podrían alcanzar sin dicha cooperación: existe un vínculo que liga a todos los
miembros.

3. Intervención de la autoridad. La intervención de la autoridad eclesiástica


competente, que varía según la naturaleza canónica de la asociación, se requiere para que sea
reconocida y tutelada por el ordenamiento. Dicha intervención señala la distinción entre la
existencia sociológica y jurídica.

4. Estabilidad. Toda asociación se constituye para que tenga estabilidad, que es


distinto de perpetuidad. La estabilidad surge de la naturaleza y de los fines que pretende la
asociación y que trasciende a las personas concretas, miembros de la misma. Supone lazos no
momentáneos y crea relaciones de alguna estabilidad.

También podría gustarte