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Luego de la segunda guerra mundial y de las grandes catástrofes que a causa de ello se dieron,
el mundo jurídico tuvo que hacerse replanteamientos en cuanto a sus bases principales y sus ejes
de acción. Uno de estos principales cambios tuvo que ver con la protección al medio ambiente y
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Laurys Marcela Larios Castro. Abodaga egresada de la Universidad Libre de Colombia-Seccional Cú-
cuta. Candidata a master en Derecho público de la Universidad Libre de Colombia.
la concepción del Estado sobre el tema medio ambiental. Lo graves daños causados por las guer-
ras, la creciente deforestación y los miles de damnificados, pusieron en boca del derecho el me-
dio ambiente y sus efectos jurídicos. Previo a ello, el tema medio ambiental en Colombia y en el
mundo, no era ampliamente reconocido y mucho menos podía entenderse como un tema
autónomo del derecho, sin embargo, el mundo jurídico se vio obligado a tenerlo en cuenta, y en
el caso colombiano, a adentrarlo dentro su ordenamiento madre y principal: el constitucional. Es
así, que poco a poco y de manera progresiva y transicional, se comienza a hablar de derecho del
medio ambiente y sus implicaciones. Al lado de la inclusión de estas reformas medio-ambien-
tales, la constitución también le otorgó a estos factores de acción para su cumplimiento: así es,
el medio ambiente y el derecho ambiental no llegó a Colombia a ser un derecho muerto y sin
practicad, y por el contrario, ha sido un derecho que cuenta con herramientas para ser material-
izado y ha sido tratado, desarrollado y teorizado por los órganos de cierre principales en Colom-
bia: La Corte Constitucional y el Consejo de Estado.
En relación con lo anterior, lo que se busca en el presente ensayo es determinar este factor y
darle un desarrollo teórico que revele su inaplicable importancia. Para ello, se estudiarán dos
sentencias emitidas por los organismos de cierre mencionados y se intentará responder a
preguntas bases que permiten teorizar sobre el tema en general.
Al lado de ello, también la Corte hizo referencia al hecho de si la constitución de 1991 es una
constitución ecológica, o si puede hablarse de una constitución ecológica, señalando que la Con-
stitución Política de 1991 considere al medio ambiente un derecho con carácter de interés supe-
rior, toda vez que mediante un grandísimo catálogo de disposiciones que configuran la denomi-
nada Constitución Ecológica (Corte Constitucional, T-299, 2008). Esta decisión y posición, cabe
resaltar, ha sido ratificada por el organismo de cierre constitucional, quien considera la misma
disposición sobre la constitución ecológica en sentencia de Constitucionalidad C-259 de 2016.
Cabe resaltar, y para dar desarrollo al ensayo, que otro de los puntos importantes en este
punto, al hablarse del medio ambiente como derecho de interés general y superior, es el hecho
de si puede hablarse del medio ambiente sano como un derecho fundamental dentro de toda la
lista de derechos fundamentales que ofrece la Constitución política de Colombia, y en consecuen-
cia, si este puede ser protegido, exigido o recuperado mediante el uso de la acción de tutela para
la protección de los derechos fundamentales. Cuando hablamos de derechos fundamentales,
hablamos del derecho a la vida, a la educación, a la salud y a la dignidad humana. No obstante,
siempre se tuvo por bajo un derecho que gravemente puede tener consecuencias sobre los an-
teriores si no se protege: el derecho al medio ambiente. Cuando Karel Vasak en 1979 habló de la
división de los derechos humanos, realizo una división tripartita de estos y señaló que según su
ubicación debía ser la importancia de su protección. No obstante, el derecho al medio ambiente
sano y lo que se conoció en ese momento como los derechos agrarios y alimentarios, se ubicaban
en el último escaño propuesto por esto teórico. Pues bien, ¿quiere decir esto que esa es la im-
portancia del derecho al medio ambiente dentro de los derechos a proteger? La respuesta es
negativa. Cuando Vasak realizó esta tridivisión, señaló que estos tres niveles estaban inter-
conectados entre sí, y que cualquier fallo en cualquiera de ellos, iba a ser descendiente en sus
consecuencias, ¿qué quiere decir esto? En primer lugar, hace referencia al hecho de que si hay
alguna falla en el derecho al medio ambiente, existirá obligatoriamente una falla en el derecho a
la vida y a la salud, que es un derecho de primera generación. Pese a esto generar revuelo, fue la
primera aproximación que se tuvo a la concepción del derecho al medio ambiente sano como un
derecho humano y como un derecho fundamental en Colombia.
En relación con lo anterior y con la relevancia de constitución ecológica que afirman El Consejo
de Estado y la Corte Constitucional, el tratamiento al medio ambiente como derecho fundamen-
tal ha sido bastante estudiado y es preciso tener en cuenta ciertas consideraciones aquí. En pri-
mer lugar, la Corte constitucional mediante sentencia de fallo de tutela afirma que el derecho al
medio ambiente es un derecho de carácter constitucional y sobre todo fundamental, esto justi-
ficado en el hecho de que cuando se afecta el medio ambiente su equilibrio, se afecta direc-
tamente la preservación de la vida humana y a razón de ello y de forma generaliza: el derecho a
la vida y a la salud, que sin duda hacen parte de ese catálogo de derechos fundamentales que
pregona la constitución política de 1991. (Corte Constitucional, T-536, 1992)- Así mismo, medi-
ante sentencia de tutela la corte Constitucional ha esgrimido las concepciones desde las que ha
considerado el medio ambiente como un derecho fundamental, y ha señalado que el medio am-
biente es un derecho constitucional fundamental que ha de contar con las herramientas que sean
necesarias para su protección desde el punto de vista jurídico:
“(i) es un principio que irradia todo el orden jurídico en cuanto se le atribuye al Estado la obligación de
conservarlo y protegerlo; (ii) aparece como un derecho constitucional de todos los individuos que es exi-
gible por distintas vías judiciales; (iii) tiene el carácter de servicio público, erigiéndose junto con la salud,
la educación y el agua potable, en un objetivo social cuya realización material encuentra pleno fundamento
en el fin esencial de propender por el mejoramiento de la calidad de vida de la población del país;
y (iv) aparece como una prioridad dentro de los fines del Estado…”. (Corte Constitucional, T-325, 2017)
ART. 16.—El Estado será civilmente responsable por los daños ocasionados al hombre o a los
recursos naturales de propiedad privada como consecuencia de acciones que generan contamina-
ción o detrimento del medio ambiente. Los particulares lo serán por las mismas razones y por el
daño o uso inadecuado de los recursos naturales de propiedad del Estado.
Es así, que de acuerdo al fundamento de que toda acción u omisión tiene determinada con-
secuencia, el Estado deberá responder en los casos en los que se cause un daño a razón de la
contaminación. Es importante señalar, que mediante Sentencia 19001233300020120052602 de
noviembre de 2017, el consejo de Estado en su sección tercera, estableció los requisitos para que
se configure la responsabilidad patrimonial del Estado, acalorando además conceptos im-
portantes sobre el daño en este caso y su relación con el daño ecológico, el daño al medio ambi-
ente y la contaminación, afirmando que la contaminación es un fenómeno general, y que él por
sí solo no es un daño, sino que debe presentarse a consecuencia de este hecho fáctico como
fenómeno, ciertos daños a derechos y bienes jurídico protegidos. De todos los requisitos, se
encuentran dos que son supremamente importantes para el entendimiento del caso:
REFERENCIAS
Corte Constitucional Colombiana, Sala plena. (16 de julio de 2015) Sentencia C-449. [M.P.
Jorge Iván Palacio Palacio]
Consejo de Estado de Colombia, sección tercera. (05 de noviembre de 2013). Fallo 66203
[C.P. María Claudia Rojas Lasso]
Consejo de Estado de Colombia, sección tercera. (22 de noviembre de 2017). Fallo 52602
[C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa]
Corte Constitucional Colombiana, Sala tercera. (03 de abril de 2008) Sentencia T-299.
[M.P. Jaime Córdova Triviño]
Corte Constitucional Colombiana, Sala sexta. (23 de septiembre de 1992) Sentencia T-536.
[M.P. Simón Rodriguez Rodríguez]
Corte Constitucional Colombiana, Sala séptima. (15 de mayo de 2017) Sentencia T-325. [M.P.
Aquiles Arrieta Gómez]
Constitucional Colombiana, Sala plena. (27 de julio de 2010) Sentencia C-595. [M.P. Jorge
Iván Palacio Palacio]