Juan Carlos Llanos - ONG Ambiente y Vida en el Chaco “AmbioChaco”, Villamontes
Investigación y educación a servicio
de las comunidades chaqueñas
Juan Carlos es chaqueño boliviano y
ambientalista preocupado por la
degradación de los recursos naturales del
Chaco. Motivado por esta inquietud, en
1997 funda la ONG Ambio Chaco que
trabaja en las áreas de manejo de recursos
hídricos, suelo y bosque en condiciones de
sequía. La zona de influencia de la
organización comprende la región del Chaco
boliviano, en los municipios de Yacuiba,
Carapari, Villamontes, Machareti y Boyuibe.
Juan Carlos subraya que los miembros de
Ambio Chaco se sienten especialmente
comprometidos con su labor, porque “somos
locales, gente del lugar, y los cambios nos
afectan, nos llegan al corazón.”
Entre los logros de Ambio Chaco son tres
publicaciones científicas sobre la
contaminación del Río Pilcomayo,
documento de vital importancia donde
muestra la situación actual de la calidad de
las aguas y los peces del río, resultado del
trabajo realizado conjuntamente con la
Universidad Católica de Holanda. Asimismo,
la organización realiza monitoreos continuos
de calidad del agua del Río Pilcomayo y de
la seguridad alimentaria en tres
comunidades indígenas guaraníes y
campesinas colindantes al río. Además,
Ambio Chaco trabaja en la recuperación de
áreas degradadas en la llanura chaqueña
con la participación de familias campesinas
de las comunidades del el Toro y
Samaywate e implementa cosecha de agua
de lluvia beneficiando a un total 665 familias.
La investigación del agua del Río Pilcomayo
es de urgencia crítica y al mismo tiempo
continua, ya que el problema es crónico y
va ahondando cada vez más. La producción
petrolera y minera de la zona ha causado
la degradación drástica de la calidad del
recurso hídrico. Como consecuencia más
grave, el hospital local ya ha registrado el
aumento de cáncer y defectos congénitos
en las comunidades pescadoras, que se
explica por la contaminación del agua con
plomo. Por otra parte, estas comunidades
viven de la pesca, y han perdido los ingresos
de su única fuente de subsistencia a causa
de una campaña mediatica que desaconseja
al público consumir los productos itícolas
del Río Pilcomayo. Con la investigación,
Ambio Chaco espera hallar maneras para
que los comuneros protejan su salud de los
efectos adversos de la contaminación, y
averiguar qué productos del río son aptos
para ser vendidos en el mercado, así
asegurando tanto la salud como los ingresos
de las comunidades afectadas.
La colaboración con los actores de base es
la clave de las actividades que desarrolla
Ambio Chaco, que hace uso de diferentes
técnicas participativas para llegar a los
productores y comuneros. Se organizan
talleres con los agentes locales, “donde la
meta es el entendimiento mutuo”. Asimismo,
durante cinco años hacen viajes al Chaco
paraguayo para aprender intercambiando
experiencias. Por ejemplo, así los
chaqueños bolivianos aprendieron sobre el
manejo alternativo del agua en la situación
de sequía de las comunidades menonitas
paraguayas. ¿El método? “Se empieza a
trabajar con las familias dispuestas a
cambiar, y provocar una reacción en cadena,
porque los vecinos no quieren quedarse
atrás y se despierta el interés de toda la
comunidad. Así aumenta la demanda, y a
veces no alcanzan los recursos para atender
a toda la gente que requiere colaboración.”
Por eso, Ambio Chaco busca alianzas con
las prefecturas y municipios para sumar
recursos y poder atender mejor la demanda
que plantea la gente. Gracias a estas
alianzas, en Yacuiba la prefectura aprobó
un proyecto de construcción de 600 aljibes
y los municipios a menudo colaboran con
transporte.
Paralelamente a su labor en el Ambio
Chaco, Juan Carlos es profesor de Biología
de colegio, y considera que los niños y
jóvenes pueden brindar una nueva visión
propicia a la creación de una nueva
consciencia ambiental. Trabajando con los
jóvenes, logra que sus estudiantes se
comprometan con el conservacionismo y
promuevan las campañas ambientales
sobre temas importantes como el manejo
de basura y desforestación.
En el proyecto de trabajo con los jóvenes
coincide la vocación personal de Juan
Carlos y la actividad de la ONG. El
conciencizar a los jóvenes es una de las
prioridades del Ambio Chaco en este
momento, porque esta labor contribuirá al
cambio de la mentalidad y de las actitudes.
A través de este programa, fortalecen los
valores, y continúan difundiendo las técnicas
y productos alternativos en las comunidades,
para que mejoren sus ingresos. “La
respuesta de estudiantes es increíble.”
Como lo explica Juan Carlos, “No hay
muchos espacios donde los estudiantes
pueden participar, y nosotros estamos
abriendo estas oportunidades. Así los
jóvenes pueden incidir en las soluciones de
los problemas vitales, como él de la salud
y la salubridad del agua potable.”
Juan Carlos ha participado de algunos
eventos organizados por AVINA, como ser:
viajes de intercambio al Paraguay, la
Reunión del Río Pilcomayo "Acciones de
Conservación y Sostenibilidad del Río
1
Pilcomayo" y el Encuentro de Pequeños
Productores de Chaco. Ahora el Foro
Pilcomayo y la Red Agua propulsados por
AVINA cuentan con la participación de Juan
Carlos y el equipo de Ambio Chaco. Juan
Carlos reconoce la importancia de estas
redes en crear los espacios de articulación,
y de diálogo permanente con actores de
otras regiones del país, de Paraguay y
Argentina.

En el futuro, Juan Carlos desea seguir

formándose para conocer mejor las
comunidades chaqueñas, sus valores y
conocimientos que considera vitales para
el manejo sostenible de los recursos en el
Chaco. Con ganas de ser útil como
facilitador de talleres y educador en pleno
sentido de la palabra, Juan Carlos quiere
construir el concepto de desarrollo para el
Chaco, descubrirlo junto con los actores
locales, y dejar su visión en herencia a las
generaciones futuras. Asimismo, su sueño
es contribuir a fortalecer las actitudes de
tolerancia que permitirán que las
comunidades indígenas y campesinas
tengan espacios para auto-gestionarse y
defender su estilo de vida. Con su
compromiso, este conservacionista y
educador chaqueño nos enseña una visión
integracionista, práctica, y esperanzadora,
que hace creer que una persona con
vocación sí puede cambiar actitudes y vidas
de la gente que lo rodea y de la tierra que
ama.