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Pero el Convenio Internacional de las Naciones Unidas sobre los Derechos Civiles y
Políticos (ICCPR), por ejemplo, se aplica a personas que se encuentran bajo la
jurisdicción de un estado, incluso en el extranjero. El Comité de Derechos Humanos ha
aclarado que el ICCPR se aplica en áreas que están fuera del territorio de los estados,
pero bajo su control.
El Convenio de Ginebra (III) del 12 de agosto de 1949 sobre el trato a los prisioneros de
guerra fue ratificado por Estados Unidos en 1955. Este convenio se aplica sin tener en
cuenta la duración del conflicto, el volumen de muertes que genera o el número de las
fuerzas implicadas y sus estatus. Es válido en todos los casos de declaración de guerra
o de cualquier otro conflicto armado que pueda surgir entre dos o más de las partes
contrayentes, incluso cuando una de ellas no reconoce el estado de guerra.
De acuerdo con el Convenio de Ginebra (III), los prisioneros de guerra son miembros de
las fuerzas armadas de una parte del conflicto, así como también, miembros de las
milicias o los cuerpos voluntarios que forman parte de dichas fuerzas armadas”
capturados por una de las partes beligerantes. Las autoridades estadounidenses
deberían recurrir a un tribunal competente, independiente e imparcial Roberto Carro
Fernández porque existen dudas acerca del estatus de los prisioneros. El derecho a ser
juzgados dentro de un período de tiempo razonable está íntimamente ligado al principio
de presunción de inocencia. La Orden Presidencial del 13 de noviembre de 2001
autoriza la detención sin juicio y las autoridades estadounidenses prevén varias
opciones posibles, incluidas la detención y el juicio bajo la Orden Presidencial, el juicio
por otros medios, tales como los tribunales civiles, la repatriación, la liberación o la
detención continuada bajo una autoridad diferente a la Orden.
En la ley internacional no existe el término “guerra frente a terrorismo”, declarado por el
presidente Bush el 20 de septiembre de 2001, ni “el eje del mal”, al que se hace
referencia en una declaración del estado de la Nación, durante su discurso del 31 de
enero de 2002, por el que Estados Unidos ignoró sus obligaciones bajo la ley
internacional. Y, lo que es peor, las autoridades estadounidenses han declarado que
algunos prisioneros podrían ser detenidos durante el período de duración del conflicto,
aunque fueran absueltos, pero la Tercera Convención de Ginebra establece que los
prisioneros de guerra serán liberados y repatriados sin demora tras el cese de las
hostilidades activas” (Artículo 118).
Se puede suponer que ésta es la razón por la que Estados Unidos se ha negado de
momento a garantizar a los detenidos el estatus de prisioneros de guerra. Bajo la ley
internacional vinculante para Estados Unidos, de acuerdo con el Artículo 9, párrafo 4,
del ICCPR, cualquier persona que se vea privada de su libertad por arresto o detención
tendrá derecho a llevar a cabo acciones legales ante un tribunal para que dicho tribunal
decida inmediatamente acerca de la legalidad de su detención y ordene su liberación si
no es correcta.
Referencias
Del Burgo, Miriam (2010). Guantánamo: ¿Violación de los Derechos Humanos?
Madrid: Quadernos de criminología: revista de criminología y ciencias forenses.
Philippe Weckel (2002). Le statut incertain des détenus sur la base américaine de
Guantánamo. RGDIP.