Está en la página 1de 16

11:·,¡1. I. <>7. l'l'>-1. p:ig~ . I:' a JO.

COMERCIO INTERNACIONAL MEDITERRÁNEO


EN EL SIGLO VIII A.C.
POR

PALOMA CABRERA BONET


Museo Arqueológico Nacional (Madrid)

RESUMEN den social y político, y, en definitiva. en el proceso


El siglo v111 a.C. es el momcn10 de la recuperación. por histórico del cambio cultural.
primera vez desde el colapso del sistema a fines de la Edad Superados ya los modelos invasionistas y difu-
del Bronce. de un verdadero comercio internacional a gra n sionistas de la Arqueología tradic ional historicista
escala. cuyos protagonistas más activos serán fenicios y grie-
gos. En este trabajo queremos analizar algunos aspectos de
para ex pl icar el cambio cultural, y con las aporta-
es te fenómeno. desde el Egeo al extremo Occidente. que. a ciones teóricas y metodológicas de la Arqueología
traves de una vas ta red de rutas comerciales. permitió una sistémica (Renfrew. 1969, 1984), especialmente en
amplia interacción multinacional. Entendemos así el comer-
i.:io internacional corno un factor clave en el proceso de cam-
lo que se refiere a la valoración de las formas de
bio económico. social y político de las áreas mediterráneas especialización e intercambio que promueven com-
inmersas en este complejo ((sistema-mundo». plejidad, esto es, estratificación social, integración
política y especialización institucional, y del siste-
SUMMARY ma de intercambio en el proceso de interacción
entre los diferentes subsistemas que conduce al cam-
The v1 11 century B.C. saw. for the first time after the break- bio cultural (Schortman y Urban , 1987), nos encon-
down of the system in the Late Bronze Age, thc reviva! of a
true intemational trade at a growing scale, especíally prota- tramos hoy ante nuevos enfoques en los que se redi-
goni:r.ed by Phoenicians and Greeks. In this article we analyze mensiona el papel del comercio y de los intercambios
sorne aspects of thi s phenomenon, from the Aegean to the bajo una perspectiva mucho más amplia (Me C. Ada-
Far West, which made possíble. through a vaste network of
trading routcs. a large multinatio nal ínteractíon. We understand ms, 1974). La valoración de los aspectos sociales,
the international trade as a key factor in the proccss o f eco- políticos y simbólicos del intercambio es el rasgo
nomic, social and political changcs ofthe Mcditerranean areas predominante de los nuevos enfoques.
submerged in this complex ((World-sys tcm».
Por una parte se ofrece hoy una visión más com-
pleta. subrayando lo que Melas ( 1991 , 389) llama la
«sociología artefactual», que «implica la conside-
INTRODUCCIÓN ración de dos cuestiones dialécticamente relaciona-
das: el efecto de la organización socio-económica y
Estamos asistiendo en estos últimos años a la política sobre la distribución e intercambio de arte-
revítalización de un viejo debate, largamente soste- factos, y el papel de los artefactos y su intercambio
nido y nunca olvidado, pero situado ahora en un pun.to marcando esferas de interacción social».
crucial gracias al planteamiento de nuevos modelos Por otra, se subraya el valor de la demanda y del
teóricos y al avance producido en la investigación consumo en el movimiento de productos (Sombart,
arqueológica con la ayuda de nuevos instrumentos 196 7; Sherrat, 1991, 1993; Knapp, 1993) y la im-
de análisis: me refiero al problema de la caracteri- portancia de los intercambios para extender el con-
zación de los sistemas económicos de las socieda- trol sociopolítico de las élites a través de la influen-
des antiguas, precapitalistas, el papel del comercio cia económica, del poder coercitivo y la legitimación,
y los intercambios, los mecanismos a través de los entendiendo que el poder se obtiene a través del
cuales se desarrollan, y sus consecuencias en el or- control monopolizador sobre ciertos productos de

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
COMERCIO INTl:RNACIONAL Ml·.DITl:RRANLO l·N l:L ~l(iLO \Jlf A .C. A/-...1pA. 67. 1994

prestigio (incluidos los extranjeros) que constituyen nuevo periodo de crecímicnto acelerado que duró
la riqueza. y que el control y manipulación de ri- todo el primer milenio.
queza es el factor clave en la constitución del poder El nuevo modelo empezó a tomar forma en los
político (Brumfiel y Earle. 1987 ). siglos anteriores al 1000 a.C. en el proceso que marca
Pero además. las nuevas perspectivas también la desaparición de los centros pal aciales de la Edad
se amplían cultural y geográficamente. En el análi- del Bronce y las nuevas fuerzas soc iales que fueron
sis del desarrollo de las sociedades complejas en el liberadas por su disolución. En este nuevo modelo
Mediterráneo y Europa en la Edad del Bronce se fue fundamental la disolución del control estatal del
entiende el comercio no sólo como un factor clave. comercio de productos de lujo, y la creación de un
sino también con un caracter internacional dentro marco económico nuevo. En respuesta a la erosión
de «Un sistema mundial cosmopolita caracterizado del control directo de la actividad económica sur-
por un cierto grado de integración cultural y políti- gieron nuevas formas de poder político. en las que
ca» (Melas, 1991. 391 ). Este sistema económico la definición territorial cobró una importancia vital.
y social global. que deriva del modelo de Wallers- tanto a nivel de las nuevas ciudades estado, como
tein sobre el «sistema-mundo» (Wallerstein. 1974; de los nuevos imperios basados en el control políti-
Rowlands, Larsen , Kristiansen, 1987; Champion, co-militar. Como en la Edad del Bronce, las esta-
1989), concibe las sociedades individuales como ciones comerciales de ultramar relacionadas con Ja
partes interligadas de unos centros de desarrollo en adquisición de materias primas se establecieron en
el contexto mediterráneo (Rowlands, 1987). Son estos áreas menos desarrolladas, en la periferia del mun-
vinculas sociales y económicos existentes entre do urbano, a lo largo de todo el Mediterráneo. Los
unidades políticas de la Edad del Bronce los que requerimientos de tributos, el comercio y el gasto
constituyen el nuevo punto de referencia, superan- militar derivado de los conflictos surgidos por la
do el análisis aislado. como entidades geográficas definición territorial, incrementaron la necesidad de
separadas. entendiendo que «el comercio estaba dia- remanentes en lingotes, que fueron adquiridos por
lécticamente ligado a un mundo fuertemente entre- la exploración de ultramar y la intensificación de
tejido, contribuyendo a su integración y beneficián- las empresas mineras. Si, en palabras de los Sherrat
dose de ella, a través de una interacción multinacional ( 1993, 3 74 ), «en el 1000 a.C. gran parte del Medite-
que operaba en una vasta red de extensas rutas co- rráneo era efectivamente prehistórico, hacia el 500
merciales» (Melas, 1991, 391 ). a.c. estaba formado por una serie de zonas bien
Estos nuevos enfoques teóricos han sido aplica- diferenciadas dentro de un sistema-mundo. La trans-
dos al análisis del comercio y el intercambio de las formación no se debió a la difusión pasiva de la 'ci-
sociedades precapitalistas del Próximo Oriente, Euro- vilización'. sino a una intervención y respuesta ac-
pa y Mediterráneo, sobre todo durante la Edad del tivas», y «ni difusión ni autonomía pueden describir
Bronce y época romana, pero son escasos aún los adecuadamente la naturaleza de este proceso de de-
trabajos referidos a la Edad del Hierro, y especial- sarrollo, sino una co-evolución dentro de los lími-
mente a los primeros siglos del 1 milenio a.c. tes, cada vez más amplios. y la especialización de
Para el mundo griego quizás el peso de las teo- un creciente sistema-mundo».
rías clásicas weberianas, especialmente de Hasebroek Es en este marco teórico donde pretendemos ana-
( 1965) y Fin ley (1973), hayan retrasado la entrada lizar diversos aspectos del comercio internacional
de nuevos análisis renovadores. mediterráneo durante el siglo vm y sus consecuen-
Dentro de las nuevas corrientes teóricas, la aproxi- cias económicas, sociales y políticas en determina-
mación más reciente, y más completa, con una base dos ámbitos, y muy especialmente en la península
arqueológica, es la de S.y A.Sherrat ( 1993), que nos ibérica.
ofrece además una visión de conjunto más amplia,
trascendiendo el marco del Egeo, para integrar el
comercio griego en el crecimiento económico de todo EL DESARROLLO DEL COMERCIO
el Mediterráneo en los primeros siglos del 1 milenio. INTERNACIONAL MEDITERRÁNEO
Para los Sherrat, una de las fases más cruciales EN EL SIGLO VIII A.C.: EL EGEO
en el desarrollo de la economía mediterránea es la
transición de la· Edad del Bronce a la del Hierro. El siglo vm es el siglo que asiste al gran despe-
Durante este periodo de transformación social fun- gue económico de Grecia, a la consolidación de
damental, las economías dominantes del segundo nuevas estructuras sociales y políticas, y especial-
milenio dieron paso a formas menos centralizadas mente de la polis, a su expansión demográfica, a la
de organización económica que caracterizaron un consolidación de las relaciones interegionales, a la

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
l/:\¡•. l. ,, 7. 1•> 11-1 l'.-\1.m-.IA Ci\ BIH.R:\ HO. 1·: 1 17

gran cxpansión comcrcial y al comienzo de la ex- contribuyendo a crear una koim~ estilística en el Egeo.
pansión colonial. Es el rnmm:nto en el que también Durante esta época las producciones cer;ím kas át i-
asistimos a la consolidación de determinadas expre- cas llegan al Levante: a Ch ipre y a la costa Siria. Es
siones simbólicas. engarzadas íntimamente en la el momento también de la expansión corintia hacia
cstructura social. como son la consolidación de un l1a<:a, hacia el camino occidental. Eubea. por su parte.
lenguaje artístico geométrico. la consol idación de poco ckspués del 800 cstú realizando sus primeros
unos rituales y la monumentalizaeión de l o~ espa- movimientlls hacia las costus occidentales de Italia.
cios destinados al ritual. el surgimiento de la es- La expansiún griega ha<:ia la búsqueda de mercados
critura griega y la composición de los Poemas ¡¡tract Í\'OS Jonde l"llnscguir no sólo materias rri mas.
Homéricos. elementos todos ellos vehículos de mani- especialmente mctaks. sino también objetos de va-
festaciones ideológicas de valor y estatus. y factores lor. productos de lujo.lleva a comerciantes griegos.
de cohesión al servicio de las estructuras de dominio. eubeos y cicládicos espcdalmcnte. a estab lecer pe-
Creemos que uno de los factores clave en este queños asentamientos en las costas levantinas, caso
proceso de desarrollo económico. social y político de Al Mina. Tell Su kas o Ras e l-Bassit. Por su par-
fue la inmersión de las ciudades griegas en el co- te, las importaciones orienta les. que habían apare-
mercio internacional mediterráneo a partir del siglo cido en Grecia durante el siglo 1x - pateras fenicias
1x, pero especialmente en el siglo v111. El análisis de de bronce, objetos de fayenza, pasta vítrea y marfil.
determinados fenómenos socio-económicos. íntima- escarabeos, etc .- y que a comienzos del v111 habian
mente relacionados. así nos lo confirman: 1) la in- sufrido una recensión. vuelven a aparecer sobre todo
tensificación de la producción, y la especiali1.ación en Ática y Eubea traídas por comerciantes fenicios
de la misma. pensada ya no en la subsistenc ia o en en su búsqueda de los metales de estas regiones.
la simple redistribución intraregional. sino en el in- Pero será a partir del 760/ 50, del Geométrico
tercambio a larga distancia; 2) la búsqueda de nue- Reciente, cuando asistamos a la definitiva expan-
vos mercados y la creación de establecimientos co- sión económica de Grecia, y a la recuperación de un
merciales en el Mediterráneo central; 3) la aceleración verdadero comercio internacional.
del proceso de consolidación del predominio de A partir del 770 el Ática entra en una nueva fase
determinados grupos sociales que controlan los me- de prosperidad económica. Hay un aumento de po-
dios de producción y/o el aprovisionamiento de pro- blación y una expansión de la ciudad (Coldstream.
ductos de valor y su redistribución. y de grupos so- 1977. 109). La actividad económica de Atenas se
ciales que controlan las redes de intercambio. El traduce ahora en la intensificación de la producción
proceso no se desarrolló de la misma forma en to- agrícola, especial mente del olivo, y metalúrgica,
das las po/eis. ni a la misma escala. Eubea y Corin- destinadas en gran parte a abastecer la demanda
to serán las grandes protagonistas de la expansión exterior. Llegan nuevas importaciones levantinas.
económica griega, precisamente por ser las grandes intercambiadas por productos como el aceite, e nva-
protagonistas griegas del comercio internacional. sado en las famosas ánforas SOS que encontrare-
Atenas, pionera de la expansión comercial en el si- mos por todo el Mediterráneo, otros productos agrí-
glo 1x, tendrá en el siglo v111 un desarrollo más vin- colas. y por la plata del Laurión. Sin embargo, sus
culado con la explotación de los recursos del terri- producciones cerámicas, con los vasos del estilo del
torio, pero no será ajena al comercio y a la generación Dipylon a la cabeza. aunque alcanzan un nivel de
de riqueza que éste promovió. calidad y de expresión simbólica monumental, no
El siglo 1x había asistido al incremento de las alcanzan el nivel de exportación del periodo ante-
comunicaciones marítimas dentro del Egeo y de los rior. Hacia el 730, durante el LG ll , hay un cambio
intercambios con el Próximo Oriente. El estimulo de orientación en Atenas, que prefiere explotar y
de los intercambios a larga distancia y la incipiente colonizar su propio territorio antes que lanzarse
inmersión en el comercio internacional de determi- decididamente a la aventura comercial (Coldstream,
nados centros -Atenas y Lefkandi especialmente- 1977. 109). Si a mediados del siglo v 111 Atenas era
habían promovido un inicial desarrollo económico. aún una ciudad marítima con intereses comerciales,
Pero es a partir de comienzos del siglo v111, del Ge- a partir del 730 los atenienses se concentran en la
métrico Medio 11, cuando se consolida este proceso agricultura, y serán estos productos la base de la
expansionista. En este momento las costas del Ati- riqueza y prosperidad ateniense, que serán exporta-
ca comienzan a repoblarse, hay una vigorosa acti- dos y entrarán en las rutas comerciales internacio-
vidad marítima, un aumento en los niveles de pro- nales a través no sólo de los comerciantes atenien-
ducción cerámica, cuyos productos se extienden y ses. sino también de otros intermediarios: fenicios ,
alcanzan a casi todos los centros del mundo griego, corintios y eubeos principalmente.

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
IS co~11 .. 1H ·10 I!\ l l·RN1\CION1\l. MEDITERRANl .O l·. N 1-.L :~f(jL() \ 111 /\ .C. .·I t.'.111.·I. /i 7. 1994

El desarrollo económico l.k Eubea. sumamcnic y Pafos fueron visitadas por comerciantes eubeos.
evidente a partir Je mediados del siglo 1x. parece Pero su principal puesto comercial en el Levante
estar basado en dos factores de gran importancia: fue Al Mina. donde las cerámicas eubeas son muy
su ventajosa posi<.:ión geográfica. en las rutas que frecuentes a partir del 740. y donde llegaron a inspi-
unen las zonas sur y norte del Egeo y. por tanto. con rar imitaciones locales (Coldstream. 1977).
las rutas hat:ia las ricas 1.onas metalíferas del norte. En cuanto a su expansión comercial hacia Occi-
y. especialmente. y tal y como han propuesto inves- dente. los primeros signos de su interés por los ri-
tigaciones recientes (Bakhuizen, 1976). el desarro- cos mercados centro italianos se datan en el periodo
llo de una industria del hierro de alto nivel tecnoló- anterior. y se traducen en la llegada de vasos de es-
gico basada en la explota<.:ión de las mi nas locales. tilo MGll ; escifos de semicírculos colgantes y esci-
Esta innovación tecnológica posiblemente permitió. fos de pájaros de una metopa. A partir de la crea-
entre otras ventajas. el incremento de los niveles de ción del establecimiento de Pitecusa en 770 y de las
producción alimentaria con la mejora de las técni- primeras fundaciones colonia les a partir del 750. la
cas de explotación agrícolas. y el consiguiente de- intensificación de la actividad comercial eubea en
sarrollo demográfico. observable en el progresivo esta zona, en concurrencia con otros comerciantes
aumento de las zonas de habitación. La comerciali- griegos y orientales, dará un impulso extraordinario
zación de excedentes y la posible exportación de al comercio internacional mediterráneo, una de cu-
productos de la industria local del hierro, bien en yas terminales será precisamente Pitecusa. pero de
lingotes o en productos terminados (recordemos la e llo, hablaremos más adelante.
fama. literaria, de las «espadas calcidias»: Bakhui- El comercio eubeo ofrece. en mi opinión, un matiz
zen. 1976, 43 ), favorecieron a partir del siglo 1x el importante, diferenciado de otras poleis, que con-
establecimiento de relaciones comerciales con los viene destacar. Aparte de la importancia que pudo
fenicios. a los que se debe Ja presencia en detenni- tener en él la industria del hierro, la comercializa-
nadas tumbas de Lelkandi del siglo 1x de ricas im- ción de los excedentes agrícolas, o la exportación
portaciones orientales: oro. marfil, fayenza (Colds- de su producción cerámica - que en ningún momento
tream. l 977. 63 ). Son todo estos elementos causas alcanza el nivel de la corintia- , creo que su papel
y signos de un progresiva prosperidad económica y podría entenderse también como de intermediarios.
de una cada vez mayor complej idad social que cul- como agentes de articulación comercial de tres gran-
minará en la segunda mitad del siglo vu1. des áreas de producción e intercambio en esta épo-
Efectivamente, para Eubea, la segunda mitad del ca: el Levante, e l Egeo, incluyendo sus regiones
siglo v111 representa el clímax de su actividad co- septentrionales donde los eubeos establecen redes
mercial. que se extiende desde las costas levantinas comerciales secundarias, y el Mediterráneo central.
hasta Italia Central. Es el momento de mayor auge, Pero, al igual que en Corinto, esta actividad debió
cuando la nueva ciudad de Eretria alcanza su mayor estar controlada por una minoría social, que, como
tamaño, cuando se construye el Hecatonpedón de hemos visto, a partir de este momento muestra sus
Apolo Dafnéforo. cuando las tumbas de determina- mayores niveles de expresión de dominio.
dos representantes de grupos sociales dominantes, En cuanto a Corinto, la tercera de las po/eis en
por ejemplo en la necrópolis de la Puerta Oeste de juego, se había convertido al comienzo de este pe-
Eretria (Bérard, 1970), muestran una gran concen- riodo en el principal poder comercial de Grecia. Ya
tración de riqueza y una exhibición y consumo a comienzos del siglo v111, durante el MGII, la ex-
ostentoso de objetos de prestigio, cuando en esas pansión de la polis de Corinto coincide con un in-
mismas tumbas aparecen importaciones orientales cremento de sus actividades exteriores. Los productos
-cerámica chipriota, escarabeos fenicios, calderos cerámicos corintios, especialmente los escifos de
orientales- , cuando las producciones cerámicas chevrones verticales, comienzan a documentarse en
eubeas, especialmente los escifos de pájaros, influidas el Mediterráneo central, aunque quizás vehiculados
por el estilo ático y el corintio (imitaciones de coti- por los eubeos en sus primeros movimientos explo-
las protocorintias), se difunden en gran cantidad y ratorios de las posibilidades de los ricos mercados
en una gran área, confirmando la vitalidad de suco- centroitalianos (Coldstream, 1977, 167). Pero es a
mercio y de su competitividad comercial, rasgo este partir de mediados del siglo v111 cuando Corinto se
último que se traduce en la imitación de las ánforas lanza a la expansión comercial, como salida frente
áticas de aceite SOS (Johnston y Jones, 1978). Los a un exiguo y escasamente productivo territorio, y
vasos exportados llegan a Delos, Naxos, Samos, ltaca, aprovechando su ventajosa posición geográfica en
Zagora, Creta oriental y Macedonia. Las localidades el Istmo con acceso a dos mares. Es ahora cuando
chipriotas de Salamina, Kition, Amatonte, Kourion se constata un reforzamiento del sector agrario me-

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
..tl:'.\fl.·I. ti7. 199-1 l't\l.Ot>IA CABRl: RA BONET l'I

e.liante la adición de territorio. cuando se establece En segundo lugar el trabajo del meta l. que esti-
un puesto comercial en llaca. cuando se funda el mula el desarrollo de una escuela loca l de broncis-
templo de Hcra Limneia en Perachora (una impor- tas que realizan figuritas humanas y animales como
tante zona para el control de la navegación en el elementos de adorno de los trípodes calderos de bron-
Golfo de Corinto). cuando se fundan Siracusa (733 ce. vasos de bronce. objetos de adorno personal. y
a.C'.) y Corcira (709 a.C.). la primera llevada a cabo armas. especialmente los famosos cascos. No me-
por un oikistés perteneciente a la familia oligárqui- nos importante fue el trabajo del marfil. especial-
ca dominante. Es también ahora cuando se produce mente de los sellos discoidales decorados con esce-
una intensificación en los niveles de producción de nas figuradas. comparables en temas y calidad a los
determinados productos. tanto naturales -especial- mejores vasos protocorintios. y con una amplia cir-
mente el aceite- como manufacturados. y el desa- culación. especialmente en los santuarios del Pe lo-
rrollo de una artesanía cada vez más especial izada poneso e ltaca. Las manufacturas textiles y las te-
( Roebuck. l 984b ), y todo el lo consecuencia de una rracotas arquitecturales también fueron e lementos
cada vez mayor demanda exterior estimulada por la importantes en el comercio corintio. aunque fuera ,
expansión hacia el Occidente de los comerciantes al menos para las últimas. a nivel intra-regional y
corintios. La formación de grupos de poder que ba- no internacional.
san su dominio en el control de los medios de pro- Junto a estas m<1nufacturas debemos colocar otros
ducción y de distribución. no sólo interior, s ino cada productos corintios. cuya manufacturación. al me-
vez con mayor fuerza, exterior. provocó un cambio nos en uno de los casos. indica también un <11to gra-
en el poder político, hecho datado según Diodoro do de especialización artesanal: e l aceite y el perfu-
hacia el 747, que ahora ya no está en manos de una me. El aceite. envasado en las ya. desde este momento
monarquía hereditaria, sino de una cada vez más de finales del siglo v111, características ánforas del
poderosa oligarquía mercantil. la de los Baquíadas. tipo A, comienza a exportarse por el Mediterráneo.
El éxito comerc ial de Corinto se debe, entre otras y alcanzará regiones tan alejadas, como veremos más
causas, a la formación de un artesanado altamente adelante, como la Península Ibérica, aunque en es-
especializado cuyos productos son altamente com- tos momentos no alcanza a competir todavía venta-
petitivos en los mercados internacionales. En pri- josamente con el aceite ático. Pero fue el perfume
mer lugar, por su volumen de producción, que po- el que se convirtió e n una de las principales indus-
dríamos considerar ya industrial, y comercialización, trias corintias pensadas para la exportación, tal y
destacan las cerámicas finas, que se exportan ahora como se deduce de la amplísima distribución de los
a los principales centros griegos continentales e in- típicos contenedores de perfume corintios, Los arí-
sulares -donde influyen sobre el desarrollo de los balos globulares, y su ausencia por estas fechas en
estilos geométricos locales-, hacia el Levante y, los ajuares locales. Aunque quizás deberíamos ma-
sobre todo, al Mediterráneo central. Son estas pro- tizar, como propone Coldstream ( 1968, 346; Roe-
ducciones las primeras en recoger -en el llamado buck, 1984, 118), y decir que no sabemos realmente
estilo protocorintio- los estímulos artísticos pro- la procedencia de su contenido. es decir, dónde se
cedentes de Oriente. confiriendo al estilo corintio elaboraba el perfume, y que posiblemente fuera
un dinamismo y vitalidad que Atenas, ya a fines del importado a granel para ser reenvasado en Corinto,
período, no supo mantener. Entre estas cerámicas aunque si fuera así, ello indicaría una aún mayor
destacan las coti las hemiesféricas del tipo Aetas 666 especialización en la organización del comercio.
y las copas de la clase de Thapsos, producidas des- Fuera donde fuese, el caso es que desde el 720 los
de el 750 y abundantemente representadas en Italia, comerciantes corintios están negociando activamente
y, más tarde, desde el 720, las cotilas altas proto- con este producto, en competición con los fenicios.
corintias y Jos aríbalos globulares, con una distribu- En resumen, el crecimiento económico de Corinto,
ción igualmente amplia. Es una producción pensa- derivó de su inmersión en el comercio internacional
da básicamente para la exportación. Las copas del mediterráneo, pues ello permitió y provocó la in-
tipo Thapsos no han s ido halladas en Corinto, sólo tensificación de la explotación agraria, gracias a la
unas cuantas en Perachora; los vasos especializa- colonización expansiva de su propio territorio, la
dos como contenedores de perfumes, los aríbalos, comercialización de los excedentes de producción
no aparecen tampoco en las zonas de habitación, hacia el exterior y el surgimiento de una artesanía
necrópolis y santuarios locales. Ambos productos especializada, para responder al intercambio exte-
parecen ser respuestas especiales de los talleres rior. El grupo social dominante, las familias aristo-
corintios a las demandas abiertas por el mercado cráticas como la de los Baquíadas, que controla la
exterior (Roebuck, l 984b, 118-120). posesión de las tierras y de los medios de produc-

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
l'0!\11· JH ' I<> 1:-..11 R>..A< J< 11'1:\L l\ll: l>I rl:RR :\ NH> l· N 1-l. ">l<.t.<> 1111 :\ .C. : 1l :''fJ:I. li 7 . J l)<)-1

1:iún agrkola y artcsanul. y el 1:01111:rcio exterior. cial de Tiro en husca de nuevas regiones metalifc-
apoyado por iniciativas aristocráticas como la fun- ras y nuevos mercados de abastecimiento tle meta-
dación de establc1:irnicntos y colonias en ultramar o les. La fundación de Kition a fines del siglo 1x mar-
el dominio de zonas como Pcrachora o Oclfos, fue ca el primer punto en la expansión hacia Occidente.
el que condujo el sinel' ISl1Hl tle Corinto. el que llevó Pero la presencia fenicia en aguas del Egeo fue
a cabo Ja creaciún de la polis, como marco político anterior a la fundación de Kit ion y al establecimien10
e institucional para el cjercicio de su dominio y griego en Al Mina. Cuatro yat.:imicntos egeos tie-
manten imicnto de su posición de privilegio. nen una especial importancia para estos primeros
signos <le contactos con los comerciantes fenicios:
la necrópolis de lú:ra111eikos en /\tenas, las nc~cró­
EL LEY ANTE. LA ACTIVIDAD polis de Lefkandi, de Teke en Cnossos. y la de Se-
COMERCIAL FENICIA raglio en Cos. Creta y el Dodecancso formaban par-
te de las usuales rutas comerciales del Mediterráneo
Las causas de la expansión fenicia han sido ya oriental, pero Eubea y Ática deben considerarse desde
expuestas por otros autores (Frankenstein, 1979; el punto de vista fenicio como puntos terminales.
Aubet, 1987, con la bibliografia sobre el tema): La mayoría de los hallazgos datan de mediados del
las 1imitaciones topográficas de su territorio y su siglo 1x: una patera fenicia de bronce hallada en la
sobrcexplotación y consiguiente caida en los rendi- tumba 42 del Kernmeikos, objetos de de adorno de
mientos, el desequilibrio entre crecimiento demo- fayenza en la tumba de Ja Mujer rica del mismo ce-
gráfico y capacidad de los recursos locales, la nece- menterio. En Lefkandi son cientos Jos objetos de
sidad de abstecimiento externo, el desarrollo de fayenza encontrados en las tumbas, entre ellos una
industrias de manufacturación especializadas para figurita de lsis amamantando a Horus, y una figuri-
compensar las importaciones. y la búsqueda de ma- ta de Ptah-Osiris, sellos de esteatita de estilo egipti-
terias primas para atender a sus necesidades. zante y escarabeos. También se encuentran los pri-
La historia de la expansión comercial de Tiro, meros objetos de oro: anillos y adornos para el pelo
íntimamente ligada al desarrollo económico y polí- en forma espiral. importados de oriente (Coldstream,
tico del Próximo Oriente, comienza en el siglo x, J 982b, 264 ).
pero es en la segunda mitad del 1x cuando los acon- Hay, por tanto, evidencias de comerciantes feni-
tecí m ientos políticos, especialmente la presión del cios en el Egeo durante el siglo anterior a la funda-
imperio asirio, imponen la reorganización de su estra- ción de Al Mina, en una época en que las importa-
tegia comercial y su decidida «Vocación occidental». ciones griegas al Mediterráneo oriental eran bastante
S. Frankenstein ya subrayó la estrecha interde- raras. Estos objetos de lujo orientales indican, más
pendencia existente entre las ciudades fenicias y el que visitas ocasionales, un intercambio comercial
imperio asirio, especialmente durante Jos siglos v111 regular, aunque a pequeña escala. Sin embargo, evi-
y v11. Un factor esencial del imperialismo asirio fue dencian un intercambio de alto nivel, pues el pro-
el control sobre el comercio interegional: Asiria re- ducto que los fenicios recibían a cambio no debía
quería materias primas, especialmente metales, para ser otro que la plata de las minas del Laurion, que
sostener su desarrollada producción agrícola y su comienzan a explotarse justo en este momento. Eubea
industria artesanal, y para sostener su máquina de no podía proporcionar directamente este metal pre-
guerra. El tributo impuesto sobre las ciudades feni- cioso, pero si el hierro, y actuar como intermediario
cias fue más bien una imposición económica con y abastecer la demanda fenicia a través de su red
vistas a reorientar su actividad económica y comer- comercial establecida con Macedonia y Tesalia, es
cial hacia Asiría. Se convirtieron así en los princi- decir, con la plata de las regiones septentrionales
pales suministradores de materias primas al impe- del Egeo, y posiblemente esclavos.
rio asirio. Para atender las nuevas demandas dentro Se ha sugerido que la presencia fenicia en el Egeo
del sistema comercial regional, las ciudades feni- no consistió exclusivamente en el establecimiento
cias se vieron forzadas a incrementar el nivel de de intercambios comerciales, sino también, lo que
producción de las manufacturas necesarias para los es más decisivo para el futuro desarrollo de una ar-
intercambios, a extender sus relaciones de intercam- tesanía especializada griega-sin hablar de la adop-
bio y a extender su acción fuera de las redes comer- ción del alfabeto fenicio-, en el asentamiento de
ciales tradicionales (Frankenstein, 1979). El cierre maestros joyeros orientales, sobre todo en Ática y
a los mercaderes de Tiro del acceso a los metales Creta a partir del siglo 1x (Coldstream, l 982b, 266 ).
anatólicos fue un elemento más que marcó el viraje A través de ellos se introduciría la técnica del granu-
hacia Occidente de la política económica y comer- lado y diversas formas y motivos decorativos de

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
A /:"sp..t . <i 7. 1994 l'ALO~l 1\ CABRl.R :\ BON !: ! ~I

carácter oriental, presentes cn los objetos deposita- sutícicntcmente importantes. y los poderes locales
dos en las tumbas más ricas de este período. suficicntcmcntc débiles. o. mejor dicho. las econo-
Otra forma de empresa fenicia en el Egco, que mías peri férirns. como para producir pingües bene-
implica tanto a comerciantes como a artesanos. se ficios y sustentar la gran invl.!rsión que supone el
deduce de la presencia de importaciones y de imita- comercio a larga distancia .
ciones locales de diversas fabricas chipro-fcnicias.
especialmente en el Dodecaneso y Creta. Las for-
mas son principalmente vasos de perfumes del tipo GRIEGOS Y FENICIOS EN EL
Black-on-Red. Las primeras importaciones de este MEDITERRÁNEO CENTRAL
tipo aparecen en Cos hacia el 850. Pronto surgen
las primeras imitaciones en el estilo MG, pero tam- Durante la primera mitad del s iglo v111, y antes
bién como contenedores de perfumc. Parece que los de la fundación de las primeras colonias. los comer-
fenicios habían establecido una pequeña factoría de ciantes eubeos habían penetrado en el Mar Tirreno
perfumes en Cos donde envasaban el producto lo- y comerciaban con los habitantes de Etruria y Cam-
calmente con la ayuda de alfareros griegos. Lo mis- pania . La atracción fundamental de estas regiones
mo ocurrió en Knossos hacia el 800. Primero se creó era la abundancia de metales, especialmente hierro.
la demanda a través de las importaciones, y luego Encontramos a lo largo de las costas tirrénicas de
se satisfizo con perfumes envasados localmente en la península itálica importaciones eubeas del MGll:
una pequeña factoría llevada por fenicios residen- escifos de chevrones o de pájaro en Pontecagnano,
tes. con ayuda de al fareros griegos (Coldstream, Capua. Vcycs y Tarquinia, y una cratera en Pescia
l 982b, 268; Frankenstein, 1979, 275 ). Romana (Coldstream. 1977. 223 ). En las costas
La asociación de fen icios y griegos en el comer- meridionales. cuyo atractivo se basaba en los pro-
cio del perfume alcanza una nueva forma de expre- ductos agrícolas y ganaderos, hay indicios de la tem-
sión a mediados del siglo v111 . En Rodas se estable- prana presencia eubea en lncoronata. donde encon-
ce una factoría de perfumes que emplea alfareros tramos un escifo de chevrones MGII y una protocotila
orientales. Aquí los envases siguen muy de cerca corintia, así como en Otranto, donde también en-
los modelos orientales en fábrica, forma y decora- contramos numerosas importaciones griegas del
ción: además de las formas Black-on-Red, vemos MG ll . En Sici lia las importaciones de Villasmun-
copias bastante precisas de los oinocoes de boca de do, especialmente un escifo de semicírculos colgantes
seta con engobe rojo, y jarros basados en el estilo y otro ele chevrones, también nos informan de los
chipriota White Painted IV de inspiración siria. Rodas. contactos de las poblaciones locales con los comer-
la isla más próxima a Fenicia, fue donde una comu- ciantes eubeos en la primera mitad del siglo v111
nidad fenicia de artesanos y comerciantes residen- (Coldstream, 1977, 233).
tes pervivió más tiempo (Coldstream, 1982b. 269). Hacia 770 los eubeos establecen Pitecusa. el pri-
De la importancia de Rodas en el comercio interna- mer puesto comercial permanente griego, uno de los
cional, y de la conjunción de intereses comerciales grandes centros de intercambio internacional del
griegos y fenicios, nos hablan también determina- Mediterráneo central durante el siglo v111. Su situa-
dos tipos de objetos, como los sellos escaraboides ción geográfica era enormemente favorab le. a las
del grupo del Tocador de Lira y los aríbalos ácro- puertas de las rutas que conducen hacia las ricas
mos, recientemente atribuidos a fábrica rodia, am- fuentes del metal de E Iba en el norte de Etruria, y de
pliamente distribuidos por el Mediterráneo oriental las rutas de abastecim iento y circulación del mine-
e Italia por agentes orientales (Martelli. 1991 ). ral y que conectan con el inmenso y rico mundo de
Esta temprana presencia fenicia en el Egeo, du- la Europa central. en la costa de una fértil región
rante la época de formación de su poderío comer- - Campania- donde también los productos agrí-
cial, no tuvo el caracter de una empresa decidida y a colas podrían constituir un elemento de intercam-
g ran escala. El comercio asiático le proporcionaba bio, aunque en estos primeros momentos no a tan
todavía los productos y rendimientos necesarios para gran escala como el metal, y a las puertas de un
el sostenimiento de su estructura y mecanismos. amplio y rico mundo de poblaciones indígenas que
Cuando, a partir del siglo v111, la presión asiria im- podían constituir un foco de demanda y consumo de
ponga otra estrategia comercial, y especialmen te la productos griegos de extraordinarias posibilidades.
necesidad imperiosa de suministrar plata en gran- Y también, en un punto neurálgico de comunicacio-
des cantidades, la actividad fenicia no se dirigirá al nes, donde confluirán diversas rutas del comercio
Egeo, sino hacia el Mediterráneo central y, sobre internacional mediterráneo.
todo, al extremo Occidente, donde los recursos eran El carácter mercantil de este primer asentamien-

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
11
("(J:..11 R< I<> l\'11 RNACl<>NAI. ~ll· DITl.RR,\ 1:0 l'N l· I. ~ l( ¡l_(l '1 11 :\ .l' .., 1:·.1¡1.·/. ,, 7. 1•1•1..¡

lO se dedw.:e tk la <.!xis1encia. tksd<.! el primer mo- septentrional. en las mismas fuentes del metal. es
mento de su fundación. de un barrio dedicado a la un argumento más en favor de esta idea .
rundición y trahajo artesanal del metal. bronce. plo- La misma variedad de importaciones se encuen-
mo y hierro. metales prm:edentes de la regi ón etrus- tra en Cumas. la colonia eubea fundada hacia el 750
ca , par1icularmentc de Elba, y de los hallazgos de en tierra firme, frente a Pitecusa. Junto a la cerámi-
su necrópolis . Son t!specialmente estas importacio- ca eubea encontramos cerámica corintia, imitacio-
nes las que nos proporcionan una mejor idea del nes pitecusanas y algunos aríbalos rodios. Entre los
carnctcr internacional de este centro: además de las objetos de metal. destacan las fíbulas de plata de
lógirns producciones eubeas. encontramos cerámi- tipo etrusco y otros objetos de adorno personal. Son
ca corintia. Ambos tipos fueron imitados localmen- numerosas también las importaciones orientales:
te y encontramos producciones pitecusanas de coti- cscarabeos. sellos Nord-sirios y un cald4!ro de bron-
las de chcvroncs y oinocoes LG del tipo cori ntio. y ce con prótomos de toro de tipo urartiano o nord-
producciones pitecusanas de csci fos y anforas del s irio. muy similar al hallado en la tumba principes-
tipo e ubeo. Junto a e llas se documentan importa- ca de la Puerta Oeste de Eretria. donde posiblemente
ciones rodi as. especialmente vasos de perfumes y ll egaría a través de estos centros mercantiles (Colds-
cotilas de pájaros. ánforas áticas SOS. ánforas corin- tream. 1977. 23 1).
tias A y cerámica argiva monócroma (Ridgway. Es precisamente a partir de la segunda mitad del
1982 ). Encontramos también fibulas greco-orienta- siglo v111, cuando se introducen también en los ajua-
les del tipo «anatólico» y una impresión de un sel lo res etruscos importaciones griegas (Coldstream, 1977,
en un ánfora que corresponde a un sello del tipo 232). El mercado etrusco integra estos productos
plano y c uadrado hecho en Argólida y las Cicladas. griegos en un esquema de valor de alto nivel. como
También son frecuentes las importaciones orienta- productos de lujo, pues tanto las cerámicas finas como
les: jarros de boca de seta con cngobe rojo fenicios, el vino y el aceite griegos aparecen precisamente en
aribalos nord-sirios, 87 sellos del grupo del Toca- las tumbas principescas. como la Regol ini Galassi,
dor de Lira. unos 100 esca rabeos, los más antiguos Capanna y Monte Albatone 4 de Cerveteri (Rizzo,
imitaciones fenicias, pero los de fines del VIII ori- 1990, 27).
ginales egipcios (Büchner, 1982). Coldstream su- Hagamos ahora un rápido repaso de la actividad
giere que posiblemente fueron llevadas hasta allí por fenicia en el Mediterráneo central. Aunque las acti -
los propios comerciantes eubeos, que podrían ha- vidades comerciales levantinas en esta región, en
berlas adquirido en sus puestos comerciales levan- conexión con el tráfico de metales con base en Cer-
tinos, y que a través de ellos habrían llegado algu- deña, se pueden rastrear desde el siglo x (Nieme-
nas de estas importaciones a Etruria (Coldstrcam, yer, 1984; Strom, 1991 ), nos centraremos en el mo-
1977. 226). mientras los Sherratt defienden unos mento del establecimiento de relaciones y centros
contactos fenicios con Etruria indirectos. a través permanentes. es decir. el siglo v111.
de Cerdeña (Sherratt, 1993, 365 ). Po r otra parte, Según las fuentes escritas los tirios fundan Car-
Martelli defiende una distribución por agentes orien- tago en el 814 a.C., pero los hallazgos más antiguos
tales de los objetos rodios. especialmente los aríba- de la necrópolis de Juno datan de hacia e l 730. Sin
los ácromos, las «vogelperlen» en pasta vítrea y los embargo, el hallazgo en el tofet de Salammbo, bajo
sellos escaraboides del grupo del Tocador de Lira, los primeros niveles de urnas del tofet, de una pe-
cuya distribución en Grecia. muy limitada, y en el queña cámara con ofrendas entre las que se encon-
Mediterráneo Oriental apuntan a los comerciantes traban importaciones griegas de mediados del v111,
semitas y a su actividad en el puerto de Rodas, en acercó la cronología a las fechas históricas de la
probable conexión con la compañía oriental allí ins- fundación. Las importaciones halladas consistían en
talada desde mediados del IX (Martelli, 1991, 1050). cerámica eubea y corintia (cotilas EPC), proceden-
Además, la fuerte presencia de cerámicas de engo- te de Pitecusa. Aunque Coldstream hablaba de un
be rojo en la misma Pitecusa, y además cerámicas grupo homogéneo de vasos datados entre 740-71 O
de «sabor» fenicio-occidental, especialmente los (Coldstream, 1977, 240), Bisi defiende la hetereo-
platos con tondo en reserva similares a los de Huel- geneidad de estas importaciones del depósito de
va (Fernández Jurado, 1987, 356), nos hablarían d e fundación del tophet, donde ve dos componentes,
un interés y una presencia fenicia activa en esta re- uno eubeo anterior, y otro corintio más tardío, en un
gión. extendiéndose hasta Etruria, y actuando des- arco cronológico que se extiende desde el 770 al
de sus bases en el Mediterráneo central: Sicilia, 680 (Bisi, 1983, 712). Recientemente, nuevas exca-
Cartago o Cerdeña. La presencia de materiales fe- vaciones han repetido el hallazgo de importaciones
nicios en Populonia (Martelli, 1981, 404 ), en la Etru.ria geométricas, incluso algo más antiguas: una cotila

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
1'1\LOl\I :\ <.'1\HIU:RA BONl.T

del tipo Actos 666 y un escifo corintio de chevroncs telli: Ni1:mcyer, 1984;Martclli.199 1- <lcFrancavi-
del MGl l, además de los escifos de pájaros eubeos. lla Marítima y Pitecusa. El acceso al mercado etrus-
ya de la segunda mitad del \'111 (Vegas. 1989). co por parte de los fenicios ya en la segunda mitad
La presencia de estas importaciones del MGll del siglo v111 se constata en la presencia de cscara-
ha hecho pensar a Bisi que hay una fase en la que beos del grupo del Tocador de Lirn rodios - si admiti-
los fenicios debieron frecuentar las rutas hacia el mos con Mai1elli su vehiculación por agentes orienta-
mar Tirreno paralelemente al tráfico precolonial les. y no por los mismos griegos de Pitecusa- . y una
griego hacia las costas de Etruria. Lacio y Campa- patera fenicia de hroncc del tercer cuarto del \'111 en
nia. en un momento anterior a la fundación de Pite- Vctulonia, o en los escarabeos de fayenza y el riton
cusa ( Bisi. 1982 ). La presencia en Tarquinia de ob- de bronce asirio de fines del siglo en Veyes. o en
jetos de fayenza. un cscarabeo en esteatita y una la sítula de faycnza con e l escarabeo del faraón
jarra con boca discoidal bícrorna nord-siria. en con- Bocchoris encontrada Tarquinía, gemela de otra de
textos de fines del 1x y comienzos del v111 . hablan en Motya, o el cuenco trípode de Castel de Decima
favor de esta idea (Martelli, 1991, 1056). (Martelli, 1991 ), o el material fenicio de Populonia
A fines del siglo v11 1 los fenicios fundan Motya (Martell i. 1981 ; Rizzo. 1991, 1170). Lo dificil es
en la costa occidental de Sicilia. Aquí también se saber si ese acceso se realizó directamente o a tra-
encuentran importaciones e imitaciones griegas fe- vés de Pitecusa. donde cada vez son más numerosos
chadas entre 720-71 O: aribalos EPC, cotilas, y esci- los elementos que pueden constatar una presencia
fos del tipo Thapsos. e imitaciones fenicias de esci- comercinl fenicia. incluso ánforas con inscripcio-
fos subgeométricos. nes que apuntan la presencia de comerciantes feni-
En Sulcis (Cerdeña), donde los fenicios se ha- cios ( Büchner, 1982. 292, figuras 15-16 ), presencia
bían establecido desde mediados del v111, de nuevo que los materiales griegos y fenicios de España ayu-
encontramos importaciones geométricas ( Bernardi- dan a confirmar (Cabrera, 1985, 1986).
ni. 1988): fragmentos de coti las del tipo Actos 666 Estos centros fenicios asentados en el Medite-
de fabricación pitccusana, fragmentos de oinocoes, rráneo central. en el triángulo formado por Sici lia
un escifo de chevrones - en un contexto posterior occidental, Cerdeña y el Golfo de Túnez, con el centro
al 750- , así como producciones locales de clara ins- neurálgico en Cartago, proporcionarán acceso tam-
piración eubea. Junto a e llos, un numeroso grupo de bién a las redes comerciales indígenas que alcanza-
copas escifoides de fabricación fenicia, que asume ban el área at lántica a través del Sur de España, Sur
directamente del Geométrico Fina l griego su inspi- de Francia y Baleares ( Ruiz Gálvez, 1986).
ración decorativa y formal, un grupo también repre- Pitecusa fue una de las puertas, aunque no la única,
sentado en las colonias fenicias de Occidente, don- a través de la cual Etruria se integró, y con ella sus
de son especialmente abundantes (Rouillard. 1990; redes comerciales con Europa central. en el comer-
Briese y Docter, 1992 ). Los hallazgos de Sulcis prue- cio internacional mediterráneo . El establecimiento
ban la estrecha relación existente entre este estable- de relaciones de intercambio con el Oriente y el Egeo
cimiento fenicio y Pitecusa, demostrando, una vez pondrá en marcha una serie de mecanismos de inte-
más, la conjunción de intereses comerciales entre racción que darán como resultado un cambio en las
eubeos y fenicios en esta ruta que conduce desde el estructuras socio-económicas etruscas. En palabras
Levante al Mediterráneo occidental (Bernardini, de D' Agostino, «El contacto con una sociedad más
1988, 1991 ). avanzada, de las que estas cerámicas griegas son el
Todos estos datos sugieren que debió existir un signo tangible, no fue ajeno al cambio operado en e l
interés comercial fenicio en las regiones centro-ita- terreno socio-económico del mundo proto-etrusco.
lianas, a las que acudían desde sus enclaves estraté- Pero si este mundo no hubiera contenido en sí mis-
gicos situados en puntos desde donde controlaban mo la premisa de una fuerte cohesión política y una
las principales rutas comerciales que unían el Le- relativa dinámica estructural, el impacto podía ha-
vante y el Egeo con el Mediterráneo central y occi- ber tenido un efecto muy diferente» (D' Agostino,
dental. En realidad podríamos hablar de una concu- 1985, 46)
rrencia de intereses entre fenicios y griegos por Estas transformaciones culturales y sociales se
acceder a las ricas posibilidades que les ofrecía el podrían explicar, con la matización final de D' Agos-
mercado etrusco en cuanto a la adquisición de ma- tino, en términos de respuesta de una periferia al
terias primas y a la salida de sus propias manufac- impacto de un área central, de forma que el desarro-
turas. La ruta hacia esta zona está marcada por ha- llo político de Etruria se entendería como una con-
llazgos - datados en e l primer cuarto del vm por secuencia natural de su subordinación económica
Niemeyer, y en los años centrales del v111 por Mar- al área central egea y oriental. Sin embargo, Stod-

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
C0\11 RC'IO I' 11RN:\CIO'.\l:\L1\!l: llrl l·RIC·\Nl: O 1· 1' 1- L Sl<il.O \111 :\C. :11:'.,p.·I. 11 7. 1994

dart ( 1989) recicntcmcntc ha rriticado esta visión A partir del segundo cuarto uel \ '111 surgen tlivcr-
«simplista» dc L'.truria conHl periferia. visión que con- sos asentamientos fenicios cn la costa mcridionaJ
sidera las rclacioncs entre etruscos y orientales asi- mcditcrránca. desde Málaga a Almería: Morro de
métricas en 1~rmi1rns de desarrollo l!conómico. En Mczquitilla. Chorreras. Toscanos. Guadalhorcc, Al-
realidad no hay e\·idcncias de extracción de recur- mu1kcar y Adra. El establecimiento de estas colo-
sos de un <irea en henclicio exclusivo de otra. Hay nias fenicias se explica en función de Gadir. como
una estructuración politica y económica territorial centros de apoyo al control del acceso a los metales
en d period~i \'illano\'Íano. con arcas especializa- del á rea tartésica. y como centros agríco las. Pcro su
das en diferentes tipos de producción. que marcó la principal valor económico y político, además de dar
ruptura l!n la uniformidad cultural y política de Ita- solución a la crisis demográfica de la metrópolis y a
lia central. Sin embargo esta especialización no dc- su fundamental carencia de recursos agrícolas. resi-
nota una dcpendcncia económica de un área con dió en su papel como centros desde donde se con-
respecto a otra en el scmido estructural marcado por trolaba. y monopolizaba. el acceso a los metales
la relación centro-peri feria. El segundo desarrollo merid ionales. Sin embargo. sin un aprovechamien-
político. operado en el siglo v111. es un proceso gra- to intensivo de los recursos del territorio inmediato
dual. continuación de lo iniciado en el periodo ante- no se justificaría una permanencia prolongada de
rior. Los centros de poder etruscos s implemente ex- una población oriental tan densa. Son pequeños cen-
plotaron la oportunidad presentada por la presencia tros autárquicos dotados de territorio y de recursos
de comerciantes mediterráneos. y de los productos propios, que comercian con las poblaciones del in-
que introducen, para adquirir un nuevo medio de terior. aunque a pequeña escala, y que basan su ri-
expresión de estatus y consolidar el cambio políti- queza en la explotación agrícola, ganadera y maríti-
co. La importancia de la extracción de metales es ma. y en su vinculación al gran centro comercial
reducida y no es causa del desarrollo socio-polí tico que fue Gadir ( Aubet, 1987).
(Stoddart, 1989). Es en este marco donde se inscriben las impor-
taciones griegas geométricas. de las que quisiera
hablar con cierto detenimiento, pues son signos evi-
LA PENÍNSULA IBÉRICA dentes de la complejidad de rutas y de la internacio-
nalización del comercio de este momento.
En palabras de M. E. Aubet, «el comercio de la En primer lugar las halladas en el área tartésica,
plata fue el objetivo principal de la expansión feni- en Huelva. De allí procede el fragmento más anti-
cia al extremo Occidente. Y obtención y produc- guo hallado en la Península, aunque desgraciada-
ción de plata equivale a hablar de Gadir y de su hin- mente fuera de contexto: una pixida ática del MG ll.
terland inmediato, Tartessos» (Aubet, 1987, 228). Si hace algunos años yo misma proponía un re-
El origen de las primeras expediciones fenicias a traso en su llegada a Huelva, basándome en su pre-
occidente, por tanto, aparece re lacionado con la ri- sencia en contextos de la segunda mitad del v111 en
queza argentífera de la península ibérica y, espe- yacimientos del Próximo Oriente, y en la posible
cialmente, de Tartessos. Tiro iba a ser Ja primera en larga «vida» y circulación de un objeto de prestigio
explotar y rentabilizar todo ese potencial económico. (Cabrera, 1986, 1988-89), hoy en d ía creo que po-
La instalación de las primeras factorías o esta- demos aceptar su llegada a Huelva en la fecha de su
blecimientos fen icios en el sur de la península ibérica fabricación, es decir, en una fecha cercana al 770-
data de comienzos del siglo v111. El primer estable- 760. Tenemos hoy más documentos que permiten
cimiento fue Cádiz, fundado a comienzos del siglo, sustentar esta hipótesis: los hallazgos de cerámicas
según testimonian las excavaciones recientes en el MGll en yacimientos fenicios centromediterráneos.
Castillo de Doña. Blanca, una fundación fenicia con- Realmente, éste es el periodo de máxima expansión
temporánea de Cádiz. En torno a la bahía, una de los vasos áticos, y es el momento en que se pro-
zona intensamente habitada por población indíge- duce el acercamiento de los fen icios peninsulares al
na, se desplegó un entramado político y económico mundo tartésico, a través de, como dijimos antes,
distribuido en tres puntos: el santuario de Melqart de un sistema de intercambio basado en la recipro-
en la isla actual de Sancti Petri, con un importante cidad, en el intercambio de dones, de objetos de lujo
significado religioso y económico, la ciudad de Gadir, - la píxida ática-, y de prestación de servicios al-
como metrópolis y centro político administrativo, y tamente especializados: la construcción del muro de
el Castillo de Doña Blanca, próximo a l poblamien- sillares del Cabezo de San Pedro.
to indígena de la campiña, como avanzadilla y pun- Pero en Huelva se han producido también otros
to de comercio (Ruiz Mata, 1993, 45). hallazgos g riegos de época geométrica: dos escifos

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
PALO~! ,\ CAl!Rl: RA l!ONI'. r

eubeos de la segunda mitad del \'111 y una cotila del primera mitad del \ '11. pues no se han encontrado
EPC. del último cuarto del v111. Dt:bemos señalar que, ct!rámicas fenicias más antiguas.
hasta la focha es1as son las únicas importaciones Junto a las imporwciones protocorintias se si-
griegas halladas en la dudad Je Huelva y en las túan las importaciones de ánforas aticas SOS. En
proximidades. datables con seguridad en época geo- Toscanos aparecieron en los estratos IV A-By 1VB.
métrica. Los fragmentos publ ica<los corresponden a la zona
Además de estas importaciones halladas e n el del cuello, con la típica decoración SOS. y con el
área tartésica. conocemos ya un número relativa- canu:tcrístico listel en relieve bajo el borde. a la zona
mente importante de vasos griegos en las colonias del hombro con bandas reservadas. y a la zona del
fenicias. En primer lugar. y como datos inéditos, pie. Niemeyer lecha el más antiguo a fines del v111,
presentaré los hallazgos realizados e n el Castillo de y el resto a comienzos del v11. Pero. teniendo en cuenta
Dña. Blanca. Se trata de un fragmento de un escifo que. como proponíamos más arriba, Toscanos IV se
eubeo. que por su tamafio no podemos encuadrar en puede subir al siglo v111. debemos considerar una techa
ningún tipo concreto. pero que si n duda es LG . En más antigua para todos ellos.
segundo lugar un ánfora corintia del tipo A. hallada Este conjunto de importaciones griegas nos per-
en niveles perfectamente fechados en la segunda mite esbozar ahora un panorama más preciso de los
mitad del v111, y un ánfora ática SOS del mismo mo- circuitos comerciales en los que se integran. Si ana-
mento. Hay otros dos fragmentos geométricos re- lizamos las importaciones protocorintias y las ánfo-
cientemente recogidos y que aún estoy estudiando. ras SOS áticas. vemos que bay una especial con-
por lo que no puedo adelantar su fábrica ni su tipo. centración de estos productos en el Mediterráneo
En las recientes excavaciones reali zadas en el central. de nuevo en Italia. De hecho. las cotilas
Cerro del Vil lar, en Guadalhorce, se ha encontrado protocorintias tuvieron una amplia circulación en
un ejemplar casi completo de ánfora SOS. pero no Italia continental y en Sicilia, pero las ánforas SOS
del tipo ático. sino eubeo, de fines del v111 (Cabrera, se concentran en gran número en Pitecusa, donde
en prensa). del mismo tipo que a lgunas encontradas además fueron imitadas localmente. Shefton ya apun-
en Italia. taba que fue en este punto donde los fenicios consi-
Los únicos ejemplares protocorintios que se han guieron e l aceite ático que luego llevaron a las fac-
hallado completos son las dos cotilas de la tum- torías del área del Estrecho, así como las cotilas
ba 19 de la necrópolis Laurita en Almuñecar. protocorintias y las cotilas de imitación pitecusanas
una de e llas del EPC, de fines del v111, y otra del halladas en Almuñecar y Toscanos (Shefton, 1982).
primer cuarto del v11. considerada una cotila de imi- En efecto, creemos que los datos que hoy poseemos
tación posibleme nte realizada en Pitecusa (Cabre- confirman esta idea, pues los escifos eubeos y el án-
ra, 1988-89). fora eubea de Guadalhorce apuntan hacia esa mis-
En Toscanos se han hallado fragmentos de coti- ma región de Italia central.
las protocorintias, pero aquellos con la zona infe- ¿Cuál es el valor de las importaciones griegas en
rior negra han aparecido en los estratos IV A y IVB, el contexto social peninsular? En general, podemos
mientras que aquellos con decoración orientalizan- decir que el valor de un producto forma el criterio
te con campo reservado y radios sobre e l pie han principal para su significación simbólica. Los pro-
aparecido en los estratos IVC y V, más tardíos. Los ductos de riqueza son las afirmaciones principales
primeros fragmentos podrían ser del EPC. del últi- del estatus social. Pero ¿cuál es el criterio para cali-
mo cuarto del siglo v111; los segundos del MPC, de ficar un objeto como producto de lujo'? Depende del
la primera mitad del siglo v11 a.c. contexto, pero en general podemos invocar varios
Un dato interesante proporcionado por los ha- criterios. Según Appadurai ( 1986), los productos de
llazgos de Toscanos es que entre ellos también se lujo son bienes cuyo principal uso es retórico y so-
encuentran fragmentos que pertenecen a cotilas de cial, son signos encarnados. La necesidad a la que
imitación realizadas en Pitecusa, completando así responden es fundamentalmente política y tienen los
el dato propordonado por la necrópolis Laurita siguientes atributos: restricción a las élites, comple-
sobre las relaciones, cada vez más evidentes, entre jidad de su adquisición -en función o no de una «es-
la colonia eubea y las colonias fenicias occiden- caseZ» real- , virtuosismo semiótico, es decir, capa-
tales. cidad de contener mensajes socialmente complejos.
Junto a las cotilas de Almuñecar y Toscanos hay conocimiento especializado como prerequisito bá-
que situar otro fragmento hallado en el Cerro del sico para su consumo «apropiado», y alto grado de
Peñón, perteneciente a una cotila protocorintia, pero vinculación de su consumo al cuerpo, persona o
de dificil fechación, aunque probablemente de la personalidad. Podríamos añadir también, con Me-

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
C0~11 RCl<J INl l· RNACION t\l. t-ll: DITl: RRÁNl ·O f-.N l·. L Sl<il.O \111 A .C.

las ( 1991 ). el alto costo di.' su producción. los costes razones. a que aquí la ostentación y manifestación
del trnnsportc y su carnctcr exótico. de dominio no se expresa tanto a través del ajuar.
La s importaciones griegas en Tartcssos se inte- como a través de la monumcntalización del espacio
gran en el esquema económico y social fenicio. como funerario. de una arquitectura especializada al ser-
productos de lujo que forman parle de las relacio- vicio de una familia que pertenece a la oligarquía
nes de reciprocidad basadas en un sistema de inter- mercantil. De todas formas. sólo nuevos hallazgos
camb io de regalos con las élites tartésicas a cambio en contextos bien definidos, nos ayudarán a preci-
de la plata. sar estas cuestiones. que hoy por hoy sólo podemos
El resto de las importaciones aparecen e n con- apuntar y sugerir a nivel de hipótesis.
textos de hábitat - Torre de Doña Blanca- . en al- ¿,Qué repercusiones tuvo el comercio y coloni-
macenes comerciales -en Toscanos y posiblemen- zación fenicia para el desarrollo de la sociedad in-
te Guadalhorce- . o indefinidos -Cerro del Peñón- . dígena tartésica'?
Pero. precisamente, la existencia de estos grandes Tartessos fue el lugar hacia el que se dirigió la
almac·enes. o centros comerciales como la Torre de búsqueda de metales. y donde los fenicios, en con-
Dña. Blanca. denotan la existencia de una organi- junción con los poderes locales, establecieron todo
zación administrativa. pública y mercantil perfecta- un sistema comercial basado en la expl otación de
mente coordinada y centralizada, así como la pre- las minas, la elaboración del mineral y su canaliza-
sencia de una «burguesía» mercantil especializada ción hacia los centros de comercialización. Los fe-
y altamente cualificada (Aubet, l 987). Las impor- nicios provocaron un cambio en cierto sector de
taciones griegas deben verse como productos con- la actividad económica de esta región: frente a
sum ibles por esta «burguesía», como productos de una metalurgia basada exclusivamente en el cobre
prestigio que, por su exotismo y calidad intrínseca, durante el Bronce Pleno y Reciente. será ahora, a
se apartan de la tónica general de otras produccio- partir del siglo v111, cuando por primera vez se docu-
nes cerámicas. La forma y el contenido de las ne- mente una actividad metalúrgica orientada a la ex-
crópolis parece apuntar en el mismo sentido. plotación de las minas de plomo argentifero de la
En la necrópolis Laurita, de las 17 tumbas publi- zona de Sierra Morena para el beneficio de la plata
cadas (Pellicer, 1962), todas tienen como urna ci ne- (Ruiz Mata, 1989, 235) . Pero no sólo se produce un
raria un vaso de alabastro o de mármol de fabrica- cambio de actividad extractiva y productiva, sino
ción egipcia, piezas excepcionales, que en origen también un salto cualitativo y cuantitati vo. La in-
contenían vino de calidad. procedentes del saqueo tensificación y el cambio en la producción sólo se
de tumbas reales egipcias o quizás procedentes de pudo producir, con resultados económicamente
regalos ofrec idos por los faraones al rey de Tiro. ventajosos, gracias a la introducción por parte de
Hay, por tanto, una cierta uniformidad e igualdad los fenicios de novedades tecnológicas, y entre ellas
en las tumbas en base al elemento principal del ajuar la de la copelación, que permitía el beneficio de la
funerario. Las diferencias entre ellas son más suti- plata y su rápida separación del plomo (Ruiz Mata,
les. Pero, precisamente, la tumba que contenía las 1987. 235).
dos cotilas protocorintias es la única que tenía un El control de estos medios de producción estaba
ajuar más completo: el conjunto típico «jarro de boca en manos de un sector minoritario y dominante de
de seta-jarro piriforme», y un huevo de avestruz, la sociedad tartésica, cuya fisionomía no es facil de
además de la cerámica griega, y es la única que con- conocer con precisión. La ausencia de enterramien-
tenía un fragmento de hierro. Y si reconocemos el tos del Bronce Final anteriores al establecimiento
valor simbólico y de prestigio del oro o la plata, de relaciones con el mundo fenicio impide conocer
debemos reconocer también el del hierro en este determinados aspectos de la estructura social y, en
momento. Aunque hay tumbas con pequeños ele- especial, la posible existencia de un acceso diferen-
mentos de oro o plata, son aquellas que no tienen ciado a la riqueza. Quizás, como se ha propuesto,
conjunto típico ni huevos de avestruz. El conjunto las estelas del SO. reflejan la existencia de élites
típico aparece en otras tres tumbas, de las que sólo sociales. quizás caudillos guerreros, en un momen-
una contenía metal : un pequeño aro de bronce. Po- to avanzado del Bronce Final (Barceló, 1989, 205 ),
demos, por tanto, permitirnos el establecer un valor e inducen a hablar de una sociedad segmentada. Sin
elevado para los "vasos griegos, pues aparecen en embargo, la excavación de un túmulo funerario en
una de las tumbas más significativas desde el punto la necrópolis de Las Cumbres, junto al Castillo de
de vista simbólico y de prestigio. Doña. Blanca, con enterramientos indígenas ante-
En Trayamar no aparecen las importaciones grie- riores a la presencia fenicia, y otros donde se inte-
gas, pero ello quizás se deba, entre otras posibles gran ajuares fenicios, que estuvo en uso a lo largo

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
l'ALOM,\ (o.\llRl· H:\ llO Nl:I '.!7

del siglo v111. indica la existencia «de una sociedad ca. La concentraci ón. esrccia lmcntc evidente en el
incipicntcmente estratificada. que participa colet.:ti- siglo posterior. di! productos de lujo o dones de pres-
vamente en el hecho crí1 ico de la muerte de uno de tigio en zonas estratégicas como Huel va. Cannona.
sus miembros. Así sugiere el mismo componente Carambolo. Sctelílla. Aliseda o C'ástulo. y forman-
de los ajuares. con escasas diferencias. y desde lue- do purtc Je ajuares funcrurios principescos. demuestra
go tampoco se advierten grandes diferencias en la el 111terés de Gadir hacia las poblaciones que con-
propia estructura de los enterramientos. No obstan- trolaban las principales vías de comunicación yac-
te. en los momentos finales se perciben atisbos de cesos hacia los recur~os mineros y agropecuarios
resaltar diferencias sociales» (Rui7 Maia y Pércz, del interior. « Una constante del comercio en la Baja
1989. 292). Será. por tanto. a partir del estubleci- Andalucía fue el sistema de reciprocidad. que apa-
miento de relaciones con los fenicios cuando se cons- rece circunscrito a los sectores privilegiados de la
tate una c larajerarquización social y un acceso cla- sociedad tartésica. Y e l intercambio de metales por
ramente diferenciado a la riqueza. proceso que se vino. aceite y perfumes es indice de un poder d es-
agudiza a partir del siglo v11, como denotan la es- igual y de una situación típicamente colonialista.
tructura monumental y ajuares ostentosos di! las tum- Una situación en la que el intercambio se lleva a
bas «principescas» tartésicas (Aubet. 1984 ). cambio entre sociedades desiguales, sólo podía traer
Es la actividad comercial, y la inmersión de las dos consecuencias también típicamente coloniales:
élites tartésicas en el comercio internacional medi- un cambio social en el seno de la sociedad indíge-
terráneo la que o rigina la aceleració n del proceso na, desde el momento en que determinados sectores
de cambio y una rápida transformación de los siste- de la población ::;e incorporan ni circuito comercial
mas económicos y sociales, y una nueva estructura- fenicio y se benefician de la situación, y un agola-
ción social basada en un cada vez mayor desigualdad miento de los recursos del territorio a largo plazo.»
entre sus miembros. Asimismo. consolidó una estruc- (/\ubet, 1987, 253).
turación y jera rquización del territorio en función En definitiva. los fenicios establecieron en el
de la actividad metalúrgica y en función de su co- Occidente una esfera comercial que se convirtió en
mercialización a través de Huelva y de Cádiz. prin- una nueva área periférica. donde iniciaron la explo-
cipal receptor de la plata tartésica. y detentador del tación de ciertos recursos e incrementaron la explo-
monopolio de su comercialización en e l Mediterráneo. tación de otros. A través de la é lite local como in-
Los comerciantes fenicios impusieron sobre las termediaria. el excedente de los recursos domésticos
élites tarrésicas. que controlaban los medios de pro- fue producido para el consumo fenicio. Las relacio-
ducción. la demanda de consumo de nuevos pro- nes de los fenicios con la población indígena pro-
ductos, altamente significativos. que. al introducir- dujo cambios en el seno de estas sociedades en tér-
se en una nueva «esfera de intercambio» adquieren minos de dependencia económica y política dentro
una nueva significación como bienes de prestigio. de un sistema comercial tanto regional como inter-
La necesidad de consumir productos de lujo para la nacional. Los fenicios. en palabras de S. F rankenstei n.
reproducción del sistema social, motivó la intensi- impulsaron la incorporación inicial del Sur de la
ficación de la producción. muy especialmente me- Península en la red comercial mediterránea como
talúrgica, aunque también agropecuaria. y la extrac- una periferia dentro del sistema regional asiático
c ión de excedentes. que proporcionaron bienes para occidental ( Frankenstein, 1979, 290).
el intercambio. La legitimación y consolidación de Quisiera finalizar haciendo un balance de todo
las estructuras de dominio necesitaron de la impor- lo expuesto hasta ahora, y resumir el papel de las
tación de productos como textiles, perfume. orfe- importaciones griegas en el marco del comercio in-
bre ría, marfiles, vasos de alabastro, huevos de aves- ternacional mediterráneo del siglo v111. Las impor-
truz, bronces, vajilla cerámica fenicia - y griega, taciones españolas son un elemento más, junto con
aunque en menor medida- y vino y aceite, que sólo las del área italiana o levantina, y cada una en su
se podían adquirir a cambio de productos de la me- contexto, que nos ha permitido acercamos a ese
talurgia, especialmente la plata. complejo mundo del comercio y de los intercam-
Los productos intercambiados por la plata tarté- bios. A través de ellas, y repito que como uno de los
sica denotan la existencia de un s istema de comer- muchos elementos que forman parte de este proce-
c io típicamente colonial: la producción de auténti- so. extraemos las siguientes informaciones:
cos artículos para la «exportación», como son los 1. La recuperación. por primera vez desde el
envases de perfumes, y una serie de objetos de lujo colapso del sistema comercial de fines de la Edad
y prestigio -joyas, marfiles, bronces- . o las mismas del Bronce, de un verdadero comercio internacio-
importaciones griegas, destinados a la élite tartési- nal a gran escala.

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
(11'\lllHl<ll'llR\i!\t"IO 1:\l.t-11Dl"llRRA. H>l·Nll '>H1L0 \ 111•\ l .l/:\¡i. I. '17. 1'194

2. La expansión y crcdmiento de los centros. san su poder en el control uc los medios <le produc-
primero en el Levante. mús tarde en el Egeo. en un ción yl o distrihución interior y exterior ue los exce-
movi miento progrcsÍ\l) desde Oriente a Occidente. dentes. y legitiman su predominio en el prestigio
y que implicarú a un numero cada ve/ más amplio que les confiere el intercambio y acumulación de
de comunidades y de arcas gcográlicas. bienes de lujo.
3. La exi:-tcncia en este comercio internacio- - Consolidación en las periferias de una estra-
nal mediterráneo del ~iglo '111 de un complejo en- ti licación social. en la que las élites basan su predo-
tramado. con di\crsas redes comerciales estableci- minio en su incorporación al sistema comercial ex-
das entre el Levante. (irccia. Mediterráneo central tranjero.
y Mediterráneo occident;tl. así como redes comer- - El cambio en la estructura económica de las
ciales sec undarias. que amplian considerablemente periferias donde se impone la intensificación de la
el radio de acción . explotación para atender a la nueva demanda. en
4. La existencia de un mercado internacional situaciones 1ipicamente colonialistas de esquilma-
de metales. con grandes centros de intercambio en ción y agotamiento futuro de los recursos.
diferentes zonas. que a su vez establecen redes co- - La dependencia mutua entre comerciantes e
merciales secundarias dependientes, siendo el me- indígenas, generada a partir del sistema de oferta y
la) el ar1iculo que hizo posible la articulación entre demanda fuertemente establecido entre ellos.
los mercados locales y los mercados interegionales. - La incorporación gradual de las economías
5. El protagonismo decidido en este comercio periféricas a una economía de mercado premonetal,
internacional de fenicios y griegos. particularmente con las repercusiones de índole económica, politica
eubeos y. qui zás desde un poco más tarde, corin- y social que el lo conlleva, pero que. por su ampli-
tios, en una si mbiosis comercial donde. de 1nomen- tud. merecen el espacio de otro trabajo.
to, no hay rutas ni arcas restringidas, sino concu-
rrencia de intereses y posiblemente colaboración,
llegándose a hablar de «aventura conjunta» (She- BIBLIOGRAFÍA
rratt, 1993 ). Sin embargo se anuncia ya la competi-
ción comercial y la necesidad de definición territo- APPADURAI, A. ( 1986): «I ntroduction: commodities
rial, y de acceso exclusivo a determinadas materias and the politics ofvalue», en A. Appadurai, (Ed.):
primas, a través de la fundación de colonias, proce- The Social l(le o.f Things: commodi1ies in c11/11t-
so que en el siglo siguiente dará lugar a la defini- ral perspeclive. Cambridge. 3-63.
ción de rutas exclusivas (Sherratt, 1993). AuuET, M. E. ( 1984): «La aristocracia tartésica du-
6. La participación en este sistema de intercam- rante el periodo Orientalizante», en Opus lll, 445-
bio de productos manufacturados que. al entrar en 468.
redes comerciales diferentes. adquieren un valor Auni·T, M. E. ( 1987): Tiro y las colonias.fenicias de
diferente -por ejemplo, las cerámicas griegas en Occiden1e. Barcelona, Ed. Bellaterra.
las redes comerciales secundarias fenicias-. AUBF.T, M. E. (Coord.) ( 1989), Tarlessos. Arqueolo-
7. La «intemacionalizacióm> de determinados gía protohistórica del Bajo Guadalquivir. Bar-
contenidos semánticos -sociales. religiosos. esté- celona, Ed. Ausa.
ticos, que acompañan a los productos intercambia- BAKHUIZEN, s. c. (1976): Chalcis-in-Euboea, !ron
dos, contenidos que circulan de un extremo a otro and Chalcidians Abroad, Chalcidian Studies 111,
del Mediterráneo, y que penetran en el tejido cultu- Leiden.
ral en diferentes grados y a diferentes niveles -en a
Br.RARD, c. ( 1970): l 'Héroon la parle del 'ouesl.
las peri ferias no penetrarán más allá, como los mis- Eretria. Berna.
mos productos, del nivel de la élite que los deman- BERNARDINI, P. ( 1988): «S.Antioco: Area del Croni-
da- , koiné que será más evidente y generalizada a cario (Campagne di scavo 1983-86). Línsedia-
partir del siglo v11. miento fenicio», en R.S.F. XVI. 1, 75-89.
8. La aceleración, como consecuencia de este BERNARDINI, P. ( 1991 ): «Un insediamento fenicio a
comercio internacional. de un proceso de cambios Sulci nella seconda metá dell 'VI 11 sec .a.C.», en
sociales y económicos que afectan tanto a los gran- A1ti 11 Congr. lnrern. Studi Fenici e Punici ( 1987),
des centros -Levante, Grecia, y en una ampliación Roma, 665-673.
del centro, las colonias fenicias y griegas- como a 81s1, A.M. ( 1983): «lmportazioni e imitazioni gre-
las periferias -especialmente, por lo que nos atañe, co-geometriche nella piu antica ceramica feni-
la sociedad indígena peninsular-: cia d'Occidente». Atti 1 Co11gresso ln1ernazio-
- Consolidación de clases dominantes que ba- nale di Studi Fenici e Punici. Roma, 693-716.

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
..1 /;\¡1. I. I> 7. 1')l)-1 1':\l.Ol\l /1 (',\URl:R:\ ll()Nf:T

13R lJMFll:L, E. M .. y E,1K11. T. K. ( 1987): «Spcciali- FR .-1 :-< 1-:1 !\ ~11-1:--..


S .. y Rcl\I 1 .1:-..1>-.., M. ( 1978): «Thc in-
zation, cxchangc and complcx socicties: an in- lcmal struclurc and rq,donal contcxt ofEarly !ron
troduction», en E. M. 13rumficl. y T. K. Earlc, Agc socicty in southwcst Cicrmany». en 8111/. lns1.
( Eds. ): S/Jeciali::urion. <•xclwngc Ull(/ <'<Jm¡>lex so- Arch. o/' l.ond1111 15. 73-112 .
cieties. Cambridge Univ. Prcss. 1-9. H .-1s1 llR<>I K. J. ( 1965 ): Trade allll Poliri<"S in An<"h' llf
Bcw11N1:R. G . ( 1982): «Die Bcziehungen zv•ischcn Green•. Nueva York.
dcr eubo'ischen Kolonie Pithekoussai auf dcr 1n- .lc>11r-;sTo . . A. W .. y J Ol\; I ~ .R . E. ( 1978): «Thc S.O.S
sel lschia und dem nordwestscmitischcn Mittcl- Amphora». B.S. .-1. 73. IOJ-141.
mccrraum in dcr zwcitcn Hiilltc des 8. Jhs.v.Chr.». K:-. Al'I'. 1:3 . ( 1993): «Thalassocracics in 13ronzc Agc
en Niemeycr. H. G., Pliiú1i::ier i111 lf'esfl:'n. Ma- l!astern Mcditcrrancan Tradc: making and brca-
dridcr 13citrilgc 8, 277-297. king a myth», en World Arclweology 24,3. 332-
C AllKFRl\, P. ( 1986): «Los griegos en Huelva: los 347.
materiales griegos». en Homenaje a Luis Sirel. Kol'YTOFI-. l. ( 1986): «The Cultural Biography of
Cuevas del Almanzora, Almería (1984). Sevilla. Things: commodization as process». en A. Appa-
CABKEKA, P. ( 1988-89): «El comercio foceo en Huel- durai, ( Ed. ): The Social l.1/e <?( Things: commo-
va: cronología y fisionomía», en Fernández Ju- diries in cu/111ral perspective. Cambridge. 64.!9 l.
rado, J.: Tartl!ssos y Hudva, Huelva Arqueoló- MARTELLI, M. ( 1981 ): «Populonia: cultura loca le e
gica X-XI. 43-100. contatti con il mondo greco», en L 'Etrnria Mi-
CAHKl:KA. P. (en prensa): «Importaciones griegas ar- neraria. Alfi XII Conv. S111di Err11schi, ( 1979),
caicas en el Cerro del Vi llar (Guadalhorce, Má- 399-427.
laga)». en Cabrera. P. ; R. Olmos, y E. Sanmarti, M,1RTl:LL1, M. ( 199 I ): «I Fcnici e laquestione onen-
(Coord.): Simp. /111. Griegos e lheros, Ampurias. talizzantc in Italia». en A ni 11 Congr. lntl'm. S111di
1991. Huelva Arqueológica. Fenici e P1111ici ( 1987). Roma, 1049-1072.
CAHRl:RA. P., y ÜLMOS, R. ( 1985): «Die Griechen in McC ADAMS, R. ( 1974 ): «Anthropological Perspec-
Huelva. Zum Stand der Diskussion», en Madri- tives on Ancient Trade», en Curren! Anthropo-
der Mittei/1111ge11 26, 61-74. /ogy 15,3. 239-258.
CoLDSTREAM, J. N. ( 1968): Greek Geo111e1ric Pm- MELAS, M. ( 1991 ): «Mediterranean Trade in the Bron-
te1y. Londres. ze Age: A Theoretical Perspective», en N. H. Gale,
CoLDSTREAM, J. N. ( 1977): Geometric Greece. Lon- (Ed): Bronze Age Trade in the Medilerranean.
dres. Studies in Mediterranean Archaeology, XC, 387-
CüLDSTREAM, J. N. ( l 982a ): «Some Problems of Eig- 398.
hth Century Pottery in the West seen from the N1 EMEYl'R, H. G. ( 1984 ): «Die Phonizer und die Mit-
Grcek Anglc», en La céramique grecque 011 de telmeerwelt im Zeitalter Homers», en RGZM 3 1,
lradilion grecq11e mt VIII siecle en ltalie Cen - 1-96.
tra/e et Méridionale. Cahiers du Centre J. Berard PELLICER, M. ( 1962): «Excavaciones en la necrópo-
///. 21-38 . lis púnica • Laurita' del Cerro de San Cri stóbal
CoLDSTREAM, J. N. ( l 982b): «Greeks and Phoeni- (A lmuñecar, Granada)». en Excavaciones A rq.
cians in the Aegean», en H. G. Niemeyer, Pho- en España 17.
nizier im Westen, Madrider Beitriige 8, 261-273. Rt:NFREW, C. ( 1969): «Trade and Culture Process in
CHAMPION, T. C. (Ed.) ( 1989): Centre and Periphe1:v. European Prehistory». en Curren/ Anthropology
Comparalive S1udies in Archaeology. Londres, 10,2-3, 151-160.
Unwin Hyman. RENFREW, C. ( 1984 ): Approaches to Social Archaeo-
D'AGOSTINO, B. ( 1985): «La formazione dei centri logy, Harvard Univ. Press.
urbani», en M. Cristofani (Ed.): Civiltá degli etms- RIDGWAY , D. ( 1982): «The eighth century Pottery at
chi. Milan, 43-47. Pithekoussai: an interim report». la céramique
FERNÁNDEZ JURADO, J. ( 1989): «La orientalización grecque ou de tradition grecque au VIII siecle
de Huelva», en M. E. Aubet, (Coord.), Tartes- en Italie Centra/e et Méridionale. Cahiers du Cen-
sos. Arqueología protohistórica del Bajo Gua- tre J. Bérard JI/. 69· I 02.
dalquivir. Barcelona, Ed. Ausa. 209-243. R1zzo, M. A. ( 1990): le an_fore da transporto e il
F1NLEY, M. (1973): TheAncient Economy. Londres. commercio etrusco arcaico l. Studi di Archeo-
FRANKENSTEIN, s. ( 1979): «The Phoenicians in the logia 3. Sopra.Arch . per L'Etruria Meridionale.
Far West: a function of Neo-Assyrian imperia- R1zzo, M . A. (1991): «Alcune importazioni fen icie
lism», en M. T. Larsen (Ed.): Power and Propa- da Cerveteri» . Atti 11 Congresso lnternazionale
ganda. Copenbague. di Studi Fenici e Punici. Roma. 1169-1181.

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0
COMl· RC'I<> IN n -RNA(.'10 Al. MEDITl: RR .Á.Nl:O EN l:L Sl<il.O '111 A .C. A!·:.,,,.~. fl 7. l IJIJ4

Ro1:11ucK. C. ( 1984a): «Thrcc Classes ('!)in Early in thc South ofthe lbcrian Península» , en 11. G.
Attica». en C. Roebud. ( Ed. ): EC'o110111y ami So- Niemeyer. Phiini:.il!I' i111 Westen. Madridcr Bei-
ciety in rite Earfr Greek U1orld. Chicago. 85-93 . trage 8. 337-370.
RoEm:n:. e. ( 1984b ): «Sorne aspccls of urbaniza- S111·KKAT. A.• y S. ( 1991 ): «From Luxurics to Com-
tion in Corinth». en C. Rocbuck. (Ed. ): Eco110111.1· modities: The Nature of Mediterranean Bronze
uiul Socfr1y in rite Early Greek World. Chicago. Agc Trade Systems». en N. H. Gale. (Ed): Bum-
96-127. :.e Age Trade in the Mediterra11ea11, Studies in
Rol ILl.AKI>. P. ( 1990): «Phénic.:iens et grecs aTosca- Mcditerrancan Archacology. XC. 351-384.
nos . Note sur quelqucs vases d 'inspiration gré- S111:RRAT. A.. y S. ( 1993): «The growth ofthe Mecli-
co-géométriquc de Toscanos ( 196 7)», en Madri- tcrranean economy in thc early first millcnium
dt'I' Milfei/1111ge11 31. 178-185. BC» , en World Ardweo/ogy 24.3. 361-377.
Rowt.ANDS, M. ( 1987): «Centre and Periphcry: a re- SoMIMRT. W. ( 1967 ): Lu.\wy and Capiralism. Ann
view ofa concept». en M. Rowlands, M. T. Larsen. Arbor.
y K. Kristiansen, (Eds.): Ce11rre and Periphery STADDART, S. ( 1989): «Dívergent trajectories in central
i11 the Ancient World, Cambridge. ltaly, 1200-500 B. C.». en T. C. Champion. (ED.),
Ru17. MATA, D. ( 1989): «Huelva: un foco temprano Centre ami Periphery. Compararive St11dies in
de actividad metalúrgica durante el Bronce Fi- Archaeologv. Londres, 88-1 Ol.
nal», en M. E. Aubet (Coord): Tarressos, Arqueo- STROM, 1 ( 1991 ): «11 ruolo del commercio feni cio
logía protohistórica del Bajo Guadalquivir. Bar- del Villanoviano in Etruria. Un' ipotesi». en A lli
celona. Ed. Ausa. 209-243. /J Congresso lnternazionale di StucJi Fenici e Pu-
Ru1z MATA, D. ( 1993 ): «Los fenicios de época ar- 11ici. Roma . 323-331.
caica - siglos v111/v11- en la Bahía de Cádiz. Es- VHiAS. M. ( 1989): «Archaische und mittelpunische
tado de la cuestión». Instituto Oriental, Lisboa. Keramik aus Karthago». en Roemische Mitrei/1111-
SCHoRTMAN, E. M., y URllAN, P. A. ( 1987): «Mode- gen 96, 209-265.
ling lnterregional lnteraction in Prehistory», en WALLERSTEIN, l. ( 1974 ): The Modern World-System :
Advances in Archaeofogical Merhod and Theo1:v, Capitalist Agriculture and the Origins ofthe Eu-
vol. 11 . Academic Press, 37-95. ropean World-Economy in the Sixtheen Cenrury.
SHEFTON, B. B. ( 1982): «Greeks and Greek lmports Nueva York.

(c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa


Licencia Creative Commons Attribution (CC-by) España 3.0

También podría gustarte