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Reseña del libro “Memorias de un

soldado desconocido. Autobiografía y El soldado desconocido nace pues


antropología de la violencia”, de Lurgio entre esas normas que permitió la
Gavilán Sánchez violencia estructural del Estado, vida que
dispuso sobre el corazón y el cuerpo del –
Por Manuel Fernando Seminario1 para quien logra mirarle, escucharle y
sentirle– entrañable Lurgio: la norma de
Para muchas personas el amor la violencia extrema aparecerá como el
suele ser el inicio de un nuevo mundo horizonte al que el soldado se dirige luego
interior; amor que establece antiguas y de abandonar el hogar paterno en busca
genuinas constelaciones sobre las que se del hermano mayor que ya se desplazaba
configuran oscuros recuerdos y los más en las filas de Sendero Luminoso en la
humanos anhelos de solidaridad que se primera década del conflicto armado
depositan en el barco de la esperanza interno 1980–2000.
colectiva. Son muchos los acontecimientos
Y ya que hemos evocado el perturbadores que desafían cualquier
significante del sentimiento esencial que sensibilidad, los que el lector o la lectora
en su presencia o ausencia traza la encuentran en estas confesiones
existencia de la criatura humana a lo largo desgarradoras que por momentos susurran
de su desarrollo, convoquemos también al frías y desoladoras, y en otros cuantos nos
uruguayo Benedetti quien vino a decirnos llevan a revivir esa mezcla de alegría y
estas palabras: “[…] Cómo hacerte saber tristeza, de dolor ternurizado al que nos
que nadie establece normas salvo la vida. han llevado también de cuando en cuando
Que el odio y el amor son afectos. Que la los pasajes de los cuentos más
agresión por que sí, hiere mucho. Que las conmovedores de Dickens. Como el
heridas se cierran. Que las puertas no mismo Lurgio lo dijera en la presentación
deben cerrarse”. No cabe duda de que la de su libro en alguna sala de la
persona se escribe con la vida que lo municipalidad de la ciudad del Cusco, sus
recibe y lo transforma: es en ésta donde confesiones tienen la música del alma
aquella experimenta su dignidad al ser palpitante de los paisajes y los hombres
reconocida como única por los demás, y de Los ríos profundos del maestro
es en ella donde también la desgracia Arguedas.
puede acontecer marcando para siempre
la fibra más honda del ser. El texto, que fuera comentado por
Con estas palabras quiero el nobel de literatura Mario Vargas Llosa,
acompañar esta breve reseña y de mis está prologado por el ya desaparecido
motivos sabrán más adelante; los suyos, antropólogo peruano Carlos Iván
estoy seguro, los descubrirán en vuestro Degregori, quien nos presenta al
íntimo contacto con el texto al que he protagonista así: “Lurgio escuchaba y
intentado darle una apreciación bastante rumiaba sobre su vida cotidiana, huérfano
personal. de madre y sin mayores perspectivas”.
Estamos entonces, según el ex
comisionado de la CVR, ante la vida de
1
Psicólogo licenciado por la Universidad Andina un personaje quizá profundamente
del Cusco y facilitador en salud mental marcado por esa ausencia fundamental
comunitaria por la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Docente actual de Psicología en la del almíbar materno, y que discurrirá por
Universidad de Ayacucho Federico Froebel. las tormentas de la crueldad durante los
años republicanos más dolorosos del recordar uno experimenta cierta nostalgia,
Perú. pero al mismo tiempo alivio en el alma”.
También puede verse que las Hay entonces entre las páginas de la
palabras preliminares de Lurgio se memoria escrita, aprendizajes, reflexión y
insertan claramente en la problemática de por qué no decirlo, hay también perdón y
la identidad peruana y los lazos de amor amor: reconciliación con lo vivido, con la
que no han sido ligados. Por tanto, en propia verdad, que libera al confesor de la
cierto modo, esto ya nos da pistas para condena del perpetuo dolor.
percibir el desarrollo del texto Siguiendo a Freud (1974 [1914])
autobiográfico como una búsqueda del podemos decir que las experiencias como
completamiento (o la construcción) del las que nos muestra el soldado
self del personaje; completamiento, es desconocido permanecen en la
cierto, que se desarrolla a través de las subjetividad del individuo a manera de un
relaciones afectivas en las que, en el caso sufrimiento constante que se sedimenta en
del soldado, actúa la ausencia de la la memoria desbordándose de forma
ternura y el deseo de ser en el mundo. consiente y desgarrando así todo intento
Al respecto, Grinberg y Grinberg de bienestar del sujeto en su tiempo
(1984: 155) refieren que “La histórico presente.
consolidación del sentimiento de
identidad depende principalmente de la A lo largo de la obra del soldado,
internalización de relaciones objetales que podemos aprehender cómo el mundo
han sido asimiladas en el yo, por el simbólico (el lenguaje en su función de
funcionamiento de identificaciones amalgamar lo vivido con una narrativa
introyectivas auténticas, y no por el uso coherente y dando representación
de identificaciones proyectivas maníacas psíquica al horror por medio de la
que darían lugar a pseudoidentidades y un palabra) del sujeto sostiene la experiencia
falso self”. El falso self en este caso, hay más íntima del dolor. Así vemos por
que entenderlo como un edificio yoico en ejemplo que el Waqay vida (tiempos de
el que se han asimilado rasgos de sufrimiento) se enuncia en la lengua
identidad que no son coherentes con materna. Y vemos también que la
nuestra íntima y verdadera posición en el crueldad se halla en las metáforas del
mundo, y que a la larga producen un latín: homo homini lupus: a veces el
sufrimiento psíquico fundamental que nos hombre es para sus semejantes peor que
desarraiga constantemente del proyecto las fieras. Dar lugar a lo insufrible a
de vida. través de la palabra permitiendo la
comprensión del sufrimiento para dar
Volviendo al personaje que nos cabida a la liberación y la independencia
intriga, el soldado desconocido nos del malestar psíquico, es lo que Freud
introduce a sus intensas experiencias (1974 [1914]) llamó elaboración.
diciendo que “Para quien escribe, son
todos los días de recuerdo, como si ayer Mientras uno escucha el
mismo hubiera estado en esas escenas de sentimiento del protagonista a lo largo del
mi vida”. El impacto de lo vivido entre relato es inevitable entrar en contacto con
los límites de lo humano y lo terrorífico el dolor causado por la pobreza del
aparece ya ante nuestros ojos con todas prójimo del mundo andino que aquel nos
sus implicancias. Sin embargo, para el presenta. La pena de las despedidas y de
soldado también “Es verdad que al las rupturas de los lazos que parecen irse
con el viento se oculta en un íntimo y
dulce acercamiento del lector al profundo Si la camaradería permite sostener
cariño que el soldado entrega a la lazos que a su vez sostienen la vida, nos
naturaleza. El irse de un lugar querido causa incredulidad que la camaradería
donde habita la gente querida, sin saber sostenga asimismo el horror. Nos
cuándo ha de ocurrir algún azaroso hacemos muchas preguntas mientras
reencuentro, contrasta con la vida de la desarrollamos la lectura como por
naturaleza que rodea la antesala del terror: ejemplo ¿qué horror fue presenciado por
el niño soldado? Y sólo él puede
He recordado siempre ese día de mi contarnos lo vivido tras la pena de muerte
partida de la comunidad de Punku, de una camarada:
cuando salí de la casa de mi tía. Ella, con
sus ojos llorosos, me decía que me
quedara, pero ya estaba decidido; firme, En la noche la ahorcamos. Nos
partí a una aventura desconocida sin encomendaron a cinco personas. Ella
fecha de retorno. Tenía 12 años. […]. tenía mucha fuerza. Demoramos casi
Cuántas cosas se pueden recordar solo medio hora, no podía morir. Por fin, la
mirando un pueblo. […]; la nostalgia me enterramos. Al día siguiente, la tumba
embargó aún más al mirar los lugares y donde la habíamos enterrado estaba
me hizo remembrar los recuerdos donde vacía. […]. El cuerpo de la compañera
jugábamos con mis amigos […] lo encontramos en el barranco,
resbalándonos en el gras (pasto) verde seguramente revivió y en su
pasteando las ovejas y los cerdos. desesperación cayó al abismo. Algo
increíble, decíamos. “La mala hierba
nunca muere”, decían los camaradas.
Así, con despedidas y nostalgias,
el niño se hará parte de las filas de Pasajes que describen la violencia,
Sendero Luminoso. En él, el niño grabará abundan bajo la pluma de Lurgio.
para siempre la muerte y la crueldad Soportando penurias extremas para
humanas. Con Sendero Luminoso se cualquier niño, al reflexionar sobre la
tocará los huesos del hambre, soportará el invisibilidad del Presidente Gonzalo en el
frío insufrible, el cansancio que dejan en mundo en el que se libraba la violencia,
el cuerpo las pesadillas de una violencia de portar la identidad de Sendero
desmedida e irracional. Empero, entre el Luminoso, el niño soldado decidirá huir
recuerdo del hogar paterno y las íntimas y con una compañera para portar luego, por
tímidas amistades alimentadas en el lado esas normas de la vida, la identidad del
de la subversión, la vida no se habrá Ejército Peruano. Ruptura tras ruptura,
perdido en la oscuridad total: las lágrimas acontecen procesos de integración de la
por la búsqueda de la sobrevivencia se identidad.
harán menudas estrellas de esperanzas en
los sueños de este complejo personaje: Avanzados algunos años, “Los
tiempos en el cuartel militar”
Desde que las balas destrozaron su
cuerpo femenino […], siempre recuerdo
concurrieron también con violencia. La
su sonrisa y sus ojos grandes y muerte y la crueldad siguieron agitándose
profundos. Ella tenía por entonces 17 y en la institución militar –como lo muestra
yo 12. […]; la naturaleza sonreía a la el asesinato de las mujeres violadas por
vida, había aún muchos motivos para que los agentes militares– que sin embargo, le
floreciera el cactus entre sus espinos. Y
nosotros también teníamos motivos para
permitió al niño soldado otro nacimiento
seguir viviendo. más cercano a la ciudadanía, al sujeto de
derecho, que aquel nacimiento originario
que marcara su lugar en los márgenes de amor, traducidos en solidaridad, se
la exclusión, lejos del país oficial. dispersen en los actos de Lurgio
renovando la reconciliación con su ser
Nos parece, por supuesto, que en herido por una historia de violencia y
las memorias de un soldado desconocido miseria extremas:
la vida del protagonista parece acontecer
como una búsqueda por hallar la Esta es mi historia y es como la de
completud de una identidad arrebatada cualquiera de mis compatriotas, quizá fui
un poco más afortunado por haber vivido
por la pobreza y la marginación. El lector en estas instituciones, pero lo más
puede percatarse de un exigente impulso, importante es que en esta etapa de mi
aunque silencioso, de llegar a ser una vida religiosa fue toparme con la obra de
entidad humana integrada en lo hombres como Jesús y San Francisco de
individual, lo social y lo espiritual. Una Asís, quienes […] unieron prédica y
práctica. Ellos dijeron que el hombre es
mirada que juzga a Lurgio antes de querer primero, elevaron la dignidad del hombre
comprenderlo, puede desatar un agresivo con la que pude borrar las fronteras del
rechazo injustificable ante sus racismo.
confesiones. Pero existe también la
oportunidad para aproximarnos, hasta Winnicott (1990) nos enseñó que
donde el protagonista nos lo permite, a las todo proceso de creación (artístico,
profundidades de sus vivencias, de su literario, musical, etc.) implica
búsqueda por hallar una identidad más necesariamente un proceso de reparación
coherente con sus sueños por un mundo de algo que fuera afectado o destruido a
mejor, por un mundo de solidaridad y de nivel psíquico a lo largo de la experiencia
amor. Y será en el mundo de la de toda persona. En sí, la creación es una
religiosidad franciscana donde el soldado condición sumamente importante para la
militar y ex–senderista, se convertirá en integración del verdadero self. Ello quiere
soldado de Dios. Así, Lurgio irá decir que toda criatura humana se
narrándonos el desenvolvimiento de su determina como única a través de las
vida en la iglesia y el aprendizaje del producciones creativas que le pertenecen.
amor mediante la devoción no de la Es en ese lugar de creación donde la
bandera roja de la oz y el martillo ni de la persona encuentra su cualidad de entidad
bandera peruana, sino de la de Dios. deseante y aparece en su propia historia
Instalarse como vigía de la luz de como alguien capaz de transformarse
Dios le permitirá a Lurgio, descubrir el ubicándose en la sociedad como un ser
cambio social a través del amor. Valgan verdadero y creativo. Creo que Lurgio
certezas: el amor al prójimo marcará las nos revela en carne propia ese proceso de
acciones de aquella criatura que creciera transformación constante en una
en la soledad, el hambre, la crueldad y el búsqueda –que aparece por ratos, tímida y
horror. Entonces nos parece reconocer en por ratos activamente decisiva– por hallar
las líneas escritas en las memorias que la su lugar en el mundo.
ternura perdida tras la ausencia materna, Pareciera ser que la creación se
será renovada cuando el sujeto llegue a nos va arrebatando a medida que se nos
posicionarse como un ser capaz de exige la adaptación a un medio social que
reconocer la cualidad del amor en el otro, no se atreve a coexistir con la
en el prójimo; es decir, el reconocimiento singularidad de cada persona. Nos da la
del deseo singular y de la humanidad de sensación de que la creatividad se estanca
toda persona hará posible que los lazos de en la infancia o se restringe sólo al mundo
artístico, entonces la nostalgia nos parece  Mann, T. (2003). La muerte en
el único puente de retorno a ese tiempo Venecia. España: Planeta
donde inventábamos mundos para vivir DeAgostini.
con infantil dignidad. Pero como dice  Winnicott, D. (1990). Realidad y
Thomas Mann en La muerte en Venecia, juego. Argentina: Editorial
“tenemos la edad que nuestro espíritu y Gedisa.
nuestro corazón nos dictan”.

Quien se acerque a las memorias


de un soldado desconocido podrá
encontrar tanto horror como aprendizajes
maravillosos. Quizá se caiga en la
desazón al comprobar que poco o nada ha
cambiado desde los tiempos en que
Lurgio fuera niño y viviera la pesadilla de
la violencia extrema a flor de piel, hasta
hoy. Es una vida la que está escrita en
esas páginas y como tal, el aprendizaje
estará de la mano de quien sepa escuchar
lo que necesita para emprender una vida
entregada en el amor mutuo, lo que
significa convivir en lazos de respeto,
solidaridad y confianza. Queda en la
libertad de cada quien, la memoria que ha
de construirse desde hoy para el futuro.
Acompañemos a Lurgio en su travesía
desde la pobreza y el dolor, pasando por
la crueldad y el horror, para llegar hasta el
amor: no hay nada que perder.

Referencias:
 Gavilán, L. (2013). Memorias de
un soldado desconocido.
Autobiografía y antropología de
la violencia. Lima: Instituto de
Estudios Peruanos; Universidad
Iberoamericana.
 Grinberg, L., Grinberg, R. (1984).
Psicoanálisis de la migración y
del exilio. Madrid: Alianza
Editorial.
 Freud, S. (1973 [1914]).
Recuerdo, repetición y
elaboración. Obras Completas.
Tomo II. Tercera edición. Madrid:
Biblioteca Nueva.

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