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Manifestaciones gastrointestinales,

126 hepatobiliares y pancreáticas


de la infección por el virus
de la inmunodeficiencia humana
Charles Haines y Mark S. Sulkowski

ESQUEMA DEL CAPÍTULO


Definición frecuente es que no se relacionen con la biliar y de las vías biliares no relacionadas con
• Las enfermedades gastrointestinales y inmunosupresión inducida por el VIH. el SIDA pueden ser más frecuentes en dichos
hepatobiliares son una causa frecuente de • Helicobacter pylori, CMV y el sarcoma de Kaposi contextos.
morbilidad en las personas con infección por son causas frecuentes de trastornos gástricos. • Se puede utilizar la colangiopancreatografía
el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) • Suele ser necesario realizar una endoscopia retrógrada endoscópica para el diagnóstico
y suelen deberse a factores del huésped y a alta y biopsias gástricas para establecer el y el tratamiento.
diversas exposiciones. diagnóstico definitivo. • La didanosina y la pentamidina sistémica
pueden causar pancreatitis.
Trastornos del esófago Trastornos hepáticos
• Se han descrito casos de infección pancreática
• Los trastornos del esófago suelen manifestarse • Debido a que los modos de transmisión son
por micobacterias, Cryptococcus, Toxoplasma
como disfagia u odinofagia y afectan hasta compartidos, la hepatitis causada por la
gondii, P. jirovecii y CMV, a menudo como una
al 33% de los pacientes con síndrome de infección aguda o crónica con los virus de la
enfermedad diseminada.
inmunodeficiencia adquirida (SIDA). hepatitis B y C es frecuente.
• Entre las causas infecciosas, hay que citar • Se ha observado una lesión hepática inducida Trastornos del intestino delgado y grueso
Candida, citomegalovirus (CMV), virus herpes por fármacos con algunos antirretrovirales y • Entre las causas de enterocolitis se incluyen
simple, virus varicela-zóster, micobacterias, otros medicamentos usados en personas con patógenos bacterianos, protozoarios y virales
Histoplasma y Pneumocystis jirovecii. infección por VIH. (v. tabla 126-2).
• Entre las causas no infecciosas, hay que citar la • Clostridium difficile es la causa más frecuente
Trastornos de las vías biliares, la vesícula
esofagitis por reflujo y la esofagitis por pastillas. de diarrea en pacientes infectados por el VIH.
biliar y el páncreas
• El carcinoma esofágico, el linfoma y el sarcoma • Las infecciones por CMV, Cryptosporidium
• La colecistitis alitiásica y la colangitis se
de Kaposi son causas no infecciosas. y complejo Mycobacterium avium son
observan sobre todo en el SIDA avanzado
• Los diagnósticos de sospecha suelen poder más frecuentes en el contexto de una
y pueden afectar al páncreas.
establecerse con una anamnesis y una inmunodepresión intensa.
• CMV, Cryptosporidium y los microsporidios
exploración física cuidadosas. • La enteropatía asociada al VIH causa una
son los microorganismos más frecuentes.
• La endoscopia alta con biopsia de las lesiones diarrea con cultivo negativo y puede mejorar
• La colecistitis alitiásica y la colangitis
es muy sensible en muchos casos. con el TAR. El virus del papiloma humano (VPH)
relacionadas con el SIDA son infrecuentes
y la displasia anal de alto grado son más
Trastornos del estómago en los contextos donde el tratamiento
frecuentes en el VIH, pero la utilidad de la
• Los trastornos gástricos pueden deberse antirretroviral (TAR) se usa de forma
detección selectiva del VPH anal no está clara.
a infecciones oportunistas, pero lo más generalizada, y las enfermedades de la vesícula

Las enfermedades del sistema gastrointestinal suelen ser complicaciones es poco probable que los pacientes con VIH que conservan relativamente
habituales de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana la función inmunitaria sufran manifestaciones gastrointestinales por
(VIH) e indican su progresión hacia el síndrome de inmunodeficiencia patógenos oportunistas, pero pueden tener riesgo de desarrollar otras
adquirida (SIDA). Muchas enfermedades gastrointestinales relacionadas enfermedades gastrointestinales, como hepatitis B o C, enfermedad por
con el VIH, como la esofagitis por Candida, la criptosporidiosis biliar reflujo gastroesofágico (ERGE) o efectos adversos del TAR2.
y la colitis por citomegalovirus (CMV), representan infecciones opor-
tunistas que son resultado de la inmunosupresión avanzada, mientras TRASTORNOS DEL ESÓFAGO
que otros procesos gastrointestinales, como la hepatitis viral crónica B La enfermedad esofágica es frecuente en las personas con VIH y afecta
y C o la lesión hepática inducida por fármacos, pueden presentarse hasta a un tercio de quienes tienen SIDA3. Las alteraciones esofágicas
en cualquier estadio de la enfermedad por este virus. Las probabilida- producen por lo general síntomas de disfagia y odinofagia, que pueden
des y la naturaleza de las manifestaciones gastrointestinales del VIH deberse a ulceración del esófago causada por patógenos infecciosos
dependen tanto del huésped como de factores ambientales, ya que las o procesos no infecciosos. La esofagitis infecciosa es con frecuencia
complicaciones infecciosas son generalmente producto de la exposición el resultado de la infección por Candida albicans, pero ésta también
a patógenos potenciales y de la inmunocompetencia. Con la introduc- puede estar originada por virus, como el del herpes simple (VHS), el
ción del tratamiento antirretroviral (TAR) potente, la incidencia y el CMV y el de la varicela-zóster (VVZ), y en menor medida por otros
espectro de las manifestaciones gastrointestinales relacionadas con patógenos infecciosos, como Mycobacterium tuberculosis, micobacte-
el VIH han cambiado de forma notable1. La mayoría de los pacientes rias no tuberculosas, Histoplasma capsulatum, Pneumocystis jirovecii e
con inmunodeficiencia grave tienen más probabilidades de padecer infección por VIH primaria5. Los procesos no infecciosos, por ejemplo
enfermedad sintomática del tracto gastrointestinal, y la amplia gama de la esofagitis por reflujo, o por ingesta de determinados comprimidos
consideraciones diagnósticas obliga a una evaluación sistemática de los (zidovudina y doxiciclina) y las neoplasias (carcinoma, linfoma y sarco-
signos y síntomas gastrointestinales en estos pacientes. Por el contrario, ma de Kaposi) pueden ser clínicamente indistinguibles de la esofagitis
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Descargado para Fabio Figueroa (fabio_figueroa@hotmail.com) en Univ Antioquia de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 02, 2017.
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PALABRAS CLAVE
bacteriemia por Salmonella; cáncer gástrico; colangitis; colecistitis ali-
tiásica; enterocolitis; esofagitis; gastritis; pancreatitis

Capítulo 126  Manifestaciones gastrointestinales, hepatobiliares y pancreáticas de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana

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infecciosa. Además, el riesgo de carcinoma esofágico (y gástrico) puede Las personas con infección por VIH pueden tener también trastornos
ser significativamente mayor en personas con SIDA en comparación con esofágicos convencionales, como esofagitis por reflujo, acalasia, esteno­
la población general, con independencia de la localización del cáncer sis esofágica y fístulas traqueoesofágicas.
y de la histología4. Las ulceraciones esofágicas suelen estar causadas
Parte II  Síndromes clínicos principales

Cuando las lesiones se observan mediante endoscopia, se debe


por CMV (aproximadamente el 45%), pero en alrededor del 40% de realizar una biopsia y preparar cortes tisulares para tinciones histopa-
los casos son idiopáticas y en aproximadamente el 5% provocadas por tológicas, con el fin de identificar cuerpos de inclusión virales (CMV),
el VHS, y pueden producir síntomas de dolor localizado5. En la era del células gigantes multinucleadas (virus del herpes simple), VHS y CMV
TAR eficaz, el espectro clínico de la enfermedad esofágica ha cambiado (identificados con tinción inmunohistoquímica) u hongos invasivos. En
radicalmente; la aparición de ulceración esofágica infecciosa e idiopática algunos ámbitos se ha utilizado el análisis mediante reacción en cadena
ha disminuido de forma notable, mientras que las afecciones del esófago de la polimerasa (PCR) para detectar organismos a partir de muestras
no infecciosas, como la ERGE y los trastornos de la motilidad (p. ej., biópsicas de úlcera no diagnósticas; sin embargo, la contaminación con
acalasia) pueden representar una proporción creciente de los síntomas secreciones orales limita su utilidad clínica10. Los cultivos para hongos y
esofágicos. virus pueden ser útiles, aunque los resultados positivos para C. albicans
Con independencia de la etiología, la mayoría de los procesos eso- pueden no indicar una esofagitis. Cuando se sospecha la presencia de
fágicos se asocian a disfagia y odinofagia, y pueden presentar dolor candidiasis resistente a los azoles es útil realizar pruebas para detectar la
retroesternal persistente o intermitente, náuseas, anorexia y pérdida sensibilidad de los fármacos antifúngicos11. La eficacia de la endoscopia
ponderal. El inicio de los síntomas puede ser agudo, pero en general unida a la biopsia y los cultivos es muy elevada, y se puede detectar más
sigue un curso indolente. En los pacientes con odinofagia se pueden de un proceso patológico. Sin embargo, tal vez sean necesarias múltiples
encontrar manifestaciones no esofágicas de la enfermedad; por ejem- biopsias (más de tres) para descartar el diagnóstico de esofagitis viral.
plo, la candidiasis oral suele acompañar a la esofagitis por Candida y Las lesiones que no responden al tratamiento adecuado se deben ree-
la infección activa por CMV se puede hallar en otras localizaciones valuar mediante endoscopia junto con biopsia y cultivos para confirmar
anatómicas, como la retina o el colon6. Sin embargo, en los enfermos el diagnóstico y, si está indicado, realizar un antibiograma.
con inmunodeficiencia avanzada, la amplia gama de procesos mórbidos
y la posibilidad de múltiples causas obligan a abordar metódicamente la TRASTORNOS DEL ESTÓMAGO
evaluación y el tratamiento de los síntomas esofágicos. En los pacientes con VIH las infecciones oportunistas pueden causar
Durante la evaluación inicial, la anamnesis puede sugerir la presencia trastornos del estómago, pero a menudo éstos no se relacionan con la
de esofagitis inducida por fármacos o ERGE, y la exploración clínica pue- inmunodeficiencia inducida por VIH, incluso en casos de enfermedad
de revelar que existe candidiasis oral o retinitis por CMV. Los pacientes avanzada. Los pacientes con enfermedad gástrica pueden presentar
con cifras de células T CD4+ relativamente altas (>350 células/mm3) molestias inespecíficas como náuseas, vómitos, sensación de plenitud
que presentan síntomas típicos de ERGE pueden recibir un tratamiento y anorexia; también en ocasiones tienen dolor abdominal y hemate-
farmacológico empírico para reducir la secreción de ácido gástrico con mesis. Algunos procesos mórbidos, por ejemplo la gastritis por CMV
inhibidores de la bomba de protones y antagonistas H2. No obstante, y el sarcoma de Kaposi intestinal, pueden estar asociados a afectación
los médicos deben saber qué medicaciones utiliza el paciente, porque la extragástrica.
absorción de algunos fármacos antirretrovirales (p. ej., atazanavir) puede En las personas infectadas por VIH con síntomas del tracto gas-
disminuir en el marco de la supresión del ácido gástrico. Los pacientes trointestinal superior se pueden encontrar gastritis y úlceras gastroduo-
con enfermedad más avanzada por VIH y síntomas esofágicos, con o sin denales, causadas a veces por la infección por Helicobacter pylori. Sin
la presencia de candidiasis oral, deben recibir tratamiento empírico para embargo, diferentes estudios indican que la prevalencia de enfermedad
la candidiasis esofágica con antifúngicos (p. ej., fluconazol en dosis de por este organismo es menor en las personas con infección por VIH que
100 mg/día)7. El tratamiento antifúngico empírico por vía oral es muy en la población general, debido posiblemente al frecuente tratamiento
eficaz en esta candidiasis y se suele preferir a la realización inicial de antimicrobiano. Por ejemplo, Varsky y cols.12 notificaron que sólo el
endoscopia diagnóstica del tracto superior8. Si los síntomas esofágicos 5% de 497 pacientes con VIH con molestias gastrointestinales tenía
se resuelven con antifúngicos orales, el diagnóstico de candidiasis se pruebas endoscópicas de la existencia de úlceras gastroduodenales, y
puede establecer de forma empírica. Sin embargo, si no responden al sólo en un tercio de estos pacientes se halló infección por H. pylori.
tratamiento antifúngico al cabo de 4-7 días, es necesaria una evaluación Dicha infección se puede detectar por pruebas serológicas, la prueba
más exhaustiva. La mayoría de los pacientes con enfermedad avanzada de urea en el aliento y evaluaciones histológicas; sin embargo, se ha
por VIH (hasta el 77%) que no responden a dicho tratamiento tiene desarrollado una prueba muy precisa y no invasiva que se ha convertido
ulceraciones esofágicas en vez de signos de candidiasis esofágica persis- en la preferida para detectar el antígeno de H. pylori en las heces13. Los
tente9. La endoscopia del tracto superior con biopsia y tinción inmu- pacientes con VIH pueden tener también alterada la función gástrica,
nohistoquímica es un procedimiento muy sensible para establecer el con disminución de la secreción de ácido gástrico y de factor intrínseco.
diagnóstico específico y constituye el método de abordaje preferido para La hipoclorhidria puede disminuir la absorción de algunos medica-
evaluar a los pacientes con odinofagia o disfagia que no responden al mentos, como el ketaconazol, el itraconazol y el atazanavir, y también
tratamiento antifúngico empírico. La radiografía de contraste del tracto permitir el sobrecrecimiento de las bacterias gástricas14. La infección
gastrointestinal superior puede revelar alteraciones características, pero por VIH puede también alterar el microbioma del líquido gástrico, lo
estos hallazgos son relativamente insensibles e inespecíficos, mientras que reduce la diversidad bacteriana; las implicaciones clínicas de este
que el uso de la endoscopia del tracto superior puede ofrecer un diagnós- fenómeno se desconocen15.
tico patológico tratable en la mayoría de los pacientes. El CMV puede causar inflamación o ulceración gástricas solo o
El aspecto endoscópico de la candidiasis oral recuerda a placas fria- asociado a úlceras esofágicas. El aspecto de la afectación gástrica por
bles similares al queso que pueden afectar a todo el esófago, mientras CMV puede ser diverso, con pliegues gástricos engrosados y edematosos,
que la esofagitis viral se asocia en general a ulceraciones difusas y erite- gastritis erosiva y úlceras superficiales o profundas. Es posible que las
matosas de la mucosa. La esofagitis por CMV suele causar ulceraciones características radiológicas sean inespecíficas e incluso similares a las
abundantes, grandes y poco profundas, mientras que la provocada por de una masa, lo que sugiere un proceso maligno. También se han des-
virus del herpes simple produce úlceras superficiales y confluyentes en la crito otras infecciones gástricas, por ejemplo por Cryptosporidium,
parte distal del esófago, y puede estar asociada a lesiones concomitantes por el complejo Mycobacterium avium, histoplasmosis, leishmaniasis
no esofágicas. En la endoscopia, las úlceras idiopáticas o aftosas pueden y sífilis. Las lesiones malignas que afectan al estómago pueden estar
tener un aspecto similar al de las causadas por el CMV y represen- asociadas también a síntomas del tracto gastrointestinal superior. En
tan un diagnóstico de exclusión. En un menor número de casos, se muchos pacientes, el sarcoma de Kaposi gastrointestinal, asociado a
observan otros procesos infecciosos como Mycobacterium tuberculosis una infección por virus del herpes humano de tipo 8, es una com-
y Haemophilus ducreyi. Los cuadros no infecciosos, por ejemplo las plicación de la enfermedad cutánea en hasta el 50% de los pacientes y
úlceras inducidas por fármacos y las enfermedades malignas, pueden suele afectar al estómago16. Las lesiones del sarcoma de Kaposi gástrico
afectar también al esófago, y los procesos tumorales más frecuentes pueden ser asintomáticas pero también causar náuseas, dolor abdominal
son el sarcoma de Kaposi, el linfoma primario y el adenocarcinoma. y, en muy pocas ocasiones, hemorragia grave. Los linfomas relacionados

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con el SIDA pueden afectar también al tracto gastrointestinal; estas La recogida de bilis del conducto colédoco y la biopsia duodenal o
lesiones tienden a ser multifocales, pero contadas veces son linfomas papilar pueden identificar un patógeno oportunista o una enfermedad
de tejido linfoide asociado a la mucosa gástrica (MALT), asociados a maligna. En más de la mitad de los casos, la colangitis, al igual que la
H. pylori17. Aunque parece que ha disminuido la incidencia del linfoma

Capítulo 126  Manifestaciones gastrointestinales, hepatobiliares y pancreáticas de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
colecistitis alitiásica, se asocia a infecciones oportunistas por CMV,
relacionado con el SIDA en la era del TAR, el riesgo de carcinoma gás- Cryptosporidium o microsporidios. Por ejemplo, de 82 pacientes con
trico es elevado (hasta un 44% mayor) en personas con SIDA respecto VIH que desarrollaron criptosporidiosis durante un brote transmitido
a la población general4. A la luz de estas diferentes consideraciones por el agua, 24 (29%) tenían indicios de afectación biliar que se asoció
diagnósticas, se debe evaluar a los pacientes con síntomas persistentes a cifras de linfocitos CD4+ inferiores a 50 células/mm3 5,21. También
del tracto gastrointestinal superior, en especial a aquellos con recuentos se ha notificado la presencia de otros patógenos infecciosos, como
bajos de linfocitos CD4+, para detectar infecciones oportunistas y neo- Cryptococcus neoformans, Cystoisospora belli y P. jirovecii, así como de
plasias malignas. Para establecer el diagnóstico definitivo del trastorno enfermedades malignas de los conductos biliares, entre ellas linfoma y
del tracto gastrointestinal superior, suele ser necesaria una evaluación sarcoma de Kaposi. Si existe estenosis papilar, la esfinterotomía endos-
endoscópica, con biopsia y cultivos. Las lesiones del sarcoma de Kaposi cópica puede aliviar los síntomas y resolver la alteración bioquímica de
aparecen de forma característica como una masa submucosa de color la colestasis, aunque en algunas series de casos la eficacia de este proceso
azul violáceo, sin ulceraciones ni hemorragias, pero también pueden fue decepcionante22.
presentarse como linitis plástica. Hasta en dos tercios de los casos, la
biopsia de estas lesiones no sirve para confirmar el sarcoma de Kaposi. TRASTORNOS HEPÁTICOS
No obstante, cuando dicho sarcoma cutáneo ha sido demostrado his- Los trastornos hepáticos son bastante frecuentes en las personas con
tológicamente, el aspecto endoscópico de la lesión puede ser suficiente VIH y con frecuencia se asocian a un aumento de las concentraciones
a la hora de establecer el diagnóstico. Se debe realizar una biopsia de séricas de alanina y aspartato aminotransferasas (ALT y AST, respecti-
las úlceras gastroduodenales y enviar muestras para cultivos virales y vamente) y fosfatasa alcalina. La enfermedad hepática puede deberse a
tinción histológica en busca de pruebas de inclusiones virales, hongos e hepatitis viral aguda o crónica, infecciones oportunistas relacionadas con
infección por H. pylori. Pueden precisarse múltiples biopsias para des- el VIH o procesos no infecciosos, por ejemplo intoxicación farmacoló-
cartar patógenos virales, y las tinciones y cultivos adicionales pueden gica, alcohol, esteatosis hepática no alcohólica y enfermedad maligna
ayudar a diagnosticar infecciones específicas, por ejemplo las tinciones (tabla 126-1). Como comparten las vías de transmisión, las infecciones
ácido-alcohol resistentes y los cultivos para el complejo de M. avium. crónicas por el virus de la hepatitis B (VHB) y de la hepatitis C (VHC),
o ambas, suelen ser complicaciones de la enfermedad por VIH2 y la
TRASTORNOS DE LAS VÍAS hepatopatía causada por estos patógenos se ha convertido en una de
BILIARES Y LA VESÍCULA BILIAR las causas más frecuentes de mortalidad en personas con VIH en la era
Entre las enfermedades de la vesícula biliar y de las vías biliares que del TAR eficaz23,24.
afectan a las personas con VIH se incluyen anomalías frecuentes, no El 20% de las personas con VIH que contraen una infección aguda
relacionadas con el SIDA, por ejemplo colelitiasis y alteraciones asocia- por VHB desarrollarán infección crónica por este virus, caracterizada
das al SIDA, como colecistitis alitiásica y colangiopatía. Los pacientes por la presencia en sangre del antígeno de superficie de la hepatitis B
suelen presentar dolor posprandial, fiebre, dolor y sensibilidad en el (HBsAg) y una replicación viral activa continua, frente al 5% de las
cuadrante superior derecho y un aumento de la concentración sérica de personas sin VIH25. Además, en pacientes con anticuerpos frente al
fosfatasa alcalina. La ecografía o la tomografía computarizada pueden mencionado antígeno que desarrollan inmunosupresión grave, se ha
poner de manifiesto colecistitis aguda o colangitis relacionadas con observado la reactivación espontánea del VHB26. Aunque la infección
colelitiasis y, en pacientes con inmunodeficiencia avanzada, estos estu- crónica por VHB no parece influir adversamente en la historia natu-
dios pueden sugerir que existe colecistitis alitiásica o colangitis asociada ral de la enfermedad por VIH, las personas coinfectadas tienen un
al SIDA18. Durante la colecistitis alitiásica aguda o crónica, la vesícula mayor riesgo de morbilidad y mortalidad relacionadas con el hígado
biliar tiene un aspecto engrosado y edematoso, con obliteración de su en comparación con los sólo infectados de forma crónica por el VHB27.
luz y sin evidencias de cálculos biliares. Si la vesícula no se observa en Por ejemplo, en los hombres con y sin VIH sometidos a seguimiento lon­
la gammagrafía hepatobiliar hay que sospechar la presencia de colecis- gitudinal en el Multicenter AIDS Cohort Study (MACS), Thio y cols.27
titis. Si se realiza una colecistectomía, los especímenes se deben evaluar observaron que los que tenían coinfección con VIH y VHB tenían
microbiológica e histopatológicamente ya que antes del TAR potente, unas probabilidades de morir de enfermedad hepática unas 19 veces
en más del 50% de los casos se detectaban patógenos oportunistas19. mayores que los infectados sólo por VHB. Estos y otros datos respaldan
Los que con más frecuencia se asocian a colecistitis alitiásica son CMV, la recomendación de que en todas las personas con VIH se debería
Cryptosporidium y microsporidios; no obstante, se pueden recuperar realizar una detección selectiva para determinar si la infección está
muchos otros organismos o patógenos, como Cystoisospora belli, y es resuelta o continúa activa28. Se recomienda hacer pruebas para detectar
frecuente que tras la evaluación microbiológica amplia no se identifique HBsAg, anticuerpo frente al core de la hepatitis B (total) y anticuerpo
ningún agente etiológico. Aunque en los pacientes con VIH con signos frente al antígeno de superficie del VHB antes de iniciar el tratamiento
y síntomas de colecistitis aguda es fundamental descartar infecciones antirretroviral, porque algunos de los fármacos que suelen utilizarse
oportunistas, hay que destacar que la incidencia de colangiopatía por para tratar el VIH también son activos contra el VHB. Se debe vacunar
SIDA es muy baja en los contextos donde se usa ampliamente el TAR y a las personas sin datos de haber tenido una infección previa (es decir,
debería considerarse como primera opción en pacientes con un recuento susceptibilidad a la infección por VHB). Los afectados por hepatitis B
de linfocitos T CD4+ menor de 50/mm3. Por tanto, es probable que crónica (definida por la persistencia de HBsAg >6 meses) deben pasar
trastornos no infecciosos (p. ej., la colelitiasis) justifiquen el aumento una exploración adicional para determinar el estado de replicación del
de la proporción de enfermedad hepatobiliar en los pacientes con VIH. VHB (p. ej., pruebas de antígeno precoz [HBeAg] y ácido desoxirribonu-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Aunque es infrecuente, el uso de atazanavir (un inhibidor de la proteasa cleico [ADN] del VHB en suero) y el estadio de la enfermedad hepática
del VIH) puede causar el desarrollo de cálculos biliares que contienen (p. ej., concentración sérica de ALT u otro marcador sérico de lesión
unas concentraciones del fármaco; por tanto, los pacientes tratados con hepática, biopsia hepática o elastografía de transición).
atazanavir que presentan una colelitiasis sintomática requieren que se Los pacientes con VIH e infección crónica por VHB caracterizada
plantee el cambio a otro fármaco antirretroviral20. por replicación activa del VHB (p. ej., ADN detectable del VHB) tienen
Si las pruebas radiológicas no invasivas indican una dilatación intra un mayor riesgo de desarrollar cirrosis, hepatopatía terminal y carcino-
o extrahepática del conducto biliar, puede ser necesaria una colangio- ma hepatocelular, y deberían monitorizarse para detectar la aparición
pancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) para el diagnóstico de cáncer con ecografía hepática cada 6-12 meses29. Se recomienda
y tratamiento de la colangiopatía asociada al SIDA. Se han descrito el tratamiento simultáneo del VHB y del VIH en todas las personas
cuatro patrones frecuentes de alteraciones colangiográficas observados coinfectadas por ambos virus, con independencia de las concentracio-
por CPRE: estenosis de la papila de Vater con dilatación del conducto nes séricas de ALT o de ADN del VHB30. El objetivo del tratamiento
biliar extrahepático, colangitis esclerosante, una combinación de esta del VHB en pacientes coinfectados es la prevención de la hepatopatía
última y estenosis papilar y estenosis o constricción larga del colédoco. (p. ej., cirrosis y cáncer hepatocelular), que puede conseguirse por una

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TABLA 126-1  Causas seleccionadas actividad anti-VIH ni resistencia del VIH con las dosis aprobadas,
de enfermedad hepática en las personas algunos expertos mantienen su preocupación sobre la posibilidad de
con el virus de la inmunodeficiencia humana aparición de resistencia del VIH7. El interferón-a o el peginterferón-a
Parte II  Síndromes clínicos principales

también pueden ser eficaces para el tratamiento del VHB crónico; sin
Virus embargo, existen pocos datos sobre su eficacia y tolerancia en personas
Hepatitis A coinfectadas por el VIH32. Las directrices terapéuticas actuales reco-
Hepatitis B miendan que todas las personas infectadas por el VIH y con infección
Hepatitis C crónica por VHB reciban tratamiento con TAR combinado que incluya
Hepatitis D (con hepatitis B) tenofovir y emtricitabina o lamivudina. El tratamiento de una infección
Hepatitis E viral, pero no de la otra (p. ej., tratar el VIH pero no el VHB, o viceversa)
Epstein-Barr ya no se recomienda.
Citomegalovirus También es frecuente la coinfección con VHC. Entre las personas
Herpes simple con infección por VIH y exposición parenteral, como consumidores de
Adenovirus
drogas inyectables y receptores de productos sanguíneos, la prevalencia
de hepatitis C crónica es elevada, oscilando entre el 60% y el 95% en todo
Varicela-zóster
el mundo33. La trasmisión heterosexual del VHC es infrecuente, pero
Hongos puede ser más probable en personas que están coinfectadas con el VIH
Histoplasma capsulatum y VHC. Igualmente, la transmisión del VHC en varones con relaciones
Cryptococcus neoformans homosexuales (HRH) infectados por el VIH se identifica en número
Coccidioides immitis cada vez mayor de casos, especialmente en hombres que tienen relacio-
Candida albicans nes sexuales anales receptivas no protegidas34. Aunque la mayoría de los
Pneumocystis jirovecii pacientes coinfectados con VIH y VHC tiene elevaciones asintomáticas
Penicillium marneffei de las concentraciones séricas de ALT y AST, la infección crónica por
Protozoos VHC puede causar una fibrosis hepática significativa o cirrosis, que
Toxoplasma gondii puede dar paso a descompensación hepática, carcinoma hepatocelular
Cryptosporidium parvum
(CHC) o el fallecimiento35. Los pacientes con hepatopatía terminal
tienen sintomatología abundante, con manifestaciones de hipertensión
Microsporidos
portal como ascitis, varices esofágicas y esplenomegalia; disminución
Schistosoma
de la función de síntesis del hígado, por ejemplo hipoalbuminemia,
Bacterias trombocitopenia y coagulopatía; y encefalopatía hepática. En algunos
Micobacterias centros, los pacientes infectados por VIH con CHC o hepatopatía termi-
Complejo Mycobacterium avium nal pueden ser candidatos a trasplante hepático36. Las manifestaciones
Mycobacterium tuberculosis extrahepáticas de la infección por el virus de la hepatitis C, como glo-
Bartonella henselae (peliosis hepática) merulonefritis membranosa, porfiria cutánea tarda y crioglobulinemia
Neoplasias malignas con o sin vasculitis, pueden aparecer también en cualquier estadio de
Sarcoma de Kaposi (VHH-8) la hepatopatía.
Linfoma no Hodgkin La coinfección por VIH tiene un efecto adverso sobre la historia
Carcinoma hepatocelular
natural de la enfermedad por VHC, con un aumento de la replicación
del VHC y aceleración de la fibrosis hepática, debido probablemen-
Fármacos
te a la inmunosupresión relacionada con el VIH. Por otra parte, hay
Zidovudina
informes contradictorios sobre el impacto de la infección por VHC en
Didanosina la historia natural de la enfermedad por VIH. Y en la mayoría de las
Nevirapina personas el VHC no afecta de modo adverso a la enfermedad por VIH
Ritonavir (dosis plena) o su tratamiento con TAR37. En la era del tratamiento eficaz contra el
Otros inhibidores de la proteasa del VIH-1 (tipranavir/ritonavir) VIH, la infección por VHC ha aparecido como una causa relevante de
Fluconazol morbilidad y mortalidad en pacientes con VIH5. Por tanto, las directrices
Antibióticos macrólidos terapéuticas actuales recomiendan que se someta a detección selectiva a
Isoniazida todos los pacientes infectados por VIH, con un análisis autorizado para
Rifampicina detectar anticuerpos anti-VHC. Sin embargo, los pacientes con inmuno-
Trimetoprima-sulfametoxazol deficiencia avanzada (p. ej., recuento de linfocitos CD4+ <100/mm3) o
VHH-8, virus herpes humano tipo 8; VIH, virus de la inmunodeficiencia humana.
infección aguda por VHC pueden ser no reactivos para los anticuerpos
anti-VHC; en estos casos, debe valorarse la presencia de ARN del VHC
en sangre cuando se sospeche infección por VHC en personas con
resultados negativos de anti-VHC (p. ej., con nivel de enzimas hepáticas
supresión sostenida de la replicación del VHB y, en algunos casos la elevado). En los casos con resultados de anticuerpos anti-VHC positivos,
eliminación serológica de los antígenos HBe, HBs o de ambos. Tres se han de realizar otras pruebas para confirmar la replicación acti­
fármacos antirretrovirales aprobados por la Food and Drug Adminis- va del virus, haciendo la prueba complementaria para detectar el ARN
tration (FDA) de Estados Unidos para el tratamiento del VIH (lamivu- del VHC. A los pacientes con coinfección por VIH/VHC se les debe
dina, emtricitabina y tenofovir disoproxil fumarato) suprimen también dar consejos para prevenir el daño hepático y la transmisión del VHC,
la replicación del VHB mediante la inhibición de la ADN polimerasa hay que evaluarlos para descartar la presencia de enfermedad hepática
de este virus (v. caps. 46 y 119)29. De modo similar, el entecavir, análogo crónica y tomarlos en consideración para el tratamiento anti-VHC3.
de guanosina aprobado para el tratamiento de la infección crónica por Como la ingestión de alcohol acelera la progresión de la enfermedad
el VHB, inhibe también la transcriptasa inversa in vivo e in vitro, que hepática, se debe aconsejar a los pacientes que se abstengan de ingerirlo.
en algunos pacientes con coinfección lleva a la aparición de mutaciones La valoración de la gravedad de la enfermedad ha de incluir la historia
de resistencia al VIH (M184V) que confieren una menor sensibilidad a y la exploración física para detectar signos y síntomas de enfermedad
lamivudina y emtricitabina31. Estos fármacos, que son activos frente a hepática crónica, una medición de la albúmina sanguínea y del tiempo
ambos virus, se deben usar sólo como parte de un régimen terapéutico de protrombina/Índice Normalizado Internacional, la determinación
antirretroviral combinado. Además, el adefovir oral (10 mg/día) y la de bilirrubina directa y un recuento plaquetario. La determinación de
telbivudina también están aprobados para el tratamiento de la infección la concentración de ARN del VHC es relevante para establecer que la
crónica por VHB, pero no son tratamientos de primera línea para este infección está activa, pero sólo proporciona información limitada sobre
virus. Asimismo, aunque no se ha observado que estos fármacos tengan la gravedad de la enfermedad. Las técnicas radiológicas no invasivas

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pueden mostrar alteraciones del parénquima hepático, masas y signos de y específicas para bacilos ácido-alcohol resistentes y hongos patógenos.
ascitis, esplenomegalia y varices; sin embargo, los estudios radiológicos Las lesiones ocupantes de espacio hepáticas suelen deberse a neoplasias
no pueden descartar de forma fiable la presencia de enfermedad hepática malignas, aunque a nivel radiológico ciertos procesos infecciosos pueden

Capítulo 126  Manifestaciones gastrointestinales, hepatobiliares y pancreáticas de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
histológica significativa. Se recomienda una estadificación específica de recordar a las lesiones en forma de masa. Antes del uso generalizado
la hepatopatía en todos los pacientes coinfectados utilizando marcadores del TAR, el sarcoma de Kaposi era la neoplasia hepática más frecuen-
séricos no invasivos (p. ej., proporción AST/plaquetas), medición de la te; la afectación hepática se produce por lo general en el marco de la
rigidez hepática por elastografía, o biopsia hepática38,39. Además de la enfermedad cutánea y se asocia con frecuencia a hepatomegalia y dolor
estadificación de la fibrosis hepática, la evaluación histológica puede ser abdominal. La tomografía computarizada abdominal con contraste
útil para descartar otras causas de enfermedad hepática, como las no puede poner de manifiesto lesiones localizadas en las áreas capsular,
alcohólicas, la intoxicación farmacológica y los patógenos oportunistas. hiliar y portal, con invasión del parénquima hepático. Para establecer el
Todas las personas con VIH con infección aguda o crónica por VHC diagnóstico definitivo es precisa una biopsia con examen histológico; sin
deben ser consideradas para tratamiento del VHC. En ausencia de embargo, el riesgo de hemorragia tras la misma puede estar aumentado
contraindicaciones, el tratamiento contra el VHC debe ofrecerse de debido a la naturaleza vascular de la lesión del sarcoma de Kaposi. Los
modo habitual a las personas en las que se considere que los beneficios linfomas no Hodgkin también pueden afectar al hígado, en general
potenciales del mismo superan a los riesgos potenciales. Debido a que asociados a afectación ganglionar, visceral o ambas, aunque también se
el TAR puede frenar la progresión de la hepatopatía relacionada con el han diagnosticado linfomas hepáticos primarios. Los pacientes a veces
VHC, la mayoría de los pacientes coinfectados con este virus deberían presentan síntomas «B», que son pérdida ponderal, fiebre, sudoración noc­­
recibir tratamiento antirretroviral, con independencia del recuento de turna y dolor abdominal; la ictericia puede aparecer por obstrucción
linfocitos CD4+. Por lo general, la selección de los regímenes para el intrahepática o extrahepática del conducto biliar. La imagen radiológica
VIH y el VHC en pacientes coinfectados con infección por VIH debería pone de manifiesto una o múltiples masas hepáticas y afectación de
seguir las directrices para los pacientes con monoinfección por VIH o los ganglios linfáticos abdominales. Para confirmar el diagnóstico de lin­­
VHC. Sin embargo, el tratamiento del VHC en pacientes que reciben foma se debe realizar biopsia de la lesión hepática o de los ganglios
TAR puede verse complicado por el aumento del número de pastillas, linfáticos afectados. Aunque en los pacientes con VIH ha disminuido
las toxicidades y las interacciones farmacológicas. Por ejemplo, debido la incidencia de sarcoma de Kaposi y linfoma, ha aumentado la de
a la inhibición o inducción del citocromo P-4503A/4 (CYP3A/4), los carcinoma hepatocelular relacionado con la infección crónica de hepa-
inhibidores de la proteasa no estructural 3/4A (NS3/4A) del VHC tela- titis B o C, sobre todo en los pacientes con VIH, y especialmente en los
previr o boceprevir pueden combinarse sólo con fármacos antirretro- que tienen cirrosis; éstos pueden tener signos de enfermedad hepática
virales seleccionados40,41. Además, la ciencia del desarrollo de fármacos avanzada, aumento de la concentración sérica de a-fetoproteína y signos
contra el VHC está evolucionando con rapidez y puede recomendarse radiológicos de masa hepática44.
diferir el tratamiento del VHC en pacientes infectados por VIH con una La hepatotoxicidad relacionada con los fármacos anti-VIH es una
hepatopatía mínima, porque los nuevos antivirales de acción directa causa frecuente de trastornos hepáticos, y la infección con VIH, VHC o
para el VHC tal vez ofrezcan una mayor eficacia con menos efectos ambos puede aumentar la toxicidad de algunos medicamentos, como los
adversos (v. cap. 119). fármacos tuberculostáticos45. Los pacientes presentan generalmente un
Otros procesos infecciosos pueden afectar al hígado y llevar a necro- aumento de las concentraciones séricas de ALT y AST, aunque algunos
sis hepatocelular o inflamación granulomatosa. Los patógenos virales, fármacos, como los antibióticos macrólidos (p. ej., la azitromicina) y la
como el CMV, el virus de Epstein-Barr, el virus del herpes simple y los trimetoprima-sulfametoxazol, inducen una lesión hepática con patrón
adenovirus, pueden causar lesión hepatocelular, en general en el marco colestático o mixto. La hepatotoxicidad inducida por fármacos suele
de una enfermedad diseminada. Otros patógenos infecciosos, por ejem- ser asintomática y detectarse en el transcurso de un control rutinario
plo micobacterias y hongos, pueden producir inflamación granuloma- de las enzimas hepáticas. Los inhibidores de la proteasa del VIH-1,
tosa, caracterizada por concentraciones elevadas de fosfatasa alcalina y en especial tipranavir/ritonavir, y los inhibidores de la transcriptasa
granuloma hepático inespecífico. El complejo M. avium es el patógeno inversa no nucleósidos, sobre todo la nevirapina, se han relacionado
oportunista que con más frecuencia afecta al hígado, y se asocia a mani- con hepatotoxicidad grave tras el inicio del tratamiento, que puede ser
festaciones de enfermedad sistémica, como fiebre, dolor abdominal y más frecuente en el marco de la infección crónica con VHB y VHC45-49.
emaciación42. La infección extrapulmonar por M. tuberculosis se puede Además de asociarse con la elevación de las concentraciones séricas de
asociar a afectación hepática en el 5-10% de los casos relacionados con ALT y AST, los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de los
el VIH, y también se han identificado abscesos tuberculosos, aunque en nucleósidos, como la zidovudina y la estavudina, se han vinculado con
menor frecuencia. Las infecciones diseminadas por hongos como C. neo- toxicidad mitocondrial, que lleva en algunos casos a hepatomegalia mor-
formans, H. capsulatum, Coccidioides immitis, Penicillium marneffei y tal con esteatosis grave y acidosis láctica50-52. Los antirretrovirales, sobre
C. albicans pueden producir una respuesta granulomatosa en el hígado. todo didanosina, se han asociado también con hipertensión portal no
C. neoformans y H. capsulatum se pueden detectar rápidamente por la cirrótica e hiperplasia nodular regenerativa; sin embargo, la incidencia
presencia en la sangre del antígeno polisacárido de la cápsula; es posible de esta afección es baja53-55. A pesar de la preocupación por la toxicidad
diagnosticar otras causas de hepatitis fúngica mediante la evaluación de los antirretrovirales, las personas con coinfección con VIH y VHB
histológica y microbiológica del tejido hepático. deben ser tratadas con TAR seguido de monitorización de los signos o
También se pueden producir infecciones hepáticas por P. jirovecii, síntomas de hepatotoxicidad; debe modificarse el tratamiento en caso
en especial durante el tratamiento profiláctico con pentamidina en de sospecha de hepatotoxicidad medicamentosa (v. cap. 119).
aerosol. Bartonella henselae puede causar peliosis hepática, una infección
hepática con proliferación vascular, en ausencia de lesiones cutáneas. TRASTORNOS PANCREÁTICOS
Este trastorno se produce en pacientes con inmunodeficiencia avanzada, Las enfermedades que afectan al páncreas pueden estar causadas por
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que pueden presentar fiebre, pérdida ponderal y hepatoesplenomegalia, procesos no relacionados con la infección por VIH, como abuso del
con un aumento de las concentraciones séricas de fosfatasa alcalina. El alcohol, colelitiasis e hiperlipidemia, pero también pueden estar causadas
diagnóstico de bartonelosis se realiza mediante tinción argéntica de por infecciones oportunistas relacionadas con el VIH y la toxicidad
Warthin-Starry de muestras de biopsia, hemocultivo o disposición de farmacológica56. La colangiopatía en los pacientes con SIDA causada
láminas de tejido sobre agar infusión de corazón con un 5% de sangre por CMV, Cryptosporidium o microsporidios puede afectar a la porción
de conejo y mediante análisis con PCR43. El hemocultivo para detectar yuxtaampular del conducto pancreático. Se han descrito infecciones
bacilos ácido-alcohol resistentes suele ser suficiente para establecer el micobacterianas pancreáticas, como absceso pancreático relacionado
diagnóstico de infección micobacteriana diseminada. La evaluación con M. tuberculosis e infección diseminada por el complejo M. avium.
de otras posibles causas de enfermedad hepática puede requerir una Los patógenos fúngicos, como C. neoformans y especies de Candida,
biopsia hepática, capaz de ofrecer con rapidez un diagnóstico tratable Toxoplasma gondii, P. jirovecii y los protozoos pueden afectar al pán-
en más del 60% de los pacientes con VIH con fiebre inexplicable y creas, especialmente en el marco de una enfermedad diseminada. A
alteraciones hepáticas. El tejido hepático se debe evaluar desde el punto menudo se observan inclusiones pancreáticas por CMV en las muestras
de vista microbiológico, cultivar y también teñir con tinciones estándar de autopsia de pacientes con enfermedad por CMV diseminada, aunque

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la pancreatitis clínica no se suele identificar antes del fallecimiento57. La TABLA 126-2  Causas de enfermedad del tracto
infección por el virus de la parotiditis también puede causar pancreatitis. gastrointestinal inferior en pacientes con el virus
En los pacientes con enfermedad por VIH también pueden observar- de la inmunodeficiencia humana
Parte II  Síndromes clínicos principales

se inflamación y disfunción pancreáticas inducidas por los fármacos. La


didanosina puede causar con frecuencia hiperamilasemia asintomática Causas de enterocolitis
y en el 1,2-6,7% de los enfermos que la reciben se ha detectado pan- Bacterias
creatitis clínica; también se han descrito intoxicaciones pancreáticas Campylobacter jejuni y otras especies
fulminantes58. Los pacientes con antecedentes de pancreatitis tienen Salmonella spp.
mayor riesgo de desarrollarla de nuevo en relación con la didanosina, y Shigella flexneri
se debe evitar su uso en este contexto. El empleo de zalcitabina también Aeromonas hydrophila
se ha asociado a pancreatitis. El tratamiento sistémico con pentamidina Plesiomonas shigelloides
para la neumonía por P. jirovecii es tóxico para los islotes pancreáticos Yersinia enterocolitica
de células beta y puede causar pancreatitis e hiperglucemia sintomática Vibrio spp.
o hipoglucemia. Por el contrario, en muy pocas ocasiones se observa
Complejo Mycobacterium avium
disfunción pancreática cuando la profilaxis se realiza con pentamidi-
Mycobacterium tuberculosis
na en aerosol59. El riesgo de pancreatitis en los pacientes que reciben
pentamidina por vía intravenosa está relacionado con la dosis, y en la Escherichia coli (enterotoxígena, enteroadherente)
mayoría de los casos se produce tras 2 semanas de tratamiento. A pesar Sobrecrecimiento bacteriano
de la asociación de pancreatitis con las medicaciones utilizadas en las Clostridium difficile (toxina)
personas con VIH, la tasa de incidencia de pancreatitis aguda entre 2001 Parásitos
y 2006 ha sido baja (1,27 casos por 1.000 personas-años) en algunos Cryptosporidium parvum
ámbitos60. Otros medicamentos asociados al VIH, como el acetato de Microsporidios (Enterocytozoon bieneusi, Septata intestinalis)
megesterol, se han relacionado con alteraciones de la homeostasis de la Cystoisospora belli
glucosa. Entamoeba histolytica
Giardia lamblia
TRASTORNOS DEL INTESTINO Cyclospora cayetanensis
DELGADO Y GRUESO
Virus
La enfermedad sintomática del intestino delgado y el colon sigue siendo
Citomegalovirus
frecuente en las personas con VIH con inmunodeficiencia avanzada
y puede estar causada por diferentes agentes infecciosos. En especial, Adenovirus
en los sujetos con VIH que reciben tratamiento anti-VIH eficaz, la Calicivirus
incidencia de enterocolitis aguda ha disminuido de forma notable. Las Astrovirus
enfermedades del intestino delgado producen por lo general meteoris- Picobirnavirus
mo, náuseas, calambres y diarrea profusa, y pueden estar relacionadas Virus de la inmunodeficiencia humana
con malabsorción y pérdida ponderal. Por el contrario, la colitis puede Hongos
producir malestar en la parte inferior del abdomen y calambres, sen- Histoplasma capsulatum
sación de urgencia y tenesmo rectal, y suele causar diarrea de escaso Causas de proctitis
volumen. No obstante, las manifestaciones clínicas de las infecciones
Bacterias
del intestino delgado y grueso pueden ser indiferenciables y algunos
Chlamydia trachomatis
procesos causan panenteritis. Además, en los pacientes que reciben TAR
la incidencia de diarrea relacionada con la medicación ha aumentado y Neisseria gonorrhoeae
los efectos adversos gastrointestinales pueden llevar a la suspensión del Treponema pallidum
mismo61. Asimismo, al haberse prolongado la esperanza de vida se espera Virus
que las neoplasias colorrectales como los adenocarcinomas aumenten62 Herpes simple
y, por tanto, en pacientes con VIH con síntomas abdominales crónicos se Citomegalovirus
debe tomar en consideración la existencia de dichas neoplasias y seguir
las recomendaciones de la colonoscopia de cribado rutinaria. Además,
se han descrito casos de enfermedad intestinal inflamatoria (p. ej., colitis
ulcerosa, enfermedad de Crohn) en pacientes con VIH con diarrea.
El diagnóstico diferencial de la enterocolitis en una persona con son: A­ eromonas, Plesiomonas, Yersinia y Vibrio spp. Las infecciones
inmunosupresión grave es amplio y se debe hacer con patógenos bac- micobacterianas del intestino delgado se suelen relacionar con el estadio
terianos, protozoos y virus (tabla 126-2). Las bacterias que con más fre- terminal de la enfermedad por VIH y con infección diseminada por el
cuencia aparecen en los pacientes con VIH son: Salmonella spp., Shigella, complejo M. avium, aunque también se han notificado casos de enteritis
Campylobacter jejuni, Escherichia coli (enterotóxica, enteroadherente causados por M. tuberculosis. Entre los parásitos y hongos que infectan
y enteroagregante) y Listeria monocytogenes. Además, en los HRH la el intestino delgado y grueso se incluyen los protozoos formadores
shigelosis es predominantemente un patógeno transmitido sexualmente, de esporas, Cryptosporidium, microsporidios (como Enterocytozoon
sobre todo en los hombres con VIH63. En la mitad de los casos, la salmo- bieneusi y Encephalitozoon intestinalis), Cystoisospora, Cyclospora, y
nelosis no tifoidea se asocia con bacteriemia y puede ser recurrente en Entamoeba histolytica y Giardia lamblia. La infección amebiana y la
las personas con VIH. En África, los pacientes infectados por VIH tienen giardiasis pueden aparecer en cualquier estadio de la enfermedad por
alrededor de 8 veces más probabilidades de presentar una bacteriemia VIH y se suelen asociar a factores de riesgo convencionales, por ejem-
por salmonelas no tifoideas que los pacientes seronegativos64. Con plo prácticas sexuales y exposiciones relacionadas con los viajes. La
menos frecuencia, puede aparecer bacteriemia con la infección por enfermedad causada por Cryptosporidium es más frecuente y grave
Shigella y Campylobacter. La infección por Clostridium difficile puede en las personas con VIH con inmunodeficiencia avanzada y lleva a
ser también más frecuente en las personas con enfermedad por VIH, infección persistente (en el 60% de los casos), enfermedad biliar (29%) e
en especial en los pacientes hospitalizados, en los que han recibido incluso enfermedad fulminante (8%)66. La microsporidiosis puede causar
hace poco tratamiento antibiótico y en aquellos con SIDA avanzado también diarrea en pacientes con enfermedad por VIH avanzada (cifras
(recuento de CD4+ <50 células/mm3)65. De hecho, C. difficile puede ser de células CD4+ <50 células/mm3) y se puede asociar con colangiopatía.
una de las causas más comunes de diarrea bacteriana en personas con En menos ocasiones se ha notificado diarrea producida por Cystoisospora
VIH, sobre todo en las afectadas por SIDA. Se puede producir un sobre- y Cyclospora en personas con inmunosupresión avanzada1.
crecimiento del intestino delgado, que se ha asociado a hipoclorhidria y El CMV es la causa viral más significativa de enterocolitis y se mani-
emaciación. Otras causas bacterianas de enterocolitis menos frecuentes fiesta con fiebre, dolor abdominal y sensibilidad, diarrea hemorrágica

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y, en raras ocasiones, perforación intestinal o megacolon tóxico. Al con tinción ácido-alcohol resistente modificada para identificar Cryptos-
igual que sucede con la afectación del esófago por el CMV, la entero- poridium, Cyclospora y Cystoisospora. La tinción tricrómica especial
colitis por este virus se produce en personas con inmunodeficiencia puede ser útil para la identificación de microsporidios.
grave y produce inflamación de la mucosa con ulceración superficial67.

Capítulo 126  Manifestaciones gastrointestinales, hepatobiliares y pancreáticas de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
Si los estudios no invasivos de las heces no son diagnósticos y los sín-
Otros virus implicados como causa de diarrea son: los adenovirus, que tomas persisten, puede ser útil realizar una endoscopia con biopsia, sobre
pueden provocar una alteración semejante a la colitis por CMV, y el todo en los pacientes con diarrea crónica e inmunodeficiencia grave
virus del herpes humano de tipo 6, los astrovirus, los calicivirus y los (recuento de linfocitos CD4+ <100 células/mm3)71. A los enfermos con
picobirnavirus. signos y síntomas que sugieren afectación del intestino grueso se les debe
La proctitis en los pacientes con enfermedad por VIH suele reflejar realizar colonoscopia y biopsia. La sensibilidad de la biopsia mediante
la presencia de infecciones transmitidas sexualmente, como las causadas endoscopia para el diagnóstico de enfermedad por CMV resulta alta, y
por virus del herpes simple, por Chlamydia trachomatis, la sífilis y la se puede utilizar la colonoscopia para identificar la enfermedad limitada
gonorrea, en especial en los varones homosexuales. No obstante, la al lado derecho del colon, que puede pasar desapercibida durante la sig-
inmunosupresión grave se puede asociar a manifestaciones más graves e moidoscopia flexible. La endoscopia del tracto gastrointestinal superior
infecciones recurrentes. La proctitis por CMV es menos frecuente, pero con biopsia duodenal es útil en los pacientes con síntomas de enfer-
puede aparecer en el marco de la colitis por CMV extensa. La incidencia medad del intestino delgado y en los que tienen síntomas persistentes
de displasia anal asociada al virus del papiloma humano (VPH) y cáncer y evaluación negativa del tracto gastrointestinal inferior. Las muestras
está aumentando en las personas con VIH, sobre todo en HRH; se reco- histológicas duodenales se deben teñir, además de con hematoxilina
mienda la detección selectiva del cáncer anal en los individuos en riesgo y eosina, con tinciones para detectar hongos y tinción ácido-alcohol
que pueden presentarse con independencia del empleo de TAR68,69. Sin resistente modificada, en busca de Cryptosporidium; también se han de
embargo, la velocidad de progresión de la displasia anal de alto grado a observar por el microscopio electrónico para determinar la presencia
cáncer parece ser menor que en la displasia cervical de alto grado, lo que de microporidios. Asimismo, puede ser útil la PCR de las muestras de
arroja ciertas dudas sobre la utilidad de la detección selectiva del VPH biopsia en el diagnóstico de algunos patógenos, como microsporidios.
para prevenir el cáncer anal, hasta que se realicen estudios adicionales70. Los aspirados del intestino delgado no suelen ser útiles en la evaluación
A los pacientes con VIH con diarrea u otros síntomas de enterocolitis de la diarrea inexplicada.
se les debe evaluar con cuidado para identificar enfermedades tratables. Alrededor del 20-50% de los pacientes con diarrea crónica muestra
La historia clínica se debe centrar en la naturaleza y duración de los una evaluación del tracto gastrointestinal negativa. Los enfermos sin una
síntomas, las medicaciones concomitantes, los viajes y otras vías de causa identificable de diarrea pueden tener enteropatía asociada al VIH,
exposición, por ejemplo la ingesta de alimentos y agua y los contactos cuyas características patológicas todavía no se conocen en su totalidad,
sexuales. La evaluación diagnóstica estándar incluye la detección de pero en la que probablemente hay una reducción de los linfocitos CD4+
leucocitos en las heces para identificar causas inflamatorias de la diarrea, asociados al intestino72,73. La valoración histológica de las muestras de
como patógenos bacterianos y CMV, y guiar el tratamiento empírico. biopsia del intestino delgado puede revelar disminución del área de
Otros agentes infecciosos, entre ellos protozoos y el complejo M. avium, superficie vellosa y proliferación de las células de la cripta en ausencia
no se asocian en general al hallazgo de leucocitos en las heces. Éstas se de inflamación. Para muchos de estos patógenos hay pocos tratamientos
deben cultivar para hallar patógenos bacterianos entéricos y someterse disponibles, pero el TAR puede controlar de forma eficaz la diarrea en
a pruebas en busca de la toxina de C. difficile y de huevos y parásitos. los pacientes con enteropatía por VIH, y también en los afectados por
Las muestras de heces se deben examinar al menos en tres ocasiones microsporidiosis y criptosporidiosis.

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