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Universidad Cesar Vallejo Maestría en Gestión Publica

HABILIDADES SOCIALES

DEFINICIÓN:

La compleja naturaleza de las habilidades sociales ha dado lugar a numerosas definiciones.

Generalmente, las habilidades sociales son consideradas como un conjunto de

comportamientos interpersonales complejos. El término habilidad se utiliza para indicar que la

competencia social no es un rasgo de la personalidad, sino más bien un conjunto de

comportamientos aprendidos y adquiridos.

Podemos definirla como un conjunto de hábitos en nuestras conductas pero también en

nuestros pensamientos y emociones, que nos permiten comunicarnos con los demás en forma

eficaz y mantener relaciones interpersonales satisfactorias, sentirnos bien, obtener lo que

queremos y conseguir que las otras personas no nos impidan lograr nuestros objetivos.

Las Habilidades Sociales permiten expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones

o derechos de modo adecuado a la situación en la cual el individuo se encuentra mientras

respeta las conductas de los otros.

LAS HABILIDADES SOCIALES EN EL ENTORNO LABORAL Y PERSONAL:

La presencia de habilidades sociales en una persona le permitirá tener relaciones

interpersonales positivas y satisfactorias, lo mismo ocurrirá en su entorno laboral

pues esas cualidades lo impulsarán a propiciar un buen clima laboral y podrán

tener mayor rendimiento y productividad.

Una persona con habilidades sociales es asertiva, sabe escuchar a los demás,
tiene plena confianza en sí misma (“La confianza es fundamental, puesto que

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una persona segura de sí misma y con una actitud positiva ante las

adversidades genera mucha credibilidad en las organizaciones), tiene

habilidades comunicativas, es flexible, es proactiva, es resilente, es honesta, se

adapta con facilidad a las situaciones que se le presenta, tiene capacidad de

trabajar en equipo, es colaborador, sabe controlar su lenguaje corporal.

IMPORTANCIA DE LAS HABILIDADES SOCIALES:

Estas habilidades son muy importantes y necesarios para interactuar y relacionarse con los

demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria ya sea en el campo laboral o personal

propiciando un clima laboral armonioso y relaciones interpersonales positivas. Su

aprendizaje o desarrollo supondrá un incremento de nuestro bienestar y de nuestra calidad

de vida.

Cómo potenciamos nuestras habilidades sociales:

1. Identificar nuestras preferencias

El primer consejo para desarrollar tu conciencia emocional es descubrir lo


que te produce motivación y lo que no. Son muchas las ocasiones en las que
actuamos sin pensar en lo que queremos, simplemente dirigiéndonos hacia lo
que nos han marcado desde pequeños. Reflexionar en este punto nos puede
servir para desarrollar la conciencia emocional. Ignorar porqué hacemos lo que
hacemos y no seguir los deseos de nuestro ser puede llevarnos a vivir en un
equívoco. Es necesario pararse a pensar en qué hacemos y por qué lo hacemos,
de modo que encontremos ese equilibrio que necesitamos.

2. Identificar nuestras emociones

Conocernos a nosotros mismos es un paso fundamental para desarrollar


nuestra conciencia emocional y nuestras habilidades sociales. A veces, no
prestamos atención a lo que sentimos, simplemente dejamos que pasen las
emociones sin prestarles atención. Sin embargo, saber qué nos provoca miedo,

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ira o alegría, puede sernos muy útil para nuestro trayecto por la vida. Si sentimos
algo no lo dejemos pasar, detengámonos a pensar en cómo ha venido
ese sentimiento y qué lo ha causado. De esa forma, podremos prevenir y
provocar toda una serie de sensaciones y también sabremos como calmarlas.
Se trata de un ejercicio de lo más efectivo para desarrollar nuestra conciencia
emocional y nuestras habilidades sociales.

TIPOS DE RELACIONES SOCIALES:

Existen una gran diversidad de habilidades sociales, pero vamos a enunciar los

que hemos considerado las más relevantes en el accionar de toda persona en

los entornos en los que dinamiza que son las habilidades básicas y las
habilidades complejas:

Habilidades sociales básicas:


 Saludar y despedirse
 Escuchar
 Iniciar una conversación
 Formular una pregunta.
 Dar las gracias.
 Presentarse.
 Presentar a otras personas.
 Realizar un cumplido.
Habilidades sociales complejas:
 Empatía. Capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona.
La empatía es una habilidad clave en el ser humano, de hecho, es uno de los principales
pilares de la inteligencia emocional. Gracias a la empatía podemos ponernos en el lugar
del otro y entender, no solo sus sentimientos y emociones, sino también su punto de vista
en el plano cognitivo. Si trasladamos el concepto al campo de trabajo, podemos ver lo
esencial que es disponer de una habilidad de este tipo. Siempre que compartimos un
espacio con más personas, mantener una buena relación siempre será un aspecto
esencial, y más si trabajamos juntos. Esto puede parecer un aspecto simple, pero lo cierto
es que desarrollar la empatía en el trabajo, requiere de unas habilidades que no todos
desarrollamos.

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Hemos de tener en cuenta que, solo las personas más empáticas, serán capaces de
negociar, de tomar decisiones y ganarse el respeto de los demás, de conseguir el bien
común. Colaborar y trabajar en equipo serán aptitudes que, además de estar muy
valoradas por las empresas, solo serán posibles si tenemos empatía.

 La Resiliencia, es la capacidad que tienen algunas personas de sobreponerse ante


las diversas circunstancias que les depara la vida. Todos conocemos a alguien que,
ante un hecho traumático como la muerte de un ser querido se recupera y hace uso
de sus recursos para salir adelante con un gesto admirable. Se trata de una persona
que utiliza sus fortalezas para salir adelante ante hechos o situaciones traumáticas.

Se pueden considerar 6 pilares más importantes de la resiliencia:

 Conocimiento de uno mismo

Para superar los traumas es indispensable que nos conozcamos bien, que miremos
dentro de nosotros mismos y sepamos qué emociones surgen en cada momento
y cómo gestionar las emociones. Para ello, practicar el autonocimiento y pasar
tiempo contigo mismo te ayudará en cada uno de esos momentos. Así que ya sabes,
el pilar de la resiliencia más importante es el conocimiento que tenemos de
nosotros mismos porque es lo que nos ayuda a medir cómo nos afecta cada
situación.

 Motivación

Porque es el arma fundamental para toda persona que quiera seguir adelante.
Trabajar la motivación será esencial para poder continuar después de un duro golpe.
Es necesario que, cuando queremos algo, logremos visualizarlo y trazar un plan para
llevar a cabo lo que deseamos. Tendremos que sentar las bases, tanto a largo plazo
como a corto plazo, disfrutando las recompensas de nuestro esfuerzo durante todo
el camino.
 Independencia

Para ser resilientes tenemos que usar nuestras armas. Esto no significa que no
podamos pedir ayuda cuando la necesitemos, sino que no tenemos que delegar
nuestro esfuerzo en otras personas. Recuerda que si quieres salir adelante

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tendrás que hacerlo por ti mismo, y aunque haya personas en las que te puedas
apoyar, el trabajo principal deberá ser tuyo.
 Responsabilidad

Las personas resilientes se responsabilizan de su propia vida. Es verdad que a


veces no nos merecemos las cosas que nos pasan, las circunstancias son injustas y
los hechos son devastadores, pero la verdad es que la responsabilidad de
sobreponernos es solo nuestra. Si no entendemos esto y nos responsabilizamos de
nuestro propio bienestar, no avanzaremos en nuestro desarrollo personal porque no
tendremos la capacidad de ser resilientes.

 Optimismo

La capacidad de ver el lado bueno de las cosas es otro de los pilares


fundamentales de la resiliencia, y es que, sin optimismo es imposible que salgamos
adelante en las circunstancias más duras. La verdad es que todo lo malo tiene su
parte positiva, de todo podemos aprender y, cuando aprendamos a verlo, el camino
se vuelve mucho más agradable y alentador.

 Humor

El humor es algo en común que tienen las personas resilientes. Tomarte las
cosas a risa puede ayudar a desdramatizar situaciones y a darles otro punto de vista,
de modo que salir adelante puede ser más fácil y por supuesto, más divertido.

 Inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la habilidad social de una


persona para manejar los sentimientos y emociones, discriminar entre ellos y utilizar
estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones (Salovey y
Mayer, 1990).
 Asertividad. Habilidad para ser claros, francos y directos, diciendo lo que se quiere
decir, sin herir los sentimientos de los demás ni menospreciar la valía de los otros,
sólo defendiendo sus derechos como persona. Gracias a la asertividad, podrás
establecer mejores relaciones y descubrirás cómo respetar a los demás sin dejar de
respetarte a ti mismo.
 Capacidad de escucha. Ser capaz de escuchar con comprensión y cuidado,
entendiendo lo que la otra persona quiere decir y transmitiendo que hemos recibido
su mensaje.

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 Capacidad de comunicar sentimientos y emociones. Poder manifestar ante las


demás personas nuestros sentimientos de una manera correcta, ya sean positivos o
negativos.
 Capacidad de definir un problema y evaluar soluciones. Habilidad social de una
persona para analizar una situación teniendo en cuenta los elementos objetivos, así
como los sentimientos y necesidades de cada uno.
 Negociación. Capacidad de comunicación dirigida a la búsqueda de una solución
que resulte satisfactoria para todas las partes.
 Modulación de la expresión emocional. Habilidad de adecuar la expresión de
nuestras emociones al entorno.
 Capacidad de disculparse..Capacidad de ser conscientes de los errores cometidos
y reconocerlos.
 Reconocimiento y defensa de los derechos propios y de los demás. Habilidad
de ser consciente de nuestros derechos y los de los demás y defenderlos de una
manera adecuada.

Pongamos un ejemplo de una situación en tres acciones distintas:

tú: Perdona, Paco/María,¿has cogido mi libro de matemáticas?. No lo


encuentro por ninguna parte.

amig@: ¡Oh sí! Espero que no te moleste , lo necesitaba para hacer un problema.

tú: De acuerdo está bien que lo cojas prestado, pero, por favor, pídemelo antes.
Así no creeré que lo he perdido.

amig@: De acuerdo, es que tenía prisa.

(Asertiva)-Ésta es una buena respuesta asertiva porque:

1.- evitas que tu amig@ se enfade;

2.- probablemente te devolverá el libro

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3.- esto evitará que vuelva a repetirse el mismo tipo de problema porque
ahora tu amig@ sabe que quieres que te pida el libro antes de cogerlo.

tú: ¡Caramba! Me gustaría encontrar mi libro de matemáticas. Espero que nadie


lo haya cogido.

amig@: ¡Oh! Lo he cogido yo. Pensé que no te molestaría.

tú: ¡Vaya! pensaba que lo había perdido.

amig@: No te preocupes, lo tengo yo.

(Pasiva)- Esta es una respuesta pasiva y menos deseable porque:

1- no has dicho lo que realmente querías decir;


2- puede que, en el futuro, tu amig@ se aproveche de ti otra vez porque no
ha comprendido que este comportamiento te molesta;
3- puede que no te devuelva el libro.

tú: ¡Muy bien!! Te encontré robándome el libro de matemáticas!

amig@: ¿Lo dices en serio?.Sólo lo he cogido prestado

tú: Seguro que sí (sarcásticamente)! Gracias por pedírmelo!

amig@: ¡Toma! Quédate con tu viejo libro.

(Agresiva)-Esta respuesta es agresiva porque :

1- no has dicho lo que realmente querías decir;


2- puede que al final tu amig@ esté enfadad@ contigo y que actúe de la
misma manera;
3- puedes perder un/a amig@ porque le has atacado verbalmente y le has
avergonzado.

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