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Posnansky Arthur. Qué Es Raza PDF
Posnansky Arthur. Qué Es Raza PDF
Arthur Posnansky
QUE ES RAZA
ARTHUR POSNANSKY.
La Paz – Bolivia
1943
Instituto <Tihuanacu> de Antropología, Etnografía y Prehistoria
Editorial trabajo
INDICE
1. Que es raza
2. Khollas y Aruwakes
ARTHUR POSNANSKY.
Hoy son muy raras las “razas puras” o ejemplares de ellas, pues abundan las
mestizaciones entre las dos ya citadas “razas primigenias” que, en el
(1) No se toma en cuenta que el presente trabajo las llamadas razas negras a las
cuales se dedicará en otro tomo, un capítulo especial.
transcurso del tiempo, han evolucionado en mayor o menor grado o han
adquirido características especiales conforme a las influencias del ambiente y
a las latitudes en que habitan desde hace mucho tiempo.
Pero muy raros, excepto en la región andina,—la parte más antigua del
continente americano—, son los conjuntos humanos que, conforme a la
moderna Antropología, podríamos calificar de “raza”. Casi todas las así
llamadas razas actuales, lo repito, se hallan mestizadas desde hace miles de
años y este hecho ha sido reconocido por eminentes antropólogos, como Félix
von Luschan, Hans Virchow, el padre de éste, Rudolph Virchow, Ranke,
Schwalbe, Friedenthal y muchos otros en Alemania; Boul, en Francia;
Schlaginhaufen, en Suiza; y Franz Boas, Hrdlizka y tantos otros más en ÉE.
UU.
2
Al tratar de la clasificación de razas tomamos en cuenta por el momento
únicamente el cráneo y no el cuerpo, ya que es la parte anatómica que sufre
menos transformaciones (excepto con la mestización, o deformación artificial y
accidental). En cuento al desarrollo del cuerpo se refiere, está sometido a muchos
coeficientes externos como son medios de vida social durante largas épocas,
nutrición, oficios, deporte, etc. etc.
Además, debe decirse, se formaron subrazas o, mejor dicho, grupos
antropológicos, no solo por mestización sino también por factores especiales,
como los climáticos, sociales, de alimentación y otros propios del ambiente y
acerca de los cuales no es posible exponer mayores detalles en el presente
artículo esquemático.
Al respecto, el Barón Félix von Luschan —el príncipe de los antropólogos de,
Alemania—decía en su magna obra “Pueblos, Razas y Lenguas” lo siguiente:
“Un grupo humano con características somáticas iguales tuvo primitivamente
una sola lengua. En el correr de los tiempos, mediante migraciones y
mutaciones de los pueblos, debido ya sea a influencias pacíficas o guerreras,
por medio del comercio y de las comunicaciones, han cambiado en su
totalidad las condiciones que antiguamente nos hacían distinguir las razas en
muchas partes. Así es como en muy pocos lugares del mundo se podría hablar
hoy de razas puras. Por tanto, la palabra raza ya ha perdido en la ciencia
moderna una gran parte de su! valor intrínseco”.
En cuanto respecta al continente africano, con el instrumental del antropólogo
podría igualmente distinguirse, entre los negros, ciertos grupos es decir
variantes que, con bastante propiedad, podrían ser calificados como razas
negras y negroides, (3)
3
No se toma en cuenta en el presente trabajo las llamadas razas negras a las
cuales se dedicará en otro tomo, un capítulo especial.
otras confesiones; y la nariz alargada y curvada, o “nariz del Asia anterior”, o
“nariz de raza dinámica” como también se ha venido llamando últimamente en
Alemania, se halla tanto entre judíos como entre los nombrados “arios”. Por
esto, repetimos, el bautismo no cambia la forma de la nariz, que es uno de los
principales y más persistentes signos raciales, ni tampoco los cromosomas del
organismo, puesto que ellos son partes pertenecientes a los núcleos celulares
que a su vez son portadores de la herencia, “per secula seculorum”.
Entre estos semitas hay también pueblos de lengua aria (“ario” es una lengua-
madre y no una raza), e indo-germánica (indo-céltica).
4
Está comprobado que en niños que en la infancia toman poca agua no hay un
regular funcionamiento de la glándula tiroides la que como se sabe, regula el
crecimiento del cuerpo humano.
superiores e inferiores. Y acerca de esto luego nos referiremos. Como ejemplo
en lo concerniente a la estatura, mencionaremos o compararemos al oriundo
de los valles cochabambinos y al de la zona altiplánica: Es sugerente que el
niño de las regiones primeramente nombradas, en razón de los grandes
recursos agrícolas y por el clima benigno de su tierra, tiene posibilidades de
mejor alimentación, y de efectuar con más frecuencia ejercicios corporales al
aire libre que el de las zonas altiplánicas (La Paz, Oruro, Potosí) en las que las
circunstancias adversas de clima y de alimentación, se manifiestan como
factores adversos a su normal crecimiento, acusa índices vitales de mayor
exponente que los últimos.
Claro es que hoy día las madres de familia y los maestros, unas
instintivamente y otros por estudios, han comprendido que la decadencia
somática tiene las causas ya citadas, proviniendo de ahí, de ese conocimiento,
que los niños de las regiones altiplánicas de Bolivia, de los departamentos ya
nombrados, hayan progresado extraordinariamente desde el punto de vista
somático. Se desprende de esas mismas razones el hecho de que los niños
altiplánicos sean hoy, en comparación al ayer cercano, más altos, más fuertes,
más robustos, más resistentes contra las enfermedades de la infancia y
demuestren ya pocas señales de desnutrición y consiguiente raquitismo. El
moderno niño paceño,—al igual que el orureño o potosino—es gracias a la
educación física y a la paidología, muy superior al de hace treinta años, tanto
en lo somático como en lo psíquico.
Por supuesto, no hay reglas sin excepciones. En la mestización entre esas dos
razas (khollas y aruwakes) que afirmo son “Urrassen” (razas primigenias), se
heredan signos raciales de la una o de la otra. Es decir, en la mestización
hállanse por ejemplo “braquicéfalos mesorrhinos”, “dolicocéfalos
leptorrhinos” o “mesaticéfalos” (mestización entre dolicos y braquis), con
nariz larga; o nariz corta. Natural es que con la mestización de aquellas dos
razas primigenias se hayan formado nuevos tipos raciales, como mediante la
aleación de dos metales se forma uno nuevo. Tomemos como ejemplo el noble
bronce, que no es más que una mezcla, del blando estaño con el rudo cobre y
que supera en mucho las bondades de sus componentes originarios. La misma
naturaleza humana, en la selección natural, busca la mestización. Un hombre
narigón busca instintivamente a la mujer de nariz respinga y vice-versa. El
hombre rubio, a la mujer morena y vice-versa. El braquicéfalo a la
dolicocéfala. En regiones donde no hay posibilidad de proceder a esa
selección natural y donde durante larguísimos períodos se unen hombres
braquicéfalos con mujeres braquicéfalos se producen casos corrientes de
hiper-braquicefalia. Acontece igual con los dolicocéfalos, cuya unión, en el
transcurso de largos períodos, genera numerosos casos de hiper-dolicocefalia.
Sucede también lo mismo en regiones donde predominan los tipos
leptorrhinos y en donde no habiendo mezcla con tipos mesorrhinos o
platirrhinos, es frecuente la formación de tipos bastante evolucionados con
narices de un largo pasmoso.
Si, por ejemplo, dos esposos conviven durante un largo tiempo, se produce un
fenómeno que hasta el más profano en antropología o fisonomística puede
observar y que revela una notable semejanza facial de ambos cónyuges. No es
precisamente que se parezcan en las facciones sino que, por la convivencia
que tienen durante largo tiempo, reflejan recíprocamente el juego de los
músculos faciales y se transmiten automáticamente la gesticulación antes
peculiar de cada uno de ellos. Y así es que ambos, efectivamente, se parecen
en algo. Esto, que acontece entre los matrimonios, ocurre también en las razas.
Por ejemplo: en un grupo de “tipos eslavos” hay algunos cuyas facciones
serían del tipo de “Asia anterior” y que por supuesto se adaptan a los rasgos
típicos de la mayoría de los componentes del grupo, a éstos, y para no
contradecirse, el antropólogo alemán Günther clasifica como eslavos con
“vorderasiatischen Einschiag” (con intromisión de sangre del Asia Anterior).
Otro ejemplo: un boliviano de tez clara que viaje a Europa y que durante
muchos años resida en cualquier pueblo alemán de determinada particularidad
racial y luego de haber aprendido a hablar perfectamente y sin acento
extranjero el idioma alemán, no podrá ser considerado a primera vista por
ningún alemán nativo, como forastero, pues, aparte de haber aprendido el
dialecto propio de la región, habrá asimilado automática e involuntariamente
el especial y típico movimiento de los músculos faciales, la gesticulación y la
manera de andar de los nacidos en la región donde él reside.
Fig. 3 Vista de frente y de perfil de un genuino tipo “Aruwake” (Uro de Iru-hitu, Río
Desaguadero) Nótese la expresión “embotada” de este rostro y la mandíbula sin
carácter.
Muy pocos especialistas hay en el mundo que, al tratar de Antropología, dejen
a un lado el credo político y se ocupen de esta clase de estudios, con
propósitos netamente científicos, para los cuales se requiere gran preparación
y en los cuales, lo repito, no basta medir el cráneo sino también y
preferentemente la nariz que, sin duda, es la parte principal de la cara, tanto en
el individuo vivo como en el cráneo de los muertos, para la adecuada
distinción racial. Con mis maestros, Prof. Dr. Félix von Luschan y Prot. Dr.
Hans Virchow, hemos practicado amplios y profundos estudios al respecto y
quizá en el siguiente numero de esta revista he de referirme in extenso a este
asunto tan fascinante como complicado. No me queda más que recalcar que ni
el idioma, ni el credo religioso, ni la latitud geográfica ni otros centenares de
factores contribuyen a formar una “raza”, pero sí,—afirmo—, que hay
verdaderas razas y sus correspondientes mestizaciones y aseguro también que
hay RAZAS SUPERIORES Y RAZAS INFERIORES. Este hecho debe ser
tomado muy en cuenta, especialmente en Bolivia. Cuando se trata de educar,
es decir de familiarizar, de encuadrar al indio con nuestra cultura y hacer de él
un hombre útil para el listado y la Patria.
Un hecho, por ejemplo, del que nadie, que yo sepa, se ha ocupado hasta ahora,
es que en ias tumbas paleolíticas y neolíticas de Suecia, en las
“Einmannsgraeber” (sepulturas donde se halla un solo esqueleto) y en las
“Vielmannsgraeber” (5) (sepulturas de varios esqueletos), se evidencian
detalles sugestivos. En las sepulturas de un solo esqueleto, se encuentra
únicamente tipos braquicéfalos (seguramente del tipo de “Asia Anterior”) y a
su lado artefactos de mayor arte y mayor perfección. En las otras sepulturas,
cíonde hállanse juntos varios esqueletos, se constata que éstos son de raza
dolicocéfala y que las dádivas sepulcrales consisten en artefactos y armas de
hechura rústica. (Véanse colecciones en el, Instituto “Tihuanacu” de
Antropología, en La Paz, Bolivia).
Este hecho proyecta una luz sugerente en lo que aquel antropólogo alemán de
nueva factura y nueva ideología llama la “Oberschicht” (estrato superior),
pueblo aristócrata, evolucionado, pueblo de Fuehrers, pueblo mandón que,
5
Véanse: J. K. Forssander. Die. schwedische Bootaxtkultur und ihre
kontinentaleuropaischen Vorausse tzungen. Borelius. Lund:1933.
según el mismo Günther, está diseminado en escaso número entre el pueblo
corriente tanto en Alemania como en la región nórdica de Europa. Sin la
menor duda, suponen que se trata de un tipo braquicéfalo o mesaticéfalo por
mestización, tipo que en aquellos países “vale y produce” y que no es
confundible con el pueblo de manada o pueblo herramienta, ejecutor. .. la
masa que en una guerra es carne de cañón y a la cual no se permite pensar,
pues solo debe obedecer estrictamente y sacrificarse por la noción “Patria”,
siendo conducida por una clase superior, a la que Günther llama
“Oberschicht”. Para finalizar, diré que los experimentos serológicos,
destinados a distinguir las razas, el parentesco que haya entre ellas y sus
mestizaciones,— así como otros supuestos estudios y determinaciones
fantásticas—, no constituyen por el momento, más que iniciaciones en una
ciencia que se halla en pañales y, por lo tanto, no pueden ser consideradas
seriamente en los estudios raciales. Quizá más tarde se llegue a progresar en
esta materia, que en Alemania califican de “Afinidad de grupos sanguíneos”
(Blutgruppen).
6
Ur-rassen: término técnico germánico que significa “raza fundamental” o “raza
primigenia”.
7
Véase: Posnansky.—“Antropología y Sociología”. La Paz 1939 (Editorial Instituto
Tihuanacu de Antropología) 1938.
8
Willka o Inka significa prácticamente lo mismo; el uno en lengua aymará y el otro
en keshua, ambos tienen como raíz filológica “ika”.
La otra raza que provisoriamente hemos venido en llamar ARUWAK, debido
a que una gran porción de éstos hablaban en época de la conquista y aun
siguen hoy hablando, dialectos “aruwakes”, tienen características también
especiales e inconfundibles, cuyo prototipo antropológico fue hallado por
Lund en unas vetustísimas capas en las cavernas de un sitio llamado Lagoa
Santa en el Brasil. (Véase más adelante el artículo: “Una pareja Chipaya".)
La masa común de los que hoy llamamos “indios”, son precisamente de ese
tipo. Constituyen un pueblo mentalmente retardado, que en lo somático se
asemeja a los pueblos mongoloides del Norte de Asia; dóciles para ser
conducidos, constituyen un verdadero pueblo “de manada”, que
indudablemente era la masa sirviente de los Khollas, tal cual hoy es la masa
indígena servidora de iberoamericanos. Por supuesto que existen tipos
intermediarios entre ambas razas como productos de mestizaciones milenarias,
PERO POR SUERTE EXISTEN TAMBIÉN, ESPECIALMENTE EN LA RE
GION ANDINA DEL ACTUAL PERÚ Y BOLIVIA, TIPOS DE RAZAS EN
ESTADO RELATIVAMENTE PURO! Algunos de aquellos que hemos
señalado antropológicamente como Aruwakes, aun hablan dialectos Aruwakes
(Fig. 1). Ambos tipos raciales, Khollas y Aruwakes, permiten al investigador
antropólogo, determinar no sólo su tipología como raza, sino la superioridad o
inferioridad respectiva como pueblos. A este respecto, ni vale la pena de tocar
las teorías que se están archivando ya definitivamente, acerca del origen
asiático, o australiano, o melanésico o de otros puntos del globo, de los
pueblos americanos; opiniones descabelladas, que se basan en fundamentos
frágiles e insostenibles en la práctica, como demostró el suscrito en una
conferencia pronunciada en la Universidad de San Marcos de Lima en el año
1939, intitulándola “América, tierra de origen del Hombre Americano”.
En las discusiones que éste tema suscitó y a las que se hizo referencia al
comienzo, jugaba un papel no escaso de mérito en algunos de los que
intervinieron en ellas, algo así como una especie de nacionalismo,
principalmente en aquellas personas no adentradas aún en las modernas
disciplinas de la Antropología Física y Técnica Antropométrica, mediante la
cual por medios instrumentales perfeccionados como el “Cubuscraneóforo”
para Craneometría racional y Cráneo fotogrametría (Fig. 1), se llega a
evidenciar la existencia no solo de tipos pertenecientes a razas puras, sino
también de las razas mestizadas. Algunos de aquellos debatientes, confundían
en su mente—del mismo modo que Imbelloni en la Argentina—, la noción de
raza con la noción de lengua. Es (por ello que han figurádose que los Khollas
son los “aymarás”, mientras que los Aruwakes constituirían los “keshuas”,
siendo así que no existe una RAZA AYMARA ni una RAZA KESHUA, sino
simplemente pueblos que hablaban o hablan la lengua aymará y pueblos que
hablaban o hablan los diferentes dialectos keshuas. Tanto entre los de habla
keshua como entre los de habla aymará existen Khollas y Aruwakes. LA
RAZA NO SE DISTINGUE POR LA LENGUA QUE HABLABAN O QUE
AUN HABLAN, sino que se distingue por las características
antropológicas que se llegan a determinar matemáticamente mediante
“índices standards” que a su vez se obtienen por medio de la moderna
técnica antropométrica a base de instrumentales perfeccionados (9) y de
observaciones concienzudas con las que no solamente se determinan índices,
sino también que se aprovechan estas para determinar en glandes series,
grupos que están en la misma "esfera de variación" de índices
(Variationsbreite), noción ésta que puede ser explicada mejor, poniendo como
ejemplo el índice cefálico y dentro de éste la dolicocefalia, pongamos el caso.
Son dolicocéfalos, según los dictados de nuestra actual ciencia
antropométrica, aquellos cráneos cuyo índice cefálico varía entre 70,0 y 74,9
(10). Por consiguiente, todos los cráneos que se hallan entre las cifras citadas,
están en una “Variationsbreite” o sea en una misma” esfera de variación” de la
dolicocefalia. Así hallamos en la región interandina dos tipos principales de
razas que felizmente, aun no se han mestizado por completo; es decir, cuyos
individuos se hallan con respecto a la mayoría de sus índices principales, en
una misma “Variationsbreite”. Me refiero a los Khollas y Aruwakes. Ahora
para precisar detalles de un modo científico, debe explicarse algo acerca de los
índices, cosa que para los antropólogos es muy común, pero para los que no
están familiarizados con la técnica antropométrica moderna, es necesario
En lo que se refiere a las otras proporciones del cráneo o mejor dicho de la faz
del cráneo, tenemos en uso, por no complicar la craneometría práctica y de
utilidad inmediata, que debe distinguirse RAZAS PRINCIPALES únicamente
las proporciones del alto y ancho de la cara más el ancho y alto de la nariz
11
También hay tipos extremos entre los braquicéfalos, éstos son lo mismo las más
de¡ las veces deformados, sea artificialmente en la infancia o accidentalmente por
llevar pesos sobre la cabeza o por otros motivos que no es oportuno tocar en este
ligero artículo
Por suerte, por gran suerte, en la región interandina se encuentran aún, clanes
(comunidades indígenas) que en lo que se refiere a su conformación craneana,
están en la misma “Variationsbreite” de una raza.
Así tenemos de un lado a los Khollas, el pueblo de los Andes que, en muchas
de las grandes comunidades de las repúblicas del Perú y Bolivia, viven casi sin
mestización alguna y permiten al investigador determinar con precisión un
“standard de medidas”; y a su vez otro distinto, los Chipayas, Urus, Puquinas,
Changos y muchos otros pueblos, de los cuales en ciertos grupos aun se habla
su antiguo idioma el Aruwak.
12
Las medidas de proyección se determinan mejor aun que con el instrumental,
sobre el fotómetro grama.
Cuidaban tanto su tabú de raza, que se tenía un gran celo en practicar la
endogamia a un extremo tal, que el Inca regente—como lo refiere el
folklore—, podía casarse únicamente con su propia hermana. Con seguridad
que este tabú referente a conservar la pureza de la casta privilegiada, se
remonta a una remota antigüedad. Lo observaron sin la menor duda, antes del
Inkario, en la época que por su especial característica arquitectónica he venido
en llamarla “Cuzqueña”, y aún mucho antes de ésta, en la época de Tihuanacu,
la primitiva metrópoli de los Khollas.
Características especiales
Entre la indiada andina del Perú y Bolivia, donde, como ya tengo referido,
desde antes de la conquista en muchas regiones se ha borrado el “tabú” entre
grupos raciales, se produjo la principal mestización en las múltiples fiestas en
las que antes, como ahora, se bebía hasta llegar a un estado de inconsciencia
en el que se mezclaban carnalmente en promiscuidad y se formaron con el
correr del tiempo nuevos tipos raciales, de donde ha resultado esta mestización
que los yankees han denominado con la sugestiva insustituible palabra de
“meltingpot” (crisol de fundición).
Fig. 8 Tipo Kholla visto de frente y de perfil (indígena de la Isla Pariti, Lago
Titicaca). Es notoria la frente alta, la expresión viva e inteligente de este rostro.
mestización, desde el tipo aristocrático más puro del “Cholla”, hasta la cara
embotada y chata del “Aruwak”. Para entrar en detalles acerca de ésta, la más
famosa colección que conozco, a la que se halla anexa un verdadero instituto
de Arqueología, sería necesario escribir muchas páginas y lo postergaremos;
solo deseo dejar constancia de la admirable organización debida a Rafael
Largo Hoy le, quien ha construido allí un verdadero hogar para estudios del
hombre americano.
Por consiguiente querer hablar de “raza keshua” o “raza aymará” es, repito,
algo impropio, puesto que no hay diferencias raciales entre Khollas que hablan
el keshua y Khollas que hablan el aymará; y hay, por otra parte Aruwaks en la
región andina que desde hacen miles de años hablan, unos el aymara y otros el
keshua. El estudio de estas lenguas demuestra, por otro lado, que la
últimamente nombrada es una sublimación diremos mejor, una cristalización
del vetusto aymara ya culturizado, y, ha incorporado, por muchas causas
numerosos términos aruwaks. Igual cosa pasó en la lengua alemana y si nos
fuera dado escuchar el alemán de hacen dos mil años y comparar con el que se
habla actualmente, encontraríamos mayores diferencias que existentes entre el
aymará y el keshua. Por supuesto que en el alemán se han introducido,—cual
en el keshua voces Aruwaks—, una infinidad de términos latinos, o sea todo
cuanto tiene conexión con una más alto grado cultural que antes no existía
entre los indoceltas.
En los “Anales del Instituto de Etnografía Americana” de la Universidad de
Cuyo (1940) bien puede a preciarse la evolución de un idioma, si se compara
el alemán de hoy con el q' se hablaba a fines del siglo XVII en el interesante
trabajo publicado por S. Canals Frau donde se ve cuatro láminas con 16
páginas de la obra del Padre Antonio Sepp, natural del Tirol. Si en el corto
espacio de 245 años se ha transformado tanto el idioma, es de suponer que en
un espacio tan grande que existe en que se hablaba e] primitivo idioma de los
Khollas ha podido producirse una evolución tan con Riderable, un
refinamiento tan sublime, como entre crudo aymará y el suave y melodioso
Keshua, que a su vez comenzó desde la llegada de los iberos, a tomar
prestadas las palabras del idioma de los conquistadores que faltabanle para
hacerlo más fluido; así como les ha retribuido palabras que les faltaba a ellos.
Por supuesto que en la zona de mayor cultura Kholla, que sin duda constituía
Tihuanacu y que representa el Khollasuu y el Uma-suu, (13) se ha conservado,
cual una isla lingüística, este vetusto idioma. Y como de aquella región,
conforme a la tradición unánime recogida por todos los cronistas, salieron los
Incas, se hablaba entonces el aymará, no es de extrañar que se haya
conservado hasta ahora este idioma sin contaminación aruwak y sin evolución
posterior, puesto que la cultura tihuanaquense, emigró, diremos, por el
desmejoramiento de las condiciones climatéricas y otros factores en los cuales
por el momento no podemos profundizar. También es comprensible que la
secreta lengua que entre si usaban los Incas, sabida igualmente conforme a la
tradición anotada por los cronistas, era el antiguo idioma Kholla, el aymará.
“El doctor Tello se opuso a la teoría del doctor Posnansky sobre el valor
cultural de los Aruwakes, desarrollando ampliamente ideas sobre este punto.
Dijo el profesor peruano que podemos considerar a los Aruwakes como los
verdaderos progenitores de las más antiguas culturas peruanas, y que sus
13
Uma-suu—véase P. Ludovico Bertonio. Vocabulario Aymará-español año 1612.
(Julipueblo. Provincia de Chucuito).
estudios, principalmente el lingüístico, le permitían afirman que Chimus y
Puquinas, son pueblos emparentados con los Aruwakes. Asimismo, manifestó
que fue ésta raza la que logró la domesticación de los animales y el cultivo de
plantas silvestres que después han sido vitales para la subsistencia de nuestros
pueblos” (14).
Contestando a los anteriores conceptos por el doctor Posnansky dijo: que las
famosas Pucaras habían servido de defensa contra las grandes mases invasoras
Aruwakes de poca capacidad craneana y condiciones inferiores de carácter,
cosa que comprobó por estudios de cráneos hallados en aquellas regiones;
además, es evidente que las cerámicas finas y objetos de arte se hallan
únicamente al lado de esqueletos de tipo Kholla.
El Prof. Posnansky aclara sobre la pizarra los signos tipológicos en los cráneos
de Khollas y Aruwakes. Esto lo lleva a la conclusión, ya dentro de otro
campo, que los Gobiernos del Perú y Bolivia, debían iniciar estudios
preliminares sobre las características de estos dos pueblos aun vivientes, para
según sus resultados, orientar la educación indigenal.
Por supuesto que este era un descarrilamiento de aquel sabio y noble Kholla
de Huarochiri, que sólo puede comprenderse como algo que se diría: "espíritu
de contradicción", puesto que el respetable doctor Tello, sabe más que nadie
que los Aruwakes, Changos, Unís, Chipayas, Chimus, Puquinas, y salvajes
emigrados del Este, no han podido nunca hacer por sí mismos, las notables
obras como las de Tihuanacu, Cuzco, Macchupicchu y otras famosas de la
sierra del Perú y la costa del Pacífico, sino bajo la inteligente dirección y
férrea disciplina de los Khollas, que dominaban desde las Pucaras al pueblo
servidor Aruwak, cuyos típicos cráneos, con los signos antropológicos arriba
mencionados, se hallan en los entierros donde existe orfebrería finísima,
cerámica de perfección sorprendente, objetos de gran arte de su cultura
material, los hermosos Huacoretratos de los difuntos Khollas y no cerámica
simplemente utilitaria, objetos rudos que en los enterratorios en los que se han
encontrado junto a los esqueletos de la raza de manada que denunciaban su
categoría obrera, de masa del pueblo trabajador y de poco entendimiento.
Indudablemente esta “alida” de nuestro buen amigo Tello, es lamentable en un
hombre de la jerarquía de él y del buen nombre merecidamente adquirido, y
14
Véase: Posnansky.—Obra citada en nota 2 y el “Pasado prehistórico de Gran
Perú” (1940).
sin la menor duda que recapacitando estará a esta hora íntimamente
convencido que esto de que los Aruwakes sean los autores de las obras
notables del Gran Perú, era un descarrilamiento lamentable, atribuible
únicamente al calor de la discusión, visto que la mayoría de los sabios allende
el Titicaca, aun presumen que Keshuss son Aruwakes y Khollas los Aymarás,
siendo así cómo en este artículo y en una multitud de otros trabajos de
divulgación científica así como en publicaciones de libros se comprobó, que el
idioma no constituye la raza y que entre los que hablan keshua hay Khollas y
Aruwakes, lo mismo que entre los de habla Aymará hay Aruwakes y Khollas,
(15).
15
A este respecto hallará el lector mayores detalles en mi trabajo “El Pasado
Prehistórico del Gran Perú”, que salió a luz el año pasado, 1940.
16
Véase: Posnansky: “Guía de Tihuanacu” y “Boletín de la Sociedad Geográfica
de La Paz No 56”. “'Quiénes eran los Incas”.
desiertos. Allí se “a vol d'iseau” claramente en las extensas regiones de la
costa, que existen entre los lechos secos de grandes ríos que desembocaban al
océano Pacífico, que habían corrientes de otros ríos, con un enjambre de
afluentes que en otra hora no solo llevaban en sus caudalosas corrientes,
considerable cantidad de agua, sino que eran regiones de abundantes lluvias.
Aun se nota desde el avión, en muchos de los sitios de aquel desierto que
todavía no están cubiertos por las dunas de arena, cual un tablero de ajedrez,
los antiguos cercos agrícolas que dividían las sayañas, (pertenencias
agrícolas), y que cualquier plano de terreno era utilizado y aprovechado.
Cuáles serían las causas para que se efectuara el cambio climatérico?
Cualquiera que haya estudiado la climatología andina y costeña lo sabe y no
creo necesario entrar en detalles. Es así que no es ningún enigma que se hallen
patentes manifestaciones de culturas doquiera a lo largo de la costa del
Pacífico, en las que ahora hállanse terribles dunas y desiertos de enormes
extensiones, siendo la agricultura en la actualidad, practicada únicamente en
aquellos valles donde hay planicies que aun son surtidas por la escasa cantidad
de agua que brota en los Andes. Así pongo punto final a este asunto,
prometiendo entrar en materia con mayor detención en otra oportunidad
próxima, y termino repitiendo lo que expresé en una conferencia pronunciada
con motivo del cincuentenario de la Sociedad Geográfica de La Paz: El
famoso saludo atribuido al Inka de “Ama sua, ama llulla, ama khella”, (no
seas ladrón, no seas mentiroso, ni seas flojo), tuvo razón, sobrada razón de ser.
Y en los grandiosos monumentos del Perú y Bolivia hace algo más de un siglo
aún el Gran Perú, se vé que con la estricta observancia de este lema,
condensado en un saludo, se han podido crear los monumentos más
maravillosos y, los artefactos hoy insuperables en nuestra moderna cultura,
como son los del hombre americano, y que demuestran cuánto puede producir
el esfuerzo bien dirigido de un pueblo constituido por Khollas y Aruwakes;
aquellos el pueblo mandón y conductor de suprema inteligencia y dinamismo;
y éstos, el pueblo de masa, trabajador, obediente y bien conducido.
17
Como la denominación de "Aruwak" tiene para muchos un sonido extraño,
trascribo en seguida lo que dice mi apreciado amigo el insigne etnólogo Prof. Dr.
Max Schmidt, en su "Volkerkunde", (Etnología) (Berlín 1924) en lo que se refiere a
la distribución de los pueblos Aruwak.
COMENTARIO REFERENTE A LA DENOMINACIÓN
DE ARUWAK (a).
“Las tribus de la familia lingüista Aruwak son consideradas como aquellas
que tienen la mayor propagación y número en las selvas tropicales”.
“En época de la conquista, poblaban las tribus Aruwakes la costa Este de las
Guayanas y del Brasil hasta el Delta del Amazonas, donde los Aruanes se han
extinguido recientemente en la Isla Marajó. Las tribus de la costa han sido
llamadas “Aruak” o “Arrawak” y de estas recién ha sido transpuesto este
nombre sobre toda la familia lingüística. También eran tribus Aruwakes las
que hallaron los primeros descubridores sobre las grandes Antillas. De su
lengua, el TAINO, han pasado diversos vocablos importantes a las lenguas
europeas, como TABAKO, HAMAKA, KANUA (canoa) MAHIZ (maíz). De
las pequeñas Antillas, donde llamaron “ALLOUAGUES”, los Aruwakes han
sido empujados por tribus Caribes. El territorio Aruwak costeño, colinda a su
lado Oeste, especialmente con tribus Caribes, en medio de las cuales se hallan
engastadas unas pocas tribus Aruwak como los Wapichanas”. Empero en el
territorio de las vertientes del Orinoco, como también en el Amazonas Central,
hallamos más compactas las tribus Aruwakes como son las de los Maipurés y
Baniwás en el territorio orinocota la de los Tarianás sobre el Uaupés, y la de
los casi extinguidos MANAO en la embocadura del Río Negro en el
Amazonas. Como habitantes del Nor-Oeste son de considerar los “Goajiros”
sobre la península del mismo nombre en Venezuela los que en la actualidad
son vaqueros debido a la influencia europea. Desde el Amazonas Céntral,
sigue una faja ancha por el “Juruá y Purús río arriba como también hacia el
sudoeste hasta la cordillera. En esta región las más importantes tribus sobre el
Río Purús son las de los Paumarí, Ypuriná, y Yamamadí y sobre el Jurúa los
de Arauna. En cuanto a los que habitan sobre el territorio peruano se cuentan
los Anti (denominados también Campa o Machi ganga) (b) y los ahora
insignificantes Piro. De allí se extiende nuevamente una faja de tribus Aruwak
que pasa por Mojos (c) en Bolivia y los Paressis en la zona de las vertientes
del Cabazal, Yaurú y Yuruena hasta los tribus Aruwakes del territorio de las
nacientes del Xingú, como los Mehinacu y Yaulapití, faja que llega en su
bifurcación meridional (Guana y Tereno hasta el Chaco Boreal”.
DELFINA QUISPE, la joven Chipaya que nos visitó, tiene una edad calculada
entre 15 y 16 años, y conserva, como se vé su apellido netamente “cholla”.
Como se expresó anteriormente, ya se había estudiado, hacen 28 años, y en su
propio medio, a su abuelo, un viejo kholla de Isluga nombrado Vicente Kjespi
(18), quien, casado con una chipaya, había tenido en ella varios hijos, uno de
los cuales era el padre de Delfina. La madre de ésta era también chipaya. Por
lo tanto el ejemplar estudiado, es decir Delfina Quispe es, antropológicamente
hablando, una “cuarterona”. Esta mestización desde el punto de vista
antropológico, evidente por el historial genealógico, se constata también, por
las mensuraciones craneanas, y se revela en el evolucionado aspecto de sus
rasgos fisionómicos, como en el modo de conducirse, tal como veremos más
adelante.
El pueblo de los chipayas está repartido en tres ayllus, lo que, dicho sea de
paso, es una cosa sumamente rara en las regiones habitadas por los que aun lla
mamos "indios". Corrientemente hallamos en las “Markas” (poblaciones
indígenas de Bolivia y del Perú), la partición en solo dos ayllos: Aransaya y
Manasaya. No podemos entrar en este corto estudio en pormenores y por eso
indicaremos a aquellos que tienen mayor interés en el asunto de “Ayllos”, el
Capítulo III: “La división en regiones y parcialidades con motivo de
separación antropológica y lingüística”. “El Suu (Suyo), la Marka, la Saya, el
Ayllo y la Sayaña”, en Posnansky, ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA DE
LAS RAZAS INTERANDINAS.
El ligero examen cráneo métrico a que hemos hecho referencia, arroja los
siguientes datos:
18
Su índice cefálico es de 81.6 y su retrato vemos en la figura 5 a. en la obra del
autor: “Antropología y Sociología de las Razas Interandinas” (Véase igualmente el
cuadro antropométrico en el Capítulo “Chipaya”.
Delfín Loza Delfina Quispe
(tipo puro) (mestizada cotí Kholla)
Características
Es muy posible que a Delfín no le hayan interesado mayormente las cosas que
ha visto en la ciudad y la relación que ha tenido con algunos habitantes de ella
y al retorno a su pueblo no hará mención mayor. Delfina habrá sentido
profundamente impresionada su personalidad con la observación que ha hecho
de las características citadinas; sus calles, sus plazas, sus edificios, sus
habitantes, los halagos de que ha sido objeto, etc., y al retornar a su poblado
hará mención de todo ello, rodeándole, tal vez, de un nimbo fantasioso. Como
todos los de su tribu, que aún no tienen mezcla con Kholla o con el blanco
Delfín es mentalmente, bastante retardado. Piensa y obra en abstracto, es
decir, todo lo contrario de su compañera Delfina que, interrogada, contesta
con lógica y correctamente, (es vivaracha); cuando se le charla de un asunto
que le interesa, sus ojos se iluminan, la mecánica de su cara acciona y la
rápida comprensión se marca en el ágil juego de sus músculos faciales,
diremos, en su mímica. Su nariz es la típica de los Khollas: aguileña, su cara
es más alargada y sus zigomas menos sobresalientes que los de su compañero.
Por su condición femenina, por supuesto el volumen craneano es inferior al de
éste. Por igual motivo, la nariz es más corta; pero en la prominencia le lleva a
Delfín en tres puntos.
Esta mestización entre las dos razas aborígenes del Altiplano interandino, de
la cual tenemos un ejemplo patente en Delfina Quispe, es sumamente
sugestiva y comprueba nuevamente el cambio de cualidades mentales y físicas
que se produce mediante ella.
ARTHUR POSNANSKY.