En la U.E.C Nuestra Señora del Carmen ubicada en la calle Bolívar entre la
avenida Artes y Santa Teresa del municipio Machiques de Perijá, se atiende una matrícula estudiantil de 432 alumnos a nivel de media y diversificado distribuido de la siguiente manera primer año 88 alumnos,2 año 89,tercer año 88, cuarto año 82 y quinto año 85, cuenta con laboratorios, salón de computación, una biblioteca, salón de dibujo 10 aulas de clase las cuales tienen los recursos necesarios como: luz, aire, ventiladores, pupitres, escritorios, estante, pizarra acrílica, cartelera.
La evaluación en la institución es realizada en forma cuantitativa y cualitativa
llevando un proceso evaluativo en la conducta que tiene cada alumno dentro del aula de clase y fuera de ella. Aplicando la técnica de la observación, el investigador asumiendo criterios personales para efectuar dicha observación, pudo apreciar algunas conductas disruptivas en los estudiantes. En dichas observaciones se ha arrojado resultados no favorables ya que las conductas de los estudiantes han sido bastante alarmante, y preocupante bajo un fenómeno que se percibe en las aulas de clase y en el resto de la institución; el acoso escolar o bullying, de hecho este también se contrasta en otros contextos educativos.
En este sentido, según Gaitán (2005), el acoso escolar es el resultado de la
crisis actual de la institución educativa expresada por los estudiantes en su falta de pertinencia, la desarticulación con la vida provocada por el abuso verbal, psicológica, agresiva, física y al aislamiento social. En general, las causas o factores que provocan el acoso en los centros educativos suelen ser personales, familiares y escolares. En lo personal, el acosador se ve superior, bien porque cuenta con el apoyo de otros atacantes, o porque el acosado es alguien con muy poca capacidad de responder a las agresiones. En la mayoría de las ocasiones, el acosador lo que quiere es ver que el acosado la está pasando mal.
Dentro de los factores individuales suele encontrarse una personalidad
retraída o baja autoestima en el acoso de las víctimas y un temperamento agresivo, alteraciones en la emoción y la conducta en el caso de los agresores. A partir de ahí el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave o algún tipo de psicopatología, para que actué de esa forma con el resto de sus compañeros. Este mismo puede presentar una ausencia de empatía y algún tipo de la cognitiva, en este caso suele ser una persona que ha visto violencia con regularidad, se acostumbra a ella o en su hogar donde los integrantes se tratan agresivamente, verbalmente, físicamente y psicológicamente, llegando al caso de que lo traten a él de la misma manera.
Para ello se ha realizado campañas en los planteles educativos para
erradicar este fenómeno, se ha tratado de orientar a los docentes para que tenga a la mano una respuesta inmediata sobre los casos de acoso escolar, pero pareciera que es más fuerte el problema que las propias alternativas de solución.