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2.

2 Exploraciones complementarías

En algunos casos, las entrevistas de investigación deben ser completadas mediante nuevas

exploraciones, encaminadas unas a observar sectores específicos del funcionamiento psíquico y

otras a observar ciertos elementos somáticos. Las observaciones psicológicas que se llevan a cabo

comprenden, por un lado, diversos tests psicológicos, y por otro, la valoración de las grandes

funciones instrumentales (situación del lenguaje, situación psicomotriz) o de las adquisiciones

escolares. Hablaremos aquí únicamente de los tests psicológicos de personalidad, puesto que el

resto de las exploraciones se estudian en el capítulo dedicado a las funciones instrumentales

correspondientes. Las exploraciones somáticas comprenden, ante todo, la exploración física del

niño. Declarar en nuestros días que la exploración somática es indispensable es una frase sin

sentido: salvo excepciones (en casos de hospitalización, por ejemplo) no es ni deseable ni posible

explorar a un niño en el plano somático al tiempo que se intenta captar el significado consciente o

inconsciente de las conductas que nos muestran. En caso de duda, si es necesaria una tal

exploración, es importante que el paidopsiquiatra pueda confiar totalmente en ella y esté, por

tanto, relacionado con un pediatra y un neurólogo con los cuales colabore. Las exploraciones

somáticas complementarias están constituidas esencialmente por el electroencefalograma, la

tomo densitometríacerebral y las exploraciones auditivas. Otros exámenes no serán solicitados,

salvo en el caso de que existan signos orientativos y de acuerdo con el internista. No vamos a

detallar aquí el electroencefalograma o técnica de registro de la electro génesis cerebral; rogamos

al lector que se remita a artículos especializados, así como al capítulo dedicado a la epilepsia.

Dado su interés, diremos algunas palabras sobre la tomo densitometría y las exploraciones

auditivas.

Tomografía computarizada (tc: escáner) resonancia magnética (rm)


■ Principio: en el curso de los últimos años, estos dos métodos neurorradiológicos han

modificado profundamente la exploración del sistema nervioso central dado que son

exploraciones que no entrañan ningún riesgo y gracias a los interesantes resultados obtenidos. La

rá- pida evolución de los aparatos contribuye a que los exámenes sean cada vez más rápidos y los

cortes explorados, más finos. No obstante, el elevado costo de estas exploraciones sigue

constituyendo un factor limitante. «La tomografía computarizada por reconstrucción de las imá

genes consiste en analizar cuantitativamente el coeficiente de atenuación de los rayos X y

reconstruir la topografía anatómica de dichas densidades» (TC) (Touitou). La resonancia

magnética nuclear (RM) proporciona imágenes de múltiples cortes en prácticamente cualquier

plano e incluso imágenes tridimensionales. En la actualidad, se consigue una variación de los

cortes de LIO mm de espesor

■ Aplicación práctica: es conveniente solicitar una tomodensitometría ante todo cuadro que

evoque la posible implicación del sistema nervioso. Es especialmente interesante dicho examen

en los casos con tumor cerebral y en determinadas encefalopatías degenerativas o inflamatorias

(enfermedad de Schilder). La RM parece especialmente indicada en los procesos degenerativos,

vasculares (hemorrágicos, isquémicos) y postraumáticos. Esta técnica permite asimismo una

mejor exploración del eje cervicooccipital y de la médula cervical.

■ En el ámbito de la investigación se están utilizando sistemáticamente estas exploraciones con

TC y RM para el estudio de algunas enfermedades (v. Autismo infantil, pág. 315).

Técnicas de exploración de la audición


La detección de un déficit auditivo, incluso parcial, debe ser tan precoz como sea posible, dada la

incidencia que dicho déficit sensorial tiene en la comunicación humana, particularmente en el

lenguaje (v. Sordera, pág. 252). Se puede distinguir entre la audiometría subjetiva y la

audiometría objetiva.

1. Audiometría subjetiva

Permite una evaluación más exacta de los niveles auditivos; su mili portancia es

fundamental. No obstante, precisa de la cooperación y fe participación activa del niño, ya

sea ésta consciente o inconsciente 3 (técnica de condicionamiento). Las dificultades

psicológicas del niño J implican un obstáculo para su utilización. La respuesta positiva es

siempre cierta pero, en cambio, la respuesta negativa no debe interpretarse necesariamente

como un defecto de audición (rechazo o imposibilidad de cooperar). Antes del año se trata

principalmente de la reacción de sorpresa; roo acción motriz, reacción de paro, reflejo

cocleopalpebral y modificación de la mímica. Es sólo una detección aproximativa que

debe completarse.

De 1 a 3 años, el reflejo de orientación condicionado (ROC) permite trazar una curva

audio métrica muy fiable. Se hace en campo libre y únicamente puede trazarse la curva

del oído en mejor estado. Se trata de una reacción de condicionamiento: el niño gira la

cabeza hacia uno de los estímulos sonoros acoplados a un pequeño teatro que se ilumina.

La cooperación del niño y su capacidad de contacto pueden, por sí solos, hacer que la

exploración sea fiable. A partir de los 2 1/2-3 años el método del Peep Show permite,

gracias a la utilización de auriculares, el estudio de cada oído. Es un mé todo muy seguro

cuando el condicionamiento es posible. Después de cada emisión sonora, el niño aprieta


un botón, y ello le proporciona una recompensa (ve pasar un pequeño tren). La

participación activa del niño refuerza el condicionamiento.

2. Audiometría objetiva

El éxito de la misma, sobre todo en el niño, se debe al hecho de que no precisa de la

colaboración del sujeto. Distinguiremos entre la impedanciometría y los métodos

electrofisiológicos.

■ Impedanciometría: permite el estudio del funcionamiento del oído medio: en caso de

lesión, la energía ácústica no es absorbida, sino, por el contrario, reflejada. La

impedanciometría mide la intensidad de la energía reflejada, según las frecuencias.

Asimismo se estudia el reflejo estapedial: contracción refleja bilateral del músculo del

estribo cuando tiene lugar la percepción de una señal acústica, lo cual es signo de que el

sujeto ha percibido la estimulación.

■ Métodos electrofisiológicos» que registran los fenómenos eléctricos inducidos

mediante una estimulación sonora sobre el trayecto de las vías auditivas. El potencial de

acción del nervio puede captarse en todos los niveles. Electroencefalografta: registro a

nivel de la cóclea. Precisa de anestesia general. En el niño, la fiabilidad del método es

absoluta, pero únicamente se obtiene respuesta en las frecuencias agudas, sin que pueda

prejuzgarse qué es lo que está o no conservado en las frecuencias graves. Potencial

evocado del tronco cerebral o potencial evocado auditivo cortical: registro de la onda

eléctrica con una latencia que está en función de la intensidad y de la frecuencia del

sonido. El registro positivo es fiable, pero la ausencia de registro no implica


necesariamente ausencia o defecto de audición, especialmente cuando existen otras

perturbaciones en el electroencefalograma.

Limitaciones del método electrofisiológico: no es posible antes de un año de edad;

imposible en casos de agitación (se precisa un casco); no se puede interpretar en caso de

anomalías en el electroencefalograma.

TESTS PSICOLÓGICOS Se llama test a una prueba estandarizada y a ser posible

contrastada que permite comparar los resultados conseguidos por un niño con los

obtenidos por un grupo control de niños. Los primeros tests fueron los de inteligencia

(Binet-Simon). Después, se dividieron los tests en dos grandes grupos: tests de nivel y

tests de personalidad.

■ Tests de nivel: miden el éxito o el fracaso frente a una serie de tareas estandarizadas.

Tienen como objetivo la medida de la inteligencia; los resultados se expresan en cocientes

de desarrollo (CD) o en cocientes intelectuales (CI). Dichos tests han sido estudiados en

el capítulo «Psicopatología de las funciones cognitivas» (v. pág. 166).

■ Tests de personalidad: tienen como objetivo el estudio de los componentes afectivos de

la personalidad. Se basan en el establecimiento de una situación lo más estandarizada

posible a fin de permitir comparaciones, pero los resultados no se pueden expresar

cuantitativamente. Los tests de personalidad no conducen a la definición de una

puntuación. Por el contrario, permiten la evaluación cualitativa de los procesos psíquicos

que concurren en la organización de la personalidad. De hecho, todas las respuestas

emitidas en los tests de personalidad son válidas y significativas, contrariamente a lo que


sucede en los tests de nivel (donde existe siempre una respuesta correcta o incorrecta).

Entre los tests de personalidad distinguiremos los cuestionarios y los tests proyectivos.

-Cuestionarios

Confeccionados sobre el modelo MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory),

que no puede ser utilizado antes de los 17-18 años. Dichos tests en realidad son poco

aplicados a los niños dadas sus condiciones materiales (muy largos de administrar,

planteamiento fastidioso para el niño, etc.).

Tests proyectivos Su utilización en psiquiatría infantil ha tenido mucho éxito. Todos ellos

se basan en el concepto de proyección, articulado a su vez a la noción de percepción. No

hay percepción neutra; toda percepción reposa sobre un trabajo de interpretación que está

en función de la proo blemática interna del sujeto. La característica de los tests

proyectivos estriba en proponer un estímulo perceptivo, suficientemente ambiguo, a fin de

que en la percepción el sujeto «proyecte» al máximo su propia problemática. A fin de que

dicha proyección opere sin trabas y el test pueda considerarse válido, es necesario ante

todo que la situación de examen sea favorable.

Marco de la administración: aún más que en los otros tipos de test, el contexto de la

entrevista, la personalidad del psicólogo y la naturaleza de la relación tienen un papel

primordial. La situación del test proyectivo supone parcialmente una paradoja: el

examinador debe ser lo más neutro posible a fin de no influir en la naturaleza de las

percepciones y de la proyección del paciente; pero a la vez, el examinador debe favorecer

la expresión de las experiencias más íntimas del mismo.


En el niño la situación de investigación mediante test está muy lejos de ser neutra; puede

vivirse como un control, una especie de examen, una intrusión intolerable, un intercambio

lúdico o una posibilidad de expresión... Podemos observar diversas actitudes de un niño a

otro o incluso en un mismo niño en distintos momentos. El papel del psicólogo estriba

precisamente en ofrecer un marco en el cual el niño desarrolle el mínimo estado de

inquietud, de reserva, de refuerzo de sus defensas. Sólo una larga práctica con estos tests

y con niños de edades diferentes y de patología distinta permitirá al psicólogo encontrar,

gracias a su experiencia y empatía, la actitud adecuada, a medio camino entre la solicitud

excesiva y la fría neutralidad.


Antecedentes

Quiroga F. (2005), Estudio de la Organización de la Estructura de Personalidad en Niños entre 5 y 8 años


de edad, que presentan un Trastorno de Inestabilidad Emocional de tipo Limítrofe, a través del Test de
Rorschach., Santiago-Chile.

Llego a la siguiente conclusión conclusiones .

De acuerdo al análisis de datos y resultados se puede concluir que se confirma la hipótesis de


trabajo Nº1: “Los niños entre 5 y 8 años de edad que presentan un Trastorno de Inestabilidad
Emocional de la Personalidad Limítrofe muestran indicadores psicopatológicos según los
criterios Piagetianos y los indicadores psicopatológicos encontrados a través del Test de
Rorschach”. En el Test de Rorschach, los resultados que aparecen en los protocolos de los niños
evaluados se relacionan con lo que aparece en la bibliografía. En la bibliografía existente acerca
de la evaluación de niños con trastornos de personalidad limítrofe a través del Test de Rorschach
se señala que presentan dificultades en el área del pensamiento, que se presentan a través de
perturbaciones en el contenido del pensamiento (combinaciones fabuladas, confabulaciones,
contaminaciones, entre otros fenómenos) (Passalacqua, 2005). Todos estos fenómenos que se
observan en las respuestas de los niños con este trastorno denotan límites laxos entre fantasía y
realidad (Bemporad, 1982, citado en Micheli, 1996). En él área afectiva, los índices de
psicopatología que aparecen en los niños con Trastorno de Inestabilidad Emocional de la
Personalidad Limítrofe, desde el Test de Rorschach son totalmente concordantes con lo descrito
en la bibliografía. En la bibliografía revisada se puede apreciar que una de las características
centrales de este trastorno es la dificultad en la regulación de los afectos. Según Shapiro (1980,
citado en Kernberg et al., 2000) los niños con este trastorno de personalidad experimentan afectos
y angustias intensos y cambiantes, que emergen de modo repentino, con escasa posibilidad de
control consciente, siendo las emociones que experimentan, principalmente negativas y
profundas, situación que se presentó igualmente en este estudio. Shapiro (1980, citado en
Kernberg et al., 2000) además de mencionar la presencia de emociones negativas, como la ira y la
desesperación, menciona además la agresividad. Según este autor, estos niños muestran
dificultades en la regulación de la agresión, lo que se puede observar a través de las imágenes que
perciben en el Test, las que son crudas, vívidas y muy cargadas de fantasía. Las respuestas
violentas y sanguinarias que dan los niños con este trastorno de personalidad pueden ser seguidas
de otras más adecuadas o aún superiores, como si nada hubiera pasado. Este tipo de respuestas
aparecieron en el grupo de niños evaluados, variando entre los distintos protocolos en la viveza e
intensidad. En los niños de este estudio se observaron dificultades en el 74 manejo de la agresión
en la mitad de la muestra, existiendo una mayor tendencia en los varones del grupo a presentar
este tipo de emociones. Al Test de Rorschach se ha visto que claramente el desarrollo emocional
está alterado. Los niños con este trastorno de personalidad poseen un repertorio limitado de
enfrentamiento con otros, que no les permite experimentar cambios emocionales que promuevan
el crecimiento. Es por eso que prefieren controlar y contener experiencias emocionales debido al
efecto potencialmente desestabilizador de sus rígidos y por consiguiente, frágiles recursos y
defensas. Y cuando expresan las emociones, lo hacen de manera descontrolada e impulsiva. La
impulsividad es una característica frecuentemente mencionada entre los autores que han
estudiado el trastorno de personalidad limítrofe, pues es uno de los rasgos más distintivos del
cuadro. En los niños evaluados en este estudio, se aprecian dichas dificultades en la regulación de
los impulsos, a lo que se le agrega la falta de tolerancia a la frustración. Resulta relevante
comentar la importancia que tiene el Tipo Vivencial desde el Rorschach, pues da cuenta de modo
simultáneo acerca de características del niño tanto en el aspecto cognitivo, afectivo e
interpersonal. En este estudio se observó que los niños de ambos sexos y en todas las edades
muestran un tipo vivencial predominantemente extratensivo desadaptativo, lo que significa que a
nivel cognitivo tienen déficit en las funciones lógicas. En lo afectivo no existe un control
intelectual adecuado sobre la afectividad, por lo tanto aparece egocentrismo, impulsividad y
obstinación. En lo social, destacan dificultades en la capacidad empática, entre otras
características. A los niños evaluados en esta investigación en general les cuesta establecer
contacto con los otros. A veces esta dificultad es por temor a establecer lazos estrechos,
tendiendo a la evitación de vínculos directos y a la cautela en la relación interpersonal. En otras
situaciones puede suceder que esta actitud inadecuada hacia los otros, sea porque están muy
preocupados por la impresión que provocan en los demás. Paralelo a esto, pueden presentar
actitudes hostiles y críticas hacia los demás. Los resultados en esta variable de estudio son
concordantes con lo que aparece en la bibliografía, pues la mayoría de los autores plantea que los
niños con Trastorno de Personalidad Limítrofe manifiestan a través de sus respuestas al Test, una
preocupación por los estados de separación y pérdida, por lo que sus vínculos oscilan entre ser
simbióticos, dependientes y tremendamente rabiosos y hostiles (Ames et al., 1972; Leichtman et
al., 1980, citado en Campo, 1995; Kernberg, 2000). 75 Esta investigación representa un aporte en
el área de la evaluación psicológica de la personalidad. Si bien el Test de Rorschach es
universalmente conocido como un buen instrumento de evaluación de la personalidad, al
favorecer la elicitación del funcionamiento patológico del individuo, en este estudio permitió
detectar indicadores psicopatológicos, al comparar los resultados de los niños con Trastorno de
Inestabilidad Emocional de la Personalidad Limítrofe con lo esperado en el grupo normativo. Sus
resultados fueron analizados desde una perspectiva fenomenológica, a través de los aportes de
Ana María Alessandri (1983) con su sistematización de variables, pero además este análisis se
integró con los aportes del marco constructivista piagetano. Las serias alteraciones que mostraron
los niños evaluados en el desarrollo de su personalidad, que se caracteriza por déficits en el
funcionamiento cognitivo, afectivo e interpersonal según lo que se pudo observar a través del
Test de Rorschach, constituirían como se dijo anteriormente, indicadores psicopatológicos. A la
luz de la teoría Piagetiana, estas dificultades también constituirían indicadores psicopatológicos.
Según esta perspectiva, éstas se producirían dado que estos niños no han logrado superar el
egocentrismo y por tanto no logran una imagen de si mismos realista e integrada ni el equilibrio
en las relaciones interpersonales. Además, desde la mirada Piagetiana podríamos concluir que en
las estructuras cognitiva, afectiva y social, se observa una fijación en estructuras rígidas. Estas
estructuras se encuentran fijadas a etapas anteriores del desarrollo, específicamente en etapas
preoperatorias, pues estos niños no logran lo que se espera para su edad. Un reflejo de esto es el
exceso de fantasía que se encuentra en ellos, que se refleja en episodios de confusión
fantasía/realidad, pues la poductividad ideacional y la imaginación al ser predominantemente
confabulatoria al Test de Rorschach, tiende a ser distorsionada, poco ajustada a la realidad e
incluso bizarra en algunos casos. La fijación de las estructuras las haría más vulnerables a
desequilibrios que pudieran convertirse en duraderos. Esto se observa en el hecho de presentar
dificultad de conocer y comprender la realidad de modo objetivo, y el presentar una imaginación
y originalidad del pensamiento distorsionada. Esto se puede reflejar en dificultades de
rendimiento intelectual. En el aspecto afectivo, la no superación del egocentrismo les impide
controlar adecuadamente las emociones y expresarlas en forma empática. En el aspecto social e
interpersonal, desde la perspectiva constructivista 76 piagetiana podemos observar alteraciones
en la estructura social. Los niños evaluados en este estudio a través del Test de Rorschach
muestran altos índices de egocentrismo, lo que indicaría según Piaget, que el niño piensa la
realidad de manera sincrética y prelógica, por lo que no lograría el ajuste social (Rychlak, 1988).
A esto se suma el escaso desarrollo de la capacidad empática que presentan. Es decir, su
funcionamiento social es pobre, con relaciones interpersonales perturbadas, siendo una de las
razones de tales dificultades su incapacidad para reconocer al otro como tal y como diferente de
sí. Por eso mismo, no son capaces de lograr un equilibrio entre la consideración de los demás
versus sus propios impulsos emocionales. A partir del análisis de resultados, se puede concluir
que se confirma la hipótesis de trabajo Nº 2: “Los niños entre 5 y 8 años de edad que según la
CIE-10 presentan el Trastorno de Inestabilidad Emocional de la Personalidad Limítrofe
concuerdan con el Trastorno de Personalidad Limítrofe del adulto, según los indicadores
psicopatológicos de Rorschach”. El haber comprobado que las características del Trastorno de
Inestabilidad Emocional de la Personalidad Limítrofe en niños son similares a las del adulto,
significa un aporte no sólo en la detección temprana sino además en el tratamiento precoz de este
tipo de trastornos, pues con esta similitud se puede apreciar que es evidente que si los niños no
son tratados tempranamente, evolucionarán hacia la adultez con el mismo cuadro
psicopatológico. Por lo tanto, si ya es complejo el tratamiento en la niñez, más complejo y
dificultoso resultará en la etapa adulta, pues las estructuras estarán aún más rígidas y
desequilibradas. El contar con información en estas etapas del desarrollo resulta de gran ayuda,
pues ante la escasez de evidencias empíricas existentes para hacer el diagnóstico de trastorno de
la personalidad en niños, los datos y conclusiones arrojados por este estudio resultan un aporte
para el trabajo diagnóstico de los clínicos del área infanto-juvenil. El considerar los aspectos
evolutivos permite a su vez comprender claramente el fenómeno psicopatológico en todas sus
dimensiones, lo que facilita el planteamiento y jerarquización de objetivos terapéuticos y de las
intervenciones clínicas y ambientales a realizar con estos niños. Este modo de mirar el fenómeno
psicopatológico en este tipo de trastornos de personalidad es fundamental para la prevención y la
planificación terapéutica. En todas las estructuras de la persona es importante visualizar el
aspecto evolutivo y poder así determinar cuán desequilibrado se encuentra. Si esto se realiza en
etapas tempranas del desarrollo, existe la posibilidad de hacer una prevención de alteraciones
futuras en la personalidad, pues la 77 estructura de la personalidad se va a ir rigidizando cada vez
más en la medida que avanza el desarrollo, provocando a su vez mayores desequilibrios. El poder
analizar los indicadores psicopatológicos encontrados en el Test de Rorschach desde un marco
constructivista piagetiano constituye un gran aporte para la psicología, pues Piaget en su teoría
considera los procesos de construcción y dinámica de la personalidad, así como del fenómeno
psicopatológico, considerando siempre los aspectos evolutivos del sujeto. Esto permite
comprender de manera más clara cómo se estructura y organiza el desarrollo y de qué modo va
otorgándole significado a la realidad. Y en el caso de la psicopatología, cómo se va significando
la realidad de modo distorsionado y desadaptativo. La comprensión de los mecanismos que van a
producir la psicopatología, de cómo se puede dar paso a los procesos de re-equilibración es
fundamental para comprender la psicoterapia a realizar. En este tipo de patologías tan complejas
resulta valioso realizar un análisis fenomenológico clínico para trabajar con ella. Por tanto, este
estudio representa un esfuerzo teórico de integración de los aportes del enfoque constructivista
piagetiano a la comprensión del fenómeno psicopatológico en los trastornos de personalidad, y
como primera aproximación adolece probablemente de algunas falencias de integración teórica.
La claridad que entrega el enfoque constructivista piagetiano en su visión de la psicopatología,
permite no sólo una comprensión distinta, evolutiva e integral del trastorno de personalidad, sino
que además permite determinar con mayor exactitud el foco de intervención clínico y terapéutico,
centrándose en la problemática psicológica específica del niño, lo que puede favorecer
tratamientos más breves y eficientes. A partir del análisis realizado en función de los indicadores
psicopatológicos y de desequilibrio encontrados en los niños con Trastorno de Inestabilidad
Emocional de la Personalidad Limítrofe, y la importancia atribuida al tratamiento
psicoterapéutico temprano, es que resulta relevante considerar los siguientes aspectos en la
psicoterapia: En términos generales se debe facilitar el proceso fundamental de la descentración y
objetivación de la realidad, que en estos niños está alterado por la rigidización e inflexibilidad, lo
que genera desequilibrios en todas las estructuras. Para ello se debe facilitar que el niño pueda
integrar aspectos de sí mismo y la realidad que no ha integrado, para así configurar una visión
más realista e integrada de sí mismo y los otros.
Poma C. (2015), “aplicación del test wisc-iii y sistema experto para la estimulación cognitiva”- La Paz –

Bolivia

Llego a las siguientes conclusiones

Finalmente para concluir con el presente trabajo de investigación, este capítulo está

dedicado a mostrar los resultados, logros de este proceso de investigación. A continuación se

detalla los resultados obtenidos en base a los objetivos planteados en la parte inicial de la

investigación:

 Se organizó mediante un sistema experto, el conocimiento adquirido por el profesional experto

en el área neuropsicológica, necesario para el proceso de evaluación y cálculo de coeficiente

intelectual con la Escala de inteligencia para niños de Wechsler.

 Se realizó el análisis, diseño y desarrollo de un sistema basado en conocimiento que realiza la

evaluación y cálculo en base a la edad del paciente.

 Se empleó reglas de producción para la representación del conocimiento, para que el sistema

experto pueda tomar las decisiones del proceso de evaluación y calificación, de tal modo que

pueda hacer un proceso rápido y eficiente.

 Se desarrolló el sistema experto en un entorno móvil para lograr que el sistema experto de la

evaluación y cálculo del coeficiente intelectual esté disponible las 24 horas del día y se pueda

acceder a él de manera gratuita con solo tener la aplicación en el dispositivo móvil.

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