LIBROS POETICOS Y SAPIENCIALES
Clase # 1: miércoles 14 de agosto del 2019
El rasgo que caracteriza a estos libros se articulan
en la experiencia profética del pueblo de Israel y se
asocian a personajes considerados profetas. No es
el elemento literario lo que caracteriza el estudio de
estos libros. Tampoco es su dimensión histórica el
criterio. El criterio es un criterio religioso específico.
Cuando hablamos de libros sapienciales tenemos
un problema de identificación pues pueden
confundirse con los poéticos. El termino sapiencial
es un término un poco confuso porque no nos
estamos refiriendo a un género literario. Cuando
decimos sapiencial no nos referimos a un género
literario, ni a un criterio histórico.
Tomando el libro de Job, su redacción se acerca
mucho al género de cuento. Mientras que los
primeros capítulos son narrativos, a partir del
capítulo 3 observamos que aparece un segmento
poético de aproximadamente 40 capítulos.
Por ello, al hablar de lo sapiencial no estamos
hablando de un género literario ni un criterio
histórico.
Dirigiéndonos a la región de Us narrado en Job, se
refiere a una ubicación geográfica que no tiene que
ver nada con el pueblo de Israel. El autor se
distancia con esto de la tradición nacional y religiosa
con su pueblo ¿por qué? También en el verso 6 del
cap. 1 encontramos una alusión que nos saca del
entorno nacional y religioso el pueblo de Israel:
aparece un personaje llamado el satán, nombre que
identifica la función de uno de los hijos de Dios o
ángeles. Su nombre significa el acusador, el
fiscalizador, que en sí es un ente ordenador. El
satán sospecha de las intenciones de Job, pues
Dios presume de él delante de su funcionario.
Estas narraciones no tienen nada que ver con la
concepción histórico, cultura y religioso del pueblo
de Israel.
“Los hijos de Dios” no es una expresión común en
el pueblo de Israel. Esta más bien es una expresión
usada por las naciones cananeas. Es una expresión
lejana de la tradición religioso y simbólica del pueblo
de Israel.
Nos encontramos ante un libro que no tiene nada
que ver con un criterio religioso, con su historia o
con un género literario concreto.
¿A qué nos referimos entonces con libros
“sapienciales”?
A diferencia de los libros poéticos, sí tenemos un
criterio concreto a través del género literario poesía.
Por otro lado, de los libros poéticos tenemos un
criterio claro: el género literario poesía. Mientras que
de los libros sapienciales no tenemos claridad con
el criterio sapiencial.
De los libros poéticos decimos:
Que hay poesía en los libros poético no se niega,
pero ¿qué hacemos con las poesías que existen en
otros libros del canon bíblico? En el génesis, por
ejemplo, encontramos en su apertura una excelente
poesía: la poesía de la creación.
Con esto nos referimos que el nombre “poéticos”
nos queda corto, pues la poesía está en todos los
libros canónicos. Los libros poéticos nos quedan
corto. Por ello, más que encerrarnos en el título nos
debemos ir a lo más general: el curso nos introduce
a la poesía hebrea y por medio de esta la
Providencia a dispuesto comunicarnos una
experiencia profunda de la Revelación divina.
Cuando el hombre se encuentra con algo muy
grande, sólo que da la poesía como medio de
expresión.
Por ello, los libros poéticos nos remitirán, primero, a
la poesía en general, luego a la poesía hebrea y
luego a la presencia de la poesía en casi todos los
libros canónicos.
De los libros sapienciales decimos:
Pare entender los libros sapienciales primero
debemos comprender que son lo sapiencial. Los
autores no se preocuparon por hacer una especie
de elaboración sobre qué es lo sapiencial. Sin
embargo, en ellos se encuentra la raíz de una
intuición muy bella y profunda. En los cinco libros
que referimos que están colocados como
sapienciales, la tradición hebrea desarrolla
constantemente un término que transliterada se
suele escribir como HAKAM que en sencillo como
sustantivo y verbo significa “saber”.
Decimos en primer lugar que los libros sapienciales
que de forma primaria y fundamental se desarrolla
la inquietud que tiene el pueblo creyente por el
saber. Se expresa esa inquietud y se la aquilata
(la inquietud).
Clase # 2: jueves 15 de agosto de 2019
Tres nociones sobre el desarrollo sapiencial:
1.- Desarrollo
2.- Expresión
3.- Perfección expresiva.
La inquietud por el saber es parte del propio hombre.
Debemos distinguir dos dimensiones: el saber cómo
contemplación, el saber cómo conocimiento, el
saber desde la experiencia del que conoce como
gozo y fruición. Así mismo, hablamos de la
curiosidad, curiosidad como búsqueda del saber. A
pesar de experiencias “malas” que tenga una
persona que busca el saber fruto de la curiosidad,
no perderá la curiosidad. Además, decimos que el
conocer no muchas veces es grato, pero el deseo
de conocer sí lo es. Por eso la curiosidad inquieta,
que puede ser ordenante o desestructurante.
Una forma de saber tiene que ver con la no
intervención de la realidad que es la contemplación.
Lo peculiar de esta primera forma de saber tiene que
ver con el gozo de la curiosidad como un fin en sí
mismo. Se conoce no para algo, sino por conocer.
Por ejemplo, el niño o joven que ve la naturaleza
sólo con el fin de conocer, contemplar.
Junto a la contemplación el hombre conoce otro tipo
de saber. Es el saber operativo, vinculado a una
intervención de la realidad, un contacto con la
realidad mediado por una intención “hacer algo”,
“producir”.
Estos dos tipos de saber son distintos, pero ambas
pertenecen al genio de la inquietud propiamente
humana. La inquietud del saber conecta al ser
humano consigo mismo. El gozo del saber es algo
que no se puede alcanzar en otras formas de
experiencia incluso humanas. Hay una tensión en la
experiencia del conocimiento: normalmente vemos
el conocimiento como abstracción de la realidad. Es
una dimensión, pero el conocimiento está unido a la
experiencia del gozo por conocer.
Podemos distinguir que el conocimiento
contemplativo y operativo. El conocimiento
contemplativo es humanizante, pero también
gozoso y deleitoso y no necesariamente siempre se
tiene un objeto externo que se conoce. El primer
horizonte del conocimiento es su propia
humanización. Muchas veces se entiende que el
conocimiento es para dominar aquello que lo rodea,
pero en realidad lo más fundamental, el fin del
conocimiento es humanizar al humano. Ser cada
vez más perfectamente hombre.
Es por esto que la dinámica del conocimiento, en su
primer movimiento, es humanizar al hombre, no solo
en vías de adquirir conocimiento, sino también a
nivel de sensibilidad humana, pues cuando conoce
goza. Capta la realidad y comprende su lógica, su
dinamismo. Lo que distingue la realidad del mundo
de los sueños es la causalidad. La realidad del
sueño es discontinua. La realidad tangible es
continua. Es llena de causalidad. Ese conocimiento
al producirse en primer lugar es inmanente, llena de
gozo y humanizante.
De allí que sea importante en el proceso
humanizante de la persona lo más importante la
conciencia de la verdad. No hay nada más gozoso
que el autoconocimiento y el conocimiento de la
realidad y del carácter armónico de la misma. Sólo
desde la experiencia inmanente del
conocimiento contemplativo la operatividad es
humanizante; en primer lugar, porque brotan de
una humanidad y aportan humanidad al mundo.
Examinando en el relato de la creación que cuando
el hombre es creado es sujeto de una bendición y
luego de esta bendición Dios les encarga una tarea:
llenar la tierra y someterla. El hombre tiene que ser
hombre, es decir, todo lo que hace debe ser
humanizante. Uno de los problemas de la actualidad
es priorizar la productividad material y la eficacia
extrínseca. Los santos nos muestran que hasta el
más pequeño obrar humano, humaniza.
Hay una armonía entre el carácter inmanente del
conocimiento que humaniza y el carácter extrínseco
que construye, aporta al mundo. En esta dinámica y
por esta razón el conocimiento es irrenunciable al
hombre. Por ello, un individuo que deja de
inquietarse por el conocimiento experimenta una
enorme lesión humana.
Cuando hablamos de la inquietud del pueblo de
Israel por saber, debemos tener claro estos
fundamentos del conocimiento humano universal y
es en este marco en el que debemos colocar el
estudio de la sabiduría de Israel.
Examinemos Proverbios 1, 1-7:
Este texto es el pórtico de los libros de sabiduría.
Aunque no hay una tipificación rígida de “libros
sapienciales”. Este texto tiene una exigencia casi
nítida que hacen referencia al conocimiento, al
saber.
v. 1: nos ubica temporal y personalmente.
1idea: aprender. A diferencia de la profecía que no
sea aprende, tenemos estos refranes que tienen un
fin, aprender.
2idea: sabiduría e instrucción para entender dichos
profundos, máximas inteligentes, discursos
profundos. Todas estas son expresiones, que no
son necesariamente escritas, no necesariamente
literarias, que son expresión de conocimientos,
sabiduría. Se observa una cierta relación entre
sabiduría e instrucción. No es lo mismo sabiduría
que instrucción. La sabiduría es algo más sutil e
inspirado, la instrucción más bien comunica la
sabiduría, es entrenamiento, capacitación.
3idea: instrucción y perspicacia, instrucción
adecuada, educación acertada.
4idea: justicia, equidad y rectitud, justicia, derecho y
rectitud: estas son palabras más sutiles, que
corresponden a dimensiones más profundas, más
humanas, en las que se expresa una verdadera
sabiduría: un hombre es sabio es un hombre justo,
es recto, corresponde al derecho. Todas estas
expresiones no son algo ajeno al ser humano, sino
que son las exigencias de su propia naturaleza. Por
ello, mientras la sabiduría se transmite por medio de
una instrucción, se expresa en un hombre íntegro,
se encarna en la integridad del hombre. Ante se
escucha al sabio, ahora vemos al sabio ¿quién es?
el justo, quien respeta el derecho y el recto.
5idea: enseñar a los simples (incauto) la prudencia
(sagacidad), a los jóvenes la instrucción: este verso
4 tienen un hemistiquio ¿qué son los hemistiquios?
son parte de la poesía hebrea, son versos en los que
se detecta una estructura binaria, al conjunto se le
llama stiquio o sico, cada una de las mitades de
estas estructuras binarias se les llama hemistiquios.
Por ejemplo: a quien madruga (primer hemistiquio),
Dios le ayuda (segundo hemistiquio). La sabiduría
de esta forma es transmisión de la misma a quien
no la tiene. Es este aprovisionamiento de
experiencia a quien no la tiene. Quien no la tiene
está en condición inferior a quien sí. La sabiduría
entendiéndola en esta perspectiva es la
capacitación para la vida adulta. La juventud es
inexperta, la niñez también, por eso se engaña con
facilidad a un niño, a un joven. La adultez es la
capacidad de ser responsable de la propia vida e
incluso de la de otros. Esa responsabilidad es la que
la sabiduría quiere plasmar en los otros,
responsabilidad humanizante. La sabiduría así
mismo se relaciona con la destreza que va a
sostener tu vida. Si no eres diestro en lo que hace
¿cómo vas a vivir de eso? En el mundo oriental la
sabiduría es una cualidad operativa muy importante,
no como acumulación de conocimiento, sino el
saber intelectual y operativo, pero más relacionado
al saber vivir. Lo que aporta la sabiduría es al
aprovisionamiento al hombre de las
capacidades para saber vivir, no solo en lo
inmanente sino también en lo operativo. El
simple espera que otros decidan por él. El adulto no
tiene por qué esperar la decisión de otro. Esto es
terrible, ser adulto es difícil, pues no hay a quien
echarle la culpa, existe la equivocación, el error. La
sabiduría proporciona la capacidad para aprender a
vivir como adulto, incluso, aprender a equivocarse.
Clase # 3: miércoles 21 de agosto de 2019
La sabiduría capacita a los jóvenes para tomar
decisiones oportunas en la vida, es lo que veíamos
un poco en la clase anterior. La inexperiencia propia
de los jóvenes, nota de los procesos formativos en
cualquier ámbito de la historia, encuentra la ayuda
de la experiencia que se encuentra en la instrucción
de la didáctica sapiencial.
En cierto sentido, esta forma humana y cultural de
pensamiento que llamamos sabiduría sale al
encuentra que la vida del hombre es frágil y breve.
Por la brevedad de este tiempo, el tiempo de la
juventud, el hombre alcanza la madurez suficiente
por medio de la sabiduría. A diferencia de los
animales, algunos no llegan a la adultez por el
proceso de selección natural. En el hombre no pasa
lo mismo: el hombre llega a su madurez por medio
de dos cosas fundamentalmente: responsabilidad y
la inexperiencia.
La inexperiencia en el ámbito de adultez se
encuentra en un campo de mayor propensión al
error, no tiene ese cuidado que tiene la
inexperiencia del niño, protegido por sus
progenitores. El hombre joven e inexperto es frágil y
vulnerable, primero en el ámbito interno. El hombre
inexperto no sólo no sabe, sino que cree que sabe,
por ello muchas veces experimenta la presunción de
ser hombre sabio y experimentado. El joven adulto
experimenta ese anhelo de plenitud, se siente pleno
biológicamente, pero en el orden de las decisiones
de la protección de la propia vida y del entorno, la
fuerza biológica no es suficientes. En el orden de las
decisiones, las fuerzas físicas son insuficientes,
diferente que animal no humano, donde las fuerzas
biológicas son suficientes.
Para el hombre no le es suficiente las fuerzas
físicas. La capacidad de decidir exige algo más del
hombre. Ese “algo” transciende la dimensión física.
A ese algo se le puede dar el nombre de “sensatez”,
“prudencia” ... cuando se adquieren estas virtudes
tenemos como fruto la “sagacidad”. Para comenzar,
piensa antes de hablar y para decidir piénsalo aún
más. Las decisiones adultas están conectadas a la
vida o a la muerte, pues una mala decisión puede
llevar a perjudicar la propia existencia y la de los
demás. No es una metáfora, la insensatez se paga
con la muerte.
Nos encontramos en la dimensión ad intra del
hombre. Podríamos llamarla “virtud”, aunque esta
nomenclatura no es propia de la mentalidad semita.
La idea semita es más real y menos abstracta es la
capacidad que permite obrar de forma consistente.
En esa misma línea, comprendamos la idea, si a la
adultez se llega en plenitud biológica, pero en
carencia de inexperiencia, toda sociedad humana
intenta proveer a los jóvenes el bagaje sapiencial
para adquirir lo necesario para afrontar esta
inexperiencia. Por ello, toda sociedad tiene este
compendio de lo que podríamos llamar bagaje
sapiencial.
La sabiduría no es preceptiva, la sabiduría es
pensar antes de hablar, ejecutar el discernimiento,
balancear elementos para tomar una decisión. Nos
ayuda a afrontar elementos que son muchas veces
de tono circunstancial. No son realidades
antagónicas. Esta no preceptividad de la sabiduría
nos invita a comprender que la sabiduría nos invita
a reflexionar, pensar, pues una decisión pensada,
sensata tiene mejores resultados que una tomada
de “un manual”.
En todas las culturas, la sabiduría se caracterizar
por cuidar la vida y cultivarla. Por eso, nuevamente
decimos que la sabiduría no es preceptiva, sino
propositiva. Es así que la sabiduría no se idéntica
con la moral, es decir, la adecuación de las
acciones humanas y su realidad de maldad o
bondad. Por tanto, la moral discurre sobre los
cimientos de un presupuesto antecedente acerca de
lo bueno y lo malo y sus posibles consecuencias,
sean bonificantes o maléficas, en la vida de la
persona y su entorno.
La reflexión griega sobre la moral es diferente a la
sabiduría semítica, está más en relación en cuidar
la propia vida y la del entorno, es cuidar de aquellos
que están en relación contigo. En la perspectiva de
la realidad semita, no hay conflicto en ambas
realidades.
Entre el orden moral manifiesto en el decálogo y en
las bienaventuranzas provistos por Dios y el orden
de la sabiduría provistos por Dios no puede haber
contradicción. Por tanto, entre el orden moral y
sapiencial no hay contradicción, sino armonía.
Clase # 4: clase
¿Para qué la sabiduría? Para alcanzar una forma
buena de vivir, para alcanzar experiencia de vida
buena. Para alcanzar prudencia y sensatez. La
sabiduría tiene una dimensión general y amplia y se
expresa en los distintos espacios en los que se
desarrolla tanto en la experiencia, en la
observación, en la destreza, de la enseñanza
(didáctica), la decisión (el decidir bien).
Por tanto, cuando hablamos de los sapiencial nos
referimos a una actitud cultural caracterizada por
la reflexión acerca de la experiencia y su enseñanza
para la vida. (resumen de lo señalado hasta aquí en
la clase).
No existe una definición fija de lo sapiencial, sino
que se intenta describir lo más nítidamente desde
un método fenomenológico.
La cultura compartida por las civilizaciones
orientales antiguas, le llama a esta actitud de
reflexión sobre la experiencia SABIDURÍA.
RECORDEMOS QUE PARA LOS SEMITAS
HAKAM ES LA PALABRA PARA EXPRESAR LA
SABIDURÍA COMO EL SABER VIVIR.
Recordemos que el conocimiento es una pasión el
hombre, lo que le afecta, le desborda, como impulso
incontenible. Por ello, el conocimiento no es primer
lugar acción que domina el hombre y decide cuando
conoce. Es un impulso incontenible del hombre,
anhela, desea conocer. Su sensibilidad ante el
asombro se encuentra con su natural curiosidad y
asombro por el conocimiento.
En función del conocimiento como pasión se
pueden entender que en los semitas el
conocimiento no tenga un primer componente
especulativo y teórico, sino vital y operativo. A
diferencia de Aristóteles, considera que hay filosofía
en el conocimiento de las causas y no sólo de la
cosa en sí, del qué es, sino del por qué es. El semita
considera de forma más directa y menos abstracta
que el conocimiento que comunica vitalidad es el
conocimiento más grande. Cuando no se encuentra
el correlato de vitalidad, todo conocimiento es vacío:
lo que no tiene fruto, lo que es estéril. La prioridad
del conocimiento en los semitas es la vida, el
custodio de la vida, el cultivo de la vida, la fruición
de la vida. La vida era la validación del
conocimiento, un conocimiento efectivo que
mejora la vida, que produce para la vida. Por el
contrario, lo que reduce y merma la vida es
indeseado e indeseable, por ello la sabiduría se
aplica en especial empeño en proporcionar aquellos
saberes que aportan a la vida o que merman la vida.
La sabiduría considera la realidad en su conjunto,
somos parte de una realidad, de un conjunto… vivir
en la sabiduría es construir sobre roca firme, vivir en
la necedad es construir sobre arena. El hombre
adulto es responsable de su decisión. La sabiduría
no es preceptiva sino propositiva, propone
ámbitos de elección.
Las dos parábolas del hombre necio y de los
constructores tenemos una mentalidad semita.
Lo sapiencial como actitud cultural se aleja de la
visión litúrgica del mundo antiguo muchas veces
simbólico y lleno de la mantica. La actitud sapiencial
pone en evidencia la razón como modo de vida.
Mientras que en el mundo mantico muy cercano a lo
religioso predomina la mentalidad animista, es
decir, se atribuye a una determinada fuerza divina,
diabólica, etc., la consecución de determinados
efectos, producido y buscado en virtud de una
creencia marcada por la mentalidad del tabú (lo
prohibido, lo que no se puede preguntar, lo que se
tema y desconoce).
El conocimiento articulado en lo que llamamos
sabiduría podemos comprenderlo como el
conocimiento que busca las causas y predecir los
efectos. No existe una responsabilidad alternativa: a
determinadas causas siguen sus consecuencias
correspondientes. La razón discierne, articula las
causas, ve los efectos.
A diferencias de los animales, el hombre percibe
intuitivamente la causalidad. Las formas mantica,
religiosa, mítica, también proporciona elementos
valiosos en la comprensión de la realidad. Pero lo
particular de la razón es hallar la unión entre causas
y consecuencias. La sabiduría, por tanto, discurre
como una forma de conocimiento específico, dentro
de una cultura que tiene otras formas de
conocimiento. De allí que el pueblo de Israel conviva
con formas mánticas y míticas de conocimiento.
Dentro de la cultura que tiene diferentes causes de
conocimiento, la sabiduría es uno que tiene definido
su carácter racional. Mientras que la inquietud por el
quid de las cosas es un conocimiento más
especulativo, la inquietud por las causas y sus
consecuencias es un conocimiento más operativo y
funcional para la vida.
Es así, que el conocimiento de sabiduría discurre al
paralelo del conocimiento religioso. No se
contrapone a él, sino que van de la mano. Mientras
el conocimiento sea útil para la vida y para vivirla
mejor, es bien recibido.
Pensamiento semita: variopinto de tipos de
conocimiento, correlativos, convivientes. Aunque la
sabiduría es diferente del discurso religioso, no está
en contra de él. El discurso religioso descansa en
una narrativa.
El discurso sapiencial, que también construye
relatos, se articula sobre experiencias
reflexionadas, no en una narrativa fundacional,
sino en una funcional. La narrativa funcional más
bien ejerce una función especial en la narrativa
fundacional.
Primer, entonces, es la primacía de la razón. En
una segunda instancia está el relato, pero un relato
sapiencial, que no es propiamente un relato como
tal, sino que presenta el discurso sapiencial.
Veamos Proverbios 6, 6ss:
El relato fundacional es aquel relato que YHWH
dice y exige una respuesta. En esto vemos la ley
y la profecía que encuentra su autoridad en
quien habla. El relato funcional invita a
reflexionar para cuestionar la propia vida,
encontrando su autoridad en la experiencia, en
la propia vida y en la razón.
CLASE # 5: MIÉRCOLES 28 DE AGOSTO DE 2019
Donde hay sociedad humana hay sabiduría:
- Reflexión sobre la experiencia para lograr el
bien vivir.
Notas: ¿cuáles son las características de la
sabiduría? Una aproximación serían las siguientes:
reflexión sobre la experiencia, reflexión que tienen
como fin la vida.
La gente sabia es la que ha adquirido la destreza
para el ejercicio sensato de su vida. Tenemos
aquí otra descripción.
También es aplicable a las acciones operativas que
sustenta la vida, es decir, lo técnico que hoy
comprendemos.
A partir de personas, muchas veces anónimas, la
cultura y sociedad sucinta saber. Por ejemplo, el
ejemplo de bueno, bonito y barato. Una noción de
sabiduría que se ha hecho popular en nuestra
sociedad.
El sabio es el que adquiere sabiduría en la destreza
de su vida, en el que sabe vivir bien. Añadimos a
esto que el hecho que en la sociedad haya
contenido sapiencial no quiere decir que haya
sabios.
Zygmund Vanghmann nos explica su postura sobre
la cultura líquida, es decir, la inconsistencia del
pensamiento que ha inundado a la sociedad,
característico de la postmodernidad. Esto nos lleva
a comprender que la posibilidad de encontrar la
destreza en una vida sensata sea cada vez más
remota. La actitud para emprender el ejercicio de
cualquier virtud se llama disciplina que aúna el
orden, la constancia, la perseverancia, la prudencia,
etc. Por ello, no siempre donde hay sabidurías hay
sabios y donde hay sabios siempre hay sabiduría.
El proceder sensato integra los siguientes
componentes:
En la carta del Apóstol Santiago 3, 13, nos habla de
la sabiduría que viene del mundo y de lo Alto. La del
mundo es soberbia y petulante, es un saber vivir
que lo enrosca en su egoísmo. Un saber vivir
nefasto. Según este texto es terrena, natural y
demoniaca. Esto se da si se lleva dentro una envidia
escondida, si hay rivalidad, si hay resentimiento.
Procede de un espíritu que no es el de Dios. La
sabiduría que procede del cielo es en cambio …
CLASE # 6: JUEVES 29 DE AGOSTO DE 2019
Vitalismo o vitalista, como uno de los aspectos de la
sabiduría, que no es una reflexión sobre los
principios, sean del conocimiento (gnoseología), de
la realidad (metafísica), o de la moral, sino al cultivo
y sostenimiento de la vida propia y social en el que
esta se desarrolla. Por tanto, estamos hablando de
una reflexión estrictamente racional.
La clave para ver que es la sabiduría es su objeto:
la reflexión sapiencial siempre es reflexión sobre la
experiencia. La vida, vista sabiamente, no es en
abstracto. En realidad, hay vidas o vivientes, más
contemporáneamente: experiencias personales,
historias. Para la actitud sapiencial es la experiencia
personal de cada uno, de los miles de
acontecimiento reales para su devenir, es decir, lo
que para uno es bueno no lo es para otro. La
inquietud de lo sapiencial no versa el
descubrimiento de lo concreto para elevarnos a las
realidades metafísicas. Recordemos que la ciencia
en sentido aristotélico tomista no versa sobre
particulares sino sobre los universales, busca la
universalidad y no la particularidad.
Al pensamiento semita, los pensamientos
universales le resultan objeto de un lejano
desinterés. No es un tema de su interés. Lo que
interesa a la actitud sapiencial es principalmente
proveer al joven del contexto necesario para una
reflexión sensata y por tanto para una decisión
oportuna. Es un enfoque concreto. No se eleva a lo
abstracto como en la metafísica. Esta reflexión
sapiencial sigue siendo racional. La razón descubre
una relación de causas y consecuencias, siendo el
principio o eje principal de toda la vida adulta. La
reflexión aprende esta relación y la anticipa porque
se trata de decidir lo oportuno, reduciendo al mínimo
el riesgo de insensatez. Por esto decimos que la
reflexión sapiencial anticipa, y proporciona al adulto
una reflexión sensata.
Hasta aquí estamos hablando de la sabiduría como
inquietud universal.
Las circunstancias son necesarias para una
adecuada reflexión sapiencial, para obtener una
reflexión sensata y decisión oportuna.
- El carácter racional de la sabiduría no
discurre por las vías de la especulación, sino
que tiene dos anclas importantes: * el
 carácter concreto de la vida y * las
circunstancias, el carácter circunstancia
de cada vida y de la experiencia.
En la sabiduría la concreción y las circunstancias
son la llave de un buen discernimiento sapiencial.
En la dimensión especulativa son simples
accidentes del ser. Esto no significa que no haya
pensamientos más universales. Sólo se quiere
subrayar el carácter de la reflexión racional
sapiencial de la reflexión racional especulativo.
Mientras que la sabiduría es connatural al hombre,
la filosofía es un desarrollo específico y esporádico
del ingenio humano. No es casual que esta forma de
pensamiento se llame amor a la sabiduría, porque la
expresa. La sabiduría antecede a la filosofía, pues
es más universal.
La sabiduría tiene que ver con la búsqueda del
conocimiento, del porqué de las cosas. La actitud
filosófica primaria en el campo de reflexión
especulativa griega es equitativa a la actitud
sapiencial universal: curiosidad, ocio,
¿qué descubre la relación sobre la experiencia? la
relación entre causas y consecuencias. Es
importante porque de esta manera puede proveer al
hombre de la anticipación en sus elecciones.
El campo lúdico ofrece un escenario interesante
para discernir aspectos concretos de la sabiduría.
En primer lugar, la razón discierne, las causas y
consecuencias, las circunstancias. La persona con
destreza puede resolver una situación con mucha
rapidez. En la juventud quiere uno tener una rapidez
sin conocer todas las circunstancias. Estas son el
espacio particular en que la razón se debe aplicar
con mayor cuidado.
Con esto podemos dar un paso más respecto a la
racionalidad del mundo o la realidad como la
llamamos. Cuando hablamos de la realidad y el yo
mundo podemos hacer una distinción: el mundo
social, construidos bajo las relaciones (familia,
trabajo, universidad,) interpersonales y el mundo
natural, que sería el entorno que nos envuelve a
todos los hombres. Para el mundo antiguo la
mediación tecnológica no está agresivo como hoy
en día. Por el contrario, la naturaleza es
aleccionadora y por tanto maestra de vida y
sabiduría.
A una mayor regularidad de la naturaleza aparece
una mayor apertura de la razón para adaptarse a
ello. Es zona firme, construye. Le permite una
adecuación racional. La regularidad permite una
mayor apertura de la racionalidad. ¿Qué ocurre
cuando la naturaleza se presenta como
devastadora? Surge la nación de fatalidad, la cual
es precisamente la presencia incontestable de la
muerte.
CLASE # 7: MIÉRCOLES 04 DE SEPTIEMBRE
DE 2019
NO VINE
CLASE # 8: JUEVES 05 DE SEPTIEMBRE DE
2019
Sabiduría como reflexión racional de la experiencia
por eso el objeto de la sabiduría concretamente es
la experiencia. Así mismo, esta reflexión tiene una
amplitud cósmica. Aquí nos hemos referido
parcialmente a la naturaleza y a la religiosidad. Aquí
existe una relación entre la naturaleza y su
cosmovisión religiosa.
Hablando sobre la cosmovisión, una en concreto
puede impedir que se desarrolle la dimensión
sapiencial de su cultura. La experiencia de la
naturaleza que el hombre tiene le da un cierto
optimismo por prever. Aunque no está muy
trabajado hay una relación entre el optimismo y el
desarrollo intelectual. El optimismo apertura la
inteligencia. Por ello puede percibirse mejor la
realidad en tanto en cuanto está en “modo
optimista”. Puede extraer con mayor facilidad las
causas y consecuencias. En este sentido prevé las
consecuencias y dispone las causas. Cuando la
realidad se encuentra en condiciones amigables,
hospitalarias, seguras, lo humano se expande. Hay
una relación entre optimismo y la realidad que le
rodea. Existe una lógica en el entorno natural para
el desarrollo humano, pues puede encontrar las
causas y consecuencias de forma más fácil. Cuando
no existe estas condiciones naturales favorables, se
habré paso explicaciones fantasiosas. Por ello, las
experiencias de la naturaleza y la cosmovisión
religiosa pueden ampliar o restringir su desarrollo
intelectual. La lógica de las realidades emancipa al
ser humano.
El aprecio por la sabiduría, por generarla, formarla,
cultivarla, desarrollarla es así porque permite saber
vivir, porque permite al hombre vivir una vida
plenamente humana. En virtud de ella la sociedad
la aprecia porque gracias a ella puede establecerse.
Podemos también establecer una relación estrecha
entre sabiduría y derecho: la ley, en cierta parte, es
la sistematización a través de normas del saber o
buen vivir. Por eso cada nación tiene su propio
cuerpo jurídico.
La experiencia que el h. tiene no sólo es del mundo
natural, sino también del ámbito social. Por ello la
sabiduría adquiere un valor de instancia de
socialidad. El hombre en la antigüedad aprender de
la experiencia social. Es donde se aprende a
trabajar y a convivir. El lugar de educación principal
es la familia. Aprender a trabajar y a convivir se
adquiere en la familia. Estas están asociadas a la
familia. La elección de a esposa es fundamental en
las civilizaciones antiguas, pues se juega la vida.
Por eso la sabiduría encarece mucho la fidelidad
conyugal. Es elemental el respeto de la mujer ajena
para vivir una vida socialmente buena. Socialidad,
aprender a vivir y a trabajar.
LA LIBERTAD DEL HOMBRE EN LA REFLEXIÓN
SAPIENCIAL
No hay patrones que definan de forma certera el
actuar del individuo, incluso de aquellos que
consideramos conocidos, a diferencia de la
naturaleza, que puede ser acogedora y predecible,
el ser humano no lo es. Dos cosas buscan la
sabiduría: reflexión sensata y actuar prudente. Es
así, que aún provisto de enseñanza y experiencia el
hombre puede tomar decisiones fallidas. No es, por
tanto, ajeno a la reflexión sapiencial observar al
hombre como un ser misterioso. El hombre es
extraño, no responde a ritmos, no está determinado
por la naturaleza en cierta medida, puede ser
destructivo.
En el caso de la sabiduría no ha reflexionado mucho
acerca de la libertad del hombre como la filosofía
griega. No es tema como objeto de reflexión salvo a
unos aspectos llamativos y simbólicos. Por ejemplo,
el pecado original. La reflexión sobre el génesis es
altamente sapiencial. La sabiduría de la serpiente
no es celestial, pero es sabiduría. El hombre busca
sabiduría, pero buscándola escuchan una
proposición necesita que los lleva a la destrucción.
La escucha es fundamental en la sabiduría: por eso
dice la TORA: shema (escucha) Israel. Por eso es
sumamente importante la escucha de la Palabra. Es
así, que, por el contrario, una escucha de na
sabiduría necia, tiene consecuencias nefastas y
destructivas. Es por eso, que escuchar a un mal
maestro nos lleva a la ruina. La audiencia es medio
para adquirir sabiduría cuando se oye a quien es
meritorio oír. Antropológicamente, la capacidad
auditiva de la realidad de la mujer es curiosa. Esta
la lleva a ser acogedora. La audición de una mala
escucha. El génesis no nos habla de pecado
original, sino de necedad original, porque en virtud
de esa escucha inicial, se deja de escuchar a quien
sí se debe escuchar: a Dios, quien dice, no comas
del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Por eso, el lenguaje de la sabiduría en términos de
sociabilidad, la realidad social, la sabiduría
encuentra una complejidad. Cada persona es única
a pesar de ser de la misma especie.
Clase # 9
Lo que llamamos pueblo de Israel, es un pueblo que
se fue constituyendo en un largo proceso en medio
de los grandes imperios: asiria, babilonia y Egipto.
Los primeros desarrollos babilonios es lo que
conocemos como la cultura sumeria, es el comienzo
del gran imperio babilonio. Referentes de la cultura
antes de los 3 primeros milenos antes de Cristo.
En estos lugares que fueron la cuna de la
civilización, una configuración más local como la
región siro palestina, se desarrolla la cultura siro-
cananeo, aprox. al 2 milenio a.C. Israel se relaciona
con estos pueblos y se manifiesta en la narración de
las caídas de las murallas de Jericó. Mientras los
Israelitas son un pueblo trashumante, están al frente
de una civilización bien establecida, con murallas,
economía, orden social, etc. Israel es un pueblo
seminómada. Además, el pueblo de Israel es
recordado en esta narración como un pueblo
trashumante, seminómada, frente a un pueblo
constituido con una amplia cultura.
Tenemos otra narración, la de Jacob con los
siquemitas.
Esto lo señalamos porque Israel es dependiente de
los pueblos que se han desarrollado antes que él.
Por eso vemos que su configuración ritual tiene
mucho de egipcio, su configuración legal tiene
mucho de babilónico. En este sentido, su desarrollo
sapiencial está en dependencia con el desarrollo
sapiencial de los pueblos circundantes.
Recordamos también que la profecía tiene un
desarrollo ligado a la mantica, con el tiempo
comprenderá lo específico y su identidad respecto a
la profecía.
Esta dependencia de Israel con respecto a otros
pueblos también se encuentra en el campo de lo
sapiencial. Esta dependencia es respecto a
culturas que se han desarrollado siglos antes, hasta
incluso con amplias diferencias respecto a los
pueblos pequeños. Este Israel trashumante va
aprendiendo de los pueblos circundantes con
quienes se relaciona. Mientras en el aspecto
religioso y litúrgico el pueblo de Israel va a
mostrando una diferencia específica con los otros
pueblos, en el ámbito de la sabiduría es
“internacional”. No definida en términos culturales
y religiosos. Por ejemplo, las narraciones sobre una
hormiga o un oso, son igualmente válidas para todos
estos pueblos. Por su mismo talante racional, allí
donde hay sabiduría, la razón humana se
reconoce y, por tanto, el hombre se reconoce. La
sabiduría tiene por tanto un talante universal. Por
esta razón el pueblo, aún insipiente, de Israel,
atesora en su propia vivencia, que comparte con
otros pueblos, es la veneración por el saber y, en
consecuencia, la veneración por el sabio, que en lo
general está relacionado con la tenencia de años.
Para muchos pueblos antiguos, el anciano es el
tesoro del discernimiento. La vida misma ha
enseñado al anciano una perspectiva mucho más
amplia que puede tener un hombre más joven. La
experiencia le da un escenario mucho más
amplio, lo que no significa que sea infalible, sino
que es venerable. Hay un aprecio por la sabiduría y
el sabio. Aún esta sabiduría sea étnicamente o
culturalmente ajena. Siempre se experimenta una
veneración a los sabios extranjeros. Esto lo vemos
en los libros de los proverbios, donde se recoge
textos escritos por paganos. Esto responde a la
tradición de veneración de los ancianos y la
valoración de su enseñanza sapiencial.
Existe por tanto en el pueblo de Israel un bagaje
sapiencial que va a acumulando y que es de los
sabios y de sus propias elaboraciones a lo largo de
su desarrollo cultural.
Entonces tenemos un primer precedente: su
relación con los pueblos extranjeros. No puede
entenderse la sabiduría de Israel sin anotar este
primer aspecto. Vemos en DV 14 cómo el pueblo
Israel fue conociendo los caminos del Señor con los
hombres. Sigue la tradición de la veneración de los
ancianos, pero esta no es acrítica. La sabiduría no
es una cosa estática, el pueblo va realizando su
propia reflexión sapiencial. De allí que buena parte
de la reflexión de Israel tenga estos dos aspectos: *
la recepción de lo recibido y * un aspecto
innovador e interesante.
En función de esta dependencia venerable y
abierta a la innovación observamos lo siguiente: la
observación de Israel entre experiencia, reflexión
sapiencial y escrito. Israel aprende los géneros
sapienciales de los pueblos vecinos, los desarrolla
de manera propia y en muchos aspectos los
perfecciona. No podemos pasar por alto el hecho de
que prontamente el pueblo de Israel se va a definir
como un pueblo filológico en el sentido más
escéptico o elemento, caracterizado por su amor a
la palabra escrita. Por eso, observamos un
desarrollo literario que influye en los pueblos
vecinos. Estos pueblos circundantes a Israel no
alcanzan el desarrollo escrito del pueblo de Israel,
propio de su amor a la palabra escrita.
Uno de los rasgos que caracterizan el amor de los
pueblos antiguos por la sabiduría es el amor por la
palabra argumentada y reflexionada. Ambas:
expresión y argumentación. Por eso, se aprecia
mucho en la sabiduría la redacción, la reflexión
sapiencial. Por ejemplo, vemos en Sansón que
cuenta acertijos, a Salomón que escribió muchos
proverbios. Vemos así este amor de los pueblos
antiguos por el uso de la palabra.
3.- Panorama de aproximación historia:
Aunque los géneros sapienciales y la reflexión
sapiencial están en toda la escritura, los libros
referidos a la sabiduría son 5, en orden aparición:
a.- proverbios: contexto de restauración post exílico
del judaísmo, comienzos del siglo V. Después del
exilio, los libros de los proverbios se convierten en
el medio de forja el pueblo, la educación forja la
sociedad. Este libro es una colección de reflexiones
y dichos sapienciales, por eso hay reflexiones de
extranjeros. Marco: una línea proyección educativa
y forja de la sociedad en una perspectiva YAVISTA
de la sociedad; b.- libros de JOB: crítica sapiencial,
c.- mediados de siglo 3, Eclesiastés: re crítica de la
crítica: contexto de cercanía cultural con el
helenismo (Alejandro Magno), primer texto que
refleja esta cercanía cultural con el helenismo d.-
mediados del 2, eclesiástico: muy parecido en su
contexto y proyecto a los proverbios, en contexto
griego; e.- mediados del 1ero, libro de la sabiduría,
aunque algunos consideran que probablemente fue
en los siglos 1ero después de Cristo.
Clase # 10: jueves 12 de septiembre de 2019
Dos elementos importantes:
1.- Los libros sapienciales expresan una experiencia
recogida con frecuencia de larga tradición. Puede
existir sabiduría sin literatura sapiencial. Cada
elaboración encontraremos una línea de
elaboración de experiencia sapiencial y expresiones
sapienciales. Por ejemplo, el libro de los Proverbios
es una colección de frases sapienciales paganas y
El libro de los Proverbios cap. 31, 10ss: se presenta
de una forma bella la experiencia de la sabiduría en
relación a la mujer ideal, pero en el fondo es la
relación fundamental con la sabiduría como
instancia imprescindible de conservación y cultivo
de la vida del hombre, de la familia y de la sociedad.
La analogía con la mujer es hermosa.
En el Cap. 25, 1ss: Ezequías y Josías son los
símbolos de la piedad, signos del rey justo. Por esto,
no es ajeno que se realice la transcripción en este
tiempo de los proverbios salomónicos. La
transcripción es algo habitual en esta época porque
si no se hace se degrada.
Los libros sapienciales se presentan como un libro
innovador, pues el autor, si ciertamente transcribe
los proverbios, también incorpora nuevas ideas o
textos de sabiduría y hace que estos libros se
vuelvan más limpios y pulidos en su desarrollo.
Incluso cuando estamos frente a textos crítico
sapienciales, esto no significa rompimiento, sino
confrontación dialéctica. En la tradición sapiencial
los redactores pulen esa herencia sapiencial para
entregarla mejor, por eso no llevan firma de su
autoría. Se le atribuye a la tradición. La carta de
presentación es la historia, que son útiles y válidos
para obtener sabiduría. El producto sapiencial tiene
todo un desarrollo que no se desliga de la tradición.
Las parábolas, por ejemplo, narrada en los
evangelios, obedecen a una tradición sapiencial.
Con esto vemos que la gran tradición dentro de la
literatura sapiencial tiene grandes rasgos
expresivos, y esto como una forma de hacer claro lo
que se quiere decir. Por eso, desde la tradición
sapiencial se valora mucho la claridad, la
concisión, intuición, nítida y eficiente: ¿para
qué? para una reflexión sensata y un obrar
prudente. Por esto motivo, la reflexión sapiencial
busca la claridad de las expresiones, que veas la
realidad, lo natural, puedas adquirir un
pensamiento intuitivo de la realidad y alejarlo de la
superstición… hacer sensato al hombre para que
vea mejor la realidad, para que se situé
sensatamente ante ella y actúe prudentemente.
La herencia y el legado sapiencial unidad a la
redacción literaria tiene un fin concreto.
2.- Gobierno, régimen
Eclesiastés 2, 14
Rey como visión del pueblo. La sabiduría está en el
REY. Sutil crítica a la sucesión real. El hombre necio
vive una vida personal ruinosa, aunque tenga los
mejores cargos o las más grandes riquezas. No solo
daña a sí mismo, sino también a su casa, su familia,
pues no es tanto el edificio sino la familia. Por eso,
el hombre necio arruina a su familia. Esto nos lleva
a ver que el hombre está ligado-unido a su entorno.
Es su dimensión social natural, inseparable de su
naturaleza humana. Cuando se trata del
gobernante, si es un hombre necio, puede llevar a
la ruina a una nación entera. El nivel de daño es
sumo, pues no sólo se daña a sí mismo y a su
familia, sino toda una nación. Por esto motivo, en el
tiempo antiguo se busca que los gobernantes sean
sabios, ya que así no llevará a la ruina a la nación
que gobierna, sino que se traducirá su sabiduría en
prosperidad.
La familia es el lugar donde se enseña a las nuevas
generaciones el trabajo para el sustento de la misma
familia y la capacidad de socialización.
Cuando en proverbios 25 se nos dice que son
escritos de salomón transcritos por la corte de
Ezequías, nos muestra que la corte es lugar de
cultivo de la sabiduría.
La experiencia sapiencial es la de siempre, pero
la reflexión sapiencial es de cada espacio,
tiempo y cultura.
Al gobernante es a quien le corresponde el
discernimiento. Debe tener la sabiduría, el
discernimiento, la prudencia, la sensatez para
gobernar.
Desde una perspectiva semita, las sociedades son
eminentemente monárquicas. En la perspectiva
sapiencial, el gobierno no llega por casta ni por
linaje, sino por aprendizaje. Cuando se afirma este
es hijo de tal o cual noble, no significa que sea apto
para el gobierno, por tanto, es una perspectiva
ideológica. A gobernar se aprende, no se recibe
por linaje. Es así, que la sabiduría está unida a la
corte como su lugar natural, es el lugar más propicio
para el cultivo de la sabiduría. A esto obedece la
necesidad de la corte de los consejeros. La
exigencia de la sabiduría a los gobernantes le es
propia. Primero para el rey, luego para la corte. La
búsqueda de consejeros ya es signo de sabiduría.
Deben ser diestros en la sabiduría y discernimiento.
Dos nociones en esta clase, de esta postura
sapiencial en el pueblo de Israel con una relación
cerca del pueblo entorno medioambiental.
La relación monarquía y sabiduría tiene una gran
influencia en la tradición semita.
Clase # 11:
La imagen del rey en Israel está desvinculada de
una concepción de divinidad. Por esto motivo, se
diferencia radicalmente de las demás religiones, a
pesar de tener el patrón común de unidad entre
lugar de sabiduría y lugar de los cortesanos. Las
mayorías de pueblos antiguos asocia la sabiduría
con la corte real, pero en Israel, como hemos dicho,
no hay la asociación rey - divinidad.
Esto se debe en gran parte a la concepción del
monoteísmo en un sentido radical, que emerge en
el pueblo en un progreso de la revelación divina por
parte de Dios. Es así que cuando hablamos que el
rey no es divino, no es preciso sólo decir que YHWH
es único Dios, porque en las concepciones antiguas
no se tiene nítido la revelación divina, pero, sin
embargo, se tiene claro que rey no es hijo de Dios o
Dios … ¿por qué? es más, sólo en la concepción
madura de que YHWH sólo es Dios ya no abra
reyes. Es otro elemento y proceso que lleva a Israel
a comprender que los reyes no son dioses y no la
respuesta de la supremacía de YHWH como único
Dios.
Veamos la respuesta: la concepción de que el rey
no es dios
En los diversos pueblos la unión religiosa y política
está bien marcada. Se justifica el gobierno o imperio
político por derecho divino: Dios lo hizo emperador.
De esto nacen también las dinastías hereditarias.
Decimos que esto es una construcción ideológica
política, pues no hay ninguna consideración lógica
para que el hijo de un rey sea rey. En Israel hay una
concepción de la monarquía menos ideologizada.
Las respuestas sobre todo residen en la adhesión
que se tiene al rey y a Dios. Hay una diferencia
notable. Además, recordemos el tipo de elección y
establecimiento del rey. Se realiza como unción.
Esto es muy similar a como se realizaba la elección
de los reyes en Egipto y en cananea. La unción en
Egipto indica que el rey es divino, no es un hombre,
por eso al faraón se le venera con adjetivos que sólo
le corresponden a Dios. Sin embargo, a pesar de
que el rito sí lo asume Israel, no asume su ideología.
Veamos libros de los Jueces cap. 9, 1-7:
- Dinastía.
- Practicidad de gobierno: que gobierne
muchos o uno.
- Contratación de mercenarios
- Asesinato de contrincantes político de forma
violenta: mata a sus hermanos.
- Sobrevivencia de hermano menor
- Aclamación del pueblo.
Clase # 12: miércoles 18 de septiembre de 2019
La visión de Israel sobre su monarquía y sistema
político está abierto a la crítica, a diferencia de los
pueblos circunvecinos. En el relato arcaico de
Jothan, está asociado a la ineptitud. Es lo que
estábamos viendo la clase pasada sobre el libro de
los jueces. Por otro lado, el ejercicio de la violencia
por parte del “aspirante de gobernar” como signo del
rey inepto.
Por la antigüedad de este texto, vemos no sólo la
concepción crítica de la monarquía, sino que es muy
probable que el pueblo de Israel haya sentido con
mucha dureza el impacto del tipo de gobierno de los
pueblos circunvecinos. A esto, añadimos que el
pueblo tiene una idea fuertemente marcado del
reino, siendo el reinado de Salomón el prototipo de
gobierno como el reinado de sabiduría. El rey David
presentado en el libro de las crónicas hace una
relectura de la vida de este gobernante y omite
varios aspectos cuestionables de su existencia que
tenemos en el libro de los reyes.
Por otra parte, en el libro de los reyes encontramos
una versión más áspera al momento de presentar a
los reyes y el sistema político de gobierno. Para
comprender esta postura y actitud del autor de los
reyes, nos remontamos a los libros más arcaicos
que tocan temas políticos y reales, como es el libro
de las crónicas. Aquí encontramos que en el
contexto de la división del reinado de Israel algunas
ideas: * la ideologización del reinado dinástico por
parte del reino del sur * la afirmación de los sureños
sobre el reinado y dinastía de david como gobierno
querido por Dios * la división de los norteños de la
“estirpe de David” --- Será en el contexto norteño, no
sureño del siglo VIII, donde se van a fraguar el
desarrollo de una postura más crítica del reinado de
David y de su descendencia.
El primer rey norteño, Jeroboan, hizo construir dos
templos en el norte para deslindarse de la
centralidad del culto en Jerusalén. Todos estos
esfuerzos norteños son el intento de luchar contra la
ideología sureña del reinado davídico. Esta postura
crítica de los norteños es áspera y se expresa en
sus narraciones. La visión que presentan los
norteños es el desnudo de la imagen ideologizada
de la realza y puesta en su realidad: violencia,
adulterio, traición. Sin embargo, no encontramos
una elaboración sistema de ideas políticas en contra
del sur, sino encontramos expresiones culturales
críticas de la ideologización del poder político.
La visión del reino del norte, a pesar de no llegar al
fin del siglo VIII a causa del destierro a babilona,
queda de forma muy vigente los elementos norteños
sobre su visión del reinado y de la dinastía real. Esta
herencia es asumida por el reino del sur.
¿Por qué la crítica no se especifica en el rey?
Porque para ellos, los norteños, la realeza no es
dinástica. La realiza dinástica es, para ellos, una
ideología política.
Los profetas Jeremías e Isaías son fieles al rey, por
ello, sus profecías son en relación a la monarquía.
El profeta Jeremías es cercano a un rey reformador,
el rey Josías, contemporáneo de edad y de
pensamiento, descrito en la historia deuteronomista.
Josías ha crecido y ha sido formado por los
sacerdotes de su pueblo y por esto tiene toda la
formación YAVISTA. Se considerará que después
de Josías los reyes serán los reyes del exilio.
En las profecías de Jeremías e Isaías hay una crítica
a los sabios cortesanos reales. Supuestamente a
ellos les corresponde la tarea del discernimiento y
consejo, además de la responsabilidad de la
desgracia política y nacional.
Is. 28, 23 - 29:
Clase # 13: jueves 19 de septiembre de 2019
Profeta Isaías, siglo VIII a.C. Desde este siglo
tenemos una indicación que la teología profética ha
sido sensible a esta actitud crítica en relación al rey
y su corte real, es decir, “los sabios”. Lo primero que
se espera con el ejercicio de gobierno es el acierto
político por eso, no extraño que en Isaías y
Jeremías fueran contemporáneos a situaciones en
que el pueblo de Judá está muy expuesto a la
ambición extranjera y depende del tino político de
sus gobernantes.
Cfr.: Is. 5, 18-24; 10, 13; 19, 11; 22, 8-11; 29, 15-16;
30, 1-5; 31, 1-3.
Este tema está relacionado al discernimiento de la
verdadera sabiduría que ha sido un tema
transversal a toda la historia de Israel.
Is. 5, 18-24: el profeta asocia a los sabios de Israel
a una idea totalmente diferente a la noción de
sabiduría que está presente en la tradición del
pueblo. Estos sabios son: * los que llaman bien al
mal y mal al bien, * campeones en beber vino *
sabios a sus solos ojos *
En concreto no está hablando de la sabiduría en
general, sino de estos sabios que son estafadores.
Is. 10, 13 -17
La violencia como ejercicio de poder, arrogante y
violenta. A partir del vs. 15 ya no se refiere al rey de
Asiria, sino al Rey YHWH: plantea la vanidad del rey
Asirio, que necesito, fanfarrón y petulante, ante el
verdadero Rey que es Dios. El necio, aunque tenga
un poder político real, es necio y se muestra
petulante, altanero, arrogante, violento, lo que
demuestra aún más su necedad. Esta arrogancia de
sabiduría va a ser castigada por Dios. El uso de los
simbolismos es fuerte en los profetas. En vs. 17 hay
una relación con lo que se nos narra en el libro de
los jueces.
Is. 19, 11
En este momento el profe. Isaías se refiere a los
príncipes necios de Egipto ¿se refiere a los reyes de
Israel? Cuando los profetas anuncian las palabras
de Dios la intención es anunciarlo al pueblo creyente
y no exactamente a los reyes en otros países. Es
una crítica no tanto a los reyes de Egipto, sino a los
reyes y a los cortesanos de la realeza.
Is. 22, 9 - 11:
Presente la idea en Isaías de la espera de YHWH al
actuar del hombre sea correspondiente a las leyes
que él ha dado. No discernir la voluntad de YHWH
es necesidad. Se plantea la noción de sabiduría de
forma diferente a como nos ha ido aproximando en
otras clases. La sabiduría como relación con
YHWH siendo una forma diferente de concebir la
racionalidad. La sabiduría, el descernimiento y la
escucha está ligado a la relación YHWH. Antes que
se escriba el génesis, se plantea la necedad en
estos términos expuestos.
La evolución en la concepción de sabiduría en Israel
no es teórica, sino más bien de una serie de
experiencias históricas que evidencian la
insuficiencia, el carácter desastroso, de las
propuestas, las sugerencias, las enseñanzas que el
pueblo ha recibido tradicionalmente, porque la
veneración del régimen de gobierno, el rey, la corte,
forman parte de la cultura monárquica, en cierto
sentido la sociedad descansa en la confianza en sus
gobernantes.
Lo que Isaías hace al presentar esa crítica es hacer
que el pueblo se dé cuenta de su excesiva confianza
y veneración no corresponde con la realidad. Es en
este sentido como argumenta la causa: ¿por qué no
corresponde esa “supuesta sabiduría de los
monarcas y veneración” con la realidad? porque no
se está escuchando a YHWH, no es capaz de
reconocerlo, en sentido reflexivo, no visionario,
sino en el sentido de reconocer el poder de Dios en
la historia que los acontecimientos en concreto
expresan un clamor de Dios, que, sin embargo, no
es escuchado por la estulticia de los que tendrían
que escucharlo.
30, 1 -5:
La crítica del profeta se levanta ante la alianza
política entre Israel y Egipto. ¿Quiénes hacen estos
pactos y alianzas? Las élites de Judá.
31, 1-3
Su usa la sátira para hacer notar que Dios es sabio
y tiene sabiduría, para echarles en cara su excesiva
confianza en los reyes ajenos y en las propias
fuerzas limitadas.
Isaías está criticando a los sabidos que han llevado
a la ruina a Judá. En sus enseñanzas se evidencia
un ángulo valioso para la tradición sapiencial
posterior: la sabiduría ajena a YHWH es necedad
y perdición, aun cuando pueda tener elementos
objetivos a su favor, el ejercicio de sabiduría que se
aparta de la sabiduría de YHWH es perdición. Sería
un error pensar que no haría falta la sabiduría y solo
colocarnos a rezar para esperar que Dios nos hable.
No se niega la reflexión, la sabiduría ni el sabio en
sí mismo, sino que donde no hay búsqueda o
escucha de Dios todo es necedad y destrucción.
Por este motivo, Prov. 1, 1-7, enunciará de forma
conclusiva y sintético: el temor del Señor es el
principio de la sabiduría (hay una distancia entre
Isaías y Proverbios de 3 siglos). No se trata de
acudir al Señor por medio de supersticiones o
mántica, sino de atender con más profundidad
que la razón es capaz de encuentra una luz más
grande que sí misma, es capaz de reconocerla,
de aplicarse a la reflexión concreta con todas
sus exigencias proyectando sobre ella esta luz
mayor que es la escucha de la palabra de Dios.
Por esa razón el planteamiento de Isaías, aun
cuando es fuertemente crítico, sigue apelando a la
imagen del mesías, el ungido que atesore las
cualidades de una verdadera sabiduría (cfr. Is. 9:
maravilla de consejero -). No se plantea como la
solución el sistema anárquico, sino que se plantea
la concepción del poder enraizado en la sabiduría
de YHWH, el cual es un rey verdaderamente sabio.
En el mismo Is. 9, el profeta habla de la guerra como
un medio que no se necesitará más para alcanzar la
paz. En Is. 11, se habla del vástago del tronco de
Jesed y sus características están fuertemente
relacionados con la sabiduría: consejo, ciencia,
entendimiento, sabiduría… Por tanto, no es la
perspectiva negar la sabiduría, sino descubrir que
su verdadera dignidad está en su íntima unión con
YHWH. La razón es capaz de encontrar la sintonía
con el espíritu de YHWH… El profeta valora la
sabiduría, pero la racionalidad alejada de YHWH es
infecunda, estéril, negada así mismo, sin vida. Se
presenta como un profeta fuertemente mesiánico,
pero no DAVIDICO, porque habrá una nueva
descendencia.
Textos a leer Jer. 8, 8ss; 9, 11-12; 23, 4-6; 31, 33;
49, 7; 50, 35.
Clase # 14: miércoles 25 de septiembre del 2019
Es importante captar que la perspectiva profética
sureña, es filo monárquico, no necesariamente
davídica, porque aprecia la cuestión de la sabiduría
como un elemento integrante de la estructura de
gobierno.
La sabiduría es apreciable en tanto que conduce al
conocimiento de YHWH (Jr. 33) Por tanto, mientras
más nítidamente se vea la relación entre sabiduría y
conocimiento de YHWH, los gobernantes
preservarán mejor al pueblo y a Alianza.
En las profecías se observa una cierta nitidez en la
comprensión que la sabiduría “no es algo para
ahora” precisamente por cuanto la mirada realista
ante la clase política y dominante muestra un
panorama sombrío. Pensar de una forma realista
que esta élite de gobierno sea verdaderamente
sabia, en el aquí y ahora, en las formas humanas de
gobierno y educación, es algo que está lejos de la
mirada de los profetas. Estos la plantean en una
clave eminentemente futura: “miren que vienen
días”. Una esperanza que se asocia a cierta
expectativa del juicio de Dios radical y definitiva
respecto a su pueblo. Recuerda que estamos en el
siglo VIII. Aquí encontramos pues una profecía que
es constante al juicio final de los pueblos y de Israel.
Este juicio va a revelarse como auspiciador de un
tiempo nuevo. Todo esto apela a la intervención y
juicio de Dios sobre su pueblo que viene liberando,
salvando, juzgando a su pueblo.
No es un proceso de desarrollo humano o religioso
el que va a traer a Judá la sabiduría que le va a dar
vitalidad y permanencia en la tierra. Hay una
dimensión más profunda. La profecía proclama la
nitidez de la sabiduría como don que viene de lo alto
que agracia al pueblo y le da la decisión vivificante.
La concepción de la sabiduría en el profeta jeremías
no sólo está en el rey, sino también en el pueblo:
“está inundado de sabiduría”. Es una nación sabia.
En el pueblo desterrado hay un proceso de
concientización que se va haciendo la idea del que
el tiempo del exilio será un tiempo largo y que la
justicia de Dios, como creían ellos, será hará
patente a su modo y tiempo esperados.
En este tiempo y contexto histórico será el lugar
donde se desarrolla la historia deuteronomista. No
hay rey, no hay templo, no hay tierra, no hay
corte. El pueblo comprende que el destierro y exilio
es consecuencia de su propia necedad e impiedad,
con la que el pueblo no ha escuchado ni seguido a
Dios. Esto es el desarrollo teológico
deuteronomista: acusan a la clase gobernante de la
situación que vive el pueblo.
La esperanza monárquica se va diluyendo en el
destierro. Aunque sí estará puesta en la afirmación
de los dos caminos: seguir el bien o seguir el mal.
La ley se volverá el principio de sabiduría: se desliza
pues la concepción de la sabiduría como
relacionada con la realeza, pasa ahora a ser vista
como comprensión de la Ley de Dios. Ahora hay una
percepción de la sabiduría nítidamente religioso. La
ley es la sabiduría más importante para el pueblo de
la alianza. La sabiduría sigue siendo la reflexión
con la que la razón busca preservar y proveer la
vida. Ambos elementos o concepciones de
sabiduría están presentes en el post exilio: la
sabiduría como reflexión racional para la vida y la
sabiduría como conocimiento de la ley para la vida.
Ni en los profetas ni en la historia deuteronomista
encontramos una alusión que rechace a la sabiduría
como ejercicio de la razón. Lo que ocurre es que
desde la experiencia histórica cuestionan un
ejercicio sapiencial necio, al margen de la ley de
Dios.
La visión norteña
La visión sureña conservará la visión del rey como
una bendición de Dios. Por eso el post exilio
atesoran dos grandes vertientes en su tradición
literaria. La primera vertiente es la de Salomón rey
sabio, sus enseñanzas dignas de escucha, la
sabiduría como necesidad del pueblo que está en
restauración a causa del destierro (línea del libro de
los proverbios); la segunda línea, David, modelo de
orante, maestro de la oración, línea
transversalmente encontrada en todos los salmos.
Miramos así la existencia de dos grandes cuerpos
literarios que constituyen un segmento fundamental
de lo que los judíos del pos exilio llamarán los
quetubín, lo sabios y lo santos.
Lo que se entiende por sabiduría en el post exilio es
algo diferente y nuevo, a lo que se entendía antes.
 Clase # 15: jueves 26 de septiembre del 2019
Puntos claves:
- Noción general de sabiduría.
- Sabiduría en Israel: relacionada en los
primeros siglos del pueblo ligado a la
realeza.
- La realeza ideologizada vuelve a la
“sabiduría” y a los sabios necios. Ojo, no es
espontáneo que una sociedad ideologice y
sacralice el poder. Esto ha existido en los
diversos pueblos de la sociedad.
- El pueblo de Israel asume ciertos elementos
de la ideología monárquica de los pueblos
circunvecinos. Se reserva de la
ideologización respecto a la divinización de
la realeza: el rey no es divino, no es hijo de
los dioses, sólo un elegido de Dios, llamado
por Dios, educado por Dios.
- Ejemplos de la realeza no divinizada: David:
es elegido, pero esto no lo hace divino, sino
que Dios lo llama y lo educa. No se observan
en los escritos una igualdad entre el rey y la
divinidad. Esto se constata en el castigo del
rey por parte de Dios (cfr. 2 Sam.) ... La
rebelión del rey denota ese aspecto que nos
muestra la ontológica separación entre el rey
y la divinidad.
- No existe testimonio un retroceso en el
ámbito de la racionalidad sapiencial crítica al
ámbito de lo mágico, mántico, mítico,
fantástico. IMPORTANTE: hay un anclaje
fuerte de la racionalidad que imprime sus
rasgos propios culturales.
- Uno de los rasgos diferencias entre Israel y
los pueblos circunvecinos es la
irracionalidad en el culto religioso de forma
sostenible, mientras que en Israel se ve una
dimensión religiosa guiada por la
racionalidad y poco a poco va abandonado
aquellos rasgos irracionales, mánticos,
míticos, de los pueblos circunvecinos.
- Esta desarrollo religioso-cultural-social del
pueblo de Israel por medio de la racionalidad
hace difícil pensar en una posible involución
del pueblo al culto religioso irracional. Por
ello, observamos en el pueblo de la Alianza
un realismo sólido. Este elemento de
racionalidad se articula con la experiencia de
fe creyente de forma única. Los otros
pueblos son también pueblos creyentes e
incluso muy religiosos ¿pero en qué se
diferencias? En que la articulación entre la fe
creyente y la racionalidad les resulta
desconocida. Existe una nula relación entre
ambas dimensiones humanas.
- Lo peculiar de Israel es la forma constante
y sutil en que ha sido forjado por una
conciencia del carácter racional de la
realidad y del mundo. A diferencia de la
sabiduría, esta elaboración, no ha sido
lejana de la vida, de la experiencia. Este
enfoque no es el silogismo, la pura
deducción de la razón, es la unión entre la
vida y la racionalidad. La experiencia de la
historia nos muestra la futilidad de la mentira,
la futilidad de la ideología.
- Lo peculiar de la historia de Israel es que los
escritos nos expresan una visión crítica de
su misma historia. Lo que genera en el
pueblo de Israel la capacidad de autocrítica
son las voces que no se dejan subyugar por
la ideología, la diversidad de testimonios y
que de forma natural se forma crítica.
- Es peculiar en el pueblo de Israel que su
producción literaria inicia recién en el siglo II
después del post exilio. Sin embargo, ya se
encuentra en el pueblo unos fundamentos y
estructuras sapienciales claras.
- Una de las ideas que extrapolamos de esta
reflexión sobre la historia sapiencial del
pueblo de Israel es que la evangelización del
hoy en día exige una dimensión de
racionalidad ante la postura de pensamiento
light y pobre que nos enfrentamos.
- Otros elementos peculiares, sobretodo
desarrollado en el Israel del sur luego del
destierro, se evidencia una dimensión filo
davídica y se muestra un afecto a la
sabiduría vinculada a Salomón. Esto a partir
de la idea, del cultivo de la sabiduría en la
realeza en el pre exilio.
- En la vertiente profética hay una síntesis: * la
ligazón con Dios de la sabiduría y * su
relación con la ley... La sabiduría viene de
Dios y se expresa en una vida vivida en la
 ley de Dios. Este es el ideal profético… Lo
dice Isaías, también Jeremías.
- El judaísmo exílico es muy afecto a los
profetas. Ojo, el exilio una de las formas de
culto más preminente es el culto sinagogal,
donde el centro es la lectura y meditación de
la Palabra de Dios. En esto, articula y
condensa su oración.
- Dentro del pueblo que retorna de Babilonia,
el ejercicio profético del deutorIsaías es
clave. Otro profeta que predica en este
tiempo es Ageo. El pueblo postexílico vuelve
a su tierra con una fuerte relación Davídica,
Salomónica y profética. Se quiere vivir una
sabiduría que viene de Dios (Prov. 1:
principio de la sabiduría es el temor de Dios)
y que vivifica la vida.

SEGUNDA PARTE DEL
SEMESTRE
Del examen parcial al final
Clase # 16: miércoles 16 de octubre
El libro de los proverbios es una expresión social del
proyecto de reconstruir la estructura social, cultural,
religiosa del pueblo que regresa de forma caótica
del exilio. Recordemos el protagonismo de Esdras y
Nehemías en la obra de restauración de Jerusalén
como lugar geográfico - social - urbana de Israel y
del judaísmo como realidad religiosa. A estos dos
grandes personajes tienen una gran importancia en
la historia de Israel, especialmente entre los años en
el año 539 a.c - 520 a.c tiene la restauración del
templo de Jerusalén y el 480 es el momento en que
es constituida la TORÁ como palabra y ley que
gobierna la provincia de Judea. Este arco de tiempo
se le llama el tiempo de la restauración. No es fácil
determinar si el libro de los proverbios se realiza en
este tiempo o anteriormente. Como expresión social
y cultural este libro refleja la búsqueda de constituir
la identidad cultural, social de Jerusalén no sólo
desde el enunciado jurídico de la TORÁ, pero ojo, la
ley no genera identidad ni unidad. El libro de los
proverbios muestra que la identidad no sólo se
puede generar por medio de la ley, sino
fundamentalmente a través de la educación. Esta
intuición, por otro lado, está presente en el universo
mundo cultura de los pueblos: la educación ni
genera humanidad y todo lo que entraña esto.
Desde su época primigenia, en el hombre se
mantiene una línea de continuidad de identidad
biológica que solamente es diferenciada por la
cultura y la educación. La cultura forjada por la
educación da una identidad específica. Esta es una
identidad cultural universal.
La educación va unidad a la identidad histórica que
se construye en el hombre. La historia propia y
personal muestra la identidad personal. De esta
manera y por la misma razón la educación forja, por
medio de la historia, la identidad social.
La TORÁ, aunque se articula como ley, no hay que
comprenderla es un aspecto puramente jurídico,
sino que es disposición divina, vocacionante, sobre
su pueblo Israel, sobre el hombre y sobre la creación
entera. Pueblo, hombre y cosmos. La TORÁ es la
manifestación de la voluntad divina que llama todo
a la vida y a la plenitud, manifiesta al Dios que llama
a su pueblo Israel, a toda la humanidad y a toda la
creación a la vida, una vida que se despliega
históricamente. La conciencia de compartir una
historia con un grupo específico, esa conciencia, es
la génesis de la cultura. Por eso es imposible
generar cultura sin educación, humanidad sin
educación.
Clase # 17: jueves 17 de octubre de 2019
Libro de los Proverbios:
El hagiógrafo habló a las personas a quienes se
dirigió durante su tiempo. El Espíritu Santo habla,
nos habla a nosotros, en el hoy, en el presente. La
respuesta orante del creyente en la liturgia no es a
los evangelistas o apóstoles, sino a Dios. Poner el
acento en el Espíritu como protagonista de la
comunicación que el Padre nos hace de su Palabra.
La aproximación a la locución presente del Espíritu
está mediada por la encarnación específica de dicha
palabra en su acontecimiento originante o la
Escritura Hagiográfica. Saber qué quiso expresar el
autor es muy importante, su intención. Esto muy
importante DV subraya que es importantísima la
comprensión de la intención del autor sagrado, sin
enfocarse en demás circunstancias que le rodean
como su cultura, su pensamiento filosófico, etc.
Prov. 22, 24:
Los proverbios en su estructura díptica presentan
cuatro elementos importantes. Vemos una
reciprocidad entre la acción justa del rey y la acción
justa del pueblo y que prospera en virtud de la
reciprocidad entre la justicia del monarca y la
reciprocidad del pueblo gobernado. Esto
específicamente no lo dice el proverbio, pero se
puede deducir. El proverbio nos sugiere una
dimensión más amplia de lo que nos dice
literalmente. Este carácter sugerente es
importante para hallar la intención del autor. La
sugestión para observar la realidad bajo una mirada
amplia y directa, pero en la que se puede encontrar
una relación razonable. Carácter sugerente,
sugestivo del proverbio.
Primero hay que ver una apreciación ético moral del
libro de los proverbios, porque aun los proverbios
como elemento didáctico, hecho en el marco
nacional de la deportación, que busca enseñar la
justicia y la sabiduría su significación no es
primariamente ética o moral. Esto por una razón:
la apreciación sapiencial considera la realidad como
un objeto posible de ser conocido. La apreciación de
la naturaleza es primero una apreciación de cómo
funciona y, por tanto, de cómo el hombre se puede
adecuar a ella.
Hay cuatro elementos de la interpretación
escriturística.
El primer peligro a evitar es darles a estos
proverbios una interpretación reductivamente
parenética. ¿Cómo nos libramos de esto?
Buscando, conectándonos con la intención del sabio
que nos busca mostrar la realidad para que desde
su actitud nos podamos detener en algo que
considera importante.
La prosperidad en realidad acontece en el corazón
de aquellos que gobiernan. Hasta aquí queda
constatado que la justicia y la avaricia son actitudes
del hombre y no estructuras sociales, y la
prosperidad de un pueblo está unida a la “calidad
humana” de sus gobernantes.
Algo que es muy peculiar de las escrituras es su
realismo, y en esta realidad el sabio se reconoce
como desafiado y retado a aprender a vivir. El
realismo en este contexto de la sapiencialidad
semita, es complicado porque corta las salidas
falsas de la mentira y la apariencia. El proverbio
como experiencia nítida de la realidad corta los
espacios falsos de la mentira, de la experiencia
ilusoria.
Clase # 18: jueves 24 de octubre de 2019
Es ideal que los hombres y la sociedad sean
honestos, pero la realidad es que no todos los
hombres son honestos en una sociedad, incluso
nosotros mismos como aprendices de sabiduría nos
damos cuenta que también somos deshonestos. La
búsqueda del ideal ético - moral, del deber ser no se
da siempre. Vemos aquí una intuición de lo que
aparecerá en el ámbito judío como la noción de
pecado. El hombre es extraño en el mundo, pues
mientras toda realidad está definida, emplazada en
un tiempo y lugar determinado, el hombre no
reconoce su tiempo. Actúa muchas veces de una
forma caótica, incomprensible. Este desorden,
necedad, es el pecado, es el dejarse llevar por la
irrealidad, por la apariencia.
El carácter concreto de la realidad tiene como punto
de partida que el hombre es impredecible,
incomprensible, misterioso, etc. Pretender actuar
como si la realidad te sorprendiera es de necios. Es
no ver la realidad, es vivir en la irrealidad. Ver la
realidad nos desnuda de la fantasía en la que
muchos vivimos y nos lleva a vivirla
enajenadamente. La sabiduría como actitud
humana nos impide esta evasión. Le lanza a la
realidad, pero no necesariamente agradable. La
sabiduría como instancia de sensatez nos lanza a la
realidad y este lanzamiento es profundamente
evangelizador… quizá por esta misma razón la
misma predicación de nuestro Señor Jesucristo
tiene contenidos altamente sapienciales.
Elemento a subrayar respecto al libro del proverbio:
en este libro tenemos diálogos sapienciales,
proverbios sapienciales, relatos sapienciales en los
que se afronta la realidad, donde acentúa que la
reflexión sapiencial esté al margen del ideal moral
y/o ético. El despliegue sapiencial tiene que ver con
la adecuación de la realidad constituida con
frecuencia lejos de los cánones éticos y morales
deseables. La parábola de los constructores nos
muestra esa sapiencialidad. La sabiduría permite
hacer una previsión razonable.
En estas narraciones breves y concisas hay una
relación concisa como ocurre en los proverbios.
Esta forma de interrelación es más diversa en
discurso sapienciales más largos. Por eso
importante encontrar esa relación que encontramos
en el proverbio.
Clasificamos los libros de los proverbios en 3
grupos:
Discurso sapiencial: prov. 3, 1 - 11:
Normalmente los discursos sapienciales son
politemáticos.
Pro. 6, 1 - 5: enseñanza acerca de la actitud que
debe tener el hombre que sale fiador de un
préstamo.
(pedir apuntes)
Prov. 10, 1
La antítesis presenta la realidad en términos
bipolares. Se les llama proverbios antitéticos.
Prov. 10, 12:
Importante captar:
 Las relaciones dinámicas al interior en que
gira todos los términos
 La composición de los hemistiquios
 La actitud simbólica empleado por los
sabios
Prov. 10, 4
 Se habla del trabajo y del perezoso. Es la
mano del necio que no trabaja.
 Amplitud simbólica pues si la intención del
sabio era hablar del trabajo, sería otra su
estructura semántica.
La indolencia: es alguien que carece de
sensibilidad, que “todo le da lo mismo”. Es alguien
indiferente. Podemos decir que la indolencia está en
el interior, es la actitud interior. ¿Por qué una
persona puede ser muy rentable, muy productiva,
pero ser sin embargo muy indolente? Vemos este
caso la parábola del hombre necio. Él es un gran
trabajador, pero necio.
La actitud simbólica usada por el sabio en sus
proverbios es necesaria comprenderla para poder
observar su alcance. Sensibilidad al símbolo. En
este sentido, el proverbio no se cierra en sí mismo,
sino que se abre para que pueda observarse la
realidad desde diferentes perspectivas. Es
importante comprender la simbolicidad del
proverbio. La riqueza del proverbio es su
simplicidad. La genialidad del proverbio es que todo
está condensado y que al reflexionar esto se va a
ampliar.
Proverbios antitéticos, proverbios sinonímicos.
Aunque parezca evidente no hay que dejarnos
engañar por la apariencia. Los sabios no han
llegado al pulimiento de estos textos con un grado
universitario, sino con experiencia, pericia, y una
agudeza peculiar en la producción de estos textos.
Prov. 10, 29: “la senda de YHWH es baluarte para
el íntegro y ruina de los malhechores”
Ambos hemistiquios hablan de la misma realidad,
de los caminos de YHWH. ¿Cómo se vivencia en la
vida del hombre? El término es el mismo, pero hay
una sinonimia.
Los proverbios en esta sinonimia son en mayoría
antitéticos. El proverbio sinonímico más que
oponerse a la realidad, ayuda a su relación.
Hay un tipo de proverbios distintos en el v. 26:
“vinagre para los dientes y humo para los ojos, así
es el perezoso para quien lo envía”. Dos
hemistíquios concretos. No hay relación de
sinonimia ni de antonimia. El primer hemistiquio son
dos símbolos, el segundo hemistiquio refiere los
términos de relación entre el perezoso y quien lo
envía. Nos encontramos nuevamente en un espacio
de contemplación de la realidad. Quien envía puede
encontrar en su enviado una respuesta diligente o
perezosa. Si ocurre lo segundo, la experiencia del
que envía será catastrófica. Ninguna son mortales,
pero sí profundamente incómodas e insoportables.
Este proverbio no se detiene en el perezoso, sino al
que envía. Es él el que debe discernir y el que debe
saber que el que escoge a un perezoso sufrirá y el
resultado de la encomienda será más
responsabilidad del que envía que del perezoso.
Esta es la realidad. Sigue siendo responsabilidad
del que envía. A estos se le denomina proverbios
sintéticos.
En este tipo de proverbios vemos un desarrollo de
la idea en el primer hemistiquio respecto del
segundo.
Entonces tenemos los proverbios antitéticos, donde
los hemistiquios son opuestos; los proverbios
sinonímicos donde los dos hemistiquios hablan de
la misma realidad; los proverbios sintéticos son
donde en uno de los hemistiquios se nos explica
mejor uno de ellos.
No existe un único significado del proverbio.
El proverbio antes de ser pasible de una
interpretación alegórica y teológica, parenética,
moral el proverbio es expresión de una reflexión de
la realidad humana. Es en este enraizamiento en la
verdad donde el sabio descubre que toda realidad
tiene un logos, que tu no inventas el sentido de la
realidad, sino que más bien lo descubres si amas la
verdad, lo descubres si caminas en la madurez de
la sabiduría, si descubres los múltiples caminos
engañosos donde puedes eludir la realidad y vives
en la verdad. La intención del autor es meter al
aprendiz de sabio en la realidad. En esta intuición
hay una profunda resonancia cristológica. Benedicto
XVI nos dirá en el nº 10 de Verbum Domini nos dice
que ser realista es aceptar que Cristo es el
fundamento de la realidad. Por eso, estar en Cristo
supone no evadir la realidad, sino aceptarla y
comprenderla con mayor profundidad. Es así que
toda espiritual arrancada de la realidad es
insensatez. En este sentido, evangelizar podría
también significar descubrir en las distintas
realidades la verdad. No hay que saltar de la
realidad para llegar a Cristo.
Un extremo de la reflexión sapiencial, el pecado del
hombre. Ya no se habla sólo del perezoso sino del
hombre que puede ser también diligente. Se habla
del misterio del hombre, donde su sensatez se
obnubila y vive en la necedad. El libro del génesis
es fuertemente sapiencial. Tenemos un tema
extremo de la reflexión sapiencial: ¿por qué el
hombre es así? --- de aquí saltamos al pecado
original como necedad. Es un extremo de la
reflexión sapiencial: del ámbito práctico a lo más
profundo.
Otro extremo de la reflexión sapiencial es la
sabiduría como don del altísimo y que está presente
entre los hombres es tan elevada y tan excelsa que
es descrita en términos personales. Esto ocurre
aquí de una forma audacísima. Es un lenguaje
descriptivo de la sabiduría en términos personales.
Se ve la sabiduría como una característica de Dios,
sino que es algo o alguien de Dios. Ningún otro
atributo de Dios es descrito en término personales
(prov. 8, 22) ...
La idea vertebral en la reflexión del sabio es la
capacidad de encontrar la desnudez del hombre y la
desnudez de su creador.
Clase # 19: miércoles 30 de octubre de 2019
La sabiduría desde su dimensión práctica presente
en todo lo existe, manifiesta en toda criatura. El
sabio percibe cierta alteridad entre ella y su Creador.
Se describe a la sabiduría con rasgos personales,
como alguien. Subrayamos el tema de forzar el
lenguaje en el sentido de llevarla a su límite: vemos
como se describe a la sabiduría en una dimensión
personal, también desde una perspectiva lúdica (“la
sabiduría juega con el orbe de la tierra”). No se
plantea una personalidad de la sabiduría o como
hypóstasis, pero la forma en que se describe la
sabiduría se observa una personalización de esta
como anuncio del que vendrá de forma posterior.
Ejemplo de esto lo vemos en el Evangelio Joánico.
No podemos decir que estos libros haya una
reflexión sobre la Trinidad, pero tampoco podemos
negar una concepción de la intimidad de Dios como
dinamismo y riqueza vivificante. El libro de los
proverbios en este sentido constituye un hito que no
es superado por otro libro del AT, el sentido en el
que ve a la sabiduría y a Dios. Estas ideas que tiene
sobre él y la sabiduría no se encuentran en ningún
otro libro (Prov. 8, 22 y Prólogo de San Juan).
La reflexión sapiencial en estos libros piensa en la
sabiduría, en su origen, como la concibe el hombre,
dónde se encuentra, cómo se puede acceder a ella.
La pregunta por la sabiduría y su origen no es una
pregunta especulativa (pregunta retomada por Job,
Eclesiástico, Eclesiastés, proverbios y sabiduría).
La primera cuestión fundamental tiene que ver
con dónde está el origen de la sabiduría pues esto
dependerá de que el hombre tenga acceso a ella,
que el hombre pueda ser sabio. Por tanto, no sólo
depende del ejercicio intelectual, sino también el
auxilio de la gracia, pues la sabiduría y don y gracia
del Altísimo.
No se busca la sabiduría como algo puramente
especulativo, se busca su origen porque de esta
manera se contempla mejor el acceso del hombre a
la misma sabiduría ¿cómo accede el hombre a la
sabiduría? Entonces, el acceso a la sabiduría se
obtiene por medio de la oración y a la súplica.
Un segundo elemento concluyente se da cuando ya
está constituida la Torá y es parte fundamental del
pueblo Restaurado, es decir, enlazar dos elementos
constituyentes del judaísmo. Por un lado, enlazar la
creación. El mundo es creación de Dios, es
ordenado, tiene lógica, armonía, la misma creación
es presentada como una acción ordenadora. Dios
separa la luz de las tinieblas, ordena las aguas de la
tierra, ordena la tierra en general. La creación es
presentada como una acción ordenante. La
reflexión posterior sobre la creación (Macabeos)
anunciará por primera vez la creación ex nihilo.
Para indicar que Dios no requiere nada más
previamente. Toda realdad de orden está definida
en virtud de una noción previa a la que nosotros
llamamos diseño. Ese diseño es el Logos, el
carácter razonable de la realidad. Dios es el creador
de todas las cosas, antes de crear las cosas, creó la
sabiduría y se complació en ella. La sabiduría del
creador es la diseñadora de todas las cosas. Ella es
la que diseña todas las cosas.
La sabiduría es la Torá fundamental, la que preside
todo. Decíamos que le autor de los proverbios
articula dos elementos: está la teología de la
creación y la teología de la Torá. Esta ya existe en
el pueblo y es de carácter fundamental del pueblo
creyente judío.

El texto de la Torá existe y es venerada como
principio de la vida del pueblo creyente. El libro de
los proverbios realiza una articulación inédita entre
la creación, como expresión de la sabiduría de Dios
y por tanto como luz fundante de la creación y lo que
nosotros llamamos Torá.
Cuando el NT contempla el AT como el logos de
todas las cosas, está haciendo visible. El NT late en
el AT.
La creación, la sabiduría y la ley de Dios. (examen
final).
El libro de los proverbios pone los cimientos para
construir lo que nosotros llamamos el Pentateuco.
Quitamos el libro de los proverbios y la teología
contenida en los demás libros se cae.
El autor no asume una postura profética, es reflexión
sapiencial. Es la razón que busca y en esta
búsqueda la razón llega hasta este límite. Cuando
hablamos de la inspiración divina se ha acentuado
mucho el aspecto divino de la inspiración, pero se
ha dejado de soslayo la enorme importancia que
tiene la iniciativa del hombre, del autor sagrado en
lo que se refiere a sus intuiciones. A su curiosidad e
inquietud, a su drama e …. a un sabio que se sabe
heredero de una riquísima tradición sapiencial. Pero
se sabe también capaz de una reflexión innovadora,
necesaria para vertebrar realidades que están
presentes en la fe, pero que no se han relacionado
armónicamente.
El sabio se cree capaz de dar cuenta de esa
relación. Intuye la realidad de la totalidad de la fe,
aunque se …. asume la tarea de comprender la fe.
La genialidad de esta intuición está cerca de la
genialidad de las grandes inteligencias en la historia
respecto a las grandes aplicaciones específicas.
La genialidad de la intuición del sabio como una
intervención del Espíritu ajena a su naturaleza es un
error. Por eso es importante no perder de vista la
unicidad del hombre.
Job. 28:
Clase # 20: jueves 31 de octubre de 2019
DOS MOMENTOS IMPORTANTES EN LA
EDICIÓN DEL LIBRO DE JOB. Vemos dos estilos:
literario y propuestas sapienciales, que no se
excluyen pero que sí son diferentes.
Vemos una sección en prosa, narrativa: el prólogo
en los capítulos 1, 1-2, y el epílogo en los últimos 10
versículos de Job. Según la opinión de algunos
autores, esta pequeña obra narrativa existía como
una pequeña obra sapiencial, una especie de
Midrash, sapiencial y didáctico. Por las indicaciones
de la crítica literaria, esta obra ha sido reconstruida,
vemos que la enseñanza recae sobre Job como
modelo de paciencia, piedad y confianza en YHWH,
confianza que se manifiesta sobretodo en el cuidado
de sus palabras (Job no pecó con sus palabras). En
virtud de esa paciencia y confianza en YHWH, Job
es restaurado y restablecido. Además, lo restaurado
y restablecido es el doble de lo que tenía antes. Este
opúsculo es en relación entre sufrimiento, paciencia
y recompensa.
Análogamente vemos en la historia de Tobías, una
ampliación de la tesis sostenida en el libro de Job.
El justo sufre, es paciente y YHWH retribuye la
justicia del justo en recompensa abundante.
Aquí vemos entonces la tesis el sufriente que
debe ser paciente para alcanzar restauración.
Esta tesis es clave. Además, esta tesis está en
narraciones bíblicas e extrabíblicas, por lo que
debemos colocar esta tesis en un lugar de
inidentificación cronológica.
Otro detalle: Job no es israelita, no es judío.
Vemos el corte universalista de la narración. El Dios
que se presenta no es el judío. Se habla de los hijos
de Dios (corte celestial). Por tanto, la forma de
concebir a Dios no es el típicamente judía. En este
opúsculo, además, no se tiene insistencia de aclarar
su identidad judía, por eso tiene una intención
universalista.
Hasta aquí, el primer momento editorial de la obra.
El segundo momento editorial podemos colocarlo
cronológicamente entre el siglo 2 a.C. Existe como
característica en este tiempo los diálogos donde se
comparten ideas y distintas temáticas, donde están
presente elementos de culturas semitas.
El debate argumental se da a través del discurso y
el diálogo. Se confluyen dos posiciones
intelectuales (argumentadas) en confrontación,
manteniendo cada una su propia convicción y
naturaleza. Esto permite que se presente de
forma útil un tema sin resolución definitiva
posiciones cuya confrontación permanece
abierta.
Lo que acontece en este momento editorial se
puede comprender como un incrustamiento literario
en una obra ya existente de un segmento
fundamentalmente poético que desarrolla discursos
en diálogo respecto a diversas temáticas
Vemos la introducción de la actitud de insolencia en
el hablar que se encuentra casi siempre referida al
personaje principal: Job.
Vemos como primer elemento la insolencia de Job
(cap. 3). Segundo elemento la invocación de su
propia justicia (cap.) pues nunca ha faltado a Dios
para merecer su dolor.
A los amigos de Job se les otorga una carga
sapiencial grande: los tres amigos de Job alternan
argumentos y respuestas a las invocaciones de Job
para ayudarle a entender que nadie tiene ningún
derecho de reclamar justicia a Dios.
Tenemos:
Intervención de los amigos en orden (1.2.3) y luego
intervención de Job. Esto tiene el fin de presentar
posiciones.
Toda la obra prácticamente es incrustamiento
literario. Pues sobre una obra narrativa midrásica se
ha insertado una obra poética marca por esa
perspectiva y esa urgencia.
Se suele presentar el tema de Job como el
sufrimiento el inocente. Pero en realidad es uno de
los temas.
Veamos a continuación las líneas temáticas:
No observamos en el Libro una articulación
sistemática y ordenada, sino una armonía de temas
que se van intercalando y presentando. Por eso se
dice que los libros sapienciales tienen líneas
temáticas.
Así como no existe un documento de la obra
midráshica previo, tampoco tenemos un escrito
previo de los escritos poéticos sapienciales. El autor
ha logrado presentar las líneas temáticas de tal
forma que no se pueden comprender separadas y
tampoco se pueden rastrear los documentos previos
de los cuales se han inspirados los dos momentos
editoriales.
1.- LA SOBERANÍA DE YHWH:
Esto se evidencia en dos dimensiones: a. su
soberanía divina, b. su excelsitud (ninguna criatura
se le asemeja) c. su inaccesibilidad (Dios se revela
cuando quiere hacerlo y cuando no, no lo hace), si
el hombre conoce a Dios es porque se da conocer.
2.- LA NOCIÓN DE JUSTICIA:
Esta noción está estrechamente ligada con la
noción de sabiduría, que practica la equidad, se
ajusta al derecho a la ley divina. En esa misma
medida, el libro de Job desarrolla en diversos
momentos la relación que existe entre la justicia del
hombre y su dicha y paz. Este es un de los
postulados fundamentales del libro de los
proverbios: si el hombre obra con justicia Dios lo
bendice.
La relación tradicionalmente admitida entre
sabiduría y dicha es cuestionada y sometida a
crítica en este libro. El libro de los proverbios ya
anunció esta inexactitud de esta afirmación.
El libro de Job ya tiene una respuesta entre la
inadecuación entre justicia y dicha. El justo debe
esperar y confiar en Dios porque la dicha ya vendrá
previa purificación del hombre.
¿Hay una respuesta definitiva a este tema? No, no
intenta resolver la cuestión, a diferencia de la
narrativa midrásica. La sección poética solo toca el
tema y da respuestas no definitivas.
Aquí: debemos destacar la defensa de la propia
justicia. Es la problemática. Esta debe entenderse
en la misma línea sapiencial que encontramos en la
sección narrativa. No se habla de una realidad
personal. Ojo: la Midrash es una creación literaria al
servicio de una explicación de la ley de Dios
contenida en la Torá y en los profetas. Lo importante
es el carácter simbólico de estos personajes y la
relación entre los mismos. Jonás: es símbolo de los
profetas encarnada en una actitud obtusa. La
justicia de Job ha sido lleva intencionalmente al
extremo para mostrar que ni siquiera en este
extremo se realiza esta tesis. Ni siquiera en esta
justicia máxima el hombre encuentra garantía
para su vida.
Visto desde otra perspectiva, sería una actitud
mercenaria la que el hombre buscará la sabiduría
solo como una moneda de cambio con la que se
paga la dicha. Los profetas aman la sabiduría y
habla de ella como expresión del pensamiento
divino, pero la actitud donde la sabiduría es garantía
de la felicidad ha instrumentalizado a la sabiduría.
3.- LA RELIGIÓN:
¿Es gratuidad o interés?
Es una crítica a la religión en sí misma, como
expresión humana, no como crítica a la religión
Yavista. ¿Qué busca el hombre cuando se acerca a
Dios?
El símbolo del Satán es la muestra de la actitud
suspicaz que busca el discernimiento, que busca la
verdad de las intenciones de los hombres, que
busca ver cuál es la intención del hombre al
acercarse a Dios.
En el hebreo Satán significa el acusador.
El tema es para que le judío discierna los
fundamentos de su relación con Dios. No se refiere
a las prácticas religiosas, sino a algo más profundo.
Llegado a este punto es que una de la línea temática
que se presenta en toda la obra transversalmente
tiene que ver que la intuición de una relación con
Dios en términos de intercambio no es digna de
la sabiduría YHWH, principalmente por dos
razones:
1.- Porque el Dios soberano no es un pagador,
alguien que se reduce a retribuir al hombre en
función de su conducta, porque el hombre siempre
buscará su propia seguridad. Esto es una reducción
de Dios a los esquemas humanos. La religión como
intercambio es manifiestamente criticable porque es
indigna de la soberanía de Dios, significaría que el
Dios soberano observa una ecuación que ni siquiera
entre los seres humanos se realiza de forma
estable.
2.- Que el Dios de la Alianza se presenta como un
Dios de amor y misericordia. Puede aparecer
problemático si vemos a Job sufriendo. Dios no
parece un Dios misericordioso. Una actitud
mercantil para con Dios es una relación que no
conoce el amor.
El autor sapiencial es consciente que la experiencia
religiosa marcada fuertemente por el miedo y por la
mentalidad de intercambio.
En la obra en su conjunto a partir de la concepción
de la religión como algo mercantil, también es una
autocrítica a la práctica judía que conociendo al Dios
amor y misericordioso, practica una religión
mercantilista. Este tipo de práctica religiosa es
esencialmente idolátrica.
La creación expresa a Dios en imagen conservando
su verdad, mientras que la idolatría presenta a un
dios falso y desfigurado. El ídolo descarta la
soberanía de Dios. La relación mercantil es
siempre idolátrica. Los amigos de Job se colocan
en posiciones racionalmente seguras: Dios es justo
con todos. Estos amigos se colocan en la tesis de la
bondad divina que se afirma ortodoxamente, pero
que descarta su soberanía: Dios es misterio.
4.- La búsqueda de la certeza con respecto de Dios:
Lo que se evidencia aquí es la mirada universal y
cósmica del libro de Job. No se refiere sólo a un
hombre que sufre, sino al hombre en su
universalidad en la posibilidad de alcanzar una
certeza acerca de Dios. El hombre mercantil tiene
la seguridad de que Dios me va a cuidar, la
actitud del fariseo. El problema de esta afirmación
es que el hombre se aferra más a esa certeza que
al Dios incomprensible (se aferra su propio ídolo).
Cuando viene el sufrimiento y no hay solución con
ese dios se va a otro mejor pagador. Job critica esa
seguridad idolátrica respecto a Dios.
¿De qué el hombre puede estar seguro respecto a
Dios?
Donde el hombre busca una certeza manipulable
sobre Dios, se le escapa Dios. Sólo cuando el
hombre se entrega confiada y serenamente a la
soberanía de Dios, no a una confianza previa, solo
cuando se entrega en esa actitud confiada el
hombre se encuentra seguro, él en su totalidad se
encuentra seguro. Esta es la perspectiva final del
libro: la seguridad racional sobre Dios es falsa, la
confianza en el Dios que es soberano y
misericordioso, análoga a la confianza del niño que
está en los brazos de su madre. A Dios le ha
costado comprender esto: a esto no se llega gratis.
La verdad sabiduría es la piedad. La piedad
genera certezas, ninguna sabiduría es capaz de
generar certezas auténticas.
 Clase # 21: jueves 07 de noviembre de 2019
Hacia el 480 a.c inicia la constitución de la Torá
avalada por el régimen persa. Se habla de judaísmo
a partir del post exilio. El judaísmo hace consistencia
a una constitución de Estado teocrático, teniendo
como ley absoluta la Torá. El siglo V es en el siglo
en que la Torá se asienta y se consolida como la Ley
de Estado, de allí la idea de Teocracia.
Durante este siglo de restauración, la clase
sacerdotal ha tenido una presencia importante en
todo el proceso de consolidación de la restauración
del Estado Judío. La consolidación política,
económica y cultura está vinculada a la agrupación
sacerdotal. En este contexto el contenido profético
se merma. Durante la restauración los profetas que
están en medio del pueblo critican el descuido del
pueblo en relación al culto y al Templo.
Esta desatención al culto constituye un elemento
paralelo al tiempo de la restauración. Más aún, no
resulta extraño que aun cuando Esdras ostenta un
perfil sacerdotal, destaquen más bien sus funciones
administrativas de gobierno. La Torá prescribe el
culto como el elemento central de la piedad judía,
pero con un cierto matiz importante. Mientras Gn.,
Lev., Ex. y Núm. están articulados alrededor del
culto, el DT. ya incorporado como parte de la Torá,
plantea un matiz importante y es que el centro de la
piedad y de la fe se concentran en la fidelidad y la
Alianza de YHWH: culto y alianza, sacerdocio y
tierra, culto provisional y culto definitivo. La TORÁ
ya integra estas dos grandes corrientes que
acontece en la mitad del siglo V, fusionados dos
teologías del siglo V: - la concepción del judaísmo
como pueblo sacerdotal y - la concepción del pueblo
como pueblo de la Alianza. No son dos
concepciones excluyentes, pero sí son
significativas. En cierto sentido, el siglo V subraya
más la teología de la Alianza. Por ejemplo, el texto
famoso de los dos caminos del DT: si se cumple la
Alianza Dios bendecirá con permanencia de la
tierra. Otro ejemplo, en la versión DT del SABAH no
sólo es el día donde Dios descansó (visión del GN y
sacerdotal), sino que también hay una
consideración claramente humanista (no harás
trabajo ni tú, ni tu buey, ni tu esclavo). Entonces, el
descanso del SABAH es culto a Dios, pero también
descanso del hombre y signo de la liberación del
hombre. Mientras que en el Ex. es historia litúrgica
en el DT. es historia de la salvación.
La consolidación de la Torá ya nos indica una
constitución más sólida de la casta sacerdotal.
Vemos un judaísmo cada vez más hierocrático. Esto
explica la visión más particularista que se va
haciendo en el pueblo de la Alianza, porque la ley y
el sacerdocio se va haciendo algo distintivo de este
pueblo. Por este motivo, el judaísmo del tiempo de
Jesús es un judaísmo marcadamente sacerdotal. A
partir del siglo IV este proceso se va desplazándose
de una visión Alianza tierra se pasa a una visión más
sacerdotal-litúrgica.
Ojo: en el siglo V tenemos una preeminencia de una
restauración de tipo política y administrativa y la
visión Deuteronomista (Alianza y tierra). Siglo IV
preeminencia de la casta sacerdotal y visión
sacerdotal, sacral (Culto y templo).
En el siglo III tenemos la constitución del judaísmo
que tiene como centro el Templo y el Culto.
*** Los persas nunca tuvieron una acaparación
territorial y cultural como las romanas y griegas. Por
lo que su visión geopolítica es de aglutinamiento de
culturas y sociedades. Con esto se suele decir que
fueron tiempos de paz, donde los pueblos se vieron
a sí mismo y crecer como sociedades. Todo esto en
el siglo V. A mediados del siglo IV la estructura
social persa empieza a desmembrarse, dejando
varios vacíos y se convierte en un siglo de
transición.
Con todo esto, las castas sacerdotales del judaísmo
van acaparando el poder que estaban vacíos a
causa de la crisis persa. Entonces, el sacerdocio
como instancia de poder político se consolida en el
siglo IV. Para el advenimiento del siglo III el pueblo
de Judá en la práctica es autónoma monitorizado
por la clase sacerdotal y este es el pueblo que
Alejandro Magno conquista. La cultura griega que
comienza extenderse a partir de allí encuentra un
pueblo con estas características: * no hay profetas,
* la ley es principio de estado, pero la práctica es el
culto, *los sacerdotes van asumiendo los usos y
costumbres griegos, *
Con esto se realiza una simbiosis cultural entre el
judaísmo y el helenismo a nivel de modas,
costumbres, etc.
En este contexto nace el Eclesiastés, un pensador
individual, que, a diferencia del libro de proverbios y
eclesiástico, no tiene una tradición previa, él es un
pensador contracorriente que se plantea seriamente
la cuestión de la sabiduría en un ángulo nuevo: la
confrontación de un pueblo que ama la sabiduría,
los griegos, el Eclesiastés …
EL ECLESIASTÉS:
El autor se posiciona en una línea de pensamiento:
* valida el pensamiento de Salomón * valida su
impronta cultica.
Desde el v. 2 del cap. 1 hacia el final de la obra cap.
12, 8, se encuentra que la afirmación “vanidad de
vanidades” abren y cierran la obra.
La reflexión sobre la vejez concluye con este
epígrafe.
En este sentido, al ver este detalle la intensión del
autor no es la acumulación de conocimientos sino
en la postura de una tesis, pues toda la obra afirma
lo mismo. Pues como comienza termina: “vanidad
de vanidades”.
Cabe considerar que de forma estructural entre el
cap. 1, 2 - 11, tenemos un proemio que se le puede
llamar explicativo.
A partir de esto sacamos una primera aproximación
del sentido de sus frases:
 v. 2: ¿Qué saca el hombre de toda la fatiga
que realiza? Elemento del trabajo y la fatiga
del hombre. Con esto se nos dice que la vida
del hombre pasa rápido y la mayor parte de
ese tiempo es fatiga
 v. 4: una vida efímera y corta que está
enfrascada en un movimiento repetitivo y
efímero. Agotamiento, fatiga, ciclo
interminable ¿todo lo que hace para que lo
hace?
 v7. insuficiencia
Clase # 22: miércoles 13 de noviembre 2019
Job se presenta como un elemento de tensión frente
a los sabios, por sus diálogos polémicos, dialógicos,
no es propiamente el género diálogo de la
perspectiva griega, se presenta como un ejemplo de
la sabiduría sapiencial. Su género dialogal
El libro de los proverbios también es un libro de
sabiduría crítica. Sin embargo, el libro de Job es una
crítica de la crítica, pues critica el libro de la
sabiduría, ya que quiere alcanzar una sabiduría más
profunda de lo que para el hombre es cognoscible
y certero. No está planteado en una perspectiva
retributiva, sino sólo en una perspectiva del temor
y amor de Dios. Se puede confiar no porque tienes
todos los medios te “garantizan” tu seguridad, sino
porque el Dios todopoderoso, majestuoso, es leal,
es fiel.
Tenemos la confrontación del pensamiento de un
sabio que es el libro de Job, ante otra postura
sapiencial tradicional que tenemos en el libro de los
proverbios. El libro de Job no pretende dar una
respuesta absoluta sobre la sabiduría, sino dar
alguna respuesta ante el drama del sufrimiento, a la
tensión del sufrimiento, que incluso confronta
críticamente la tradición sapiencial, en la
perspectiva de una síntesis mayor. Es lo que se
busca. Una tesis que se expresa en términos de
gratuidad y agradecimiento con Dios. Categorías
que se pueden describir a través de las imágenes.
En esa clave de relación, Job atisba el único
horizonte donde descansa las inquietudes
profundas de todo hombre, él encuentra no solución
a todas las respuestas, pero sí un espacio de
descanso confiado.
Dicho en otras palabras, el problema no se resuelve,
sino que se afronta, y en ese afrontar se experiencia
un nuevo nivel de certeza que no es principalmente
intelectual, pero que da forja a su inteligencia y
conocimiento.
Como veníamos diciendo la piedad de Dios que nos
trata como un niño está en brazo de su madre, nos
produce una certeza. Sin embargo, no siempre la
certeza produce piedad.
Job va en la línea de los libros sapienciales: el temor
de Dios es principio de la sabiduría.
La certeza y la piedad no se construyen a pesar de
la tormenta, sino incluso gracias a ella. En esto
vemos el carácter inaccesible del misterio de Dios,
a la cual no hay otra forma de responder buscando
refugio y cobijo.
En este sentido a partir de las nociones de las
certezas del libro de Job ya podemos comprender
cuando decimos que Eclesiastés es un autor
individual, pues al igual que el autor del libro de Job
hace una nueva elaboración sapiencial sin ir en la
línea de reflexión sapiencial de su época. Propone
en un contexto cultural una sabiduría sin atribución
a un autor. Tenemos que tener en cuenta que el
helenismo en este tiempo va permeando la cultura
judía. Es en este contexto donde los judíos van
teniendo un particularismo ideológico. Este
particularismo se forja en esta época. Pero esta
muralla es rota por la fuerza de la infiltración cultural
de una sociedad más fuerte que otra. En cierto
sentido este infiltramiento es providencia, pues ya
se está avisando en el horizonte el advenimiento de
la época neo testamentario.
Este proceso de anomia es muy complejo, pero muy
experiencial. El Eclesiastés escribe a una sociedad
que se presenta como poseedora patrimonial de
amor a la sabiduría. Podemos decir que, en este
sentido, que desde esta postura el Eclesiastés
evidencia una doble intención:
1. Por un lado, apreciar críticamente la
pretensión de sentido presente en diversas
corrientes de pensamiento e ideas propias
del helenismo. Aunque esto no es seguro
puede ser un dato importante un grupo
importante de estudios de eklesia afirman
que es muy probable que el término
KOHELE se relaciones … que integran a la
asamblea reunida por un motivo unificante.
El impacto publicitario de estas doctrinas es
que contienen la sabiduría para mostrar el
sentido que tiene la existencia individual.
Detrás de cada posibilidad o pretensión de
sentido el Eclesiastés responde con un sí
escéptico: un sí y luego ¿qué? No sacas
nada de tanto esfuerzo. Con el paso del
tiempo lo que algo es placer se vuelve dolor,
hastío y vacío ¿qué sacaste de todo eso? El
tiempo transcurre.
Todas esas pretensiones de búsqueda de
sentido se caen. Por eso el Eclesiastés tiene
un escepticismo respecto a los “vendedores”
de sabiduría.
La vida es tan corta que te parece nuevo
algo que otros han hecho, y esto es triste. Es
más, todos venden novedades.
El sentido de la palabra EBEL, vanidad, la
vaciedad, lo que no tiene consistencia. Viene
del nombre ABEL, personaje bíblico que no
tuvo hijos. Por eso la idea de cazar
vientos. Es tan mísero el hombre que cierra
su “caja” para cazar y afirma que atrapó el
viento y lo curioso es que hay gente que se
va detrás, haciendo festines alrededor de
una insensatez. Esto es una necedad, el
atrapar vientos. Vacío el que pretende
atraparlos, vacío el que pretende atraparlo ...
Clase # 23: jueves 14 de noviembre de 2019
Ideas sobre el Eclesiastés hasta ahora trabajados:
 La idea o tesis del Eclesiastés tiene que ver
con dejar un legado sapiencial.
 El eclesiástico nos muestra la idea
2. La propuesta de una vida arraigada en el
temor de YHWH y en una elección sabia.
 El sabio del Eclesiastés quiere proponer un
tipo de vida que considera es buena para
vivir la sabiduría.
 Estas son propuestas sapienciales para la
vida.
 Esta propuesta también es planteada como
un camino fiable.
 La investigación y exploración de la
sabiduría es un mal oficio, pues también es
atrapar vientos.
 La acumulación de la ciencia es
acumulación del dolor.
 Tiene un acento experiencial las propuestas
del Eclesiastés. Él ha hecho, él ha
experimentado, él ha … Esto se diferencia
del libro de los proverbios en que estos se
remiten a los sabios antiguos, pero el
Eclesiastés se basa en su propia
experiencia.
 También tiene una cierta referencia a Job,
incluso, si no supiéramos que estamos
leyendo el Eclesiastés, esto nos remitiría a
Job y su idea de bendición-riquezas.
 Trae a sus reflexiones algunos axiomas
sapienciales de la tradición sapiencial de
Israel, del libro de los proverbios, para
hacerle una crítica profunda, para criticar
esta tradición sapiencial.
 Tenemos una primera propuesta: la
propuesta de la experiencia.
 Con esto considera su propia
experiencia.
 La experiencia reflexiona versa sobre
la inconsistencia y el vacío.
 Encuentra el no poder apoyarse en
nada, pues todo es inconsistente.
 Esta inconsistencia es sinónimo de
ebel y su antónimo sería emet, que
es confianza segura. Frente a esta
inconsistencia de la vida, anhela
emet, consistencia, estabilidad,
seguridad. Pero anhelando emet
busca ebel. Esto nos dice, lo
misterioso del hombre que ante la
creación ordenada y que responde a
Dios, manifestada en la ley de la vida,
el hombre se presenta como un
extranjero y, sin embargo, anhela
emet.
 El emet lo busca en el conocimiento,
en los placeres, en las diversas
realidades de la vida y de la propia
naturaleza humana.
 Estas vivencias, aunque sean
cautivadoras, cuando acaban todo
queda sólo el único destino que
afecta a todo hombre: la muerte.
Una muralla de la cual no se puede
escapar.
 Sus proverbios más van en la línea
de los proverbios sintéticos, aunque
aparece los demás tipos.
 En la reflexión sobre la
muerte hay algunas ideas
claves:
 El olvido
 El anhelo de
consistencia.
 La inconsistencia del
recuerdo
 La pretensión del
legado.
 La insatisfacción de la
vida
 Entonces: hasta aquí, hemos dicho
que el Eclesiastés propone la idea de
la experiencia que reflexiona sobre la
inconsistencia de la vida, que tiene la
pretensión de encontrar su refugio,
su emet, en la pretensión del legado
y que la muerte termina acabando
con esta. Llevándola al odio de la
vida, pues anhela emet, pero no la
tiene.
 Con sus reflexiones espera capturar
la escucha de sus lectores a través
de posturas mordientes.
 Este anhelo de emet permanece
incluso hasta después de la muerte.
 Puede verse en los escritos del
Eclesiastés cierta percepción de que
es un sabio pesimista, pero lo que
menciona es propia del hombre.
 Sin embargo, aparece la mención a
la felicidad el hombre:
 La pregunta el Eclesiastés es
¿qué saca el hombre?
 Luego dice que en la relación
del hombre con su Dios y la
experiencia de la alegría tiene
su componente en comer con
agrado tu pan y disfrutar tu
vino y en la cúspide de la
felicidad está en el amor
familiar, vivir feliz con la mujer
que amas.
 Esta propuesta puede
parecer simplista, ya que no
hay bien mayor que la alegría
de una recta conciencia. No
hay mayor bien que la
alegría, pero que procede:
1. Del alimento
como fruto el
trabajo
2. Del vino que
se comparte
gozosamente,
comunidad
3. Del amor,
familiar,
estable, fiel,
duradero.
 Si Job decía que la única
certeza procede de la piedad,
el Eclesiastés desarrolla esa
noción precisamente en la
relación con Dios y encuentra
que esa relación con Dios de
agrado se hace tangible en:
 El trabajo
 La comunidad
 La familia
Siendo los únicos lugares
donde puede experimentar la
alegría y el amor.
Piedad, alegría y amor
Trabajo, comunidad y amor
Clase # 24: jueves 21 de noviembre de 2019
El planteamiento del Eclesiastés sobre sus
propuestas de sabiduría es desde una perspectiva
bastante realista, centrada en el presente de la vida.
A esto decimos que en este libro todo lo que no está
centrado en el presente de la vida es criticado
fuertemente por el autor: todo es vano e inútil. La
sabiduría aprecia la destreza técnica del hombre. La
actividad humana entonces es apreciada por la
sabiduría, por ello, sería errado considerar que el
Eclesiastés desprecia la actividad humana, esta
sería más la actitud de indiferencia de los epicúreos
o de escepticismo de los nihilistas.
Es importante el Cap. 9, 7ss (texto enclave de la
propuesta sapiencial por el Eclesiastés), aquí se
integra en imágenes hondamente poéticas el pan
como fruto del trabajo comido con gozo, el disfrute
del vino (imagen de la alegría, de la fiesta) donde se
remarca fuertemente en estos dos símbolos el gozo
y el disfrute; junto a la mujer que amas bajo sus
contados días bajo el sol (la esposa como imagen
de la familia)... vemos pues que el trabajo, la
comunidad y la familia son lugares dónde encontrar
la felicidad. Además, el vestido, el perfume que usa
son imágenes externas que usa para referirse a la
honra, dignidad y aprecio a la vida. Por ello, ese
“vanidad de vanidades” no encontramos un
desprecio por la actividad humana.
La palabra serenidad es importante, pues nos
muestra el equilibrio de la propuesta sapiencial. La
fruición es una palabra muy precisa, donde se
distingue como articulación de los otros elementos
que se han mencionado, por ejemplo, trabajo,
familia, comunidad.
La visión errada del Eclesiastés podría llevar a
pensar que este autor propone no comprometerse
con ninguna realidad exterior. Por el contrario, el
planteamiento de equilibrio, serenidad, nos muestra
la estabilidad que propone el autor como parte de
la experiencia de felicidad.
La expresión “Dios disfruto de tu trabajo” nos
muestra precisamente que el disfrute del hombre
descansa sobre el disfrute y la complacencia
divinas. Este planteamiento es un planteamiento
profundamente creyente y YAVISTA donde Dios es
el fundamento y el temor de Dios principio de la
sabiduría.
El Eclesiastés realiza un amplio recorrido de las
diversas posturas, planteamientos y propuestas de
las corrientes helénicas, ya que las ha
experimentado, vemos que vuelve al punto de
partida, a las fuentes de la reflexión sapiencial,
descubriendo allí la preeminencia de la sabiduría
del pueblo de Israel, frente a las pretensiones
sapienciales frente al helenismo.
El Eclesiastés propone un aprecio a la reflexión
sapiencial de su pueblo y el temor a YHWH. Aquí
vemos una línea de conexión entre el Eclesiastés y
la tradición sapiencial. Hay una línea de armonía y
secuencia en estos planteamientos. En la
composición que encontramos en Prov. 8, 22, se
plantea la sabiduría en clave de disfrute y deleite. La
idea de sabiduría desde la perspectiva de la
tradición del pueblo de Israel, no es una idea
pragmática y funcional, donde se usa para dominar
técnicamente la naturaleza. Este no es el camino de
sabiduría en Israel, más bien, se propone en unos
términos de relación con YHWH, por eso la
sabiduría es primicia de su creación, por eso la
sabiduría está jugando con el orbe de la tierra al
inicio de la creación, por eso Dios se complace en
esa sabiduría lúdica, fruiciosa. La dimensión del
gozo y la fruición, es una dimensión fundamental en
la reflexión del sabio para la sabiduría. La reflexión
que no produce deleite, gozo y fruición respecto a
YHWH, es una vanidad y atrapar vientos.
Para un pensador como el Eclesiastés para quien la
muerte tiene una importancia tan determinante, el
tiempo del hombre es un misterio rico en
posibilidades, pero también breve y efímero, de allí
que los planteamientos sapienciales son planteados
para que sus lectores puedan ser conscientes y
capten que la efímera que es la vida.
El cap. 12, 9-14, la imagen de vanidad de vanidades
nos plantea una sabiduría desdichada donde no hay
un disfrute de la sabiduría. Mientras que en Job la
experiencia de la relación con Dios es la gratuidad y
la confianza, la esperanza, la certeza, la experiencia
de que lo más fundamental de la certeza es la que
se tiene sólo en Dios, sólo en él se puede poner la
confianza, todo fuera de él es inconstante, no
confiable. El libro de Eclesiastés incorpora el
elemento de la fruición, placer. Una categoría
nítidamente presente en los Proverbios 8, 22, y que
desde allí hay una resonancia en el evangelio donde
se hace una lectura sapiencial del acontecimiento
de Jesucristo y que concretamente se ve en el
pasaje del bautismo “... mi hijo amado en quien
encuentro mi complacencia” … la tradición sinóptica
destaca todo este aspecto de la complacencia del
Padre respecto al Hijo. Quizá haya sido el influjo de
las filosofías paganas donde el placer y el disfrute
está lejos de la piedad.
Es una categoría para la reflexión teológica en la
tradición sapiencial la categoría del disfrute, del
deleite, de la fruición, del placer. La centralidad de
esta propuesta, de este elemento del disfrute,
constituye un aspecto valioso en relaciona a la
reflexión novedosa de la revelación.
En el libro de Job podemos apreciar una cierta
estructura, compuesta poéticamente, a modo de
debate, de diálogo entre Job y sus tres amigos, el
Eclesiastés no debate ni dialoga con nadie en el
transcurso de su obra, esto hace que su reflexión
que hemos llamado CIRCULAR que termina donde
comienza, no sea observable desde una
perspectiva temática. Todo intento de estructurar el
Eclesiastés es un intento de aproximarse a la obra.
El Eclesiastés tiene una idea de estructura por un
lado discursiva por otro lado cíclica. La repetición
constante de la fatiga bajo el sol que va en un in
crescendo. Fuera de esos planteamientos es difícil
encontrar la estructura dentro del Eclesiastés, lo
cual no impide que su lectura sea fruiciosa.
LA SABIDURÍA DE JESÚS BEN SIRÁ
1. Contexto (lugar de origen de la obra)
Situado en la región de Alejandría.
Visión política:
En este contexto también se dio la traducción de la
llamada de los Setenta.
En este entorno fue conocida esta obra y fue
conocida con el nombre de la Sabiduría de Ben Sirá.
Ya no estamos en Jerusalén a diferencias de
Proverbios, Job, Eclesiastés. Estamos en la
diáspora. Aquí se entiende que el texto vaya
firmado, ya no es una mentalidad semita, sino
griega. Si ciertamente es judaísmo se da en la
ciudad más griega de la diáspora.
2. Prólogo de la obra
Refiere de manera directa su carácter de
TRADUCCIÓN realizada por el NIETO DEL
AUTOR. Obra originalmente escrita en HEBREO
(190 - 180 a.c), muy probablemente para las
comunidades judías de cultura hebrea del entorno
de la diáspora alejandrina. Escrita para este
escenario, pero lamentablemente no podemos
reconstruir con exactitud cómo se dio. La obra no
fue publicada, cosa curiosa porque en Alejandría se
publicaba cualquier cosa. Tal es así, que dos
generaciones después encuentran el texto en
hebreo y se asombra de él. El nieto de Jesús Ben
Sirá pretende traducir este texto y es el que alcanza
conocimiento y fama.
El texto original en hebreo sólo se conoció de forma
fragmentada en la antigüedad. Los judíos no lo
incorporaron en los KETUBIM y libros sagrados, lo
que nos puede evidenciar que los manuscritos en
hebreo se hayan perdido, considerándolo
definitivamente como libro no sagrado. Sin
embargo, el cristianismo vio en este libro una joya
parenética, de exhortación moral. Los primeros
cristianos percibieron en este libro el acento moral
… pero ¿la sabiduría no es propositiva, que busca
el discernimiento y la racionalidad? Esto es así
porque en el contexto en que se escribió y la
mentalidad con que se escribió está basada en el
carácter normativa de la ley judía, por eso la
dimensión moral es más remarcado, y por tanto hay
un carácter más preceptivo en este libro sapiencial.
Por eso, se consideró este libro en su dimensión
eclesial fruto de la concepción cristiana. Diferente
en las primeras comunidades de la diáspora judía
siendo nombrado el Libro de la Sabiduría. Ambos
nombres son raros porque rompen con la tradición
sapiencial hebrea.
3. Mirada panorámica a lo peculiar de su forma
de comprender la sabiduría y de su textura literaria
Consta de 51 capítulos, algo curioso en la redacción
de un libro hebreo. La mentalidad griega está
versada en una de sus características en escribir
ampliamente, lo cual se dice de su mentalidad sobre
el pensamiento sapiencial que es la amplitud de
pensamiento.
Encontramos un sesgo importante literario Cap. 22,
14, final de toda una primera sección de estilo muy
cercano al estilo de los proverbios, sentencias
breves, discursos breves, no polémicos, no
confrontacionales, didácticos. Para toda esta
extensión nuestro elemento más valioso es el
conocimiento del libro de los proverbios. Tenemos
lenguaje poético, exhortaciones parenéticas, … por
tanto, hay una afinidad bastante fuerte con
proverbios.
En 42, 15 comienza una segunda sección que se
distingue a su vez en dos momentos. El primero más
breve 42, 15… la gloria del señor en la naturaleza
La segunda parte, 44, 1 … en esta sección más
extensa se hace una mirada de los personajes más
importantes de la historia de la salvación, cuyo
testimonio ya está presente en el sabio que redactó
este libro. El último panorama de esta colección de
personajes ilustres lo encontramos en el cap. 50 en
el personaje Simón, el sumo sacerdote. Esto nos
muestra que con este personaje acaba la
composición histórica del libro.
De estas dos secciones, la más original es la última:
la sabiduría en la historia del pueblo creyente. Ese
enlace peculiar es uno de los aportes más
importantes en la reflexión sapiencial en este autor.
Clase # 25: miércoles 27 de noviembre de 2019
NO VINE
Clase # 26: jueves 28 de noviembre de 2019
Relación de herencia entre el libro sapiencial y el
eclesiástico. Armonía entre proverbios y discípulo de la teología deuteronomista y, por tanto,
eclesiástico, pero también distintivos, porque el
eclesiástico tiene elementos novedosos. Tanto así
que el judaísmo no lo considera canónico por su
origen conocido de primera mano en griego.
A su modo, el Eclesiastés realiza una síntesis del
pensamiento helénico por la veneración con la Torá.
Es un mundo judío con elementos griegos, pero
ahora es un mundo griego donde se inserta el
judaísmo.
El Eclesiastés en este sentido es un KETUBÍN
NOVEDOSO. La síntesis que el eclesiástico es
recomendable y la sabiduría que expresa es
destacable, una sabiduría para tiempos de cambio,
para transformaciones culturales.
Otro aspecto es la relación tan estrecha que
propone entre la sabiduría y la Torá. En este sentido
podríamos considerar al eclesiástico a un discípulo
de la teología deuteronomista. El Deuteronomio es
una elaboración profética del decálogo, una
elaboración humanista. Se suele decir que en la
fundamentación sabática del Deuteronomio la razón
de la práctica de Jerusalén es el memorial de la
liberación de los egipcios. Mientras que en la
tradición sacerdotal dice que el Sabbath se
fundamenta en el descanso divino en el séptimo día
de la creación. La fundamentación en la teología del
éxodo es más litúrgica, en cambio en la
deuteronómica es más humanista. Es el
Deuteronomio y la teología deuteronomista la que
desarrolla primero el carácter vertebral de la Torá en
la concepción en el pueblo de la Alianza, mientras
que la teología sacerdotal el horizonte de la
salvación es el culto (Ex. 15), por tanto, la libertad
para adorar a Dios que libera para el culto. Ahora,
en la teología deuteronómica el elemento principal
de la salvación es la posesión de la tierra, la tierra
como elemento de la libertad, del dominio de la
tierra, la producción de la tierra. El acento de este
enfoque es fuertemente antropológico. No se niega
toda la concepción litúrgica. En el Deuteronomio
también encontramos la relación liturgia-tierra, por
tanto, no se rechaza el culto, sino que se
complementan armónicamente. Sin embargo, en la
teología Deuteronómica hay una condición sin en
quam non para permanecer en la tierra es el
cumplimiento de la Ley, de la Torá ¿Por qué para
preservarse en la tierra hay que cumplir la Torá?
Porque la consecuencia de que ellos se hayan
quedado sin tierra y se hayan ido al exilio es porque
se alejaron de la ley de Dios (teología norteña). Por
eso el eclesiástico puede considerarse como
más antiguamente, de Oseas y Jeremías, los dos
grandes teólogos deuteronómicos.
La diáspora en los siglos que preceden al NT.
comparte a pesar de las grandes diferencias
culturales y locales, una perspectiva hermenéutica
fundamental: la perspectiva de la restauración
mesiánica. Dios ha bendecido en el destierro, pero
están lejos de su tierra. Por tanto, la restauración
entraña la reagrupación del pueblo creyente en su
tierra. Esta categoría está presente incluso en el NT,
cuando dice que vendrán de Oriente y Occidente y
se sentarán en la mesa de Dios. En efecto, hay una
restauración y reunificación, pero en la teología de
Jesús esa restauración mesiánica no es de una
cultura y su tierra, sino universal, de los hijos de
Dios. Pero esta idea surge de la diáspora, que es
fundamentada por esa esperanza de restauración y
reagrupación. En la festividad práctica de los judíos
esta esperanza se sigue manteniendo vigente.
En este sentido el eclesiástico describe una línea de
pensamiento sapiencial que va a ser muy
importante para el pensamiento cristiano. Por esta
razón, esta obra fue muy bien apreciada entre los
cristianos de la primera evangelización en el mundo
de la diáspora y de allí de la consolidación del
nombre eclesiástico: “el libro de la comunidad”.
Un dato añadido: es importante entender la
implicación completa y mutua que existe entre ellos.
Es verdad que la teología de Jesús es de los
esenios, por eso apertura hacia la universidad,
tensión con Jerusalén. Pero el cristianismo primitivo
no es galileo, es de la diáspora. Esta consideración
apuntará en que la diáspora tendrá una gran
consideración en la expansión del cristianismo: 1.-
el libro del eclesiástico en su dimensión ética y moral
como articulante de la vida cristiana, 2.- la doctrina
de la resurrección. Por eso, con estas dos cosas uno
se dice que importante ha sido la lectura de la
literatura sapiencial tardía. Para comprender qué es
la resurrección del Señor en el tiempo de los
cristianos primitivos, tenía como base los libros
sapienciales, específicamente, el libro de la
sabiduría. Por eso, la resurrección como elemento
esencial del cristianismo tiene en el libro de la
sabiduría un elemento sólido. En este sentido
eclesiástico y la sabiduría son la cúspide de la
reflexión sapiencial donde se fundamenta los
cimientos de la predicación cristiana primitiva.
Noción novedosa del eclesiástico entre la sabiduría
y la Torá.
En el Eclesiastés la dimensión del tiempo ingresa en
la reflexión sapiencial. Ejemplo, haz el bien sin mirar
a quien. Este dicho se presenta como atemporal.
Válido para todo tiempo y toda cultura. Sin embargo,
sabe que no es un producto acabado, sino hechos
para crecer, son productos dinámicos. Con esto
queremos decir que en algún caso o circunstancia
es necesario mirar a quien para saber cómo hacer
un bien, que el bien implica el discernimiento de las
circunstancias. Hay que mirar a quien. Si no
miramos a quien, el bien que hacemos no podría ser
bien. Por lo tanto, la categoría de discernimiento le
es esencial, una pregunta que tiene que ver con la
temporalidad. Por ejemplo, ¿el bien que hago va a
hacer bueno para esta persona en su devenir? El
tiempo entonces es imprescindible en el
discernimiento. El momento oportuno. La misma
acción en dos momentos diferentes puede tener
resultados distintos. Esto no pasaba en los
proverbios, el tiempo en cambio sí es bastante
latente en el Eclesiastés. Ojo, aunque en los
proverbios no quiere decir que sea esto malo, sino
que los sabios crean obras para que crezcan. El
talante más propositivo de los proverbios
precisamente deja el tema abierto, pero no lo
tematiza, nos referimos en la categoría tiempo. Esta
categoría entre fuertemente con el Eclesiastés. Pero
a diferencia con lo que ocurre con la Torá, e incluso
con los personajes proféticos, la sabiduría no
reflexiona acerca de la historia como concatenación
de personajes. Podríamos decir que hay una razón
importante de fondo: no alabes a alguien, sino hasta
su final, por eso la adulación no es algo que agrade
mucho a los sabios, porque todos somos carnes de
hueso. Por eso razón en época tardía no se ha
producido en la literatura sagrada no se ha
producido una especie de elogio de los personajes
de la historia de la salvación. Lo que se describe es
la acción de Dios en medio de las personas, en
medio de sus historias. La lectura heroica de la
historia no es muy común en la Torá. En cambio, en
el eclesiástico se lanza a hacer una narración o
especie de elogio, fruto quizá de su fuerte influencia
helénica, forma cultura cercana al autor, a los
hombres ilustres y nobles. De esto, el eclesiástico
describe elogiosamente los grandes personajes
presentes en la historia de la salvación. La mirada
del eclesiástico en este sentido considera toda la
historia del pueblo de Israel, he incluso la historia
humana, porque se remonta desde Noé - Enoc,
considera la historia del pueblo de Israel e incluso la
historia humana como lugar en que se manifiesta y
despliega la sabiduría de Dios, esto es algo peculiar
del eclesiástico, la sabiduría de Dios en la historia
que ha conducido a su pueblo. Esto es claramente
Neo testamentario, va a siendo preparado en la
apocalíptica judía, libro de Daniel, Dios como
conduce la historia, no es una cuestión azarosa,
sino que todo es conducción providencia. Esta idea
también está presente en el eclesiástico. La historia
es lugar de preparación de Dios para su pueblo. En
cierto sentido podemos considerar que esta visión,
el eclesiástico la propone desde raigambre en la
Torá, la historia sagrada, de donde toma el
eclesiástico a estos personajes como personas
modélicas porque por medio de ellos la sabiduría
divina se ha desplegado en la historia. Un desarrollo
sapiencial de una doctrina teológica. Por eso es
audaz. Se lanza de manera novedosa, donde nadie
ha ingresado. Por eso con toda intención entre en
esto: la sabiduría y la historia. Por eso podemos
decir que, si en el Eclesiastés se toca el tema del
tiempo, en el eclesiástico se ingresa la historicidad.
Sin embargo, podemos encontrar esto de forma
precedente en el libro de los proverbios: la
sabiduría. En cierto, sentido el eclesiástico presenta
esta idea del proverbio, la presencia de la sabiduría
en medio de los hombres. Esto nos pone en el
umbral del nuevo Testamento, Cristo, la sabiduría
eterna en medio de los hombres. Si bien es cierto,
en el NT encontramos una comprensión de la
historia como unidad, el desarrollo de esta noción se
ampara fuertemente en estas consideraciones
novedosas de los KETUBIM
 Para el examen

Tener una visión histórica del desarrollo de la

sabiduría sapiencial.

Análisis de un proverbio. Habrá referencias

bíblicas en el examen y pedirá un análisis de
algún texto sapiencial que abordará desde esta
perspectiva. Criterios para una exegesis de los
textos sapienciales.