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1. Ámbito curricular
1.1 Enfoque Socio-Cognitivo
El quehacer pedagógico representado en la siguiente secuencia didáctica se enmarca en la denominada tradición interpretativa cultural del currículo, que posee
su base en lo cognitivo de cada estudiante, pero se alinea a lo sociocultural, es decir en el medio en el cual se desenvuelve el mismo (Monzón, 2010). Dentro
de esta tradición se encuentra la perspectiva praxeológica y el enfoque curricular socio-cognitivo, que es una nueva propuesta que toma aspectos de los
enfoques postulados anteriormente, como fueron el socio-cultural junto al cognitivo, con el fin de generar una integración entre distintas perspectivas que se
conjugan dentro de la educación y del proceso de aprendizaje, lo cual se debe a que “a partir de una adecuada estructuración significativa de los contenidos ,
hechos y procedimientos, favorecerá el aprendizaje significativo individual; que deberá complementarse con la experiencia individual y grupal contextualizada
de los alumnos” (Vargas, 2009); es decir, este enfoque pedagógico posee una forma de aprender individual y grupal, sin dejar una en desmedro de la otra, y
esto genera que se enfrenten diversos puntos de vista, pero también que se promueva una cooperación entre los estudiantes. (Álvarez, et al., 2008).
Uno de los principales antecedentes del enfoque socio-cognitivo, es el enfoque cognoscitivo social postulado por Albert Bandura, quien alude por ejemplo a que
la motivación, las creencias y las influencias sociales, que se encuentran al alero de la teoría cognoscitiva podrían dar una explicación completa sobre cómo se
genera y actúa el aprendizaje en los individuos (Woolfolk, 2010), recordando que no solo lo cognitivo e individual es lo que genera el aprendizaje. Otro autor
que habla acerca de la influencia de lo social es Lev Vygotsky, quien propone dos tipos de desarrollo, la zona de desarrollo potencial, que es aquella que realiza
el estudiante de forma individual, pero propone una segunda forma, que es la zona de desarrollo próximo, es decir el aprendizaje generado a partir de la
interacción del que aprende en compañía de los otros, mediante la colaboración (Carrera & Mazzarella, 2001). También Bandura, en el ámbito educacional,
postula el aprendizaje observacional, que es la incorporación de procesos psicológicos propios de cada persona, en los cuales influyen condiciones externas
que pueden mejorar las conductas de este, en cualquier etapa de su desarrollo, es decir, es el contexto en el cual se desempeña el proceso educativo, el cual
puede generar diversas consecuencias en el aprendizaje, considerando procesos cognitivos como la autorregulación y la autorreflexión (Vielma & Salas, 2000).
A grandes rasgos, el modelo o enfoque socio-cognitivo, tiene su raíz en la psicología, generando un aporte en la educación ya que permite entender cómo
aprende el que aprende, cómo es el proceso que realiza, considerando sus habilidades, capacidades y destrezas utilizadas en este proceso y además,
incorporando el desarrollo social y la inteligencia afectiva, pretendiendo potenciar la motivación intrínseca de cada aprendiz, sin olvidar el contexto en el cual se
desarrolla habitualmente cada estudiante, donde la cultura juega un rol importante (Torres, 2006). Considerando lo anteriormente mencionado, y aludiendo a
que el currículum posee una misión que es organizar y guiar el desarrollo en la práctica de la enseñanza, lo cual establece puentes con sus dimensiones teóricas
como son la pedagógica, sociológica, epistemológica, filosófica y psicológica (Rondóni, 2015), es posible asociar este enfoque curricular, socio-cognitivo, a una
forma de enseñanza intencionada, en la cual se consideren aspectos cognitivos y sociales, es decir, las dimensiones psicológicas y sociológicas
respectivamente, para poder entregar una guía al profesor sobre cómo enseñar los contenidos previamente seleccionados, y la forma en que el estudiante
aprende estos, considerando aspectos cognitivos y sociales como su contexto educativo. Es decir, el currículo es una organización idónea de prácticas
educativas (Grundy, 1991), y en el caso del modelo socio-cognitivo, este debe responder a un paradigma que considere los procesos como el de la globalización,
en todos los ámbitos que pueda desarrollarse, y cómo el estudiante interactúa con su contexto y con su grupo (Román, 2014). Este modelo permite reformular
la figura del profesor y del estudiante, asumiendo nuevos roles en el aprendizaje (Patiño, 2006).
La función de la educación en el modelo socio-cognitivo del currículum, asume un rol integrador, ya que no considera solo la enseñanza de contenidos formales,
determinados por las bases curriculares, junto a los planes y programas de estudio, de forma ajena a los estudiantes, como lo que se le debe facilitar al
estudiante, sino que es importante que la educación se enfoque en el proceso de aprendizaje, donde el estudiante sea capaz de entender y comprender lo que
se le enseña, mediante la conexión con su realidad. Es decir, el profesor debe facilitar el conocimiento a sus estudiantes, pero también desarrollar a través de
estos, habilidades y capacidades, que le sirvan para su diario vivir.
Una vez definida la función de la educación es posible entender la función del currículum, la cual es que, al ser construido con el fin de desarrollar procesos de
aprendizaje, este debe considerar en sus objetivos alcanzar aspectos como el desarrollo de habilidades, capacidades, destrezas, junto a valores y actitudes,
los cuales permitirán al profesor dirigir el aprendizaje de sus estudiantes, considerando elementos cognitivos y sociales que puedan influir en ella. Al cumplir
esta función, favorece la interdisciplinariedad entre las distintas asignaturas que debe entender el estudiante. Otras de las funciones que cumple es la de ser
un socializador y ser una propuesta para el profesor, para poner en práctica la teoría, recordando que el currículum es internacionalizado y construido con un
fin, es en este enfoque curricular donde se plantea que debe ser abierto y flexible para generar el aprendizaje.
Siguiendo lo anteriormente mencionado, la función de la cultura escolar o contenidos es que estos son un conjunto de saberes que son básicos para
desempeñarse y deben aprender los estudiantes mediante la guía de un docente. Los contenidos deben aspirar a ser interdisciplinarios y no ser contenidos
aislados, ya que, al desarrollar habilidades en los estudiantes, estas pueden ser trabajadas a nivel transversal y no solo en una asignatura, por lo cual se permite
una globalización de estos, los cuales deben ser ordenados secuencialmente con el fin de que sean enseñados y aprendidos de mejor forma por el profesor y
el estudiante, con el fin de interrelacionar lo aprendido entre una asignatura y otra. Estos contenidos también mediante la escuela, generan un escenario de
reproducción cultural en los estudiantes.
Debido a esto, la función de los aprendizajes debe considerar la base psicológica y sociológica que posee este enfoque curricular, el cual se basa en que el
aprendizaje debe poseer dos ámbitos, uno es el individual y otro es el social. En el primer aprendizaje, se consideran todos aquellos procesos cognitivos propios
que posee el estudiante, es decir sus habilidades, destrezas, capacidades, conocimientos previos, entre otros, para así poder generar una base desde la cual
se comienza a construir el nuevo conocimiento que se espera aprender. Sin embargo, en este modelo también es relevante aquello que el estudiante puede
aprender del otro y con el otro, es por esto que se considera una función social. Es decir, que se consideran aspectos como la comunidad en la cual se encuentra
inserta la escuela, la cultura de los estudiantes en su conjunto, la cual puede enriquecer el conocimiento que se entrega y, lo más importante, la interacción
entre los actores que realizan el aprendizaje, es decir entre profesor y estudiante y/o entre estudiantes y estudiantes, con el fin de que las experiencias de otros
nutran el conocimiento que se pretende aprender.
La función de la didáctica o de la técnica de enseñar es la de dirigir y orientar a los estudiantes hacia el aprendizaje, para esto se ocupan procedimientos y
recursos que permitan alcanzar el objetivo establecido. En este enfoque, los recursos que se pueden considerar son variados, los cuales deben potenciar la
motivación intrínseca de los estudiantes, considerando su realidad cognitiva y social. Es importante recordar que la enseñanza y el aprendizaje se encontraran
subordinado a estos dos aspectos anteriores de la realidad. El valor de la didáctica recae en que a través de esta se pueden plantear situaciones y oportunidades
a los estudiantes para que el proceso de aprendizaje-enseñanza sea acorde a su realidad, esto quiere decir que la didáctica utilizada debe plantear retos y
formas de búsqueda sobre soluciones. Si se considera la didáctica enmarcada en el proceso de aprendizaje-enseñanza y no viceversa, la función de la
evaluación se debe considerar como el aprender a aprender, es decir no todas las evaluaciones deberían ser sumativas, sino que es necesario realizar
evaluaciones de diagnóstico para conocer al estudiante, evaluaciones formativas constantes, donde se pueda monitorear si lo enseñado es aprendido y como
fue aprendido, y evaluaciones sumativas donde se pueda medir si se logró un aprendizaje real de lo que se esperaba. Otros métodos que pueden ser utilizados,
ya que se trabaja mediante el trabajo colaborativo es el de coevaluación entre pares, pero también el de autoevaluación, ya que es importante que el estudiante
pueda saber si se cumple o no la función de aprendizaje.
A diferencia de otros modelos, donde existen dos roles distanciados entre el de profesor y alumno, en el modelo socio-cognitivo no se considera el rol de un
alumno, sino más bien de un estudiante, el cual se encuentra centrado el aprendizaje-enseñanza con el fin de generar cambios en él. Esta figura de estudiante
nace de la concepción de que el aprendiz es partícipe del proceso, mediante actividades como la investigación, por ejemplo. Su rol es central ya que es quien
debe acaparar la atención, considerando que pueden desarrollarse de forma individual y colectiva junto a sus pares. En este ámbito, el rol del profesor es
fundamental, ya que es la persona que guía el conocimiento mediante la implementación de la teoría en la práctica, considerando antecedentes como su cultura,
sus procesos cognitivos, aprendizajes previos, entre tantos otros factores. Es por esto que en este modelo se presenta una dualidad de roles, el cual puede ser
graficado en la forma en que el estudiante es un investigador y el profesor un guía que lo acompaña en el proceso de formación. Se construye el conocimiento
a partir de las propias capacidades e intereses del estudiante en relación a su entorno y realidad social.
También en el enfoque socio-cognitivo nacen nuevos actores que ayudan o propician la educación y el modelo de aprendizaje-enseñanza, como son la familia
y la comunidad. El primero se debe a que, al ser un agente socializador primario, es la familia la que en una primera etapa de desarrollo del estudiante puede
apoyar su desarrollo cognitivo y potenciar el desarrollo de sus habilidades básicas para generar destrezas y competencias acordes al mundo en el cual se
desarrollará durante su vida. Es decir, son quienes pueden facilitar, por ejemplo, su acceso a la cultura para ampliar su conocimiento. Sin embargo, cuando en
esta primera instancia no se asume el rol de la familia, es la educación mediante la escuela quien posteriormente debe asumirlo, lo cual genera mayores desafíos
principalmente en el estudiante, quien no posee conocimientos previos a lo que debe aprender, por ende, su asociación de conceptos puede ser menor. En el
caso de la comunidad, que puede ser entendida como el contexto social, económico y político en el cual se desarrolla el estudiante, pero también a la comunidad
escolar, es fundamental que aporten al proceso de aprendizaje mediante la realización de actividades que permitan al estudiante ser parte de estas y aprender,
ya que son la base de lo que puede ser para el estudiante un aprendizaje significativo.
El cómo llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje se realiza mediante un protocolo establecido en lo que es la secuencia didáctica, en la cual se
utilizan diversas estrategias, ya sea de enseñanza o de aprendizaje dependiendo de lo que se espere desarrollar como docente en los estudiantes, y en virtud
del momento de la clase, es decir inicio, desarrollo o cierre.
Las estrategias enseñanza que se utilizaron fueron en el inicio a través de una lluvia de ideas, discusión guiada y, por último, una estrategia llamada que veo,
que no veo, qué infiero. Durante el desarrollo de la clase se utilizó un cuadro PNI y como enlace entre dos clases se optó por un cuadro CQA. A modo de cierre
sin embargo, se optó por una actividad metacognitiva guiada por el docente.
A la par de la enseñanza se encuentran las estrategias aprendizaje, es decir aquello que realizan los estudiantes para desarrollar su aprendizaje, estas fueron
la adquisición, a través de acciones como la observación, búsqueda de información y la toma de apuntes. Otra estrategia fue la interpretación a través de la
decodificación de información, el uso de analogías y las metáforas. En último lugar se utilizó la estrategia de comunicación que se representó en la expresión
escrita e icónica realizada por los estudiantes. Las principales técnicas asociadas a los aprendizajes de esta secuencia didáctica fueron la elaboración de un
afiche, el registro de los cuadernos de los estudiantes y el uso de aplicaciones TIC como Kahoot! y Mentimeter.
2.4 Habilidades
Durante la construcción de las secuencias didácticas se utilizaron tres tipos de habilidades o escalas, en primer lugar, la escala cognitiva a nivel general y luego
las de segundo orden de Geografía e Historia.
Las habilidades cognitivas se entienden como las “facilitadoras del conocimiento, aquellas que operan directamente sobre la información: recogiendo,
analizando, comprendiendo, procesando y guardando información en la memoria, para, posteriormente, poder recuperarla y utilizarla dónde, cuándo y cómo
convenga” (Clavero, 2001). La escala de pensamiento cognitivo posee al menos seis niveles: conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar.
En el caso de la Historia, las habilidades de segundo orden se pueden agrupar en tres grandes grupos de competencias o estrategias, la primera es explicar
históricamente, la segunda utilizar las fuentes como pruebas históricas y la tercera, comprender la lógica del conocimiento histórico (Gómez, 2017). Los
principales conceptos asociados a esto son los siguientes: relevancia histórica, uso de fuentes primarias, causa y consecuencia, cambio y permanencia (Gomez,
Ortuño, & Miralles, 2018), o también los siguientes: fuentes y pruebas históricas, tiempo histórico, cambio y continuidad, relevancia histórica, empatía histórica,
causalidad, causas y consecuencias, dimensión ética, relatos o interpretaciones historiográficas y, por último, uso de la historia (Gómez, 2017).
La Geografía también puede ser trabajada desde el ámbito de las habilidades de segundo orden, ya que permiten el “análisis de las razones y motivaciones
que explican la relación existente entre los seres humanos y el medio en el cual se desenvuelven” (Gómez, Ortuño, & Miralles, 2018) y las principales categorías
asociadas a ellas son lugar, territorio, región, paisaje, ambiente, geo sistema y escala. Cada una de estas categorías poseen diversos conceptos asociados que
sirven para reflexionar sobre el que hacer del ser humano y su intervención en el medio en el cual se desenvuelve habitualmente.
2. Ámbito de Evaluación
Aproximarse a una definición de evaluación totalmente aceptada es una tarea compleja, sin embargo, a juicio de González “las definiciones actuales coinciden
en reconocer, como procesos básicos de evaluación, la recogida de información y la emisión de un juicio valorativo” (González, 2001), en efecto “el objetivo de
la evaluación del aprendizaje, como actividad genérica, es valorar el aprendizaje en su proceso y resultados” (González, 2001).
“se considera a la evaluación como una actividad mediante la cual, en función de determinados criterios, se obtienen informaciones pertinentes acerca de un
fenómeno, situación, objeto o persona, se emite un juicio sobre el objeto de que se trate y se adoptan una serie de decisiones referentes al mismo. De tal
manera que en este contexto, la evaluación educativa, si se dirige al sistema en su conjunto, o a algunos de sus componentes, responde siempre a una finalidad,
que la mayoría de las veces, significa tomar una serie de decisiones respecto del objeto evaluado” (Rosales,2015).
3.1 Tipos de evaluación
3.1.1 Evaluación tradicional
Como vimos anteriormente, la evaluación tiene como objeto recoger información en cuanto al logro de diferentes resultados de aprendizajes y objetivos, para
luego emitir un juicio respecto a su consecución. En ese sentido, utilizaremos como instrumento de evaluación una prueba escrita con la finalidad de medir el
logro de objetivos de aprendizaje y habilidades en Historia, Geografía y Ciencias Sociales, particularmente en torno al fenómeno de la Revolución Industrial.
3.1.2 Evaluación de observación
El tipo de evaluación por observación o también denominada observación participante es llamada así porque el “observador asimila y comparte las actividades
y sentimientos de los demás mediante una relación franca con ellos… lo cual significa que el observador-profesor deberá practicar una observación selectiva y
acuciosa participando en todo lo que considere relevante para, posteriormente, describir, explicar, analizar y reflexionar sobre lo observado”(Morán,2012).
También se puede decir que la evaluación por observación directa consiste en observar directamente el comportamiento de los estudiantes durante la realización
de una actividad (Ruay y Garcés, 2015).
En el caso de esta secuencia didáctica, los instrumentos de evaluación por observación que utilizaremos fundamentalmente son dos: lista de cotejo o de control
y escala de valoración. Por un lado, la lista de control consiste en un cuadro de doble entrada, en la columna izquierda se anotan los objetivos que deben
alcanzarse y en la derecha se registra mediante un punto o una cruz la consecución del objetivo (Casanova, 1998). Este instrumento permitirá a los docentes
identificar comportamientos en los estudiantes con relación a los conocimientos, habilidades y actitudes desarrolladas. Dicho instrumento, además será utilizado
en dos clases: la clase uno la cual consta de dos actividades durante el desarrollo de la clase con fuentes además del libro del estudiante y el tipo de evaluación
será dinámica con un agente autoevaluativo. En la clase tres la lista de cotejo tendrá por objeto evaluar las actividades durante el desarrollo de la clase y al
cierre, además en esta última clase la lista de cotejo se utilizará como instrumento de coevaluación, dándole un rol más protagónico y autocrítico a los estudiantes
y los grupos conformados. Por otro lado, la escala de valoración consiste en un registro de datos en la que se reflejan los objetivos y sus indicadores respecto
a un nivel de progresión de estos mismos. Se pueden representar de manera gráfica, numérica o descriptiva verbal (Casanova, 1998). Al igual que la lista de
cotejo, la escala de valoración tendrá por objeto la recolección de información a partir de las actividades en el desarrollo y cierre de la clase tres , con el objeto
de valorar la progresión de los logros de conocimientos, habilidades y actitudes desarrollados. Ésta escala de valoración será con un único agente evaluativo,
la evaluación a cargo de los docentes.
3.1.3 Evaluación no tradicional
La evaluación no tradicional es aquella que no necesariamente deba representar una calificación y puede ser medida a través de distintos instrumentos donde
el estudiante ocupa un rol preponderante. En el caso de esta secuencia didáctica se utilizará un CQA, instrumento que “permite evaluar el conocimiento previo
de los estudiantes y sus propósitos” (Condemarín & Medina,2000).
3.2 Propósito de la evaluación
3.4.2 Coevaluación
La segunda evaluación según agente a utilizar es la Coevaluación la cual consiste en una “evaluación mutua, conjunta, de una actividad o un trabajo determinado
realizado entre varios... tras la práctica de una serie de actividades o al finalizar una unidad didáctica, alumnos y profesor o profesores pueden evaluar ciertos
aspectos que resulte interesante destacar. Tras un trabajo en equipos, cada uno valora lo que le ha parecido más interesante de los otros, por
ejemplo.”(Casanova,1998)
4. Ambito Gestion Educativa
4.1 Caracterización según niveles de concreción.
A nivel macro, el Liceo Obispo San Miguel se encuentra regulado a través de la Ley 20.370 del Ministerio de Educación, incluyendo también la Ley de Subvención
Escolar Preferencial. Además, conviene mencionar que es un establecimiento de tipo particular subvencionado. En su proyecto educativo institucional el
establecimiento educacional Liceo Obispo San Miguel, ubicado en la comuna de Chiguayante, se encuentra definido por un modelo educativo denominado
como científico-humanista con un fuerte énfasis en la educación católica, dentro del modelo humanista se encuentran los aportes de Abraham Maslow, quien
sostuvo que la educación debe “centrarse en ayudar a los alumnos a decidir lo que son y lo que quieren llegar a ser… defiende la idea de que los alumnos son
diferentes; por consecuencia, promueve que sean más como ellos mismos y menos como los demás” (SNTE, 2013). Dentro de su proyecto educativo
encontramos su misión, la cual de forma explícita promueve un fuerte desarrollo de valores cristianos y éticos como la base del desarrollo de los estudiantes,
quienes se encuentran en plena etapa de adolescencia tanto hombres como mujeres, período en la cual construyen y forjan su identidad. Junto a esto, promueve
el desarrollo de habilidades y competencias que lo ayudarán en su vida cotidiana, siendo parte de este establecimiento como una vez concluido su proceso y
posterior ingreso a la vida adulta. Es por esto que en su visión la familia forma un pilar fundamental, ya que el estudiante debe poseer un desarrollo integral
junto a una serie de valores éticos y morales, que no solo deben ser entregados en el centro educativo, sino que también por el primer agente socializador, la
propia familia. Entre sus sellos, evidenciamos tres conceptos que se busca que los estudiantes desarrollen como son en primer lugar, la disciplina en todos los
ámbitos de su vida, luego la fraternidad con toda la comunidad educativa y finalmente la superación, la cual se traduce en el pensamiento cristiano que posee
el establecimiento (Liceo Obispo San Miguel, 2019). En un nivel micro, el centro educativo al no contar con un proyecto de integración escolar debe realizar
adaptaciones curriculares en la implementación de aula.
5. Ambito Proceso Social
Considerando la teoría de las ciencias sociales de la educación el objeto de estudio a grandes rasgos, al estar enmarcado bajo un paradigma sociocognitivo y
en un nivel macro como es la regulación del ministerio de educación a través de la ley n° 20.370 como marco regulatorio, no puede ser tratado exclusivamente
desde la historia, ya que se pretende aspirar hacia la interdisciplinariedad, lo cual se expresa a través de los denominados objetivos fundamentales transversales
de los planes y programas de estudio, por ejemplo, donde se busca que un mismo aprendizaje pueda ser abordado desde las distintas asignaturas que imparten
los centros educativos, esta idea se encuentra planteada por Mirta Giacobbe, quien alude a que: “las innovaciones curriculares…proponen en general un
enfoque interdisciplinariedad. Parte de valorar una integración didáctica que permita a los alumnos apropiarse más profundamente de los objetivos de
conocimiento” (Giacobbe, 1997). Es por esto que se decide no solo trabajar las secuencias didácticas desde el ámbito de la historia, sino que con fuerte énfasis
en la geografía y en las ciencias sociales en general que puedan generar un aporte al objeto de estudio y entenderlo en un rango mayor sin caer en la
atomización.
En la sociología educativa, la escuela al enmarcarse dentro de un sistema mayor como es el educacional, responde a ciertas funciones y una de estas es su
rol de agente secundario, en el cual es entendida desde la visión crítica como un agente reproductivo, es decir que posee objetivos o intenciones claras a
desarrollar en los estudiantes que la integran, lo cual se expresa mediante su proyecto educativo institucional principalmente. Para Henry Giroux, exponente de
la corriente crítica se le debe despojar a las escuelas de su inocencia política y se deben conectar a la racionalidad capitalista (1985), basado en lo expuesto
por Marx a través de la teoría de la producción. Junto a esto encontramos a Althusser, quien propone que la escuela es donde se aprenden las reglas del buen
uso, la moral, las buenas costumbres, entre otros que siguen a lo establecido por la dominación de clases (1988).
Reflexión
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