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Cuando se sabe que existen tantas profecías, uno debería preguntarse de vez en cuando si
existe alguna constante, o algún piso de fondo, que sirva para descubrir las claves que hay
ocultas en ellas, y que serviría, en consecuencia, para poder leerlas entre líneas y saber sus
verdaderos significados y, lo más importante, encontrar las fechas en que podrían suceder.
Según el Evangelio de San Marcos, versículo 15:25: Era la hora tercera cuando lo
crucificaron. Y el Evangelio de San Mateo, versículos 27:45-46-50-51, nos dice: 45-Y
desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 46- Cerca de la
hora novena Jesús clamo a gran voz, diciendo Eli, Eli, ¿lama sabactani? Esto es, Dios mío,
Dios mío ¿por qué me has desamparado? 50- Mas Jesús habiendo otra vez clamado a gran
voz, entrego el espíritu. 51- Y he aquí el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo y
la tierra tembló y las rocas se partieron.
A esto se le puede sumar que, en la profecía mas importante, que es la del Apocalipsis de
San Juan, se repite reiteradas veces la expresión “la ira del Cordero".
¿Palabra de Jesús?
En una canalización de Jesucristo realizada en Santiago de Chile por la vidente Madre
Laura Antonia, en una congregación de arzobispos ocurrida el 18 de septiembre de 1991,
el Maestro habría dicho lo siguiente:
Además, en el calendario judío el año 2006 es el año 5766, por lo que se llega a la
conclusión de que el famoso numero 66 que Benjamín Solari Parravicini nos repite
reiteradas veces en algunas de sus profecías, se refiere al año 5766 o al año 2006, que son
lo mismo.
Mateo 27:51: Y he aquí el velo del templo se rasgo en dos de arriba abajo y la tierra
tembló y las rocas se partieron.
Aquí es donde el código de la Biblia señala también otras posibilidades. Aparecen los
años 5770 y 5772, que simbolizarían el 2010 y el 2012, y aparece junto a la palabra
cometa la frase días de horror, atravesando la cita 2010 justo debajo de la frase oscuridad
y tinieblas. En el texto, en líneas superiores, aparece tierra aniquilada, coincidiendo con
las profecías de Benjamín Solari Parravicini que nombran la hora 10, la hora 11 y la hora
12, como veremos en el siguiente ejemplo.
Es ya la hora 10 el principio del fin, la hora 11 el fin sin fin, y la hora 12 el fin del fin.
Se podrían agregar a esto las siete profecías mayas. Para resumir un poco, la primera dice
que estos cambios han de suceder para comprender cómo funciona el universo y para que
avancemos a niveles superiores de conciencia, dejando atrás el materialismo y
liberándonos del sufrimiento.
También nos dicen que ahora nos encontramos al final de un ciclo cósmico de 25.625
años, de otro ciclo de 5.125 años y al final de un nuevo ciclo que dura 20 años, que en
nuestro calendario va de 1992 al 2012.
También nos dicen que nos encontramos en el tiempo del no tiempo, un momento
evolutivo corto pero una etapa muy intensa dentro de los grandes ciclos, donde se
producen cambios muy rápidos para inpulsarnos hacia una nueva etapa de evolución como
individuos y como humanidad.
Un año galáctico dura 25.625 años, que es el tiempo en el que tarda el sistema solar en dar
la vuelta entera alrededor del sol central de las Pleéades (Alción) en direccion al sol
central de la galaxia, y pasar por las doce casas del zodiaco. A esto la ciencia lo llama La
Precesión de los Equinoccios.