_AspMatTeoriaRelatividad 28/10/08
Aspectos matemáticos de
Luis García Pascual
Doctor Ingeniero Electromecánico
del ICAI, Promoción 1957. Diplomado
en Organización Industrial. Profesor
Emérito de la Escuela Técnica Superior
de Ingeniería del ICAI (Universidad
Pontificia Comillas de Madrid).
Comentarios a:
comentarios@icai.es
48 anales de mecánica y electricidad / septiembre-octubre 2008
14:23 Página 48
la Teoría de la Relatividad
Introducción
En un artículo anterior comentamos, des-
de un punto de vista ciertamente intuitivo,
algunos aspectos de la Teoría de la Relatividad
al considerar las impresiones captadas por
dos observadores (un observador o –viajero
en un tren– situado en un sistema oxyz, que
suponemos unido a dicho tren, moviéndose
a lo largo de las vías –dirección x– con una
velocidad constante u, y otro observador O
–quieto en el andén de una de las estaciones
de esa hipotética línea férrea– unido a otro
sistema OXYZ que vamos a considera anclado
en dicho andén y cuya dirección X coincide
con la dirección x de las vías). Es evidente
que entre estos dos sistemas, como ocurre
entre el tren y el andén, existe la velocidad
relativa constante de valor u paralela a los
ejes X-x de dirección coincidente con la
dirección de las vías. Aquí pretendemos,
mediante desarrollos estrictamente matemá-
ticos, llegar a los mismos resultados allí in-
tuitivamente deducidos.
Transformaciones de Lorentz
Vamos a suponer en este estudio como
origen del tiempo t, para el observador o, y
como origen del tiempo T, para el observa-
dor O, el instante en que ambos observado-
res se encuentren exactamente el uno frente
al otro. Por ello, si consideramos que o y O
están en el origen de sus respectivos ejes de
coordenadas, ocurrirá que cuando sea:
t =T = 0 [1]
también se cumplirá que::
x=X=0 [2]
Vamos a suponer también que, justo en
ese instante y desde el origen de coordena-
das de ambos sistemas, se emita una luz que
se propagará por el espacio OXYZ del andén
y por el espacio oxyz del tren cumpliendo
las dos características establecidas por Mi-
chelson, a saber:
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a. Por el principio de isotropía en la veloci-
dad de propagación de las ondas electro-
magnéticas y en consecuencia también de la
luz, como par te visible de dicho espectro
electromagnético, ésta se propagará idéntica-
mente en todas las direcciones.
b. Por ser dicha propagación independiente
de la velocidad del foco emisor y de la velo-
cidad del observador que intente medirla,
tal propagación la verán desplazarse exacta-
mente a la misma velocidad -c- ambos ob-
servadores.
Por ambas características, la luz irá inva-
diendo, para el observador o a lo largo del
tiempo t, un espacio esférico limitado por la
esfera x2 +y2 +z2 de radio c.t ; es decir, para
este observador la propagación de la luz en
función de t será tal que:
x2 + y2 + z2 – c2t2 = 0 [3]
Por las mismas razones, para el observa-
dor O la propagación de la luz en función de
T será tal que:
X2 +Y2 +Z2 –c2T2 =0 [4]
luego podremos escribir que:
X2 + Y2 + Z2 – c2 T2 = x2 +y2 +z2 – c2 t2 [5]
Si nos limitamos a la dirección X-x por ser
la única en la que hay movimiento relativo
entre los dos sistemas OXYZ y oxyz, la ecua-
ción [5] se convertirá en:
X2 – c2 T2 = x2 - c2 t2 [6]
A partir de esta ecuación vamos a intentar
encontrar los valores de x y de t para el ob-
servador móvil o correspondientes a cada par
de valores X y T para el observador fijo O. Es-
te intento no resulta inmediato; ya que tene-
mos una sola ecuación relacionando cuatro
variables. No obstante, tenemos otros datos
(la constancia de la velocidad de la luz y la
condición de que entre los dos sistemas de
ejes exista una traslación rectilínea, constante y
paralela a los dos ejes X-x de valor u) que nos
permitirán superar esta dificultad. Para ello
comencemos transformando la ecuación [6]
mediante los siguientes cambios de variables:
X =A
x=a [6 bis]
c.T =i.B
c. t =i. b
Con ellos la ecuación [6] se convierte en:
A2 + B2 = a2 + b2 [7]
Vemos en [7] que, en un sistema de dos
ejes de coordenadas (A y B), al primer
miembro le corresponderá un punto P que
tenga por abscisa el valor A y por ordena-
da el valor B y que, en otro sistema de co-
ordenadas (a y b), con el mismo origen
que el sistema anterior pero girado en sen-
tido de las agujas del reloj un ángulo
, al
mismo punto P le corresponderán una abs-
cisa a y una ordenada b tales que:
a = A cos
– B sen

b = A sen
+ B cos

Deshaciendo los cambios de variables
anteriores tendremos:
x = X cos
+ ic.T sen
[8]
-ic.t = X sen
–ic.T cos
[9]
Mediante este elemental ar tificio hemos
desdoblado la ecuación [6] en las ecuaciones
[8] y [9] que relacionan los desplazamien-
tos y los tiempos vistos por el observador
o con los desplazamientos y los tiempos
para el obser vador O en función de una
nueva variable
. Intentaremos cuantificar

en función de la constancia de la velocidad
de la luz c y de la conocida traslación entre
los dos sistemas de ejes u.
Para ello llamemos ahora

= i
y recordando que:
cos i = Ch
sen i = iSh
las ecuaciones [8] y [9] se convertirán en:
x =X Ch – cT Sh [10]
c.t = -X sh + c.T Ch [11]
Las ecuaciones [10] y [11] relacionan x y t
con X y T mediante la nueva variable  que-
dando nuestro problema reducido a encon-
trar el valor de  en función de la velocidad
relativa u entre los dos sistemas de ejes (xyz
y XYZ) y de la velocidad de la luz c para
Aspectos matemáticos de la Teoría de la Relatividad 49
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tener la relación pretendida entre x y t con X X − uT

y T para cada valor de la velocidad relativa u. x= d [19]
2
Para ello, consideremos un punto X fijo res-
1 − u2
pecto a O para el que es evidente que:
a. Su velocidad respecto al observador o val- c
drá:
y, análogamente, sustituyendo [17] y [18]
dx/dt = -u [12] en [11] tenemos:

b. Su velocidad respecto al obser vador O T − uX/ c

2

será: t= d [20]
2

1 − u2
dX/dT= 0 [13]
c
Ahora bien, en la ecuación [10] vemos
que, para un valor dado de , x es función Las ecuaciones [19] y [20] junto a las
de X y de T luego: igualdades en este caso evidentes por no
∂x existir movimiento en sus direcciones:
∂x
dx = dX + dT [14]
∂X ∂T
y =Y
y análogamente de [11] obtenemos que: z=Z
∂t ∂t
dt = dX + dT [15] son las conocidas transformaciones estableci-
∂X ∂T
das por Lorentz (1835-1928), que sustituyen
Por lo tanto, sustituyendo en [12] dx por a las establecidas por Galileo (1564-1642)
su valor en [14] y dt por su valor en [15] y para el estudio de los movimientos relativos
dividiendo numerador y denominador por y que, en el caso concreto que estamos con-
dT dicha ecuación [12] se convertirá en: siderando, vendrían dadas por:

x = X - u.T
∂x
y =Y
-u = ∂T = - cTh z=Z
∂t
t =T
∂T

Por lo tanto: Conclusiones

Veamos ahora como ya es elemental de-
u
Th = [16] ducir, a partir de las ecuaciones [19] y [20],
c
las conclusiones ya comentadas en el estudio
La ecuación [16] es la deseada relación más intuitivo sobre la Teoría de la Relativi-
entre  y u que pretendíamos encontrar. dad a que hacíamos referencia al iniciar este
De [16] es inmediato deducir que: trabajo. Estas son:
a. La relatividad en la simultaneidad entre
1
Ch = 2 d [17] dos fenómenos con el cambio del observador
1− u 2
que los contemple (al pasar de o a O ó al
c contrario).
b. El efecto de la contracción del espacio al
y que: cambiar de observador (al pasar de o a O ó
al contrario).
u
c. El efecto de la dilatación del tiempo con el
Sh = c d [18] cambio de observador (al pasar de o a O ó
2
al contrario).
1 − u2
d. La conservación de la velocidad de la luz
c ante cualquier cambio de observador (al pasar
de o a O ó al contrario).
Sustituyendo [17] y [18] en [10] ya pode- Para ello consideremos cómo son vistos
mos escribir: por el obser vador O diversos fenómenos

50 anales de mecánica y electricidad / septiembre-octubre 2008

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que ocurren en el espacio OXYZ y como siendo l independiente de t y siempre me-

percibirá esos mismos fenómenos el obser-
vador o solidario al espacio oxyz:
Sean A y B dos sucesos simultáneos res-
pecto a O que ocurren en XA y XB lo que
evidentemente lleva implícito que:
TA = T B
Los instantes en que el observador o con-
templará dichos sucesos serán de acuerdo
con [18]:
2 [20], verá ambos sucesos separados por el
tA = T A − u X Ad/ c
2
nor que L como ya habíamos visto por el
efecto de la concentración del espacio.
Frente al fenómeno de la dilatación de
los tiempos es inmediato ver como, si el
intervalo de tiempo, detectado por el ob-
ser vador fijo O entre dos sucesos S 1 y S 2
[21] ocurridos en el mismo punto Xs de su propio
espacio, vale:
T = Ts – Ts [28]
2 1
El observador fijo o, teniendo en cuenta
[22] intervalo:

1 − u2
c ∆T
t = > T [29]
2

1− u
y: 2
c
2
− u XB / c
tB = T B d [23] Como también habíamos establecido en
2
u el estudio previo.
1−
2 Si los dos sucesos S 1 y S 2 ocurrieran en
c puntos distintos Xs1 y Xs2 respectivamente
tendríamos que:
Restando miembro a miembro estas dos
2
últimas ecuaciones tendremos: ∆T − u( X − X )/ c
t = S2 S1 d [30]
2
u
2
[ X A − XB ] 1 − u2
tA – tB =
c 0 [24] c
2

1 − u2
Expresión donde aparecen reflejados con-
c juntamente la dilatación de los tiempos y los
efectos de la relatividad en la simultaneidad.
Por lo tanto, ha desaparecido la simulta- Por último, si el observador O ve que “al-
neidad que existía para O al ver el fenómeno go” en su espacio se mueve con las velocida-
desde o. des VX ,VY ,Vz sobre sus propios ejes X ,Y ,Z,
Pensemos ahora en dos puntos P1 y P2 del veamos las velocidades vx , vy , vz con que el
espacio OXYZ que presenten para O una observador móvil o verá que se mueve “aquel
separación de valor: algo” a lo largo de sus propios ejes x, y, z.
Para ello basta recordar que:
L = Xp – Xp [25]
2 1 dx
vx =
dt
Tales puntos para el observador o se en-
contrarán a la distancia: y sustituyendo dx y dt por sus valores res-
pectivos en [14] y [15], dividiendo numerador
l = xp – xp [26] y denominador por dT y teniendo en cuenta
2 1
que por [19]
Teniendo en cuenta [19] y operando en-
contramos que: ∂x 1
=
∂X 2
2
1− u
l=L 1 − u2 <L [27] 2

c c

Aspectos matemáticos de la Teoría de la Relatividad 51

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y que: por superposición se puede obtener una

velocidad superior a la velocidad de la luz.
∂x −u
= Variación de la masa
∂T 2
con la velocidad
1 − u2
Como entre los sistemas de ejes que veni-
c
mos analizando (OXYZ y oxyz) únicamente
de [20] deducimos que: existe una traslación rectilínea y uniforme u
paralela a los ejes X-x, todos los fenómenos
2
∂t − u/ c que tengan lugar se van a producir en el pla-
= no determinado por los ejes X-Y coinciden-
∂X 2

1− 2 u te con el plano x-y. Por lo tanto la compo-

nente de cualquier magnitud, tanto en el eje
c
Z como en el eje z, siempre será nula. Entre
y que: estos hechos, para el objetivo que aquí per-
seguimos, vamos a considerar que:
∂t 1 a. Dispongamos de una esfera e arrastrada
=
∂T 2 junto al sistema oxyz con la velocidad u y
1 − u2 que tenga una velocidad, para el observador
c o, paralela al eje y, de valor -v Por lo tanto la
velocidad de la esfera e respecto al observa-
Obtenemos fácilmente como: dor o será:

vx = Vx − u d [31] vx = 0 [34]
u.
1− Vx 2
vy = -v [35]
c

2
b. Tengamos otra esfera E exactamente
igual a la anterior en el sistema OXYZ y
Vy 1− u 2
que tenga respecto a O una velocidad, pa-
vy =
c d [32] ralela al eje Y de valor v. Por lo tanto la ve-
u. V x
1− locidad de la esfera E respecto al observa-
2
c dor O será:

Vx = 0 [36]
2
Vy = v [37]
Vz 1 − u2
vz =
c d [33] c. Sean ambas esferas perfectamente elásticas
u. V x
1− 2
y que se produzca un choque entre ellas en
c un punto del eje y.
Antes del choque la velocidad de la esfe-
ra e, que para el obser vador o está dada
Vemos como en el caso par ticular de por [34] y por [35], dicha velocidad, para el
que considerásemos, como hacía la mecáni- obser vador O teniendo en cuenta [31] y
ca clásica, c de valor infinito las ecuaciones [32], será:
anteriores se trasformarían en:
Vx = u [38]
vx = Vx - u 2

vy = V y Vy = -v 1 − u2 [39]
vz = Vz c

como preconizaban las Transformaciones También antes del choque la velocidad de la

de Galileo ya comentadas. esfera E, que para el observador O es la de-
Es muy fácil ver como, a partir de [31] , si terminada por [36] y [37], teniendo en cuen-
V x = c sería también v x = c y, viceversa, si ta las mismas ecuaciones [31] y [32], valdrá
vx = c también sería Vx = c. Es decir nunca para el observador o:

52 anales de mecánica y electricidad / septiembre-octubre 2008

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vx = -u [40]
2

vy = v 1 − u2 [41]
c

El módulo de la velocidad de la esfera e

para el observador o valdrá
2
v =v

y el módulo de la velocidad de la esfera E

para el mismo observador o será

2
⎛
2 2
u⎞
⎜⎜1 − 2 ⎟⎟
u +v
⎝ c ⎠

El módulo de la velocidad de la esfera e

para el observador O valdrá

2
⎛
2 2
u⎞
⎜⎜1 − 2 ⎟⎟
u +v
⎝ c ⎠

y el módulo de la velocidad de la esfera E

para el mismo observador O será
u2
2
-m V 1−
+ mv.v = 0 [45]
v =v ⎡ ⎛ u
u 2 + v 2 ⎢1− ⎜
2⎞
⎟⎟ ⎥
⎤ c2
⎢ ⎜⎝ c 2 ⎠ ⎥⎦
⎣

Como la velocidad de la esfera e para el

observador o tiene de módulo v y como tam- Al producirse el choque, por tratarse de
bién la velocidad de la esfera E para el obser- un choque perfectamente central (la normal
vador O tiene por módulo v vamos a llamar: común a las dos esferas en el punto en que
éste se produce pasa por los respectivos ba-
mv [42] ricentros de ambas esferas) y por considerar
que el choque es perfectamente elástico, las
tanto a la masa de la esfera e para el ob- dos esferas cambian entre sí las componen-
servador o como a la masa de la esfera E tes normales de las velocidades baricéntricas;
para el observador O. por lo tanto la cantidad de movimiento de la
Por las mismas consideraciones llame- esfera e más la cantidad de movimiento de
mos: la esfera E para el observador O según el eje
Y valdrá:
m ⎡ ⎛ u 2⎞⎤
u 2 + v 2 ⎢1− ⎜ ⎟⎥
⎢ ⎜⎝ c 2 ⎟⎠ ⎥ [43]
⎣ ⎦
u2
m ⎡ ⎛ u 2⎞ ⎤
V 1−
c2 - mv.v = 0
u 2 + v 2 ⎢1− ⎜
⎢ ⎜⎝ c 2
⎟⎟ ⎥ [46]
⎠ ⎥⎦
tanto a la masa de la esfera E para el ob- ⎣

servador o como a la masa de la esfera e

para el observador O Como quiera que las cantidades de mo-
La cantidad de movimiento de la esfera e vimiento antes del choque y después del
más la cantidad de movimiento de la esfera mismo han de ser iguales, necesariamente
E para el observador O según el eje X será: [45] y [46] tienen que ser nulas. Por consi-
guiente:
m ⎡ ⎛ u 2⎞⎤ .u + 0 u2
u 2 + v 2 ⎢1− ⎜ ⎟⎥ [44] m ⎡ ⎛ u 2⎞ ⎤
V 1−
c2 - mv.v = 0
⎢ ⎜⎝ c 2 ⎟⎠ ⎥ u 2 + v 2 ⎢1− ⎜ [47]
⎣ ⎦ ⎟⎟ ⎥
⎢ ⎜⎝ c 2 ⎠ ⎥⎦
⎣

La cantidad de movimiento de la esfera e

más la cantidad de movimiento de la esfera Ecuación que permite determinar la for-
E para el observador O según el eje Y val- ma funcional de mv supuesta continua. En
drá: efecto si v tendiera a 0 tendríamos:

Aspectos matemáticos de la Teoría de la Relatividad 53

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2 términos tanto menos representativos cuan-
mo = mu• 1 − u2
c de la luz c Es inmediato deducir de [51] que
De donde:
mu = m 0
2 [48]
1− u 2
c ramos en él a un proceso de fisión o fusión
Para relacionar la masa de un cuerpo en
reposo mo con su masa mv a cualquier ve-
locidad v basta sustituir en [48] u por v
obteniendo:
mv = m0
2
1− v 2
c altísimo (3.108 m/s), el valor de la energía
siendo:
mo la masa del cuerpo en reposo
v su velocidad
c la velocidad de la luz
De [49] se deducen dos consecuencias in-
teresantísimas:
1. Ningún cuerpo, por pequeña que sea su
masa y por grande que sea la fuerza que
actúe sobre él, puede sobrepasar la veloci-
dad de la luz, ya que, según su velocidad se
vaya acercando a la velocidad de la luz, su
masa irá tendiendo a infinito.
2. Desarrollando en serie [49] y multipli-
cando ambos miembros por c 2 obtene-
mos:
mc2=m0c2 +1/2 m0v2 + 3/8 m0v4/c2 + _ [50]
Esta ecuación [50] condujo a Einstein a
decir que la masa de un cuerpo en cual-
quier situación puede expresarse muy sim-
plemente dividiendo la energía total que
contenga por el cuadrado de la velocidad
de la luz. El término m 0c 2 para Einstein es
una par te integrante de la energía total
(mc2) y se conoce como “energía en repo-
so”. En consecuencia, podemos decir que
en la energía total de un cuerpo, que ex-
presaremos como:
E = mc2
está incluída su energía en reposo (m0c2), su
energía cinética (1/2m 0v 2) y otra serie de
54 anales de mecánica y electricidad / septiembre-octubre 2008
to más se aleje su velocidad v de la velocidad
la energía puede convertirse en masa o que
la masa puede convertirse en energía. Para
ello basta suponer que, si a una determinada
masa-me- (por tadora de una energía total
–mec2–) entrante en un reactor la sometié-
consiguiendo conver tirla otra masa total
–ms<me– (saliente de dicho reactor), habre-
mos entregado al proceso una energía de
valor:
E = (me – ms)c2 [52]
[49]
No olvidemos que, como el valor de c es
obtenida es impresionante aunque sea pe-
queñísima la masa sacrificada para conse-
guirla. La energía equivalente a un gramo
de masa es del orden de 9.1013 julios. Este
elemental razonamiento, cuyas consecuen-
cias están presentes en todas las reaccio-
nes nucleares, exige reconsiderar la univer-
salidad pretendida en aquel Principio que
con tanta insistencia nos enseñaban en mi
primera juventud machacándonos una y
otra vez que la masa y la energía ni se cre-
an ni se destruyen. Lo que en realidad no
se crea ni se destruye es el valor en con-
junto de ambas pudiendo considerar que la
energía y la masa son aspectos distintos de
una misma esencia, esencia que aparece
como masa (cuando está muy concentra-
da) o en las formas más variadas de ener-
gía (cuando disminuye su concentración).
De aquí se sigue que en un sistema aislado
no se conservan por un lado su masa y por
otro su energía (como postulaba la mecá-
nica clásica) sino que se conserva la suma
de su masa y de su energía traducida ésta a
masa o al contrario.
Todo esto es hoy de rabiosa actualidad
cuando se está poniendo en marcha por
primera vez el LHC (Large Hadron Colli-
der) en los laboratorios del CERN donde
se consigue que la pequeñísima masa de un
protón al circular casi a la velocidad de la
luz adquiera una energía de 7TeV. Al cho-
car entre sí dos protones a esas velocida-
des, por anularse en teoría su velocidad, se
[51] espera encontrar nuevas partículas de mu-
cha mayor masa que puedan simular lo que
ocurrió en los instantes posteriores al Big
Bang.