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Habeas Corpus Araujo
Habeas Corpus Araujo
Secretario:
Escrito Nº:
Cuaderno: Principal
DEMANDA DE HABEAS CORPUS
Que, conforme al artículo 200° inciso 1 de la Constitución Política del Estado, en concordancia
con los artículos 1°, 2°, 25°, 26°, 27° y 28° del Código Procesal Constitucional:
I. PETITORIO:
Que, conforme al artículo 200° inciso 1 de la Constitución Política del Estado, en concordancia
con los artículos 1°, 2°, 25°, 26°, 27° y 28° del Código Procesal Constitucional, se interpone
Demanda Constitucional de Habeas Corpus por la vulneración a mis derechos fundamentales
referidos a la libertad personal, presunción de inocencia, a la Tutela Procesal Efectiva, al
debido proceso y a la Legalidad en materia procesal penal.
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La nulidad de la Sentencia emitida mediante Resolución N° 35 de fecha 05 de enero del
2018, expedida por el Juzgado Penal Colegiado Supra Provincial de Utcubamba – Bagua
Grande, la misma que condeno a la citada persona a 18 años de pena privativa de libertad,
y en merito a las declaraciones de nulidad, se ordene un nuevo juicio oral, por haberse
violado los derechos constitucionales señalados en el párrafo anterior, ello bajo los
siguientes argumentos:
1. Que, al recurrente y a otros imputados se les apertura un proceso penal por el Delito
contra la Salud Publica – Tráfico Ilícito de Drogas en agravio del estado, proceso
llevado a cabo por ante el Juzgado Penal Colegiado Supra Provincial de Utcubamba –
Bagua Grande
3. Que, a lo largo del proceso, el recurrente ha manifestado ser inocente de los cargos que
se me atribuyen.
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Concluyeron que no se habían incorporado al proceso pruebas pertinentes,
conducentes y útiles que desvanezcan de modo contundente la presunción de
inocencia con la que el acusado ingreso al proceso.
Se citó las narraciones efectuadas por los co-acusados, los mismos que
expusieron en el juicio oral que el recurrente no se encontraba en la intervención, no
se habían comunicado telefónicamente y que desconocían sus actividades.
6. Siendo así, mediante Sentencia de fecha 05 de enero del 2018, expedido por el juzgado
Penal Colegiado Supraprovincial de Utcubamba – Bagua Grande, dispuso condenar al
recurrente a 18 años de pena privativa de libertad, al sindicarlo como autor del delito
contra la Salud Publica – Trafico Ilícito de Drogas.
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b) Se toma en consideración la declaración preliminar introducida a juicio de los
sentenciados Alejandro Diaz Matta y Segundo Fridolino Gastac Saldaña, así como el
Protocolo de Pericia Psicológica N° 00689-2014-PSC efectuado a Segundo Fridolino
Gastac Saldaña
ii. Se expone que se dio valor probatorio en lo alegado por ambos en sus
declaraciones preliminares y no a lo declarado en el juicio oral, sin embargo, en
ningún extremo de la apelada se advierte una explicación lógica, razonable y
coherente, del porque se efectuó dicha decisión.
iii. Se expuso además, que respecto a la Carta emitida por la empresa Telefónica,
por la cual se detalló que el recurrente es propietario del número 942988294, que
este número no es reconocido por el recurrente como suyo, citándose que por reglas
de la lógica y máxima de la experiencia nos indican que en muchos casos la
empresa Telefónica ha registrado como titulares de líneas a personas que nunca lo
han solicitado ya que cualquier persona, haciéndose pasar por otra, pueden adquirir
cualquier número, por otro lado, tampoco se ha podido acreditar que el recurrente
haya usado materialmente el chip que contiene el número telefónico sindicado.
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10. Que, en la revisión del recurso de apelación, la Sala confirma la sentencia condenatoria,
bajo los mismos argumentos empleados por el Juzgado de primera instancia.
11. Antes de entrar a analizar en que radica efectivamente la vulneración a los derechos
constitucionales señalados, a continuación exponemos las razones que sustentan la
procedencia de la presente demanda, a fin que el mismo sea admitido y se actué
procesalmente conforme a ley.
12. Para la procedencia y concesión de la demanda de habeas corpus, son requisitos: (I)
Que exista resolución judicial firme, (II) Que exista vulneración manifiesta del derecho
constitucional invocado y (III) Que la resolución judicial firme vulnere de forma
manifiesta la libertad personal y la tutela procesal efectiva
13. En el presente caso, la demanda cumple con los requisitos expuestos en el párrafo
anterior, toda vez que se desarrolla y se fundamentan los mismos, bajo los argumentos
siguientes:
14. Una resolución judicial se convierte en firme cuando ha sido impugnada y el superior
jerárquico ha emitido decisión final confirmándola (ejecutoriada). También lo hace
cuando dicha resolución es consentida, es decir, cuando el justiciable presuntamente
agraviado con ella no la impugna. Además, es menester considerar que el sentido de
resolución judicial firme no puede medirse solo por la posibilidad legal de cuestionarla
directa e inmediatamente a través de remedios o recursos, sino a través de la
contradicción o defensa que constituye el ingrediente principal de la tutela judicial
efectiva.
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procesal alegado de lesivo, previamente haya hecho uso de los recursos necesarios
que le otorga la ley. Y es que, si luego de obtener una resolución judicial firme no ha
sido posible conseguir en vía judicial la tutela del derecho fundamental presuntamente
vulnerado (libertad individual y conexas a ella), quien dice ser agredido en su derecho
podrá acudir al proceso constitucional, a efectos de buscar su tutela.”
16. Que, con la expedición de la sentencia emitida por la Sala Penal de Apelaciones y
Liquidadora de Bagua, se ha cumplido con la garantía constitucional del derecho a la
doble instancia, con lo cual se expone que se han agotado los medios impugnatorios,
por los cuales se pueda discutir el proceso, adquiriendo de esta forma la sentencia la
calidad de firme, cumpliéndose de esta forma el requisito exigido por el Código Procesal
Constitucional, respecto a la firmeza de la resolución judicial que se pretenda cuestionar
mediante la vía constitucional.
19. De esta forma, tal y como se observara en las líneas siguientes, esta parte ha de
cumplir con este requisito a fin que se pueda dar trámite la presente demanda incoada.
20. Tal y como expone el artículo 4 del Código Procesal Constitucional, en su parte
pertinente, señala lo siguiente: “El habeas corpus procede cuando una resolución
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judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la tutela procesal
efectiva”, en ese sentido, analizaremos sucintamente tanto la libertad individual como la
tutela procesal efectiva.
21. Que, el derecho a la tutela procesal efectiva, también denominado tutela jurisdiccional
efectiva en nuestra legislación, es un derecho humano y, a la vez, una garantía
constitucional de la administración de justicia impuesta como una obligación principal
para los Estados que debe ser respetada sin objeción. Tal derecho consiste en tener la
posibilidad de acceder a la jurisdicción ordinaria o especial, a fin de hacer valer los
derechos conculcados y obtener una decisión justa y razonable
22. En el presente caso, se expone que la presente demanda fundamenta el hecho que, las
resoluciones judiciales cuya nulidad se pretende, han vulnerado el derecho a la libertad
personal del beneficiario, ello en conexión con el derecho a la tutela procesal efectiva, la
cual se encuentra enmarcada en la afectación de los derechos al debido proceso, a la
legalidad procesal penal y a la presunción de inocencia, en ese sentido, también se
cumple con este requisito a fin que se pueda admitir la presente demanda.
23. Desde un punto de vista constitucional, es evidente que las decisiones emitidas sin
observar el derecho al debido proceso no pueden adquirir la calidad de cosa juzgada,
en tanto que constituyen expresiones arbitrarias del poder. por tal motivo, no pueden
considerarse inmutables e inalienables y de obligatorio cumplimiento. su falta de
legitimidad impide su exigibilidad.
25. Siendo así, el derecho al debido proceso es continente de otros derechos considerados
también fundamentales, entre los cuales podemos mencionar el derecho a la defensa,
al juez competente y predeterminado por ley, a recurrir las decisiones jurisdiccionales
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ante un juez o tribunal superior, a presentar medios probatorios y que estos sean
admitidos y debidamente valorados por la jurisdicción, entre otros.
26. Así las cosas, queda claro que entre el derecho al debido proceso y el derecho a la
prueba existe una relación de derecho continente a derecho contenido, ello porque el
derecho a la prueba se relaciona directamente con el ejercicio idóneo del derecho a la
defensa. Es imposible concebir el respeto del último derecho mencionado si se impide a
la persona realizar actividad con el objeto de probar las afirmaciones que expone para
sustentar su pretensión o defender su posición a través de los diversos procesos que
regula nuestro ordenamiento jurídico, incluyendo ello a los procesos penales.
27. Siendo así, a fin de hacer realidad el derecho de las personas de acreditar los hechos
que alega se deben garantizar una serie de actuaciones que constituyen el contenido
esencial del derecho a la prueba, encontrándose entre ella el derecho a la valoración
idónea de los medios probatorios.
28. Por otro lado, una decisión motivada también garantiza el derecho de defensa, en tanto
que permite analizar, cuestionar y refutar la decisión adoptada por la jurisdicción.
Asimismo, posibilita el ejercicio del derecho a recurrir ante el juez o tribunal superior,
sobre este tema es pertinente mencionar lo expuesto por el Tribunal Constitucional en la
sentencia 00266-2012-HC/TC:
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fundamentación jurídica congruente entre lo pedido y lo resuelto, y que, por si
misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta
es breve o concisa (…)”.
29. De esta manera, la exigencia de la motivación suficiente constituye una garantía para el
justiciable, mediante la cual, se puede comprobar que la solución del caso en concreto
viene dada por una valoración racional de los elementos facticos y jurídicos
relacionados al caso y no de una arbitrariedad por parte del juez, por lo que una
resolución que carezca de motivación suficiente no solo vulnera las normas legales
citadas, sino también los principios constitucionales consagrados en los numerales 3 y 5
del artículo 139º de la Constitución Política del Estado.
30. En merito a lo expuesto en las líneas precedentes, se desprende que se han vulnerado
los derechos constitucionales alegados, en merito a las actuaciones siguientes:
31. El juzgado colegiado expuso en su sentencia que las testimoniales brindadas por los
procesados Segundo Fridolino Gaslac Saldaña y Alejandro Diaz Matta tienen aptitud
probatoria, pero solo las vertidas a nivel preliminar, esto es, cuando sindican al
recurrente como la persona que proveyó la droga; sin embargo, no se toma en cuenta
que en el juicio oral los procesados manifestaron no conocerme y menos aún
que el mismo haya participación en el delito materia de proceso.
32. Sobre ello, se puede constatar que NO EXISTIO UN TESTIMONIO REITERADO POR
PARTE DE LOS CITADOS PROCESADOS, sin embargo, ello fue tomado en cuenta por
las judicaturas, las cuales solo toman en cuenta las alegaciones incriminatorias, sin
exponer los motivos por el cual no se tomó en consideración lo expuesto por
los mismos en el juicio oral, más aun se expuso que las testimoniales tenían
certeza cuando las mismas presentaban incongruencias en las distintas etapas
del proceso, lo cual solo puede generar una duda razonable, la misma que favorece al
beneficiario, al amparo del principio de presunción de inocencia.
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33. Así mismo, las Judicaturas a pesar que expusieron invocar lo preceptuado por el
Acuerdo Plenario N° 02-2005/CJ-116, ello no fue cumplido tal y como el mismo acuerdo
expone, toda vez que no se cumplió con el requisito a la persistencia de la
incriminación, esto se plasmó en el hecho que los procesados no reiteraron en todos los
niveles sobre la participación del recurrente en el delito, siendo que en el juicio oral
expusieron que no lo conocían y menos aún que el recurrente haya participado en los
hechos materia de delito.
34. Por otro lado, el argumento expuesto por las judicaturas, respecto a que existió una
concertación por parte de los procesados a fin de exculpar al recurrente, no ha sido
debidamente fundamente, solo fue expuesta sin poder ser acreditada de ninguna forma,
solo siendo una conjetura a fin de darle plena eficacia probatoria a las testimoniales
efectuadas a nivel preliminar, las mismas que no han sido reiterativas y persistentes,
por lo cual no podía presentar solidez para adquirir eficacia probatoria.
35. De esta forma, se hizo un análisis parcial, solo en base de los fundamentos
expuestos a nivel preliminar, sin tomar en consideración lo expuesto por los
procesados en el juicio oral, no precisándose los motivos o fundamentos para no
tomarse en cuenta, ni exponiendo las causas por las cuales esta no debían ser
consideradas, en ese sentido que queda plasmado la vulneración de una debida
motivación de las resoluciones judiciales, al no obtenerse un pronunciamiento por el
cual no se consideraron las testimoniales vertidas en el juicio oral, por el cual se
concluía que el recurrente no participo en el delito y no se había vencido la presunción
de inocencia del mismo.
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existen personas inescrupulosas que suelen tramitar líneas telefónicas usando
los datos de terceros. Esta situación fue expuesta a lo largo del proceso penal, sin
que ninguna de las judicaturas efectuara algún razonamiento del mismo, no
considerando los argumentos, a pesar que es de conocimiento público que lo
alegado por el recurrente ha sucedido en reiteradas oportunidades, viéndose el
caso de personas que con la finalidad de delinquir y cometer una serie de
delitos, tramitan líneas telefónicas con el nombre de terceros, ello con la
finalidad de mantenerse en la clandestinidad y les haga factible la comisión de
sus actos ilegales. Con ello he pretendido exponer que, algún tercero ha usado mi
nombre y dirección a fin de poder tramitar una línea de teléfono y comunicarse con los
procesados; SIN EMBARGO, ELLO NO FUE TOMADO EN CONSIDERACIÓN
POR LAS JUDICATURAS, NI FUE OBJETO DE ACTUACIONES PROCESALES
ADICIONALES A FIN DE ACREDITAR O DESACREDITAR LO ALEGADO POR
EL RECURRENTE, razón por la cual también de esta forma se vio vulnerado mi
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, toda vez que solo por el
hecho que apareciera mi nombre y mi dirección en el chip tramitado se me pretenda
otorgar la responsabilidad penal, a pesar que no me he encontrado en el lugar de los
hechos, los procesados han negado conocerme y he reiterado de manera persistente
que dicho número telefónico no era mío.
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que el mismo haya sido tramitada por mi persona, en merito a la fragilidad de los
procedimientos de ese entonces para poder sacar una línea telefónica, la cual podía
efectuarse empleando el nombre de un tercero.
39. Es decir que, bajo dicha premisa, el juez constitucional no puede realizar una nueva
valoración o análisis de argumentos o medios probatorios y en base a ellos concluir lo
contrario a lo resuelto inicialmente; esto implica que el proceso constitucional de hábeas
corpus, incluso por vulneración de la debida motivación de las resoluciones judiciales,
no debe ser utilizado como una instancia o sede de revisión, máxime si la decisión
cuestionada, que se encuentra plasmada en una resolución judicial, fue resultado de un
debido proceso y en ejercicio pleno del derecho de defensa de los sujetos procesales
que intervinieron en la causa del cual emanó el acto cuestionado, más aún si no hubo
limitaciones al ejercicio pleno y sin restricciones del derecho a la pluralidad de instancia,
como habría sido en el caso que dio origen al presente proceso constitucional de la
libertad.
40. El Tribunal Constitucional en una jurisprudencia muy homogénea precisó que si una
resolución judicial emana de un proceso regular, en el cual se han respetado las
diversas garantías que integran el debido proceso, como el derecho a la defensa, el
derecho a la impugnación, entre otros, no cabe acudir al proceso constitucional de
hábeas corpus, pues el objeto de este proceso especial no es hacer las veces de un
recurso de impugnación, mucho menos que las instancias de la justicia constitucional
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hagan las veces de suprainstancia de la jurisdicción ordinaria, sino su objeto es, por
antonomasia, proteger únicamente derechos fundamentales.
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Amparamos nuestra demanda con lo dispuesto por el artículo 200° inciso 1 de la
Constitución Política del Estado, así como los artículos 1°, 2°, 25°, 26°, 27° y 28° del
Código Procesal Constitucional.
POR TANTO:
Por los argumentos expuestos, solicito a su despacho se admita a trámite la demanda,
y se declare fundado en su oportunidad.
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