13/9/2019 Departamento de Contabilidad - Instituto de Contabilidad de Costos y de Gestión - Boletín Informativo

NOTICIAS:

Continuando con los objetivos definidos para la edición del Número Extraordinario
de nuestro Boletín, editado en homenaje al distinguido Profesor Juan Carlos Vázquez,
hemos resuelto incorporar al contenido de la Página WEB de la Cátedra de Costos,
una serie de seis artículos de la amplia producción del mencionado Profesor,
relacionado con los Costos y la Toma de Decisiones.
Se ha resuelto denominar a esta serie de artículos seleccionados por el propio autor
con el título de “Vázquez por Vázquez”.
Independientemente de su incorporación a la página WEB de los artículos de la serie,
cada uno de ellos será oportunamente incluido en el Boletín mensual, a partir de este
mes.

VÁZQUEZ x VÁZQUEZ

FUNCIONES DEL CONTADOR DE COSTOS

Para reseñar las funciones que desempeña el contador de costos es necesario ubicarse
en los distintos tipos de empresas. No son iguales las tareas que ejecuta en una mediana
industria, que las que está llamado a cumplir en otra, importante y diversificada.
En establecimientos de reducidas dimensiones sus funciones son absorbidas por el
contador general, quien, por intermedio de uno o más empleados, realiza todos los
trabajos relacionados con la contabilidad industrial.
En una compañía de tamaño medio el contador de costos asume todos los quehaceres
conectados con la fábrica. Suelen ser sus responsabilidades principales:

Mantener actualizado el registro de los bienes de uso.

Controlar y contabilizar los movimientos de los almacenes.
Dirigir la toma de inventarios.
Proceder a la liquidación de los jornales.
Registrar la Producción.
Determinar los costos de producción.
Orientar la política de precios.
Controlar los resultados de la actividad fabril y comercial.
Confeccionar estadísticas.
Preparar presupuestos.
Etc.

Pero es en la gran empresa donde sus funciones adquieren un tono más específico. Se ilustra esto con un
detalle real, tomado de una organización industrial argentina:

Estructurar y mantener actualizado el plan de cuentas de la contabilidad de costos.

Dirigir la obtención de los costos standard e históricos de todos productos elaborados por la fábrica y
de todos los servicios prestados por los departamentos de mantenimiento.
Orientar lo movimientos de ingresos y egresos de las fichas de existencias de materia prima,
artículos generales y productos terminados.
Estimar, distribuir y comparar con las cifras reales los presupuestos de las secciones de servicios
indirectas, analizando los desvíos resultantes.
Controlar mensualmente el relevamiento del inventario de las existencias en proceso de fabricación.
Establecer las variaciones entre los costos reales y los costos standard de las secciones fabriles e
investigarlas, cooperando con la supervisión para subsanar las anormalidades causantes de las
respectivas diferencias.
Efectuar reuniones con los jefes de fábrica para analizar y discutir resultados.

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Imputar mensual y extracontablemente las variaciones a las líneas de productos, de manera de

conocer los resultados reales de cada una.
Promover trabajos generales de organización y estudio de sistemas que afecten a las áreas fabril,
de servicio y comercial, hacerlos publicar y vigilar su aplicación.
Asesorar a la dirección, gerencias, y jefes de planta en cuestiones de costos relacionadas con
ampliación o cierre de sectores de fábrica, artículos nuevos, modificación de horarios de trabajo,
instalación de nueva maquinaria, cambios de métodos o especificaciones, niveles óptimos de
producción, etc.
Informar a ese mismos órganos de las anormalidades producidas en los procesos fabriles y de todo
otro hecho que menoscabe los intereses de la organización.
Coordinar mensualmente el programa de las fechas de entregas de todos los trabajos
administrativos que afecten a su departamento, para que el resultado de la operación se conozca
antes del sexto día hábil del mes siguiente al que se registra.
Determinar precios orientativos de venta de los artículos producidos y mantener informada a la
gerencia comercial sobre cualquier variación actual o futura de costos, que pueda repercutir en sus
planes.
Asesorar a la misma gerencia en materia de política de precios; alternativas de mezcla, volumen y
condiciones de venta, etc.
Atender requerimientos de organismos oficiales encaminados a investigar problemas relacionados
con costos de fabricación y precios de venta.
Calcular el monto invertido en cada línea de producto para poder relacionar las ganancias con el
capital que las produce.
Vigilar la continua rotación de las existencias ejerciendo controles sobre los artículos sin movimiento
y exigiendo a los responsables definición sobre su futuro destino.
Verificar, en las oportunidades que correspondan, si el valor de las existencias individuales es
superior a su precio de mercado, efectuando las devaluaciones pertinentes.
Controlar y administrar el sistema de control presupuestario.
Realizar estudios de inversiones.
Fomentar, dentro y fuera del sector a su cargo, un espíritu afín con la atmósfera de costos, sea
promoviendo reuniones con los jefes de fábrica, inspirando entre el personal una capacitación más
eficiente y, en general, tratando de aprovechar todos los contactos con la supervisión para
inculcarles ideas de beneficio común.
Lograr su vinculación a asociaciones que profundicen el estudio de las técnicas del costo de
producción, analizar libros y publicaciones, asistir a conferencias y ponerse al corriente de las
mejores prácticas modernas con miras a su posible aplicación en la empresa.
Es también función del contador de costos:
Ir formando expertos para cubrir las vacantes del futuro.
Dictar cursos de capacitación a la supervisión de fábrica.
Delegar autoridad.
Mantener al día el Manual de Costos.
Integrar las comisiones de “Artículos Nuevos” y “ Sugestiones”.

Personalidad del Contador de Costos

El profesional responsable del departamento de Costos de una empresa, máxime si ésta opera con el
sistema standard, debe poseer una ductilidad y reunir una serie de atributos mayores que los que
tradicionalmente se exigían al antiguo contador industrial.
Ha de complementar su adecuada formación profesional con principios básicos de ingeniería industrial;
tener un profundo conocimiento de los procesos de manufactura y de política de ventas, puesto que los
informes que le pueden suministrar nunca tienen el valor de la propia apreciación; disponer de la suficiente
inquietud como para ser de los primeros en interiorizarse de las formas de operar de las nuevas máquinas
y equipos instalados en la planta; encarar con dinamismo las tareas de reducción de costos; saber
comunicarse con la gente de fábrica en un lenguaje accesible a cada circunstancia – despojado de
tecnicismos y esoterismos – y tener la habilidad de convencerla con razón y buena fe.
No sólo su voz debe ser escuchada por la dirección sino que tiene que gozar de la confianza de ella; caso
contrario no podrá cumplir eficientemente su misión. Por ejemplo, no se le puede pedir un estudio
económico sin interiorizarlo, por razones de reserva, de todas las informaciones, inclusive de las que
resulten más confidenciales.
Necesitará añadir a las virtudes ya mencionadas una buena dosis de sentido común para distinguir y
apartar lo importante de lo superfluo, y de fino equilibrio en sus juicios, mancomunadas ambas cualidades
con un genuino afán de perfeccionamiento. Pondrá todo ello al servicio de su interés por las innovaciones,
así hayan sido sugeridas por autores o conferencistas, por subordinados o colegas, o por experiencias
reales extractadas de otros establecimientos, y sólo después de haberlas estudiado y analizado
criteriosamente, y despojado de todo preconcepto, descartará las que no se adaptan o no convienen a su
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industria.
Debe conocer muy bien a todos sus empleados y saber trasmitirles toda su experiencia en cuanto a
técnicas de costos, porque casi con seguridad en la mayor parte de los casos los que ingresen a su
departamento carecerán de la base adecuada que les permita desenvolverse solos. Tiene que recordar los
años de dedicación que le exigió alcanzar su actual idoneidad y comprender que esos años pueden
disminuirse si logra volcar inteligentemente sus conocimientos entre sus colaboradores.
No ha de olvidar que su misión es la de brindar servicios y que la justificación económica de su sector está
en relación directa a la importancia de los que ofrece; a la forma en que contribuye a incrementar los
beneficios de su empresa con pocas pero interesantes sugerencias, de magnitudes tales que paguen total
o casi totalmente los gastos anuales de su departamento, omitiendo la consideración de los pequeños
ahorros diarios que su gestión produce. Un eficiente contador de costos conoce muy bien todo ello;
comprende que de sus condiciones personales dependen muchas cosas; sabe que a él nadie le va a decir
hasta el último detalle qué es lo que puede y debe lograr, puesto que la estructura de costos es tan
complicada que sólo él, y sus principales colaboradores, la domina. Al contrario, un profesional que no se
esmere, que no jerarquice la función contable transformándola en un elemento preponderante dentro de la
organización, que muestre displicencia en su trabajo y que permanezca todo el día encasillado en su
oficina, puede acarrearle a su empleador importantes en forma de oportunidades desaprovechadas.
Pondrá un gran empeño en la precisión de las cifras y de los hechos que presenta. Esto es fundamental.
Un informe rebatido y rechazado es como un combate perdido y puede anular los esfuerzos de muchos
años. Es por ello que debe controlar con el mayor celo toda tarea que vaya a cuajar en un informe
emanado del departamento a su cargo. Aunque no lo parezca, una de las situaciones más apremiantes y
urticantes para el contador de costos se plantea cuando la batalla se pierde frente a la supervisión de
fábrica. Es cuando su antiguo desvelo por cultivar cordiales relaciones con ella queda frustrado. Ha de
tasarse en su verdadera magnitud tal desastre sabiendo que en determinadas ocasiones, para poder
explicar una variación de costos, resultan imprescindibles las informaciones que brindan esos funcionarios.
Y que es menester mucho más tacto y habilidad para vencer el lógico y humano recelo de quien sabe que
puede llegar a verse afectado por el contenido del informe en ciernes.
Tendrá una gran tenacidad. Los obstáculos que se le opongan en forma de incomprensión, ignorancia o
dejadez no deben ofuscarlo o desanimarlo a insistir en el logro de los objetivos de su área.
Cuidará la imagen de su personalidad para que la aureola de amistoso respeto que suele ganar entre el
personal de la planta por el hecho de conocer su “propio idioma”, y saber agregar el entendimiento de la
operación el signo “pesos” – signo mágico que es la preocupación básica de todo negocio-, no se vea
amenguada por errores o apreciaciones o conductas equivocadas que menoscaben su prestigio.
Sintetizando, el cargo de contador de costos en una industria requiere mucho más que la capacidad dada
por la sabiduría y la experiencia. Supone contar con una serie de condiciones de carácter cuya
enumeración en forma taxativa se haría muy difícil. Así, no puede concebirse en tal puesto un hombre falto
de tolerancia en aquellos problemas que no tienen solución inmediata. Tiene que saber decir, pero más aún
debe saber oír, es decir que ha de exhibir adecuada comprensión en las cuestiones que enuncien sus
subordinados. Ha de recordar aquel viejo aforismo que explica el por qué de los dos ojos, los dos oídos y
una sola boca. Ver y oír el doble. Hablar lo justo, lo medido, lo necesario, desterrando lo superfluo.
La sociabilidad debe “transpirarse por sus poros” en su actuación tanto dentro como fuera de la empresa
en calidad de representante de ella; en la camaradería hacia sus empleados, en su carácter de colaborador
leal de quienes requieran su orientación o información.
Su gestión tiene que caracterizarse por su realismo y total comprensión de la realidad nacional y
empresaria, por su trabajo metódico y permanente, su carencia de espectacularidad, su espíritu de trabajo,
sacrificio y modestia.
Al igual que todo profesional de cualquier campo de actividad, debe recordar en su labor cotidiana que si
bien la especialización significa adelanto y progreso, es peligroso embanderarse con el entusiasmo de
quienes sólo ven en lo sofisticado la mágica solución de los viejos problemas; que en muchas ocasiones
conviene olvidarse un poco de lo que dicen en sus libros los grandes teóricos y dar paso a la propia
creación, ayudado de su inspiración, de su lógica, de su dedicación, de su criterio, forjados todos en lo que
a cada paso le enseña la vida, inmenso tratado de ciencias económicas, políticas y sociales.”

“Tratado de Costos”
Autor: Juan Carlos Vázquez.

RELACIONES INTERNACIONALES:

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