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TRANSDISCIPLINARIEDAD
Aporte del Colegio de Profesores de San Martín
COLEGIO DE PROFESORES DEL PERU Wilter Aro FASANANDO
SAN MARTIN
Decano de la Región San Martín
Los últimos dos mil años, la humanidad se ha ido construyendo bajo la sombra de una educación
que ha privilegiado el uso de un método de enseñanza caracterizado por ser memorista, cognitivista y conductista,
dando paso en estos postrimeros tiempos, al enfoque constructivista y competitivo del aprendizaje, pero siempre
caracterizado por ser parcelante y fragmentante del conocimiento, que solamente ha generado ciencia, tecnología
y desarrollo de esa misma índole, es decir parcelado y aislado, cuya consecuencia “formativa” es la sociedad que
ahora tenemos: deshumanizado y deshumanizante.
Concebida la educación como la palanca ideal para el desarrollo de los pueblos, esta no ha sido trabajada en su
sistematicidad y transdisciplinariedad. Recién en este último cuarto de siglo se está haciendo énfasis en la
concepción transdisciplinar del hecho educativo, pero el trabajo pedagógico en las aulas, continúa con la tendencia
por trabajar el conocimiento de manera asistémica y descontextualizada, careciendo por tanto de real
significatividad y haciendo de la función pedagógica del maestro, un hecho que margina el verdadero sentimiento
humano por aprender.
Algunas pruebas:
Descartes (S. XVI-XVII), planteó a la materia como objeto de conocimiento de la ciencia, y al espíritu como campo
exclusivo de la religión, propiciando concebir al científico como simple observador
totalmente ajeno al objeto de observación, situación que hoy es inadmisible a la luz de
la Física Cuántica.
Newton (S. XVII), impone el método analítico como instrumento de la ciencia, para
según él, conocer mejor la realidad. Es cuando surge la “necesidad” de descomponer
los objetos en sus partes para que sea más asequible su conocimiento y pretender
explicarla por el comportamiento de sus elementos más simples. Sin embargo, esta
metodología, ha impedido penetrar en la profundidad de la realidad, considerada una
e indivisible, buscando explicar “la psique por el cuerpo, la biología por la física, el
Universo por el átomo, y así sucesivamente, en reducciones cada vez más desprovistas
de sentido.
Por su parte, Laplace (S. XVIII –XIX, explicó de manera mecanicista el universo, señalando
que bastaría conocer a detalle la situación que el mismo guarda en un momento
determinado para poder predecir con absoluta precisión su futuro. Esta teoría queda en el
vacío, ante los cambios en todos los campos, surgiendo a decir de Edgar Morín, una nueva
tendencia del hombre para enfrentar la realidad: LA INCERTIDUMBRE. Esta concepción nos
señala que la realidad es un tejido donde todo está ligado. No hay fenómeno físico,
químico, biológico, económico, político o social que funcionen aislados. Es decir, lo que por
ejemplo suceda en Asia, tendrá efectos en otros países. Hoy debemos entender que “ni la
contradicción es señal de falsedad ni la no contradicción es señal de verdad”. (Morin:2007)
Bajo esos parámetros se conduce la educación peruana, hasta ahora. En esa línea de
pensamiento se construye el currículo. El reduccionismo pragmático, siempre está presente. Más interesa cuánto
sabes (conocer) pero no quién eres (ser). La medición de la calidad educativa se realiza privilegiadamente bajo
estándares cognitivos. De allí que en nuestra sociedad hay académicos llamados tipo A (Presidentes, jueces,
fiscales, ingenieros, etc.), pero muy frágiles a la corrupción. Los Montesinos, Baratas, Odebrecht, los “cuellos
blancos” y otros corruptos, estarán presentes -aunque mimetizados-, por mucho tiempo en el escenario político,
mientras se privilegie en la educación el aspecto informativo y no formativo como medio de atender al desarrollo
de toda la dimensionalidad humana: axiológica, deontológica, estética, ecológica, espiritual, artística, etc.
Es imperativo entonces, revertir los dos milenios de un proceso educativo que solamente ha fortalecido por un lado
la desigualdad entre seres humanos que cada vez son más pobres y, por otro lado, ha agudizado las polarizaciones
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entre países desarrollados y no desarrollados, propiciando la deshumanización de la ética y la moral, cuya
expresión se percibe a través de la manipulación desvergonzada de personas y grupos sociales.
Hasta ahora el sistema educativo peruano, en coherencia a lo contemplado en el currículo, ha enfatizado en
fortalecer el memorismo, que no permite afrontar exitosamente las dificultades que se presentan a diario. Por ello
los estudiantes no comprenden la organización del mundo y cómo un fenómeno que se presenta en otro contexto
geográfico, nos afecta.
Los maestros debemos comprender que, si bien la mente humana no existe sin cerebro, tampoco existe sin
tradiciones familiares, sociales, genéticas, étnicas, raciales y que cuanta más necesidad tenemos de aprender y
entender los fenómenos en su totalidad, el sistema educativo actual, orienta más a reducir nuestra experiencia a
sectores limitados del saber y más sucumbimos a la tentación del pensamiento reduccionista.
1. La no relevancia por trabajar los contenidos curriculares de manera fragmentada, porque no conduce a
realizar la correcta caracterización de la realidad física, química, biológica o social. Es un absurdo dividir los
conocimientos en niveles. La existencia de enfoques inter y transdisciplinarios, se constituyen en necesidades
para el desarrollo científico y tecnológico.
2. Los diseños curriculares y los planes de estudio muestran un parcelamiento del saber en disciplinas aisladas,
en comportamientos. La formación del profesorado en especial y de cualquier otro profesional en particular,
exige que la universidad reoriente su praxis en la línea de la transdisciplinariedad. Ello es garantía para formar
un profesional capacitado en todas las dimensiones humanas.
3. El currículo debe sostenerse sobre marcos filosóficos, epistemológicos, didácticos, y pedagógicos que
respondan a la realidad actual y al mundo cambiante. Hacerlo es garantizar calidad y pertinencia a la
educación. Los marcos pragmáticos que tenemos ahora en la educación y el currículo, son insuficientes para
humanizar al hombre.
4. Los seres humanos somos producto de la interacción de sistemas como el genético, ecosistémico, cerebral,
cultural, porque somos información cuántica que nos permite desarrollar modelos mentales para caracterizar
correctamente cualquier fenómeno físico, químico, biológico y social. Entonces se intelige que el hombre es
un ser complejo y para comprenderlo necesitamos de una educación que, siendo ciencia, se sostenga en un
currículo transdisciplinar.
6. No es posible hacer ciencia y tecnología en el Perú, desde un manejo lineal y fragmentado del conocimiento.
Necesitamos procesos transdisciplinarios. Se trata del cambio no de planes programáticos, sino de
concepciones, de paradigmas.
Coherente con estos lineamientos, todo proceso investigativo a nivel de ciencia educativa o en general, debe
sostenerse sobre la base inter y transdisciplinar del conocimiento, porque solamente así, la investigación no será un
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simple estudio, sino un eficiente catalizador para el desarrollo de la ciencia y el cambio social. En esa misma
dimensión, la planificación del proceso enseñanza aprendizaje no es un molde que necesariamente calza en todos
los estudiantes. No puede ser igual para todos porque cada ser humano es una individualidad, es diferente; tiene
sus propias emociones, sus expectativas, su forma de aprender. Lamentablemente hasta ahora la educación no se
ha sacudido del marco dominante del mecanicismo y del positivismo.
Un ejemplo: Modelo transdisciplinar del tratamiento de los contenidos Curriculares de CTA
Problema
Integrador
Base
Humanización del proceso pedagógico
Base Física
CIENCIA
TECNOLOGIA
Y AMBIENTE Base
Química
Base
Antropológica
Base
Biológica
Base
Filosófica