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MODELOS SOCIO ECONÓMICOS Y POLÌTICOS QUE PREDOMINAN EN EL

MUNDO.

Modelo Keynesiano
A raíz de la debacle económica que generó la Segunda Guerra Mundial, se instauró en
Occidente el modelo económico Keynesiano. Este modelo se caracterizó por la
participación del Estado en el desarrollo económico e industrial. Procuró generar
mejores condiciones de vida en la población, para recuperar el bienestar perdido a
causa de la guerra.
El funcionamiento económico se sustentaba en la producción industrial “en serie y en
masa” (Ecuador, su realidad, 2013, pág. 19) para que los productos se vuelvan
asequibles a la población por sus costos. Este modelo procuró también promover la
inclusión social y mejores condiciones en la relación de la industria y los trabajadores.
Se multiplicó el número de empleos y con ello se mejoró la economía.

Modelo Liberal
Con la recuperación económica de la post guerra, los países desarrollados,
reestablecidos de su crisis, imponen un nuevo modelo económico de orden mundial. El
dólar es tomado como la moneda emblemática del nuevo sistema financiero,
sustentado en su relación de convertibilidad con el oro. Es decir que el oro era el
respaldo de la validez financiera del dólar. Se crea el Fondo Monetario Internacional,
el Banco Mundial y el Acuerdo de Aranceles y Comercio (hoy Organización Mundial del
Comercio), con el propósito de regular el comercio mundial (Vásquez & Saltos, 2013,
pág. 20). Con ello se genera la liberalización de la economía y el comercio global.

A principios de los años setentas, el dólar no puede mantener la paridad con el oro y
por eso el gobierno de los Estados Unidos decide liberar esta moneda del patrón oro.
Los países desarrollados y la Banca Mundial, para sostener el sistema económico y
productivo mundial, deciden mantener al dólar como su moneda financiera pero de
manera fiduciara, es decir, basada en la confianza del mercado. A decir de Vásquez y
Saltos (2013) este esquema económico rige estructuralmente a partir de 1978,
teniendo gran incidencia política en los años venideros.

Modelo Neoliberal
El modelo neoliberal se sustenta en el mercado del capital, es decir en los créditos
bancarios, en desmedro del comercio y la producción. El modelo surge a finales de los
setentas cuando “los créditos bancarios privados comienzan a convertirse en la
principal fuente de financiamiento” (ibid). Surge el brutal endeudamiento externo de
los países menos desarrollados, como el Ecuador. El Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial otorgan créditos a los países en desarrollo con aparentes facilidades
pero con altos intereses (la tasa de interés pasó del 1 al 2 por ciento al 8 y 10 por
ciento) (Ibid).
Surge lo que se conoce como la “dictadura de los acreedores”, es decir la imposición
de la Banca Mundial para que los países endeudados acaten sus imposiciones
económicas, políticas y sociales, en perjuicio de los sectores sociales. Estas
imposiciones obligaron a los Estados, con la complicidad de sus gobiernos, a entregar
sus recursos naturales y productivos a los acreedores, negociándolos a precios
mínimos. Afectando también la soberanía de las naciones.
En esta época neoliberal el capital productivo entra en crisis, en cambio el capital
financiero, es decir el dinero, se sobrevalora. Por eso, los alimentos, la medicina, los
vestidos, viviendas, etc, suben de manera abrumadora de precio, generando con ello
más pobreza y miseria, acumulándose, por el contrario, la riqueza en pocas manos.

Esta sobrevaloración del capital financiero ha generado lo que se conoce como


burbujas económicas. Es decir, un falso sistema de bienestar ocasionado por el
endeudamiento y que más temprano que tarde termina por romperse esa burbuja,
desencadenando crisis personales, sociales, estatales y mundiales. Ejemplo de estas
crisis ocasionadas por las burbujas económicas se han dado en los últimos años en
Estados Unidos, Japón, España, Grecia, Portugal y otros países del orbe.

Los jóvenes son, sin duda, la población más afectada por estas crisis. “En América
Latina: de los 140 millones de jóvenes, sólo el 13 por ciento estudia y trabaja, otro 33
por ciento sólo trabaja y un 34 por ciento sólo estudia. Pero hay un 20 por ciento, que
no estudian, no trabajan y no buscan empleo.” (Vásquez & Saltos, 2013, pág. 18). Es
decir, la alarmante cantidad de veinte millones de jóvenes latinoamericanos
sobreviven sin hacer ni producir nada.

La globalización y sus consecuencias

Los efectos globalizantes del neoliberalismo tienen diferentes aristas. Por un lado está
la alarmante desigualdad en la distribución de la riqueza. El 90 por ciento de la riqueza
total del mundo se encuentra en Norte América, Europa y países de Asia Pacífico,
según (http://archive.unu.edu) citado por (Vásquez & Saltos, 2013, pág. 28). Otra
arista representa la creciente y preocupante riqueza generada por el comercio de la
droga y las armas a nivel mundial. El negocio de la droga mueve entre 500 y 900 mil
millones de dólares, mientras que el comercio mundial de armas se estima en 43
billones de dólares. El gasto militar mundial en 2012 se calculó en 1756 mil millones
de dólares. (Vásquez & Saltos, 2013, pág. 38).
Paralelamente, la afectación ecológica a causa de la sobreexplotación de los recursos
naturales, muestra signos también preocupantes. La deforestación, la escasez del
agua, el cambio climático con su consecuente calentamiento global, entre otros
síntomas, colocan a la civilización en una encrucijada frente al futuro global. El río
Amazonas descendió en las últimas cuatro décadas 105,79 metros de altitud (Servicio
Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú), citado por (Vásquez & Saltos, pág. 34).
Según el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de Francia e Instituto Nacional
de Meteorología e Hidrología de Ecuador, también citado por Vásquez y Saltos en el
libro Ecuador, su realidad, el Ecuador perdería en un lapso de 10 a 20 años, cuatro de
sus ocho glaciares más importantes (p.35).

El neoliberalismo y la transnacionalización del poder político


Como hemos dicho, la globalización no sólo tiene repercusiones económicas sino
también políticas. Se diría que ambas van de la mano y se complementan como
instrumentos para conseguir el poder hegemónico mundial. Para eso y para eso se
crearon organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la
Organización de las Naciones Unidas, entre otros.
Muchas decisiones políticas aparentemente soberanas de los Estados, obedecen a
mandatos supra nacionales y a intereses del capitalismo internacional. “Los mercados
mundiales están divididos entre las principales 244 compañías y bancos de los EE.UU y
las 153 de la Unión Europea” (Vásquez & Saltos, 2013, pág. 41). Un gran aliado de esta
concentración de la economía mundial y la transnacionalización política lo constituyen
las redes electrónicas, un supra poder que está más allá de la material relación
humana.
América Latina y el Ecuador están inmersos, inevitablemente de este orden mundial,
influenciados por el sistema neoliberal y la concepción globalizante contemporánea.
Somos parte, aunque de manera desventajosa, del sistema económico predominante,
por lo tanto sufrimos las consecuencias de todas las acciones políticas y económicas
que tomen las potencias mundiales.
Con el devenir del siglo XXI la posición política de América Latina sufre modificaciones
que afectan a los grandes países capitalistas, sobre todo a Estados Unidos. En varios
países latinoamericanos se suceden cambios ideológicos y políticos muy importantes
que transforman la relación sumisa que existió en décadas pasadas frente a los países
desarrollados. Venezuela, Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay, Perú, Ecuador,
Nicaragua, El Salvador, Paraguay, eligen gobiernos con visión soberana y adversos a los
grandes monopolios mundiales. Gobiernos que procuraron generar un desarrollo a
espaldas de las imposiciones del Fondo Monetaria Internacional y del Banco Mundial.
Mandatarios dispuestos a dignificar a sus países en el contexto mundial y mejorar el
nivel de vida de su población que se estima en alrededor de 596 millones de
habitantes.
Este giro ideológico preocupó a países como Estados Unidos que vieron en peligro la
pérdida del patio trasero, del que por décadas habían usufructuado. Por ello se generó
una lucha desigual entre las grandes potencias y los países latinoamericanos que
habían osado irrespetar el orden económico mundial, generando un nuevo mapa
económico mundial. A favor de los propósitos Latinoamericanos estuvo el alto precio
del petróleo, el significativo incremento de las remesas económicas de los migrantes,
el debilitamiento económico de los países poderosos y socios como Estados Unidos,
Japón y países europeos. Sumado a ello el ascenso en la economía mundial de países
como China que se alió a las naciones latinoamericanas, generando un importante
mercado para nuestro continente.

Recientemente, esta pugna económica y política entre Latinoamérica y los países


hegemónicos ha generado algunos cambios ideológicos en el continente, girando
varios países nuevamente hacia la derecha. Argentina, Perú, Brasil (de manera oscura)
han vuelto a tener gobiernos afines a los Estados Unidos. Pero el imperialismo va por
más países, estando en la lista Venezuela, Ecuador y Bolivia, entre otros.

Este resumido recorrido por los modelos económicos del mundo desde fines de
La segunda guerra mundial hasta nuestros días, sirve de antesala para reconocer la
realidad socio económica del Ecuador y Manabí. Identificar la influencia del orden
económico mundial en nuestra economía y nuestra sociedad. Analizar las incidencias y
las proyecciones que como país y provincia tenemos. La relación de la matriz
productiva y los proyectos socio económicos del Ecuador con el entorno social y
geográfica nacional y provincial. Por último. Este recorrido nos ratifica que como país
y provincia no somos islas, que los estornudos de los demás países, sobretodo de los
poderosos, repercuten en nuestra salud.

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