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GUION DE LA LEYENDA DEL CIPITIO

Escena 1
La leyenda del Cipitío es relevante, algo histórico de acá, pues. Una vez mi tía me
contó a mí y a otros amigos, que un día le dijo la abuela:
— Hija, andáte para la cañadita que vas a lavar los trastes.
Eso fue un día viernes, como a eso de las cinco y media a seis de la tarde.

Viñeta 1
Primer plano: manos de la abuela entregándole un huacal a una adolescente, la niña
lo recibe en su cabeza, ángulo contrapicado, punto de vista narrador omnisciente de
perfil.

Escena 2
Ese día, fue ella bien afanada a hacer el oficio que la abuela le había dicho.
Predominaba el verano, era poca el agua que había en la cañada.

Viñeta 2
Plano medio de la niña caminando con el huacal en la cabeza, ambiente de atardecer
de verano.
Viñeta 3
Plano detalle de los pies bajando la orilla del río.
Viñeta 4
Plano general llegando la niña a la ribera de un río.

Escena 3
Cuando dice que empezó a escuchar algo como:
— ¿Quién me habla? –dijo.
Y empezó a ver por los dos lados, y no había nada relevante.

Viñeta 5
Plano medio y ángulo picado de la niña, el rostro buscando a alguien.
Onomatopeya de ¡Chit, chit, chit!

Escena 4
Más adelante, ella empezó a cantar, –no me acuerdo de la canción– entonces volvió a
escuchar que le decían: ¡chit, chit! por segunda vez; pero ella ya no le tomó
importancia. Ella sabía, porque la abuela le había dicho, que cuando escuchara cosas
raras, no viera para los lados ni para atrás.

Viñeta 6
Plano medio de la niña lavando ropa, onomatopeya de ¡Chit, chit, chit!.

Escena 5
Cuando terminó de lavar los trastes, se fue para su casa.

Viñeta 7
Plano detalle de los pies subiendo la orilla del río.
Escena 6
Dice que como a los ocho días que a ella le había sucedido eso, le contó a la abuela y
ella le dijo que tuviera cuidado porque allí era muy solo y la podía jugar un mal espíritu.

Viñeta 8
Hablando con la abuelita a la luz de un candil

Escena 7
Entonces dice que a la tercera vez que fue, escuchó lo mismo; pero cuando ella iba
bajando la veredita, contiguo a la cañada, escuchó nuevamente y ella dijo:
— Ojalá no me vaya a pasar lo mismo.

Viñeta 9
Siguiente día, plano general de gallo cantando. Onomatopeya ¡kikiriki!
Viñeta 10
Adolescente de espaldas camino al río

Escena 8
Y siempre le decían lo mismo: ¡Chit, Chit, Chit!, tres veces. Ella empezó a lavar y
cuando iba a terminar dijo:
— No, yo me voy.
Agarró las cosas y salió hacia arriba. Cuando iba caminando, entre más rápido más
escuchaba: ¡Chit, Chit, Chit!
Cuando ella dice que intentó ver hacia atrás, no pudo, sino hacia arriba y dice que en
un bejuco de güachupa, estaba un hombre todo de blanco y negro, gordote y con un
sombrero grande y dice que empezó a reírse de ella a carcajadas, pero no se explicó
por qué… cuando llegó arriba dice que dijo:
— ¡Mamaaá, mamaapá, me llevaaaa!

Ella se acordaba de lo que le decía su abuela.


— ¡Mamaá, maa, maa!

Cuando ella llegó, le dijo:


— Allí esta ese y se ríe de mí –le dijo.

Cuando vio hacia arriba y lo buscó ya no había nada, sólo veía el bejuco que se
mecía.

Viñeta 11
Plano general de la niña mirando a todos lados.
Viñeta 12
Plano general de las ramas de los árboles en ángulo contrapicado.
Viñeta 13
Ángulo medio de la niña lavando. Líneas cinéticas de objetos cayendo cerca de la
niña.
Viñeta 14
La niña mira hacia arriba, ángulo contrapicado. Al fondo el cipitío escondido en una
rama riendose.
Viñeta 15
Plano detalle de las manos apresuradas de la niña guardando la ropa en el huacal
Viñeta 16
Plano medio de la niña con su cabeza girada mirando hacia atrás y el árbol vacío.
Viñeta 17
Acercamiento de la niña corriendo asustada
Viñeta 18
Rostro en primer plano del cipitío riéndose.

ADAPTACIÓN del Relato extraído de: Oralitura de el salvador:

GUION DE LA LEYENDA DE LA SIGUANABA

Escena 1
Mi mamá contaba lo de mi abuelito, que dice que una vez que él… quizá le contaba a
la señora… pero hasta que ya le pasaban los sustos…
Entonces él le contó que una vez tenía una mujer, pero la mujer era algo bruja.
-Mirá, Tina dicen que le dijo, preparáme la comida que voy a ir a hacer un mandado.
Dicen que ya eran como las cuatro de la tarde cuando vino mi abuelita y dijo a hacerle
la comida. Y entonces le preparó la comida.

Viñeta 1
Plano general con una casa rural al fondo ambiente de tarde casi anochecer, los
globos salen del interior de esta (dialogo: Tina preparáme la comida que voy a ir a
hacer un mandado.)

Escena 2
Así que comió se cambió de ropa y sale en su mula. Ya ve que las mulas son satíricas
para los sustos…

Viñeta 2
Plano medio frontal de el hombre montado en su mula viñeta estrecha

Escena 3
Pues allá bajando una cuestona… para abajo estaba el río y así para arriba había una
cuestona y los bordos eran blancos de tierra blanca, y la calle era galana.

Viñeta 3
Plano contrapicado del hombre subiendo la cuesta

Escena 4
Pues cuando iba llegando, era bien retirado, cuando ya iba a bajar la cuestona para
bajar al río cuando vido aquella mujer que estaba parada hacia el bordo del paredón.

Viñeta 4
Plano semipicado se ve al hombre montado en la mula viendo hacia abajo en el rio
donde se distingue la silueta de una mujer

Escena 5
Entonces dicen que aquella mula se sorprendía y era el juelguido de aquella mula. Y
aquella mula que sólo paraba las orejas, queriéndolo botar, porque la mula consciente
el susto. Y el más le metía las espuelas. Y aquella mula ya lo iba a botar a los
paredones…

Viñeta 5
Plano general y ángulo medio mostrando al hombre forzando a la mula para
detenerse, acercamiento del rostro asustado de la mula.

Escena 6
Ve, dicen que dijo, allí está la fulana. Igualita a la mujer de él.
Allí está la fulana, ¿pero qué estará haciendo? –Ve, Julián, dicen que le dijo, que es de
ahora que te estoy esperando y vos que no te apurabas. – ¿Y qué andas haciendo
vos, dicen que le dijo él, tan oscuro y que andas haciendo? – Como a mí me avisaron
que vos venías, dicen que le dijo, mirá donde te montás para que te trepes en ancas…

Viñeta 6
Plano general mostrando la espalda del hombre conversando y avanzando hacia la
mujer, al fondo la mujer representada como figura indefinida entre las sombras.
Globos de texto
Pensamiento del hombre - “¡ve allí está la Toña! ¿pero qué estará haciendo?”
Mujer - “Ve, Julián, dicen que le dijo, que es de ahora que te estoy esperando y vos
que no te apurabas”.
Hombre - ¿Y qué andas haciendo vos, dicen que le dijo él, tan oscuro y que andas
haciendo?
Mujer - “Como a mí me avisaron que vos venías”
Hombre - “mirá donde te montás para que te trepes en ancas”

Escena 7
pero aquella mula tal vez, aquella mula juelguiaba y hasta le pegaba con la cola. –Ah
pues, dicen que decía él. Esta mula me quiere botar. –Ya te va botar la mulita, Julián,
dicen que le decía ella.

Viñeta 7
El hombre casi cayendo de la mula y la mujer esperándolo, ambos representados con
figuras en masas de negro.

Escena 8
Y venía él y le metía las espuelas hasta que al fin la hizo topar al bordo. Así que topó
al bordo, se montó aquella mujer y se sentó.

Viñeta 8
Dividida en dos una parte muestra a la mujer brincando sobre la mula. La otra parte
muestra en plano medio de hombre y mujer montados en la mula,

Escena 9
Allá cuando iban, que cruzaron la calle y dejaron la calle y cruzaron el camino ya para
llegar donde la mujer, pues entonces lo cegó la siguanaba,

Viñeta 9
Plano detalle de rostro de la mula en primer plano y en segundo plano las manos
transformadas de la siguanaba.

Escena 10
que dejó el camino y agarra la mula… Cuando sintió lo tenía en aquel gran bejucal. Allí
no atinaba mi abuelito, y aquella mula que sólo eran brincos, que los escapaban a
botar. Y aquel sombrero los charrales se lo botaban y aquella siguanaba en ancas. Y
eran risadas, dicen, igualito a las risadas de la mujer de él.
Pues allá que ya iban a bajar a un zanjón: -Vaya, Julián, dicen que le dijo, me trajiste
en ancas pero mirá mis uñas. Y le enseñó las uñas. –Ve que maldita, dicen que le dijo,
si vos sos la siguanaba, no es primera vez que me jodes, gran puta, dicen que le dijo.

Viñeta 10
Viñeta dividida en varios rectángulos estrechos con acercamientos a las expresiones
de los 3 personajes y con el texto intercalado” Vaya, Julián, dicen que le dijo, me
trajiste en ancas pero mirá mis uñas”, “Ve que maldita, si vos sos la siguanaba, no es
primera vez que me jodes, gran puta”.

Escena 11
Pero cuando mi tatita le dijo eso el ya no hallaba por donde salir, el gran bejucal, aquel
charralar y aquel gran nortazo… pues al fin de tanto, como pudo, dicen que se apeó y
agarró la daga, porque andaba con una daga, no andaba corvo sino una daga de
crucita. Agarró la daga y dijo a andar macheteando los charrales, los bejucales, y a pie
y la mula
la traiba jalada. Hasta que al fin como pudo, no se como se santiguó y le pidió no se a
que santo, cuando dicen que vino a dar al mero camino.

Pues donde venía rompiendo camino eran risadas de aquella mujer y


dicen que le palmoteaba haciéndole chiste porque se lo había metido en el monte.

Viñeta 11
Plano general del hombre macheteando los bejucales y halando la mula, una viñeta
pequeña en la esquina superior muestra un plano detalle a los pies saltando de la
mula con líneas cinéticas. Y globo de texto con risa macabra “ja, ja, ja”

ADAPTACIÓN del Relato extraído de:


Galindo, R. M. (1977). La Siguanaba (un análisis estructural). Filosofía,
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Antiguo Cuscatlán, El
Salvador.
GUIÓN DE LA LEYENDA DEL CADEJO

El cadejo es el espíritu que cuida el paso tambaleante de los borrachos, "es un animal
en forma de perro, negro, lanudo, con casquitos de cabra y ojos de fuego".

Su trabajo es perseguir o cuidar a los bolos que les gusta mucho el guaro y se quedan
tirados en la calle, según la leyenda hay dos tipos de cadejos uno malo y uno bueno,
el malo es el de color negro, y el bueno de color blanco. Aunque según las personas
que les han visto siempre ven a los dos, pero siempre el negro más inquieto y distante
y el bueno echado cerca de la persona, resguardándola del cadejo malo

Hay que tener cuidado aunque sea un espíritu protector porque al beber demasiado y
muy frecuente, "el Cadejo lo puede trabar, pues si se lo encuentra a uno tirado y le
lame la boca, ya lo jodió para siempre, pues entonces uno jamás se compone". El
Cadejo acostumbra seguir por nueve días al hombre al que le lamió la boca y no lo
deja en paz.
Relato extraído de:
http://es.scribd.com/doc/52251742/El-cadejo

Viñeta 1
Cartela con el texto “El cadejo es el espíritu que cuida el paso tambaleante de los
borrachos”. Plano general de un grupo de hombres alcohólicos

Viñeta 2
Un hombre se despide del grupo y se va tambaleante

Viñeta 3
Cartela con el texto: “es un animal en forma de perro, negro, lanudo, con casquitos de
cabra y ojos de fuego”. Viñeta compuesta en 2 partes por un lado se ve entrando al
cadejo blanco en escena y en la otra al negro (solamente se ve asomar sus patas)

Viñeta 4
Compuesta también en 2 partes en un lado se ve completamente al negro y en la otra
al negro. Cartela con el texto “según la leyenda hay dos tipos de cadejos uno malo y
uno bueno, el malo es el de color negro, y el bueno de color blanco. Según personas
que les han visto a los dos, el negro más inquieto y distante....”

Viñeta 5
Plano general y ángulo medio del hombre ebrio tirado en la calle, queriendo levantarse
y en segundo plano el cadejo negro acercándose al ebrio en actitud inquieta.

Viñeta 6
Cartela con el texto “…y el bueno camina cerca de la persona, resguardándola del
cadejo malo. Su trabajo es perseguir o cuidar a los bolos que les gusta mucho el guaro
y se quedan tirados en la calle”. En primer plano el hombre ebrio tambaleando, en
segundo plano el cadejo blanco saliendo de una esquina y en tercer plano el cadejo
negro siguiéndolo.

Viñeta 7
Cartela con el texto “Cuando su silbido se oye más cerca es porque está más retirado,
pero si se escucha lejos, es porque está cerca”.

Viñeta 8
El cadejo blanco y negro enfrentándose, el blanco se impone pasivamente y el negro
frena su marcha frente al blanco.
Viñeta 9
El cadejo blanco se sienta a mirar que el cadejo negro se alejando.

Viñeta 10
El cadejo blanco caminando al lado del hombre. Cartela con el texto “Hay que tener
cuidado aunque sea un espíritu protector porque al beber demasiado y muy frecuente,
si se lo encuentra a uno tirado le lame la boca y el Cadejo acostumbra seguir
por nueve días al hombre al que le lamió la boca y no lo deja en paz”.

GUION DE LA LEYENDA DE LA CUYANCÚA

LA CUYANCÚA DE INVIERNO
La Cuyancúa es parte de allí de Atecozol. Antes se oían cantar. Había una tía que ella
decía que la había oído.
Ella fue a lavar. Las señoras lo que tenían antes es que madrugaban, se iban
temprano en lo oscuro, así la escuchaban y esa vez la vió y dice que no la había
sentido y de repente cuando la sintió se fue por el lodo y se perdió.
Dicen que todos los días en invierno cuando estaba lloviendo se veía bajar.
Mi tía decía que la trompa era igual a un tunco y lo demás era cuerpo de culebra. Aún
en la imagen tiene ahí un cacho en Atecozol.

LA CUYANCÚA EN EL RÍO SECO


La Cuyancúa es un animal con la mitad del cuerpo de serpiente y la cabeza y dos
patas (de adelante) como de cerdo.
Hoy ya tiene tiempos de que no se oye cuando está lloviendo.
Yo fui a ver dónde salía, ahí estaba bien cercado y sólo había salida para los potreros,
por lo que muchas veces se perdieron algunos chivos y cabras.
Esta salía sólo en el invierno de un lugar llamado "Ciénaga" o sea un lugar con mucha
agua cubierta con algo como ninfa.
En la noche se oía, y decía mi abuelo:
- ¡Miren, va a llover!
Y cabal, amanecía lloviendo y duraba hasta tres o cuatro días y la anímala bien
cansada allí cantando, porque era lo que le gustaba.
Había un lugar llamado Río Seco, cuando era verano permanecía dando agua y en
invierno, se secaba, a unos 200 metros, estaba la Cuyancúa y al igual que ella, ya se
acabó la mística aparición del agua.
Relatos extraídos de: Oralitura de el salvador:
Antología de narrativa oral popular
(publicación de cic–ues y departamento de letras)
San salvador, noviembre de 2003

Viñeta 1
Silueta de un anciano en primer plano largo, sus manos sostienen un bastón, su rostro
se oculta por el efecto de sombra del sombrero. Empieza a contar la historia con globo
de texto: “La Cuyancúa es parte de allí de Atecozol. Antes se oían cantar. Había una
tía que ella decía que la había oído…”.

Viñeta 2
Marco de recuerdo. Plano picado de mujeres caminando, reflejando sus sombras en el
camino. Ambiente de madrugada.
Viñeta 3
Plano general de las mujeres lavando en un río.

Viñeta 4
Plano picado de la cuyancúa dirigiéndose nadando hacia las mujeres. Efecto de
movimiento en el agua.

Viñeta 5
Plano cenital y acercamiento de la cuyancúa nadando.

Viñeta 6
La cuyancúa se acerca inofensivamente a una de las mujeres.

Viñeta 7
Ella con curiosidad dirige su vista al animal y la señala con su mano para que las
demás también la descubran.

Viñeta 8
La cuyancúa se aleja rápidamente para esconderse en rocas cercanas.

Viñeta 9
Esta viñeta representa el enlace con la segunda historia seleccionada, con las dos
historias se ha construido un solo relato.
Desaparece marco de recuerdo. Aparece nuevamente el anciano y continúa contando
la historia. Globo de texto: “Hoy ya tiene tiempos de que no se oye cuando está
lloviendo. Yo fui a ver dónde salía…”

Viñeta 10
Ambiente de un día nublado, vista general de una ciénaga. Texto en cartela: “Esta
salía sólo en el invierno de un lugar llamado "Ciénaga" o sea un lugar con mucha agua
cubierta con algo como ninfa”.

Viñeta 11
Plano general de un niño en la ciénaga sentado en una piedra.

Viñeta 12
la cabeza del niño gira y se sorprende al ver a la cuyancúa subiéndose a una piedra
cercana, líneas cinéticas y onomatopeya de sonido y movimiento en el agua.

Viñeta 13
Cartela con el texto “En la noche se oía, y decía mi abuelo: - ¡Miren, va a llover!”.
Cambio de escena, ambiente de noche en el pueblo, a lo lejos el canto de la
cuyancúa. Onomatopeya del canto.

Viñeta 14
Plano general de la cuyancúa cantando sobre la roca de la ciénaga.

Viñeta 15
Cartela con el texto “Y cabal, amanecía lloviendo y duraba hasta tres o cuatro días y la
anímala bien cansada allí cantando, porque era lo que le gustaba”. Primer plano largo
de la imagen de la cuyancúa cantando sobre una piedra, ambiente de la ciénaga.

Viñeta 16
Plano general de la cuyancúa descansando en la roca.

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