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Triángulo de posición.

Se trata del triángulo esférico formado por la intersección de tres círculos máximos de la esfera
celeste:

el meridiano celeste del observador,


el círculo horario (o sea, el meridiano) del astro

el vertical del astro.

Se ha representado en gris en la figura. Sus vértices son el cenit, el astro y el polo elevado. Como
debe quedar claro en la figura, sus lados y ángulos relacionan las coordenadas horarias del astro
en el instante en cuestión (horario en Greenwich y declinación, o sea, la posición del astro en el
cielo) con las coordenadas horizontales del astro en ese instante referidas al obsrvador (azimut
astronómico y altura, es decir, cómo ve el astro en ese instante ese observador concreto) y con la
posiciñon geográfica del observador (su latitud y longitud, l y L en la figura).

La idea es entonces simple: si en un instante dado (registrado con la precisión necesaria) el


observador (que no conoce su posición geográfica) pudiese medir con precisión suficiente las
coordenadas horizontales (altura y azimut), no tendría más que consultar el Almanaque Náutico
para obtener el horario en Greenwhich y la declinación del astro en ese instante y, utilizando los
teoremas de la trigonometría esférica, resolver el triángulo para calcular su latitud y longitud.
Aunque esta es la idea clave, y en la resolución de este triángulo está la solución de cualquier
problema de navegación astronómica, las cosas en la práctica no pueden hacerse de la manera tan
sencilla: la altura de un astro se mide con la precisión necesaria mediante el sextante, pero su
azimut no es posible medirlo con suficiente precisión. Aun así, la solución al problema está en este
triángulo, tan sólo tendremos que utilizar la idea de manera un poco más inteligente.

No habría inconveniente alguno, desde el punto de vista matemático, en prescindir del polo
elevado y utilizar siempre uno de los dos polos celestes como vértice del triángulo de posición.
Naturalmente, teniendo cuidado en ese caso de evaluar correctamente el valor de los ángulos que
definen sus lados y sus vértices. Sin embargo, si hacemos tal cosa, un observador que se encuentre
en latitud contraria al del polo celeste elegido no podría dibujar el triángulo completo sobre su
propio horizonte astronómico. Utilizando como vértice el polo elevado, el triángulo de posición
estará siempre sobre la mitad visible de la esfera celeste:
Obsérvese que se ha indicado expresamente que la altura a considerar es la altura verdadera, es
decir, la referida al hipotético observador situado en el centro de la Tierra, medida, por tanto, con
respecto al horizonte astronómico. En el ejemplo de la figura se ha dibujado el triángulo de
posición correspondiente a un astro con declinación norte y con respecto a un obsrvador que se
encuentra en latitud norte. El astro se encuentra al este del observador de modo que el ángulo en
el polo P (o sea, el horario astronómico del astro) es en este caso oriental.

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