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Autor: Guazzo, Francesco Maria

Obra: Compendium maleficarum

Publicación: San Vicente : Editorial Club Universitario, 2001

_________________________________________________________

Contenidos: Extracto de la obra


COMPENDIUM MALEFICARUM
Edición de Montague Summers
Francesco Maria Guazzo

Traducción de Isaac Pradel Leal


Título: Compendium Maleficarum
Autor: Fracesco Maria Guazzo
Traducción de la Edición de Montague Summers por Isaac Pradel Leal, Impresa por Dover Publications Inc, en
1988.

I.S.B.N.: 84-8454-XXX-X
Depósito legal: A-XXX-2001

Edita: Editorial Club Universitario


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Printed in Spain
Imprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87
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transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación
magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de reproducción, sin permiso
previo y por escrito de los titulares del Copyright.
Al ilustrísimo y recto reverendo señor Orazio
Maffei cardenal de la santa iglesia romana y
siempre vigilante protector de la orden de
S. Ambrosio fra Francesco Maria Guazzo un
humilde hermano de la misma orden agradece

¡Oh Cuán vigilante Prelado¡, hace tres años cuando me hallaba en


la Corte de Su Serena Alteza el Duque de Cleves y Jülich (quien se hallaba
aquejado y ligado por muchos sortilegios de brujería), junté las partes y
compuse este libro al que he llamado “Compendium Maleficarum” y lo he ,
además, llenado de varios y muy extensos ejemplos, con el único propósito
que los hombres, teniendo en cuenta las artimañas de las brujas, puedan
estudiar el vivir piadosamente y con devoción al Señor. Y pese a que pueda
provocar los temores infundados de los censores (Porque ¿hay algo más
difícil que dar satisfacción a cada paladar? ), sin embargo pienso que
pueda resultar de alguna utilidad para aquellos que quieran escapar de la
ponzoña mortal de los hechiceros. Cuando hube, pues, determinado en
editarlo, empecé a buscar un Patrón bajo cuyos auspicios pudiera ser
sacado a la luz con mayor seguridad. Entonces, Oh cuán ilustre y
Reverendísimo Protector, a quien nadie a sobrepasado en genio, dotes del
espíritu y el cuerpo e innumerables gracias, se destacó en mi mente como
uno que ha dado prueba pública que su eminentísimo coraje se halla unido
a un grado igual de erudición, un Patrón que, lejos de despreciar a un
humilde escritor, más bien le extendería su mayor favor y más que
ordinaria amabilidad. Teniendo estas consideraciones en mente, por ello,
estuve seguro que sería pre-eminentemente adecuado para asumir la parte
de Mecenas con aquellos tan devotos ellos mismos al progreso de
consistente doctrina, entre los cuales me cuento como el más humilde: y
determiné dar a la luz este nuevo libro su camino con la antorcha de su
Famosísimo Nombre; y pese a que es usted merecedor de una obra mucho
más noble, me atrevo a dedicarle este pequeño libro que no ha sido
elaborado sin algún esfuerzo. Y como (y esa es mi esperanza) lo aceptará
entera y generosamente con esa justa imparcialidad que es el suya, puede
certeramente esperarse que esos críticos vituperantes, quienes no tolerarían
nada que no tenga el sabor del genio perfecto y la industria incansable,
quedarán ciegos ante sus faltas. Adiós: y pueda Guazzo escribirse entre
aquellos que se hallan ligados a usted de todo corazón.
Milán, Mayo, 1608.
PREFACIO AL LECTOR
Entre las innumerables bendiciones que la Divina piedad confiere a
toda la raza humana, y en particular a Sus devotos, estimo que este es el más
especial: el poder de descubrir la malicia y la maldad de nuestros enemigos,
ambos visibles e invisibles. De tal forma que, reconociendo sus artimañas,
podamos contrarrestar sus trampas y tentaciones. Y puesto que (Ps. lxxiii) el
orgullo de aquellos que odian a Dios se acrecienta cada día y sigue siempre
creciendo, y el ponzoñoso Enemigo de la raza humana, cuya fiereza rabiosa
se incrementa continuamente, no teme sembrar en nuestro camino las más
afiladas espinas de dolor y tribulaciones y todo tipo de enfermedades, pese a
que él mismo es temeroso de ser atormentado; por ello intenta lo máximo
para incrementar su propio castigo eterno conduciendo a tantos hombres
como pueda al infierno, y para mofarse, despreciar e insultar la
excelentísima y divina semblanza de Dios que ha sido enjugada por la
Preciada Sangre de Cristo, y para transformar la libertad del hombre en
esclavitud. Por ello todos y cada uno de nosotros debe buscar en su corazón
para mantenerlo libre de la malicia del diablo; porque camina entre nosotros
como un león rugiente, buscando a aquellos a los que quiere devorar; y pese
a que su corazón pueda ser atravesado y despedazado por las armas de sus
enemigos, sin embargo el diablo no olvida intentar nada y se atreve a todo.
Cuando ve hombres de espíritu débil y tímido, los toma de asalto: cuando
los halla intrépidos y firmes, se vuelve como un zorro astuto para
engañarlos: porque tiene mil medios de hacernos daño, y utiliza incontables
métodos, supersticiones y artes curiosas, para distraer el espíritu de los
hombres de Dios y conducirlos a sus propias locuras; y todo ello lo realiza
maravillosamente mediante ilusiones y la brujería. Por ello hay acuerdo en
que este tipo de males han sido diseminados para la destrucción de los
cuerpos y las almas de los hombres por el diablo y sus demonios mediante
la intermediación de hechiceros, brujas, encantadores y adivinos; y en
prueba de esto el presente libro les dará una segura muestra de la verdad. Y
que cada hombre pueda protegerse a sí mismo, a condición de leer
seriamente y asimilar con cuidado este libro al que he llamado Compendium
Maleficarum; porque así como se muestran diversos medios y métodos de
infligir daño, también se hallan varios remedios mediante los cuales estos
males pueden afrontarse y diluirse cuando se les reconoce. Si por ello,
lector, hay algo en este libro que llame su atención y le señale el camino de
un remedio, alzo mis manos en agradecimiento a Dios, quien para Su propia
y mayor gloria, y la confusión de los diablos, ha permitido la tentación de
nuestras almas para que los justos puedan alcanzar la perfección y los

5
malvados sean arrojados al infierno. Por ello los demonios no actúan sino de
acuerdo con los designios y el permiso de Dios Todopoderoso.

6
INTRODUCCIÓN DEL EDITOR
Los antiguos orígenes de la Orden local Milanesa de los Ambrosiani
o Ambrosini, de la que Francesco-Maria Guazzo fue un miembro tan
eminente y honorado, se entierran en la obscuridad, pese a los propios
Hermanos, quizás con más devoción que exactitud, siempre desearon referir
su fundación a una figura no menor que el propio gran S. Ambrosio. Es muy
posible, e incluso probable, que algunas antiguas tradiciones hubieran sido
transmitidas desde el ilustre Padre quien se interesó tan profundamente en el
monasticismo y que tan de cerca siguió los principios del enclaustramiento
en toda su diócesis. Como quiera que fuera, en las primeras décadas del
siglo catorce ciertos sacerdotes solitarios y ermitaños que vivían cerca de
Milán progresivamente adoptaron la vida cenobítica, haciendo como hábito
piadoso suyo asambleas según intervalos determinados durante el día para el
solemne oficio y la oración conjunta. Aproximadamente en esta misma
época tres jóvenes nobles, Alessandro Crivelli, Alberto Besozzo, y Antonio
della Pietra-Santa, asqueados con la licensiosidad de la sociedad
aristocrática y la corte de Giovanni II, buscaron refugio en la vida retirada
del mundo, y tomando como anclaje un bosque a no muchas leguas de la
ciudad, allí construyeron una humilde capilla que pronto se convirtió en el
oratorio común de una comunidad regular, y de este santuario forestal se
puede decir no sin exactitud que fue la cuna de la Orden Ambrosiana. En
1375 el Papa Gregorio, XI, que unos doce meses antes había aprobado la
Congregación de los Ermitaños Españoles de S. Jerónimo, dio a los
hermanos Milaneses el Reglamento de S. Agustín, añadiendo a ello un
número particular de constituciones, y asignándoles como nombre “Frates
Sancti Ambrosii ad Nemus.” Tenían, además, la capacidad de elegir a sus
propios superiores, sujetos a la confirmación del Arzobispo de Milán. Se les
prescribió un hábito con un ancho escapulario, un cinturón de tela colgante
como es el cinto de los Agustinos, una voluminosa capucha y caperuza, un
poderoso manto con el que andar en el extranjero, todo de un color marrón
nuez1. La Liturgia Ambrosiana, ambos por Misa y coro, había de ser
seguida. La Orden quedó de allí en adelante canónicamente establecida.

1
No parece seguro si los Ambrosianos (ad Nemus) eran por reglamento descalzos o
calzados. Hélyot, “Historia de las Órdenes Monásticas,” 1715, vol. IV, p. 52, ofrece un
grabado, “Religiosos de la Orden de S. Ambrosio ad Nemus,” en el que llevan sandalias.
Pero parece que han habido modificaciones, y este detalle cambiaba de tanto en cuanto.
Originariamente no hay duda de que los hermanos iban descalzos, pero una mitigación
toleró alguna forma de calzado.

7
De la historia de los Ambrosiani comparativamente se conocen
pocos detalles, y es apenas necesario repetirlos con extensión alguna. Será
suficiente con decir que se fundaron varias casas, y que durante más de
medio siglo cada monasterio se mantuvo completamente independiente, su
única conexión era el hecho de que todos adoptaron el mismo reglamento.
En 1441 Eugenius IV unió todas las fundaciones existentes en una única
Congregación bajo un Maestro-general que habría de residir en el convento
originario donde en el futuro un Cabildo completo se reuniría cada tres años.
Ocurrió que la antigua disciplina se había relajado algo en tiempos de S.
Carlo Borromeo, pero a petición de los hermanos este gran Santo presidió
en persona su Cabildo de 1579, y con su apoyo el anterior rigor fue pronto
restaurado. Sujetos, sin embargo, habían pocos, y el 15 de Agosto de 1589
Sixtus V promulgó una bula uniendo a los Ambrosiani con los Apostolini o
Barnabitas2, quienes aseguraban que el Apóstol S. Barnabás era su
fundador, pero cuya constitución, como entonces sucedía en toda
circunstancia, había sido aprobada por Roma a principios del siglo quince.
La Congregación así formada era comúnmente conocida como los
Hermanos de S. Ambrosio ad Nemus y S. Barnabás, y sobre el grabado de la
página del título de la segunda edición (1626) del “Compendium
Maleficarum,” de Guazzo los dos Santos aparecen debidamente retratados
como patrones con plena pontificalia.
Fuera de la archidiócesis de Milán los Ambrosianos tuvieron por un
tiempo únicamente dos casas, ambas de las cuales se hallaban en Roma: San
Clemente3, y San Pancrazio. En el propio Milán su monasterio más
importante era aquel vinculado a la Iglesia de San Primo, una parroquia que
en años fue dividida entre otras tres iglesias, S. Bartolomeo, S. Babila, y San
Andrea. La Iglesia de San Primo y los claustros adjuntos se mantuvieron
cerca de la Porta Orientale donde estaba el Collegio Elvetico al principio de
la Strada Marina. Los religiosos también sirvieron la iglesia de S. Ambrogio
della Vittoria, que fue construida (1348) en Parabiago4 en agradecimiento
por la famosa victoria que allí se ganó por los Milaneses en 1339.
Aunque fueran populares en Milán, donde se les tenía en gran honor,
incluso en los días de su mayor prosperidad los Ambrosiani nunca habían
sido más que una mera Congregación local, y cuando su número disminuyó

2
Los hermanos de S. Barnabás, no confundir con los Barnabitas, Clérigos Regulares,
“Clerici Regulares Sancti Pauli,” fundados por Antonio Maria Zaccaria en 1530.
3
Ahora servida por los Dominicos Irlandeses. S. Pancrazio fuori le Mura fue seriamente
dañada en 1849, pero ha sido restaurada.
4
Para el relato de la conexión de los Ambrosini con esta iglesia y los celos de las
autoridades civiles que deseaban nombrar a sus propios capellanes, ver el artículo
“Ambrosiani” de Monseñor Giovanni Galbati en la “Grande Enciclopedia Italiana.”

8
sensiblemente y muchas de sus casas quedaron vacías no es sorprendente
percatarse que la cuestión de suprimir la Orden se debatiera en más de una
ocasión. De hecho, el 1º de Abril, 1645, mediante la bula “Quoniam,”
Innocencio X disolvió los monasterios supervivientes, incluyendo el de
Parabiago, que aún se mantenía, ordenando que fueran asignados a
sacerdotes seculares. Los particulares de estas disposiciones fueron
confiados a dos Cardenales, Odelscalchi y Monti, que actuaron por cuenta
de la Santa Sede. No ha de suponerse que la disolución fuera de modo
alguno intencionada como una censura o una crítica a los Ambrosiani. En
aquel momento ciertas reformas eran puestas a prueba en varias direcciones,
y una de ellas era la reducción de las muchas Congregaciones provinciales y
más obscuras Órdenes locales, cuya permanencia conllevaba una amplia
complejidad de asuntos y quehaceres, cuyos miembros eran pocos y
disminuían, cuyo propósito había sido cumplido, en muchos casos habiendo
servido admirablemente y con devoción durante años, pero cuyos días
habían pasado. Incluso como ha dicho uno de nuestros poetas:
Dios Se completa de muchas maneras,
Que nadie tema que un buen hábito corrompa al mundo.

Los Ambrosianos no carecían de nombres santos. Habían Beatos en


el calendario de la Orden; Beato Alberto Besozzo; Beato Antonio Gonzaga
de Mantua, Beato Filippo de Fermo, Beato Gerardo de Monza, Beato
Guardate, Beato Giovanni, Beato Placido, y muchos más, una noble lista de
santidad. Presumían de demasiados académicos y autores de renombre; el
piadoso y estrictamente ortodoxo Paolo Fabulotti cuyo autoritario “De
potestade Papae super Concilium,” primero publicado en Venecia en 1613,
fue muchas veces reeditado; Ascanio Tasca, quien abandonó la Compañía
de Jesús para seguir la más enclaustrada vida Ambrosiana, y que se alzó
hasta ser Maestro-general; Michele Mulazzani, un Piemontés, que en su día
también dirigió la Orden; Zaccaria Visconti; y Francesco-Maria Guazzo.
Incluso las recientes y específicas investigaciones de Monseñor
Professore Giovanni Galbati, el distinguido Prefecto de la Biblioteca
Ambrosiana, han fracasado en descubrir detalle alguno de la vida de
Guazzo. Quizás esto sea porque haya poco que saber sobre la vida
contemplativa y monástica, poco que saber sobre Guazzo salvo lo que
podamos reunir de sus propios trabajos impresos. De los archivos y
epístolas de los Ambrosianos de donde por lo menos hubiéramos aprendido
las fechas del nacimiento de Guazzo, su función dentro de la Orden, y de su
muerte, han estado desaparecidas por muchos siglos. Se conservan pues sus
escritos, tres en número, siendo el primero y más importante el
“Compendium Maleficarum,” que fue originalmente publicado en Milán,
9
“Apud Haeredes Augustini Tradati,” en 1608. Este tratado de oro está
dedicado al Protector de los Ambrosiani, Cardenal Orazio Maffei, y el
prefacio está firmado en el mes de Mayo. Guazzo no era de hecho un simple
prodigio de la sala de lectura y de las escuelas, porque llevó su genio a tratar
los acuciantes problemas de unos tiempos convulsos, y quizás no había
asunto que con mayor inmediatez requiriera examen y remedio que el mal
de la brujería. El norte de Italia y los más remotos pueblos Alpinos habían
por alguna razón sido infestados hasta un grado casi sin igual. Había sido en
Asti en el Piemonte que hacía casi seiscientos años antes se había
descubierto casi accidentalmente una sociedad de adoradores del diablo,
debido mayormente a su celo por el proselitismo, y a pesar de todos los
esfuerzos, ambos eclesiásticos y civiles, parecería que aquellos no habían
sido erradicados del todo, sino que la obscura tradición se mantenía y se
perpetuaba en obscuras y maléficas emboscadas. Puede ser que durante los
treinta años en el cargo del Cardenal Arzobispo Ippolito d’Este (1520-
1550), siempre ausente de su sede, este culto se extendiera con fuerza, junto
con otros muchos abusos y negligencias. Cierto es que durante el mandato
de S. Carlo Borromeo, el gran prelado fue grandemente sobrepasado por las
corrupciones de Milán, y de hecho de toda su diócesis. En una ocasión
recibió la sumisión y confesiones de no menos de ciento treinta hechiceros.
En otra ocasión mientras pasaba a través de cierto pueblo fue notorio que se
negó a dar su bendición a ninguna casa o a individuo alguno exceptuando
únicamente al sacerdote de la parroquia, quien le informó que los habitantes
del pueblo eran, absolutamente todos, secretamente Satanistas.
En el propio Milán los adeptos del culto oculto se encontraban en
cada sitio. Vendían encantamientos y brebajes de amor, venenos y filtros; y
casi abiertamente alardeaban de sus habilidades en ciencias necrománticas,
sus tratos con demonios, sus aquelarres y brujerías, corrompiendo
enormemente toda la ciudad.
Fue a la instantánea petición de un prelado de rara erudición y de la
más aguda inteligencia, Cardenal Federico Borromeo, el primo y sucesor de
San Carlo, y Arzobispo de Milán de 1595 a 1631 que Fra Francesco-Maria
Guazzo compuso su enciclopédico “Compendium Maleficarum,” “en el cual
se detallan las viles artes y enemistad de las brujas contra toda la raza
humana. Y en el que además se añade un muy salutario y poderoso
Exorcismo para disolver y disipar todas las iniquidades y engaños del
diablo.” Guazzo cuenta que llevaba inmerso en estos capítulos unos tres
años, y además de su deseo de satisfacer al Cardenal-Arzobispo fue además
inducido a utilizar su pluma sobre el tema de la brujería debido a lo que
había él mismo presenciado personalmente y oído en la corte del Sereno
Duque John William de Jülich-Cleves. Debido a la gran reputación que
10
Guazzo había alcanzado en toda la Archidiócesis de Milán de ser uno de los
más ilustrados, más pacientes y más precisos Jueces y Asesores en las
acusaciones por brujería, se le solicitó en el año 1605 en Cleves para dar
consejo y dirigir el caso del propio Duque, quien como se temía y probó
había sido visto y embrujado por un viejo Satanista, un hechicero de
noventa años, llamado John, que vivía en Lauch, en la archidiócesis de
Colonia. Este desdichado confesó que mediante sus encantamientos y
ciertas maléficas runas había de hecho afligido al Duque con una
devastadora enfermedad y un frenesí, con lo cual, siendo culpable en el más
alto grado, fue, como mandaba la ley, condenado a la hoguera. Sin embargo,
en la locura de la desesperación, mientras yacía en la cárcel la mañana del
Domingo, 25 de Septiembre, con un cuchillo afilado se infligió una terrible
herida en la garganta, y se dijo que el mismo demonio estuvo con él en las
angustias de la muerte.

No ha de parecer sorprendente que toda la cohorte de brujas veían


con su mayor malicia al Duque, porque era muy activo en la supresión de
aquella secta a través de sus dominios5. Por ello el 24 de Julio, 1581, envió a
la magistratura superior de Vlotho, a Bertram de Landsberg, una mujer
acusada de brujería y profundamente implicada, rogando a los oficiales que
la examinaran muy estrechamente “ambos mediante medios amables y bajo
la tortura,” y añadiendo una orden expresa que “en caso de que siguiera
rechazando confesar, se la sometería al juicio por agua.” Fue al Duque John
William, su príncipe territorial, que en 1596 Franz Agricola, pastor de
Sittard, un fuerte opositor de Weyer, Hermann Neuwaldt, Wilkin, Anton
Praetorius, y de la escuela racionalista, dedicó su “De Hechiceros,
Hechiceras y Brujas,” en el prefacio de cuyo panfleto dice claramente: “No
sé si hay algunos autores Católicos que hayan tratado de este tema en
Alemán, pero de ninguna forma se hallan los gobernantes suficientemente
informados del horror y la monstruosidad de este pecado;....así que el más
escandaloso peligroso y abominable pecado de la brujería y la hechicería se
ha extendido en todas direcciones; ninguna región, ciudad, pueblo, o
distrito, ninguna clase de la sociedad se halla libre de él.”
Lambet Daneau escribiendo en 1574 nos cuenta que en algunos
distritos las brujas son tan desafiantes y audaces que afirman abiertamente,
que si únicamente tuvieran un hombre eminente y de renombre por capitán
podrían volverse tan fuertes y numerosas que podrían marchar contra un
poderoso rey en batalla abierta y vencerlo fácilmente con la ayuda de sus

5
sobre las persecuciones de brujas en el distrito del Bajo Rin ver de Kuhl “Historia de la
Ciudad de Jülich,” en 3 Partes, Jülich, 1891-94.

11
artes.” Quizás fuese James I quien sólo tuviera su trono de Escocia temeroso
del obscuro Conde de Bothwell. En los últimos años también se ha
cumplido terriblemente el alarde de las brujas.
La escritura del “Compendium Maleficarum,” fue pues adecuada a
su tiempo y necesaria. Una segunda edición “Ex Collegii Ambrosini
Typographia,” apareció en 1626. El texto aquí se amplía considerablemente
mediante mayor número de ejemplos y la discusión ampliada de interesantes
aspectos teológicos. Se añade un exorcismo junto con varias Bendiciones,
en particular para los enfermos, como el “Modus Curandi Febricitantes.”
La segunda obra de Guazzo fue la vida del Bendito Alberto Besozzo,
uno de los primeros Ambrosianos, y especialmente venerado como
Propagador de la Orden, “Vita del Beato Alberto Besozzo,” Milán, Nava,
4to, 1625. Esta notable obra fue ampliamente estimada por la elegancia de
su estilo, y aportó a Guazzo un nada pequeño incremento de su reputación
como hábil hagiógrafo. La monografía fue reeditada por la casa Milanesa de
Corrada, 4to, 1684. En 1643 se publicó en Venecia el último libro de
Guazzo, “Il principe perfetto,” 12 mo.
Se ha conjeturado que “Il principe perfetto” pudiera ser un volumen
póstumo, en cuyo caso debiéramos fechar la muerte de Guazzo hacia 1640,
y se ha además sugerido que la disolución de los monasterios de los
Ambrosianos – una supresión determinada algunos años antes – fue
pospuesta a propósito hasta después del fallecimiento de tan honorado y
famoso miembro de esta comunidad.
Francesco Maria-Guazzo llega ante nosotros como un escritor y
académico de talla nada vulgar. A lo largo del “Compendium Maleficarum”
he contado citas y referencias a más de doscientos cincuenta autores, y estos
ejemplos nunca son de algún libro común o extractos aleatorios, sino
pertinentes, ilustrativos, bien escogidos y bien empleados. Sus lecturas y
erudición eran prodigiosas. Impregnado de la ciencia de los Concilios y de
los Padres, ambos Griegos y Latinos, las obras de S. Basilio, S. Gregorio
Nazianzen, S. Athanasio, S. Juan Chrysostomo, S. Cyrilo, Tertuliano,
Lactantius, S. Agustín, S. Ambrosio, S. Jerónimo, S. Bernardo, S. Pedro
Damián, Dionysio el Carthusiano, y muchos otros de gran nombre le son
fácilmente familiares. Con igual facilidad citará a Cedrenus y a Pontano;
Pliny y al Dominico Silvestre; Lucian y Luitprand; Hippocrates y Francesco
Mattioli; el campeón Católico, el Obispo Dubravsky de Olmütz y al
Protestante Philip Camerarius, el hijo del compañero de Melancthon en la
Confesión de Augsburgo.
Pese a que el “Compendium Maleficarum” fue de un vez aceptado como
supremamente autoritario por todos sus contemporáneos, y posteriores
demonólogos no han sido lentos a la hora de recomendar, alabar, y hacer un
12
llamamiento final a este muy salutario y excelente tratado – el ilustre y
juicioso Sinistrari manifiesta y formalmente no simplemente sigue sino que
de hecho parafrasea íntegramente más de un capítulo cuando discute los
obscuros problemas la bujería – es de hecho sorprendente que Francesco-
Maria Guazzo no haya generalmente alcanzado la reputación de un Bodin,
un Remy, un Boguet, o de un De Lancre. La razón de esto yace sin duda en
el hecho que estos autores fueron también hombres de acción, cada uno de
los cuales por fuerza desde su propio cargo y condición estuvieron
ampliamente ante el ojo público, y combatieron celosamente por el bien
público. Jean Bodin ganó fama como político, un diputado del Tercer
Estado en el Consejo General de Blois, Fiscal General en Laon; Nicolas
Remy ostentó durante quince años el cargo de Consejero-Privado y Juez en
jefe del Ducado de Lorena; Boguet fue “Gran Juez de St. Claude en el
Condado de Borgoña”; Pierre De Lancre, el pudiente magistrado de
Burdeos, sirvió como Comisionado Extraordinario en los juicios de brujas
de Labourd. Francesco-Maria Guazzo se mantuvo como un simple fraile,
sujeto a una obscura y solitaria Congregación.

Y sin embargo el “Compendium Maleficarum”6 es un tratado de no


menor importancia que el “Démonomanie des sorciers” y el “Tableau de
l’inconsistance des mauvais anges et démons.” Guazzo analiza y describe
como quizás no ha hecho ningún otro demonólogo con igual concisión y
claridad toda la práctica y profesión de la brujería. Aunque nunca escatima
en ejemplos y detalles de hecho nunca extrae ejemplos de los juicios que
había examinado y juzgado como hacen Boguet y De Lancre, un rasgo que
imbuye a su trabajo un valor especial y personal, pero el “Compendium
Maleficarum” puede ser consederado de alguna forma como un volumen
complementario, un libro de texto esencial sobre el tema, como si fuera, un
tratado que prueba y demuestra cada circunstancia del Satanismo y la
hechicería.

Para el historiador, para el estudioso de lo oculto, el trabajo de


Guazzo es de incalculable valor, y no es mucho decir que puede pretender
escaso conocimiento sobre aquella maléfica sociedad y sus horrendas
prácticas quien no conozca íntimamente estas páginas. También además
hallará que los no menos valiosos de estos capítulos son aquellos que tratan
“De Remediis Diuinis,” y en particular los apartados “De Eucharistia,” “De
Signo Sanctae Crucis,” y “Auxilium singulare Beatae Mariae Virginis,” per
Quam, ut ait Bernardus, Deus nos uoluit totum habere.

6
Curiosamente no hay mención al libro ni en Graese ni en Brunet.

13
MONTAGUE SUMMERS.
In Festo B.M.V. Diuini Pastoris Matris, 1929.

14
PREFACIO
Pese a que el “Compendium Maleficarum”, ambos por su erudición
enciclopédica del autor y la precisión científica de sus detalles, debe
considerase como uno de los más importantes Manuales de Brujería, no
sólo – ampliamente debido a su considerable concentración de pensamiento
y expresión y a los muchos tecnicismos – es su Latín original más que
extraordinariamente difícil, sino que a Guazzo le hicieron un flaco favor en
1608 y en 1626 sus impresores, porque esas dos (que son las únicas)
ediciones del libro están desfiguradas por una superabundancia de los más
crípticos errores tipográficos. De hecho antes de que la obra pudiera ser
bien transcrita al Inglés (N.d.T. y lógicamente al castellano, puesto que
esta edición se basa en la Montague Summers) creí que era necesario
preparar algo parecido a una definitiva reconstrucción del texto, un
preliminar que, siendo bastante mecánico, hubo de costarme no poco
tiempo y esfuerzo.
Escribir un comentario completo sobre el “Compendium
Maleficarum,” añadiendo más y posteriores ejemplos de las muchas malas
prácticas y artimañas de la brujería, la transvección de los hechiceros a sus
reuniones, las abominaciones de los Aquelarres, la adoración al demonio,
las ofrendas de servidumbre diabólica, el “osculum infame,” los
divertimentos, los bailes, la lubricidad de los Íncubos y Súcubos, la malicia
y malévolos encantos de los Satanistas, todos los cuales y aún más obscuros
secretos Guazzo ha tan amplia y autoritariamente expuesto, sería escribir
una segunda “Historia de la Brujería,” otro volumen tan denso y tan
detallado como el propio “Compendium”. Por muy interesante y útil que se
hubiera demostrado hacer accesibles a los contemporáneos las continuadas
prácticas de esta horrenda Sociedad he juzgado mejor reservar una
relación tan extensa para otra ocasión distinta, y por ello he añadido a la
obra de Guazzo una cantidad mínima de anotaciones. Incluso así soy
plenamente consciente de que en las glosas se hallará información alguna
de la cual pueda parecer superflua. Por otro lado soy constantemente
requerido para ilustrar aquellos manuales de los demonólogos con
comentarios mucho más extensos de lo que yo deseo, así que en definitiva
es, me temo, imposible dar entera satisfacción a cada estudioso y lector. En
el caso presente francamente reconozco que por causa de limitaciones
prácticas de espacio, y no por alguna otra razón, me he sentido obligado ha
hacer completa abstracción de no poca cantidad de materias relacionadas
que me proponía a tratar por completo, como también ha sido necesario

15
para mí tratar con economía otros particulares que no desmerecían una
más profunda investigación.
Al ilustrísimo Prefecto de la Biblioteca Ambrosiana, Monseñor
Professore Giovanni Galbati, le estoy enormemente agradecido por los
problemas y las molestias que ha asumido tan generosamente por mí al
realizar investigaciones muy específicas relativas a Francesco-Maria
Guazzo y al comunicarme importantes detalles biográficos e históricos
sobre los Ambrosianos.
Mis más sinceros agradecimientos al Dr. H.T. Norman, no sólo por
el préstamo de muchos raros ejemplares sobre brujería de entre los tesoros
de su biblioteca, sino también por el muy sincero e inspirador interés que
ha dedicado cordialmente a la presente colección.
MONTAGUE SUMMERS.

16
ÍNDICE
PREFACIO AL LECTOR ............................................................................. 5

INTRODUCCIÓN DEL EDITOR ................................................................ 7

PREFACIO .................................................................................................. 15

LIBRO I ....................................................................................................... 19

CAPÍTULO I La Naturaleza y Extensión del Poder de la Imaginación. ........................19


CAPÍTULO I La Naturaleza y Extensión del Poder de la Imaginación. ........................19
CAPÍTULO II Sobre la Magia Artificial.........................................................................23
CAPÍTULO III Sobre si la Magia puede producir Verdaderos Efectos. .........................29
CAPÍTULO IV De cómo las Brujas Efectúan sus Prodigios con la Ayuda del
Diablo. .............................................................................................................................33
CAPÍTULO V Los Hombres de Brujas Reconocidas desde Antiguo por Hazañas
Prodigiosas. .....................................................................................................................37
CAPÍTULO VI Sobre el Pacto de las Brujas con el Diablo. ...........................................41
CAPÍTULO VII Como mediante sus Terribles Hazañas y Maldiciones las Brujas
Producen Lluvia y Granizo, etc. ......................................................................................49
CAPÍTULO VIII El Poder de las Brujas sobre Elementos Externos...............................53
CAPÍTULO IX Sobre si el Diablo puede Verdaderamente Enriquecer a Sus
Sujetos. ............................................................................................................................59
CAPÍTULO X Sobre si las Brujas Pueden mediante su Arte Crear alguna Cosa
Viva. ................................................................................................................................63
CAPÍTULO XI Sobre si Verdaderamente hay Diablos Íncubos y Súcubos; y
sobre Hijos pueden se Generados por la Cópula con ellos. .............................................67
CAPÍTULO XII Sobre si las brujas son Realmente Transportadas de un Lugar a
Otro para sus Asambleas Nocturnas. ...............................................................................73
CAPÍTULO XIII Sobre si las Brujas pueden Transmutar Cuerpos de Una Forma
a Otra. ..............................................................................................................................95
CAPÍTULO XIV Sobre si las Brujas tienen el Poder de Hacer Hablar a las
Bestias. ..........................................................................................................................101
CAPÍTULO XV Sobre si el Diablo puede Hacer a los Hombres Insensibles a la
Tortura. ..........................................................................................................................105
CAPÍTULO XVI Si mediante la Brujería y la Obra del Diablo los Sexos pueden
ser Intercambiados.........................................................................................................109
CAPÍTULO XVII Sobre si los Espíritus de los Muertos pueden Aparecerse a los
Hombres. .......................................................................................................................113
CAPÍTULO XVIII Sobre Apariciones de Demonios, o de Espectros. ..........................133
CAPÍTULO XIX De como los Cacodemonios Ejercen sus Poderes Mágicos por
su Propia Voluntad. .......................................................................................................145

17
LIBRO II.................................................................................................... 149

CAPÍTULO I Sobre los Encantamientos Soporíficos ...................................................149


CAPÍTULO II Las Brujas hacen uso de Cadáveres Humanos para Asesinar a los
Hombres. .......................................................................................................................157
CAPÍTULO III Sobre los venenos de las Brujas...........................................................159
CAPÍTULO IV Aclarando las Cuestiones.....................................................................163
CAPÍTULO V Sobre la Brujería Incendiaria. ...............................................................169
CAPÍTULO VI El Diablo desea Perpetuar la Raza de las Brujas. ................................171
CAPÍTULO VII Sobre las Varias Formas en que las Brujas Vierten su Odio sobre
la Raza Humana.............................................................................................................175
CAPÍTULO VIII Sobre las Distintas Enfermedades Provocadas por los
Demonios.......................................................................................................................185
CAPÍTULO IX Porqué Dios le Permite al Diablo Ocuparse de esta manera con la
Brujería..........................................................................................................................195
CAPÍTULO X Las leyes Observadas por las Brujas en Provocar y curar
Enfermedades. ...............................................................................................................211
CAPÍTULO XI Las Brujas Utilizan algo de la Religión para Curar las
Enfermedades. ...............................................................................................................215
CAPÍTULO XII Amenazar o Apalizar a las Brujas es el mejor Método para
Suprimir los Sortilegios que han realizado. ...................................................................217
CAPÍTULO XIII Tras las Muchas Blasfemias Cometidas por las Brujas, el
Demonio al final Intenta Inducirlas a Matarse con sus Propias Manos. ........................225
CAPÍTULO XIV Sobre Aquellos que una vez Caídos en su Poder el Diablo
mantiene su Tenaz Garra, incluso cuando son Torturados por Sus Jueces, o se
hallan en Lugares Sagrados, o donde quiera que Se Encuentren...................................231
CAPÍTULO XV Un resumen en Pocas Palabras de Todos los Crímenes de las
Brujas.............................................................................................................................235
CAPÍTULO XVI Los Diablos engañan y Seducen mediante Falsas Revelaciones
o Apariciones.................................................................................................................239
CAPÍTULO XVII Sobre la Invocación de Dios. ...........................................................255
CAPÍTULO XVIII Sobre el Juicio mediante Combate Singular...................................259
CAPÍTULO XIX Sobre la Vulgar Purgación por el Fuego. ..........................................263
CAPÍTULO XX Sobre las Gentes Supersticiosas. ........................................................277

LIBRO III .................................................................................................. 281

CAPÍTULO I Sobre si es Legítimo Disipar un Encantamiento con el Propósito de


Sanar a Alguno que esté Embrujado..............................................................................281
CAPÍTULO II Como Distinguir a los Endemoniados, de Aquellos que están
Simplemente Embrujados..............................................................................................289
CAPÍTULO III Recientes Ejemplos de la Piedad de Dios y de la Tiranía del
Diablo. ...........................................................................................................................295
CAPÍTULO IV Sobre los Remedios Divinos y Sobrenaturales. ...................................303

FINIS ......................................................................................................... 345

18
COMPENDIUM Libro I

LIBRO I
CAPÍTULO I
La Naturaleza y Extensión del Poder de la Imaginación.

Muchos son los autores que han escrito ampliamente sobre el poder
de la imaginación: por ejemplo Pico della Mirandola7, De Imaginationibus;
Marsilio Ficino8, De Theologia Platonica, Libro 13; Alonso Tostado9, On
Genesis, Capítulo 30; Miguel de Medina10, De Recta in Deum Fide, II, 7;
Leonard Vair11, De Fascino, II, 3; e innumerables otros. Todos se hallan de
acuerdo en que la imaginación es una fuerza de lo más poderosa; por ambas
argumentación y experiencia demuestran que el propio cuerpo de un hombre
puede ser ampliamente afectado por su imaginación. Por lo que argumentan
que tal como la imaginación examina las imágenes de objetos percibidos por
los sentidos, excitado en la facultad de afinidad tanto el temor o la
vergüenza o la ira o la tristeza; y estas emociones afectan al hombre con
calor o frío tales que su cuerpo empalidece o enrojece , y consecuentemente
se vuelve alegre y exultante, o torpe y desanimado. Por ello S. Tomás
(Contra Gent. III, 103) ha afirmado correctamente que el cuerpo de un
hombre puede ser afectado por su imaginación en cada una de las formas en

7
“Mirandola.” Giovanni Pico della Mirandola, 1463 – 1494. Son muchas las ediciones de
sus Obras Completas : Bolonia, 1496 ; Venecia, 1498 ; Estrasburgo, 1504 ; Basilea, 1557 ;
1573 ; 1601.
8
“Marsilio Ficino.” 1433 – 1499. “Theologia Platonica de animarum Inmortalitate,” tal
vez su obra más relevante, publicada en Florencia en 1482.
9
“Alonso Tostado.” Aprox. 1400 – 1455. Un famoso exegeta a menudo citado como
Abulensis o Alonso Abulensis por haber sido ordenado Obispo de Ávila en 1449. La última
edición de su obra consta de 27 volúmenes, edición, Venecia, 1728.
10
“Miguel de Medina.” 1489 – 1578. Un Franciscano Español, considerado uno de los
más distinguidos teólogos de su época. “Annales Ordinis Minorum,” xix, xxi.
11
“Leonard Vair.” Nacido en Benevento, de ascendencia Española, hacia 1540 ; Obispo
de Pozzuoli, donde murió en 1603. Su “De Fascino,” Libri III, Paris, 1583 ; Venetiis apud
Aldum, 1589, es un trabajo de singular erudición.

19
Libro I MALEFICARUM

que naturalmente se corresponden con la facultad de imaginar, como el


movimiento parcial en aquellos que duermen: pero que sus demás aptitudes
físicas que no mantienen relación natural con la imaginación no pueden
afectadas en esta forma; tal que la imaginación no puede, por ejemplo,
causar en ningún hombre el que añada un codo a su estatura.

Esta argumentación también queda probada por la experiencia


cotidiana de los sonámbulos que hacen cosas prodigiosas mientras duermen:
porque hay acuerdo en que esas cosas se realizan mediante el poder de la
imaginación mientras los sentidos duermen. Muchos de estos asuntos son
tratados por Martin Delrio12, Disquisitiones Magicae, Quaest. I, 3.

Ejemplos.

MARTIN DELRIO13 cuenta lo ocurrido en un monasterio de Lieja hace


algunos años. Había un cierto hermano lego cuya función era durante el día
enseñar los rudimentos del Catecismo a una clase de chicos: y mientras
dormía sus pensamientos estaban ocupados con el mismo asunto, por lo que
solía enseñar mientras dormía, dando ánimos y riñendo a los chicos en voz
tan alta y con tanto fervor como lo hacía mientras estaba despierto; y de esta
manera perturbaba el sueño de aquellos que se hallaban cerca de él. Otro
hermano lego que dormía junto a él se quejaba a menudo de ello; y un día
bromeando le amenazó con , que si volvía a hacer aquel ruido, se levantaría
durante la noche e iría hasta su cama para pegarle con un látigo de cuerda. Y
¿Qué hizo entonces Gundislaus, porque tal era su nombre? En mitad de la
noche se levantó durante su sueño y fue de su cama a la camarilla de su
compañero con un par de tijeras en la mano con las que apuntaba
directamente a la cama del que le había amenazado . Pero ¡Vean la
providencia de Dios! La luna brillaba, y la noche era clara y despejada; por
lo que el hermano, que se hallaba despierto, le vio acercarse y de una vez se
lanzó de la cama hacia el lado en que la partición se hallaba más alejada. El
durmiente llegó hasta la cama y apuñaló el colchón tres o cuatro veces con
las tijeras, y rápidamente volvió al sitio de donde venía. A la mañana le
preguntaron, y dijo que no recordaba nada de ello, añadiendo que jamás
había tenido el menor pensamiento de hacer nada parecido; pero que
12
“Martin Delrio.” Este famoso académico Jesuita nació en Amberes, 17 de Mayo, 1551, y
murió en Lovaina, 19 de Octubre 1608. Su enciclopédico “Disquisitionum Magicarum
Libri Sex,” 3 vols., 4to, 1599, fue frecuentemente reeditado. De entre ellos la edición, 1603,
Mainz, está entre las de más alta estima. Se ha dicho alguna vez que la primera edición de
la obra de Delirio fue Mainz, 1593, pero esta edición no es mas que un mito.
13
“Delrio.” “Disquisitiones Magicae,” III, q.3.

20
COMPENDIUM Libro I

solamente se había planteado asustar a aquel hermano y hacerle desistir con


las tijeras si se le hubiera acercado con un látigo.

Dos Amigos14 se hallaban viajando juntos de regreso a su propia


tierra y llegaron un día a una ciudad en la que uno de ellos tenía un conocido
con quien hospedarse, mientras el otro fue a una posada para pasar la noche,
con la intención de proseguir su viaje al día siguiente. Pero mientras su
huésped dormía el posadero, albergando el deseo avaricioso de apropiarse
de su dinero, lo mató; y habiéndolo hecho empezó a pensar en como podría
sacar disimuladamente el cuerpo de la ciudad para enterrarlo. La misma
noche el hombre asesinado se le apareció en un sueño a su compañero que
dormía en casa de su amigo, y dijo: “Amigo mío, amigo mío, ayúdame;
porque el posadero tiene intención de matarme.” Una o dos horas después se
le apareció de nuevo, diciendo: “Ah, mi amigo, no me has ayudado; y mira,
el cruel posadero me ha destruido.” Algo más tarde la misma noche volvió
una tercera vez durante su sueño, y dijo: “Amigo mío, no me ayudaste a
escapar de manos de mi asesino, y ahora yazco muerto. Y el asesino está
pensando en como disponer y enterrar mi cuerpo en los campos fuera de los
muros de la ciudad; y ya me ha escondido en un carro cargado de estiércol.
Te lo suplico, si me quieres, no lo permitas, pero al menos cuida de que sea
enterrado de forma honrosa y adecuada.” Por la mañana el hombre despertó,
y aterrorizado por su sueño, fue a buscar a su amigo. Le preguntó al
posadero: “¿Dónde está mi amigo? ” Él contestó, con las palabras de Caín:
“¿Soy acaso su guardián? Se levantó y se fue, llevándose sus cosas consigo.
No sé donde fue.” El amigo estuvo un rato dudando en lo que debía hacer:
pero entretanto vio en el patio un carro cargado con estiércol. El hombre
entristecido fue conmocionado por la visión que había visto en su
imaginación y, al no poder encontrar a su amigo, se pensó el asunto en
silencio. Esperó algún rato para ver si su amigo iba a volver; y cuando no
volvió, dijo que quizás había empezado su viaje, y añadió: “Adiós pues: si
viene mi amigo diga que he proseguido viaje, y dígale que me siga.” Fue
entonces directamente al alcalde y contó lo que le había sucedido a su
amigo, mencionando el carro de estiércol y añadiendo toda la demás

14
“Dos Amigos.” Esta historia es muy famosa en la literatura Inglesa al haber sido
incluida por Chaucer en “Nonne Peeestes Tale of the Cok and Hen, Chautecleer and
Pertelote”. Guazzo la extrae de Cicero, “De Diuinatione,” I, 27. También la relata
Valerius Maximus, I, 7 (“De Somniis”), donde Warton supuso erróneamente que Chaucer
la había encontrado. Pero queda claro que Cicero es el autor al que Chaucer refiere,
puesto que en “De Diuinatione” se hallan dos historias ambas relatadas por el poeta, pero
en orden cambiado y cuenta antes de la segunda narración: Y pues, en el mismo libro
leo,Justo en el capítulo posterior a este...

21
Libro I MALEFICARUM

información necesaria. El alcalde mandó a sus alguaciles, que se


mantuvieron a distancia y vigilaron lo que iba a hacer el posadero. El
asesino, pensando que se hallaba seguro al haberse marchado el amigo del
hombre muerto, emprendió su camino con el carro para salir de la ciudad.
Al ver esto los alguaciles corrieron hasta él y dijeron: “¿A dónde va buen
hombre, y para qué es este estiércol? Nos han ordenado tomar posesión de
él.” Y revolviendo el carro encontraron al hombre asesinado yaciendo entre
el estiércol. El asesino fue prendido, y tuvo el terrible castigo que su crimen
merecía.

22
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO II
Sobre la Magia Artificial.
Argumentación.

La Magia es de dos tipos, la natural y la artificial. La magia natural o


legítima era, junto con toda la demás sabiduría, un don Dios hizo a Adán,
que al poblar el mundo transmitió a la posteridad. Esto como Psellus15 y
Proclus16 han afirmado, no es más que un más exacto conocimiento de los
secretos de la Naturaleza, el cual mediante la observación de los cursos e
influencias de las estrellas en los cielos, y las simpatías y antipatías
existentes entre elementos dispares, compara una cosa con otra y así opera
prodigios que a los ignorantes parecen milagros o ilusiones. Como cuando
Tobías diluyó la ceguera de su padre con la vesícula biliar de un pez,
facultad que Galen y otros muchos atribuyen al dragonete17. Al igual que el
sonido de un tambor hecho con piel de lobo ahoga al de un tambor hecho
con piel de cordero. Otros muchos notables ejemplos son mencionados por
S. Agustín18: como la carne del pavo que no se descompone; cortada en frío
conservada por la nieve, y por su calor madura la fruta; una tiza que se
incendia al contacto del agua, pero que no prenderá si se derrama aceite
sobre ella; La sal de Girgenti que se funde al fuego, pero que se vuelve dura
y cruje en el agua; y otras muchas similares.

El otro tipo es la magia artificial, que produce prodigios mediante la


habilidad humana. Esto a su vez tiene dos facetas, la Matemática y la
Prestidigitativa. La magia matemática se relaciona con los principios de la
Geometría, la Aritmética o la Astronomía: y ejemplos de ello son el
incendio de los barcos durante el asedio de Siracusa (“Asedio de Siracusa.”

15
“Psellus.” Michael Constantine Psellus, 1020 – 1110 (Caillet); o aprox. 1018 –
aprox.1078 (Adrian Fortescue), el celebrado filósofo Bizantino, alcanzó una gran
reputación en Constantinopla, e incluso ahora Krumbacher, “Byzantinische
Littereraturgesh.” (segunda edición, Munich, 1897), lo contempla como “El primer
hombre de su tiempo”. En París, 1618, se publicó “ “De Operatione Daemonum”
Dialogus Gilbertus Gaulminus Molinesis primus Graece edidit et notis illustrauit. ”
16
“Proclus.” Nacido en Constantinopla, 410; fallecido en Atenas, 485. “El Neo-
Platonismo Escolástico.” Sus escritos fueron recopilados por Cousin, “Procli Opera,”
París, 1820 – 25.
17
“Dragonete.” Cf. Pliny, “Historia Naturalis,” XXXII, 7: “ Callionymi fel cicatrices
sanat, et carnes oculorum superacuas consumit.”
18
“S. Agustín.” “De Ciutate Dei,” XXI, 4,5, y 6 “ Una tiza que se incendia al contacto del
agua,” “Eam uiuam calcem loquimur,” i.e. “Cal viva.” “La sal de Girgenti.” Cf. Pliny,
“Historia Naturalis,” XXXI, 7: “Agrigentinus ignium patiens ex aqua exsilit.” Esto es
repetido por Solinius, “Poly-historia,” XI, y S Isidoro “Etymologiae,” XVI, 2, 4.

23
Libro I MALEFICARUM

Siracusa fue capturada por Claudius Marcellus en el 212 a.c.. La historia


del incendio de la flota Romana mediante la reflexión de los rayos del sol,
un ingenio atribuido al talento de Arquímedes, no se halla en Plutarco,
Polybus, o Livy. Es primeramente mencionado por Galen, “ De Temp.” III,
2; y Lucian, “Hipp.” II, 2. Con todo detalle se narra por Johannes Tzetzes,
“Chiliades,” II, 103, y sig.) mediante el uso de espejos; el vuelo de palomas
de madera de Archytas19 de Tarentum, los pájaros de oro cantores20 del
Emperador Leo; y cosas similares. Ahora podemos afirmar que por estos
medios nada puede ser realizado que se oponga a la naturaleza de las cosas,
pero que más bien son necesarias la ayuda de causas naturales y la
aplicación correcta de ciertos movimientos y dimensiones. El otro tipo, que
puede llamarse Prestidigitativa, es grotesca e ilusoria, y sus efectos no son
tales como aparentan. A esta especie pertenece mucho de lo que se cree
realizan malabaristas y funambulistas mediante fingidos encantamientos
tanto como gracias a la agilidad de sus manos y de sus pies. Estos prodigios
son realizados a veces por bestias animales hábilmente entrenadas; otras
veces son efectuadas por los sigilosos movimientos de personas ocultas,
como en el caso de los sacerdotes de Bel21 que aseguraban que la comida era
ingerida por el Dragón. Ahora bien la taumaturgia y la magia natural son en
sí mismas buenas y acordes con las leyes, como lo son cualquiera de las
artes en si mismas. Pero puede ocurrir que se torne contraria a las leyes:
primero, cuando se realizan con algún propósito maligno; segundo, cuando
son motivo de escándalo, al pensarse que se realizan con la ayuda de
demonios; tercero cuando involucra cualquier peligro espiritual o físico para
el prestidigitador o los espectadores. Y hay que señalar que de cada diez
trucos de ilusión prestidigitativa, estos hombres realizan un simple juego de
manos, para así alimentar la creencia de que no hay ilusión o brujería en
nada de lo que hacen, pero que todo lo realizan mediante pura habilidad y
destreza. Ulricus Molitor22 afirma que el diablo es capaz de hacer que una

19
“Archytas” vivió probablemente alrededor del 400 a.c. Nuestra mayor autoridad sobre lo
poco que de su vida se conoce es Diógenes Laertius, VIII, 79 – 83
20
“los pájaros de oro cantores” “Cuando los cruzados llegaron de sus grises castillos a
Constantinopla, quedaron maravillados por la magnificencia que vieron en la Corte del
Emperador. Contaron a su regreso, historias casi fabulosas sobre las maravillas que
habían visto, los onerosos juguetes, leones de oro que rugían, árboles de joyas en los que
pájaros de esmalte batían sus alas y cantaban, tronos de marfil y sábanas de pórfiro.”
Fortescue, “La Iglesia Ortodoxa de Oriente,” Parte I, capítulo 3.
21
“Bel.” “Daniel” xiv.
22
“Ulricus Molitor.” Un abogado erudito de Constancia, que siendo consultado por
Segismundo de Austria sobre varios asuntos de brujería publicó en Enero, 1489, su famoso
tratado “ De laniis [ sic ] et phitonicis mulieribus.” Molitor falleció en 1492.

24
COMPENDIUM Libro I

cosa parezca otra; y Nider23 nos cuenta que muchos otros trucos son
practicados por prestidigitadores. Puesto que este arte prestidigitativo fue
enseñado por los demonios gigantes antes del Diluvio, y de ellos lo aprendió
Ham24, y de él los Egipcios, y después los Caldeanos y los Persas, y así
sucesivamente. S. Clemente en sus Reconocimientos (IV) afirma: Zoroastro
fue el primero de los Caldeanos, y fue alcanzado por el rayo como
recompensa adecuada por sus acciones.

Ejemplos.

De cierta virgen de Colonia se decía que había realizado en presencia


de nobles prodigios que parecían ser debidos a artes mágicas: porque se
decía que había roto una servilleta, y de repente la recompuso ante los ojos
de todos; Lanzó un vaso de cristal contra la pared y lo rompió, y en un
instante lo reparó de nuevo; y hacía otras cosas semejantes. Escapó de las
manos de la Inquisición con una condena de excomunión.

De la misma fuente oímos de un prestidigitador en Francia llamado


Trois Eschelles25, que ante los ojos de todos y en presencia de Charles IX,
llamado el Rey Venerable, encantaba al parecer los anillos del collar de
cierto noble señor sentado a cierta distancia de él, de forma que volaron uno
a uno hasta su mano; donde el collar fue pronto hallado entero y sin daño
alguno. Este hombre fue condenado por muchas acciones que no podían ser
atribuidas a ningún arte ni habilidad humanos o a causa natural alguna, y
confesó que eran todas obra del diablo, pese a haberlo negado antes
obstinadamente.

John Trithemius26 relata que muy anteriormente, en el año 876 en


tiempos del Emperador Louis27, un tal Zedequías, de religión judía y médico

23
“Nider” Jean Nider, O.P., prior de una importante casa Dominica en Basilea, inquisidor
papal y rector de la Universidad de Viena. Falleció en 1438. Sus trabajos son muy
conocidos y hay constantes llamadas a su autoridad. La edición del “Formicarius” (o
“Fornicarium”) que he utilizado es la de Douai, 1602.
24
“Ham.” Cf. “Malleus Maleficarum”, Parte I, Pregunta 2: “ Vincent de Beauvais en su
“Speculum historiale”, citando muchas autoridades eruditas, afirma que el primero en
practicar las artes de la magia y la astrología fue Zoroastro, de quien se dice fue Cham
(Ham), el hijo de Noé.” Esta tradición la encontramos con frecuencia.
25
“Trois Eschelles.” A propósito de él, consultar “Geografía de la Brujería,” de
Montague Summers, c.v., págs. 398 – 9 y 426. También Bodin, “Demonomanie” (ed. Lyon,
1593), III, 5, págs. 329 – 30; IV, 4, págs. 421 – 2; y IV, 5, pág. 509.
26
“John Trithemius.” El famoso abad Benedictino nacido en Trittenheim, I de Febrero
1462; y fallecido en Würzburg, 13 de Diciembre, 1516.

25
Libro I MALEFICARUM

de profesión, realizaba prodigios en presencia de Príncipes. Aparentaba


devorar un carro cargado de paja, junto con su conductor y los caballos;
acostumbraba a cortar las cabezas de los hombres, y las manos y los pies, y
los exhibía en un cuenco del que goteaba la sangre, y de repente devolvería
aquellos hombres restaurados cada uno a su sitio; y en pleno invierno creó
en el palacio del Cesar un jardín de lo más bello, con árboles, césped, flores,
y el canto de pájaros producidos de repente.

Thomas Fazelli, O.P.28, narra en su De rebus Siculis Decade II. v. 2


(también Dic. I. iii. I) prodigios de un cierto Diodorus, comúnmente
conocido como Liodorus, que estaba dotado de artes mágicas y prosperaba
en Catania gracias a su fabulosa habilidad para crear ilusiones. Este hombre,
mediante el poder de sus encantamientos, aparentaba transformar hombres
en bestias animales, efectuar la metamorfosis de casi todas las cosas en
nuevas formas, y de atraerse instantáneamente objetos muy alejados de él.
Además de mediante la difamación y el insulto y el envilecimiento de las
gentes de Catania las condenó a tan vana credulidad que las incitó a
venerarlo. Cuando fue entregado para ser castigado con la muerte, mediante
su preeminente habilidad para los encantamientos fue arrancado de las
manos de sus carceleros hacia el aire volando de Catania a Bizancio, de la
que Catania era entonces sujeto, y de vuelta de Bizancio a Catania en un
muy corto espacio de tiempo. Y así la gente se preguntaba por esta magia
por la que creían que había algún poder divino en él, y en este error
sacrílego empezaron a adorarlo. A la larga Leo, Obispo de Catania, recibió
un repentino poder de Dios y en medio de la ciudad lo condenó a la vista de
todos a un horno de fuego, en el que se quemó. De esta forma prevaleció la
justicia divina; porque aquel que había escapado de la muerte de las manos
demasiado indulgentes de los jueces, no pudo escapar de las manos del
Santo Varón.

27
“Louis.” Louis el Germánico, tercer hijo de Louis le Debonnaire, nacido en 806;
fallecido en 876.
28
“Thomas Fazelli, O.P.” Este famoso historiador, una de las glorias de la Orden de los
Dominicos, nació en 1498 en Sacca, una ciudad de Sicilia, no lejos de Palermo, donde aún
en su juventud se unió al Priorato de San Domenico. “In omni scientarum genere excelluit.
Orator enim euasit, poeta, philosophus, theologus Patauii laureatus.” según el viejo
biógrafo. Entre las obras de Thomas Fazelli las de mayor importancia son: el póstumo
“Thesaurum Antiquitatum et Historiarum Siciliarum,” Tomi x, 1579, y la historia que aquí
se cita, “De rebus Siculis decades duo,” “nunc primum in lucem edita,” Panormi, 1558.
Esta fue pronto traducida al Italiano. Fra Fazelli falleció en el convento de Palermo, 8 de
Abril, 1570. Para mayor detalle ver Quétif – Echard, “Scriptores Ordinis Praedicatorum,”
vol. II, págs. 212-13.

26
COMPENDIUM Libro I

En nuestros propios tiempos se dice que un tal Cesare, un Maltés,


fue capturado por los Parisinos, pero escapó astutamente de la prisión; y
esto junto con otras acusaciones, fueron llevadas contra él en juicio por
Bazius el Inquisidor. Pero mientras estaba siendo exhortado en el temor de
su perdición, y habiendo el Gobernador de aquel tiempo requerido que los
Jueces Eclesiásticos presidieran la investigación, se liberó hasta en medio
del Tribunal donde empezó a realizar muchos nuevos prodigios. Hizo que
otra persona sostuviera cartas mágicas en sus manos, y manteniéndose a
distancia alteró su apariencia dos o tres veces: encantó para si vasos
colocados en otra parte de la mesa simplemente moviendo un pequeño trozo
de cristal: en algunos momentos adivinaba el pensamiento de los demás,
como cuando extendía sobre la mesa un gran numero de pequeños granos de
azúcar, y le dijo a cada hombre en que grano estaba pensando; e incluso
cuando alguien dudaba de su elección, y después alcanzara una decisión
después de alguna vacilación, se jactaba de saber desde mucho antes cual
iba a elegir: y muchos otros prodigios similares afirmaba realizar. Entonces
cuando fue llamado por tercera vez a juicio por el muy ilustre Arzobispo de
Malinas, el erudito Hovius29, en el año 1600; y pese a que se comprometió a
aparecer, escapó a un refugio con un Príncipe que era el principal campeón
del Anticristo. Este Príncipe quien en contra de la ley mantuvo al
prestidigitador fuera del alcance de la autoridad del Juez apenas vivió dos
años más, muriendo así en la flor de la vida; y después de haber emprendido
la defensa de una causa maléfica nada fue prospero en su gobierno. De esto
se desprende que Dios jamás deja sin castigo a aquellos Príncipes que
protegen a Sus enemigos; porque Él ha mandado expresamente: “No ha de
vivir la hechicera” (Exodo xxii, 18).

29
“Hovius.” Matthias Hovius fue ordenado Obispo de Malinas, el 18 de Febrero de 1596;
falleció el 30 de Mayo, 1620. Este gran prelado, “qui coaeus omnes et dicendi celeritate et
ingenii facilitate antecelleuit”, es grandemente alabado por sus contemporáneos por sus
“ingentes dotes”, que eran la admiración de todos. Cornelius à Lapide en su prefacio de su
Comentario sobre las Epistiles de S. Pablo hace un notable tributo a la erudición del
Obispo Hovius.

27
Libro I MALEFICARUM

28
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO III
Sobre si la Magia puede producir Verdaderos Efectos.

Argumentación.

Cualquier hombre que sostenga que todos los efectos de la magia son
verdaderos, o que creyera que son todos ilusorios, sería antes más un rábano
que un hombre. Muy a menudo el diablo, siendo el padre de la mentira, nos
defrauda y ciega nuestros ojos o se burla de nuestros demás sentidos con
vanas imágenes ilusorias: y no son pocas las veces que Dios le impide
realizar mediante las brujas lo que querría y podría verdaderamente intentar;
y cuando ve que esto es así recurre a distracciones, para que su impotencia
no pueda ser percibida. Pero cuando Dios lo permite, y el diablo desea
producir un efecto verdadero, siempre que no exceda de su poder, no hay
nada que le impida obtener un resultado verdadero; porque entonces ejerce
principios activos sobre pasivos, y causas naturales para provocar
verdaderos efectos. Dionisio de Atenas (De Diuinis Nominibus, IV.) lo
demuestra cuando afirma que el Diablo no perdió, al cometer pecado, sus
dotes naturales, por lo que tiene la mayor fuerza natural junto con una
antiquísima e ilimitada experiencia que le permiten producir un efecto
verdadero cuando así lo desea. Pero las obras de las brujas son ilusiones, no
son reales sino aparentes. Esto lo demuestra Glycas30 cuando habla de los
Magos Egipcios que parecían poder hacer lo que Moisés hacia, y afirma:
“Podían efectivamente transformar sus varas en serpientes, pero el bastón de
Moisés se tragaba a las suyas. También transformaban el agua en sangre,
pero una vez que la habían transformado no podían devolverla a su estado
anterior. También podían producir plagas de ranas, pero eran incapaces de
proteger de ellas las casas de los Egipcios. Tenían el poder de traer plagas a
los Egipcios, pero no tenían poder para aliviar sus males. Si Dios hubiera
infligido a los magos las mismas llagas y pústulas que padecía el resto de la
gente; hubiera mostrado que no solamente eran incapaces de aplacar el
castigo divino, sino que debían ellos mismos tomar parte de él.”

Ejemplos.

Leemos que el hechicero Pasetes mediante ciertos encantamientos


producía la aparición de un suntuoso banquete, y podía a su vez hacerlo todo

30
“Glycas.” Michael Glycas, historiador Bizantino. Sus “Anales” comienzan con la
creación y concluyen con la muerte de Alexis I, Commeneus, 1118. Ediciones; Bekker,
Bonn, 1836; Migne, París, 1866.

29
Libro I MALEFICARUM

desaparecer según su voluntad. También era costumbre suya comprar cosas


y pagar por ellas su precio, pero poco después el dinero se descubría había
pasado secretamente del vendedor al comprador. En S. Clemente de Roma
también leemos mucho relacionado con Simón Magus: que había hecho un
hombre nuevo sacándolo de la nada, al que podía hacer invisible a su antojo;
que podía perforar piedras como si fuesen arcilla; que daba vida a las
estatuas; que cuando se le arrojaba al fuego no se quemaba; que tenía dos
caras como un nuevo Jano; que podía transformarse en carnero o en cabra;
que volaba por los aires; que de repente producía grandes cantidades de oro;
que podía poner y quitar reyes; que podía ordenar a una guadaña segar por si
misma, y que iba y segaba diez veces más que las demás; y que cuando una
ramera llamada Selene estaba en una torre, y una gran muchedumbre había
acudido a verla, la hacia aparecer simultáneamente en todas las ventanas y
exhibirse ante todos.

Anastasio31 de Nicaea afirma: “Simón Magus hacia caminar a las


estatuas, y cuando se le arrojaba al fuego no se quemaba, y volaba por los
aires, y hacía pan de las piedras. Se transformaba en serpiente y en otras
bestias; tenía dos caras: se volvía de oro; Podía hacer aparecer todo tipo de
espectros en festines; mandaba a muchas sombras ir por delante de él, de las
que decía eran las almas de los difuntos; hacía que los vasos de una casa se
movieran como si estuviesen animados por su propia voluntad sin que
hubiera aparentemente nadie que los llevara.”

El Obispo Dubravsky32 de Olmütz cuenta que un hechicero de


Bohemia llamado Zyto33 exhibía sus habilidades a veces con su propia

31
“Anastasius.” Un Teólogo y exegeta del siglo sexto. La referencia es de su “In Sacra
scriptura”
32
“Obispo Dubravsky.” John Dubravsky, Obispo de Olmütz, fue el gran campeón Católico
del siglo dieciséis, que refuto a Speratus, Hubmaier, Huter, Socinus y a otros sectarios. Sus
varios escritos incluyen cinco libros de piscatologia; el trabajo titulado “Ueber das heilige
Messopfer”; y los treinta y tres volúmenes de su monumental Historia de Bohemia. La
presente referencia es del Libro XXIII de su obra.
33
Zyto era el mago preferido del Emperador Wenceslao, y en con ocasión del matrimonio
de este ultimo con Sofía de Bavaria, se dice que sobrepasó con creces en su arte a todos los
hechiceros y prestidigitadores del país. Sus hazañas se recogen en no pocas crónicas: e.g.
Concil. Pragens. Anno 1355, c. 61 (Hartzheim, IV, 400); Höfler, “Prager Concilien,” p. 2
(Statuta breuia Arnesti anno 1353); Raynaldus, anno 1400, No. 14. La mayor parte de
estos trucos – el crecimiento de cornamentas en las cabezas de personas asomadas a las
ventanas; fardos de paja vendidos como cerdos y hundidos en agua que corre (fatal para la
brujería); la pierna que se desprende cuando se tira de ella; se transmitieron a la cultura

30
COMPENDIUM Libro I

forma y apariencia, y otras con la de otro; también que se presentó ante el


Rey vestido de púrpura y seda, que de repente se transformaron en sórdidos
harapos de lana; y que caminaba sobre el suelo como si estuviera navegando
sobre las aguas. A veces conducía un carro de cuatro ruedas tirado por
gallos. También solía divertirse de muchas maneras con los invitados del
Rey; a veces haciéndoles ser incapaces de alcanzar sus platos con las manos,
al transformarlas en pezuñas de bueyes o caballos; y otras colocando
amplias cornamentas de venado en sus frentes cuando se asomaban por las
ventanas para ver algún espectáculo que por allí pasara, de tal forma que no
podían volver a meter sus cabezas. Hizo treinta cerdos gordos de balas de
paja y los llevó a cierto rico panadero llamado Michael, diciéndole que
podía comprarlos al precio que él fijara; simplemente advirtiendo al
comprador que no llevara su nueva piara cerca del agua del río. El panadero
no tuvo en cuenta la advertencia, y vio como sus cerdos se hundían en el
agua mientras las balas de paja se mantenían a flote: entonces busco al
vendedor y al final lo encontró en una taberna acostado, estirado sobre un
banco; y cuando enfadado intento levantarlo tirando de una de sus piernas,
Zyto hizo que su pie y su pierna se desprendieran y quedaran en la mano del
otro. Zyto entonces se quejó a voces, y cogiéndolo por el cuello lo hizo
llevar ante el Juez. El panadero parecía haber sido cogido en flagrante
delito, y sufrió su castigo además de su perdida. Sobre esta facultad de los
hechiceros de desprenderse de sus miembros, véase Pliny, Libros 25, 26, y
28, y Aulus Gellius, Libro 10, capitulo 12.

popular y a los libros de coplas, siendo atribuidos a todo prestidigitador conocido. Estas
tres ilusiones son narradas en el “Dr. Faustus,” de Marlowe 4to, 1604.

31
Libro I MALEFICARUM

32
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO IV
De cómo las Brujas Efectúan sus Prodigios con la Ayuda del Diablo.

Argumentación.

El demonio puede efectuar los más rápidos movimientos locales de


los objetos, de tal forma que puede retirar un objeto de la vista y sustituirlo
por otro tan rápidamente que se escapa al entendimiento y a la visión de los
que miran y los induce a creer que el primer objeto se ha transformado en el
segundo. Debemos pues creer que las metamorfosis de los paganos eran de
este tipo; tales como la transformación de los compañeros de Diomedes en
pájaros, y la de Iphigenia en una cierva, como observa S. Agustín34. Estos
engaños fueron también expuestos por Astirius, cuyas hazañas fueron
salvadas del olvido por Eusebius.

Hemos, pues, considerar los prodigios como de dos tipos. El primero


es cuando el efecto no es debido a movimiento local alguno y esta más allá
del ámbito de la aplicación de causas naturales, como, por ejemplo, cuando
se levantan los muertos o la curación de la ceguera verdadera; porque en
tales siempre hay alguna distracción o desengaño. El otro es cuando un
objeto visible desaparece de repente; y esto es debido a algún ingenio
prestidigitativo. Un ejemplo de lo primero es cuando un hechicero coloca en
una habitación una arco hecho de un cierto tipo de madera, y una flecha de
otra madera, y una cuerda de cierta materia, y dispara la flecha y provoca la
aparición en dicho lugar de un río tan ancho como la longitud del disparo
con el arco: del segundo, cuando un caballo parece despedazado, y luego
aparece entero. De la misma especie es el truco mencionado por Nicetas35,
al que referiremos posteriormente, en el que un prestidigitador produce lo
que aparenta ser una serpiente. Pero para un mejor entendimiento de esto ha
de saberse que el diablo burla nuestros sentidos de muchas maneras
distintas. Primero cuando en todo o en parte esconde de nuestra vista un
objeto que se halla presente. Segundo, cuando altera de tal manera el medio
de nuestra vista que cuando un objeto es visto a través de ella parece distinto
de cómo es: como cuando la sal se mezcla con ácido y un trapo de hilo se
moja en él, si ese trapo es prendido con una vela las caras de los que se

34
“S. Agustín.” “De Ciutate Dei,” XVIII, 18.
35
“Nicetas.” Acominatus, también llamado Choniates (por el lugar de su nacimiento
Chonae en Phrygia). Se encuentra entre los más importantes historiadores Bizantinos. De
sus “Annales” hay ediciones de Bekker, Bonn, 1835; de Migne, París, 1865. “Annales,”
IV, 23.

33
Libro I MALEFICARUM

hallen presentes tomarán una apariencia fantasmagórica; o si a una vela


hecha de semen de asno y cera se la enciende todos los presentes parecerán
tener cabezas de asnos. Tercero, cuando los vapores del aire intermedio se
espesan y entonces parece que un gallo tira de una viga cuando en realidad
sólo es una paja. Cuarto, cuando los objetos parecen moverse a través del
aire, como los árboles les parece a los marinos que siguen el movimiento del
barco. Quinto, cuando se les muestra a los espectadores un cuerpo aéreo o
fantástico similar al que suponen que es. Sexto, por un rápido movimiento o
la repentina ocultación de objetos visibles, y mediante diversos dispositivos
secretos y divisiones de los mismos, como hacen los prestidigitadores con
cuerdas y pequeñas bolas, etc. Séptimo, si los humores corporales se
encuentran agitados o perturbados las cosas parecen ser distintas de como
son, como le ocurre a los borrachos y a los locos. Finalmente, diría que el
diablo puede de tal manera componer y disponer las imaginaciones que
incluso cuando de un hombre puede afirmarse que está despierto se halla
durmiendo, y cree que ve lo que no ve, según Gaetani36, 2. 2, q. 95, artic. 3.

Ejemplos.

En Caesarea Philippi, que los fenicios llaman Paneas, se dice que en


una cierta Festividad de los Paganos una mujer fue solemnemente
sacrificada y lanzada a un río que de ahí nace de la falda del Monte Paneus,
del que se dice que fluye el Jordán: y esta mujer, gracias al enorme poder
del demonio, desapareció de forma prodigiosa de su vista por lo que
creyeron que un milagro memorable había sido realizado. En una ocasión
Astirius se hallaba por fortuna presente mientras esto se hacia , viendo a
tanta gente engañada teniendo aquello por maravilla, se apiadó de su
ignorancia y, alzando su vista hacia el cielo, rogó a Dios el Hacedor de todas
las cosas a través de la mediación de Cristo que evitara el engaño de ese
demonio que cegaba a la gente en el error, y que le impidiera realizar esas
ilusiones con las que se burlaba de ellos. Cuando hubo rezado a Dios de esta
manera, la víctima apareció de repente flotando sobre el agua; y aquello que
había causado tal asombro se tornó en nada, así que de allí en adelante cosas
parecidas no se practicaron en ese lugar.

36
“Gaetani.” Tomaso de Vio Gaetani, Cardenal Dominico, filósofo, teólogo, y exegeta,
1469 – 1534. Sus comentarios sobre la “Summa” de S. Tomás son reconocidos como un
clásico de la literatura escolástica, y fueron por orden de Leo XIII incorporados a la
edición Leonina oficial de los trabajos de S. Tomás, de la que se publicó el primer volumen
en Roma en 1882.

34
COMPENDIUM Libro I

Michael Sicidites miraba desde un lugar elevado en el Palacio de


Constantinopla y vio un barco cargado con ollas y platos; y mediante un
sortilegio hizo que el capitán se levantara y empezara a golpear aquellos
platos hasta fueron reducidos a polvo. Pronto, cuando se despejó su ceguera,
el desdichado hombre se arrancó la barba y empezó a proferir
lamentaciones: y cuando le preguntaron por qué había tratado su mercancía
de aquella manera, contestó afligido que, mientras prestaba atención a sus
remos vio una horrible serpiente arrastrarse hasta sus platos y mirarle
fijamente como si estuviese a punto de devorarlo, y que no había dejado de
moverse y contorsionarse hasta que todos los platos estaban rotos.
Oigan otro ejemplo que esta también narrado y es tan instructivo que
no puedo evitar contarlo.

En tiempos de Segismundo I37, Rey de Polonia, Jacob Melstinch,


alcalde de la ciudad de Brezinium, fue inducido por una ligereza del espíritu
a investirse de la autoridad y el nombre de Cristo. Eligió a Peter Zacorski de
Cracovia y a otros once ladrones como él, y les dio los nombres de los
Apóstoles. Visitaban ciudades realizando milagros a la manera de los
prestigitadores; sobornaban a otros granujas y ladrones para que fingieran
estar muertos y les devolvían la vida; colocaban peces en pantanos en los
que no podían hallarse de forma natural, y luego los cogían con sus manos
en nombre de Cristo; escondían panes en los hornos, y luego en nombre de
su Cristo los sacaban como si no hubiesen estado allí, para maravilla de las
gentes simples del pueblo llano. Una vez llego con sus discípulos a
Czenstochowa38, un monasterio famoso por una imagen de la Bendita
Virgen María; y pasando ahí algunos días incitaron a uno de ellos a
comportarse como si estuviera poseído por el diablo, y gracias a este
hombre consiguieron comida: porque iba por las habitaciones de los
huéspedes, y robaba carne de la cocina y la tiraba a sus compañeros, que
bendecían la carne con la señal de la cruz y luego la comían. Y cuando hubo
una gran asamblea de gente ante la Imagen Sagrada, estos canallas llevaron
a su compañero poseso hasta el altar vestido con prendas de dos capas en la
que escondía todo lo necesario. Colocaron piedras en sus ropas. Mientras
estaba siendo llevado al altar, se liberó de sus manos con furor y se abalanzó
hasta el altar, que estaba cubierto con el dinero de las limosnas que cogió e
37
“Segismundo I.” 1506 – 1548.
38
“Czenstochowa.” Nuestra señora de Czenstochowa, Krolowa Korony Polskiej.
Czenstochowa es una pequeña ciudad en el palatinado de Kalisz, cerca de la frontera
Silesia. La más Sagrada y Milagrosa Imagen de Nuestra Señora, obra de S. Lucas, está
pintada sobre madera de ciprés y según un antiguo autor, “tiene una majestad que
sobrepasa el concepto del arte.”

35
Libro I MALEFICARUM

introdujo entre las capas de su prenda. El monje que se hallaba en el altar


interrumpió el divino oficio y echó a correr; y los demás monjes acudieron y
desabrocharon el cinturón del hombre. Entonces cayeron las piedras al
suelo, pero el dinero siguió entre los pliegues de su vestimenta. Los monjes
creyeron que el dinero había sido transformado en piedras por el diablo, e
intentaron exorcismos para devolverle su forma propia: pero cuando las
piedras siguieron siendo piedras, el exorcista tiró al suelo con rabia el libro
sagrado, diciendo: “¡Nunca hemos tenido diablo semejante. Vete con él con
todos los diablos!” Los granujas escaparon con el dinero verdadero a Silesia
donde en cierto pueblo se acercaron a una noble matrona que, en ausencia
de su marido, no los recibiría. Le pidieron que les diera por lo menos una
servilleta o un pedazo de lino como limosna; y les ofreció un bulto de lino
sobre el que le dijeron esto: “Esto nos llevaremos y Cristo la bendecirá, para
que su mantelería crezca con abundancia. Muéstrenos si lo tiene, otro
bulto”. Y cuando presumiblemente se lo hubieran quedado, la mujer,
temiendo a su marido, rehusó: con lo que colocaron a escondidas un trozo
de leña encendido en el lino mientras se lo devolvían. Y así mediante el lino
la casa se incendió y se quemó. Cuando el marido volvió, la mujer dijo que
aquello era un justo castigo por su mal comportamiento hacia Cristo y Sus
discípulos. Pero el marido estaba lleno de rabia y dijo: “Aquí no ha habido
ningún Cristo, sino un vil canalla.” Con lo cual junto con sus vecinos fue a
perseguirlos y los encontró en cierta ciudad. Entonces el falso Cristo dijo al
que llamaba Pedro: “Ahora se aproxima mi Pasión, y la copa de la que he de
beber.” Pedro contestó: “Y, Señor, creo que también me amenaza a mí.”
Replicó: “Pedro, sólo puedo escapar de esto por la ventana.” Y Pedro
contestó: “Y mientras viva no te dejaré, sino que te seguiré donde vayas.”
Así escaparon por la ventana y los demás Apóstoles por cualquier medio
que pudieron: pero los campesinos les siguieron golpeándoles con palos y
cuerdas, diciendo “Profetízanos, tú Cristo y tus Apóstoles, en qué bosque
crecieron estos palos.” Y así escarmentados a golpes, en adelante
enderezaron sus vidas, diciendo: “Es difícil para nosotros soportar la Pasión
de Cristo además de las persecuciones de los Apóstoles.” Esta historia es
contada en las Crónicas de Polonia.

36
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO V
Los Hombres de Brujas Reconocidas desde Antiguo por Hazañas
Prodigiosas.
Argumentación.

John de Salisbury39 afirma que, cuando Dios lo permite, las brujas


pueden con la ayuda de demonios mezclar los elementos y alterar la
verdadera apariencia de las cosas. Pueden predecir gran parte del futuro.
Pueden confundir con sueños las mentes de los hombres; y simplemente con
la fuerza de sus encantamientos provocar la muerte, etc. Saxo
Grammaticus40 escribe que gigantes y hechiceros del Norte practicaban
prodigios como jamás oídos con varias ilusiones, y podían engañar tan
hábilmente la vista de los hombres que escondían sus propios rasgos y los
de otros bajo varias ilusiones, y esconder la verdadera forma de las cosas
bajo formas seductoras, y realizaban otros prodigios como aquellos que ya
hemos contado de Simón Magus. Pitágoras hizo que su muslo pareciera de
oro, y mediante sus sortilegios domesticó un águila con la que a menudo
conversaba. Baianus41 el Rey de Bulgaria fue visto transformarse cuando así
lo hacía en un lobo o en cualquier otro animal, y a veces lo hacía de tal
forma que nadie se percataba de ello. Glycas42 cuenta de Simón Magus,
además de lo que ya hemos mencionado, que una vez cuando Caesar lo hizo
apresar fue presa del terror y escapó dejando en su lugar a otro hombre que
le era parecido. También dice que tenía un perro encadenado a la puerta de
su casa, que devoraba a aquellos que intentaban entrar sin su permiso: pero
el perro dijo a S. Pedro que entrara, y anunció con voz humana que S. Pedro
estaba presente. Vean como el poder del diablo cedía ante la divina virtud de
S. Pedro; ya que aquel Cerbero hacía fiestas ante S. Pedro y era incapaz de
hacerle daño. Numa Pompilius produjo un suntuoso festín cuando no tenía
comida en su casa. Ollerus navegó a través de mar abierto sobre un hueso
como si fuese un barco, como nos cuenta John Trithemius en su Chronica
Hersaugiensis. Eric, Rey de los Godos, podía producir un viento favorable
desde cualquier dirección con girar su sombrero hacia ella. Apuleius43
mismo, según muchos, estaba dotado para la magia, y relata una maravillosa
historia de dos mujeres, la primera de las cuales era una Reina entre las
brujas, como sigue.

39
“John de Salisbury.” “Polycratius,” I, 10.
40
“Saxo Grammaticus.” “Hist. Dan.” I0.
41
“Baianus.” Esto esta extraído de Marcantonio Cocceius Sabellius, III, “Ennead.” 2.
42
“Glycas.” “Annales,” II y III.
43
“Apuleius.” “Metamorphoseon,” I.

37
Libro I MALEFICARUM

Ejemplos.

Esta mujer, porque su amante había seducido a otra mujer, lo


transformó con una palabra en un castor; ya que este animal, cuando teme
ser cazado, escapa de sus perseguidores royéndose los huesos: y así le
ocurrió también a este hombre, por haber amado a otra mujer. Transformó a
un posadero vecino en una rana porque estaba celoso de ella: y ahora
(cuenta Apuleius) con su avanzada edad nada en un vaso de su propio vino,
desde cuyos posos saluda a sus antiguos clientes croando ronca y
servilmente. A otro hombre que habló en contra de ella en publico lo
transformó en carnero. También cuando la esposa de su amante, que estaba
preñada, la insultó, cerró el útero de la mujer y deteniendo el crecimiento
del feto la condenó a un embarazo perpetuo; por lo que hay concierto en que
la desdichada mujer paso ocho años hinchada como un elefante44 a punto de
dar a luz. El mismo autor escribe sobre una tal Pamphile de quien se decía
era una bruja de primer orden y ama de cada sortilegio necromántico. Esta
mujer, con respirar sobre guijarros y ramitas y pequeños objetos similares
podía hundir la luz celestial del mundo en una infernal y primigenia
obscuridad. Otras veces, cuando veía algún bello joven prendándose de una
vez por sus encantos y fijaba toda su mirada y su alma sobre él; pero si no le
obedecían, o si se mostraban huidizos de alguna manera, los odiaría y de
una vez los transformaría en piedra o en ganado o en cualquier otro animal;
mientras que a otros los mataba directamente.
Es seguro que todos los prodigios que acabamos de relatar eran
debidos a alguna ilusión mágica. Pero los Santos como dice S. Pablo45
(Hebr. xi, 34), realizaban milagros y prodigios en el nombre de Dios y en
plena fe: “Los Santos por la fe extinguieron la violencia del fuego”, como
hacían los niños Hebreos, y S. Francisco de Paula, y otros muchos. Oigan el
siguiente ejemplo de fe y encomiable obediencia religiosa.

Bernardino Scardeone escribe lo siguiente. Cierto Prior Dominico de


los Frailes Oradores fue invitado a cenar con los Jesuitas, los hijos del
Bendito John Colombini, y se sentó a la mesa. Cuando se hubieron llevado
la comida y se permitió la charla, este Prior empezó a hablar de la Pasión de
Nuestro Señor y sus sufrimientos de forma ciertamente pausada, pero con
alguna arrogancia, tácitamente criticando a sus huéspedes porque pese a ser

44
“Elefante.” Pliny, “Historia Naturalis,” VIII, 10, dice del elefante: Decem annis gestare
in utero uulgus existimat. Cf. Plautus, “Stichus,” I; 3, y Aquiles Tatius, Lib. IV.
45
“S. Pablo.” “Hebreos” XI, 34.

38
COMPENDIUM Libro I

monjes no hacían, como hacían otros monjes, profesión pública y privada de


sus tres votos. A esto el Prior Jesuita, un hombre simple, pero prudente y
amado de Dios contestó: “Ya que hemos caído en esta conversación, Padre,
¿está de acuerdo en que veamos si uno de nuestros Hermanos que
humildemente ha consagrado su vida a Dios, o aquel compañero suyo que
ha profesado públicamente los tres votos, cual de ellos mostrará la más
sincera obediencia a su Superior?” Sin pensarlo, el otro aceptó
gustosamente. Entonces el Jesuita se giró hacia nuestro Hermano Mark
ministrando a los que se hallaban en la mesa, y dijo: “Hermano Mark
nuestros huéspedes tienen frío: en nombre de tu santa obediencia tráeles
rápido de la cocina con tus manos desnudas carbones ardientes para que se
puedan calentar de una vez.” El Hermano rápidamente y sin dudarlo
obedeció, sin que se le ocurriera que nada pudiera ser imposible si se le
ordenaba en nombre de su obediencia, y trajo directamente de la cocina
tantos carbones ardientes como podía coger con sus dos manos, sin sufrir la
más pequeña herida, y los ofreció a los dos huéspedes para que se calentaran
con ellos: y a la orden del Prior, para maravilla de todos los llevó de nuevo
al sitio de donde los había cogido. El Prior Dominico estaba sorprendido
más allá de toda medida, y miró a su compañero como si fuera a pedirle que
hiciera lo mismo; pero este hombre reconociendo aquello, pensó que no
había un momento que perder y pronunció estas palabras: “Le suplico,
Padre, que no me ordene tentar a Dios. Si lo desea le traeré fuego como
siempre hago en un cuenco, pero no en mis manos.” Los demás monjes se
miraban unos a otros con un silencioso asombro ante este grandioso
milagro; pero cuando le oyeron dejar escapar estas palabras, se sonrieron
mutuamente.

39
Libro I MALEFICARUM

40
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO VI
Sobre el Pacto de las Brujas con el Diablo.

Argumentación.

El pacto formado entre una bruja y el diablo puede ser bien expreso
o tácito. El pacto expreso consiste en un solemne voto de fidelidad y tributo
hecho, en presencia de testigos, al diablo presente de forma visible en
alguna forma corporal. El pacto tácito comporta la oferta de petición escrita
al diablo, y puede hacerse por poderes mediante una bruja o una tercera
persona cuando la parte contratante tiene miedo de ver o de parlamentar con
el diablo. Grilland46 llama a esto pacto tácito, cuando pese a estar hecho con
otra persona distinta al diablo, se hace expresamente en nombre del diablo,
como queda claro por los ejemplos que da. Quizás debamos clasificar como
un pacto expreso ese raro ejemplo de una mujer Alemana que saltando hacia
atrás de su baño, dijo “Tan lejos como así me alejo de Cristo, tanto me
pueda acercar al diablo”. Pero hay ciertos aspectos comunes a todos los
pactos con el diablo y estos pueden ser clasificados bajo once encabezados.

Primero, que niegan de la Fe


Cristiana y reniegan de su lealtad hacia Dios.
Repudian la protección de la Bendita Virgen
María, colmándola de los más viles insultos
y llamándola Ramera, etc. Y el diablo se
atribuye honores a sí mismo, como anota S.
Agustín (contra Faustinum, cap. 22).Por ello
S. Hippolytus47 el Mártir escribe que el
diablo les obliga a decir: “Reniego al
Creador del Cielo y de la tierra. Reniego de mi bautismo. Reniego de la
adoración que anteriormente porté a Dios. Rompo con ellos, y en esto creo.”
El diablo entonces coloca su garra sobre frente, un signo que borra el Santo
Crisma y destruye la marca de su Bautismo.

46
“Grilland.” Paul Grilland de Castiglioni escribio su famoso “Tractatus de hereticis et
sortilegiis, omnifariam coitu eorumque poenis” hacia 1525. Grilland era “diocesis
Aretinae (Arezzo) criminalium causarum auditor, Andreae de Iacobitiis, sanctissimi domini
nostri papae almaeque urbis uicarii generalis.” La referencia es Q. III, N. I y siguientes.
del “de hereticis.”
47
“S. Hippolytus.” Fallecido hacia 236. Este Santo fue un autor prolífico, pero muchos de
sus trabajos no han llegado hasta nosotros, y hay mucho en su historia que es obscuro.

41
Libro I MALEFICARUM

Segundo, los baña en un nuevo


bautismo mofoso.
Tercero abjuran de su antiguo
nombre y se les da uno nuevo; como por
ejemplo, della Rovere de Cuneo fue llamado
Barbicapra.
Cuarto, les hace renegar de sus
padrinos y de sus madrinas, de ambos su
bautismo y su confirmación, y les asigna
otros nuevos.
Quinto, le dan al diablo alguna
prenda de vestir. Porque el diablo ansía
hacerlos suyos en cada aspecto: de sus
bienes espirituales se apropia de su Fe y de
su Bautismo; de sus bienes corporales
reclama su sangre , como en los sacrificios
a Baal; de sus bienes naturales reclama a
sus hijos, como mostraremos más tarde; y
de sus bienes adquiridos reclama una
prenda de vestir.
Sexto, juran lealtad al diablo dentro
de un círculo dibujado en el suelo. Quizás
porque el círculo es el símbolo de la
divinidad, y la tierra es el pedestal de Dios; y
de esta manera les intenta persuadir que es el
Dios del cielo y de la tierra.
Séptimo, rezan al diablo para que los
borre del libro de la vida, y los inscriba en el
libro de la muerte. De esta manera podemos
leer en un libro negro los nombres de las
brujas de Avignon.
Octavo, prometen hacerle
sacrificios: y algunas brujas endemoniadas,
como cuenta Bartolomeo Spina48, hacen
voto de estrangular o de asfixiar por él un
infante cada mes o cada dos semanas (De
strigibus, II).

48
“Bartolomeo Spina.” aprox. 1475 – aprox. 1546. Un teólogo Dominico, Maestro del
Sagrado Palacio bajo Pablo III. Su “Tractatus de Strigibus et Lamiis”, Venecia, 1523, ha
sido a menudo reeditado.

42
COMPENDIUM Libro I

Noveno, deben cada año hacer algún


regalo a los demonios sus amos para evitar
ser golpeados por ellos, o para conseguir
quedar exentos de algunas de las empresas
que les reclaman por parecerles repugnantes;
como afirma Nicolas Remy, estos regalos
son únicamente legítimos cuando son de
color completamente negro (Demonol. I, II).
Décimo, coloca su marca sobre una
parte u otra de sus cuerpos, como se señala a los esclavos fugitivos; y este
marcado es a veces indoloro y a veces doloroso como nos enseñan los
ejemplos de ello. Sin embargo, no los
señala a todos, sino sólo a aquellos que
piensa que se mostraran inconstantes. Y la
marca no tiene siempre la misma
descripción; porque a veces es como la
huella de una liebre, a veces como la de un
sapo o la de una araña o la de un lirón.
Tampoco los marca siempre en un mismo
lugar: en los hombres generalmente se
encuentra sobre el párpado, o en la axila o los labios o el hombro o el
trasero; mientras que en las mujeres generalmente se encuentra sobre los
pechos o sus partes íntimas, como ha sido observado por Lambert Daneau49
y por Bodin y por Gödelmann50. Y tal como Dios en el Antiguo Testamento
marcaba a los Suyos con la señal de la circuncisión, y en el Nuevo
Testamento con la señal de la Santa Cruz que reemplazó a la circuncisión,
según S. Gregorio Nazianzo y S. Jerónimo; también el diablo, que adora
imitar a Dios, ha desde la misma infancia de la Iglesia marcado herejes
implicados en brujería con cierto signo, como nos lo enseña Irenaeus, I, 24,
y Tertuliano, de praescript. Aduers. Haeret., post medium.

49
“Lambert Daneau:” Un teólogo Calivinista, nacido en Beaugency. Fue ministro de las
comunidades Protestantes de Gion, Orthez y Castres, donde murió posteriormente en 1595.
Su diálogo “Los Brujos” (Ginebra ¿?), 1574, fue traducido al Latín, al Inglés , y a otros
idiomas. Véase Paul de Félice “Lambert Daneau,” París, 1881, y Paulus “Lambert
Daneau y la Brujería,” en “Estudios hist. y relig. de la diócesis de Bayona,” 1895, págs:
573, y sig.
50
“Gödelmann.” John George Gödelmann, Doctor en Leyes y Profesor de la Universidad
de Rostock. Dio clases públicas en Rostock en Carolina, y luego publicó parte de ellas en
Latín, “Tractatus de magis, ueneficis et lamiis.” La primera edición es probablemente de
1590. Fueron reeditadas frecuentemente.

43
Libro I MALEFICARUM

Undécimo, cuando han sido


marcados de esta manera hacen muchos
votos: como nunca adorar la Eucaristía; que
de ambos de palabra y de hecho colmarán de
insultos y envilecimientos a la Bendita
Virgen María y a los demás Santos; que
pisotearán y profanarán y romperán todas las
Reliquias y las imágenes de los Santos; que
se abstendrán de usar la señal de la Cruz,
Agua Bendita, sal bendecida y pan y otras cosas consagradas por la Iglesia;
que nunca harán completa confesión de sus pecados a un sacerdote; que
mantendrán un obstinado silencio sobre su pacto con el diablo, y que en
algunos días señalados volarán, si pueden hacerlo, a los Aquelarres de los
brujos y tomarán con celo parte en sus actividades , y finalmente que
reclutarán a todos los que puedan al servicio del diablo. Y el diablo a su vez
promete que siempre estará a su lado, y que colmará sus oraciones en este
mundo y les dará la felicidad después de la muerte.

Ha de saberse que, como señala Remy (I, 13), es una regla inviolable
entre las brujas que, cuando muchas de ellas se hallan juntas con el
propósito de hacerle el mal a alguien, y a través de la voluntad de Dios sus
planes no fructifican porque, quizás, aquel al que desean hacer daño se
encomienda a Dios a diario en sus plegarías, y se defiende de sus obras
demoniacas con Agua Bendita y con el Sacramento; que han de establecer
entre ellas cual de ellas deberá padecer el mal, para así poder cumplir el
pacto, que establece que, si intentan lanzar un infortunio sobre alguien y
fracasan, ha de recaer sobre ellas. Porque el diablo no tolera que los
mandatos que les ha impuesto no culminen en nada. Y aquella que es
elegida ha de padecer el mal de todas. El diablo impuso esta condición en el
caso de Catherine Praevotte en la ciudad de Freising. Esta mujer deseaba
envenenar a la única hija de su vecino Michael Cocus, y lo intentó a menudo
pero en vano (porque su madre la protegía a diario con oraciones y
purificaciones contra los males de la brujería); y al final el diablo la acusó
repetidamente de privarle de su presa, y finalmente la desdichada mujer fue
obligada a envenenar a su propio hijo Odilo, un infante en su cuna.

Pero volviendo a nuestra argumentación: la forma de pactar entre el


diablo y las brujas y el voto de servicio y lealtad parecen ser predispuestas
por alguna afinidad hacia la maldad entre el diablo y las brujas, que da lugar
a una familiaridad próxima a la amistad, y de esta manera a un creciente
sentimiento de confianza; y esto engendra en la parte más débil una cierta
44
COMPENDIUM Libro I

presunción y audacia en sus peticiones a la más fuerte, y en la más fuerte


cierto placer en realizar las peticiones de sus asociados. Y entonces ocurre
que la bruja confía en el diablo, creyendo que puede ordenarle, y el diablo
finge admitir su poder. Esto ha sido ampliamente demostrado por el Abad
Trithemius: (Questionum. VIII, 5). “Estos pactos con el diablo son
habitualmente vanos y vacíos; porque el diablo nunca cumple su palabra, ni
se considera ligado por promesa alguna, quien se atrevió a desafiar a Cristo
cuando dijo, “Todas estas cosas te daré si prosternándote me adoras” ” (S.
Mateo iv).
Prometió al brujo Cipriano51 que gozaría de Justina, y sin embargo
no cumplió su palabra: porque ES EL COLMO DE LA LOCURA
ESPARAR LA VERDAD DEL PADRE DE LA MENTIRA (véase Origen,
contra Celsum, Lib. 8). Pero estos pactos con el diablo no son sólo vanos e
inútiles; sino también peligrosos y perniciosos sin medida, como demostraré
con los dos próximos ejemplos, y mediante otros muchos donde procedan.

Ejemplos.

Remy (I, 9) relata que un joven llamado Theodore Maillot deseaba


en matrimonio a una damisela de una familia muy acaudalada, pero estaba
bastante desesperanzado de poderla conseguir por ser pobre y de cuna
humilde, y su familia estaba comprometida en el comercio, que en aquel
entonces era despreciado como carente de nobleza; por ello no veía ningún
medio honorable de declarar su amor. Cuando las situaciones son
desmoralizantes y completamente desesperadas, los hombres se tornan hacia
cualquier solución concebible y se comprometen a cumplir cualquier plan,
que sea legítimo o no. Por ello el joven Maillot se acercó a un compañero
sirviente de Alemania que, como tenía oído, tenía al demonio siempre a su
servicio, y le contó su problema, pidiéndole que no escatimara ninguna
ayuda que pudiera prestarle, porque no se mostraría desagradecido. El
Alemán aceptó gustosamente su oportunidad: porque tales eran las
condiciones de su pacto con el demonio que estaba obligado en unos días a
entregarle a otro hombre para que asumiera su propia deuda con él, o se le
retorcería el cuello y sería asesinado por el demonio. Entonces le citó al alba
del día siguiente para arreglar su asunto en un sitio cerrado y secreto; y a
51
“Cipriano.” “Martyrologium Romanum,” 26 de Septiembre: “En Nicomedia la
celebración de los santos Cipriano y Justina la Virgen, quien padeció mucho por Cristo
bajo el Emperador Diocletiano y el gobernador Eutholomius, y convirtió a la fe de Cristo
al dicho Cipriano, que era un mago, y que había intentado enloquecerla con sus artes
mágicas, y posteriormente padeció el martirio junto a él.” La celebración es la natividad
celestial, el día en que un Santo alcanza la beatitud.

45
Libro I MALEFICARUM

penas se habían visto cuando las puertas se abrieron de repente y allí entró
una damisela con la más bella y agradable apariencia (porque así decidió el
demonio aparecer primero, para que a Maillot no le repugnara su terrible
aspecto), que dijo que fácilmente llevaría a cabo el matrimonio que tan
ardientemente deseaba, a condición de que siguiera sus instrucciones:
mientras esperaba con ansiosa incertidumbre, le dio su consejo. Primero le
dijo se abstendría de robar, de la obscenidad, de la lujuria, de la blasfemia, y
de otros vicios que ensucian el alma, y que debía practicar la caridad y
aliviar a los pobres de acuerdo con sus medios, y ayunar dos veces por
semana y no abstenerse de la solemne plegaría a diario, y ser diligente en
todo lo adecuado y erigirse en buen Cristiano; y que si se comprometía
mediante solemne promesa en hacer todo aquello, obtendría sin dificultad
alguna el matrimonio que deseaba. Diciendo esto y señalando el día
siguiente para obtener respuesta, salió por la puerta. Maillot viendo que tan
gran recompensa se le ofrecía en tan sagradas y honorables condiciones,
pensó que no necesitaba dudar en aceptarlas agradecida y gustosamente.
Pero pensando con mayor profundidad en el asunto, y revolviéndose entre la
esperanza y el miedo, había algo en su semblante que hizo a cierto sacerdote
de su parroquia adivinar que había alguna causa para su confusión. Este
sacerdote se le acercó amablemente y investigó lo que estaba perturbando su
espíritu y consiguió persuadirle de que no prosiguiera con posteriores
comunicaciones con el diablo. El Alemán, de esta forma defraudado en sus
esperanzas, pagó poco después la deuda de su pacto; porque no muchos días
más tarde se cayó de cabeza de su caballo en un camino plano y abierto, y
murió instantáneamente.

Johann Nider (Fomicarius, V) cuenta que, poco antes del actual


Concilio General, vivía en Baja Basilea un hombre de mala vida y
fuertemente sospechado de brujería cuya hija estaba casada y vivía en casa
de su padre. A la larga el anciano padre empezó a enfermar y, enseñándole a
su hija y a su yerno cierto cofre, dijo: “no mováis este baúl, pero dejadlo
quieto en su sitio incluso después de mi muerte, u os arrepentiréis de ello.”
Y murió poco después. Después de que pasara cierto tiempo ni la hija ni su
marido prestaron mucha atención a las palabras del padre: pero cuando
estaban mudando el resto de su mobiliario a una nueva casa, el hombre
empezó a cargar el cofre, que era pequeño, a su nueva morada. En el camino
empezó a volverse tan pesado que era demasiado para su fuerza, y llamó a
su mujer para que le ayudara. No sé si la mujer abrió el cofre después dentro
de la casa, o si apresuradamente interfirió con él de alguna otra manera; pero
es seguro que cuando entraron en su nueva casa con el niño que les había
nacido la mujer de repente se volvió furibundamente loca y se abalanzó
46
COMPENDIUM Libro I

hasta la cuna para matar al niño. Viendo esto el marido se lo impidió por la
fuerza, reconociendo que estaba poseída por un demonio. Fue exorcizada,
con lo cual el demonio amenazó con que no saldría sin matarla; y así
ocurrió, en las propias manos del exorcista. Al día siguiente, mientras el
marido caminaba en público, una piedra cayó de repente desde lo alto de
una canalización, y por agencia del diablo, como pareció, le golpeó en la
cara deformándolo de tal manera que ya no parecía humano.
Vean como el demonio exigió el pago conforme al pacto que sin
duda había hecho con el anciano padre, presumiblemente, matando a
quienquiera que abriera o desplazara el cofre. Pierre Crespet52 tiene mucho
que decir sobre estos demonios aprisionados, a saber, que sirviendo a sus
amos algunos son saturninos, otros joviales, otros venéreos, otros
mercuriales, etc.; que han de ser aproximados con cierto ritual, y que
algunas veces en mitad de la noche despiertan a sus dueños y les exigen que
les adoren, si no piden cosas peores.

Queda por citar otra situación de cómo, cuando una bruja intenta
hacer un mal y fracasa, el mal se torna en contra suya, como dije en mi
argumentación. En Freising el 4 de Septiembre, 1589, Catharine Praevotte, a
quien antes he mencionado, dijo lo siguiente de sus propios labios. “Muchas
de nosotras brujas nos reunimos para tramar como embrujar el ganado de
cierto zapatero de Freising; pero fuimos frustradas en poder hacerlo. Sin
embargo nuestro pacto había de ser cumplido, para que aquel que esperaba
un premio seguro no fuese defraudado. Entonces decidimos echar a suertes
quien sufriría por ello, y recayó en Agnes Eyswitz, la más vil y malvada de
entre nosotras. No dudó y con la mayor predisposición dio una bebida
envenenada a su hijo de veinte años Pedro en presencia de sus compañeros,
que rápidamente hizo que todo su cuerpo se volviera monstruosamente
retorcido y deformado. Esto fue hecho sin duda alguna para que sufriera
dolores incluso peores que la muerte a manos del demonio, que nunca
perdona una cláusula de su pacto.

52
“Pierre Crespet.” Un Monje de la Orden de los Celestinos. Un escritor místico y
ascético autor de “Dos libros sobre el odio de Satán y de los espíritus malignos contra el
hombre,” París, 1590.

47
Libro I MALEFICARUM

48
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO VII
Como mediante sus Terribles Hazañas y Maldiciones las Brujas Producen
Lluvia y Granizo, etc.

Argumentación.

Está muy claramente probado por la experiencia que las brujas


pueden no sólo controlar la lluvia y el granizo y el viento, sino incluso el
rayo cuando Dios lo permite. Por ello Andrea Césalpino, en su Daemonum
inuestigatio peripatetica, afirma que se sabe de hombres que podían
provocar no sólo tormentas de granizo, sino también rayos; pero confesaban
que no podían hacer daño a quien les pareciera, sino sólo a aquellos a
quienes Dios había abandonado, esto es (y así lo entiendo) a aquellos que
habían perdido la gracia de Dios por algún pecado mortal. También pueden
invocar la obscuridad , de lo que leemos en Marco Polo que los Tártaros
eran tan poderosos en ilusiones demoniacas que podían provocar obscuridad
cuando y donde quisieran, y que una vez escapó de ladrones por poco
gracias a la protección de este arte. El Obispo Haito53 de Basilea también
cuenta que cuando el ejercito Tártaro estaba siendo vencido en batalla, la
bruja Vexillarius envolvió a sus enemigos con una espesa obscuridad
mediante sus sortilegios, de forma que se
reorganizaron y obtuvieron la victoria.
Pueden además hacer que los ríos dejen de
correr, y secar riachuelos, y regar la tierra
con nuevos ríos producidos de rocas y
piedras: pueden hacer que el agua de un río
se gire y fluya hasta su fuente, cosa que
Pliny54 afirma que ocurrió en sus tiempos (II,
103). Se encuentran muchos ejemplos en
Remy, de los que citaré algunos aquí.

Ejemplos.

En el distrito de Treves un campesino estaba plantando repollos en


su jardín con su hija de ocho años, y felicitaba a su hija por su habilidad en

53
“Obispo Haito.” Nacido en 763 en una casa noble de Swabia; falleció el 17 de Marzo,
836, en la Abadía de Reichenau en una isla del Lago Constancia. Vautrey, “Historia de los
obispos de Basilea,” I, (Einsiedeln, 1884).
54
“Pliny.” “historia Naturalis,” II, 103: “Amnes retro fluere et nostra uidit aetas, Neronis
principis annis supremis, sicut in rebus eius retulimus.”

49
Libro I MALEFICARUM

el trabajo. La jovencita, cuyo sexo y edad se combinaban para hacerla


parlanchina, presumió de poder hacer cosas más maravillosas que esas; y
cuando su padre le preguntó cuales eran, le dijo: “Aléjate un poco, y
rápidamente haré que llueva en cualquier parte del jardín que tú quieras.”
Estaba sorprendido y dijo: “Hazlo pues, me alejaré un poco.” Y cuando se
marchó la niña hizo un agujero en el suelo en el que hizo pipí, y pegó al
agua con un palo, susurrando no sé qué, y observó que cayó de las nubes de
repente lluvia sobre el dicho lugar. El padre asombrado preguntó: “¿Quién
te enseñó a hacer esto? ” Ella contestó: “Lo hizo mi madre; y esto se le da
muy bien y otras cosas parecidas.” El campesino afrontó su recto y simple
deber con nobleza, por lo que unos días después, bajo el pretexto de haber
sido invitado a una boda, llevó a su mujer y a su hija vestidas en trajes de
fiesta de boda a la ciudad vecina, donde las puso en manos del Juez para ser
castigadas por el delito de brujería.

Se cuenta en el Malleus Maleficarum que ciertos Inquisidores


determinaron probar mediante una bruja que tenían en custodia la verdad
sobre el poder reivindicado por las brujas de provocar tempestades. Por ello
la liberaron; porque es seguro que, mientras están en la cárcel, todos los
poderes mágicos las abandonan. Entonces fue a un lugar en que había
mucha madera en el que escarbó un agujero con sus manos y lo llenó de
agua, que removió con el dedo hasta que de ella salió un vapor que se
transformó en una densa nube. Esta nube cobró vida con rayos y truenos,
para gran temor y terror de los espectadores. Pero dijo “Sean de buen
corazón; haré que toda esta nube se vaya a cualquier lugar que quieran.” Y
cuando nombraron un sitio desierto en las cercanías, la lluvia fue llevada allí
con la fuerza del viento y la tempestad, y dejó caer su granizo sobre las
piedras, limitando todos sus daños a los limites prescritos e indicados.

El siguiente ejemplo se parece mucho al primero. Un campesino de


Suabia se quejaba amargamente de la sequía que estaban padeciendo, y
hacía esto cuando su hija, que tenía ocho o diez años, fue hasta él y dijo que
si lo deseaba haría de una vez caer una lluvia abundante sobre el campo en
el que se hallaban juntos. Cuando el padre dijo que lo deseaba mucho, le
pidió que le diera un poco de agua. Así que fueron a una corriente próxima
donde le pegó al agua en el nombre de ese Amo, como dijo, a quien su
madre estaba consagrada; y con ello cayó lluvia del cielo con suficiente
abundancia para regar aquel campo, mientras dejaba todas los demás
campos tan secos como antes.

50
COMPENDIUM Libro I

Remy cuenta como una bruja llamada Alexia Granjean dijo que una
vez estaba siendo llevada por las nubes y llegó a un sitio donde, desde el
lugar en que se hallaba podía ver a un hombre llamado Johann Vehon dando
de pastar a sus caballos. De repente se le apareció un enorme hombre negro
que, como si ansiara servirla, le preguntó se tenía algún rencor contra aquel
campesino, porque entonces la vengaría rápidamente. Ella contestó odiaba
al hombre amargamente porque una vez había apaleado a su único hijo
hasta casi matarlo cuando hacia pastar a su caballo. “Muy bien,” replicó él;
“Acepto vengarte de una vez.” Y diciendo esto, se elevó tan alto en el cielo
que ningún ojo podía verlo, en lo que el rayo, con un poderoso resplandor y
trueno, cayó sobre los caballos matando a dos de ellos mientras el
campesino miraba aterrorizado a unos treinta pasos de allí, según su propio
testimonio.

Giovanni Pontano55 cuenta que Fernando II, Rey de Nápoles, yacía


cerca del asedio Sessa Aurunca, que está situada cerca del Monte Massico.
Entonces esta ciudad era para la Casa de Anjou, esperaba obligarla a
rendirse mediante la falta de agua. Pero cierto número de malvados
sacerdotes se atrevieron a invocar la lluvia por medios mágicos. Por lo que
algunos hombres de la ciudad asediada salieron en la obscuridad de la noche
evitando a los centinelas del campamento, y subrepticiamente hicieron su
camino hasta la costa del mar arrastrando con ellos sobre escarpadas piedras
la imagen del Crucifijo, que estos execrables pecadores envilecieron con
perversas maldiciones y encantamientos y después lo tiraron al mar. Al
mismo tiempo ciertos sacerdotes, lo más viles pecadores de entre todos los
hombres, ansiosos de prestar ayuda a los soldados en las prácticas profanas
realizaron un ritual maléfico para conseguir lluvia de esta manera. Pusieron
un asno de pie frente a la puerta de la Iglesia y cantaron un himno fúnebre
como para un alma humana: entonces colocaron la Divina Eucaristía en su
boca y prosiguieron sus cánticos fúnebres entorno al asno vivo, y finalmente
lo enterraron ante las puertas de la Iglesia. A penas acababa de llevarse a
cabo este rito que se obscureció el aire y el mar empezó a ser azotado por el
viento, y a mediodía descendió la obscuridad de la noche, y entonces los
cielos se rasgaban por el rayo, y entonces todo fue negra obscuridad, y los
cielos y la tierra se estremecieron con el trueno, y los árboles fueron
arrojados por el aire por el viento, y las piedras fueron partidas por el rayo y
llenaban el aire con estallidos: y tan abundante cayó la lluvia de las nubes
que las cisternas no eran apropiadas para recuperar el agua, y los torrentes

55
“Pontano.” “De Bello Neapolitano,” V. “Pontani Opera Omnia,” Basileae, 1538, II,
págs. 574 – 75.

51
Libro I MALEFICARUM

arrastraron piedras y rocas que antes estaban quemadas y resecas por el sol.
El Rey por ello, cuyas esperanzas todas reposaban sobre la sed de sus
habitantes fue frustrado en sus intenciones y volvió a su antiguo
campamento por el río Savone.

He puesto este ejemplo a propósito, lector, para que tenga


conocimiento de que abusos se han introducido en ciertas regiones; como
arrastrar al Crucifijo y las imágenes de los Santos sobre el suelo. En
Alemania y en Aquitania también resuelven recurrir a estos maléficos
medios para asegurase el tiempo según las estaciones; Y Martin de Arles56
ha escrito en contra de similares malas prácticas que prevalecen en España
en su libro sobre Supersticiones.

56
“Martin de Arles.” Martin de Arles y Andosilla, autor del raro “Tractatus insignis de
Supersitionibus, contra Maleficia, seu Sortilegia quae hodie uigent in Orbe Terrarum,”
París, 1517. Otra edición, Roma, 1559

52
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO VIII
El Poder de las Brujas sobre Elementos Externos.

Argumentación.

Es una de las obligaciones que las brujas deben al diablo, que cuando
se reúnen en Aquelarre, deben mostrar que han realizado alguna nuevo mal
desde la última asamblea; y que si no pueden
hacerlo no pueden escapar impunemente. Y
que no pueden alegar ignorancia como
excusa, su maléfico Amo las instruye en
todas aquellas acciones que les exige: como
infestar árboles y frutas con langostas,
orugas, babosas, mariposas, gusanos del
cancro y otras sabandijas pestilentes que lo
devoran todo, semillas, hojas y fruta; o
embrujando ganado; o lanzando un sortilegio sobre las cosechas para que
sean destruidas por sanguijuelas o se echen a perder de alguna otra manera;
o en el uso de venenos, y en trabajar tanto como puedan en la destrucción de
toda la raza humana. Todo esto lo sabemos por sus propias confesiones;
como por ejemplo, las de Helena de Armentières en Douzy el 30 de
Septiembre, 1586; de Anna Ruffa en la misma fecha y lugar; de Jean de
Fisher en Gerbevillier el 13 de Mayo, 1585; de su mujer Colette; y de otros
muchos de los que no hablaremos en aras de la brevedad. Para estos, ver
Remy, Libro I, Cap. 22, y otros.
También pueden destruir manadas y rebaños, bien esparciendo
veneno o metiendo en sus cuerpos un demonio que los tira y los estrangula o
los despedaza. Pueden desplazar las
cosechas y la fruta de un hombre a otro
lugar, como lo cuentan Servius (In. Eclog.
Verg.) y Apuleius (In Apologia) y S. Agustín
(Ciu. Dei, VIII). Pueden hacer que las casas
se consuman por el fuego, como hizo en
cierta ciudad de Suabia en el año 1533 cierta
bruja, como contaremos donde proceda.

Pueden mediante conjuros crear festines; y estos son o tan


absolutamente fantásticos como los de Scoto57 de Parma, de cuyos

57
“Scoto.” Hay una alusión a Scoto de Parma, un reconocido necromántico Italiano y
adepto de las negras artes en el “Defensative against Supposed Prophecies” de Henry

53
Libro I MALEFICARUM

banquetes sus huéspedes se despedían aparentemente satisfechos, pero


pronto eran torturados por el hambre; o pueden estar compuestos de comida
verdadera pero de mal gusto y pestilentes, porque Dios no les permite
invocar alimentos sabrosos. Habitualmente falta la sal, y a menudo el pan,
quizás porque la sal se utiliza en el Bautismo, y en la Eucaristía se nos
alimenta con la carne de la vida de Cristo nuestro Señor en la forma o
casualidad del pan. Pero con el permiso de Dios también pueden producir
pan y sal y alimentos sabrosos, como las propias brujas han confesado a sus
Jueces; pero esto es raras veces el caso. De
nuevo cuando es la voluntad de Dios pueden
mediante simple movimiento local liberar
cautivos de sus cárceles y custodios: pero esto
no requiere más que la rotura de algo; y puesto
que esto lo pueden hacer los hombres, ¿Porqué
no lo haría un diablo? Trithemius narra una
historia de la que merece dejar constancia, por lo
que la contaremos después.

Ejemplos.

Fue ejecutada en Treves hace algunos años una bruja muy famosa
que había introducido una tubería en la pared de su casa, a través de la cual
encantaba toda la leche de las vacas de sus vecinos: es decir, el demonio
ordeñaba las vacas e instantáneamente llevaba la leche hasta su casa.

Remy cuenta (I, 23) de cierto campesino llamado Desiré Finance,


que vivía en las montañas de los Vosgos, y que, cuando fuera que se sentaba
a comer en compañía, tenía un perro acostado a sus pies del que hacía uso
secretamente para coger veneno que luego administraba a quien quisiera: Y
por él un número considerable de hombres murieron antes de que sospecha
alguna recayera sobre él como causa de ello.

Howard, Conde de Northampton, 1583: “Estaba yo mismo presente cuando varios


caballeros y nobles señores, que se propusieron describir las más hábiles artimañas, que
Scotto el Italiano era capaz de realizar por Leger du main ante la Reina, eran sin embargo
no menos seducidos que los demás: lo que presuponía menos de su propia destreza y
habilidad en estas materias.” En, el “Discoursive Problem concerning Prophecies,” 1588
de J. Harvey, Scoto es citado junto con el reconocido malabarista Feates como miembro de
la “tropa de farsantes.” También en el “The Unfortunate Traveller,” 1594 de Nash se hace
mención de Cornelius Agrippa, quien se decía soportaba “la fama de ser el más grande
prestigitador de la Cristiandad, “Scoto” que realizaba trucos de malabares ante la reina,
nunca se acercó a él ni en un cuarto en reputación mágica.”

54
COMPENDIUM Libro I

El mismo autor cuenta que a Antoine Welsch le pidieron que


prestara el jardín de su casa para la próxima celebración del Aquelarre de las
brujas. Primero dijo que no podía hacerlo porque tenía que salir aquella
noche: pero cuando siguieron presionándole e insistiendo en ello como
derecho suyo, sabía que era sobrepersuadido; entonces, como había dicho, él
mismo salió. Cuando volvió a casa por la mañana y fue a su jardín lo halló
completamente devorado por orugas y babosas y todo el jardín infestado de
semejantes animales: pero lo soportó todo en silencio, reconociendo los
rastros de aquella Asamblea impía.

En el año 1323 Federico Duque de Austria marchó contra el


Emperador Louis de Bavaria, y fue derrotado en una gran batalla entre
Öttingen y Moldova, y fue capturado por Louis, que lo puso bajo custodia
en su ciudadela fortificada. Mientras tanto un brujo le prometía a su
hermano Leopold en Austria que mediante su arte traería de vuelta a
Federico en una hora si se le daba una recompensa suficiente; y el Príncipe
hizo promesas liberales. Entonces el demonio voló hasta Federico en
Bavaria, y entró en su cárcel con la forma de un peregrino, diciendo: “Si
deseas ser liberado del cautiverio, sube a este caballo, y te llevaré a salvo a
Austria con tu hermano Leopold.” El Duque preguntó: “¿Quién eres tú? ”
Pero contestó: “No preguntes quien soy, porque eso no te concierne; pero
monta este caballo que te traigo.” Pero cuando incluso este tan valeroso
Duque quedó horrorizado y se protegió con la señal de la cruz, el maléfico
espíritu desapareció junto con su caballo negro, y volvió con las manos
vacías con quien lo había mandado; en réplica a cuyas quejas de no haber
traído al cautivo de vuelta a casa, contó todo lo que había sucedido.

Entre los Suecos Ollerus alcanzó tal fama con las armas por medio
de sus artes mágicas, que como Saxo Grammaticus (Hist. Dan. 3) cuenta, se
pensaba que era divino. El mismo autor escribe como sigue (Libro 5) del
pirata Danés Oddo: “Surcaba los mares sin barco alguno, y provocando
tormentas a menudo destrozaba las flotas de sus enemigos. Era enemigo de
los mercaderes y amigo de los bárbaros. Se embarcó en una guerra con los
Normandos; y mediante sus sortilegios engañó la vista de sus enemigos que
creyeron que podían ver el brillo de las espadas Danesas a distancia, que
cuando se llegó al combate cuerpo a cuerpo estaban tan asombrados de no
poder ver para pelear, y así fueron derrotados por la magia.”

55
Libro I MALEFICARUM

El Obispo Martin Kromer58 escribe lo siguiente de la memorable


victoria de los Tártaros sobre los Polacos: “En el año 1240 los Polacos
dieron batalla a los Tártaros cerca de Legnitz y los presionaban fuertemente
y los estaban derrotando. En la extrema retaguardia de ejército Tártaro
había, este otros estandartes, uno notable que llevaba la imagen de la letra
X, mientras encima tenía una horrible cabeza negra con barba. Mientras el
abanderando agitaba este estandarte con fuerza, exhalaba una densa nube de
humo con un horrible olor, que no sólo escondía a los bárbaros de los
Polacos, sino que incluso mataba a los polacos con su poderoso hedor. Los
Tártaros habían hecho esto con sus sortilegios; porque eran muy aficionados
a consultar adivinos y hechiceros, especialmente en la guerra pero también
en la paz, para conocer anticipadamente el futuro. Cuando vieron que el
pánico se apoderaba de los Polacos, los bárbaros se alzaron y cargaron
contra ellos, y los hicieron batirse en retirada con gran derramamiento de
sangre. Así tan gran número de Cristianos fue muerto en esa batalla que se
llenaron nueve grandes sacos con las orejas que les cortaron, una a cada
hombre.
Los Chinos, según Juan González de Mendoza59 adoran a la Virgen
Noema como sagrada; y dice que debe su culto a artes mágicas. Porque
cuando cierto capitán llamado Compo, por orden del Rey, llevó la flota a
cierta isla, no pudo mediante fuerza alguna levar anclas para alejarse de allí;
pero al final vio a Noema sentada en la parte trasera del barco. Se le acercó
con reverencia y le rogó ayuda y consejo; y ella le replicó que los Chinos
nunca ganarían una victoria salvo bajo su liderazgo. Salió entonces con la
flota; y pese a que el enemigo confiaba en sus sortilegios mágicos ella los
derrotó con encantamientos más poderosos. Porque el enemigo tiró a su dios
al mar e hizo que la flota China pareciera estarse quemando y todo ser
consumido por las falsas llamas: pero Noema apagó las llamas, y mediante
su arte más poderoso, lanzó un sortilegio similar sobre el enemigo que,
percatándose de que sus esfuerzos no fructificaban, se rindieron a Compo
como vencidos.

58
“Kromer.” El famoso historiador y obispo Polaco de Ermland. Nacido en 1512;
fallecido en 1583. Su “De origine et rebus gestis Polonorum,” un amplio trabajo de treinta
libros que tratan sobre la historia de Polonia desde los primeros tiempos hasta 1506, fue
publicado en Basilea en 1555. Ha sido traducido dos veces al Polaco, y también al Alemán,
1562. Walewiski, “Martin Kromer,” Varsovia, 1874. La presente referencia es del Libro
VIII del de “De origine...Polonorum.”
59
“Mendoza.” Este eminente pionero de la geografía era de la Orden de Agustiniano
Hermitis. Fue él quien hizo el primer mapa de China verdaderamente inteligible, 1585.

56
COMPENDIUM Libro I

Las gentes de Pergamus también en una ocasión intentaron levantar


un asedio a la ciudad por medio de la magia, pero sin éxito como cuenta
Pablo el Diácono60 (Rerum Romanarum, XX).
En tiempos de Leo Isaurus, Masalamas el caudillo Sarraceno
ocupaba Pergamus sin dificultad, pese a que sus ciudadanos, confiando en
una bruja, habían ofrecido un terrible sacrificio al diablo destripando a una
mujer embarazada y sacándole el feto aún vivo, al que hirvieron en una olla,
y todos los soldados mancharon sus mangas derechas con este abominable
sacrificio. Theophanes es nuestra autoridad en esto.
El Duque Wratislaw, fundador de Breslau (dice Aeneas Silvius), fue
a la guerra con su nieto Gremozislav, Duque de Bohemia. Hubo una mujer
que adivinó que su propio yerno, junto con Wratislaw y la mayoría de la
gente, caerían en aquella guerra; pero que el joven escaparía si la obedecía.
Cuando el joven contestó que obedecería sus ordenes, le dijo que matara al
primer hombre que viese, y luego hiciera la señal de la cruz en el suelo con
su espada entre las patas de su caballo, le cortara las orejas al hombre
muerto y las pusiera en una bolsa y se apresurara en marcharse. La batalla se
luchó en la planicie cerca de Tuscus; y cuando Wratislaw fue muerto, el
joven, haciendo lo que la mujer le pidió, volvió a salvo a su casa; pero
encontró a su querida amada esposa muerta con las orejas cortadas y su
pecho atravesado, y con asombro y pesadumbre se percató que las orejas
que le había cortado a su enemigo eran las de su mujer. Esto fue de hecho
una recompensa adecuada por consultar con una bruja: y puede ser que la
esposa fuese también una bruja que se sumó a la batalla a la manera de las
mujeres de Bohemia; o que el demonio puso alguna imagen mortal en la
batalla y transfiriera las heridas que recibió a la desdichada mujer en la su
casa.

60
“Pablo el Diácono.” Aprox. 720 – 799. El historiador Benedictino también conocido
como Casiensis, Levita, Warnefridi. Su “Historia Romana,” una ampliada y extendida
versión de Eutropius, fue muy estimada.

57
Libro I MALEFICARUM

58
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO IX
Sobre si el Diablo puede Verdaderamente Enriquecer a Sus Sujetos.

Argumentación.

Leemos que Stuphius pagó a su ejercito con dinero mágico. Psellus


escribe que el diablo no puede verdaderamente cumplir ninguna de sus
promesas, pero únicamente ofrece vanas burlas a sus adoradores: pero esta
visión, que puede ser cierta de algunas de las cosas que se dicen que obra el
diablo, es falsa si se aplica a todo aquello que puede hacer. Porque yo
afirmo que el diablo, si Dios lo permite y él mismo lo desea, puede
enriquecer a sus sujetos: y si Dios le ordenara hacerlo, se vería obligado a
obedecerle, aunque no quisiera: pero pocas veces desea esto el diablo, y rara
vez lo permite Dios. El rechazo del diablo en esta materia es claro, ya que
podemos ver que a menudo engaña a sus sujetos; y pese a que a veces
enriquece a algunos pocos a veces con un poco de dinero, como hizo con el
Doctor Vlaet en Treves, habitualmente los defrauda con vanas esperanzas e
ilusiones vacías. Remy lo prueba con muchos ejemplos extraídos de
testimonios como sigue.

En Douzy el 30 de Septiembre, 1586 sucedió que Seneel de


Armentières, habiendo recibido del diablo lo que parecía ser un regalo de
dinero, se apresuró gozoso en volver a casa para contarlo; pero cuando sacó
el contenido su bolso no encontró más que pedazos chamuscados de arcilla
y de carbón. Catherine de Metz, el 31 de Octubre, 1586, no encontró más
que excrementos de cerdo. Claude Morelle, en Barr en Diciembre 1586;
Benedict Driget, en Hércourt en Enero; Dominique Petronine, en Pargny en
Octubre 1586; fueron todos probados haber sido defraudados de forma
similar. Jeanne de Bans, en Châlons-sur-Marne en Julio 1585, declaró que
había encontrado en un camino una suma de dinero envuelta en papel como
el diablo le había dicho, y alegremente se lo enseño a su marido; pero para
su vergüenza descubrió que en vez de oro tenía una piedra con aspecto
oxidado que se deshizo al tocarla. A otros les dieron hojas de árboles como
si fuera dinero. Pero Catherine Ruffa, en Val-de-Villé cerca de Moselle, en
1587, admitió que una vez recibió tres monedas auténticas.

He citado libremente estos ejemplos porque se hallan públicamente


documentados por los Tribunales de Justicia. Podría añadir muchos más,
pero lo creo innecesario puesto que los antes mencionados son suficientes.

59
Libro I MALEFICARUM

Lorenzo Anania61 (De Natura daemonum, II) aduce otra razón por la
que al diablo le repugna enriquecer a sus devotos. Dice que los espíritus
maléficos son propensos a la avaricia, y que amasan tesoros y dinero para
satisfacer las necesidades del Anticristo, el hijo de la perdición, y que a
cierto adivino se lo había dicho un demonio. Y pese a que el demonio es un
mentiroso y se puede tener poca fe en él, esto no se aleja de la verdad. Pero
nos acercamos de la verdadera razón cuando afirmamos que Dios nunca
deja que el diablo enriquezca a sus devotos (porque Él no toma parte del
mal), y sólo rara vez lo permite: porque de hecho aquellos a quienes el
diablo promete riquezas, respeto, honores y el favor de los Príncipes son los
más viles, abyectos, necesitados y despreciables: y si eran ricos
anteriormente, se vuelven pobres: y si eran pobres, nunca se hacen ricos. Y
aquellos que pretenden adquirir riquezas a instancias del diablo mediante su
magia y contra las leyes de los hombres, como puede verse desde la primera
Ley Canónica de thesauris, el diablo los asusta hasta matarlos o los
estrangula con crueldad. André Thevet62 (Cosmog. VIII, 1) cuenta que oyó
de cierto testigo presencial que cierto Griego llamado Macrianus buscaba un
tesoro en la isla de Paros, y fue tragado por la tierra. Anastasius cita a
Cedrenus contando algo parecido, y otros muchos tienen historias
semejantes, una de las cuales expondré como un prodigio merecedor de ser
contado.

Ejemplos.

Hacia el año 1520 en Basilea cierto sastre simple de espíritu que


padecía de tartamudez de una manera o de otra entró en la cueva que tiene
su entrada en Augst y yendo tan lejos como nadie había ido antes dentro de
ella, dijo haber visto visiones maravillosas. Dijo que, después de quemar
trigo consagrado, se adentró en la cueva y primero atravesó una puerta de
hierro, y luego de una habitación a otra, y así hasta el más maravilloso jardín
de flores. En medio había una sala magníficamente decorada donde vio a
una muy bella Virgen con una diadema de oro sobre su cabeza y el cabello
suelto; pero la parte de abajo de su cuerpo acababa en una horrible serpiente.
Esta virgen lo llevó de la mano hasta un cofre de hierro que estaba

61
“Anania.” Giovanni Lorenzo Anania, nacido en Taverna en Calabria, falleció hacia
1582, su principal jefe fue el Arzobispo de Nápoles, Caraffa. En 1581 se publicó en
Venecia su “De Natura daemonum, libri quatuor.” A la que siguió una segunda edición en
1589. La referencia aquí es al Libro II.
62
“Thevet.” Este gran explorador Francés es más conocido por su viaje a América cuando
junto con otros en 1556 tomó tierra a orillas del Penobscot. Dejó un completo relato de su
visita.

60
COMPENDIUM Libro I

custodiado por dos perros negros Molosos, que mediante sus aullidos
evitaban que nadie se acercara; pero la Virgen los apaciguó de alguna forma
prodigiosa, y cogiendo un puñado de llaves de su cuello, abrió el cofre y
exhibió todo tipo de dinero de oro, plata, y cobre. Y dijo que la Virgen le
dio una cantidad de dinero nada pequeña, que sacó de la cueva. Añadió que
la Virgen había dicho que era la hija del Rey que siempre había llevado una
vida devota, pero que había sido transformada por un sortilegio maléfico en
aquella forma monstruosa y que no había otra esperanza para recobrarse que
el que fuera besada tres veces por un joven de castidad sin par; entonces
sería devuelta a su antigua forma, y daría como dote a su liberador todo el
tesoro allí escondido. Afirmó también haber besado a la Virgen por dos
veces, y las dos vio sobre su cara tan horrible regocijo con el pensamiento
de su liberación que temió no escapar de ella con vida. Después fue llevado
por unos jóvenes descarriados a un burdel, y nunca después pudo encontrar
la entrada de la cueva, por no decir adentrarse de nuevo.
¿Quién no entiende la ilusión? El joven no tenía consigo todos sus
sentidos: o una diablesa del tipo de Lamiae lo tentó para besarla, para así
poderlo devorar tras el tercer beso; pero Dios no lo permitió. Los dos perros
eran otros demonios, o pueden haber sido los verdaderos o fingidos
guardianes del tesoro. El dinero era quizás auténtico, dado con el permiso de
Dios.
Algunos años después otro ciudadano de Basilea entró en aquella
cueva con el propósito de aliviar la pobreza de su familia. No encontró más
que los huesos de cadáveres humanos, y preso de un súbito pánico salió
apresuradamente, y se comportó con tanta extravagancia que falleció
miserablemente en tres días. Ver Stamphius antes citado, y Beatus
Rhenanus63, Libro III, Historia Germanorum.

Pocos años antes cierto Prior de Margulina, estando en búsqueda de


un tesoro, yendo junto con dos compañeros dentro de un pozo en la cueva
del Rey Salaus cerca de Pozzuoli, encontró una muerte desgraciada, y nunca
volvió a ser visto. Esto lo extraigo de Jacques de Villamont (Los Viajes,
libro I, 23)64.

63
“Beatus Rhenanus.” 1485 – 1547. Humanista y académico clásico, amigo de Erasmo y
de Gelenius.
64
“Los Viajes.” “Los Viajes del señor Jacques de Villamont.” He utilizado la edición de
Arras, 1598, de su popular libro. Hubieron reediciones en París, 1600 ; Lyon, 1606 y 1607
; París, 1609 ; Rouen, 1618 ; y París, 1698, que pretende ser la Tercera Edición. Esto es,
por supuesto, incorrecto.

61
Libro I MALEFICARUM

Andreas de Ratisbon65 escribe: “Sabemos que muchos tesoros han


sido constituidos por artes mágicas, pero no se sabe quien obtuvo posesión
de ellos.”

En nuestros tiempos algunos hombres empezaron a cavar en busca


de un tesoro en Pisa, pero al final fueron vencidos por la dificultad del
trabajo y cesaron en su empeño.

Finalmente el año pasado unos hombres empezaron a excavar donde


se decía que el palacio de Nerón66 se había hallado, en un lugar que hoy en
día es un claustro para Santas Vírgenes, donde hay un enorme pino: Pero
eran tan atormentados por diablos que fueron obligados a desistir del trabajo
que habían empezado; y mientras tanto muchas de las monjas que allí vivían
eran poseídas por diablos. ¿Y de qué hay que sorprenderse, cuando
permitieron esta ilegítima búsqueda de tesoro en sus propias tierras? Por ello
Dios las castigó en esta vida para tal vez poderlas perdonar en la futura. Paul
Grilland (De sortileg. Q. 3, n. 12) habla con más exactitud que los demás
sobre este particular.

65
“Andreas de Ratisbon.” Todo lo que se conoce de este historiador se recopila de sus
trabajos. Ordenado sacerdote en Eichstätt en 1405, se unió a los Canónigos Regulares de
S. Agustín en Ratisbon en 1410. Sus escritos le ganaron el título de “Livy Bávaro.”
66
“Nerón.” La “Casa de Oro de Nerón se extendía desde el Palatino a través del valle del
Coliseo hasta el Esquilino. Sería quizás difícil – y tal vez innecesario – identificar el
Convento del habla Guazzo.

62
COMPENDIUM Libro I

CAPÍTULO X
Sobre si las Brujas Pueden mediante su Arte Crear alguna Cosa Viva.

Argumentación.

Es la opinión de S. Agustín (De Trinitate, III, 7), apoyada por todos


los demás Teólogos, y en particular S. Tomás y S. Bonaventura, que las
brujas pueden en un momento producir animales imperfectos, como moscas,
gusanos, ranas y otros insectos semejantes y otros animales generados por la
putrefacción; no mediante su creación sino aplicando principios activos a los
pasivos. Es habitualmente el demonio quien, de acuerdo con su pacto con la
bruja, produce tales animales mediante la aplicación de principios activos a
los pasivos: porque las brujas no saben la mayor parte de las veces como se
producen, e ignoran las causas: como cuando el diablo le da a una bruja un
poco de polvo que tira al aire, y del que nacen varios tipos de langostas y
saltamontes y ratones y orugas y animales semejantes. El diablo puede
también, haber producido estas cosas, cuidándolas y alimentándolas y
dándoles aliento en lugares alejados de donde parecen ser generados; como
entre las piedras, donde a menudo nacen animales imperfectos, como las
moscas y los ratones y cosas similares. Y creo que eso es lo que ocurrió en
el caso de esos perros mencionados por William de Newburgh (Hist.
Anglorum, I, 28) como sigue. Una enorme piedra estaba siendo despedazada
en cierta cantera, cuando aparecieron dos perros de igual tamaño que la
piedra; y desde ningún agujero perceptible saltaron estos mismos perros,
que eran de una especie de caza, con aspecto fiero, de fuerte olor y muy
peludos; y uno de ellos, se dice, desapareció rápidamente. Pero el otro del
que se dice era extremadamente voraz, fue mantenido lujosamente por
Henry, Obispo de Winchester. Estos perros no podían, creo, haber sido
generados salvo a partir de semen prolífico; pero el diablo fue capaz de
sacarlos del útero de su madre y esconderlos en aquel lugar. Los Demonios
pueden también generar extraños monstruos, como aquel en Brasil que tiene
diecisiete palmos de alto, la piel de lagartija, un enorme buche, y las patas
delanteras de león, ojos mortíferos y una lengua abrasadora: o como
aquellos monstruos de los bosques de Sajonia, de apariencia medio humana,
que fueron capturados en 1240 (Anania, De Natura Daemonum, IV). Salvo
que quizás estos fueran el producto de un abominable coito entre hombres y
bestias, que es sin duda alguna la causa de la mayoría de monstruosidades.
Porque es de esta forma que durante la guerra Marsica Alcippe dio a luz a

63

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