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PRESENTACIÓN
William Dufty, traductor y editor inglés del presente libro, fue personalmente
autorizado por Ohsawa para seleccionar material de su profusa bibliografía, a
fin de presentarlo en un solo volumen destinado a divulgar eficazmente sus
ideas al público norteamericano. En cuanto a la América del Sur, la
macrobiótica fue introducida por primera vez en PORTO ALEGRE (Brasil) por
el señor Mario A. Costa, hace unos nueve años. Inmediatamente atrajo el interés
de los brasileños, a tal punto que el entusiasmo expandió pronto su
conocimiento a otras ciudades como Río de Janeiro, San Pablo, Curitiba,
Pelotas, entro otras.
Oriundo de España, Juan Torres hace más de 60 años que está radicado en la
Argentina. Su biografía orgánica hasta su encuentro con la Macrobiótica, es una
larga secuencia de enfermedades, con frecuentes períodos de hospitalización y
siete serias intervenciones quirúrgicas. Según el mismo lo señala, sus problemas
tuvieron origen en “una vida disipada de francachelas, mala alimentación
consistente en carnes enlatadas, sándwiches, carnes de cerdo y de gallina,
excesos generales den el comer y en el beber, etc.”. En 1960, y viéndose muy mal
adoptó el régimen vegetariano. Con ello su salud mejoró algo, pero no lo
suficiente como para librarse de la destrucción orgánica en marcha.
En este proceso pasó por las manos de muchos médicos, hasta que los últimos
llegaron a pronosticarle un máximo de tres meses de vida. Fue por esos días
cuando entró en contacto con el libro “SOIS TODOS SANPAKU”, gracias a un
compatriota suyo que se lo remitió desde Brasil. De este modo el señor Torres
comenzó a practicar la macrobiótica, y lo hizo con tal entusiasmo que superó las
primeras dificultades, para conseguir los elementos esenciales del régimen.
debilitada, a tal punto que pudo prescindir de los lentes que había usado
durante treinta años. Hoy, cumplidos los 82, el señor Juan Torres, es un vivo
exponente de los efectos asombrosamente benéficos de la MACROBIOTICA.
A fin de ampliar el tratamiento que había iniciado por su propia cuenta, y en
respuesta al pedido de un grupo de amigos de Buenos Aires, el señor Torres
viajó a Porto Alegre, donde completó su curación y obtuvo además, mejores
conocimientos sobre esta ciencia, ya que Porto Alegre es considerada la Meca de
la Macrobiótica en América del Sur. Regresó luego a Buenos Aires con la
experiencia y los conocimientos adquiridos (incluso cocina ZEN, tan esencial en
Macrobiótica) y se dio a la tarea de fundar también aquí una Asociación en
Macrobiótica y de traducir las obras del señor Ohsawa al castellano, como ahora
lo hace con “SOIS TODOS SANPAKU” Y “COCINA ZEN”.
“Quedé asombrado al ver que con solo esta fuente nutricia conseguían
desarrollar una energía y resistencia para el trabajo, excepcionales, más aún si
se tiene en cuenta los desgastes producidos pos sus tres borracheras semanales
(la región es de viñateros y fabricantes de licores), y su constante masticar hojas
de coca, equivalente al fumar en el mundo moderno. Todo esto me condujo a
hacer un experimento con mi comida diaria, en el cual, en lugar de cocinar
enteros los granos de cereales y legumbres, adopté el sistema de tostarlos y
molerlos. A simple título de orientación doy las proporciones en que combino
los elementos de mi mezcla personal. Estas proporciones son susceptibles de
variar según las necesidades individuales y la posibilidad de que ofrece el
mercado. No siempre se consiguen determinados ingredientes, por lo cual es
preciso reemplazarlos aumentando la cantidad de los otros. Además las
exigencias de cereales y de verduras-como se verá en los capítulos
correspondientes del libro- son distintas según los casos tratados
específicamente. Esta fórmula sirve, pues, como una idea base para orientarse:
Lino 1%
Después de bien lavadas las verduras (sin dejarlas en remojo), se ponen a hervir
en agua abundante pues deben absorber harina. Utilizar cacerolas de barro,
hierro o de acero inoxidable, y evitar las de aluminio. Poner la sal marina, y
después de cocidas agregar la harina de dos a tres cucharadas soperas por
persona (previo remojo en agua fría). Luego de agregada la harina, remover
lentamente para que no se pegue mientras vuelve a hervir durante dos a tres
minutos. Retirar del fuego.
“Doy a conocer esta preparación para aquellas personas que son nerviosas,
rápidas en el comer, o que por mala dentadura tragan el bolo alimenticio casi
entero, pues en macrobiótica se recomienda mucho la buena
masticación como condición indispensable para una buena
digestión.
Esta dieta me dio un gran resultado a 2500 metros de altura y con 82 años de
edad, sin sufrir el menor contratiempo en los cinco meses que viví en el Valle de
Cinti (Bolivia).”
INTRODUCCIÓN
La muerte de Kennedy
título –“Sanpaku en la segunda avenida”- nos habría hecho creer que hubiese
una relación con lo sucedido en Dallas más tarde. S u primer párrafo, sin
embargo, ya era para hacernos detener en su lectura y pensar:
¿Un repórter? ¿Qué repórter? ¿Será que esta notable predicción de asesinatos
de tres Jefes de Estado llegó a ser publicada en los diarios? El Presidente
Kennedy era uno de los más ávidos lectores de diarios. ¿Será que leyó la
profecía? ¿Y sus médicos? ¿Y el Servicio Secreto? Indiscutiblemente, el artículo
ocasionó más preguntas que respuestas. Finalizaba con la mención directa del
profeta japonés que, se decía, predijo la muerte de Gandhi, de Hitler, y el fin del
colonialismo británico en la India, llegando, casi, a ser condenado a muerte, en
el Japón, por haber predicho la derrota absoluta de su propio país durante la
Segunda Guerra Mundial.
Arranqué mis lentes, fui hacia el espejo del baño y me miré cuidadosamente. El
profeta japonés, que acertó con Gandhi, Hitler, el Japón, Kassem, Diem y
Kennedy, debía, con certeza, también estar en lo cierto conmigo. Mis ojos
parecían dos huevos fritos.
“Sanpaku”, sin duda. Muy “sanpaku”. Arranqué la página del “Herald Tribune” y
la guardé en el bolsillo. Durante días, al encontrar amigos o extraños no podía
desclavar mis ojos de los de ellos. Examinaba todas las fotos de los diarios. Una
mayoría alarmante era “sanpaku”. Comencé a pensar, entonces si los demás
lectores del “Herald Tribune” estarían escrutando el blanco de mis ojos. Empecé
a usar lentes oscuros.
Cierta noche, estuve conversando con Carmen de Lavallade, una de las mayores
bailarinas de América. Los bailarines, así como los atletas, están preocupados
siempre por su físico. Sus cuerpos están bajo constante desgaste y necesitan
continuos cuidados. Siempre están modificando su alimentación, buscando
establecimientos especializados en la venta de buenos y saludables alimentos,
tratando de descubrir filtros mágicos para recomponer sus espaldas cansadas y
sus músculos doloridos, con masajes y toda especie de terapéutica. Carmen
mencionó el reportaje del “Herald Tribune”. Los inquietos ya estaban hablando
sobre él. Miré sus espléndidos ojos negros.
“Pero no usted no es “sanpaku”, le dije.”
“Puede ser que no, querido”, respondió riéndose. “Pero en el estado en que me
encuentro estoy dispuesta a probar cualquier cosa”.
Kennedy”, dijo Ohsawa. Y mostró con el lápiz la gran extensión blanca bajo el
iris de la órbita del Presidente.
En realidad, conforme supe más tarde por personas que asistieron a aquella
conferencia de Ohsawa en agosto, su predicción había sido más notable todavía.
La calificación de “sanpaku” del Presidente Kennedy fue mencionada ligándola
con la de otros jefes de Estado tales como: Diem y Kassem cuyos asesinatos
debían preceder al de él. El otro único Presidente de los Estados Unidos, elegido
para la galería de “sanpaku” fue Abraham Lincoln. Un ejemplar característico de
la galería de “sanpaku” de Ohsawa es, también, el archiduque Ferdinando de
Austria que fue asesinado en Sarajevo, así como uno de sus sosías, vestido y
uniformado como él para asemejarse en los mínimos detalles excepto uno. El
archiduque era “sanpaku”. El sosías no lo era.
Todo esto era lúgubre, fascinante, pero inexplicable. ¿Cómo se podría relacionar
la pérdida del equilibrio físico y espiritual del difunto Presidente – o de Diem o
Kassem- con los acontecimientos que supe, entonces, hayan ocurrido en Dallas
e Irak? Las heridas sufridas durante la guerra por el Presidente Kennedy, y sus
consiguientes sufrimientos habían sido ampliamente divulgados. No constituía
secreto alguno que sufría de ellos irregularmente y que estaba bajo constante
tratamiento y medicamentación. Pero ¿cómo conciliar el hecho de ser el
“sanpaku”, sujeto a accidentes y tragedias, con los hechos entonces conocidos
sobre los horribles acontecimientos de Dallas?.
“Cúrese a si mismo, antes de hacer cualquier otra cosa”, había dicho el profeta.
Quedé con una copia de la reproducción del “Herald Tribune” y, protegido por
mis lentes oscuros, hice mi pedido de productos macrobióticos lo más
acertadamente posible, evitando la mirada simpática de una bondadosa y sana
mujer de cabellos grises, que cuidaba de la casa.
Compré un ejemplar más del libro para un amigo enfermo, sintiéndome como
un adolescente que hacía su primera compra en la farmacia vecina. Volví a casa,
puse el arroz en el fuego y empecé a cocinarlo guiándome por el libro. Torré un
poco de té, con las ventanas abiertas. Si alguien estaba necesitando del drástico
régimen de 10 días, solamente de arroz oscuro y nada más, ese alguien era yo.
Simplemente yo había sido preparado para lo peor, y nada más había que hacer.
No podía aguantar 24 horas más. Llamé por teléfono, entonces, a un practicante
conocido, un hombre inteligente y poseedor de excelentes credenciales médicas,
que nunca quiso practicar la medicina ortodoxa. Me dijo que fuera a buscarlo.
Me preguntó sobre mis exámenes. Tomó una jeringa larga y derramó algo muy
frío en mis fosas nasales. Después de una hora sentí algún alivio. Conocía lo
suficiente sobre drogas como para saber que había sido cocaína. Bien, pensé
conmigo mismo, es así que el derrumbe comienza.
Quedé con el arroz oscuro integral durante 48 horas, hasta que pasó algo para lo
que el libro no me había preparado. Trabajando, de mañana, fui sacudido por
náuseas y fuerte dolor de cabeza, peor que el que un día me llevara al hospital; el
más fuerte de toda mi vida. Era un punto crítico por el cual tenía que pasar.
Intenté soportar, pero era una tortura. Esto podría ser el final del
autodiagnóstico y autotratamiento. Descubrí, más tarde, que algunos neófitos,
llegando a este punto, recelosos y desprevenidos, echan la culpa al arroz
volviendo a la aspirina, carnes y helados. Pero mi instinto me llevó a relacionar
mis síntomas con aquello que ya sabía, sobre la cura de los toxicómanos. Al final
de cuentas, la heroína no pasa de ser un producto químico. Yo estaba
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Arribando al quinto día fue que empecé a notar una mudanza drástica. No fue
física y sí emocional. Al salir de una penosa conferencia comercial, quedé
paralizado por la forma en que me conduje, por primera vez como nunca antes
consiguiera hacerlo. Generalmente acostumbramos a salir de tales reuniones
mascullando sobre lo que hicimos, cubiertos de transpiración nerviosa,
deseando poder interpretar toda la escena nuevamente. En esta oportunidad,
fue completamente diferente. Estuve calmo, frío, receptivo, preciso y locuaz.
Solucioné cosas pendientes hacía dos años. Todo terminó antes de haberme
dado cuenta de lo que había sucedido. No había otra manera de explicarlo.
Cinco días de arroz oscuro eran la causa de tan grande diferencia y beneficio.
Irma examinó mis manos, dijo que mis ancestros en Michigan habían sido
extremadamente carnívoros y algunas cosas más, todas, verdaderas. Omitió,
delicadamente, referirse a mis ojos. Todavía era muy “sanpaku”, y,
posiblemente, lo continuaría siendo por algún tiempo más. Me sugirió algunos
perfeccionamientos en el régimen, eficientes y propios para mi caso, y me dio
algunos consejos valiosos para cuando tuviera que viajar. “Busque un
restaurante italiano y pida spaghetti con salsa blanca de mariscos. Cuando se
vea envuelto en situaciones sociales difíciles, tome un whisky puro bebiéndolo a
sorbos pequeños durante toda la noche”. Nos hicimos buenos amigos.
Al segundo día, sin comida o agua, me sentí un poco atontado pero eso pasó.
Los otros prisioneros dividían mis comidas entre sí y bromeaban haciendo
apuestas sobre cuál sería la hora y día en que yo sería llevado para el Hospital
Bellevue. Al cuarto día, en cuanto continuaba desempeñando mis tareas
domésticas, había una sorpresa general en la prisión sobre mi resistencia. Nadie
estaba tan sorprendido como yo. Tres noches por semana los prisioneros tenían
el privilegio de pedir lunches frescos de una casa especializada de la vecindad.
Sabía que era inútil mirar el “menú”. Los otros pedían sándwiches, pizzas,
bebidas dulces variadas, helados y bocadillos. Intenté conseguir una botella de
agua mineral, pero respondieron que no tenían.
enemigas. Para bien o para mal, el arroz oscuro superó a la comida del ejército.
Esto me hizo pensar en la estrategia de guerra en las florestas asiáticas, donde el
sistema primitivo de suministro –bolsillos llenos de arroz- enfrentó los ejércitos
equipados más elaboradamente y mejor racionalizados de Occidente.
Ohsawa escribió: “Cúrese a sí mismo antes de hacer cualquier otra cosa”. Volví a
leer el librito nuevamente, de punta a punta. Se convirtió en mi Biblia y,
finalmente, sentí que estaba curado. Cuando volví a buscar a Irma, ella quedó
desconcertada por el brusco corte que habían sufrido mi ayuno y meditación.
Pero no depende de nosotros el permanecer o salir de la cárcel. Enfrente de un
plato de “crema de arroz” tuvimos una larga conversación. Yo había acumulado
algunas preguntas. Me sentía inmensamente libre y profundamente agradecido
a todos los que, en la corriente de los acontecimientos, hicieron esto posible.
Estaba imaginando cuántas personas, en Nueva York, habrían leído el obituario
del ´”Herald Tribune” y reaccionado como yo lo hice. Irma se puso sombría.
“No muchos”, dijo ella. “Solamente unas pocas viejas, Carmen y usted”.
hubiera gustado más escribir la historia de Irma, mas ella seguramente lo podría
hacer mejor que yo. Irma parecía desorientada con mi desistencia. Me sentía
frustrado.
Con otras personas u otros editores, se precisa empezar desde el comienzo. Con
Félix Morrow se puede comenzar, siempre, con un impacto.
Irma me había informado que Ohsawa era esperado en Nueva York durante el
verano. Decidí telefonearle. Ohsawa estaba en California camino de Nueva York.
Estaría en París por un día, el 17 de agosto, siguiendo para el sur de Francia.
Félix seguiría de Londres hacia París al día siguiente, donde permanecería hasta
el 18 de agosto. Pedí a Irma que me consiguiera un encuentro con Ohsawa en
París, el 17 de agosto, un lunes. Ella se puso radiante. Cuando transmití el
resultado a Félix, fue la Sra. Morrow que, calmosamente, tuvo la última palabra.
“Si publicas el libro –dijo al marido-, tendrás que hacer el régimen”.
Las cosas nunca pasan así. Quedé arrasado. Mi francés estaba oxidado e
inadecuado. Arranqué así las fotos antes y después de mi pasaporte –Oliver
Hardi y Steve McQueen- entregándolas a Ohsawa. Dio un suspiro y, después,
una buena carcajada. Comenzó a hablar en japonés con otras personas en la
librería, mostrando las fotografías. Mirando intensamente la más reciente, dijo:
“Todavía un poco “sanpaku”. Asentí con la cabeza, concordando. Me pidió
permiso para sacarme los lentes y aseguró mi cabeza, inclinándola para atrás.
Miró mis ojos y apretó los lóbulos de las orejas. Agarró mi mano derecha, la
volvió para arriba con su propia mano y apretó con su pulgar la carne abajo del
mío. Gemí de dolor. “Ah, ah”, dijo con aire triste. “Usted necesita todavía de
bastante tiempo. Estuvo en muy malas condiciones. Se salvó justamente en la
hora. Dentro de seis meses se sentirá mucho mejor. Realmente, estaba en muy
malas condiciones”. Miró nuevamente las fotografías, rió y dijo: “Formidable”.
Me preguntó si podía quedarse con ellas. Escribí mi nombre y las fechas en el
reverso de cada foto. Las guardó cuidadosamente dentro de la cartera de su
propio pasaporte. Se levantó sonriente y dijo: “Ahora está todo resuelto, los
convido para el almuerzo”. Esto era como música en mis oídos. Hacía 24 horas
que no comía. Existen varios restaurantes macrobióticos en París. Hacía meses
que no comía en un restaurante. Comenzamos a subir la Rue Lamartine.
Maestro Ohsawa, como todos lo llamaban, caminaba vigorosamente al largo de
la calle con la destreza de un niño. Nos presentó a su colega japonés, Maestro
Hoki, uno de los más notables yoghis del Japón, que trajera de Tokio con él.
Hoki hablaba solamente japonés y un poco de inglés que aprendiera al atravesar
los Estados Unidos. Ohsawa era siempre el primero en localizar un taxi vacío en
la difícil hora del almuerzo, cuando el tránsito es intenso en París, y siempre el
primero en indicar la calle y orientar al chofer. En agosto, la mitad de París esta
cerrada, pues es el tiempo de “fermeture annuelle”, cuando todos, incluso las
limpiadoras, están de vacaciones en la Riviera o en España. Lunes es el “tour des
fournisseurs”, o día de descanso de las tiendas, almacenes y muchos
restaurantes. Después de rodar mucho por la ciudad, encontramos cerrado el
restaurante que Ohsawa había elegido. Todos los restaurantes macrobióticos
que abrían los lunes, habían cerrado en homenaje a la llegada del maestro.
Tuvimos que despedir el taxi y esperar en la calle porque otros comensales
estaban siendo esperados. La estrategia de los encuentros estaba complicada
pero el maestro no se dejó perturbar. Dirigió a todos hacia otro restaurante
japonés en Montparnasse. Éramos diez en torno a la mesa.
“El se aproximó a mi cama y me miró”, recordó ella. “No podía moverme. Sólo
quería morir. El levantó mis cabellos blancos para mirar los lóbulos de mis
orejas. Encontré extraño cuando los apretó entre sus dedos. Luego sonrió y me
dijo: “Madame, los lóbulos de sus orejas son destacados como un clip. Usted
tiene una buena constitución física básica. Puede curarse Ud. Misma”. “Dejé
todos los remedios y nada comí sino arroz oscuro durante tres días. Después,
pensé que iría realmente a morir de la peor jaqueca que tuve en mi vida,
acompañado de una terrible náusea. En el día siguiente, simplemente
desapareció. Después de diez días me levanté y caminé por la primera vez,
después de años. Fue increíble”.
Fue esta la primera vez que encontré alguien que, como en mi caso, haya tenido
una reacción como la mía, en el tercer día. Después de su milagrosa
recuperación, ella viajó para el Japón, y los Estados Unidos, donde se encontró
con Irma Peale, pasando a dedicar la mayor parte de su tiempo a la causa de la
macrobiótica. Había venido especialmente de Bruselas para asistir a la
conferencia del maestro Ohsawa, en la noche siguiente. Iría, después, para el
Campo Ohsawa –la conferencia macrobiótica anual de verano- un una pequeña
ciudad, cerca de Bordeaux.
Constituía una historia simple pero profética. Es fácil empezar una vida
macrobiótica, engañadoramente fácil. Pero cuando la transmutación
empieza todo cambia, y no hay vuelta atrás, sea vender café, como un
montón de otras cosas más.
Los diarios comerciales americanos han considerado esta época como la era de
la alquimia, pero, con esto quieren generalmente referirse a los últimos
descubrimientos en el campo de productos plásticos o sintéticos. Nunca
estuvieron tan distantes, según me parece, de aquello que estaba en la mente del
septuagenario Ohsawa, que saltaba mientras caminábamos por esta tranquila
ciudad francesa.
En Nueva York él ya había sido –y era- buscado por uno de los gigantescos
monopolios farmacéuticos. Le ofrecieron una atrayente cifra con seis ceros por
una opción a su proceso de transmutación de Na en K. ¿Qué debía hacer él?
¿Vender la fórmula al capitalismo americano? ¿O intentar lo imposible
conservando el control en las manos de sus colegas japoneses, por un tiempo
que sería solamente limitado?
Mis conocimientos de química estaban todavía más oxidados que los de francés.
Pasé toda la noche anterior leyendo sobre la antigua filosofía del arte en arreglos
florales, del origen y cura de las molestias de riñones, y de la fórmula de un café
sintético, hecho de raíz de diente de león, y ahora una charada cósmica digna
del Instituto de Estudios Avanzados.
Ohsawa dijo que estaba ansioso por visitar China y constatar, personalmente, el
alcance y el significado verdadero de noticias sobre las intenciones del gobierno
de revivir la antigua medicina chinesca. Siempre deseó mucho un encuentro con
Mao Tse Tung. ¿Quién no lo desearía? El es, virtualmente, la única
supercelebridad inaccesible que todavía existe.
Tal vez nadie sea considerado como profeta en su propia tierra, tal vez un
americano en París sea un exponente exótico y poco verosímil de la filosofía
médica oriental. De cualquier manera, incluso sin predicar y desprovisto de
fotografías antes y después para documentar mi transformación personal, me
sentí en París como el padre de una creciente familia macrobiótica.
Todo comenzó en la mesa de un café de los Campos Elíseos, donde tuve que
explicar porqué no bebía. En aquella noche por teléfono, tenía, ya, dos
discípulos. De dos aumentó a cinco, de cinco aumentó a diez Ahora, ya perdí la
cuenta. Todo, desde eczema violenta hasta la ardiente artritis, fue curado en
diez días. Supe de casos de vidas que se transformaron por contactos
accidentales con personas que estuvieron en contacto conmigo, gente que nunca
conocía. Amigo con amigo, esposa con marido, marido con esposa, yerno con
suegra, suegra con amigo, la palabra mágica se había desparramado.
¡Es tan diferente a Nueva York!, pensé desconcertado Tal vez Ohsawa tenga
razón cuando dice que la Calle 57 y la Quinta Avenida son la capital, el centro de
gravedad de todos los sanpakus del mundo.
MUERTE DE KENNEDY
“Segundos después, los tiros sonaron en rápida sucesión. Las manos del
Presidente se dirigieron a la garganta. El pareció estirarse momentáneamente
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Habían transcurrido de 4.8 a 7.8 segundos entre la primer bala no-fatal, que
alcanzó al Presiente en el cuello, y la segunda, mortal, que le penetró en el
cráneo.
Todos los que estaban en el coche, la señora Connally, que protegió al marido, el
Gobernador Connally, la señora Kennedy y el propio Presidente, disponían de
4.8 a 7.8 segundos para reaccionar en pensamiento, palabra o acción.
“Debéis curaros a vosotros mismos antes de hacer cualquier otra cosa”. Llevé
casi un años para ver la luz. Durante este año perdí 61 libras, terminando con un
cuerpo completamente diferente. Estaba en mejor forma física que cuando tenía
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William Dufty
París, enero 1965
I
EL DIVINO RITUAL
¿Qué es la salud?
Durante siglos, los sabios de Extremo Oriente han medido el estado de salud de
acuerdo con las seis condiciones siguientes:
De las seis condiciones de salud, las tres primeras son fisiológicas y las tres
últimas psicológicas. Usando este antiguo criterio de Oriente como guía para
evaluar la propia salud, podéis atribuir diez puntos para cada uno de los tres
primeros criterios físicos, veinte puntos para cada uno de los dos siguientes y
treinta puntos para el último.
Partiendo de este índice de 100 puntos si cualquiera puede, honestamente,
atribuirse 40 puntos., goza de salud relativamente buena. Cada uno precisa
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II
UN PAIS DE SANPAKU
Hace diez años, otra Comisión Presidencial hizo un relatorio declarando que 25
millones de americanos vivos morirían de cáncer, a no ser que el índice de
mortalidad de aquella enfermedad fuese disminuido. El médico personal del
Presidente Eisenhower dijo, dirigiéndose al Congreso, que la enfermedad del
corazón era una “epidemia americana moderna” que transformó a los Estados
Unidos en uno de los países menos saludables del mundo.
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Las frías estadísticas, oficiales o no, cuentan solamente parte de la historia. Los
ojos del americano medio cuentan todo. El cuerpo no miente. Y los ojos, ventana
del alma, mienten mucho menos. Casi todo americano que veía era, más o
menos, “sanpaku”.
Abraham Lincoln, Adlof Hitler, Ngo Dinh Diem, General Abdul Karim Kassem,
María Antonieta, Archiduque Ferdinando, Presidente John F. Kennedy. Todos
eran “SANPAKU”.
Fui criado creyendo en la ciencia médica occidental. Felizmente sin embargo, fui
atacado, muy joven, por una enfermedad”incurable”, lo que obligó a buscar la
puerta de la salud por mi propia cuenta. Mi familia, tal como tantas otras en el
Japón en el comienzo del sigo XX, sintió todo el impacto de la introducción de
los ideales occidentales de la tecnología, medicina y religión, lo que comenzó
con el advenimiento del Almirante Perry hace, casi, medio siglo. Pero mi madre
murió a los 30 años bajo el cuidado de los médicos doctorados en Occidente.
Dos hermanas murieron antes de los 10 años y un hermano murió con 16 años
tomando los remedios de la medicina occidental. Los mismos médicos
declararon que yo tenía un caso incurable de tuberculosis pulmonar, complicada
por úlceras gástricas y otras cosas más. Tenía entonces 16 años, la edad en que
mi hermano muriera. Abandonado por la medicina científica de Occidente, fui
forzado a buscar mi propia salvación .La moderna medicina occidental perdió
las esperanzas conmigo y, así, hice la misma cosa con relación a ella Decidí
convertirme en mi propio médico y empecé a estudiar la medicina oriental de
más de 5000 años, aunque hubiese sido suprimida y casi prohibida por el
gobierno, que estaba bajo la influencia de la civilización occidental. En cinco
años salvé mi vida siguiendo la terapia oriental. Por lo tanto, decidí continuar
mis estudios y pesquisas y dedicar el resto de mis años al estudio de la filosofía
de la medicina oriental que me salvó.
Había un famoso médico japonés llamado Sagen Isiduka que, un poco antes de
mi nacimiento, había redescubierto y reinterpretado la teoría del Principio
Único, que se remonta a cuatro o cinco mil años en la historia oriental. El doctor
Isiduka estableció la validez médica y bioquímica del principio Yin-Yang a la luz
de la bioquímica moderna, al descubrir el antagonismo complementario entre
sodio (Na) y potasio (K), que realmente consiste en la redescubierta de un
principio que desempeña un papel básico en toda la vida humana.
murió, su cortejo fúnebre tenía más de dos millas de largo. Con el tiempo, me
convertí, prácticamente, en su único sucesor.
1. Quien come, vive. Quien come, puede pensar, hablar, accionar, amar,
odiar, discutir, casar, procrear, matar.
2. Quien no come, nada puede hacer y, necesariamente, tendrá que
desaparecer.
Primero constaté que todos los alimentos poseen un origen vegetal. El animal
no puede existir sin el vegetal. El cuerpo humano no puede digerir las sustancias
inorgánicas. Es incapaz de fabricar proteínas, carbohidratos, gordura o mineral
a partir de las substancias inorgánicas. Esa síntesis de los elementos inorgánicos
es una función del vegetal. Este proceso, llamado autotrofismo, es el fenómeno
mejor realizado por el reino vegetal. Los vegetales absorben los elementos
inorgánicos y los convierten en alimentos orgánicos, es un verdadero milagro de
composición y creación producido por las fuerzas interactuantes de la
naturaleza, que ningún laboratorio tuvo la posibilidad de imitar. Comer carne
significa duplicar el proceso, primero en el animal y después en el hombre.
¿Quién puede caminar bajo el verde de una profunda floresta sin una sensación
de seguridad y paz, tal como un niño abrigado y acariciado por la madre?
El hombre es el rey de los animales. Todos los otros animales fueron creados
para servirlo o deleitarlo. Cada uno desempeña su papel. Pero ¿qué razón podrá
él invocar para alimentarse de sus carnes, excepto la de satisfacer las tendencias
de placeres sensoriales?
Los vegetales son su alimento normal, lógico y natural. El uso de la carne animal
y sus productos es arriesgado y peligroso.
Estas dos leyes son la espina dorsal de todas las grandes religiones y el
fundamento de la filosofía médica oriental.
El comienzo es opuesto y antagónico al fin, aunque uno no pueda existir sin el
otro. En este mundo relativamente material, el frente es antitético y opuesto al
dorso. El nacimiento lleva a la muerte. La felicidad lleva a la tristeza. La belleza
lleva a la fealdad. La actividad lleva al cansancio. La fuerza lleva a la flaqueza.
Todo llega a un fin, que es lo opuesto de su comienza. Todo es alimentado,
animado, mantenido y destruido por su opuesto. Esta es la gran ley de la
naturaleza, la cual llamo el Orden del Universo. Es una ley muy simple, aunque
profunda, que rige nuestra vida en este mundo relativo, que es diferente del
mundo que es absoluto, infinito y eterno.
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A grosso modo, existen siete niveles de medicina que pueden ser resumidos,
brevemente, en lo siguiente:
Para encontrar la medicina que cura básica y profundamente, de una vez por
todas, se precisa alcanzar el Séptimo Estado, o el Aprendizaje Supremo de la
Medicina. Se precisa dar menos importancia al aprendizaje sintomático. Los
europeos y americanos buscan la verdad, según me parece, perdiéndose en
detalles por medio de técnicas analíticas. Dedican demasiada atención a
minuciosos exámenes microscópicos de tejidos periféricos disecados, lo que es
efectuado por cuerpos de especialistas, en vez de dedicarse a una pesquisa más
amplia, examinando los ojos, los lóbulos de las orejas, los labios, las palmas de
las manos, los dedos, la formación del cuerpo, las posturas, la apariencia general
y la constitución integral del hombre. La Verdad es todo un conjunto.
III
LA FE Y LA MEDICINA
POSITIVO Y NEGATIVO
El Yin y el Yang, al mismo tiempo, están en oposición y se complementan uno al
otro, tal como el día y la noche, el hombre la mujer, el invierno y el verano. Son
dos opuestos fundamentales, que se unen para destruir y crear cualquier cosa
que exista en el Universo. No pueden estar totalmente opuestos porque son
siempre limitados y relativos. Están ligados entre sí como la noche y el día. Y
cuando es noche en Occidente, es día en Oriente. Nada existe totalmente Yin o
totalmente Yang. Puede ser más Yin que Yang, o más Yang que Yin, y así los
designamos como uno u otro.
Este “dualismo” también existe en las religiones occidentales. Jesús comprendía
y admitía que Satanás existía incluso en El, el Hijo de Dios. Según el Principio
Unico, en este mundo nada existe que sea totalmente bueno o malo, así como
nada es totalmente Yin o Yang. En este mundo de relatividad, el Yin
inevitablemente se convierte en Yang, y el Yang se convierte en Yin.
Solamente aquello que es eterno, absoluto e infinito puede ser llamado “bueno”,
en el sentido absoluto.
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En la Tierra llamamos “bueno” a aquello que nos gusta, y “malo” a aquello que
no nos gusta, o sea también, aquello que consideramos provechoso para el
hombre y aquello que suponemos es perjudicial. Lo que puede ser bueno para
un hombre, entretanto, puede ser malo para otro. Las virtudes, en ciertas
circunstancias, pueden ser vicios como cuando la economía se convierte en
avaricia, el coraje en temeridad, la paciencia en indolencia. En este mundo, la
mutación es la única constante. Para los que comprenden la paradoja práctica
del pensamiento Yin-Yang, la vida es una educación constante en la mayor
universidad que existe y que no cobra matrícula ni mensualidades. Para los que
nada saben del Yin y Yang, la vida puede ser un infierno.
El centrípeto Yang es constrictivo y produce calor, sonido, densidad, peso: la
tendencia a ir hacia abajo.
El centrífugo Yin es expansivo y produce frío, silencio, dilatación, expansión,
liviandad; la tendencia a ir hacia arriba.
Desde el punto de vista físico, cualquier cosa que contenga más agua que sólidos
–siendo iguales cada una de las otras condiciones- es Yin; lo inverso es Yang.
ARTE
A B C D son formas verticales regidas por la fuerza centrífuga.
E F G H Son formas horizontales regidas por la fuerza centrípeta.
Cada par de formas tiene la misma dimensión, la misma superficie geométrica.
Pero son antagónicas. Una es Yin y la otra es Yang. Los antagonismos entre C y
G y entre D y H son bastante pronunciados., C y G superpuestos se combinan
para formar la estrella judaica de David. D y H superpuestos se combinan
formando una cruz. La unión de las formas básicas Yin-Yang dio origen a
símbolos sagrados fundamentales.
PESO
A E
E
41
B F
C G
D H
COLOR
VARIACIONES GEOGRÁFICAS
Todas Las cosas que son producidas y nacen en climas fríos son Yang,
comparadas con aquellas que mejor se adaptan a climas calientes. Por ejemplo:
una manzana roja del Canadá es Yang. Un mango púrpura de Trinidad es Yin.
Las personas que viven en un clima frío son siempre más fuertes,
fisiológicamente, que aquellas que viven en un clima caliente, pues comen más
alimentos Yang, que, paradójicamente, son producidos más fácilmente en el
clima frío, Yin.
PALADAR
42
Así como los colores van del extremo Yin al Yang, así también podemos
distinguir el Yin del Yang por el paladar y por el olfato. Las graduaciones de Yin
a Yang, son las siguientes: cáustico, ácido, dulce, salado, amargo. La pimienta
dilata nuestros capilares y aumenta la circulación sanguínea dando una
sensación de calor: es extremadamente Yin. El berro es amargo y da sensación
de frescura: es extremadamente Yang. Conviene recordar que estas relaciones
son sólo de los sabores naturales y no de los artificialmente condimentados o
manufacturados químicamente. La dulzura del azúcar blanco, químicamente
manufacturado, es cien veces mayor que la del azúcar natural, a nuestro paladar
El azúcar blanco, fabricado por procesos químicos, ocupa el extremo Yin en la
escala de los alimentos. De un modo general, los vegetales más Yin son: la
berenjena, los higos, las pasas de uva, la col y el repollo “morados”, que en la
realidad son violáceos, el germen de la papa, las naranjas, el azúcar de caña o de
remolacha. Son todos azulados o violáceos, interna o externamente. Son ricos en
vitamina K y C, y todos muy Yin.
Los alimentos yang, al contrario son rojos o amarillos: carne y todos los
productos de la hemoglobina, pescado, huevos, vitamina D, zapallo, zanahoria,
inhame (tipo de patata), manzana, cereza, frutilla. Son ricos en sodio (Na) en
comparación con el potasio (K).
Por otro lado, de acuerdo con estadísticas oficiales, el grupo de los que tienen
vida más larga es el de los monjes budistas. Los sistemas tradicionales de comer
43
y beber, que todavía subsisten inalterados en los monasterios del budismo Zen,
continúan confundiendo a los investigadores científicos de la longevidad y la
juventud eterna.
En los monasterios del Budismo Zen, los más adelantados discípulos son
siempre elegidos para la honra singular de convertirse en cocineros. Su posición
es la más importante en la vida espiritual de la comunidad. Son elegidos para
que su conocimiento superior y experiencia en la selección y preparación de los
alimentos, según las enseñanzas del Principio Unico del Yin/Yang, puedan
auxiliar el desarrollo del discernimiento de los demás discípulos.
Todas las grandes religiones poseen una cosa en común: leyes y principios para
guiar a los hombres, enseñándoles a comer y beber. Algunos de los más antiguos
–los de la antigua India, como el Código de Manú, por ejemplo- determinan
minuciosamente las reglas fisiológicas y biológicas prácticas para la conquista
de la felicidad y de la salud. Esta es la sabiduría olvidada a la que debemos
volver, con gratitud y humildad.
44
IV
LA CAUSA
Esa filosofía médica del Extremo Oriente tiene por base, sobre todo, un
reconocimiento del hecho de que la naturaleza –de la cual la vida depende-, es
la mayor curadora. El primer paso para la cura es el reconocimiento de que
nosotros mismos creamos la enfermedad de la cual sufrimos. No son los
bacilos, ni los virus, pero sí nosotros mismos los culpables, por permitir al
enemigo invadir y tomar cuenta de nuestros cuerpos.
“Mea culpa”, mi propia culpa, son las primeras palabras del pecador que se
aproxima al confesionario católico romano pidiendo absolución. Estas mismas
palabras son las primeras que deberían pasar por la mente del hombre enfermo
que busca restablecerse.
Todas las grandes religiones y libros religiosos del mundo, incluyendo el Nuevo
Testamento, recomiendan la oración y el ayuno como los grandes curadores.
46
Por raro que parezca, muchos de aquellos que pregonan los Evangelios de Jesús,
así como muchos budistas eminentes, a menudo, son demasiado gordos, por
consiguiente, muy enfermos, atracados de comida y bebida, muy “sanpaku”, lo
que en sana conciencia, no los recomienda mucho para pregonar un Evangelio
de ayuno y oración.
Son ellos los primeros en engullir medicamentos y píldoras en cantidad, y a la
primera señal de indisposición corren hacia algún hospital o clínica buscando la
cura por las más recientes técnicas de la medicina sintomática o intervención
quirúrgica; así es que olvidan pronunciar el “mea culpa”, que está en la raíz de
sus sufrimientos. El verdadero “ayuno” no exige el abandono completo de la
comida y de la bebida, No podemos apartarnos del aire y la luz, que son las más
maravillosas síntesis de las cuales derivan los cereales y, por lo tanto,
constituyen el verdadero fundamento de la vida. Ayunar significa abandonar el
hábito de la voracidad que siempre nos induce a comer y beber en exceso.
Ayunar, en el verdadero sentido, significa comer y beber simplemente, de
acuerdo con aquellos principios que son el centro del orden infinito del
Universo. El ayunar, también, es un antídoto contra el comer demasiado.
La teoría en sí, es simple, así como la lógica. Pero la técnica es delicada y puede
ser muy complicada, Además, ninguna teoría es útil sin una técnica práctica. Y
ninguna técnica es segura sin que se comprenda la teoría simple y clara en la
cual está basada. Nuestra teoría simple es esa: alimentos naturales,
debidamente equilibrados y ningún remedio.
El alimento puede ser un remedio. También puede ser un veneno. Pero, ningún
remedio (ninguna combinación química) puede ser un alimento, y todos los
remedios son venenosos.
más cierto todavía, sus peligros. Los bacilos adquieren inmunidad contra ciertos
medicamentos y, así, los remedios milagrosos de una generación ya pasan, en la
otra, a ser considerados inocuos y, a veces, hasta perjudiciales. ¿Habrá
necesidad de citar el reciente escándalo internacional que se originó de la
descubierta respecto a cierto medicamento que era recetado para los malestares
del embarazo que fue responsable del nacimiento de niños sin manos o pies?
Sinceramente apoyamos lo que fue dicho por Olive Wendell Colmes, autor y
médico, padre del famoso jurista.
V
LA CURA
Si tuviera libertad para tanto, podría recetar específicamente para la cura de las
enfermedades del corazón, cáncer, diabetes, enfermedades venéreas, riñones e
incluso para el área de la psiquiatría –esquizofrenia y paranoia- con seguridad
de cura dentro de un tiempo asombrosamente corto. Recomendaría, entonces,
al paciente vaciar el contenido de su caja de remedios, dispensarse con el
médico y, salvo en casos de emergencia más extrema, desengañarlo de la
esperanza de salvación dudosa, particularmente en el caso de cáncer, de la
cirugía drástica.
Antes que nada, permitan que enumere algunas de las enfermedades para las
cuales la medicina occidental admite que no hay cura. Ella no consigue hacer
más que aliviar el dolor y las molestias –a cualquier precio- de la artritis, por
medio de simples analgésicos o por el engañador uso de hormonas. Igualmente,
para la diabetes, la única solución de que los médicos occidentales disponen
para ofrecer, es el equilibrio artificial y temporal de la química del cuerpo por
medio de inyecciones constantes de una sustancia externa, la insulina, cuyo
valor, conforme declaré anteriormente, fue puesto en duda hasta por los que la
recetan. Todavía más directa es su prohibición del azúcar al diabético, con lo
que son forzados a concordar con la práctica macrobiótica Y ¿por qué razón no
prohibir el uso generalizado del azúcar como alimento, como el régimen Yin-
Yang exige, eliminando así, para siempre, y para todos, el peligro de adquirir
aquella enfermedad? Si se lanzó un grito de alerta contra el tabaco, cuyo daño
no fue probado con certeza, ¿por qué no contra el azúcar?
Para el cáncer y úlceras estomacales, no hay cura, salvo la cirugía. Por lo tanto,
son incurables. Para la lepra, leucemia, epilepsia, cuando mucho hay un alivio.
La lepra ya es enteramente curable (por lo menos en términos occidentales)
desde el advenimiento de los sulfones. La sífilis se extiende a pesar de todos los
programas públicos de salud y de los antibióticos “hacedores de milagros”. El
doble de muertos por el cáncer, resuena hasta para los jóvenes. Y las
enfermedades del corazón son el asesino Nº 1 año tras año.
proceso puede no tener fin hasta que el cuerpo humano no posea más que piezas
artificiales. Como ironía final, muchos hombres americanos tan celosos de sus
poderes sexuales, son forzados a tomar hormonas colocándose en peligro y
arriesgando la pérdida de su potencia, con el objetivo de evitar el
endurecimiento de las arterias.
Sin hacer afirmaciones específicas, pero convencidos de que podrán servir para
mejorar la salud general y el bienestar de cualquier hombre enfermo, hicimos
una lista de diversos regímenes considerados por la medicina oriental como
extremadamente beneficiosos para el cuerpo y la mente enfermos. Son
contraindicados solamente en emergencias drásticas, tales como un apéndice
50
perforado, caso en que no se debe comer nada. Fuera de esto, sólo podrán
beneficiar a los que experimenten, advertidos, sin embargo, de que el uso de
remedios, siquiera sean recomendados por su médico o no, pueden perjudicar
su equilibrio delicado y anular sus efectos. Además, no contienen nada
perjudicial, usados tanto interna como externamente. Son constituidos,
enteramente, de buenos alimentos y hierbas de naturaleza y alimentación
saludable. Previo ayuno factible.
7 100%
6 90% 10%
5 80% 20%
4 70% 20% 10%
3 60% 30% 10%
2 50% 30% 10% 10%
1 40% 30% 10% 20%
1 30% 30% 10% 20% 10%
2 20% 30% 10% 25% 10% 5%
3 10% 30% 10% 30% 15% 5%
No todos los vegetales pueden ser consumidos sin peligro, aún en grado
moderado, conforme consta en la lista. En otro lugar de este libro se encuentra
la explicación de esto. También existe una relación al final del libro, de las
propiedades Yin-Yang de varios alimentos animales y vegetales, en el debido
orden de sus composiciones.
51
Trate de seguir este camino más fácil y más rápido durante diez días. Y, de
ahora en adelante, conserve en la mente, con firmeza, los siguientes puntos
como una orientación permanente en la elección de comida y bebida saludables:
Generalmente, tal pregunta revela los orígenes del mal estado de salud e
infortunio de quien la hace. Es una admitida confirmación de aquel egoísmo
sensorial y arrogancia, de aquel pecado original que continúa,
inconscientemente, cometiendo cada día.
VI
Las mujeres occidentales comen mil veces más proteínas animales que las
japonesas, las chinas o las hindúes. Es por eso que aquellas son mucho menos
femeninas que éstas, es por eso que existen muchos hombres occidentales
deseosos de casarse con jóvenes orientales, más dulces y femeninas.
VII
54
EL CONTROL DIARIO
VIII
LA ALIMENTACIÓN Y EL SEXO
La perdida del pelo del cuerpo representa una evolución biológica de millones
de años. Como las mujeres, biológica y fisiológicamente, son infinitamente
superiores al hombre, ellas representan un grado más avanzado de aquel
proceso y son naturalmente dotadas de una piel suave, bella y elegante.
Cuando todas las mujeres posean pelos en el cuerpo, será la señal del fin del
mundo, una tragedia más catastrófica que la destrucción termonuclear. La
erosión de la polaridad sexual, con mujeres más masculinas y hombres más
femeninos, ya se volvió la más destructiva y perniciosa de todas las amenazas al
Orden del Universo.
Si el hombre se volviera más femenino, perdiendo sus cualidades Yang, y la
mujer tendiera a masculinizarse, perdiendo sus cualidades Yin, el resultado final
podrá ser el fin de la raza humana. Lo que estamos viendo, actualmente, es
apenas el preludio de esa tragedia. La sexualidad es la base de toda vida
humana, la llave de nuestra existencia, la atracción universal que Newton
56
Los siete papeles coloridos unen los siete mundos diferentes, los cuales
expresan las siete diferentes especies de amor. Estas palabras, y los instintos
que están por detrás de ellas, no existen en Occidente.
De acuerdo con el Principio Unico y el Orden del Universo, las siete especies de
amor son, hasta donde la diferencia de idioma permite reproducir, el amor
ciego, el amor sensual, el amor sentimental, el amor intelectual, el amor social,
el amor ideológico y el amor universal.
¿Cuál es la razón de haber tanta tragedia sexual en este mundo? Es porque tres
cuartas partes de la raza humana sufre de alguna disfunción de las glándulas o
de los órganos sexuales. La educación sexual es una preocupación moderna en
muchos países occidentales, pero en casi todas partes tal educación está
exclusivamente ligada a juicios transitorios de los sentidos, sentimientos o
intelecto. La educación sexual en Occidente, según me parece, ignora
completamente la educación biológica, fisiológica y psicológica que nos lleva al
entendimiento de los siete aprendizajes del amor y al lugar que ocupan en el
Orden del Universo.
En un país como los Estados Unidos, donde una gran mayoría de personas sufre
de una o de otra enfermedad crónica, no es de admirar que los desajustes
sexuales sean la regla y no la excepción. No es motivo de admiración que existan
tantos casamientos fracasados, tantos divorcios, tantas deserciones, tantos
nacimientos ilegítimos, tanta agonía, causados por prácticas sexuales
anormales. No es de admirar que el catolicismo se haya visto obligado a prohibir
totalmente el divorcio en una tentativa de conservar unida a la familia a
cualquier precio.
57
Los Estados Unidos son una gran sociedad que proclama la libertad por encima
de todo y no obstante, cuatro de cada cinco personas reclaman
lamentablemente contra la falta de libertad sexual y sufren horrores en sus vidas
conyugales. Difícilmente, un hombre entre mil, parece encontrar alegría y
felicidad permanentes en su casamiento. Innumerables personas no gozan del
amor sexual y sus vidas son una búsqueda incesante de nuevas especies de
placer sensorial compensador.
La mayor parte de la infelicidad e infortunios de la vida familiar provienen de
dificultades sexuales –impotencia, falta de una vida sexual placentera-, o su
opuesto, demasiada actividad sexual patológica entre los cónyuges.
Nadie puede ser verdaderamente feliz a no ser que sus necesidades sexuales
sean placenteramente satisfechas en su vida conyugal. Muchos hombres
eminentes llegaron a un final trágico porque sus esposas eran sexualmente
desequilibradas. ¿Cuál es la causa fundamental de ese continuo conflicto entre
mujeres frígidas y cansadas y hombres indiferentes, carentes de estímulo para la
placentera consumación de sus deseos sexuales normales?
Las mujeres son Yin por naturaleza. Cuando se vuelven muy Yang, por comer
demasiado alimento Yang, principalmente productos animales, se tornarán
58
Los hombres muy Yin son más infelices que los muy Yang. Y las mujeres muy
Yang son más infelices que las que son muy Yin. Esa especie de anormalidad
básica les dificulta, o imposibilita constituir un hogar feliz. Algunas veces,
entretanto, un hombre extremadamente Yin y una mujer extremadamente Yang
se encuentran y consiguen ser menos infelices juntos, que si permaneciesen
solos o viviendo con pájaros, perros o pescados.
Los hombres y las mujeres, naturalmente, son controlados por sus hormonas
sexuales, pero éstas, a su vez son influenciadas por la dieta. La vida está llena de
dificultades sexuales e infortunios matrimoniales porque la mayoría de los
hombres y mujeres no poseen la mínima idea de cómo mantener su salud, por
medio de la comida y de la bebida. Todos comen, pero saben cómo comer.
Permiten que su comida y bebida –la base de su salud y felicidad sexual- esté
regulada por el gusto sensorial, por hábitos de familia, costumbres regionales,
pereza y conveniencia, rutina y erróneos modernismos.
Están jugando a la gallina ciega. Están tirando al oscuro, cuando eligen sus
compañeros vitalicios en base a la pura atracción física, o por razones
sentimentales, económicas o intelectuales. Si comprendiesen el Orden del
Universo, los principios Yin-Yang, y la manera correcta de comer y beber,
podrían conocerse a sí mismos. Podrían, también, estar mejor habilitados y
elegir una esposa o marido más de acuerdo con sus temperamentos. O, si por
desgracia, hubiesen elegido un consorte inconveniente, podrían, todavía, saber
cómo transformar biológica, fisiológica y psicológicamente, su constitución –así
como a sí mismos- recurriendo al régimen macrobiótico. Si alguien dijera a una
miembro de una familia religiosa japonesa, o a un miembro de la orden
monástica budista, que es imposible “mudar la naturaleza humana”, él no lo
comprendería ni lo creería.
La tradición oriental determinó, hace millares de años, que los niños y niñas no
deberían jugar o estudiar juntos más allá de la edad de 7 años. Es una manera
básica e inteligente de fortalecer la naturaleza Yang de los niños y la naturaleza
Yin de las niñas. En Oriente, todos los niños empiezan a aprender la filosofía
básica Yin-Yang en cuanto van a la escuela. El estudio de Yin-Yang es
extremadamente práctico y los niños aprenden rápidamente, desde tierna edad,
a aplicarlo en cualquier nivel y dominio de la vida. Bioecológicamente, la
filosofía Yin-Yang nos enseña que los casamientos más felices son aquellos que
reúnen niños y niñas nacidos en las antípodas de la órbita terrestre, o sea, con
una diferencia de cerca de 180 días. Aquellos que vienen de familias de lo más
diferentes, son considerados como poseedores de un antagonismo
complementario, que produce una unión más feliz y de mejor descendencia.
Esas diferencias provocan una atracción mutua más fuerte.
59
Cualquier mujer que desee recuperar su feminidad, tan rápido como sea posible,
y regular el desequilibrio glandular causado por un exceso de Yang, precisa
evitar todos los productos animales, carne, manteca, leche y queso. Esos
productos nunca fueron destinados a nutrir una constitución tan delicada como
la de la mujer. Algunas veces son usados, pero solamente para nutrición del
cuerpo masculino, más grosero y primitivo.
Aquellos que encuentran la llave del Orden del Universo pueden encontrarse a
sí mismos y a la libertad infinita. Los otros están destinados a ser esclavizados
61
durante toda su vida por los apetitos fisiológicos y sexuales. Quien sea esclavo
de inclinaciones sexuales anormales, no es ni animal ni humano. Es alguna cosa
intermedia. La persona homosexual o asexual es, de todas, la más digna de
lástima, y la literatura occidental está repleta de sus monstruosidades, desde el
Marqués de Sade hasta las últimas noveles americanas. Cualquier anormalidad
sexual puede, con el tiempo, ser curada por la más estricta adhesión al régimen
macrobiótico. Partiendo del inhumano al animal, del animal al humano, del
humano al superhumano, el camino que lleva a la felicidad es largo, y el único
guía práctico es la confianza en la macrobiótica, de acuerdo con el Principio
Único del Yin-Yang.
IX
ORACIÓN Y AYUNO
muy Yang. Los pies son órganos Yang. El Yang sólo puede ser neutralizado o
destruido por factores Yin. La causa básica de la polio, por lo tanto, debe ser un
exceso de Yin.
Procure observar la dieta diaria de una víctima de polio. Con seguridad
constatará en ella un exceso de Yin: demasiada vitamina C y K, azúcar, agua,
frutas, papas, tomate, refrescos, helados y dulces, todo fuera de proporción a los
demás alimentos. La estación para las epidemias de polio en los Estados Unidos,
es en el medio del verano, cuando hay un excesivo consumo de Yin.
REMEDIOS EXTERNOS
Cada vez que visito Occidente parece que oigo hablar sobre alguna enfermedad.
O una vieja enfermedad aparece con un nuevo nombre. El diagnóstico es
bastante difícil para los médicos, a pesar de estar equipados con millares de
aparatos y técnicas.
Pero el cuerpo humano continúa siendo el mismo y cada enfermedad o molestia
es acompañada por uno o más síntomas clásicos: fiebre, inflamación, diarrea,
disentería, tos, hinchazón, anemia y flaqueza general, o alguna especie de
parálisis.
Siguiéndose fielmente el Régimen Número 7 durante diez días, no hay
necesidad de ningún tratamiento específico. Los síntomas deben desaparecer.
La macrobiótica, entre tanto, dispone de una lista de remedios simples,
naturales, externos e internos, que pueden ser útiles.
DENTIE: Se trata de un dentífrico en polvo que preparé usando la berenjena,
salada y seca, después quemada. Llamé “Dentie” a las cenizas. Puede ser
encontrada entre los elementos y asociaciones macrobióticas. Utilicé los
antiguos principios de la medicina oriental para hacerlo; empleando la parte
más Yin del vegetal más Yin (la parte superior) y usando sal, calor, fuego y
tiempo –todos Yang- para obtener su esencia Yang. Todas las enfermedades de
la boca, particularmente los dientes y encías, son muy Yin, causados por
productos Yin, ricos en vitamina C y potasio. Dentie es extremadamente Yang.
Aplíquela en un diente dolorido y encontrará alivio inmediato. Si sufre de
piorrea, cepille los dientes y las encías con Dentie, solamente en la parte
externa, antes de dormir. Puede, también, ser usada como pasta de dientes dos
veces al día.
FOMENTO DE TE: Tueste unas hojas de bancha y haga un té. Agregue cinco por
ciento de sal marina y haga un fomento de este té diluido en los ojos. Es
especialmente bueno para inflamaciones y conjuntivitis. Aplique durante diez a
quince minutos tres veces al día.
EMPLASTO DE ARROZ: Aplaste arroz integral con un poco de agua. Aplíquelo
directamente en cualquier herida dolorosa.
EMPLASTO DE CLOROFILA: Berro, espinaca, col, hojas grandes de cualquier
vegetal verde deben ser aplastados formando un emplasto y aplicados
directamente en la frente para absorber la fiebre. Si se golpea en la cabeza,
arranque en seguida una hoja fresca de un vegetal verde y aplíquela en el lugar
golpeado para aliviar la molestia.
EMPLASTO DE HABICHUELA DE SOJA: Tome una taza de porotos de soja y
deje en remojo en cinco partes de agua durante la noche. Aplaste, adicione un
64
REMEDIOS INTERNOS
XII
EL ACTO SAGRADO
Para cualquier tratamiento, desde la náusea aérea hasta las venas varicosas,
para todas las enfermedades y perturbaciones del cuerpo humano, sólo hay una
receta básica: oración y ayuno. En otras palabras, una observación rigurosa del
Régimen Número 7 y una profunda meditación sobre la justicia absoluta y la
sabiduría infinita del Orden del Universo.
El almanaque de las enfermedades humanas, abajo trascripto, junto con el
comentario específico sintomático, no pasa de una elaboración de aquella
simple afirmación, hecha arriba. Existen algunas pequeñas variaciones en el uso
de la dieta secundaria específica, dependiendo de las perturbaciones que
proceden de demasiados factores Yin o Yang. Constataréis que ellas son útiles y
reconfortantes. Pero, cuanto más cambian los remedios externos o
específicamente sintomáticos, tanto más permanece inalterable la antigua
recomendación de oración y ayuno.
NAUSEA AEREA: Para este mal, así como para la náusea marítima y matinal
beba lo menos posible antes de viajar. Nada de alcohol, azúcar o dulces. Evite,
especialmente, el chicle y los bombones ofrecidos por la aeromoza. En vez de
eso conserve en la boca un poco de gomasio durante el viaje aéreo. Si tuviera
fuerzas para seguir el Régimen Número 7 durante uno o dos meses, usted nunca
se mareará nuevamente, tanto en el aire como en la tierra.
JAQUECA: Puede ser fácilmente curada en pocos días con el Régimen Número
7 y un poco de gomasio.
No pele los vegetales. Cepíllelos bien y aprenda a usar cada parte del vegetal.
Las cáscaras de la cebolla, la cabeza de las zanahorias, las hojas del coliflor.
Bastan apenas imaginación y coraje para usarlos creativamente en su cocina.
Nunca deje el vegetal dentro del agua, tanto entero como cortado. Evite el uso
de mucho aceite al cocinar. Dos cucharadas de sopa por persona, diariamente,
es el máximo.
Evite usar mucha agua en la preparación del alimento. En general, los cereales
deben ser bien cocidos, y con todo, lo suficientemente secos para exigir una
buena masticación
Puede comer todo lo que está de acuerdo con el Orden del Universo, tal como la
fruta de estación que es plantada y cosechada orgánicamente libre de
insecticidas y aplicaciones químicas. El Orden del Universo es la justicia
absoluta. Si América produce 200 millones de manzanas por año, usted debería
comer solamente una cada verano. Eso es justicia. Si come más, usted está
robando a su vecino y será castigado, tarde o temprano, por la prisión, en un
reformatorio que se llama enfermedad.
XIII
SOBRE LA SAL
El mar que nos circunda acepta todas las cosas, acogiendo los restos de los ríos,
transformándolos a su semejanza, límpida, bella y pura. La inmensidad del mar
acoge todas las cosas peligrosas, tales como los multiplicantes parásitos, los
innumerables microbios y virus considerados los estigmas del enemigo del
hombre, el pus con olor asqueroso, la sangre envenenada, los residuos
radioactivos letales, el excremento de millones de ciudades y billones de
hombres. Transforma todos los detritos en relucientes cristales esmeraldinos.
Limpiando todo con lo que entra en contacto, renovando todo lo que alcanza, el
mar da vida a toda la flora y fauna, como madre de toda la vida terrestre animal
y vegetal. El hombre tiene su origen en el mar que lo rodea. Y ¿cuál es el secreto
de este poder del mar, de limpiar, renovar y crear?
Es la sal marina.
Sin la sal, el mar, con toda su inmensidad, no sería más que una cloaca enorme,
un vivero de gérmenes y microbios. La sal del mar transforma todo el
inaccesible microcosmos en un espectacular vivero de plantas y cosas vivas de
belleza sin par. El mar modifica todo permaneciendo siempre igual. La sal es el
secreto de su milagro.
La sal es lo mágico. Y la sal es Yang.
El origen marítimo del hombre le imprimió una marca para toda la eternidad,
que es la sal de su sangre. Sin sal en las venas, el hombre igual que es pez fuera
del agua, se fatiga y muere. La corriente sanguínea salada es una réplica en
miniatura y un recuerdo de su origen acuático. Tal como la sal del mar, la sal de
la sangre limpia, renueva y transforma todos los peligros en donaciones
necesarias de vida, nutriendo nuestras células, alimentándolas con oxígeno. Si la
sangre pierde su salinidad, la consecuencia es la enfermedad que lleva a la
muerte.
Para sorpresa mía, no obstante, como visitante que soy del Extremo Oriente, el
miedo a la sal invadió la medicina sintomática occidental. Se volvieron moda las
dietas sin sal. Fueron fabricados y creados alimentos sin sal para explotar esa
fobia. No consigo descubrir ningún fundamento para tales ideas.
No hay peligro en ingerir una pequeña cantidad de sal no refinada, marina, o
gomasio (sal mezclada con simiente tostada de sésamo) conjuntamente con una
dieta macrobiótica. Experimente durante diez días o solamente uno. Verificará
que no existe ningún peligro. Al contrario, sentirá una mejoría si fue ingerido en
dosis razonables. No se deje sugestionar por las mudables supersticiones y
modas de la medicina sintomática. Deje que su propio cuerpo le dé la respuesta.
XIV
SOBRE EL AZÚCAR
bien recientes. Era completamente desconocido en los tiempos de Buda, Lao Tsé
y Jesús Cristo, pues no es mencionado en los anales de la época. Es
completamente diferente de la frutosis natural del azúcar vegetal y de las frutas
que contienen muchos minerales, proteínas, aceites y vitaminas necesarios para
mantener nuestra vitalidad. El azúcar refinado industrialmente, carece por
completo de estos elementos naturales y contiene muchos elementos químicos
realmente perjudiciales para la salud humana.
Confío en que la medicina occidental admitirá, algún día, aquello que hace años
es bien conocido en Oriente, o sea, que el azúcar es, indiscutiblemente, el
asesino número uno de la historia de la humanidad, mucho más letal, que el
opio o las emanaciones atómicas especialmente para aquellos pueblos que
tienen el arroz como alimento básico. El azúcar es el mayor mal que la moderna
civilización industrial envió a los países macrobióticos de Extremo Oriente y
África. El azúcar se convierte en agua y CO2 en el cuerpo, debilita los elementos
Yang de la sangre y aumenta la proporción de K y Na. Es el más Yin de todos los
productos usados como alimento humano y es la causa directa de numerosas
enfermedades fatales.
Cada año, los gigantescos carteles del azúcar engendran nuevos medios de
descargar la enorme superproducción de azúcar industrial en los pueblos
indefensos del mundo. Y, actualmente, el niño norteamericano medio, consume
azúcar en una proporción desmedida comparado con los niños de cincuenta
años atrás.
Será de admirarse si la leucemia y otros cánceres roban la vida de más niños
inocentes por año, en los Estados Unidos, que cualquier otra enfermedad. La
ciencia occidental admite la verdadera devastación provocada en los dientes de
los niños, incluso pequeños, por las bebidas azucaradas, caramelos, helados y
dulces. El resto del cuerpo difícilmente queda inmune. Así como el azúcar
derramado atrae las hormiga y los insectos a nuestras cocinas, también atrae los
microbios y los parásitos para nuestros cuerpos.
El cáncer es, sin duda, una enfermedad Yin caracterizada por la expansiva
multiplicación de las células en uno u otro órgano del cuerpo. Su causa básica
es siempre un exceso de Yin en la dieta diaria. El cáncer de la sangre aparece
solamente en aquellos que se exceden tomando bebidas azucaradas, helados,
leche, café y té azucarados. ¿No encuentran interesante que aquellos que son
golosos por las cosas dulces, perezcan automáticamente?
Un niño, criado dentro de una dieta macrobiótica, escupirá automáticamente el
azúcar que le sea dado, pues ésta le quemará la boca. Aquellas personas tontas,
que dan o venden caramelos a los niños, tendrán un día que pasar por el horror
de descubrir que son las responsables de consecuencias imprevisibles.
XV
SOBRE LA LECHE
Si la madre no posee leche para su bebé, o si ella muere después del nacimiento,
es un deber para el jefe de familia buscar un ama. En la selección del ama, debe
ser conocido todo respecto a ella. Sus antecedentes –tanto como los de su
familia, de su marido- su personalidad, sus actividades físicas e intelectuales, su
belleza, su fidelidad y, sobre todo, sus características astrológicas. En Extremo
Oriente, una madre que no pueda amamantar a su hijo, nunca pensará en
contratar un ama que no posea todas esas cualidades. Las familias orientales
saben que la educación embriológica y la primer alimentación de un niño son
mucho más importantes que la elección de un colegio para su educación futura.
Ninguna familia oriental pensaría en transferir la nutrición de un niño a un ama
escogida fortuitamente y, mucho menos, de lacticinios.
La calidad y cantidad de leche de la madre, controla el destino de su hijo. En los
casos en que la leche materna falta, los bebés pueden ser alimentados con
Kokoh, una leche macrobiótica de cereales, hecha de arroz tostado, arroz
glutinoso, avena, soja y simientes de sésamo reducidos a la forma de un polvo.
XVI
El reumatismo es una enfermedad Yin que puede ser curada tomándose poco
agua y eliminando de la dieta todos los alimentos que son ricos en agua,
especialmente el azúcar que se convierte en agua y CO2 en el cuerpo humano,
cosas éstas que disminuyen la cantidad de los componentes Yang de la sangre y
aumenta la proporción de K/Na. Para acelerar la cura macrobiótica, beba lo
menos posible de manera que, siendo mujer orine solamente dos veces en 24
horas y, siendo hombre, tres veces durante el mismo período.
XVII
SOBRE LA MASTICACIÓN
Mahatma Gandhi dijo: “Debéis masticar los líquidos y beber los sólidos”.
Se debe masticar cada bocado de alimento, por lo menos, 50 veces. Si pretendéis
asimilar la filosofía macrobiótica más rápidamente y alcanzar un patrón más
elevado de salud lo más rápidamente posible, masticad más veces. De 100 a 150
veces. Algunos alimentos, los granos especialmente, se vuelven más sabrosos
cuando son bien masticados.
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Por otro lado, cuanto más se mastica la carne tanto menos sabrosa es. El placer
sensorial reside, en gran parte, en la memorización de su olor, del chirrido y del
jugo.
La comida que es realmente buena y necesaria para el cuerpo, es tanto más
sabrosa cuando se pierde el hábito de devorarla en pedazos y se adquiere el
hábito natural de masticar bien. Usted encontrará en los más simples alimentos
placeres que no abandonará hasta el fin de su vida.
La digestión de los cereales y otros almidones empieza en la boca. Masticar bien
es un ejercicio excelente y muy importante, pues nos fuerza a prestar atención
y tomar conciencia de aquello que se está haciendo; o sea, recordar que el acto
de alimentación es vital y sagrado. Toda comida debe ser ingerida con gratitud,
agradecimiento placentero y con el máximo de calma.
Durante millares de años el acto de la nutrición, en Oriente, fue considerado
sagrado. En otros tiempos y en otros lugares, aún actualmente, los hombres
todavía conservan esta actitud de gran respeto por su alimento. Algunos
agricultores, que están más cerca de los elementos y del reino vegetal, sienten
instintivamente la importancia del festín diario y dan al acto de alimentación la
atención y respeto que merece.
XVIII
Una de las cosas que considero más extrañas en los países occidentales, es la
virtual desaparición de este concepto de los granos como alimento básico,
excepto en los rótulos promocionales de los fabricantes de alimentos, que
hicieron del tratamiento químico una industria, “yinnizando” el arroz, trigo,
avena y otros granos
Algunos platos especiales –en muchos casos adaptados por cocineros
macrobióticos americanos de algunas recetas originales creadas por mí y por mi
esposa- serán dados a conocer. Fueron seleccionados del libro de cocina
descripto en el final de esta obra. Se destinan a establecer un equilibrio sano en
vuestra constitución física, neutralizando el demasiado Yang y el demasiado Yin,
siendo este último el de mayor peligro. También están adaptados a la
experiencia de los amigos americanos, que aprendieron cómo evitar toda la
línea de alimentos del mercado americano, que hayan sufrido una
contaminación organizada a través del uso de insecticidas, fertilizantes y
diversos procesos químicos. La macrobiótica no es una especie de
vegetarianismo meramente sentimental. Si los alimentos animales deben ser
evitados es con la finalidad de preservar y perfeccionar la habilidad humana de
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pensar. La carne animal es ideal para los animales irracionales. Las glándulas
animales producen hormonas que son buenas para los animales,
imposibilitados de pensar. El centro de sensibilidad, por consiguiente, no es tan
desenvuelto como el nuestro.
Una vez comprendidos perfectamente los conceptos de alimento básico y
subsidiario, el punto crucial de equilibrio (K/Na), cinco por uno entre Yin y
Yang en la dieta diaria se vuelve digerible y posible. Sin este concepto,
terminamos por tener nuestra alimentación diaria guiada solamente por
intermitentes caprichos, manías y fantasías, comiendo cualquier cosa que tiente
nuestros sentidos en el momento, o viciando sus sensaciones con la abundancia
o la costumbre.
XIX
ALIMENTOS VITALES
Cocinar su alimento básico, el arroz oscuro, integral, sin pulimento, será una de
las más provocantes y recompensadoras experiencias de su nuevo régimen. Una
pesada y moderna cacerola de presión (la presión es Yang) es un instrumento
valioso y que ahorra tiempo. Primero, lave bien el arroz integral en agua fría.
Para cada taza de arroz adicione una taza y media de agua en la cacerola a
presión, con una pizca de sal marina. Usted descubrirá la cantidad exacta
después de algunos errores y tentativas. Después que el agua hierva, déjela en
fuego lento durante 15-20 minutos accionando lentamente. Apague el fuego,
después, dejándola tapada por dos a veinte minutos y, después, abra la tapa.
Nota: se obtiene un mejor sabor cociendo entre 40 y 50 min. Esta
recomendación proviene de los discípulos de Ohsawa que actualmente
continúan su labor.
Teóricamente, el arroz está listo para ser servido cuando los granos en el fondo
de la cacerola están levemente quemados. Los granos quemados, amarillos o
marrones, son los más Yang, los más fuertes y ricos en sales minerales y los más
nutritivos. Por esa razón, las personas enfermas y los temperamentos Yin
deberían tener prioridad para comer los granos del fondo de la cacerola.
Crema de arroz
Para los que están efectivamente enfermos, para los que no poseen buenos
dientes para masticar debidamente el arroz integral, así como para los que viven
solos, con medios limitados para cocinar, la crema de arroz hace posible un
régimen cerealista en los primeros diez días. Es posible conseguirla en los
puestos macrobióticos. Lleva menos tiempo para cocinar que el arroz entero y
no necesita de mayor habilidad que la requerida para calentar una lata o plato
de alimento de cereales comerciales. La crema de arroz, entre tanto, puede ser
hecha en casa, tostando simplemente el arroz en una cacerola o sartén hasta
quedar marrón dorado. Los granos podrán saltar como el grano de maíz verde.
Después, el arroz tostado podrá ser molido hasta convertirlo en una especie de
harina, tanto en un moledor de café, como en un pilón o mortero, y si todo falla,
en una licuadora eléctrica.
Esta planta domesticada, que produce un grano con tres vértices, es originaria
de Asia y ha sido cultivada en Europa desde la Edad Media. En algunas partes
de Europa, Rusia y Bretaña, por ejemplo, el trigo sarraceno es un alimento
básico, equivalente al arroz en Oriente. El trigo morisco es el más Yang de todos
los cereales. También es el más fácil de ser obtenido en las fuentes comerciales
habituales en su estado natural y no adulterado, bajo la forma de kasha o de
harina de trigo morisco (sarraceno). Para cocinar kasha, fría una taza de granos
triangulares en una cucharada de sopa de aceite vegetal, girasol, oliva o maíz.
Agregue 2 tazas de agua y 1 cucharada de té llena de sal marina. Deje hervir
lentamente a fuego suave hasta que toda el agua haya sido absorbida y el grano
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quede esponjoso y seco. (Nota: unos veinte minutos) Algunas personas gustan
de mezclar kasha y arroz, pero otras lo prefieren puro. De cualquier manera, con
kasha se preparan tantas variedades de platos originales como con el arroz.
Es equivalente a la crema de arroz o puré de arroz, sólo que es más Yang y tiene
la ventaja de ser hecho de pura harina de trigo sarraceno, más fácil de obtener
en su estado puro y natural, en el hemisferio occidental, que el arroz integral.
Cubra el fondo de la cacerola con una cucharada de sopa de aceite, sólo lo
suficiente para revestirlo de una fina camada. Baje la llama y adicione dos
cucharadas llenas de harina de trigo sarraceno. Revuelva la harina fuertemente
hasta que cambie de color, de beige a marrón oscuro. Deje enfriar y después
agregue una o dos tazas de agua y un poco de sal marina. Deje hervir hasta que
quede espero. Aquí también, la cantidad de agua puede variar de acuerdo con el
paladar individual. Puede ser servido en un plato hondo o tazón, con pan
tostado. Tiene la consistencia, la apariencia y algo de la textura de una sopa de
habichuela negra. Después de haber reestablecido la salud con un régimen
totalmente de cereales, puede experimentar la crema o puré de trigo sarraceno
usando, también, en lugar de agua, una sopa de cebollas con salsa de soja
(shoyu). Eso da un sabor muy diferente. En los puestos macrobióticos y en
algunas casas japonesas de las ciudades mayores, uestes podrán adquirir y
experimentar el sabroso macarrón japonés, hecho de trigo sarraceno. (Nota:
esta crema puede ser hecha sin aceite. También cocinado el sarraceno en grano
y luego pasando por la licuadora, agregando suficiente agua; en general no se
aconseja consumir muchas harinas, es siempre más saludable el grano entero)
Trigo
Cous-cous
Chapati
El trigo fue uno de los principales cereales domesticados por el hombre. Ha sido
la fuente principal de pan del hombre blanco en Europa y en América, desde el
siglo diecisiete. Entretanto, tal como sucedió con el arroz, ha sido víctima de los
procesos de refinamiento industrial que rechazan la parte nutritiva del grano y
sólo usan el centro blando de hidrato de carbono. (En el mercado americano
sólo existe, realmente, un cereal comercial -wheatena- que conserva el valor
alimenticio natural del trigo).
En otras partes del mundo, como el Norte de África y la India, la harina de trigo
integral en su estado natural constituye un alimento básico. Cous-cous es un
alimento muy usado en el Norte de África y en Oriente Medio, que puede ser
obtenido en los barrios árabes de casi todas las grandes ciudades y, algunas
veces, en casas especializadas o supermercados, donde son considerados una
exótica golosina. Es una harina de trigo gruesa, llamada “boulgour” por los
armenios y que los árabes usan como base para el condimento de los vegetales y
carne. Es insustituible, deliciosa. Puede ser cocida en un utensilio especial que
los franceses llama de Cous-Couserie, o sea hervida como kasha (cuscusera).
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Mijo (panizo)
El mijo es uno de los cereales más antiguos, cultivado desde los tiempos
prehistóricos, y usado como alimento habitual en algunas partes del mundo,
desde los tiempos bíblicos y aún antes. Es preparado tal como kasha. Fría una
taza de mijo, en dos cucharadas de sopa de aceite, agregue un poco de sal
marina y dos tazas de agua. Ponga sobre fuego medio hasta hervir, después de
los cual baje la llama y deje hervir lentamente hasta que los granos absorban
completamente el agua, quedando blando y algo seco. El mijo puede ser usado
en la misma variedad de maneras que el kasha.
Arroz crudo
Pan
Unte con aceite el molde y llévelo al horno. Como no debe ser usado ningún
fermento, no espere que el pan sea blando y leve. Como no fueron incluidos
preservantes químicos, el pan precisará ser conservado en un lugar fresco. Es
muy gustoso cuando es bien masticado. Aumentando la cantidad de harina de
maíz, tendrá entonces pan de maíz. El pan frío puede quedar más sabroso
cuando se tuesta o picado y frito en un poco de aceite. (Nota: empleando una
mezcla de 2/3 de harina integral bien cernida y 1/3 de harina de sarraceno y
dejando descansar la masa en un recipiente cerrado toda la noche en la
heladera, el pan quedará tierno).
Gomasio
Sésamo salado
Sal de gomasio
Umeboshi
Misso
El misso es una pasta muy parecida, hecha de poroto de soja y sal. Ambos tienen
una infinidad de usos en la cocina macrobiótica.
Crema de misso
Tómese una cucharada de sopa llena de misso y otras tres de tahini –manteca
de sésamo-. Se agrega un poco de agua y se mezcla bien. El producto tendrá la
consistencia y algo de textura de manteca de maní, pero su sabor exótico es
completamente original y con el uso usted se aficionará cada vez más a él.
Póngalo sobre el pan o bizcochos de arroz, obtenidos en los centros
macrobióticos y tendrá un gustoso festín, fácil de transportar en picnics, cuando
viaje o como merienda para el trabajo, junto con un té caliente, en un termo.
Sobre el te
tradiciones. El té, en el fondo, constituye una religión por sí mismo; y así, está
bellamente explicado en el “Libro del Té”, del autor japonés Okakura.
El té, cuando está debidamente cultivado, seleccionado, hervido, servido y
tomado en pequeñas cantidades, en circunstancias propicias, puede constituir
una revelación. Puede significar alguna cosa más que los tranquilizantes
químicos, actualmente tan en boga; algo que aguza nuestros sentidos,
intensifica nuestra percepción, desenvuelve nuestro discernimiento y
profundiza nuestros planos de meditación; y no sólo es una mezcla de sabores
placenteros y transitorios.
Cuanto menos líquidos se bebe, tanto más importante se torna la manera
perfecta de prepararlo y servirlo, a fin de que pueda ayudarnos a quebrar viejos
hábitos compulsivos de beber sólo por beber. El té debe ser servido en las más
finas tazas de puedan ser encontradas y lo más caliente posible. Una
pequeñísima taza japonesa de sake, llena de té hirviendo, debidamente
preparado, puede satisfacer mucho más que una taza grande, llena de una
bebida “instantánea” saturada de azúcar y leche, o hecha con el hervor de un
sobre de té que contiene colorantes cancerígenos para darle una apariencia de
color uniforme.
Té verde natural
Bancha
Ponga una pequeña taza de té y coloque salsa de soja (shoyu) hasta una décima
parte de su capacidad. Adicione té verde tostando bancha, hirviendo y sirva. Por
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más extraña que tal mezcla parezca, su paladar se aproxima mucho al más
delicioso caldo. Es maravilloso como recuperador de fuerzas cuando se está
cansado al final del día. Hace maravillas con amigos escépticos que bebieron
alcohol en exceso y están dispuestos a intentar cualquier antídoto contra la
resaca. Una taza de bancha con shoyu tomada antes de dormir, evitará cualquier
indisposición matinal y cualquier escéptico se despertará más bien dispuesto y
accesible a los otros “milagrosos” aspectos del régimen macrobiótico.
Te mu
Té lotus
Este té es hecho de raíz de loto seca, rallada, normalmente obtenida a granel en
los almacenes macrobióticos. Ponga una cuchara de té de loto rallado, agregue
una taza pequeña de agua caliente, revolviendo vigorosamente cuando lo esté
bebiendo. Es un remedio maravilloso para toses, inclusive la tos convulsa y la
tos asmática, en cuyos casos debe ser tomado diariamente, tres veces,
excluyendo todos los demás líquidos.
Té de loto
Ponga cinco centímetros de raíz de loto fresca, generalmente obtenida en los
barrios orientales, extrayéndole el jugo. Agregue diez por ciento de jengibre
crudo rallado, un poco de sal y una taza de agua hirviendo. Es también muy
eficaz contra la tos y un remedio para las personas que son demasiado Yin.
(Nota: actualmente se recomienda hervir durante 5 min a fuego lento, el lotus y
el loto)
Té de menta
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Tome, durante la estación, hojas secas de menta y déjelas secar. Las hojas secas
pueden ser conservadas durante años. Muchas casas especializadas poseen
stock de hojas de menta secas. Ponga algunas hojas y unas pocas tazas de agua
hirviendo dejando hervir al menos durante cinco minutos. Usted aprenderá a
ajustar la cocción del té, más fuerte o no, de acuerdo con su paladar individual.
El té de menta puede ser liviano y delicado, si no recalentado y nuevamente
hervido, oscuro y fuerte. Adicionando una pizca de sal marina es una bebida
recomendable para el desayuno.
Té de tomillo
El tomillo fresco o seco puede ser usado para dar un delicioso sabor al té, de la
misma manera que la menta.
OTRAS BEBIDAS
Café Ohsawa
Consiste en una mezcla de varios cereales, disponibles en los almacenes
macrobióticos, que puede ser convertida en un sustituto del café. Adicione una
cucharada de té de café Ohsawa (Yannoh) a ½ litro de agua fría y deje hervir
durante diez minutos. Las personas más decididas pueden intentar hacer su
mezcla propia de café, siendo la fórmula la siguiente: tome tres cucharadas de
sopa de arroz, dos de trigo y una de azuki, garbanzo y achicoria. Tuéstelos
separadamente, hasta que queden bien oscuros. Mézclelos todos, entonces, y
tuéstelos en una cacerola conteniendo una cucharada sopera de aceite. Deje
enfriar y muela hasta convertirlo en polvo.
Diente de león
Es otro sustituto del café, que puede ser encontrado en los puestos
macrobióticos, cuyo principal ingrediente es la raíz de diente de león, el mismo
cuyas flores fueron usadas para hacer vino, durante la prohibición, en los
Estados Unidos. Adicione una cucharada de té de diente de león para cada taza
de agua, hierva durante diez minutos cuele y sirva. Para hacer para sí mismo la
mezcla, tome plantas de diente de león usando solamente la raíz. Lávela y deje
secar. Córtela en pequeños pedazos, tuéstela en una cacerola con un poco de
aceite y después muela en un molinillo de café La achicoria puede ser agregada
para aquellos que prefieren un sabor más amargo.
Leche de cereales
Es una mezcla de varios cereales que se convierte en una leche de cereales. Ya
puede ser obtenido en los depósitos macrobióticos, felizmente, pues su
elaboración doméstica, siendo constante, es cansadora. Los ingredientes
consisten en arroz tostado, arroz glutinoso (moti), avena, poroto de soja y
semillas de sésamo. Agregue una cucharada de sopa llena de kokoh (leche de
cereales) a unos 300 gramos de agua, revolviendo bien; hervir durante 10
minutos. Es un substituto para el desayuno, bastante sabroso. Cuando alcance
aquel aprendizaje creador y experimentador, en su cocina, también descubrirá
que puede ser usado como postre, budín y es óptimo para recubrir las comidas
fritas. Un descubrimiento: la milanesa de crema de arroz, o Kokoh, proporciona
a las frituras un sabor misterioso, exótico, y una contextura que sorprenderá a
cualquier “gourmet”.
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Araruta
Kuzu
Algunas personas consideran esto una novedad que supera a cualquier cocktail
con alcohol. Otras consideran su contextura muy extraña para su paladar y la
designan más como remedio. En cualquier caso, tiene millares de usos. Consiste
en un polvo blanco, hecho de ara ruta, una gelatina natural vegetal, que puede
ser usada para hacer una rápida salsa o condimento, para diversos platos,
variando solamente de gusto. Ponga una cucharada de sopa llena de harina de
araruta y disuélvala en dos o tres cucharadas de agua fría. Adicione un cuarto
litro de agua fría y hierva esta mezcla hasta que quede clara, transparente y
espesa. Ponga un poco de salsa de soja (shoyu) y tendrá el sabor y la contextura
de una crema de sopa, con el sabor de un verdadero “bouillon” (caldo).
Jugo de umeboshi
Es una de las raras bebidas macrobióticas que se puede tomar fría. Las ciruelas
umeboshi son obtenidas en los almacenes macrobióticos. En algunas ciudades
de población oriental, pueden ser encontradas en diversas partes y son
conocidas como ciruelas chinas saladas. Tome una ciruela y hiérvala en litro y
medio de agua durante algunos minutos, hasta que la misma se desintegre.
Cuele o deje como está, conforme a su gusto individual. Agregue otro tanto de
agua y deje enfriar. Es ideal como bebida de verano, con un sabor propio y muy
especial.
Jugo de azuki
Los porotos azuki son pequeños granos rojos que pueden ser obtenidos en los
almacenes macrobióticos. Cocine una cucharada de sopa de porotos azuki en
dos litros de agua, hasta que la mitad del líquido se haya evaporado. Ponga un
poco de sal. Esta bebida es muy indicada para los que sufren de males renales.
Bebida de daikon Nº 1
Tome un nabo japonés, blanco y largo –daikon- y rállelo bien. Agregue dos
cucharadas de sopa de nabo rallado a tres cuartos litros de agua caliente.
Agregue además dos cucharadas de sopa de salsa de shoyu, una cucharada de té
de raíz de jengibre, también rallada. Es muy bueno para resfriados. Tómelo en
la cama y eso lo ayudará a transpirar u orinar, haciendo bajar cualquier
temperatura.
Bebida de daikon Nº 2
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Ralle un nabo daikon y escurra el líquido. Tome unos 100 gramos de caldo de
nabo, agregue el doble de agua y un poco de sal marina, hirviendo todo durante
algunos minutos. Es bastante eficaz para piernas hinchadas pero nunca deberá
ser tomado más de una vez por día y nunca por más de tres días consecutivos.
Té de arroz integral
El arroz oscuro integral también se usa para hacer té. Tueste el arroz hasta que
quede marrón claro. Para cada cucharada de arroz, adiciones diez de agua y deje
hervir durante 5 a 10 min. Agregue un poco de sal y sirva. El arroz y el té
bancha, ambos tostados previamente, pueden ser juntados y usados como una
bebida. El arroz tostado puede ser tamizado y comido separadamente como una
refección normal.
Té de trigo
Los granos de trigo también pueden ser usados para hacer una bebida, que es
otra de las raras bebidas macrobióticas que pueden ser servidas frías. Tueste los
granos en una cacerola, en el fogón, hasta que queden marrones. Cocine una
cucharada de sopa bien llena en dos litros de agua, durante unos 10 min, para
hacer el té.
XX
Si usted piensa que posee coraje, honestidad, justicia, paciencia y salud, esto
demuestra que usted es ajeno a esas cualidades.
La libertad sólo puede ser encontrada en la esclavitud. La felicidad en las
profundidades del infortunio. La salud sólo puede ser conseguida a través de las
enfermedades más perturbadoras. La salud establecida con el auxilio de
remedios es transitoria, dependiente e incierta cuando se compara con el
bienestar natural del animal más diminuto.
La verdadera salud puede ser mantenida incluso bajo las circunstancias más
miserables, conforme nos fue demostrado por los soldados en los frentes de
batalla. La enfermedad, a su vez, puede manifestarse en los modos de vida más
protegidos, mimados y súper higienizados. La verdadera salud sólo puede ser
establecida por el triunfo individual sobre las constantes tentaciones y peligros
de la vida diaria. No puede ser conseguida por medio de un remedo de guerra
90
Acepte todo con el mayor placer y agradecimiento, dando todo con la mayor
alegría y gratitud. Dé y dé, sin reserva mental. Si usted da algo que puede ser
retribuido, en realidad nada dio. El verdadero dar significa vernos privados de
algo muy precioso para nosotros, muy necesario y muy importante, o sea,
nuestra propia vida, parcial o totalmente.
FIN