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Manuel Fernando Patiño Arias

Licenciatura en Filosofía

INFORME DE LECTURA SOBRE LA ENTREVISTA LEER LO ILEGIBLE,


JACQUES DERRIDA

Jacques Derrida señala que la deconstrucción no es nueva y que ya se estaba


operando antes en la filosofía occidental bajo otros nombres, así que no es una
intervención externa ni sucede en un momento dado. Se quiere saber qué ocurre
hoy cuando la deconstrucción recibe su nombre. En la realización de la
deconstrucción en algunos textos indispensables para la filosofía el tema
fundamental es la escritura (que ocurre cuando se inscribe algo), Derrida afirma
que en la historia de un objeto ideal la escritura es indispensable. En efecto, la
inscripción no es simplemente un momento suplementario o accesorio en la
constitución de la objetividad ideal sino un momento indispensable. Para Derrida,
Husserl repite las interpretaciones clásicas de la escritura como algo secundario,
sensible, corporal respecto a la idealidad matemática o científica por ejemplo.
Además, afirma que esta exterioridad era algo interior en cuanto que era la
condición esencial de la objetividad. De este modo, la deconstrucción se me ha
hecho necesariamente patente en el interior de textos clásicos, desde cierto punto
de vista.

Esto no ha ocurrido de golpe ni me ha sucedido a mí como individuo, sino


que se ha manifestado como una cierta necesidad que ya estaba operando
y que era legible no solamente en el campo filosófico, sino en un campo
global, económico, político, histórico. (Leer lo ilegible, pág. 2)

Cuando empieza a implementarse la deconstrucción la actividad filosófica se toma


ya como una estrategia de escritura y lectura, que ya no tiene lugar sobre un
conjunto de problemas sino sobre textos. Estos últimos entendidos como algo
escrito, en libros o en cintas magnéticas, en formas archivables. Jacques Derrida
busca reestructurar ese concepto de texto y generalizarlo sin límite, para que no
se suponga la contrariedad o la oposición entre el texto a la palabra, o bien el texto
a una realidad. Para Derrida esta realidad tiene la estructura del texto, pero no
todo lo real está contenido en un libro.

En cuanto al proceso que se lleva en la deconstrucción Jacques Derrida afirma


que no es esencialmente filosófica, “y que no se limita a un trabajo del filósofo
profesional sobre un corpus filosófico. La deconstrucción está en todas partes”.
(pág. 3). Se toma la deconstrucción por el hecho de que se despliega en ámbitos
que no tienen ninguna relación directa con la filosofía, no sólo en campos
artísticos, como la arquitectura o la pintura, sino también en otros ajenos a la
literatura. La deconstrucción ni estaría limitada a los discursos ni tampoco a los
discursos filosóficos. No obstante, dado que en la historia del Occidente la filosofía
es el ámbito donde se ha reunido la mayor pretensión de hegemonía del discurso,
del sentido, la mayor concentración de sentido, se ha tomado más la
deconstrucción en este campo. En efecto,

“Porque lo que se llama «filosofía», el filosofema, no se limita naturalmente


a lo que se puede encontrar en los libros de filosofía o en las instituciones
filosóficas; ese filosofema se encuentra en todas partes: en los discursos
políticos, en la evaluación de las obras de arte, en las ciencias humanas y
sociales” (pág. 5)

A la siguiente pregunta: Cuando llegamos a un nuevo concepto de escritura,


¿cómo se transforma el concepto de lectura? ¿Podría decirse que el concepto de
différance exige la ilegibilidad del texto? Jacques Derrida plantea que no es seguro
que puedan oponerse y distinguirse lo legible y lo ilegible y que, a menudo,
experimentamos el hecho de que lo dado en la lectura se nos da como ilegible - lo
que no se da como un sentido que debe ser descifrado a través de una escritura.
Ahora bien, en la deconstrucción se experimenta en todo texto que hay un
momento en donde leer se trata de ver que no hay ningún sentido detrás de los
signos y que es, entonces, una ilegibilidad.
“la imposibilidad de leer no debería ser tomada a la ligera; no debe tomarse
a la ligera cierta ilegibilidad. Tal ilegibilidad no es, ciertamente, un límite
exterior a lo legible, como si, leyendo, uno se topara con una pared, no: en
la lectura es donde la ilegibilidad aparece como legible” (pág. 6)

Por otra parte, Derrida afirma la necesidad de una resistencia inevitable: leer es
también resistir. La lectura reactiva, negativa, la relación de un texto con la lectura
y debe hacerse en la resistencia, y además hacer la prueba del hecho de que el
texto resiste. Existe la resistencia de un texto; y se puede resistir a la resistencia.

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