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La exposición a las vibraciones en el trabajo no es solamente algo molesto.

Se sabe que esta


actividad, cuando es constante, causa graves problemas médicos, tales como dolor de
espalda, dolor de cabeza, mareos, síndrome del túnel carpiano, trastornos vasculares,
también cervicalgias o dorsolumbalgias, por la espondiloartrosis de columna. Esta se produce
por los pequeños microtraumatismos repetidos y calcificaciones de los discos intervertebrales.

Las lesiones relacionadas con las vibraciones tienen una mayor incidencia en ocupaciones
como labores forestales, agrícolas, de transporte, envíos de mercancías, industria,
construcción, etc. Los riesgos que producen las vibraciones dependerá del tiempo a que está
sometido el cuerpo humano y la frecuencia de la vibración.

Los efectos ocupacionales de las vibraciones en la salud son resultado de los períodos
prolongados de contacto entre el trabajador y la superficie que vibra.

La vibración es detectada por diversos receptores de la piel de los dedos y manos. La


vibración vertical parece causar mayor malestar que la vibración en otras direcciones. Está
reconocidos los efectos de las vibraciones como enfermedad profesional en muchos países,
entre ellos Argentina en la LRT.

En trabajadores expuestos a vibraciones que trabajan habitualmente en ambientes fríos, los


episodios repetidos pueden conducir a la pérdida de destreza manipuladora, lo que a su vez,
puede interferir en la actividad laboral y elevar el riesgo de lesiones graves por accidente.

El LEP, Listado de Enfermedades Profesionales Dec. 658/96 de Argentina, las divide en


vibraciones de cuerpo entero y vibraciones transmitidas a la extremidad superior.

Las vibraciones de cuerpo entero se pueden producir en conductores de grandes vehículos,


como ómnibus, camiones, operadores de grúas y equipos pesados. Y las vibraciones
transmitidas a la extremidad superior se pueden producir en trabajadores que realizan el
manejo de maquinarias que trasmiten vibraciones como martillo neumático, punzones,
taladros a percusión, perforadoras, pulidoras, esmeriles, sierras mecánicas, desbrozadoras,
remachadoras, pistolas de sellados, etc.

Estos dos tipos de vibraciones tienen origen diferente y afectan a distintas partes del cuerpo
produciendo diferentes síntomas.
Los trabajadores que manejan herramientas vibrantes pueden sufrir hormigueo y
adormecimiento de dedos y manos. Si la exposición a vibraciones es continua, estos síntomas
pueden empeorar y pueden interferir con la capacidad de trabajo.
La mayor parte de la energía de vibración se disipa en los tejidos de la mano y de los dedos,
por lo que se pueden producir lesiones en las estructuras blandas de dedos y manos y las
actividades de la vida diaria.

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