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Sistemas de Gestión de Calidad en La Industria Láctea
Sistemas de Gestión de Calidad en La Industria Láctea
Abstract
La leche y los productos lácteos son los productos más importantes y necesarios en la cadena de suministro
de alimentos. Debido a los peligros físicos, químicos o microbiológicos de una posible contaminación,
muchas personas en el mundo están claramente expuestas a estos riesgos. Por lo tanto, unas prácticas
de calidad y seguridad alimentaria suficientes son importantes para la seguridad alimentaria en la industria
láctea. La manera más eficaz de lograr la seguridad alimentaria es centrarse en la prevención de posibles
peligros y mejorar el proceso. El sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) ha
sido señalado como una de las formas más eficaces de garantizar la alta calidad y seguridad de los
alimentos. El objetivo principal de los Puntos Críticos de Control (PCC) es identificar los problemas antes
de que ocurran, estableciendo medidas de control que son fundamentales para maximizar la inocuidad de
los alimentos en cada etapa del proceso de producción. En este estudio se revisa la identificación de puntos
críticos de control en el sector lácteo, la identificación de todos los peligros potenciales en la leche cruda,
la leche pasteurizada, la leche de ultra alta temperatura (UHT), el queso, los helados, la mantequilla y la
producción de yogur. Se presentó la descripción de los puntos críticos de control, la evaluación y la
orientación aplicada para prevenir y controlar los puntos críticos.
1. Introducción
La leche puede mostrar grandes diferencias de calidad, que los procesadores de leche deben tener en
cuenta. Se utilizan dos tipos de criterios para pagar por calidad fisicoquímica y bacteriológica. Los criterios
fisicoquímicos suelen estar relacionados con el contenido de grasa y proteína, cuya tasa básica por kilo de
leche varía de un país a otro. Las pruebas para mejorar la calidad bacteriológica podrían dar lugar a la
búsqueda de bacterias específicas como coliformes, estafilococos, listeria y esporas butíricas. Del mismo
modo, la presencia de antibióticos y la temperatura de la leche durante la recolección pueden utilizarse
como criterios de calidad y para la reducción del precio. Además, la presencia de residuos químicos podría
alterar el proceso de elaboración de productos derivados de la leche fresca. (Karakok 2007; Vilar 2011).
La calidad de la leche se basa en la prevención en cada paso de la producción. Los sistemas de control de
calidad tienen como objetivo la prevención de defectos, más que su detección. El control de calidad se
lleva a cabo en cada paso de la producción, como materia prima en las condiciones de la granja. Los
consumidores, procesadores y agencias reguladoras están cada vez más interesados en la inocuidad y
salubridad de la leche, lo que hace que se haga mayor hincapié en la gestión de la granja para asegurar la
calidad de la producción de leche (Noordhuizen y Metz 2005).
El consumidor exige productos lácteos seguros y saludables que se puedan comprar sin ninguna duda. En
el caso de la leche cruda, el término calidad es muy amplio. Existe una pirámide de calidad para los
productos lácteos basada en este tipo de perímetros. En resumen, en primer lugar, el fundamento básico
de esta pirámide es la seguridad de estos productos, el segundo es el valor nutricional y, en tercer lugar,
debe existir el servicio para satisfacer a los consumidores a largo plazo. Algunos de los aspectos
cualitativos más importantes son la calidad del contenido y del estado físico-químico, la calidad higiénica
(rasgos bacteriológicos y citológicos, ausencia de patógenos y otros contaminantes), la calidad sensorial,
la calidad nutricional y la calidad tecnológica (capacidad de procesamiento) (Karakok 2007).