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SCRIPTA THEOLOGICA 27 (1995/3) RESEÑAS
En e! apartado sobre la expresión li- prólogo (p. 14) el A. daba razón del es-
teraria de la profecía (pp. 35-44), se des- caso resultado de esta parte. Con todo,
criben los diversos géneros literarios que hay que reconocer el esfuerzo por ofre-
aparecen en los libros proféticos; por su cer una reflexión personal que dé senti-
claridad y concisión es una de las partes do pleno al conjunto del libro, es decir,
más pedagógicas del libro. Las «orienta- al tratamiento de los profetas. Quizás
ciones para e! trabajo personal» (pp. podría haberse trasladado a otro lugar
42-44), en cambio, son tan breves y es- e! apartado sobre los falsos profetas,
quemáticas que resulta difícil ponerlas en que es el menos original; en cambio,
práctica. Hubiera sido preferible estudiar, valdría la pena profundizar sobre la im-
a modo de ejemplo, unos textos escogi- portancia y valoración actual del profe-
dos y añadir los demás en nota. ta bíblico y de los libros proféticos.
Las partes segunda a cuarta constitu-
El apéndice que recoge la cronolo-
yen el cuerpo central del volumen (pp.
gía de los reyes de Israe! y de J udá es
45-262). Los capítulos se dividen en apar-
útil y, de algún modo, necesario en este
tados, tantos como son los libros profé-
volumen. Quizás habría que elaborar
ticos que se estudian; cada apartado sigue,
unos cuadros cronológicos completos
con pequeñas variantes, el mismo esque-
ma: situación político-social del momento, de todos los reyes de Israel, y otros es-
personalidad de! profeta que se estudia, quemas de la cronología de los escritos
estructura y características del libro, y fi- que junto con algunos mapas podrían
nalmente mensaje y teología. El esquema ser incorporados a todos los volúmenes
es clásico y pedagógicamente eficaz. Co- de la colección. También se echa de
mo es lógico, no todos los temas tienen menos un índice de autores y, sobre to-
un tratamiento homogéneo: e! de Oseas do, de textos bíblicos en el que se seña-
resulta bastante desigual con siete pági- len aquellos que han sido comentados
nas dedicadas a los dos primeros capítu- con mayor detenimiento.
los (pp. 80-87) Y tan sólo dos a los diez En conjunto, resulta un manual clá-
últimos (pp. 87-88). El apartado sobre sico y sobrio, en el que las pequeñas de-
Isaías también podría haber sido más ficiencias son compensadas con creces
equilibrado: en dos páginas (pp. 108-109) por los aciertos.
se resume todo el libro, se dedican diez
(pp. 112-123) a los doce primeros capítulos S. Ausín
y del resto nade se vuelve a señalar. En
cambio el capítulo dedicado a Jeremías
(pp. 145-177) es más completo: sobrio, H. SIMIAN-YOFRE, El desierto de los
detallado y bien estructurado. En este ca- dioses. Teología e Historia en el libro de
so también los ejemplos de lectura están Oseas. Ed. El Almendro, Córdoba 1993,
más desarrollados y resultan más útiles.
286 pp. 15, 5 x 23.
Sobre la relectura de los libros pro-
féticos en e! resto de la Biblia y, en Puesto que no abundan en nuestro
concreto, en el Nuevo Testamento hay ámbito lingüístico las monografías o los
solo alusiones muy puntuales. Probable- comentarios a un libro de! Antiguo
mente una explicación más amplia me- Testamento, ha de ser bien recibido és-
joraría mucho el manual. te que además se enfrenta con uno de
La parte final, bajo el epígrafe «Sig- los libros proféticos de mayor riqueza
nificado de los profetas bíblicos» ofrece doctrinal y de mayor influencia en el
menos de lo que cabía esperar. Ya en el pensamiento bíblico posterior.
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